Católica, trágica e infiel: la convulsa historia de la monarquía belga

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Católica, trágica e infiel: la convulsa historia de la monarquía belga
Isabel, de 18 años, está llamada a ser la primera reina tras la abolición de la ley sálica y es la gran esperanza para modernizar la institución

La familia real belga al completo, con los reyes Felipe y Matilde en el centro, en una imagen oficial distribuida el pasado 26 de octubre con motivo del 18º cumpleaños de la princesa Isabel.

La familia real belga al completo, con los reyes Felipe y Matilde en el centro, en una imagen oficial distribuida el pasado 26 de octubre con motivo del 18º cumpleaños de la princesa Isabel.

Las noticias sobre la monarquía belga rezuman tranquilidad en tiempos de pandemia. El rey Felipe apareció dando zancadas en la cuenta real de Instagram, pantalón largo de chándal y móvil en mano, tras apuntarse al reto covid-19 km, por el cual debía completar esa distancia con fines humanitarios. La reina Matilde hizo la compra personalmente en el supermercado. Ambos acudieron al Museo de Bellas Artes de Bruselas sin pasar por peluquería en solidaridad con las obligadas greñas del pueblo confinado. Mientras, los cuatro príncipes y princesas, recluidos en palacio, dedicaron parte de su tiempo a dar ánimos a más de 300 ancianos por teléfono. Y la mayor, Isabel, heredera al trono, anunció a sus 18 años que este verano empezará su formación militar.




La futura reina será la primera mujer en alcanzar la jefatura del Estado tras la abolición de la ley sálica en 1991, y es la gran esperanza de modernización de una institución que ha sobrevivido a la brutal colonización del Congo, las reticencias sobre su papel durante la ocupación nazi, la inasequible tendencia de flamencos y valones a la autodestrucción, infidelidades acreditadas y por acreditar, hijos ilegítimos, veleidades de príncipes insatisfechos, sospechas de evasión fiscal y trágicos accidentes.

El cóctel, agitado durante décadas, reúne los ingredientes para hacer caer cualquier símbolo, pero los cimientos han resistido. “Los belgas son un pueblo resignado”, dice el periodista Thierry Debels, autor de varios libros sobre la casa real.

En los últimos años ha habido muestras de descontento contra un célebre antepasado lejano. Algunas estatuas del rey Leopoldo II, el segundo de los siete monarcas belgas, fueron teñidas de pintura roja para exigir la retirada del espacio público de una figura que esclavizó y abocó a la muerte a millones de congoleños para enriquecerse con el caucho y el marfil.

Sus sucesores no cargan con una losa tan pesada, pero su tránsito por la historia está llena de contratiempos. Al haber tenido cuatro hijas pero ningún heredero varón, el que fuera dueño del Congo dejó el puesto a su sobrino, Alberto I. Su popularidad escaló con su enconada resistencia frente a las tropas alemanas en la I Guerra Mundial, cuando participó en la ofensiva para liberar el país. Por eso, su muerte en un accidente de alpinismo en 1934 fue difícil de digerir para el pueblo belga, que buscó explicaciones menos convencionales. “Sigo pensando que fue asesinado por su mujer, Elisabeth, que no soportaba que tuviera otras relaciones”, afirma Debels. La controversia se ha prolongado hasta nuestros días, pero en 2016 la Universidad de Lovaina certificó que la sangre hallada en las Ardenas era suya.

Si el primer gran conflicto armado del siglo XX encumbró a Alberto I, lo contrario sucedería con su hijo Leopoldo III en el segundo. Su escasa resistencia al régimen nazi durante la ocupación le granjeó amplias antipatías. En 1950 ganó por escaso margen una consulta sobre si debía seguir reinando, pero la fractura social y disturbios con muertos acabaron por convencerle de que el único modo de calmar los ánimos era abdicar. En 2011, un libro le atribuyó la paternidad de Ingeborg Verdun, afincada en EE UU, fruto de su relación con una campeona de patinaje sobre hielo austriaca pocos años después de perder a su primera esposa, Astrid de Suecia, en un accidente de tráfico.

Tras su renuncia, la papeleta recayó en Balduino. El nuevo rey formaría junto a la madrileña Fabiola de Mora y Aragón una pareja intransigente en cuestiones éticas. “Era muy próxima a Franco y al catolicismo extremo”, afirma Debels sobre la aristócrata española. La mayor expresión de ese fervor llegó cuando Balduino dejó el trono durante 36 horas para evitar firmar la ley del aborto. Los mayores desengaños, su imposibilidad de tener hijos y las sospechas de que Fabiola usó una fundación para evadir impuestos. Pese a los claroscuros posteriores, su idilio fue recibido con alivio. El Gobierno temía que prosperara un romance secreto con su madrastra, Lilian Baels.

En 1993, un ataque al corazón acabó con la vida de Balduino en Motril (Granada), donde veraneaba. Su repentino adiós a los 62 años aupó al trono a su hermano Alberto II, padre del actual monarca. Y con él llegaría a la corte la italiana Paola, una de las princesas de mayor belleza de su época.

El nuevo rey supo desprenderse de la cerrazón religiosa que tantos quebraderos de cabeza provocó a su padre, pero no eludió la controversia ni en su vertiente política ni en la personal. En 2011 criticó la incapacidad de la clase política para formar Gobierno ante el vacío de poder que dejó a Bélgica 541 días sin Ejecutivo, pero sus palabras se interpretaron como un exceso en el limitado papel que la Constitución reserva a la monarquía. En el lado íntimo, mantuvo una relación paralela durante 18 años con la baronesa Sybille de Selys Longchamps, de la que nació Delphine Boël, una hija a la que nunca llegó a reconocer pese a que este año las pruebas de ADN confirmaron el parentesco. Su divorcio de Paola para echarse en brazos de su amante estuvo preparado dos veces, pero la baronesa se arrepintió con los flecos legales ya cerrados.

Con esos antecedentes, el actual mandato del rey Felipe, en el que abdicó en 2013, parece una balsa de aceite solo agitada por las excentricidades del disoluto príncipe Lorenzo. La vulgar cotidianidad de la que hacen gala estos días tal vez sea la mejor demostración de la solidez de una institución con la que no han podido décadas de engaños, guerras y cambios políticos.

 
Ni un comentario a tan incisivo resumen sobre esta familia.

Podría añadirse que el escándalo provocado en su tiempo por las condiciones de explotación inhumanas sádica de los congoleños (con amputaciones de manos, flagelaciones y violaciones de mujeres, rompiendo las comunidades) , propiedad personal del impresentable Leopoldo II, obligo a este a deshacerse de su colonia atroz, pero vendiéndola al gobierno belga por una fortuna.

Para colmo, la fortuna del Congo que obtenía Leopoldo ll, la gastaba en los millonarios caprichos de una golfilla rondando los 20 frente al viejo rey avaro y déspota con su difunta esposa y las hijas que le dio. La golfilla, a la que publicamente dio un título de nobleza, castillo y casoplon en la Costa Azul y dónde se le antojase, tuvo dos hijos que hizo creer al viejo cómo suyos, cuando en realidad eran de su chulo, que se daba también la gran vida a costa de la esclavitud de los congoleños y la debilidad del viejo por su amante. Se casaron tras la muerte del rey, que la dejo forradisima, aunque se separarían más tarde.

Sobre tan oscura época del Congo es recomendable, aparte del famoso ensayo, la novela "Siete casas en Francia" de Bernardo Atxaga, y , claro, "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad".

Por cierto, Leopoldo II había tenido un hijo, el príncipe Leopoldo, Duque de Brabante, que murió a los 10 años al caerse a un estanque. El rey se derrumbó ante su féretro en el funeral y embarazo de nuevo a su mujer, pero nació la tercera de las hijas, y ya no intentaron tener más.

Su sucesor, su sobrino Alberto I, no rechazo la fortuna de su tio. Siguen disfrutando de los réditos acumulados a partir del origen de dicha fortuna.

Y la historia de esta familia con el Congo continuo: durante el proceso de independencia, el rey Balduino prometió al inteligente e instruido democrata Patrice Lumunba, que Bélgica respetaría la soberanía del Congo en todos los aspectos. Pero tras la independencia y ser elegido presidente, Lumumba anuncio la nacionalización de minas y recursos naturales. Inmediatamente, Bélgica, Francia, Gran Bretaña y los USA,entre otros, a través de la CIA, apoyaron un golpe de Estado a través del general Mobutu, que secuestro, torturó y asesino a Patrice Lumumba y los ministros de su gobierno -. El rey Balduino no se pronunció públicamente en contra de lo ocurrido, se limitaría a buscar la absolución de su confesor y en paz.

Un abrazo, querida @Coti7495
 
Última edición:
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Rumores de niñas, violaciones, un "amigo" asesino en serie, etc etc

más sórdida y "católica" la familia desde luego no puede ser.


Albert siempre ha estado rodeado de gente muy poco recomendable, el único amigo medianamente decente que tuvo fue el Baron Solvay, el padrino de Laurent (en cuya casa vivió éste bastante tiempo y que fue como otro padre para él), no sé si aquello de "dime con quien andas y te diré quien eres" sea tan cierto aquí.

Y por algo será que Philippe nunca ha permitido que sus hijos veraneen con sus abuelos, Laurent sólo lo permite si va Claire a bordo.

No puedo confirmar nada porque a mí me gustan los hechos y no los bulos al respecto de cosas tan serias, pero si es cierto que el círculo de amigos del antiguo rey era poco más que sórdido, no sé si siga frecuentando la misma gente o que desde que se reconcilió con Paola haya cambiado su rumbo.
 
Lo de las orgías sexuales de Alberto de Bélgica era algo bastante sabido, lo de que podía haber menores es la primera vez que lo leo.
Que se habló mucho y quedaron muchas sombras en torno al caso Dutroux si, que se intentó involucrar a la casa real, también, nunca se pudo demostrar nada, al final es como todo calumnia que algo queda...
Una vez mas Laurent no se sabe ni lo que pretende ni que intereses le mueven..
 
Ni un comentario a tan incisivo resumen sobre esta familia.

Podría añadirse que el escándalo provocado en su tiempo por las condiciones de explotación inhumanas sádica de los congoleños (con amputaciones de manos, flagelaciones y violaciones de mujeres, rompiendo las comunidades) , propiedad personal del impresentable Leopoldo II, obligo a este a deshacerse de su colonia atroz, pero vendiéndola al gobierno belga por una fortuna.

Para colmo, la fortuna del Congo que obtenía Leopoldo ll, la gastaba en los millonarios caprichos de una golfilla rondando los 20 frente al viejo rey avaro y déspota con su difunta esposa y las hijas que le dio. La golfilla, a la que publicamente dio un título de nobleza, castillo y casoplon en la Costa Azul y dónde se le antojase, tuvo dos hijos que hizo creer al viejo cómo suyos, cuando en realidad eran de su chulo, que se daba también la gran vida a costa de la esclavitud de los congoleños y la debilidad del viejo por su amante. Se casaron tras la muerte del rey, que la dejo forradisima, aunque se separarían más tarde.

Sobre tan oscura época del Congo es recomendable, aparte del famoso ensayo, la novela "Siete casas en Francia" de Bernardo Atxaga, y , claro, "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad".

Por cierto, Leopoldo II había tenido un hijo, el príncipe Leopoldo, Duque de Brabante, que murió a los 10 años al caerse a un estanque. El rey se derrumbó ante su féretro en el funeral y embarazo de nuevo a su mujer, pero nació la tercera de las hijas, y ya no intentaron tener más.

Su sucesor, su sobrino Alberto I, no rechazo la fortuna de su tio. Siguen disfrutando de los réditos acumulados a partir del origen de dicha fortuna.

Y la historia de esta familia con el Congo continuo: durante el proceso de independencia, el rey Balduino prometió al inteligente e instruido democrata Patrice Lumunba, que Bélgica respetaría la soberanía del Congo en todos los aspectos. Pero tras la independencia y ser elegido presidente, Lumumba anuncio la nacionalización de minas y recursos naturales. Inmediatamente, Bélgica, Francia, Gran Bretaña y los USA,entre otros, a través de la CIA, apoyaron un golpe de Estado a través del general Mobutu, que secuestro, torturó y asesino a Patrice Lumumba y los ministros de su gobierno -. El rey Balduino no se pronunció públicamente en contra de lo ocurrido, se limitaría a buscar la absolución de su confesor y en paz.

Un abrazo, querida @Coti7495
Un honor, como siempre, recibir un tan fundado comentario tuyo querida Amelia.
Gracias por contarnos toda esta parte de la historia que desconocìa.
Un gran abrazo.
 
Lo de las orgías sexuales de Alberto de Bélgica era algo bastante sabido, lo de que podía haber menores es la primera vez que lo leo.
Que se habló mucho y quedaron muchas sombras en torno al caso Dutroux si, que se intentó involucrar a la casa real, también, nunca se pudo demostrar nada, al final es como todo calumnia que algo queda...
Una vez mas Laurent no se sabe ni lo que pretende ni que intereses le mueven..
Pero los intereses de Laurent parecen ir detràs de que alguno de los miembros de su familia lo salve del problema financiero que tiene, verdad?
Cada familia esconde algo debajo de la alfombra y èl parece querer aprovecharlo en su beneficio.
 
Pero los intereses de Laurent parecen ir detràs de que alguno de los miembros de su familia lo salve del problema financiero que tiene, verdad?
Cada familia esconde algo debajo de la alfombra y èl parece querer aprovecharlo en su beneficio.
Creo que aparte de que busque solucionar sus problemas financieros tiene un gran resentimiento con Alberto, el motivo el sabrá...
Los actuales reyes hicieron muy bien en marcar distancias con los anteriores....
 
Cada casa Real tiene sus muertos. En este caso, todo un pueblo enteró. Que dan escalofríos todo lo que hicieron para obtener fortuna.
Pero de esa fortuna viven y vivirán.
A Felipe la verdad nunca lo vi muy cercano a sus padres y a sus hijos tampoco. Hacen bien.
Lo de Fabiola las que llevan el catolicismo al extremo al final son las peores.
Por ahora Felipe se está salvando.
 
Albert siempre ha estado rodeado de gente muy poco recomendable, el único amigo medianamente decente que tuvo fue el Baron Solvay, el padrino de Laurent (en cuya casa vivió éste bastante tiempo y que fue como otro padre para él), no sé si aquello de "dime con quien andas y te diré quien eres" sea tan cierto aquí.

Y por algo será que Philippe nunca ha permitido que sus hijos veraneen con sus abuelos, Laurent sólo lo permite si va Claire a bordo.

No puedo confirmar nada porque a mí me gustan los hechos y no los bulos al respecto de cosas tan serias, pero si es cierto que el círculo de amigos del antiguo rey era poco más que sórdido, no sé si siga frecuentando la misma gente o que desde que se reconcilió con Paola haya cambiado su rumbo.


Lo de las orgías sexuales de Alberto de Bélgica era algo bastante sabido, lo de que podía haber menores es la primera vez que lo leo.
Que se habló mucho y quedaron muchas sombras en torno al caso Dutroux si, que se intentó involucrar a la casa real, también, nunca se pudo demostrar nada, al final es como todo calumnia que algo queda...
Una vez mas Laurent no se sabe ni lo que pretende ni que intereses le mueven..

No conozco personalmente a Alberto, y si fuese cierto le aborreceria, pero en una entrevista con el y su mujer que colgué con tal título en el foro belga, cuando le preguntan cual fue el momento más duro de su reinado, espontáneamente mencionó sentir el dolor de las familias de las niñas del caso Dutroix, dijo que fue un caso que le impacto mucho, que sintió un malestar incluso físico, por el horror de los hechos, que fue tremendo sentir el dolor de esas familias.

Que diferencia con la entrevista a Andy de Inglaterra: el hecho de que no condenarse los hechos ni se solidarizase con las víctimas, solo con su amigo pederasta, demostró su culpa.

Pero Alberto espontáneamente mencionó el caso Dutroux. Creo que de haber tenido algo que ver no lo hubiese mencionado, podría haber comentado otros hechos, sería meterse en un jardín donde no querría ser visto, pero lo menciono sin duda y un gran sentimiento de pena.

Por eso, no creo que sea culpable de eso, y que Philippe no les haya dejado pasar vacaciones a sus hijos con los abuelos puede deberse también - especulo- a que Alberto y Paola no deseen hacerse cargo de 4 nietos y entretenerlos a todas horas, son una pareja muy centrada en ellos mismos. Por la misma razon, Laurent puede mandar a su esposa e hijos, para que la madre se ocupe de ellos cuando los abuelos deseen estar tranquilos.

Sin poner la mano en el fuego por nadie, creo que las acusaciones pederastas de Alberto son una calumnia.

Y la actitud rencorosa de Laurent, el chanchullero numero 1, y si es cierto que busca incriminar a su padre, me parece incalificable.
 
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