COCINA ASIATICA

Vinos para la comida japonesa de la mano de Inari y Bodegas Palacio
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Roll California de Inari en Madrid J.M.
JAVIER MUNÁRRIZ
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PUBLICADOhace 3 horas

A menudo nos planteamos el tema de cómo armonizar la comida japonesa. Vino, cerveza, sake, champagne. Muchas son las opciones. Recientemente asistimos a una cena en el restaurante japonés Inari en el que Bodegas Palacio nos enseñó cómo maridar algunos de sus platos.

Flores rosas en forma de vinoFlores rosas en forma de vino
Inari es un restaurante de referencia en la gastronomía nipona de Madrid. En estos 12 años de existencia, y sus dos restaurantes abiertos en el centro de Madrid (Barrio de Salamanca) y en la Moraleja, Inari ha sabido conquistar el paladar de sus comensales gracias a ofrecer una cocina honesta en la que la gran calidad del producto, y el mimo y trato personalizado ofrecido al cliente son la prioridad.

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Restaurante Inari J.M.
Según el Grupo de Bodegas Palacio 1894, para poder escoger un buen vino blanco para acompañar la gastronomía asiática, tenemos que tener en cuenta que debe ser fresco, afrutado, aromático y con alto índice de acidez. Por tanto, vinos monovarietales como el Verdejo, Godello, Albariño o Chardonnay, que son vinos secos y de destacada acidez, o intensamente aromáticos como Sauvignon Blanc o Riesling, son perfectos para combinarlos con este tipo de comida.

Elegir un vino tinto para acompañar comida japonesa, quizás sea algo más complejo. La norma básica es escoger vinos tintos ligeros, con baja concentración de taninos y buena acidez.

Así, El Aeronauta, La Poda Albariño, Caserío de Dueñas Verdejo Superior o La Poda Sauvignon Blanc de Grupo Bodegas Palacio 1894, serían los acompañantes perfectos para unas gyozas de carne de cerdo y verduras o de langostinos. La Poda Albariño 2017 (D.O. Rías Baixas), forma una armonía de éxito con el tartar de atún o el tartar de toro. Caserío de Dueñas Verdejo Superior (D.O. Rueda), combina muy bien con platos como los makis California especial o los makis con cangrejo de concha blanda (soft Shell crab).

La Poda Sauvignon Blanc (D.O. Rueda) se podría acompañar junto a las distintas variedades de sushi. Como los niguiris flambeados de pez mantequilla, de salmón kimuchi o de toro con foie.

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Vinos de Bodegas Palacios J.M.
Elegir un vino tinto para acompañar comida japonesa, quizás sea algo más complejo. La norma básica es escoger vinos tintos ligeros, con baja concentración de taninos y buena acidez. Ya que un vino de taninos delicados y que no haya pasado por barrica (es decir, un vino joven) hace que el vino se muestre ligero y fresco y sea ideal para acompañar platos asiáticos a base de carne especiada, noodles, etc.

Vinos fáciles de tomar
La Poda Tempranillo o El Secreto, son vinos muy gastronómicos que se caracterizan por tener baja concentración de taninos, por ser ligeros, frescos y fáciles de tomar. Estos vinos además nos ayudan a limpiar la boca del sabor salado y fuerte de la salsa de soja, sin amargar y dejando un sabor afrutado; consiguiendo el equilibrio perfecto.

La Poda Tempranillo (D.O. Ribera del Duero) marida muy bien con sushis flambeados como pudimos comprobar con los niguiris de anguila (unagi) con foie o de corvina a la bilbaína. El Secreto (D.O. Ribera del Duero),por su parte, se complementa muy bien con los Gunkan de toro con crujiente o de atún con wasabi.

Los vinos rosados en general son magníficos para maridar con la gastronomía nipona, debido a que encontraremos todo lo necesario para un "Perfect Match", son afrutados y con alta acidez

https://www.vozpopuli.com/gastroygourmet/Vinos-japonesa-Inari-Bodegas-Palacio_0_1217878857.html
 
CRUJIENTE Y LIGERO
Razones por las que el pan rallado japonés es tan especial
Este ingrediente tan típico del país asiático tiene unas características que lo hacen diferente al pan rallado español. Por ejemplo, el panko está hecho únicamente con miga de pan blanco


Sergio Gómez

Sab, 23 Feb 2019


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Este tipo de rebozado hace más suculentos los platos. (iStock)



El pan rallado es un aliado muy común en la cocina, un añadido que nos permite cocinar multitud de recetas aportándoles una capa exterior crujiente que suele contrastar con un interior más tierno y jugoso, como es el caso de las croquetas. Tal es su popularidad que en Japón tienen una versión autóctona que se ha extendido hasta el mundo occidental: el panko. Este tiene sus propias peculiaridades y puede aportar cierta variedad respecto al pan rallado más tradicional. En Alimente vamos a ahondar en qué elementos hacen especial a este ingrediente, que puede dar mucho juego cuando estamos en los fogones.


Características del panko


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El pan rallado que usamos en España se elabora básicamente triturando pan tostado o seco hasta que queda molido en pequeñas partículas. Así se utiliza paraintegrar carnes o crear una capa uniforme en el exterior de ciertos alimentos. Por su parte, el del país del sol naciente, el panko, se hace empleando únicamente la miga del pan blanco -también hay una variedad oscura en la que se utiliza la corteza-, que se desmigaja mientras está fresca con un triturado menos intenso para que no termine pulverizada y esté compuesta por trozos más grandes e irregulares.


Por su particular preparación, el panko aporta una textura diferente en la boca. Además, al utilizarse la miga del pan, esta absorbe menos grasa y aceite cuando se fríe. Así, los platos resultan más ligeros y digestivos, mientras mantienen el toque crujiente que se busca con este tipo de elaboración. Además, el panko japonés a veces puede incluir leche en su composición, que le otorga un sabor único y característico en comparación con el pan rallado que acostumbramos a tomar por estos lares.


¿En qué elaboraciones destaca el panko?


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Foto: iStock.


Para saber cómo emplear este ingrediente en la cocina, vamos a exponer algunas recetas niponas que recurren a su participación, así como otras ideas en las que el panko puede encajar a la perfección. El pan rallado japonés se utiliza en recetas como los korokke, unas croquetas similares a las españolas que pueden tener diversos ingredientes en su relleno. Carnes, pescados o verduras se unen habitualmente gracias a una especie de puré de patatas, que es el que queda envuelto en panko para formar los korokkes.

Como ocurre en España y en países de todo el mundo, el pan rallado japonés se utiliza también para hacer filetes empanados. El ejemplo más claro es el tonkatsu, hecho con cerdo, uno de los platos más conocidos de la gastronomía nipona. Con los copos de panko, el empanado queda más ligero e irregular en comparación con nuestros escalopes más típicos.

El panko solo utiliza miga de pan blanco, que se desmigaja suavemente para que no termine pulverizada


Las gambas también se pueden rebozar en este pan rallado para que así, tras freírlas, tengan esa capa crujiente y ligera tan atractiva para el paladar. Esta le aporta un matiz muy interesante a su textura y no le resta el sabor a marisco gracias a lo poco grasiento que resulta por no absorber tanto aceite.

A la hora de preparar una receta para gratinar en el horno, como ocurre con los platos de pasta, la lasaña o las berenjenas rellenas, se pueden añadir copos de panko en la superficie. De esta manera, se logra crear una capa superior con un toque crujiente que permite apreciar un contraste de texturas en la boca. De hecho, se puede utilizar en prácticamente cualquier elaboración que vaya a culminarse a golpe de grill en el horno, como podrían ser unas verduras gratinadas o una sopa de cebolla.

Las personas que siguen dietas vegetarianas o veganas, quieren disminuir el consumo de carne o simplemente probar nuevas alternativas, pueden emplear el panko para introducirlo en hamburguesas vegetarianas de legumbres, por ejemplo. Al incorporar este ingrediente se consigue que los alimentos liguen más entre sí. Además, ayudan a que obtengan una textura más crujiente y consistente; así no quedan tan endebles y líquidas por la presencia de verduras o legumbres en su composición.


https://www.alimente.elconfidencial...ina/2019-02-23/panko-japones-de-moda_1831786/
 
Los 10 restaurantes japoneses imprescindibles de Madrid

La comida japonesa es una de las más populares de la gastronomía y estos son los 10 mejores restaurantes japoneses de Madrid pata disfrutarla.


Escrito por Cristina R. Bareño el 23/02/2019


EN: COCINA ASIÁTICA

Se trata de uno de los rankings más codiciados de la capital y también de los más polémicos. ¿Quién no tiene como referencia personal ese japonés que considera el mejor, no solo de la capital, sino de nuestro país? Quizá sepas que hay otros mejores, pero “el tuyo” es único, ¿verdad?

Los gustos también tienen su importancia. Ese temaki de carabinero no lo he comido igual en ningún otro lugar, o Me encanta dejarme llevar por las recomendaciones del chef, y sin duda esa confianza solo se la dejo a XX, son solo algunos ejemplos que cualquier amante de la cocina nipona podría manifestar.

Sin embargo, en Cocinillas queremos variedad y proponeros que, al margen de vuestro favorito, hagáis check en todos y cada uno de los restaurantes de nuestra selección de mejores japoneses de Madrid. Os aseguro que no os vais a arrepentir.

Los mejores restaurantes japoneses de Madrid
Desde las propuestas más puristas y clásicas, hasta aquellas que nos desvelan combinaciones y sabores hasta ahora desconocidos por nuestro paladar, la oferta japonesa en Madrid es tan amplia como variada.

A continuación os presentamos nuestra lista de aquellos japoneses de la capital en los que más disfrutamos con las piezas de sushi, los guisos y otras recetas asiáticas que nos brindan un abanico de posibilidades más allá del pescado crudo. Técnica, producto y disciplina, ésa es la clave.

Kabuki Wellington; el sello del maestro Ricardo Sanz
Podemos decir que el Grupo Kabuki es el responsable del boom japonés de nuestro país, y que la mayoría de locales de la capital dedicados a esta cocina tienen parte de sus raíces en la escuela de Ricardo Sanz. Lo que comenzó a sus 35 años como una gastronomía nipona pura y sin demasiadas sorpresas, lo ha ido convirtiendo poco a poco en una propuesta fusión en la que el producto nacional cobra protagonismo.

Verle trabajar es una auténtica delicia, y qué deciros de dejarnos en sus manos y que sea él el que nos ofrezca su propio menú, el de lo mejor del día. La pasión y la disciplina se unen con el disfrute y el descubrimiento de nuevos sabores, nuevas combinaciones, y por ello de todo el grupo nos quedamos con Kabuki Wellington, sede del chef y donde podremos verle trabajar en “su propia casa”.



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  • Lo mejor: el usuzukuri de mero con papa arrugada y mojo de hígado, la pasta fina con boloñesa de erizo, y el bol de atún picante con huevo y patata.
  • Dirección: Velázquez, 6. 28001 Madrid
  • Horario: 13:30h a 15:45h y 20:30h a 23:45h. Cerrado sábados mediodía y domingos todo el día.
  • Reservas: En el 91 577 78 77
  • Precio: 120 euros por persona.

99 Sushi Bar Eurobuilding; alta cocina japonesa
Es, sin duda, otro de los grandes grupos del país, con cuatro restaurantes en Madrid, uno en Barcelona y otro que traspasa fronteras, en Abu Dhabi. Mi favorito siempre ha sido el de Ponzano, el más discreto e íntimo. Sin embargo, la dirección en cocina del sushiman David Araúz, discípulo de Ricardo Sanz, ha situado su local más reciente, el del hotel Eurobuilding, en el más interesante para visitar.

Además de tradicionales piezas de pescado crudo en sushi y sashimi, la carta de 99 Sushi Bar suma creaciones más sorprendentes y originales, en las que incorpora mucho producto nacional -siempre de altísima calidad- elaborado con técnicas niponas. La oferta caliente se queda a cargo de Roberto Limas, otro gran cocinero que nos invita a conocer con sus creaciones la cara menos conocida de la cocina japonesa con recetas únicas en las que el producto de temporada es el que manda.




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Lo mejor: la tempura de langostino tigre, el taco de toro braseado y panceta con emulsión de tomate chile, y el maki de bogavante en sake con algas.

  • Dirección: Padre Damián, 23, 28036 Madrid
  • Horario: 13:30h a 16:00h y 21:00h a 00:00h. Cerrado domingos noche.
  • Reservas: En el 91 359 38 01
  • Precio: 90 euros por persona.
Kappo; Mario Payán y su auténtica barra nipona
Si hubiera que definir Kappo en una sola palabra esa sería “Auténtico”. Sentarse delante de Mario Payán y observar cada movimiento de sus manos, cómo trata las diferentes piezas de pescado, el arroz, escuchar, aprender, curiosear… incluso dejar que nos enamore con sus historias sobre Japón, sus tantos viajes que le han llevado a conseguir una técnica perfecta, purista, a la hora de tratar su producto.

Y es precisamente eso en lo que ha convertido su primer proyecto en solitario desde que abrió en agosto de 2016. Un auténtico rincón japonés en la capital que simula los restaurantes más auténticos que allí se pueden encontrar. En palabras de Mario Kappo es, quizá, el sueño de todo cocinero que se dedica a la gastronomía japonesa. Lugar pequeño, producto, cercanía y capacidad de desarrollarse como persona y profesional. El cliente/amigo percibe eso y le hace sentir como en casa.



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  • Lo mejor: su selección de nigiri según mercado, siempre.
  • Dirección: Bretón de los Herreros, 54. 28003 Madrid
  • Horario: 13:30h a 16:00h y 20:30h a 00:00h. Cerrado domingos y lunes.
  • Reservas: En el 91 042 00 66
  • Precio: Menús degustación: Mario 58 euros, Nigiri 65 euros y Súper Mario 72 euros.
Umiko; la propuesta más divertida y gamberra
Acaban de cumplir cuatro años y su fórmula fue un éxito desde el principio. Sin embargo, desde entonces han seguido evolucionando en una propuesta que ya tiene sello propio. Umiko, regentado por Juan Alcaide y Pablo Álvaro, siempre fue muy gamberro. Desde su local repleto de grafitis hasta sus atrevidas propuestas que no dejan pie al aburrimiento.

Todas sus fusiones y combinaciones están exquisitamente estudiadas para que, además de sorprender a sus comensales, creen adicción y siempre busquemos más. Y ellos lo saben, y así trabajan. Por eso estudian cada ingrediente de mercado para sacarle una potencia y un sabor únicos.

No faltan ni el producto nacional ni los guiños a la cocina española: nigiri de paella, nigiri a la bilbaína o cordobés, salmonetes o sepias playeras de nuestras costas… Todo un festín dedicado a los paladares más atrevidos y aventureros.



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  • Lo mejor: la boloñesa de tartar de atún con somen, el nigiri de arroz a la cubana y karuki al aroma de hibiki, un corte japonés de buey wagyu cocinado a bajo temperatura.
  • Dirección: Calle de los Madrazo, 18, 28014 Madrid
  • Horario: M- S: 13:30–16:00 20:30–24:00 Cerrado domingos y lunes todo el día.
  • Reservas: 914 93 87 06
  • Precio: 90 euros por persona.

Yugo the Bunker; una izakaya clandestina
Acaba de estrenar su primera Estrella Michelin de la mano del chef Julián Mármol, y su concepto revolucionó la gastronomía japonesa de nuestro país al presentarse como un selecto y exclusivo club privado de amantes de la gastronomía japonesa para un reducido número de socios.

Más tarde dio paso también a un restaurante al estilo de las tabernas o izakayas japonesas donde puede disfrutarse de dos menús degustación, de una cuidada carta y de una de las mejores ofertas de vinos, sakes y champagnes de la ciudad.

La pasión de Julián le lleva a un trabajo constante de búsqueda de nuevos platos entre los que destacan aquellos elaborados con pescados singulares y procesos de elaboración auténticos y originales.Su objetivo no es otro que provocar sensaciones únicas, y para ello la perfección y la excelencia son sus dos premisas más destacadas.



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  • Lo mejor: el sashimi de langostino de Sanlúcar, el gunkan de erizo de mar y el tartar de wagyu.
  • Dirección: San Blas, 4, 28014 Madrid
  • Horario: 13:00h a 15:30h y 20:30h a 23:00h. Cerrado domingos todo el día y lunes a mediodía.
  • Reservas: En el 91 444 90 34
  • Precio: 80 euros por persona. Menús degustación 90 euros y 135 euros.


Miyama Castellana; el Japón más urbanita
La proliferación de muy buenos restaurantes japoneses en la capital así como la marcha de Hiroshi Kobayashi como alma mater del local han hecho daño a la reputación de Miyama, pero para mí siempre ha sido un clásico y merece un puesto en este listado.

Su ambiente elegante y distendido, con un claro toque ejecutivo, se complementa con una extensa carta en la que hay propuestas para todos los gustos, en crudo, frías, calientes y más contundentes.

Su cocina nipona es más bien clásica, y ofrece elaboraciones reconocibles y sinceras, con un producto cuidado y un servicio impecable. Destacan, además del sushi y el sashimi, las sopas tradicionales, las propuestas al vapor como los mushimonos y sus carnes y pescados a la parrilla, a la piedra o al shabu-shabu.



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  • Lo mejor: el sashimi de toro, el temaki de anguila y el nigiri de vieira flambeada.
  • Dirección: Paseo de la Castellana, 45. 28046 Madrid
  • Horario: 13:30h a 15:45h y 20:30h a 23:45h. Cerrado domingos.
  • Reservas: En el 91 391 00 26
  • Precio: 100 euros por persona.


Kirikata; la taberna nipona de Arzábal
Casi un año y medio lleva Kirikata en su nueva ubicación, un local muy significativo para el grupo ya que fue allí mismo donde nació la primera Taberna Arzábal, donde comenzó la genial andadura de Álvaro Castellanos e Iván Morales, el “dúo dinámico” de la gastronomía que tanto ha revolucionado la capital. Y ha sido en este espacio donde han realizado un all in por la cocina japonesa, con sus elaboraciones, sus productos y las técnicas más tradicionales.


Eso sí, vuelven con su sello al incluir a la oferta una de las selecciones de vinos, champagnes y otros destilados más interesantes, divertidas y cañeras de la ciudad. Así son ellos, y nos encanta. ¿Hay algo mejor que combinar una extensa variedad de nigiri, uramakis, usuzukuris, tartares o sashimis con una botella especial de champagne con la que darse un homenaje? Para mí, no hay nada igual.



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  • Lo mejor: el uramaki de toro picante, el nigiri de gamba roja en dos temperaturas y el salmonete y su sashimi.
  • Dirección: Doctor Castelo, 2. 28009 Madrid
  • Horario: 13:30h a 16:00h y 20:30h a 00:00h. Cerrado domingos noche y lunes todo el día.
  • Reservas: En el 91 435 88 29
  • Precio: 70 euros por persona.

KaButoKaji; carácter mediterráneo y arte culinario japonés
KaButoKaji es la unión de la pasión por la cocina y la cultura niponas de Patricia Carbajosa, alma mater del proyecto, con una ilusión y un empeño tan incombustibles que le han llevado a regentar uno de los mejores restaurantes japoneses de Madrid. Su secreto es la constancia y el mejor producto del mercado, siempre.


No hay excepciones. Con carabineros, atún rojo, vieiras, besugos, kokotxas y demás delicias del mar de Pescaderías Coruñesas llenan su cocina cada día. La calidad y la temporada mandan, y a partir de ahí crean maravillas sobre una vajilla firmada por Christian Lacroix que merece una mención especial.

Y ya hace un año que el equipo está dirigido por el joven Diego Benito, la pieza que faltaba para que KaButoKaji disparara del todo su evolución y mostrara un sello más auténtico que nunca: la fusión de la gastronomía japonesa con el producto mediterráneo.



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  • Lo mejor: El costillar de cerdo ibérico a la pekinesa; el suquet japonés de carabineros con setas chinas salteadas, angulas, cebolleta y cilantro; y el temaki de carabinero.
  • Dirección: Navacerrada, 1. 28224 Pozuelo de Alarcón, Madrid.
  • Horario: 13:30h a 16:00h y 20:30h a 0:00h. Cerrado domingos noche y lunes todo el día.
  • Reservas: En el 91 805 18 97
  • Precio: 80 euros por persona.

Hikari Sushi Bar; una clase magistral de gastronomía nipona
Dentro del majestuoso Hesperia de Madrid se encuentra el rincón japonés de Hikari Sushi Bar. Su espacio abierto, bañado por luz natural y contagiado del ambiente distinguido y tranquilo que caracteriza al propio hotel, invita a descubrir maravillosas propuestas de la cocina japonesa elaboradas con el mejor producto, mucho mimo y un sello internacional del que resultan sabrosas fusiones y platos más que sorprendentes.

No faltan las creaciones más clásicas: sashimi, nigiri, usuzukuris y tartares, pero muchos de ellos le dan un toque personal añadiendo pequeñas pinceladas de sabor, algunas veces con toque picante, que avivan y ensalzan la materia prima principal. No faltan los guiños a nuestro país, como el nigiri de sardina con piparra y crujiente de vinagre, ni una excelente sopa miso servida en la misma mesa, ideal para entonar el cuerpo y comenzar la visita.



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  • Lo mejor: el temaki de atún con huevo de codorniz, el nigiri flambeado de salmón y el nigiri de vieira.
  • Dirección: Paseo de la Castellana, 57. 28046 Madrid
  • Horario: 20:30h a 23:00h. Cerrado domingos y lunes.
  • Reservas: En el 91 210 88 12
  • Precio: euros por persona.


Umo; casa de comidas japonesa y robata
Es el restaurante más reciente de esta lista ya que abrió sus puertas en 2018, y lo hizo bajo el apoyo del grupo Experience Group. Umo es cosmopolita, es divertido, es auténtico. De primeras sorprende con un amplio local, de techos altos y con una preciosa barra que nos da la bienvenida. Al mando de la cocina se encuentra el binomio formado por Hugo Muñoz (ex Kabuki y KaButoKaji) y Mariano Barrero, jefe de cocina durante 10 años del desaparecido NODO y experto en las parrillas del Filandón.


En su carta podemos diferenciar dos tipos de preparaciones: los cortes en crudo y los platos a la robata, la parrilla japonesa por excelencia, una técnica con más de 2000 años de antigüedad. No dejéis de probar sus cócteles, todos ellos creación de maestro Carlos Moreno. Perfectos para maridar su gran cocina y hacernos viajar a través del mundo trago a trago.



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  • Lo mejor: el tamago vago de camarones, el tataki de bonito y las gyozas de pintada de Bresse en pepitoria.
  • Dirección: Castellana, 43. 28046 Madrid
  • Horario: 13:30h a 15:30h y 20:30h a 23:15h.
  • Reservas: En el 91 088 88 40.
  • Precio: 60 euros.

https://cocinillas.elespanol.com/2019/02/mejores-restaurantes-japoneses-de-madrid/
 
UDON CON TERNERA Y BERENJENAS ESTILO CHINO


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MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA



Aparte de dirigir dos de las mejores revistas que se hacen en este país, Barcelonés y Madriz, Mònica Escudero es una cocinera fantástica de la que tengo la suerte de ser amigo. Esta incombustible periodista posee la extraña capacidad de montar comidas y cenas multitudinarias en casa sin alterarse lo más mínimo, virtud de la que yo carezco: mi irritabilidad suele ser directamente proporcional al número de comensales, y cuando vienen más de ocho personas a cenar me vuelvo una especie de Miss Trunchbullmandona y odiosa.

Lo que más me fastidia de Mònica es que encima todo le sale buenísimo, sea en la cantidad que sea. Uno de sus greatest hits son los udon con ternera y berenjenas estilo chino, absoluta delicia perfecta para cuando te entra el mono de comida oriental casera. El vegetal cocido al vapor y guisado después con salsa de soja, vinagre de arroz y otros condimentos, sumados a la ternera marinada y salteada, forman un acompañamiento fastuoso para esta clase de pasta.

Para quien no lo sepa, los udon son unos fideos gruesos típicos de Japón. Normalmente se toman en sopa, pero también funcionan sin problemas en platos como éste. Por suerte cada vez es más fácil encontrarlos frescos en España, en paquetes que a veces llevan unos sobrecitos de condimentos para prepararlos. "Suele haber un sobre con vegetales deshidratados y especias que podemos utilizar perfectamente para esta receta", advierte Mònica. "Pero hay que fijarse bien y no poner el que sabe a gambuzas de mentira, porque entonces ya podemos decirle adiós con la manita a la deliciosa receta".

Nuestra artista invitada de hoy recomienda invertir en una vaporera para que la preparación de ésta y otras recetas resulte más sencilla -si no tienes, no pasa nada: las berenjenas se pueden cocer al vapor sobre una rejilla o escurridor en cualquier cazuela. También informa de que sus udon admiten una versión vegetariana con tofu ahumado, setas o huevo en lugar de carne, y recomienda tomarlos acompañados de la cerveza china Tsingtao para gozar de una experiencia completa.



Dificultad

Para periodistas.

Ingredientes

  • 4 paquetes de udon de unos 200gr.
  • 2 berenjenas medianas
  • 500 gr. de carne de ternera muy tierna en una pieza (cap de mort o babilla)
  • 4 cebolletas
  • 3 cucharadas de salsa de soja
  • 4 cucharadas de salsa de chili dulce
  • 3 cucharadas de salsa china para costillas
  • 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
  • 2 cucharadas de azúcar moreno
  • 4 cucharadas de vinagre de arroz
  • Aceite de sésamo
  • Aceite de girasol
Preparación

1. Cortar la carne en dos o tres partesdependiendo del tamaño, tratando que queden tiras largas y más o menos cuadradas. Marinar con la salsa china para costillas -si parece muy fuerte, rebajarla con un poco de vinagre de arroz- y reservar unas horas o de un día para otro en la nevera.

2. Lavar y cortar las berenjenas sin pelarlas en bastoncitos de aproximadamente un dedo de grosor. Cocer al vapor unos 10 minutos.

3. Poner a fuego medio en una sartén o wok la salsa de chili dulce, el vinagre de arroz, la salsa de soja, el azúcar moreno y el jengibre en polvo. Cuando hierva añadir las berenjenas y dejar unos 10 minutos, hasta que hayan absorbido parte de la salsa y el resto esté ligadito. Sacar de la sartén y reservar.

4. Saltear a fuego fuerte en una sartén aparte las piezas de ternera, menos de un minuto por cada cara dependiendo del grosor -debe quedar como un tataki, dorado por fuera y casi crudo por dentro. Dejar enfriar y cortar fino en filetes de medio centímetro de grosor aproximadamente.

5. Picar la parte del bulbo de la cebolleta y, por separado, cortar el tallo en rodajas finas. En la misma sartén grande o wok de las berenjenas, pochar la parte del bulbo con un chorrito de aceite de girasol a fuego suave. Añadir los udon y unos 150 ml. (medio vaso aproximadamente) de agua o caldo de verduras para que se separen. Añadir el tallo de las cebolletas.

6. Servir los udon en un bol, con las berenjenas encima, la carne alrededor y un chorrito discreto de aceite de sésamo.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2011/03/28/receta/1301288400_130128.html
 
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