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Yo me refiero al huérfano prototipo, de esos que dejaron en la puerta del convento de monjitas...
L
Liar
Guest
Pues esos en especial suelen tener otro tipo de taras. Total a una suegra loca la puedes ir esquivando pero a uno que de serie te venga con una mochila pesada y trastoques mentales, yo no lo querría vaya
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Jamía, que el comentario va en broma.., eso y que de entrada no te juntas con un tarado, pero si que puede pasar estar con el hombre de tu vida y luego conoces a la madre y te dan ganas de llorar ...
El me suena tu cara de Tuenti es el tienes fuego de nuestros padres.Lo mío es muy cutre jajajajaja
Siempre decimos que le tenemos que contar "nuestra historia de amor" a nuestros hijos (cuando los tengamos, claro jajajaja)
Pues un día estaba yo tan tranquila (allá por 2011) en el tuenti (sí, tuenti) y de repente veo que tengo un mensaje de desconocido lo abro y es del que ahora es mi novio. El mensaje decía: uy me suena mucho tu cara y no sé de qué jajaja. A mi me hizo gracia y empecé a ver fotos suyas y como estaba con una amiga me dijo venga va contéstale y nos entretenemos un rato. Y eso hice..
Meses después mi novio me confesó que no le sonaba mi cara de nada pero teníamos amigos en común y había visto fotos mias y le gusté jajajajaja Así que a nosotros nos unió tuenti JAJAJAJAJA
Y 7 años y medio después seguimos juntos
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A mi Escopolamino lo conocí en Badoo hace seis años, era de los pocos que escribía sin faltas de ortografía. Estuvimos de rollo un par de meses pero nos dejamos de ver porque no congeniábamos. Al cabo de unos meses me volvió a hablar para preguntarme una chorrada, coincidía con nuestro cumpleaños y surgió volver a quedar. Nos vimos varias veces pero no pasó nada, y la última noche me confesó que yo le gustaba de verdad y que quería tener algo serio. Le di largas porque estaba muy bien sola y él decidió aplicar el contacto cero. Al mes me di cuenta de que le echaba de menos y le hablé yo por otra chorrada, quedamos esa noche y me volvió a expresar sus sentimientos, me dijo que si yo no sentía lo mismo no quería verme ni hablarme más porque le dolía. Y yo me di cuenta de que no estaba dispuesta a perderle, y aquí seguimos, cinco años después y viviendo juntos.
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Me ha encantao prima jajajajaj
Jopé me da mucha pena que este hilo esté tan abandonado, con lo que le gustan a una las historias de amor 
así que ahí va la mía, a ver si le damos vida a esto! Espero no enrollarme mucho porque la historia es intensa.
Conocí a mi chico (D) en el instituto cuando yo tenía 14 años y él 16. Era amigo de mi mejor amigo y enseguida a mí él me empezó a gustar, pero era como que lo veía imposible. La verdad que siempre he sido bastante ligoncilla y espabilada y pese a la edad, notaba enseguida las señales en los chicos y sabía cuando sí y cuando no. De él no vi nada, por lo que no me la quise jugar a ver si podía ir más allá porque sentía que lo único que podía ocurrir era fastidiar la armonía del grupo que se estaba creando.
Yo la verdad que enseguida me olvidé de eso, quedó como la anécdota de que me gustó cuando lo conocí y ya está, además nunca se lo confesé a nadie ni volví a tener esos sentimientos por él, pues como ya he dicho, por aquella época era una ligona y real que me salían tíos por debajo de las piedras, así que olvidarlo fue fácil
También me cambié de insti y dejé de verlo tan a menudo.
Pues fueron pasando los años y seguíamos viéndonos por nuestros amigos, pero él y yo nunca nos hicimos íntimos, al revés, pasamos a caernos regulinchi. A él le gustaba mucho la fiesta y yo lo veía como el típico que se va a joder la vida con esa marcha y él a mí me veía como que le vacilaba mucho y lo juzgaba por lo que hacía, así que en esa relación había de todo menos feeling. Pese a eso nunca nos llevamos mal, siempre fuimos cordiales y nunca nos molestaba la presencia del otro.
Con el tiempo, (D) metió a un amigo suyo al grupo de amigos con el que me lleve muy bien (solo amistad) y un día quedamos a comer.
Justo antes de ello me llama y me dice que se le había olvidado que también había quedado a comer con (D), que si no me importaba que se viniera. Así que nos fuimos los 3 a comer. La comida fue bastante bien, se creó buena armonía. De ahí nos fuimos a tomar unas copitas y la cosa se alargó hasta la noche. Ese día hablamos (D) y yo más que en todos los años que nos conocíamos, que ya hacía 11 años de ello. Tuvimos por primera vez conexión, nos reímos juntos, disfruté de esa noche.
Me llevó a casa y en el coche sentí una tensión que en la vida había sentido con él. Y yo solo me preguntaba: cómo puede ser que alguien con el que he estado tantísimas veces ahora me produzca esta sensación? Bajé del coche y me fui. En la esquina ya se me había olvidado. No podía ser. Era (D), el de toda la vida, maldito alcohol qué cosas hace (creía).
A raíz de ahí ya empecé a tener mensajes suyos por RRSS pero muy banales. Para mí no era nada importante, también habíamos hablado alguna que otra vez para preguntarnos cosas y no lo sacaba de contexto, así que yo pensaba: bueno! como nos hemos llevado mejor igual ahora está más simpático.
Días después me llamo mi mejor amigo, que también es el mejor amigo de (D) (el del instituto) porque seguimos yendo todos juntos pese a los años. Me dijo que estaba en su casa con una amiga y que si me quería pasar a cenar y quedarme a dormir allí. P’allá que me fui. Mi sorpresa fue que cuando llegue, también estaba (D). No fue encerrona porque había más gente y nadie sabía de lo ocurrido en la última vez que nos vimos, así que simplemente fue casualidad que nuestro amigo no le dijo a él que yo iba, ni a mí que iba él y nos invitó a los dos.
Desde el primer momento, (D) era otra persona completamente conmigo. Estuvo a mi lado casi todo el rato, me cogía la mano y me hacía caricias, lo vi muy pendiente de mí, empezamos a ser cómplices esa noche. Yo estaba asustada, porque decía; pero qué estoy haciendo? Después de tantos años! Pero si es (D)!!! No puede estar pasándome esto. Y por qué estoy tan a gusto? Si yo creía que no me gustaba. Por qué en vez de sentirme incómoda solo quiero más?
Nuestros amigos pensaban que estábamos de coña, porque obviamente no pegábamos ni con cola después de todo lo que habíamos dicho uno del otro durante tantos años, que jamás estaríamos con alguien como el otro por bla bla bla.
Llego la hora de dormir y a (D) y a mí nos tocó en el comedor. Habían dos sofás, el se quedó en uno y yo en otro. Al rato le dije si me podía dejar la única manta que había porque tenía frío, y cedió quedándose él sin nada, pero lo vi ahí tan acurrucado que le dije: te puedes venir a mi cama si quieres, no pases frío.
Y no sé ni cómo, en menos de un minuto nos estábamos dando los besos más bonitos del mundo.
El principio fue difícil, nuestros amigos no aceptaron nuestra relación, el aún tenía algunos fantasmas del pasado más presentes de lo que hubiese querido y fue muy complicado.
Sin embargo, prácticamente desde el primer día empezamos a vivir juntos hasta hoy, 3 años después, con un anillo de compromiso en mi mano (aunque yo ya lo llamo mi marido), buscando bebé y más enamorados que nunca.
Siempre lo hablamos y decimos… te tenía delante, por qué no me di cuenta? Por qué hemos perdido tantos años?
Y entonces entendí lo que mucha gente dice que al final acabas con el que menos esperas…
así que ahí va la mía, a ver si le damos vida a esto! Espero no enrollarme mucho porque la historia es intensa. Conocí a mi chico (D) en el instituto cuando yo tenía 14 años y él 16. Era amigo de mi mejor amigo y enseguida a mí él me empezó a gustar, pero era como que lo veía imposible. La verdad que siempre he sido bastante ligoncilla y espabilada y pese a la edad, notaba enseguida las señales en los chicos y sabía cuando sí y cuando no. De él no vi nada, por lo que no me la quise jugar a ver si podía ir más allá porque sentía que lo único que podía ocurrir era fastidiar la armonía del grupo que se estaba creando.
Yo la verdad que enseguida me olvidé de eso, quedó como la anécdota de que me gustó cuando lo conocí y ya está, además nunca se lo confesé a nadie ni volví a tener esos sentimientos por él, pues como ya he dicho, por aquella época era una ligona y real que me salían tíos por debajo de las piedras, así que olvidarlo fue fácil
También me cambié de insti y dejé de verlo tan a menudo. Pues fueron pasando los años y seguíamos viéndonos por nuestros amigos, pero él y yo nunca nos hicimos íntimos, al revés, pasamos a caernos regulinchi. A él le gustaba mucho la fiesta y yo lo veía como el típico que se va a joder la vida con esa marcha y él a mí me veía como que le vacilaba mucho y lo juzgaba por lo que hacía, así que en esa relación había de todo menos feeling. Pese a eso nunca nos llevamos mal, siempre fuimos cordiales y nunca nos molestaba la presencia del otro.
Con el tiempo, (D) metió a un amigo suyo al grupo de amigos con el que me lleve muy bien (solo amistad) y un día quedamos a comer.
Justo antes de ello me llama y me dice que se le había olvidado que también había quedado a comer con (D), que si no me importaba que se viniera. Así que nos fuimos los 3 a comer. La comida fue bastante bien, se creó buena armonía. De ahí nos fuimos a tomar unas copitas y la cosa se alargó hasta la noche. Ese día hablamos (D) y yo más que en todos los años que nos conocíamos, que ya hacía 11 años de ello. Tuvimos por primera vez conexión, nos reímos juntos, disfruté de esa noche.
Me llevó a casa y en el coche sentí una tensión que en la vida había sentido con él. Y yo solo me preguntaba: cómo puede ser que alguien con el que he estado tantísimas veces ahora me produzca esta sensación? Bajé del coche y me fui. En la esquina ya se me había olvidado. No podía ser. Era (D), el de toda la vida, maldito alcohol qué cosas hace (creía).
A raíz de ahí ya empecé a tener mensajes suyos por RRSS pero muy banales. Para mí no era nada importante, también habíamos hablado alguna que otra vez para preguntarnos cosas y no lo sacaba de contexto, así que yo pensaba: bueno! como nos hemos llevado mejor igual ahora está más simpático.
Días después me llamo mi mejor amigo, que también es el mejor amigo de (D) (el del instituto) porque seguimos yendo todos juntos pese a los años. Me dijo que estaba en su casa con una amiga y que si me quería pasar a cenar y quedarme a dormir allí. P’allá que me fui. Mi sorpresa fue que cuando llegue, también estaba (D). No fue encerrona porque había más gente y nadie sabía de lo ocurrido en la última vez que nos vimos, así que simplemente fue casualidad que nuestro amigo no le dijo a él que yo iba, ni a mí que iba él y nos invitó a los dos.
Desde el primer momento, (D) era otra persona completamente conmigo. Estuvo a mi lado casi todo el rato, me cogía la mano y me hacía caricias, lo vi muy pendiente de mí, empezamos a ser cómplices esa noche. Yo estaba asustada, porque decía; pero qué estoy haciendo? Después de tantos años! Pero si es (D)!!! No puede estar pasándome esto. Y por qué estoy tan a gusto? Si yo creía que no me gustaba. Por qué en vez de sentirme incómoda solo quiero más?
Nuestros amigos pensaban que estábamos de coña, porque obviamente no pegábamos ni con cola después de todo lo que habíamos dicho uno del otro durante tantos años, que jamás estaríamos con alguien como el otro por bla bla bla.
Llego la hora de dormir y a (D) y a mí nos tocó en el comedor. Habían dos sofás, el se quedó en uno y yo en otro. Al rato le dije si me podía dejar la única manta que había porque tenía frío, y cedió quedándose él sin nada, pero lo vi ahí tan acurrucado que le dije: te puedes venir a mi cama si quieres, no pases frío.
Y no sé ni cómo, en menos de un minuto nos estábamos dando los besos más bonitos del mundo.
El principio fue difícil, nuestros amigos no aceptaron nuestra relación, el aún tenía algunos fantasmas del pasado más presentes de lo que hubiese querido y fue muy complicado.
Sin embargo, prácticamente desde el primer día empezamos a vivir juntos hasta hoy, 3 años después, con un anillo de compromiso en mi mano (aunque yo ya lo llamo mi marido), buscando bebé y más enamorados que nunca.
Siempre lo hablamos y decimos… te tenía delante, por qué no me di cuenta? Por qué hemos perdido tantos años?
Y entonces entendí lo que mucha gente dice que al final acabas con el que menos esperas…
¡Qué bonito prima! A veces pasa, que acabas con quien menos creías, pero quien es para ti, lo es. Además, me gusta que a pesar de que al principio según dices, fue complicado, se superase. Las ganas y el compromiso son lo más importante en una relación. Os deseo todo lo mejor!Jopé me da mucha pena que este hilo esté tan abandonado, con lo que le gustan a una las historias de amor
Conocí a mi chico (D) en el instituto cuando yo tenía 14 años y él 16. Era amigo de mi mejor amigo y enseguida a mí él me empezó a gustar, pero era como que lo veía imposible. La verdad que siempre he sido bastante ligoncilla y espabilada y pese a la edad, notaba enseguida las señales en los chicos y sabía cuando sí y cuando no. De él no vi nada, por lo que no me la quise jugar a ver si podía ir más allá porque sentía que lo único que podía ocurrir era fastidiar la armonía del grupo que se estaba creando.
Yo la verdad que enseguida me olvidé de eso, quedó como la anécdota de que me gustó cuando lo conocí y ya está, además nunca se lo confesé a nadie ni volví a tener esos sentimientos por él, pues como ya he dicho, por aquella época era una ligona y real que me salían tíos por debajo de las piedras, así que olvidarlo fue fácil
Pues fueron pasando los años y seguíamos viéndonos por nuestros amigos, pero él y yo nunca nos hicimos íntimos, al revés, pasamos a caernos regulinchi. A él le gustaba mucho la fiesta y yo lo veía como el típico que se va a joder la vida con esa marcha y él a mí me veía como que le vacilaba mucho y lo juzgaba por lo que hacía, así que en esa relación había de todo menos feeling. Pese a eso nunca nos llevamos mal, siempre fuimos cordiales y nunca nos molestaba la presencia del otro.
Con el tiempo, (D) metió a un amigo suyo al grupo de amigos con el que me lleve muy bien (solo amistad) y un día quedamos a comer.
Justo antes de ello me llama y me dice que se le había olvidado que también había quedado a comer con (D), que si no me importaba que se viniera. Así que nos fuimos los 3 a comer. La comida fue bastante bien, se creó buena armonía. De ahí nos fuimos a tomar unas copitas y la cosa se alargó hasta la noche. Ese día hablamos (D) y yo más que en todos los años que nos conocíamos, que ya hacía 11 años de ello. Tuvimos por primera vez conexión, nos reímos juntos, disfruté de esa noche.
Me llevó a casa y en el coche sentí una tensión que en la vida había sentido con él. Y yo solo me preguntaba: cómo puede ser que alguien con el que he estado tantísimas veces ahora me produzca esta sensación? Bajé del coche y me fui. En la esquina ya se me había olvidado. No podía ser. Era (D), el de toda la vida, maldito alcohol qué cosas hace (creía).
A raíz de ahí ya empecé a tener mensajes suyos por RRSS pero muy banales. Para mí no era nada importante, también habíamos hablado alguna que otra vez para preguntarnos cosas y no lo sacaba de contexto, así que yo pensaba: bueno! como nos hemos llevado mejor igual ahora está más simpático.
Días después me llamo mi mejor amigo, que también es el mejor amigo de (D) (el del instituto) porque seguimos yendo todos juntos pese a los años. Me dijo que estaba en su casa con una amiga y que si me quería pasar a cenar y quedarme a dormir allí. P’allá que me fui. Mi sorpresa fue que cuando llegue, también estaba (D). No fue encerrona porque había más gente y nadie sabía de lo ocurrido en la última vez que nos vimos, así que simplemente fue casualidad que nuestro amigo no le dijo a él que yo iba, ni a mí que iba él y nos invitó a los dos.
Desde el primer momento, (D) era otra persona completamente conmigo. Estuvo a mi lado casi todo el rato, me cogía la mano y me hacía caricias, lo vi muy pendiente de mí, empezamos a ser cómplices esa noche. Yo estaba asustada, porque decía; pero qué estoy haciendo? Después de tantos años! Pero si es (D)!!! No puede estar pasándome esto. Y por qué estoy tan a gusto? Si yo creía que no me gustaba. Por qué en vez de sentirme incómoda solo quiero más?
Nuestros amigos pensaban que estábamos de coña, porque obviamente no pegábamos ni con cola después de todo lo que habíamos dicho uno del otro durante tantos años, que jamás estaríamos con alguien como el otro por bla bla bla.
Llego la hora de dormir y a (D) y a mí nos tocó en el comedor. Habían dos sofás, el se quedó en uno y yo en otro. Al rato le dije si me podía dejar la única manta que había porque tenía frío, y cedió quedándose él sin nada, pero lo vi ahí tan acurrucado que le dije: te puedes venir a mi cama si quieres, no pases frío.
Y no sé ni cómo, en menos de un minuto nos estábamos dando los besos más bonitos del mundo.
El principio fue difícil, nuestros amigos no aceptaron nuestra relación, el aún tenía algunos fantasmas del pasado más presentes de lo que hubiese querido y fue muy complicado.
Sin embargo, prácticamente desde el primer día empezamos a vivir juntos hasta hoy, 3 años después, con un anillo de compromiso en mi mano (aunque yo ya lo llamo mi marido), buscando bebé y más enamorados que nunca.
Siempre lo hablamos y decimos… te tenía delante, por qué no me di cuenta? Por qué hemos perdido tantos años?
Y entonces entendí lo que mucha gente dice que al final acabas con el que menos esperas…
