Comenta la cosa que mas odias en este mundo (random).

No os ha pasado nunca que durmiendo, os despertais a hacer pis, y escucháis sonidos como de arrastrar cadenas en la parte de arriba?? Por Dios, no puedo ser yo sola...xd


Es que me lo imagino y me parto !!!! jajajajaj.Yo si me he levantado alguna vez de madrugada he oído muebles moviéndose,que ya es raro también,no uno,que puedes mover un mueble para coger algo,sino uno,otro,otro.....pero cedenas...jajjajajajaja,estaré muy atenta.
 
Te creo, porque yo a veces, oigo carromatos de otros siglos pasando por la calle, no entiendo que arrastra la gente, pero está claro que por esta dimensión pululan seres de todo tipo que llevan cosas muy raras entre manos.

Esto si,esto si!!! Carromatos de otro siglo,me parto!!!!Yo creo que de noche la línea espacio tiempo se vuelve muy fina jajajajaja.
 
No os ha pasado nunca que durmiendo, os despertais a hacer pis, y escucháis sonidos como de arrastrar cadenas en la parte de arriba?? Por Dios, no puedo ser yo sola...xd
Siii jjajaja. Eso y un sonido como si estuviesen tirando canicas los vecinos de arriba. A mí me pasaba en algunos pisos, pero para tu tranquilidad, suele ser el ruído típico de las tuberías del edificio ?
 
No sé si odio más el queso (sabor y olor) o a la gente que me dice "no sabes lo que te pierdes..." o me trata como si fuese una alienígena por no gustarme :LOL::LOL::LOL:
Te pasa lo que a mi hija, no le gusta nada el queso en ninguna de sus variantes. A mí, en cambio, me encanta y lo asocio a la cultura, como el vino. Apreciarlo para mí, es un arte. Aquí, en España, estamos acostumbrados a que nos lo sirvan de entrante o bien como aperitivo, y en Francia se ofrece al final de la comida, como si fuera un postre. No hay dos quesos iguales y podría estar toda la vida hablando de quesos porque me chiflan. En cambio, la tarta de queso no me gusta nada. Es una pena, porque a mi marido le apasiona y es capaz de apreciarla. La cuestión del queso es muy personal.
 
Es que el amor hacia un hijo es lo más. Al menos para mí. Y asumo que vuelvo en amar a mi hija el desafecto que viví de niña. Y mi hija es feliz, asertiva y curiosa. Y cuando la vida la "curta" estará mucho más preparada para salir adelante que una niña temerosa y asustada que no haya sido amada.
Los extremos son malos. Estoy de acuerdo con @Candela10

He conocido muchas niñas ultramimadas, que no han sabido encajar los problemas de la escuela.

He conocido adultas jóvenes ultramimadas, que se quejan de que sus padres no les han dado la vida que se merecen y su conversación son sus quejas, adornadas de coqueteo femenino.

Amar, mirarles, hablarles, halagarles, sonreírles, motivar su curiosidad, sí, pero que sepan que no son el centro del mundo, que la vida es dura para pequeños y grandes.

Los hijos siempre encuentran una queja de sus padres. Comprobado de chicas adultas, que tuvieron una infancia acomodada y con la madre en casa.

También aprendes a empatizar, cuando sientes que no eres la princesa de la casa, todos los días, que amar también es un plato de comida rica y la ropa limpia.

Los tiempos duros crean personas fuertes. Los tiempos buenos crean personas débiles.
 

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