Chat de exmilitares que hablaban de un golpe de Estado y fusilamientos. ¿Golpe militar?

Militares de ultraderecha mantienen su tono desafiante ante la pasividad de la ministra​

Su escalada de declaraciones no tiene precedentes en las últimas décadas

Por
Javier Lezaola.

8 de enero de 2021 23:00

Militares de ultraderecha mantienen su tono desafiante ante la pasividad de la ministra

Margarita Robles, ministra de Defensa del Gobierno de coalición
Militares de ultraderecha, en algunos casos de alto rango, mantienen su tono desafiante y lo hacen ante la pasividad, o falta de contundencia, de la ministra de Defensa del Gobierno de coalición, Margarita Robles. Se trata de militares que han realizado la práctica totalidad o muy buena parte de su carrera en el régimen del 78 –que establece su sometimiento a la Constitución de 1978 y al poder civil emanado de la soberanía popular y del Parlamento– y con el Estado español plenamente inmerso en el contexto europeo, lo que resulta aún más chocante.

Robles expresó el pasado miércoles en la Pascua Militar su rechazo “más absoluto” a la “insignificante minoría” de militares que viene cargando, en cartas públicas, contra el Gobierno de coalición y amenazando, en chats privados, tanto el orden constitucional como –incluso con fusilamientos– a personas y organizaciones que no pertenecen a su espectro ideológico.

Sin embargo, uno de los promotores de esas cartas, el teniente general retirado Emilio Pérez Alamán, ha respondido este jueves a la ministra con otra carta abierta en la que le asegura que los militares a los que Robles se refirió la víspera no son una “minoría” y se permite el lujo de pedirle a la ministra –en su opinión, una de los “pocos” miembros del Gobierno que pueden “salvar los muebles”– que dé “un buen giro al timón” que cambie “de rumbo” al Ejecutivo y que “no mire” a los militares “con los ojos de su vicepresidente segundo”, en alusión al vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de coalición y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Palabras a las que, al menos por el momento, Robles no ha respondido. Y tampoco consta que haya comprobado si esos militares efectivamente son minoría o no.

Sí ha trascendido, este mismo viernes, que Iglesias ha tenido que querellarse por injurias y calumnias contra el coronel retirado Diego Camacho por haberlo vinculado públicamente –en un artículo de Opinión y en dos intervenciones difundidas a través de YouTube– con el narcotráfico y con el terrorismo y por haberle acusado de haber recibido financiación de Venezuela y de Irán.

No esconden sus simpatías por Vox​

Esta escalada de declaraciones de militares, muchos de los cuales no esconden sus simpatías por el partido ultraderechista Vox –a cuyo argumentario suelen servir de altavoz–, no tiene precedentes en las últimas décadas. Y esos militares tampoco han contado nunca con el apoyo expreso de una formación con medio centenar de escaños en el Congreso.

La víspera de la Pascua Militar, el secretario de Organización de la AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), Jorge Bravo, manifestaba a este diario que en su asociación no entienden “que dentro de las Fuerzas Armadas todavía exista un legado del pasado franquista” –ejemplificado estos días en “la publicación en prensa de chats, cartas, artículos y pronunciamientos de militares, algunos estando en retiro y otros no estándolo todavía”– y que les “preocupa que se pueda seguir ideologizando a los miembros de las Fuerzas Armadas apoyándose en los valores que ese legado todavía mantiene dentro de las Fuerzas Armadas”. Además, Bravo denunciaba la pasividad ante este fenómeno tanto de la Casa Real como de Robles.



Calladita la cantinerita, sin abrir investigaciones y subiendo la partida de los presupuestos para los militares ¡Que vergüenza de ministra!
 

Coincidencia alarmante​

  • Lo que ha ocurrido en el Capitolio no está muy lejos de lo que viene ocurriendo en España desde la investidura de Pedro Sánchez: una minoría social y política se rebela contra la formación de un Gobierno con base en los resultados de las elecciones

Javier Pérez Royo

Seguidores del presidente Donald Trump fueron registrados el pasado miércoles al irrumpir a la fuerza en el Capitolio de los Estados Unidos, en Washington DC (EE.UU.). EFE/Jim Lo Scalzo
10 de enero de 2021 23:17h
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The New Yorker, coherentemente con la que ha sido su trayectoria editorial desde su fundación, ha prestado en su último número una extraordinaria atención al asalto al Capitolio que se produjo el 6 de enero. Su director David Remnick publicó el mejor artículo de todos los que he leído sobre dicho asalto: "The Inciter in Chief". Y la historiadora de la Universidad de Harvard, Jill Lepore, publicó otro también extraordinario: "What should we call the Sixth of January". En mi opinión, ambos destacan con enorme diferencia sobre todos los demás.

Sin embargo, para los lectores de la revista el artículo de Ronan Farrow, "An Air Force Veteran breached the Senate", fue el que despertó más atención, convirtiéndose en el artículo más leído. El "más popular", en la clasificación de la propia revista.

El artículo está dedicado a la participación en el asalto al Capitolio del ya retirado teniente coronel Larry Randall Brock Jr., graduado de la Academia de la Fuerza Aérea en 1989, inspector jefe de operaciones y comandante del Escuadrón 706 con mando sobre más de una docena de pilotos en Afganistán y poseedor de numerosas condecoraciones por su años de servicio: 3 Meritorious Sevice Medals, 6 Air Medals y 3 Aerial Achievments Medals.

¿Qué es lo que puede conducir a una persona con esa trayectoria profesional, en la que se supone que el orden y la disciplina tienen que haber sido claves en la misma, a participar en un acto como el del asalto al Capitolio en compañía de una chusma deplorable? ¿Cómo es posible que alguien, que llegó a cursar un Master en relaciones internacionales durante sus años en la Academia del Aire y que se supone, en consecuencia, que dispone de una formación sólida, pueda acabar en una operación como la del 6 de enero?

La conclusión del artículo es reveladora: la misma intensidad del compromiso que hizo que el teniente coronel Brock fuera un piloto de gran efectividad en el Ejército del Aire de los Estados Unidos es el que le condujo esta semana a los acontecimientos que tuvieron lugar en el Capitolio. Su "amor al país" está en el origen tanto de su comportamiento en el ejército como de su participación en el asalto al Capitolio.

Ha sido su inmersión en el "mundo de las fuentes de información alternativas", que han proliferado en estos años de la Administración Trump, la que le condujo a creer que "liberales y demócratas" eran una "amenaza para el país" a la que había que hacer frente. La conclusión lógica no podía ser otra que la de había que asaltar el Capitolio y tomar el poder. No se debía consentir que se constituyera un "Gobierno ilegítimo" presidido por Joe Biden.

El lector entenderá que se me viniera a la cabeza la carta de los militares españoles al Rey, así como el discurso de la Ministra de Defensa y el NO-discurso del Rey el día de la Pascual Militar.

El amor a España de los militares españoles es el mismo amor a los Estados Unidos del teniente coronel Brock. La amenaza "liberal demócrata" es la amenaza "social-comunista". Y la exigencia de dar un golpe de timón y corregir el rumbo que exigen los militares españoles es la misma que condujo al asalto al Capitolio. El Gobierno de Pedro Sánchez no es menos "ilegítimo" que el que pueda constituir Joe Biden.

Lo que ha ocurrido en el Capitolio de los Estados Unidos no está muy lejos de lo que viene ocurriendo en España desde la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Una minoría social y política se rebela contra la formación de un Gobierno con base en los resultados de las elecciones. En España también se intentó abortar la formación del Gobierno tras el resultado de las elecciones del 10N de 2019 por considerarlo "ilegítimo". Así lo vienen afirmando Casado y Abascal un día sí y otro también.

Por eso se intentó "reventar" la legislatura en el mes de mayo aprovechando los estragos de la Covid-19. Por eso se está bloqueando la renovación de las instituciones que exigen mayoría cualificada, singularmente del Consejo General del Poder Judicial, con la finalidad de generar un deterioro institucional que dificulte o casi imposibilite la acción de Gobierno. Por eso, desde destacados miembros, ya retirados, de las Fuerzas Armadas se está construyendo un mensaje que incita a una suerte de "golpe desde arriba", que no haga necesario un asalto al Parlamento.

En Estados Unidos los diez Secretarios de Defensa con las distintas Administraciones que están vivos han emitido un comunicado conjunto afirmando la legitimidad de Joe Biden como Presidente electo de los Estados Unidos y han reafirmado su convicción de que las Fuerzas Armadas están obligadas a respetar la manifestación de voluntad del cuerpo electoral en las urnas.

¿Sería posible que en España todos los Ministros de Defensa de la Democracia que todavía viven hicieran lo mismo y descalificaran la conducta de los antiguos miembros de las Fuerzas Armadas que han dirigido la carta al Rey?

 

La Fiscalía no ve delito de odio en el chat de exmilitares y archiva la investigación​

Según el informe, los mensajes que aparecen en un chat "privado" formado por miembros de la XIX promoción de la Academia General del Aire exponen opiniones "con libertad"​

 

La Fiscalía no ve delito de odio en el chat de exmilitares y archiva la investigación​

Según el informe, los mensajes que aparecen en un chat "privado" formado por miembros de la XIX promoción de la Academia General del Aire exponen opiniones "con libertad"​

Se sabe quién filtro la noticia, es decir cómo de un chat privado salta a los medios? O de eso nada de nada?
 
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Vídeo | Ferreras corta 3 veces a Fernando Berlín su crítica sobre Vox por el chat «denunciable» de los exmilitares​

07/12/2020 por Jota

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Vox está enganchado al programa de la Sexta televisión ‘Al rojo vivo’ y ya hasta sube cortes del programa de debate político que ellos denominan de forma despectiva «progre».​

La periodista de ‘La Razón’ Pilar Gómez manifestó que “lo que más me preocupa es que haya políticos, como hemos visto el líder de Vox, que estén en ese chat o que al menos hayan aparecido por ese chat y lo den como un punto de normalidad. Eso es lo peor…”.

Antonio García Ferreras empezó su festival de guadaña para interrumpir a sus colaboradores: “Yo creo que hay que precisar. Yo creo que Santiago Abascal no es que esté en ese chat, sino que alguien de ese chat utiliza y reenvía un mensaje en audio de Abascal. Además, el líder de Vox ha dicho en las últimas horas que no comparte lo que se dice en ese chat y que no formaba parte del chat”.
Ferreras dio paso a las declaraciones de Abascal en las que se pronunció al respecto:» me preocupan otro tipo de chats, el de la ETA, el de las mafias, el del comunismo y el separatismo golpista en el que está Pedro Sánchez y no un chat de militares retirados en el que, por cierto, jamás he participado”.
Tras el vídeo el presentador dio turno al director de ‘La cafetera’, Fernando Berlín, que también fue interrumpido: “Se manejan en un equilibrio, porque hay un equilibrio…” manifestó mientras era interrumpido por Ferreras “Ha dicho que no lo comparte, eh”.

“Podré terminar”, recriminó Berlín, «se manejan en un equilibrio y ayer escuchamos a Olona navegar en esa línea de no criticar…“, manifestó cuando fue interrumpido de nuevo por Ferreras. “Pero Macarena Olona no se refería al chat Fernando, se refería a la carta, que es diferente”, matizó Ferreras.
Fernando Berlín lo intentó de nuevo: ¿Podré hablar? ¿No sé que interés hay en que yo no pueda decir lo que yo quiero», expresó Berlín siendo interrumpido de nuevo por Ferreras: «es muy sencillo, cuando Olona dice que son de los nuestros habla de la carta, no del chat».
Berlín replicó: «que fue promovida por los que están en el chat». «No sé muy bien que objeto tiene esto, pero en fin, si quiere defender esa posición me parece bien». «Lo que es evidente es que estaba haciendo equilibrios trayendo a la discusión asuntos y chats que figuran en a imaginación de Abascal, porque no se a que chats se refiere con eso de los aliados la ETA».

Vox publicó este fragmento en Twitter cortando la parte en la que Berlín dice que «la cuestión es criticar una cosa que es evidentemente denunciable».

 
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