Denys Arcand: «El régimen de Franco me dio las llaves del Museo del Prado; pude haberme llevado Las Meninas»
El cineasta canadiense estrena «La caída del imperio americano» y recuerda con humor su estancia en España en 1963
A sus 77 años, el director pone fin a la trilogía que empezó con «El declive del imperio americano» y «Las invasiones bárbaras»
Denys Arcand (i), durante el rodaje de «La caída del imperio americano»
El realizador canadiense Denys Arcand (Quebec, 1941) estrena «La caída del imperio americano», con la que cierra su trilogía sobre la crisis de Occidente que le ha acompañado durante cuatro décadas. La primera, estrenada en 1981, «El declive del imperio americano», triunfó en los festivales; la segunda, ya en 2003, «Las invasiones bárbaras», ganó el Oscar a mejor película extranjera. Ahora, con «La caída del imperio americano» profundiza en su estilo irreverente y mordaz, tanto que el director juega al despiste: «Esta cinta iba a llamarse “El triunfo del dinero”, pero descubrí que nadie se acordaba del título y que no les gustaba la palabra dinero. Finalmente decidí cambiarlo por “La caída del imperio americano”, que no tiene nada que ver con mis trabajos anteriores», dice con sorna.
Su último esfuerzo cinematográfico, a los 77 años, se centra en una historia sórdida y cínica inspirada en el robo de un banco en Montreal. «Me pareció un robo excesivamente violento para mi ciudad y decidí investigar. Hablé con muchas personas y descubrí el mundo del lavado de dinero y las drogas. También tuve la oportunidad de conocer a un abogado que me explicó como se podía llevar fácilmente dinero de Cannes a Montecarlo en tren. Así fui poniendo las piedras de esta historia», admite el director.
El filme centra en la preocupación por el poder de la riqueza y el laberinto de corrupción que tejen a su alrededor. «Hay dos mundos en todas las ciudades, la gente normal que paga impuestos y los que viven en el submundo, y allí se encuentran muchos millonarios». El filme permite, sin embargo, admira desde la lente detalles maravillosos como un atardecer o una copa de vino con amigos. «Creo en el ser humano, soy positivo. Quiero que el público entienda que me fascina lo que la gente tiene que decir y disfruto con lo que hago como un niño».
La caída del imperio americano
Si con «El declive del imperio americano», estrenado hace casi 40 años, retrató las costumbres de la sociedad burguesa, ahora cuenta cómo las mafias se han hecho dueñas del mundo. «La deriva capitalista lo invade todo. Es una mirada turbia hacia una sociedad llamada a desaparecer. Su época de gloria fue el siglo XX. No vamos a ver su caída tal vez hasta dentro de varias décadas, pero, igual que Roma, EE.UU. ya ha visto sus mejores años. Creo que China e India son ahora las grandes potencias». Una visión política que certifica cuando introduce, en los primeros compases de la historia, a un Presidente muy parecido a Donald Trump. «Su presidencia es una reacción de la sociedad:no sabemos exactamente lo que queremos, pero no estamos contentos con nuestros gobernantes. Estados Unidos, Inglaterra con el Brexit, Francia con los chalecos amarillos... Hay insatisfacción en todas partes».
Los buenos tiempos
Esa visión pesimista se torna nostálgica cuando habla de cine: «Soy la misma persona que empezó con 21 años a rodar películas. Tengo la suerte de haber empezado en una época donde había más oportunidades para los autores. Ahora lo más importante es el dinero. Cualquier periodista o crítico comienza hablando de la taquilla, de los números que una película ha hecho en el cine. Antes no era así, nadie hablaba de John Houston en esos términos. Incluso en el mundo del arte es así, cuando hablas de Jeff Koons lo primero que surge es su valor financiero y no artístico».
https://www.abc.es/play/cine/notici...rme-llevado-meninas-201903300033_noticia.html
El cineasta canadiense estrena «La caída del imperio americano» y recuerda con humor su estancia en España en 1963
A sus 77 años, el director pone fin a la trilogía que empezó con «El declive del imperio americano» y «Las invasiones bárbaras»
Denys Arcand (i), durante el rodaje de «La caída del imperio americano»
El realizador canadiense Denys Arcand (Quebec, 1941) estrena «La caída del imperio americano», con la que cierra su trilogía sobre la crisis de Occidente que le ha acompañado durante cuatro décadas. La primera, estrenada en 1981, «El declive del imperio americano», triunfó en los festivales; la segunda, ya en 2003, «Las invasiones bárbaras», ganó el Oscar a mejor película extranjera. Ahora, con «La caída del imperio americano» profundiza en su estilo irreverente y mordaz, tanto que el director juega al despiste: «Esta cinta iba a llamarse “El triunfo del dinero”, pero descubrí que nadie se acordaba del título y que no les gustaba la palabra dinero. Finalmente decidí cambiarlo por “La caída del imperio americano”, que no tiene nada que ver con mis trabajos anteriores», dice con sorna.
Su último esfuerzo cinematográfico, a los 77 años, se centra en una historia sórdida y cínica inspirada en el robo de un banco en Montreal. «Me pareció un robo excesivamente violento para mi ciudad y decidí investigar. Hablé con muchas personas y descubrí el mundo del lavado de dinero y las drogas. También tuve la oportunidad de conocer a un abogado que me explicó como se podía llevar fácilmente dinero de Cannes a Montecarlo en tren. Así fui poniendo las piedras de esta historia», admite el director.
El filme centra en la preocupación por el poder de la riqueza y el laberinto de corrupción que tejen a su alrededor. «Hay dos mundos en todas las ciudades, la gente normal que paga impuestos y los que viven en el submundo, y allí se encuentran muchos millonarios». El filme permite, sin embargo, admira desde la lente detalles maravillosos como un atardecer o una copa de vino con amigos. «Creo en el ser humano, soy positivo. Quiero que el público entienda que me fascina lo que la gente tiene que decir y disfruto con lo que hago como un niño».
La caída del imperio americano
Si con «El declive del imperio americano», estrenado hace casi 40 años, retrató las costumbres de la sociedad burguesa, ahora cuenta cómo las mafias se han hecho dueñas del mundo. «La deriva capitalista lo invade todo. Es una mirada turbia hacia una sociedad llamada a desaparecer. Su época de gloria fue el siglo XX. No vamos a ver su caída tal vez hasta dentro de varias décadas, pero, igual que Roma, EE.UU. ya ha visto sus mejores años. Creo que China e India son ahora las grandes potencias». Una visión política que certifica cuando introduce, en los primeros compases de la historia, a un Presidente muy parecido a Donald Trump. «Su presidencia es una reacción de la sociedad:no sabemos exactamente lo que queremos, pero no estamos contentos con nuestros gobernantes. Estados Unidos, Inglaterra con el Brexit, Francia con los chalecos amarillos... Hay insatisfacción en todas partes».
Los buenos tiempos
Esa visión pesimista se torna nostálgica cuando habla de cine: «Soy la misma persona que empezó con 21 años a rodar películas. Tengo la suerte de haber empezado en una época donde había más oportunidades para los autores. Ahora lo más importante es el dinero. Cualquier periodista o crítico comienza hablando de la taquilla, de los números que una película ha hecho en el cine. Antes no era así, nadie hablaba de John Houston en esos términos. Incluso en el mundo del arte es así, cuando hablas de Jeff Koons lo primero que surge es su valor financiero y no artístico».
https://www.abc.es/play/cine/notici...rme-llevado-meninas-201903300033_noticia.html