Ciclismo, los esforzados de la ruta.

CICLISMO
Muere Jaime Mir, 'el bigotes' de la Vuelta, hombre de mil oficios, cien personajes y un silencio
Miércoles, 29 mayo 2019 - 13:15
Fue una de las caras más conocidas del pelotón ciclista internacional y participó en un centenar de películas de diferentes géneros. Jaime Mir ha fallecido a los 90 años en Barcelona.

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Jaime Mir, con una de sus bicis, en el verano de 2017Santi Cogolludo EL MUNDO
Fue uno de los rostros más populares y, sin embargo, sólo algunos conocían su nombre. Para el resto, se trataba del inconfundible hombre del bigote que con un maillot y una toalla abrazaba al ganador de cada etapa ciclista. Año tras año, los campeones cambiaban pero él seguía allí, con un gesto entre la prisa y el enfado. Y así fue colándose durante décadas en las casas, puntual como el hombre del tiempo, a la hora de la siesta. Después de toda una vida acompañando al protagonista del día ante las cámaras, a Jaime Mir le hizo ilusión que intentaran recordarle.Había superado de largo los 80 años cuando la editorial Cultura Ciclista le propuso rememorar su trayectoria. El resultado fue el libro 'Secundario de lujo, una vida entre campeones', escrito junto al periodista Iván Vega. Unas memorias al vuelo cuyo primer mérito consistió en elevar al gregario al primer plano.

Jaime Mir respondía al teléfono con la misma energía con la que se abría a paso entre el gentío que se agolpa al final de una carrera ciclista. Contestaba rápido y, ante alguna pregunta incómoda, insinuaba que era una persona discreta y se escapaba hacia una respuesta de compromiso. Del ciclismo lo sabía casi todo: estuvo presente, de una manera u otra, en 51 Vueltas a España, en 25 ediciones del Tour de Francia e innumerables competiciones. Aficionado desde la adolescencia a la bicicleta, dio el salto a la competición desde su primer oficio de taxista. Se metió en el pelotón al volante de un 600, como conductor de los periodistas de 'El Mundo Deportivo' que cubrían en 1959 la ronda gala. Ya no salió. Como imprescindible auxiliar de equipo, conoció campeones, escapadas memorables y caídas trágicas, disfrutó de los años del auge, sufrió el descrédito de su deporte.

Entre los ciclistas hizo de todo y hasta inventó ocupaciones nuevas. Acompañaba al ganador, se multiplicaba en labores logísticas, repartía regalos publicitarios -si hacía falta- entre el público que aguardaba el final de la etapa. Su buena disposición quedó de manifiesto cuando EL MUNDO le preguntó hace dos años si podía subirse de nuevo a una bici para hacerse una foto. A pesar de la edad y del peso de su vieja máquina de juventud, más de una decena de kilos, accedió sin problemas a posar y dar unas pedaladas por un parque cercano a su casa de Barcelona.

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El Director de la Vuelta entrega una placa de homenaje a Jaime Mir en 2011
Le gustaba repetir lo importantes que eran para la visibilidad del ciclismo los medios de comunicación. Una preocupación que convirtió en su marca personal. En todas las formaciones por las que pasó (Kas, Teka, Lotus-Festina) se esforzó al límite para que apareciera, limpio y bien visible, el nombre del patrocinador. José María González Linares, que le tuvo a sus órdenes en el equipo cántabro, se deshacía en elogios sobre sus habilidades: "Era tan listo que si no había ganado ninguno de los nuestros, le tiraba la toalla al vencedor y se metía allí, de modo que Teka salía en la foto". Y aunque diera la sensación de que lo hacía un poco a regañadientes, con los años Jaime Mir acabó aceptando que se le calificara de 'hombre-anuncio'.

Esta omnipresencia le hizo conquistar nuevos planos en la gran pantalla. Comenzó en el cine por casualidad, prestando su asesoramiento en 'Las piernas de la serpiente' (Juan Xiol, 1970), una película sobre un agente publicitario que quiere organizar una carrera. En el rodaje entró en contacto con el mundillo del cine en la Barcelona de principios de los 70. Y sin maillot, pero con bigote y el nombre de Mir Ferri, llegó a rodar un centenar de papeles secundarios en cintas de factura desigual y relativo éxito popular.Westerns de serie b, cine quinqui, Esteso y Pajares, el destape.... "Yo nunca he hecho cine por**", se enfadaba al teléfono cuando se le preguntaba acerca de su paso por tantos platós. "Yo he hecho cine erótico, que es otra cosa diferente", apostillaba, antes de reconocer que sí rechazó alguna oferta del llamado entonces 'cine S'. Como en los equipos ciclistas, los directores y productores de la época valoraban de Jaime Mir su talento como buscavidas. Podía resolver casi cualquier problema sobre la marcha. Y si hacía falta, rodar además un papel.

Después de muchos años de compatibilizarlos, Jaime Mir dejó el plató antes que el pelotón. De este último sólo le retiró la edad; la Vuelta Ciclista le rindió homenaje en 2011 por sus 50 años en la carrera. Pero él siguió siendo leal a su deporte favorito. Nunca quiso revelar datos sobre el triste episodio del dopaje masivo descubierto en las filas de su equipo de entonces, el Lotus-Festina, en el año 1998. Sin entrar en detalles, se limitaba a reiterar su confianza en la mayoría de los corredores que había conocido. Jaime Mir ha muerto este miércoles en Barcelona a los 90 años. Amaba el ciclismo, no quería manchar su nombre y prefirió guardar silencio.

https://www.elmundo.es/deportes/ciclismo/2019/05/29/5cee624521efa016038b468d.html
 
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