Cómo a través del virus de los medios, se inocula el virus del miedo

Covid-19: el peligroso experimento social​

Los confinamientos y el cierre de actividades económicas solo generan considerables réditos políticos para los gobernantes
Varias personas en la terraza de un restaurante en Salamanca
Varias personas en la terraza de un restaurante en Salamanca
PUBLICADO 02/03/2021 04:45ACTUALIZADO 01/03/2021 20:31
La mayoría de los gobiernos de Occidente abordó la actual pandemia de covid-19 aplicando medidas singularmente restrictivas, que carecían de precedente en la historia moderna. Centrándose únicamente en el número de contagios diarios, las autoridades desdeñaron otros problemas y otras enfermedades más graves, sin considerar los enormes costes sanitarios, psíquicos, sociales y económicos que tan agresivas medidas ocasionarían. Porque los confinamientos, y otro tipo de radicales restricciones, no solo generaron desempleo, pobreza y quiebra de empresas: también contribuyeron a agravar la incidencia de otras enfermedades que causan más fallecimientos que la covid-19 y a exacerbar la prevalencia de los trastornos mentales. Para colmo de males, y en contra de la propaganda, los confinamientos apenas habrían contribuido a salvar vidas.
Nunca debe despreciarse la letalidad de una pandemia. Aun así, la covid-19 no ha sido la principal causa de fallecimiento en 2020, ni siquiera la segunda. Atribuyendo al nuevo coronavirus todo el exceso de mortalidad durante 2020 (un 20% en España) y suponiendo que los fallecidos por el resto de enfermedades se mantuvieran estables, la covid-19 habría causado en España 16 de cada 100 muertes durante 2020 frente a 24 las enfermedades coronarias y 22 el cáncer (tabla 1).
Tabla 1. Porcentaje aproximado de fallecidos por cada causa, España 2020.
Causa de fallecimientoPorcentaje
Enfermedades Coronarias24%
Cáncer22%
Covid-19 (exceso de mortalidad INE)16%
Resto de causas38%
Sin embargo, es improbable que el número de fallecidos por otras enfermedades se haya mantenido estable pues los confinamientos y las restricciones de movimientos también habrían generado exceso de mortalidad por enfermedades coronarias, cáncer, sobredosis y su***dio, tal como muestran diversos estudios. Y buena parte de este incremento de fallecimientos se prolongará en el futuro cercano.

Cáncer, corazón y salud mental​

Todos los datos apuntan a un incremento de la mortalidad presente y futura por cáncer debido a las restricciones y al pánico causado por las alarmantes noticias. Durante el primer confinamiento en el Reino Unido (marzo a mayo de 2020), tres millones de personas aplazaron sus pruebas tumorales, una demora que convirtió muchos cánceres curables en incurables, según señalan P. Jenkins, K. Sikora y P. Dolan en “life-Years and lockdowns: estimating the effects on Covid-19 and cancer outcomes”. Los autores estiman que un retraso de seis meses en el diagnóstico incrementa la mortalidad en 9.280 personas, con una pérdida total de 173.540 años de vida.
También habría aumentado la mortalidad por enfermedades cardiovasculares por la considerable reducción de consultas, admisiones, diagnósticos y rehabilitaciones cardiacas y por la gran dificultad para realizar ejercicio físico y llevar una vida saludable. En “place and causes of acute cardiovascular mortality during Covid-19”, Jianhua Wu y sus coautores concluyen que, durante la pandemia, las muertes por enfermedades coronarias (sin relación con el coronavirus) se incrementaron un 8% en EEUU, respecto a su nivel habitual.
Los confinamientos y las restricciones han ralentizado los servicios y tratamientos psiquiátricos, por ser considerados no esenciales, mientras aumenta el deterioro psíquico
Pero los efectos más demoledores, y ocultos, se encuentran en el ámbito de la salud mental. Los confinamientos y las restricciones han ralentizado los servicios y tratamientos psiquiátricos, por ser considerados no esenciales, mientras el deterioro psíquico causado por los encierros, la incertidumbre, el desempleo, la pérdida de ingresos, la sensación de soledad o aislamiento incrementaba exponencialmente la población necesitada de estos servicios, con especial incidencia en los jóvenes. Esta tendencia se desbordará previsiblemente en el futuro,aumentando desgraciadamente el número de suicidios.
En “the implications of COVID-19 for mental health and substance use”, N. Panchal y otros, destacan el gigantesco crecimiento del número de personas que sufre ansiedad o depresión en EEUU (Tabla 2). El deterioro mental durante los confinamientos fue mucho más intenso entre las personas de ingresos más bajos, aquellas que recibieron de manera desproporcionada el impacto de las prohibiciones (Tabla 3). No es lo mismo permanecer encerrado en una gran mansión con posibilidad de teletrabajo que en un minúsculo y oscuro cuarto, sin perspectivas de encontrar empleo. Por su parte, las muertes por sobredosis experimentaron un notable repunte a partir de abril de 2020, coincidiendo con el inicio de los confinamientos en los Estados Unidos.
Tabla 2: Adultos en EEUU que manifestaron síntomas de ansiedad o depresión:
PeriodoPorcentaje
Año 201911%
Mayo 202034%
Enero 202141%
Tabla 3: Personas que declararon haber sufrido un serio deterioro de su salud mental (EEUU)
Nivel de ingresosPorcentaje
Más de 90 mil dólares17%
Entre 40 y 89 mil dólares21%
Menos de 40 mil dólares35%

¿Reducen los confinamientos las muertes por covid?​

Aun infligiendo tan enormes costes a la sociedad, estas draconianas medidas aun podrían justificarse si contribuyeran a salvar muchas vidas. Pero no es así.
En “four stylized facts about Covid-19”, A. Atkensony sus colaboradores muestran que la trayectoria de la curva de contagios sigue un patrón bastante homogéneo y universal, con independencia de la intensidad de las medidas restrictivas. Así, al contrario de lo que predicen ciertos modelos matemáticos, el ascenso de los contagios alcanza un pico y una fase de descenso al cabo de un tiempo, tanto si el país aplica prohibiciones draconianas como si se limita a medidas laxas. Según estos autores, la curva de contagios no muestra nunca una tendencia explosiva porque los seres humanos modifican voluntariamente su conducta para reducir la exposición. O porque ciertas causas naturales, todavía poco conocidas, conducen a que la enfermedad se manifieste a través de olas, que surgen y remiten de manera espontánea, como ocurre con la gripe estacional.
En “assessing mandatory stay-at-home and business closure effects” E. Bendavid y otros concluyen que las intervenciones laxas, aquellas con un fuerte componente de voluntariedad y recomendación, contribuyen significativamente a la reducción de los contagios mientras que, a partir de ese umbral, medidas adicionales mucho más restrictivas (confinamientos, bloqueos, toques de queda o cierre de actividades económicas) no aportan reducción alguna de contagios o muertes e, incluso, podrían generar el efecto contrario.
Así, en la fase de aceleración de los contagios, muchos gobiernos aplican medidas draconianas. Si no funcionan, introducen otras nuevas, en un ejercicio de imaginación inconcebible hace tan solo un año. Pasado un tiempo, los contagios van remitiendo y la opinión pública tiende a establecer una relación causa-efecto que no es cierta pues los contagios habrían disminuido de cualquier modo. En ese contexto, los confinamientos y el cierre de actividades económicas solo generan considerables réditos políticos para los gobernantes: no sólo sirven de coartada para impedir ser culpados de las muertes, también les permite atribuirse el mérito de salvar a la población de una enfermedad.

Las medidas radicales, descartadas​

En el pasado, los expertos en salud consideraban prioritario que la sociedad continuara funcionando con la mayor normalidad posible durante una pandemia con el fin de evitar un desgarro del tejido social que agravase todavía más los problemas. Estaban convencidos de que las medidas más eficaces eran aquellas que toman los ciudadanos de buena voluntad tras recibir información objetiva. Las medidas radicales, como las actuales, quedaban completamente descartadas por considerarse muy peligrosas: el remedio podía ser mucho peor que la enfermedad.
Pero el mundo pareció enloquecer en marzo de 2020 y, siguiendo la estela de China, se inició en Occidente un devastador experimento que causará daños sociales, políticos y económicos especialmente graves y duraderos. Destruirá parte de los pequeños negocios, restando competencia a las grandes empresas. Empobrecerá a quienes no dispongan de recursos o posibilidad de adaptar su trabajo a las nuevas tecnologías, asignando la carga de desempleo, pobreza y miseria sobre los más débiles. Y, de forma irreversible, incrementará considerablemente el porcentaje de población dependiente del Estado: de la voluntad de los políticos. En esta encrucijada, no sólo es la salud física y mental lo que está en juego. También el propio tejido social, el sustento de muchas familias y, sobre todo, los derechos y libertades de los ciudadanos.

 
Curioso que los países de la UE pretendan levantar restricciones para abril-mayo
Es que este viruh tiene una manera de actuar muy rara, será eso...

@Batsheba la dictadura y el covi claro que es lo mismo, básicamente, porque hemos descubierto el Stalin que much@s llevan dentro.
 
Mira que se dijo, pero, naaa semoh unoh conspiranoyers!!! No se sabe na de un viruh nuevo, pero, os enchufamos una prueba que no dice na, y, encima no hacemos autopsias (porque semoh mu listos y lo sabemos tooo) os inyectamos vacunas que no sabemos si funcionan ni para qué sirven, y ahora, os decimos que esas pruebas no sirven para detectar ese virus, en las que habéis basado todo el tinglado... Pero, muchos ya tenéis la solución a "algo" que no sabemos el qué inyectada.

Nota; estamos ganando pasta a cascoporro. Gracias por confiar en la "siensia"


Sin embargo, para las medidas de salud pública, se necesita otro enfoque. Las pruebas para ayudar a retrasar la propagación del SARS-CoV-2 no preguntan si alguien tiene ARN en la nariz de una infección anterior, sino si es infeccioso hoy. Es una pérdida neta para la salud, el bienestar social y económico de las comunidades si los individuos posinfecciosos dan positivo y se aíslan durante 10 días. En nuestra opinión, las pruebas de PCR actuales no son, por lo tanto, el estándar de oro apropiado para evaluar una prueba de salud pública del SARS-CoV-2.
La mayoría de las personas infectadas con SARS-CoV-2 son contagiosas durante 4 a 8 días.7 Por lo general, las muestras no contienen virus con cultivo positivo (potencialmente contagioso) más allá del día 9 después del inicio de los síntomas, y la mayor parte de la transmisión ocurre antes del día 5.7. 8 Este momento se ajusta a los patrones observados de transmisión del virus (generalmente de 2 días antes a 5 días después del inicio de los síntomas), lo que llevó a las agencias de salud pública a recomendar un período de aislamiento de 10 días.9 La breve ventana de transmisibilidad contrasta con una mediana de 22– 33 días de PCR positiva (más tiempo con infecciones graves y algo más corto entre individuos asintomáticos) .10 Esto sugiere que 50-75% de las veces que un individuo es PCR positivo, es probable que sea posinfeccioso11, 12.
Una vez que el sistema inmunológico ha controlado la replicación del SARS-CoV-2, los niveles de ARN detectables por PCR en las secreciones respiratorias caen a niveles muy bajos cuando los individuos tienen muchas menos probabilidades de infectar a otros.13, 14, 15 Las copias de ARN restantes pueden tardar semanas , u ocasionalmente meses, 16, 17 para aclarar, tiempo durante el cual la PCR permanece positiva.
Por deducción lógica, se espera que una prueba de salud pública para detectar a alguien que pueda ser contagioso tenga una sensibilidad de alrededor del 30-40% en comparación con la PCR cuando se analiza una muestra aleatoria de personas asintomáticas en un brote en estado estacionario.Además, la asimetría de ARN que refleja una mayor infecciosidad más cerca del momento de la exposición, significa que la sensibilidad de la prueba ideal de infecciosidad cuando se mide contra la PCR puede variar a lo largo de la curva epidémica, desde un 50-60% cuando un brote está aumentando hasta un 20-30 % o menos a medida que disminuyen las infecciones
 
De Centinela TV:
"Me he vacunado y me siento bien".
Esta es la defensa inculta e ignorante de cualquiera que se haya vacunado y la utilice como prueba de que la vacuna funciona, cuando se enfrenta a cualquiera que la cuestione. Si esa es tu defensa, es que no has escuchado ni una sola palabra de lo que ha dicho nadie, incluida la propia ciencia.
Es una vacuna de ARNm. Una medicina innovadora. Completamente no probada. No se parece a ninguna otra vacuna. De hecho, sale de la medicina y entra firmemente en la genética. Déjenme explicarles.
¿Qué es el ARN? El ARN es el ácido ribonucleico. Y si realmente fuiste a la escuela, habrás oído hablar del ADN. Es el ácido desoxirribonucleico. Y si sabes algo del ADN, contiene la composición genética de cualquier organismo.
Ambos son muy similares, pero también tienen sus diferencias. Pero, sobre todo, hablemos de sus funciones.
El ADN replica y almacena la información genética. Es el plano de toda la información genética contenida en un organismo. El ARN convierte la información genética contenida en el ADN en un formato utilizado para construir proteínas, y luego la traslada a las fábricas de proteínas ribosomales.
La vacuna de ARNm es una cadena sintética de ARN "mensajero", que convierte la información genética dentro del ADN.
Ahora, te han dicho que lo hacen para producir proteínas con el fin de fortalecer el sistema inmunológico para luchar contra el virus Covid, pero si realmente miras el panorama general aquí, podría dejarte bastante aturdido para entender la realidad potencial de la situación.
Si te has vacunado, ten por seguro que tu ADN está cambiando. ¿Tienes idea de las implicaciones de esto? Su composición genética está mutando.
Se le está sometiendo a una presión extrema para que tome una sustancia que cambia su composición genética, todo por un virus que no tiene más que un 0,03% de tasa de mortalidad. Un virus que es paralelo a la gripe (que ha desaparecido misteriosamente desde la llegada del Covid.) Por no mencionar que la FDA no ha aprobado esto como una vacuna legítima todavía, sino que sólo lo ha aprobado para uso de emergencia. ¡Esto significa que se está probando en ti! La mayoría de las empresas de "vacunas" ni siquiera se refieren a esto como una vacuna, sino como un "sistema operativo". ¡Supongo que al Sr. Gates le gusta llamarlo así!
Si eres lo suficientemente ignorante como para decirme que soy lo suficientemente egoísta como para querer que mi ADN permanezca intacto, a riesgo de la vida de alguien, que ya tiene condiciones subyacentes y probablemente habría muerto de la gripe o de cualquier otra dolencia, debido a su propio sistema inmunológico que falla, entonces estás completamente loco.
Veo que la gente afirma que "si es la única manera de volver a la normalidad, entonces me la hago". Me quedo boquiabierto. ¿Estas personas están más que preparadas para arriesgarse a cambiar el tejido mismo de lo que es la "vida", sólo para poder recuperar su "vida"?
Esta información está disponible para que la leas. Crees que se trata de salvar vidas. Crees que es tan claro como "vida o muerte". No lo es. No es morir por una vacuna lo que me asusta, es vivir con sus potenciales efectos a largo plazo. A diferencia de la tasa de supervivencia del 99,97% que verá la espalda de los efectos de Covid en aproximadamente una semana. No soy un hombre de apuestas, ¡pero esas probabilidades me parecen buenas!
Así que tomaste la vacuna y no moriste. Maravillosas noticias. ¡No tomé la vacuna y tampoco morí!
Volvamos a hablar de esto dentro de varios años, cuando todavía sea humano...
 


Habla en primera persona, curioso:
Llevamos un año machacando a la sociedad, a las relaciones entre personas, a personas que tenían que independizarse, florecer, salir, y esta pandemia nos ha fatigado a todos. Pero también es cierto que no queda tanto, queda mes, mes y medio y podemos aguantar", ha manifestado.
 
Esa divulgadora cientifica no era la que se burlaba al principio poniendose un sujetador por mascarilla?




Y por qué tienen que ‘desmontar’ nada? Que yo sepa, Victoria Abril dio su opinión no reveló la verdad absoluta ni le dijo a la gente lo que tiene que pensar. A diferencia de estos divulgadores y las cadenas de tv que sí que están ‘montando’ la versión oficial constantemente y marcando lo que la gente tiene que pensar, no vaya a ser que cada uno saque sus conclusiones...
 


Habla en primera persona, curioso:
Llevamos un año machacando a la sociedad, a las relaciones entre personas, a personas que tenían que independizarse, florecer, salir, y esta pandemia nos ha fatigado a todos. Pero también es cierto que no queda tanto, queda mes, mes y medio y podemos aguantar", ha manifestado.
¿Ahora queda mes, mes y medio?
Como acierte lo mismo que otras veces....
 


Habla en primera persona, curioso:
Llevamos un año machacando a la sociedad, a las relaciones entre personas, a personas que tenían que independizarse, florecer, salir, y esta pandemia nos ha fatigado a todos. Pero también es cierto que no queda tanto, queda mes, mes y medio y podemos aguantar", ha manifestado.

Me rio por no llorar...


Y yo estimo que Simon tendra una oferta de la Royal Opera House para representar a Cavaradossi en Tosca.
La semana que viene ;) entre el miercoles y el viernes :D o el sabado...
 
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