Con cuchara. Sopas y Potajes.

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Sencillo y riquísimo. CARLOS ROMÁN



SOPA MINESTRONE

Para recuperarnos de las lluvias y las primeras noches de biruji, ahí va una sopa tradicional que podemos adaptar a los ingredientes que tengamos o más nos apetezcan. Un buen caldo no es negociable.


CARLOS ROMÁN 25/10/2018


Hay platos que no lucen: por muy bien que los ilumines al hacer la foto, van a ser lo que son. Lo cierto es que no les hace falta, ya que por lo general -salvo algunas excepciones tróspidas- son el ejemplo perfecto de la cocina en su estado más esencial: preparaciones humildes, con un largo recorrido en la cultura culinaria de una región, marcados por los ingredientes de la zona y, lo más importante para mí, reconfortantes.

Este es el caso de la minestrone, una receta italiana que mezcla, muy a lo loco, legumbre, verduras, pasta y queso en una sopa llena de color, sabor y texturas. Aunque no he preparado una receta canónica, sí que he decidido mantener su espíritu y plantearla como un plato pensado para adaptarse a cualquier época del año (aunque es posible que en pleno agosto nos apetezca más un gazpacho, que para esto está).

Con esta minestrone estamos reivindicando una cocina sencilla, en la que los ingredientes pueden bailar dependiendo no solo de la temporada sino también de lo que tengamos orbitando por la nevera y la alacena. Y para eso estamos aquí, para ponerlos a bailar: no os asustéis si no tenéis todo este despliegue vegetal a mano; con tres o cuatros de los ingredientes vegetales, la pasta y alguna legumbre seca, ya podéis preparar una minestrone en condiciones.

Dificultad

Media, porque tiene algo de trabajo, pero no es realmente difícil.

Ingredientes

Para 6 personas

  • 4 puerros
  • 2 cebollas
  • 3 zanahorias
  • 2 dientes de ajo
  • 2 ramas de apio
  • 100 g de guisantes
  • 100 g de judías verdes
  • 150 g de calabaza
  • 4 cubos de espinacas congeladas
  • 200 g de pasta (penne rigate, fusilli, etc.)
  • 300 g de judías blancas secas
  • 1 hoja de laurel
  • 1 rama de albahaca fresca
  • 4 cucharadas de perejil fresco picado
  • 100 g de parmesano rallado (opcional)
  • 1,5 l de caldo de verduras
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra
Preparación

  1. Poner en agua las judías blancas y dejarlas en remojo toda la noche.
  2. Escurrirlas bien, enjuagarlas y pasarlas a una olla. Añadir tres veces el volumen de agua fría, encender el fuego al máximo y esperar a que empiecen a hervir. Bajarlo y dejarlas cocer suavemente hasta que estén hechas (aproximadamente 2 horas). En este tiempo, si es necesario añadir agua, tiene que ser fría. Además, para remover, es mejor menear la olla en lugar de hacerlo con un utensilio.
  3. En otra olla, empezar a sofreír suavemente el puerro, la cebolla y la zanahoria. Añadir un poco de caldo de verduras de vez en cuando y dejar la olla tapada. Pasada media hora, añadir el ajo y el laurel. Sofreír una hora más.
  4. Escurrir las judías blancas y reservar el caldo de cocción para otras preparaciones.
  5. Agregar la calabaza cortada en cubos, salpimentar, subir el fuego y añadir el caldo de verduras. Cuando levante el hervor, esperar 5 minutos y agregar la pasta. Bajar el fuego a medio e ir añadiendo las judías verdes y los guisantes 4 minutos y 2 minutos respectivamente antes de que se cumpla el tiempo de cocción de la pasta.
  6. Apagar el fuego y agregar las judías junto con el perejil, la albahaca y el parmesano rallado. Dejar que el guiso se asiente antes de servirlo.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2018/10/16/receta/1539694629_983013.html?por=mosaico
 
10 cremas para cenar en otoño

En verano no nos cansamos de tomar gazpacho, salmorejo y cremas frías. Pero el otoño ya ha llegado y ahora les toca el turno a las sopas, purés, y todo tipo de platos de cuchara que con el calor poco apetecen, pero que en cuanto cambia el tiempo, nos los pide el cuerpo.

POR
ALBA LOUREIRO
24 OCTUBRE, 2018


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No sólo sientan muy bien, sino que además son saludables y nutritivos, ya sea un buen plato de lentejas o una crema de verduras.

Si las cremas te parecen aburridas, toma nota, porque hoy te proponemos diez ideas para darles un toque diferente y alegrar tus cenas. Si todavía estabas un poco deprimido por el fin del verano, con estas cremas no te cansarás de celebrar la llegada del otoño.


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La crema de calabaza es un clásico otoñal. Aderézala con unas semillas de girasol tostadas y unos arándanos secos, y ponle la brocheta final con pollo. Tendrás una cena sabrosa y completa.

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Las mejores sopas del mundo para tomar cuando hace frío

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Un plato de borsch, receta típica ucraniana. (iStock)



Los días se hacen cada vez más cortos y las temperaturas bajan sin compasión. Si queremos disfrutar de esta época, lo mejor será encomendarnos al calor de estos platos internacionales.


Carmela Díaz


Cada país tiene sus secretos a la hora de preparar cremas, sopas y caldos. Ahora que llega el frío estos platos calientes y reconfortantes nos apetecen a todos: alimentan el estómago y nos alegran el espíritu. Hoy os descubrimos las sopas más sabrosas y apetecibles a lo largo del mundo, así como algunos secretos de su elaboración.


Clam Chodwer. Estados Unidos

Original de Nueva Inglaterra y muy consumida en los embarcaderos californianos, es una sopa espesa reconocida en la mayoría de los estados del país norteamericano y una de mis preferidas entre las especialidades de su cocina. Está elaborada con leche o nata, caldo, almejas, cebollas, patatas cortadas en cuadritos y hierbas aromáticas al gusto. Si queremos darle un toque de color, podemos añadir verduras como apio y zanahoria. Resulta imprescindible probarla si visitas el Fisherman´s Wharf de San Francisco (en el Pier Market Seafood la hacen muy rica y a buen precio).



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Clam Chowder. (iStock)


  • El truco final. Añade trocitos de beicon crujiente, pan frito o ambos.
Zurek. Polonia

Es uno de los platos polacos más populares y resulta de lo más llamativo para el comensal, puesto que se sirve dentro de un cuenco de pan hueco de centeno que funciona a modo de tazón. La receta varía mucho según la región, pero se suele elaborar con patatas, salchichas, beicon y otros embutidos ahumados, harina de centeno y huevo cocido picado. Tiene muchísima potencia y no puede faltar la salsa de rábano picante para intensificar su sabor. Los entendidos afirman que es ideal para combatir la resaca de vodka. Si vas a Cracovia, pruébala en el restaurante Starka.



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Zurek.


  • Plato único. En algunos lugares añaden también alubias para convertirlo en un plato más consistente.
Minestrone. Italia
No hay nada más reconfortarte en invierno que una buena sopa minestrone, una especialidad contundente y completa que según la región se cocina de una manera u otra. Como buen plato tradicional italiano incluye pasta, además de otros ingredientes (aconsejo utilizar siempre verduras de temporada) como zanahorias, apio, judías verdes, col, patatas, tomates, arroz, espinacas, calabaza, alubias, cebollas, mantequilla, pimienta y queso parmesano. En Italia se suele terminar echando trocitos de albahaca fresca por encima.



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Minestrone italiana.


  • Minestrone seca. Existe también la variante sin caldo denominada asciutta.
Sopa de tortilla. México
Es uno de los caldos internacionales que fusiona una mayor explosión de sabores. Se trata de una receta casera mexicana que tiene su origen en la época prehispánica. Combina los productos más típicos del país: a una base de caldo de carne se le añaden tiras de tortillas de maíz frita, chile, tomate, aguacate, cebollas, ajo, pimientos, queso de panela, ramas de epazote, especias y otros condimentos. Se puede servir en cazuelas de barro y hasta en sartenes.



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Sopa de tortilla mexicana.


  • Prueba una versión estupenda en la capital. En el restaurante de alta cocina mexicana Iztac la elaboran siguiendo la receta de la abuela del propietario. ¡Deliciosa!
Kimchi. Corea
Algunos lo denominan el estofado coreano y no deja indiferente a nadie: es una sopa perfecta para calentar el cuerpo en los días gélidos. El kimchi, una col que se deja fermentar junto con un adobo picante, es el alimento más consumido por los coreanos y hasta se le atribuyen propiedades curativas. Los ingredientes para elaborar la sopa que acompañan al kimchi son carne de cerdo (normalmente marinado previamente en soja y pimienta), a veces marisco -pero no mezclado con el cerdo-, aceite de sésamo, ajo, cebolla en juliana y tofu en cubos.



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Kimchi coreano.


  • Ideal para amantes del picante. Se sirve hirviendo y se aliña con chiles.
Borsch. Ucrania
El borsch es una sopa originaria de Ucrania, aunque se consume mucho en Europa del Este y Central, especialmente en Rusia. Su llamativo color entre púrpura y burdeos se debe a uno de sus ingredientes principales: la remolacha. Además, también lleva tomate, cebolla, zumo de limón, ajo y zanahoria. Todo ello cocinado en un caldo de carne al que se incorporan especias como el laurel, el orégano, el perejil o el cebollino. Yo recomiendo también el eneldo porque le aporta aroma y muy buen sabor. Últimamente se ha puesto de moda el borsch negro cuyo color se consigueincorporando la tinta del calamar.



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Borsch ucraniano.


  • Un must. Imprescindible acompañar esta sopa con crema agria en un bol aparte. También le va bien el yogur griego e incluso la crème fraîche.
Wonton. China
Es una especialidad de origen chino, aunque se trata de uno de los grandes clásicos de la cocina asiática. Esta receta de sabor suave y agradable, lleva un ingrediente principal: el wantán, una especie de saquito de pasta fina relleno -al estilo de un ravioli- de carne de cerdo y langostinos (aunque existen muchas variedades). La sopa se prepara en un caldo de pollo y además de tres o cuatro bolitas de wantán se suelen añadir verduras como la col y la cebolla. Incluso hay versiones más elaboradas que incluyen mariscos o fideos chinos.



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Sopa wonton china.


  • El punto sabroso. Para que la sopa sea redonda añade pimienta blanca, aceite de sésamo y una cucharadita de soja.
Cataplana. Portugal
Las cataplanas son unas cazuelas descendientes del tajín árabe muy usadas en la cocina del sur de Portugal, especialmente en la zona del Algarve. En su origen las cataplanas eran de cobre, pero actualmente se fabrican de aluminio o acero inoxidable. Permite cocinar los guisos al vapor, una fórmula que maximiza los olores,sabores y propiedades de los alimentos. Sus ingredientes estrella son el pescado y el marisco en todas sus variedades, aunque también se elaboran con carne e incluso existen las versiones mixtas de mar y montaña. Aunque sin duda os recomiendo la versión caldosa de arroz con marisco. En muchos lugares la acompañan con patatas cocidas cortadas en rodajas en un recipiente aparte.



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Cataplana portuguesa.


  • El consejo. En el Algarve pídela en el restaurante Nelson´s; en Lisboa en Cataplana da Gina.
Sopa de ajo. España
Una receta típicamente castellana y uno de los grandes best sellers patrios que se convierte en el entrante ideal durante los días más desapacibles del invierno. Lleva pocos ingredientes y baratos, pero el resultado es delicioso. Contienefundamentalmente agua o caldo, pan duro del día anterior, pimentón, laurel, ajo yaceite de oliva. Es un plato estrella de la llamada cocina de aprovechamiento. También se puede elaborar con huevo para darle más consistencia, en cuyo caso hay que escalfarlo al final. Algunos también la completan con chorizo o jamón. Imprescindible pedirla en Camarote o El Gaucho en León; en la capital las hacen muy ricas en Casa Paco o en La Ancha de Príncipe de Vergara.



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La típica sopa de ajo española


  • El secreto. Añadir durante la cocción una cucharadita de auténtico pimentón de la Vera.

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Sancocho. Colombia
Este país es conocido por su excepcional variedad de sopas caseras, como el clásico sancocho, muy representativo de la cocina caribeña en general. Es un guiso completo, con mucha sustancia, imprescindible en los paseos de olla, excursiones familiares por ríos y quebradas durante el fin de semana: es la comida de domingo de muchos hogares del país. Hay muchas versiones, pero casi todas llevan papa, yuca, plátano, mazorca y varios tipos de carne. Se acompaña de arroz blanco, aguacate y cilantro picado por encima para intensificar su sabor.



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Sancocho colombiano.


  • Elige el sancocho trifásico. Llamado también de tres carnes (pollo, cerdo y res), es uno de los platos más populares de Colombia y está delicioso.
Pho. Vietnam
Esta sopa es muy consumida a lo largo de este país; podríamos afirmar que se trata de la sopa de fideos (de arroz) de los vietnamitas. Al caldo de carne también se le añaden verduras y otros productos característicos de la cocina asiática como brotes de soja, hierbas aromáticas (recomiendo albahaca thai, menta y cilantro fresco) y jengibre. Un plato muy completo y perfecto para calentarnos el cuerpo durante la temporada invernal y que además resulta un placer para el paladar.



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Pho vietnamita.


  • El acompañamiento más sabroso. Añade recipientes con salsa hoisin y sriracha (la más popular del sudeste asiático) para que los comensales aromaticen a su gusto.
Mulligatawny. India
Esta sopa de origen indio y de sabor muy intenso es ideal porque aporta múltiples beneficios y además es saciante. La base del caldo son la carne -ya sea de pollo o de cordero- el curry, la cúrcuma y una amplia variedad de verduras. Algunas variantes de este plato -como la que elaboran en Sri Lanka- lleva también legumbres. Pero su particularidad es que incorpora fruta entre sus ingredientes, especialmente manzanay mango. Para aportar más consistencia a este plato se suele servir acompañado de arroz basmati.



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Mulligatawny, sopa india.


  • El truco. Prepara esta sopa un día antes. Sabe mucho mejor transcurridas varias horas desde su elaboración.

https://www.alimente.elconfidencial...res-sopas-internacionales-frio-otono_1635298/
 
Aunque no es una receta de cuchara , en la gastronomía valenciana no pueden faltar Los Pepitos , se pueden combinar con una sopa ligera o un hervido y tomarlos calentitos como segundo plato.



Pepitos Valencianos - Panecillos rellenos - Receta típica Valenciana - Recetas paso a paso

La Cocina de Loli Dominguez


 
RECETA DE FIN DE MES: SOPA DE LEGUMBRES, PASTA Y VERDURAS


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Recién llegada de la Feria de Sevilla. / EL COMIDISTA.

La receta de hoy está especialmente dedicada a los autónomos que cobran a 90 días. Ellos sufren en noviembre los rigores del los raquíticos cobros del agosto freelancer, mes en el que tradicionalmente se produce más bien poco y cuyas consecuencias se suelen sentir ahora. Con ésta y otras ideas de la misma sección, quizá puedan llegar vivos al día 1 sin buscarse un trabajo a media jornada en un restaurante y seguir poniendo los ojos en blanco y diciendo "¿Sabes? Es que yo no tengo jefe" cuando alguien se queje del suyo. ¡Ánimo!

El caldo utilizado en esta sopa, una versión libre de la minestrone italiana, está hecho con huesos de ternera y carcasas de pollo que teníamos reservadas en el congelador, además de tres zanahorias –que posteriormente hemos rescatado para la sopa–, una cebolla, la parte más verde del puerro, un nabo, una chirivía y un trocito de calabaza. Como legumbre usamos unos guisantes secos (de los partidos, no los enteros que necesitan remojo), pero si tenéis problemas para encontrarlos podéis tirar de guisantes congelados o de garbanzos pequeños. Y si el cuerpo os pide arroz en lugar de pasta, añadid un poco más de caldo (unos 400 mililitros) para que no quede seca.

Dificultad

Para freelances como yo.

Ingredientes

  • 1,25 litros de caldo
  • 120 g de pasta pequeña (conchitas, fideos, piñones...)
  • 120 g de guisantes secos (o 150 de guisantes congelados o 200 de garbanzos ya cocidos)
  • 250 g de acelgas
  • 2 o 3 zanahorias cocidas
  • 1/2 puerro
  • 1 cebolla
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta
Preparación

1. Llevar el caldo a ebullición y poner los guisantes a cocer a fuego bajo (si se usan congelados, añadirlos después con las otras verduras; con garbanzos, hacerlo en el paso 3). Mientras, dorar la cebolla con un poco de aceite (el mínimo posible, para que no engrase la sopa).

Tiempo aproximado: 15 minutos.

2. Añadir la acelga en juliana y el puerro en rodajas y cocer unos 15 minutos más. Sumar la pasta cuando falten los minutos que indique el fabricante para que se haga.

3. Unos minutos antes de terminar la cocción, añadir la cebolla dorada y las zanahorias cortadas a dados. Servir bien caliente.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2013/11/28/articulo/1385618400_138561.html
 
SOPA DE VERDURAS, ARROZ INTEGRAL Y LANGOSTINOS

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  • Seguimos con las recetas sanas de este enero con sentimiento de culpa, aunque cada vez falta menos para volver a la paella sabatina regada con la botella de vino de rigor sin complejos, no os preocupéis. De hecho, como si hubiéramos hecho la Dukan, en la propuesta de hoy ya vamos introduciendo algún hidrato en la dieta (en cantidades muy pequeñas y en formato integral, pero hidratos al fin y al cabo) acompañado de generosas dosis de verdura y un caldo vegetal ligero y sabroso que le da empaque al plato sin aportar ni calorías ni pesadez.

    Acompañé la sopa con gremolata, una salsa fresca italiana que se usa en infinidad de preparaciones carnacas como el osobuco, la saltimboca o algunas ensaladas, aunque solo con un buen tomate, mozzarela y aceitunas negras está de muerte. Consiste básicamente en perejil y ajo picados, ralladura de piel de limón, sal y pimienta: el resultado es una miniensalada llena de sabor, que también funciona muy bien para rematar sopas y platos de legumbres que mejoran con un punto cítrico y aromático.

    Este plato es perfecto para cuando los comensales se dividen entre gente que come animalitos y gente que no: como los langostinos se añaden en el último momento, se puede separar la parte veggie y cambiar los bichitos por tofu, un huevo escalfado, seitán, legumbres cocidas o lo que más os apetezca. También podéis modificar las verduras como os dé la gana: en lugar de calabaza y zanahoria podéis usar acelgas, espinacas, grelos, coliflor, brócoli o lo que ofrezca la temporada. Solo tenéis que calcular el tiempo de cocción para añadirlo cuando toca y que no queden ni duras ni recocidas.

    No pongo el tiempo concreto de cocción del arroz integral porque depende un poco del tipo de arroz que uséis: si es rojo necesitará más que si es arroz redondo integral, que es el que usé porque me parece más adecuado para este tipo de preparaciones caldosas (tardó unos 25 minutos previo remojo de una hora en agua tibia).

    Dificultad

    Para gente que cree que gremolata es una mezcla de gremlins y remolacha.

    Ingredientes

    Para 4 personas
    • 1,5 l de caldo de verduras
    • 300 g de calabaza pelada
    • 1 cebolla
    • 1 puerro
    • 2 zanahorias
    • 200 g de langostinos pelados (pueden ser congelados)
    • 80 g de arroz integral
    • 1 diente de ajo
    • 1 limón
    • 2 cucharadas de hojas de perejil
    • Sal
    • Pimienta
    • Aceite de oliva
    Preparación

    1. Remojar previamente el arroz integral en dos vasos de agua tibia durante una hora.

    2. En una olla con un chorrito de aceite saltear la calabaza y la zanahoria peladas y cortadas en dados medianos. Sacar y reservar. En la misma olla y a fuego medio, dorar el puerro y la cebolla. Añadir el caldo y, cuando hierva, el arroz.

    3. Mientras, preparar una gremolata con el diente de ajo (para que pierda fuerza se puede blanquear un minuto en agua hirviendo) muy bien picado, la ralladura de la piel de limón, el perejil, sal y pimienta. Aunque la receta original no lleva, añadirle una cucharada de zumo de limón le va bastante bien para esta preparación en concreto.

    4. Cinco minutos antes de finalizar la cocción del arroz, añadir la zanahoria y la calabaza previamente salteadas, y justo antes de apagar el fuego, los langostinos (a ser posible, a temperatura ambiente). Servir bien caliente en platos hondos o boles con un poco de gremolata encima.

    https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2015/01/13/articulo/1421128800_142112.html
 
Los trucos más eficaces para que te quede bien una sopa de pescado

Incluir un caldo a partir de peces de roca o no cocerlo demasiado son algunas pautas a seguir. No es muy difícil, pero hay algunos trucos importantes a tener en cuenta


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Sonia Fernández
Lun, 05 Nov 2018



Rica, sabrosa y con un intenso gusto marino, la sopa de pescado es un clásico imbatible que nunca falla. Comprensible, ya que da el toque de elegancia a las cenas navideñas, pone el sabor a una velada familiar o constituye una opción ligera para saborear durante la cena. Además, esta tradicional elaboración es digestiva y nutritiva pues, al incluir toda una suerte de pescados y mariscos, posee proteínas de alta calidad, ácidos grasos poliinsaturados omega 3, vitamina D y también minerales, sobre todo hierro y yodo.

Asimismo, esta sopa marina se perfila como una excelente excusa para introducir el pescado en nuestra dieta diaria y también en la de los más pequeños de la casa, quienes suelen mostrarse reacios a su consumo. No hay que olvidar que este producto es uno de los básicos de la alimentación y que, por ello, los nutricionistas y especialistas instan a ingerirlo, al menos, cuatro veces a la semana. Afortunadamente, la elaboración de la sopa de pescado no entraña grandes dificultades y no exige ser un experto en los fogones. Sin embargo, conlleva la puesta en práctica de una serie de recomendaciones para lograr un resultado a pedir de boca. ¿Cuáles son?



En el caldo está el sabor

Gran parte del secreto de la sopa de pescado reside en el caldo, en tanto que determina su sabor. Reclama mimo, paciencia y, además, la incorporación de ingredientes concisos para conseguir el gusto a mar que le caracteriza. En líneas generales, suele incluir las cabezas y las espinas -sin agallas ni ojos- procedentes del rape, pues aportan una intensidad inusitada. Aunque también admite los restos de la merluza, el congrio o la dorada ya que van muy bien para lograr un caldo sabroso. Sin embargo, la mejor opción son los pescados de roca o morralla, es decir, los peces que se crían en torno a las zonas rocosas del mar. Tienen un carne firme y, al basar su alimentación en algas, moluscos y
crustáceos, proporcionan un potente sabor que hace un caldo simplemente espectacular.



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Fumet de pescado para paella. (iStock)



No obstante, este fondo también permite la inclusión de las cabezas y las cáscaras de los mariscos e incluso cangrejo, cuyo gusto confiere un sabor muy particular al caldo. De hecho, los hermanos Torres elaboraron un fumet de pescado en uno de sus programas de cocina e incluyeron este crustáceo, puesto que "da un sabor muy especial". Además, recomendaron dorarlo durante mucho tiempo para dar un toque más profundo a la base del caldo.

El caldo debe incluir preferentemente pescados de roca y algún tipo de base vegetal heterogénea

Asimismo, los citados productos marinos deben hacerse acompañar de una base vegetal generosa y heterogénea. Las hortalizas más habituales son la cebolla, la zanahoria y el puerro. Sin embargo, admite infinitas opciones. Por ejemplo, los hermanos Torres optan por incluir zanahoria, ajo, puerro, apio y la raíz de este. En realidad, lo importante es incluir una cantidad generosa de verduras, preferentemente con un gusto menos potente para evitar enmascarar el sabor de la elaboración.

Por su parte, la proporción de agua debe ser escueta -sin rebasar los ingredientes-, pues así el caldo quedará más concentrado. Además, es importante espumarlo y retirar las impurezas que va desprendiendo durante la cocción, pues estas sustancias pueden interferir en su sabor. En cuanto al tiempo de cocción, requiere menos que los caldos de carne, puesto que estos ingredientes tienen mayor terneza. Así que media hora será suficiente.

Los ingredientes
Posiblemente, la versión más clásica y exitosa es la que incluye fideos, pues implica menor tiempo de cocción, es más liviana y tiene un gusto suave. Los finos, tipo cabello de ángel, son ideales cuando el caldo obtenido es muy reducido y, además, le aportan un sabor muy sutil y elegante. Los menos puristas pueden arriesgar e incluir alguna variedad de fideo asiática, como los noodles, e incluso atreverse con los vermicelli italianos.

La sopa marinera admite una pizca de arroz que le aporta densidad, una opción para espesar caldos líquidos

Esta sopa marina también admite de buen grado una pizca de arroz. Este cereal le aporta densidad, por lo que se erige como una excelente opción para espesar caldosdemasiado líquidos y conferirles una textura más melosa. También están quienes se decantan por la austeridad, renunciando a incorporar más ingredientes o limitándose a agregar unos discretos dados de patata o pan. El resultado es una elaboración que recuerda a la clásica bullabesa francesa, la cual, dicho sea de paso, se consume sobre rebanadas de pan.

Los tropezones, es decir, el resto de ingredientes que componen la sopa de pescado, perfilan su sabor y le imprimen personalidad gustativa. Las opciones son numerosas y son bienvenidos los trozos -mejor generosos- de pescados como la merluza, el rape o el bacalao. Igualmente, admite un amplio abanico de mariscos: almejas, mejillones, berberechos, gambas, langostinos, porciones de calamar... Independientemente de los ingredientes elegidos, lo importante es no cocer demasiado el pescado, pues quedará chicloso o correoso; ni los mariscos, los cuales se aconseja extraer de la elaboración cuando sus conchas se hayan abierto o, mucho mejor, agregarlos un poco antes del final de la cocción.



https://www.alimente.elconfidencial...a/2018-11-05/como-hacer-sopa-pescado_1638745/
 
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