Conmoción en Italia: Cruel asesinato de una empresaria agrícola

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INTERNACIONAL
La empresaria agrícola Maria Chindamo
La empresaria agrícola Maria Chindamo

Conmoción en Italia por el cruel asesinato de una empresaria agrícola a manos de la mafia​

Desaparecida en el 2016, un arrepentido ha explicado que le quitaron la vida por no querer vender sus terrenos​

Ángel Gómez FuentesSEGUIRCORRESPONSAL EN ROMA Actualizado:08/01/2021 15:05hGUARDAR
41

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Fue secuestrada, asesinada y echada como alimento a los cerdos, después de ser triturada por una segadora. Por no querer vender su finca agrícola, ese fue el horrible y trágico final de Maria Chindamo, 44 años, empresaria agrícola, madre de tres hijos, de Laureana di Borrello, municipio de 5.700 habitantes, en la provincia de Reggio Calabria, al sur de Italia.
De Chindamo no se tenían noticias desde el 6 de mayo de 2016, cuando su familia denunció su «misteriosa desaparición» en su finca en el municipio de Limbadi, en la provincia de Vibo Valentia, en Calabria, territorio de la ‘Ndrangheta, la despiadada mafia calabresa. Más tarde se encontró su automóvil con rastros de sangre y mechones de cabello en el asiento delantero. En un primer momento, la Policía siguió, entre otras pistas, la de un asesinato «por venganza», supuestamente realizado por la familia de su exmarido, propietario de los terrenos agrícolas, que se había suicidado tras su separación matrimonial. Para los investigadores del crimen, María Chindamo era una de las muchas víctimas de la «lupara bianca» (escopeta blanca), «los desaparecidos», asesinados y enterrados en tumbas sin nombre (con la expresión «lupara bianca», en referencia al uso de ese tipo de arma utilizado por organizaciones mafiosas o delincuentes, se señalan las circunstancias de la desaparición y del probable homicidio de una persona, sobre todo por una venganza de carácter mafioso).



Confesión de un arrepentido​

Cuatro años después de su misteriosa desaparición, un arrepentido de mafia, colaborador con la justicia, Antonio Cossidente, ha revelado que el asesino de Maria Chindamo habría sido el narcotraficante Salvatore Ascano, 54 años, quien vive frente a la finca de María Chindamo. Ascano fue detenido el pasado mes de julio y luego puesto en libertad, porque según los fiscales había alterado, justo el día anterior de la desaparición de la victima, el sistema de videovigilancia instalado en su domicilio para evitar la grabación de las imágenes de la telecámara que estaba orientada precisamente hacia la entrada de la propiedad de la empresaria agrícola. El arrepentido de mafia Cossidente ha ofrecido a los investigadores detalles espeluznantes y macabros del final de Maria Chindamo, explicando que habría sido asesinada como castigo por no querer vender sus terrenos.

La desaparición de Maria se produjo en coincidencia con el primer aniversario del su***dio de su esposo Ferdinando Punturiero, quien se ahorcó pocos días después de que la pareja hubiera decidido separarse. Según Vicenzo Chindamo, el hermano de la víctima, no se debería descartar la «pista familiar» sobre el motivo del homicidio. Después del su***dio de Ferdinando Punturiero, la familia de éste responsabilizó a Maria de esa tragedia: «Descargaron su rencor contra ella y la responsabilizaron de esa muerte por haberlo dejado. Y no digirieron el hecho de que ella gestionara la finca que había heredado de él. Maria ha sido asesinada por intereses convergentes».
Vincenzo Chindamo ha comentado el drama que ha supuesto para la familia y los hijos haber sabido por la televisión la espantosa muerte de Maria: «Ha sido devastador. Ya no duermo. Mi madre, la pobre, lo supo por la televisión. Ha supuesto un impacto emocional terrible. No es posible describir su reacción de desesperación, gritó, tiró sus gafas… Los tres hijos de Maria también han conocido la noticia por la televisión. Imagínese lo que debe ser escuchar que tu madre fue triturada para alimentar a cerdos. Intento protegerlos», ha contado Vincenzo Chindamo. Los hijos han sido privados hasta de los restos mortales de la madre ante los que poder llorar.
No es la primera vez que los mafiosos utilizan cerdos para deshacerse de sus víctimas. De hecho, la policía sospechó, al no dar con pruebas de Maria, que pudo haber tenido ese trágico final. «Después de casi cinco años –dijo Vicenzo Chindamo a una televisión-, mi familia quiere conocer toda la verdad. Queremos saber por qué fue eliminada de esa forma atroz».
 

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La empresaria agrícola Maria Chindamo
La empresaria agrícola Maria Chindamo

Conmoción en Italia por el cruel asesinato de una empresaria agrícola a manos de la mafia​

Desaparecida en el 2016, un arrepentido ha explicado que le quitaron la vida por no querer vender sus terrenos​

Ángel Gómez FuentesSEGUIRCORRESPONSAL EN ROMA Actualizado:08/01/2021 15:05hGUARDAR
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Fue secuestrada, asesinada y echada como alimento a los cerdos, después de ser triturada por una segadora. Por no querer vender su finca agrícola, ese fue el horrible y trágico final de Maria Chindamo, 44 años, empresaria agrícola, madre de tres hijos, de Laureana di Borrello, municipio de 5.700 habitantes, en la provincia de Reggio Calabria, al sur de Italia.
De Chindamo no se tenían noticias desde el 6 de mayo de 2016, cuando su familia denunció su «misteriosa desaparición» en su finca en el municipio de Limbadi, en la provincia de Vibo Valentia, en Calabria, territorio de la ‘Ndrangheta, la despiadada mafia calabresa. Más tarde se encontró su automóvil con rastros de sangre y mechones de cabello en el asiento delantero. En un primer momento, la Policía siguió, entre otras pistas, la de un asesinato «por venganza», supuestamente realizado por la familia de su exmarido, propietario de los terrenos agrícolas, que se había suicidado tras su separación matrimonial. Para los investigadores del crimen, María Chindamo era una de las muchas víctimas de la «lupara bianca» (escopeta blanca), «los desaparecidos», asesinados y enterrados en tumbas sin nombre (con la expresión «lupara bianca», en referencia al uso de ese tipo de arma utilizado por organizaciones mafiosas o delincuentes, se señalan las circunstancias de la desaparición y del probable homicidio de una persona, sobre todo por una venganza de carácter mafioso).



Confesión de un arrepentido​

Cuatro años después de su misteriosa desaparición, un arrepentido de mafia, colaborador con la justicia, Antonio Cossidente, ha revelado que el asesino de Maria Chindamo habría sido el narcotraficante Salvatore Ascano, 54 años, quien vive frente a la finca de María Chindamo. Ascano fue detenido el pasado mes de julio y luego puesto en libertad, porque según los fiscales había alterado, justo el día anterior de la desaparición de la victima, el sistema de videovigilancia instalado en su domicilio para evitar la grabación de las imágenes de la telecámara que estaba orientada precisamente hacia la entrada de la propiedad de la empresaria agrícola. El arrepentido de mafia Cossidente ha ofrecido a los investigadores detalles espeluznantes y macabros del final de Maria Chindamo, explicando que habría sido asesinada como castigo por no querer vender sus terrenos.

La desaparición de Maria se produjo en coincidencia con el primer aniversario del su***dio de su esposo Ferdinando Punturiero, quien se ahorcó pocos días después de que la pareja hubiera decidido separarse. Según Vicenzo Chindamo, el hermano de la víctima, no se debería descartar la «pista familiar» sobre el motivo del homicidio. Después del su***dio de Ferdinando Punturiero, la familia de éste responsabilizó a Maria de esa tragedia: «Descargaron su rencor contra ella y la responsabilizaron de esa muerte por haberlo dejado. Y no digirieron el hecho de que ella gestionara la finca que había heredado de él. Maria ha sido asesinada por intereses convergentes».
Vincenzo Chindamo ha comentado el drama que ha supuesto para la familia y los hijos haber sabido por la televisión la espantosa muerte de Maria: «Ha sido devastador. Ya no duermo. Mi madre, la pobre, lo supo por la televisión. Ha supuesto un impacto emocional terrible. No es posible describir su reacción de desesperación, gritó, tiró sus gafas… Los tres hijos de Maria también han conocido la noticia por la televisión. Imagínese lo que debe ser escuchar que tu madre fue triturada para alimentar a cerdos. Intento protegerlos», ha contado Vincenzo Chindamo. Los hijos han sido privados hasta de los restos mortales de la madre ante los que poder llorar.
No es la primera vez que los mafiosos utilizan cerdos para deshacerse de sus víctimas. De hecho, la policía sospechó, al no dar con pruebas de Maria, que pudo haber tenido ese trágico final. «Después de casi cinco años –dijo Vicenzo Chindamo a una televisión-, mi familia quiere conocer toda la verdad. Queremos saber por qué fue eliminada de esa forma atroz».
La crueldad y maldad humana no conoce límites. Que clase de persona puede hacer esto y dormir por las noches o mirar a la cara a sus hijos o a sus seres queridos?
 
Flipante..
 
Pobre chica y pobre familia, sobre todo los tres hijos. Quedarse huérfanos de padre y madre en un año.
¿Qué mentes pueden pensar en hacer estas aberraciones? Es que no hay ni rastro de humanidad.
No es ya matar, es la forma de deshacerse del cuerpo.
Por lo menos ahora saben qué ha sucedido. Mejor eso que estar el resto de la vida desconfiando erróneamente de gente que no ha tenido nada que ver.
DEP
 
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