CASO NOOS. Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva. Voluntariado en Hogar Don Orione. Traslado al centro de inserción social Melchor Rodríguez García

No soy monarquica, no me gusta el proceder en este caso de los Urdangarin pero voy a poner mi opinión.Interesante articulo.
Infanta Cristina: "Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país"
Después de 61 sesiones repartidas en seis meses, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo. GTRES
Cristina de Borbón sigue pensando que no son culpables: "Iñaki hizo su trabajo"
ESTEBAN URREIZTIETA
17/12/2016 03:07
La Infanta Cristina no pudo contenerse y ejerció su derecho a la última palabra del juicio en un pasillo antes de abandonar la sala de la Audiencia de Palma en la que se celebró el juicio del caso Nóos.
Después de 61 sesiones repartidas en 164 días de seis meses, entre el 11 de enero y el 22 de junio de este año, en las que midió cada una de sus palabras en privado, extremó la cortesía con el resto de imputados y no puso una mala cara a ninguno de los presentes, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo.
Como si descorchara una botella de champán agitada durante todo ese tiempo, compartió sus verdaderos sentimientos al término de la última jornada lanzando una premonición que pretende cumplir a rajatabla.
"Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país", (y este pueblo de que no vuelvas, ni tu ni ninguno de tu sangre azul, ni tus hijos cada verano a disfrutar de palacios y prebendas en Mallorca (siempre respetanto que son menores)confesó de viva voz Cristina de Borbón al quedar el juicio visto para sentencia, dando la sensación de que había esperado hasta el último suspiro para desahogarse.

Acompañó sus palabras, escuchadas por varios testigos presenciales a los que ha tenido acceso EL MUNDO, de una protocolaria despedida y se marchó con la decidida intención de no volver.

El próximo 22 de diciembre se cumplirán dos años de la decisión del juez José Castro de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo de los acusados. Mientras aguarda el fallo, Cristina de Borbón sólo habla de su madre y de sus hijos. Sobre todo del mayor, Juan Valentín, por el que reconoce estar muy preocupada por cómo ha digerido el proceso judicial(yo tambien creo que el chaval lo esta pasando mal y me temo que este odiando a todos los españoles por lo que estamos "haciendoles sufrir" a su familia) Pero también de la Infanta Elena, de la que asegura que siempre agradecerá el apoyo que le está prestando en estos momentos. Eso sí, ni una sola mención a su padre y a su hermano entre sus amistades.(normal, uno por dejarla pasar este trago sin su apoyo cuando pudo tapar todo como lo viene haciendo siempre y el otro por repudiarla sabiendo lo que tiene debajo de sus alfombras)

Recuerda con amargura el tiempo que pasaron en Barcelona tras su periplo americano en Washington, después del verano de 2012, por culpa del calvario que tuvo que pasar su hijo con sus compañeros de clase, (el chaval no es culpable y como madre me sentiria igual)que le recordaban una y otra vez la situación de sus padres en el caso Nóos, y no está dispuesta a que se repita una situación semejante. Por cruel y por injusta. Porque ellos, aseguran fuentes de su entorno más próximo a este periódico, siguen repitiendo hasta la saciedad que no han hecho nada malo ni tienen por qué arrepentirse. Y que cuanto más lo piensan, más reafirmados están en su posición.

Iñaki Urdangarin, razona la Infanta a quien le quiere escuchar, se dedicó a prestar asesorías a empresas y a administraciones públicas a través del Instituto Nóos. "Iñaki hizo su trabajo", insiste. La Casa Real supervisó todos sus movimientos y los bendijo. Y ella no hizo "nada que no haga cualquier otro español", por irregular que fuera.

Las personas con las que ha hablado La Otra Crónica explican que Cristina de Borbón ha llegado a poner como ejemplo el falso contrato de autoalquiler de su palacete de Pedralbes, destapado en estas páginas, y que precipitó su imputación al pulverizar su línea de defensa, basada en que está enamorada y no sabía lo que hacía cuando estampaba su firma. Y es que ella y no su marido, de su puño y letra, rubricó un falso contrato por el que simulaba el arrendamiento de su domicilio ante Hacienda para pagar menos impuestos por la vía de generar un gasto ficticio. Bien, pues Cristina de Borbón reconoce que si bien es una práctica irregular, está totalmente extendida entre la población española. "¿Quién no hace cosas de ésas?", se justifica.

En ningún caso realiza el más mínimo acto de contrición y no está dispuesta a que la mayoría de ciudadanos actúe de esa manera y ella no pueda hacer lo mismo por ser Infanta de España. Por eso le gusta Suiza, se sienten cómodos en Ginebra, donde nadie les habla de Nóos ni del juicio ni les persiguen los periodistas y donde Doña Sofía les acompaña cada vez durante más tiempo.(antes de reina madre, punto)

Ha vivido con dolor la traición de quien consideraban su amigo de toda la vida, el regatista olímpico José Luis Pepote Ballester, que pactó con la Fiscalía y delató al ex duque de Palma durante el juicio. "El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio", declaró, ante lo que Cristina de Borbón no pudo contenerse y exclamó "¡qué vergüenza!" desde su posición en el banquillo.(estoy de acuerdo con ella, un vendido)

Instalada ahora en una actitud "pasota", como la define alguien que la ha tratado hace unas semanas, no elude la dureza del repudio familiar. "¿Sabéis lo duro que es tener que pedir permiso para coger un vaso de agua en la que ha sido mi casa toda la vida?", ha llegado a comentar.

Reitera que se siente "abandonada" por los suyos, que tanto ella como su marido están siendo víctimas de una "tremenda injusticia" y que son las "cabezas de turco" de una suerte de complot contra la monarquía que ha contado, siempre según su versión, con las más altas complicidades.
(Pues Cristina te recomiendo que cuando acabe todo esto, lejos de este pais de merde y pensando en que posiblemente quieras explayarte escribas un libro que sería bestseller sobre quienes son esas "altas complicidades". Porque yo no creo que Leticia sola pueda tener el poder que tu le das)

Este reciente retrato de la Infanta por boca de sus más cercanos coincide con el que realizó la periodista Ana Romero en El Español hace algo menos de un año. "Es muy duro que tu familia te abandone", ponía en boca de Cristina de Borbón, de la que aseguró que "jamás" pudo imaginar que fuera a ser despachada con "ignorancia" y "menosprecio".( cierto, arropo a la adosada cuando "supuestamente" llegó. Su padre tenia que tapar lo suyo y estaba ocupado de medicos y hospitales , ademas que creo que no le dejaron, le dijerón o cae tu hija o cae la institución entera, su hermano ni pincha ni corta esta bajo el yugo del Cardenal Cisneros)

Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.(pues si Cristina lo dice habrá que creerla, nada que añadir)

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su "desmedida ambición" y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.(siempre las sombras monarquicas, ningun cambio despues de siglos, con duendes pululando por palacio, como dijo Raul del Pozo)

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.(cierto pero lo que necesito saber es si "lo nuevo" es mejor o peor que lo viejo")

En vísperas de las Navidades de 2014 el juez Castro quiso adelantar su decisión de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo para distanciarla del discurso navideño del monarca.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma rechazó aplicar el atajo de la doctrina Botín para ahorrarle el trance y le avaló la Audiencia de Palma, subrayando la existencia de "numerosos indicios" para imputarla.

Había "cooperado" con su marido para defraudar a Hacienda en los ejercicios 2007 y 2008 a través de la sociedad familiar Aizoon, con la que cobraron cuantiosas minutas de grandes empresas a cambio de asesorías inexistentes una vez que el Instituto Nóos cayó en desgracia. Y, como "Hacienda somos todos", recalcó Castro parafraseando el célebre eslogan, Cristina de Borbón debía ser juzgada como un ciudadano más.

"Señora, no se preocupe, tiene que estar tranquila", le intentaron animar en un receso del juicio un grupo de letrados. Cristina de Borbón replicó: "Al principio de este proceso me dijeron que no me preocupara y que estuviera tranquila porque no me imputarían, y me imputaron; luego me dijeron que no me preocupara porque el asunto no iría a juicio, y me sentaron en el banquillo; luego, que el tribunal admitiría la cuestión previa -la célebre doctrina Botínque fue esgrimida por sus abogados- y que me podría ir, y aquí estoy... Pero, vamos, que tranquila estoy", les respondió con irónica resignación.

Con todo, Cristina de Borbón es moderadamente optimista y cree que finalmente saldrá absuelta. Sin embargo, tiene asumido que Iñaki Urdangarin ingresará en prisión. Porque si no, todo lo que ha ocurrido, razona, no tendría sentido. La operación urdida contra ellos necesita un "sacrificio" y la víctima será su esposo, del que ni se plantea divorciarse y al que está más unida que nunca. Iñaki está extremadamente delgado, ha envejecido diez años de golpe, pero todavía no ha perdido el sentido del humor y se atreve a bromear con la situación que están viviendo.

Eso sí, de renunciar a los derechos dinásticos, ni hablar. Eso supondría admitir por parte de la Infanta su culpabilidad y dar la razón a quienes han urdido el maquiavélico plan para derribarles. Por eso aguantarán lo que venga sin dar un solo paso atrás, pero también sin atacar públicamente a la institución por el "respeto" que sienten por ella.

"Ahora nos tendrán en vilo seis meses más", dijo el pasado mes de junio al abandonar la sala de juicio, pronosticando, sin saberlo, que el tribunal apuraría al máximo sus plazos al no ponerse de acuerdo con qué hacer finalmente con los ex duques de Palma. "De lo que se trata es de alimentar a la bicha", sentenció.


http://www.elmundo.es/loc/2016/12/17/58542a7822601d7e238b4642.html
 
Mira la chula.... a ver si es verdad y no vuelves, pero eso si que te pague el Aga el can cariño o tu hermanito de su caja de galletas.


¿ El hermanito ? jajajaja, al hermanito lo único que le preocupa es continuar viviendo de la sopa boba de los españoles, limpiar su imagen a costa de su hermana y cuñado , por lo que lo único que le interesa al hermanito es dar la imagen de honesto y claro limpiador de su chiringo particular, aumentar el contenido de su caja de galletast, tener contenta a la parienta y evitar que la suegra y la cuñada no se desmadren. El hermanito sabe mas que nadie que su papi tiene suficiente para dar y regalar a todo quisqui que desee. El hermanito no le preocupa la hermana y sobrinos porque sabe que sus papis apoquinan con todo lo que necesitan, hasta podría tener celos de su hermana y compartirlos con su mujer que seguro siempre los ha tenido, me refiero a celos por la ayuda que la hermana recibe de sus papis.
 
No soy monarquica, no me gusta el proceder en este caso de los Urdangarin pero voy a poner mi opinión.Interesante articulo.
Infanta Cristina: "Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país"
Después de 61 sesiones repartidas en seis meses, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo. GTRES
Cristina de Borbón sigue pensando que no son culpables: "Iñaki hizo su trabajo"
ESTEBAN URREIZTIETA
17/12/2016 03:07
La Infanta Cristina no pudo contenerse y ejerció su derecho a la última palabra del juicio en un pasillo antes de abandonar la sala de la Audiencia de Palma en la que se celebró el juicio del caso Nóos.
Después de 61 sesiones repartidas en 164 días de seis meses, entre el 11 de enero y el 22 de junio de este año, en las que midió cada una de sus palabras en privado, extremó la cortesía con el resto de imputados y no puso una mala cara a ninguno de los presentes, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo.
Como si descorchara una botella de champán agitada durante todo ese tiempo, compartió sus verdaderos sentimientos al término de la última jornada lanzando una premonición que pretende cumplir a rajatabla.
"Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país", (y este pueblo de que no vuelvas, ni tu ni ninguno de tu sangre azul, ni tus hijos cada verano a disfrutar de palacios y prebendas en Mallorca (siempre respetanto que son menores)confesó de viva voz Cristina de Borbón al quedar el juicio visto para sentencia, dando la sensación de que había esperado hasta el último suspiro para desahogarse.

Acompañó sus palabras, escuchadas por varios testigos presenciales a los que ha tenido acceso EL MUNDO, de una protocolaria despedida y se marchó con la decidida intención de no volver.

El próximo 22 de diciembre se cumplirán dos años de la decisión del juez José Castro de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo de los acusados. Mientras aguarda el fallo, Cristina de Borbón sólo habla de su madre y de sus hijos. Sobre todo del mayor, Juan Valentín, por el que reconoce estar muy preocupada por cómo ha digerido el proceso judicial(yo tambien creo que el chaval lo esta pasando mal y me temo que este odiando a todos los españoles por lo que estamos "haciendoles sufrir" a su familia) Pero también de la Infanta Elena, de la que asegura que siempre agradecerá el apoyo que le está prestando en estos momentos. Eso sí, ni una sola mención a su padre y a su hermano entre sus amistades.(normal, uno por dejarla pasar este trago sin su apoyo cuando pudo tapar todo como lo viene haciendo siempre y el otro por repudiarla sabiendo lo que tiene debajo de sus alfombras)

Recuerda con amargura el tiempo que pasaron en Barcelona tras su periplo americano en Washington, después del verano de 2012, por culpa del calvario que tuvo que pasar su hijo con sus compañeros de clase, (el chaval no es culpable y como madre me sentiria igual)que le recordaban una y otra vez la situación de sus padres en el caso Nóos, y no está dispuesta a que se repita una situación semejante. Por cruel y por injusta. Porque ellos, aseguran fuentes de su entorno más próximo a este periódico, siguen repitiendo hasta la saciedad que no han hecho nada malo ni tienen por qué arrepentirse. Y que cuanto más lo piensan, más reafirmados están en su posición.

Iñaki Urdangarin, razona la Infanta a quien le quiere escuchar, se dedicó a prestar asesorías a empresas y a administraciones públicas a través del Instituto Nóos. "Iñaki hizo su trabajo", insiste. La Casa Real supervisó todos sus movimientos y los bendijo. Y ella no hizo "nada que no haga cualquier otro español", por irregular que fuera.

Las personas con las que ha hablado La Otra Crónica explican que Cristina de Borbón ha llegado a poner como ejemplo el falso contrato de autoalquiler de su palacete de Pedralbes, destapado en estas páginas, y que precipitó su imputación al pulverizar su línea de defensa, basada en que está enamorada y no sabía lo que hacía cuando estampaba su firma. Y es que ella y no su marido, de su puño y letra, rubricó un falso contrato por el que simulaba el arrendamiento de su domicilio ante Hacienda para pagar menos impuestos por la vía de generar un gasto ficticio. Bien, pues Cristina de Borbón reconoce que si bien es una práctica irregular, está totalmente extendida entre la población española. "¿Quién no hace cosas de ésas?", se justifica.

En ningún caso realiza el más mínimo acto de contrición y no está dispuesta a que la mayoría de ciudadanos actúe de esa manera y ella no pueda hacer lo mismo por ser Infanta de España. Por eso le gusta Suiza, se sienten cómodos en Ginebra, donde nadie les habla de Nóos ni del juicio ni les persiguen los periodistas y donde Doña Sofía les acompaña cada vez durante más tiempo.(antes de reina madre, punto)

Ha vivido con dolor la traición de quien consideraban su amigo de toda la vida, el regatista olímpico José Luis Pepote Ballester, que pactó con la Fiscalía y delató al ex duque de Palma durante el juicio. "El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio", declaró, ante lo que Cristina de Borbón no pudo contenerse y exclamó "¡qué vergüenza!" desde su posición en el banquillo.(estoy de acuerdo con ella, un vendido)

Instalada ahora en una actitud "pasota", como la define alguien que la ha tratado hace unas semanas, no elude la dureza del repudio familiar. "¿Sabéis lo duro que es tener que pedir permiso para coger un vaso de agua en la que ha sido mi casa toda la vida?", ha llegado a comentar.

Reitera que se siente "abandonada" por los suyos, que tanto ella como su marido están siendo víctimas de una "tremenda injusticia" y que son las "cabezas de turco" de una suerte de complot contra la monarquía que ha contado, siempre según su versión, con las más altas complicidades.
(Pues Cristina te recomiendo que cuando acabe todo esto, lejos de este pais de merde y pensando en que posiblemente quieras explayarte escribas un libro que sería bestseller sobre quienes son esas "altas complicidades". Porque yo no creo que Leticia sola pueda tener el poder que tu le das)

Este reciente retrato de la Infanta por boca de sus más cercanos coincide con el que realizó la periodista Ana Romero en El Español hace algo menos de un año. "Es muy duro que tu familia te abandone", ponía en boca de Cristina de Borbón, de la que aseguró que "jamás" pudo imaginar que fuera a ser despachada con "ignorancia" y "menosprecio".( cierto, arropo a la adosada cuando "supuestamente" llegó. Su padre tenia que tapar lo suyo y estaba ocupado de medicos y hospitales , ademas que creo que no le dejaron, le dijerón o cae tu hija o cae la institución entera, su hermano ni pincha ni corta esta bajo el yugo del Cardenal Cisneros)

Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.(pues si Cristina lo dice habrá que creerla, nada que añadir)

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su "desmedida ambición" y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.(siempre las sombras monarquicas, ningun cambio despues de siglos, con duendes pululando por palacio, como dijo Raul del Pozo)

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.(cierto pero lo que necesito saber es si "lo nuevo" es mejor o peor que lo viejo")

En vísperas de las Navidades de 2014 el juez Castro quiso adelantar su decisión de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo para distanciarla del discurso navideño del monarca.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma rechazó aplicar el atajo de la doctrina Botín para ahorrarle el trance y le avaló la Audiencia de Palma, subrayando la existencia de "numerosos indicios" para imputarla.

Había "cooperado" con su marido para defraudar a Hacienda en los ejercicios 2007 y 2008 a través de la sociedad familiar Aizoon, con la que cobraron cuantiosas minutas de grandes empresas a cambio de asesorías inexistentes una vez que el Instituto Nóos cayó en desgracia. Y, como "Hacienda somos todos", recalcó Castro parafraseando el célebre eslogan, Cristina de Borbón debía ser juzgada como un ciudadano más.

"Señora, no se preocupe, tiene que estar tranquila", le intentaron animar en un receso del juicio un grupo de letrados. Cristina de Borbón replicó: "Al principio de este proceso me dijeron que no me preocupara y que estuviera tranquila porque no me imputarían, y me imputaron; luego me dijeron que no me preocupara porque el asunto no iría a juicio, y me sentaron en el banquillo; luego, que el tribunal admitiría la cuestión previa -la célebre doctrina Botínque fue esgrimida por sus abogados- y que me podría ir, y aquí estoy... Pero, vamos, que tranquila estoy", les respondió con irónica resignación.

Con todo, Cristina de Borbón es moderadamente optimista y cree que finalmente saldrá absuelta. Sin embargo, tiene asumido que Iñaki Urdangarin ingresará en prisión. Porque si no, todo lo que ha ocurrido, razona, no tendría sentido. La operación urdida contra ellos necesita un "sacrificio" y la víctima será su esposo, del que ni se plantea divorciarse y al que está más unida que nunca. Iñaki está extremadamente delgado, ha envejecido diez años de golpe, pero todavía no ha perdido el sentido del humor y se atreve a bromear con la situación que están viviendo.

Eso sí, de renunciar a los derechos dinásticos, ni hablar. Eso supondría admitir por parte de la Infanta su culpabilidad y dar la razón a quienes han urdido el maquiavélico plan para derribarles. Por eso aguantarán lo que venga sin dar un solo paso atrás, pero también sin atacar públicamente a la institución por el "respeto" que sienten por ella.

"Ahora nos tendrán en vilo seis meses más", dijo el pasado mes de junio al abandonar la sala de juicio, pronosticando, sin saberlo, que el tribunal apuraría al máximo sus plazos al no ponerse de acuerdo con qué hacer finalmente con los ex duques de Palma. "De lo que se trata es de alimentar a la bicha", sentenció.


http://www.elmundo.es/loc/2016/12/17/58542a7822601d7e238b4642.html
No soy monarquica, no me gusta el proceder en este caso de los Urdangarin pero voy a poner mi opinión.Interesante articulo.
Infanta Cristina: "Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país"
Después de 61 sesiones repartidas en seis meses, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo. GTRES
Cristina de Borbón sigue pensando que no son culpables: "Iñaki hizo su trabajo"
ESTEBAN URREIZTIETA
17/12/2016 03:07
La Infanta Cristina no pudo contenerse y ejerció su derecho a la última palabra del juicio en un pasillo antes de abandonar la sala de la Audiencia de Palma en la que se celebró el juicio del caso Nóos.
Después de 61 sesiones repartidas en 164 días de seis meses, entre el 11 de enero y el 22 de junio de este año, en las que midió cada una de sus palabras en privado, extremó la cortesía con el resto de imputados y no puso una mala cara a ninguno de los presentes, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo.
Como si descorchara una botella de champán agitada durante todo ese tiempo, compartió sus verdaderos sentimientos al término de la última jornada lanzando una premonición que pretende cumplir a rajatabla.
"Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país", (y este pueblo de que no vuelvas, ni tu ni ninguno de tu sangre azul, ni tus hijos cada verano a disfrutar de palacios y prebendas en Mallorca (siempre respetanto que son menores)confesó de viva voz Cristina de Borbón al quedar el juicio visto para sentencia, dando la sensación de que había esperado hasta el último suspiro para desahogarse.

Acompañó sus palabras, escuchadas por varios testigos presenciales a los que ha tenido acceso EL MUNDO, de una protocolaria despedida y se marchó con la decidida intención de no volver.

El próximo 22 de diciembre se cumplirán dos años de la decisión del juez José Castro de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo de los acusados. Mientras aguarda el fallo, Cristina de Borbón sólo habla de su madre y de sus hijos. Sobre todo del mayor, Juan Valentín, por el que reconoce estar muy preocupada por cómo ha digerido el proceso judicial(yo tambien creo que el chaval lo esta pasando mal y me temo que este odiando a todos los españoles por lo que estamos "haciendoles sufrir" a su familia) Pero también de la Infanta Elena, de la que asegura que siempre agradecerá el apoyo que le está prestando en estos momentos. Eso sí, ni una sola mención a su padre y a su hermano entre sus amistades.(normal, uno por dejarla pasar este trago sin su apoyo cuando pudo tapar todo como lo viene haciendo siempre y el otro por repudiarla sabiendo lo que tiene debajo de sus alfombras)

Recuerda con amargura el tiempo que pasaron en Barcelona tras su periplo americano en Washington, después del verano de 2012, por culpa del calvario que tuvo que pasar su hijo con sus compañeros de clase, (el chaval no es culpable y como madre me sentiria igual)que le recordaban una y otra vez la situación de sus padres en el caso Nóos, y no está dispuesta a que se repita una situación semejante. Por cruel y por injusta. Porque ellos, aseguran fuentes de su entorno más próximo a este periódico, siguen repitiendo hasta la saciedad que no han hecho nada malo ni tienen por qué arrepentirse. Y que cuanto más lo piensan, más reafirmados están en su posición.

Iñaki Urdangarin, razona la Infanta a quien le quiere escuchar, se dedicó a prestar asesorías a empresas y a administraciones públicas a través del Instituto Nóos. "Iñaki hizo su trabajo", insiste. La Casa Real supervisó todos sus movimientos y los bendijo. Y ella no hizo "nada que no haga cualquier otro español", por irregular que fuera.

Las personas con las que ha hablado La Otra Crónica explican que Cristina de Borbón ha llegado a poner como ejemplo el falso contrato de autoalquiler de su palacete de Pedralbes, destapado en estas páginas, y que precipitó su imputación al pulverizar su línea de defensa, basada en que está enamorada y no sabía lo que hacía cuando estampaba su firma. Y es que ella y no su marido, de su puño y letra, rubricó un falso contrato por el que simulaba el arrendamiento de su domicilio ante Hacienda para pagar menos impuestos por la vía de generar un gasto ficticio. Bien, pues Cristina de Borbón reconoce que si bien es una práctica irregular, está totalmente extendida entre la población española. "¿Quién no hace cosas de ésas?", se justifica.

En ningún caso realiza el más mínimo acto de contrición y no está dispuesta a que la mayoría de ciudadanos actúe de esa manera y ella no pueda hacer lo mismo por ser Infanta de España. Por eso le gusta Suiza, se sienten cómodos en Ginebra, donde nadie les habla de Nóos ni del juicio ni les persiguen los periodistas y donde Doña Sofía les acompaña cada vez durante más tiempo.(antes de reina madre, punto)

Ha vivido con dolor la traición de quien consideraban su amigo de toda la vida, el regatista olímpico José Luis Pepote Ballester, que pactó con la Fiscalía y delató al ex duque de Palma durante el juicio. "El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio", declaró, ante lo que Cristina de Borbón no pudo contenerse y exclamó "¡qué vergüenza!" desde su posición en el banquillo.(estoy de acuerdo con ella, un vendido)

Instalada ahora en una actitud "pasota", como la define alguien que la ha tratado hace unas semanas, no elude la dureza del repudio familiar. "¿Sabéis lo duro que es tener que pedir permiso para coger un vaso de agua en la que ha sido mi casa toda la vida?", ha llegado a comentar.

Reitera que se siente "abandonada" por los suyos, que tanto ella como su marido están siendo víctimas de una "tremenda injusticia" y que son las "cabezas de turco" de una suerte de complot contra la monarquía que ha contado, siempre según su versión, con las más altas complicidades.
(Pues Cristina te recomiendo que cuando acabe todo esto, lejos de este pais de merde y pensando en que posiblemente quieras explayarte escribas un libro que sería bestseller sobre quienes son esas "altas complicidades". Porque yo no creo que Leticia sola pueda tener el poder que tu le das)

Este reciente retrato de la Infanta por boca de sus más cercanos coincide con el que realizó la periodista Ana Romero en El Español hace algo menos de un año. "Es muy duro que tu familia te abandone", ponía en boca de Cristina de Borbón, de la que aseguró que "jamás" pudo imaginar que fuera a ser despachada con "ignorancia" y "menosprecio".( cierto, arropo a la adosada cuando "supuestamente" llegó. Su padre tenia que tapar lo suyo y estaba ocupado de medicos y hospitales , ademas que creo que no le dejaron, le dijerón o cae tu hija o cae la institución entera, su hermano ni pincha ni corta esta bajo el yugo del Cardenal Cisneros)

Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.(pues si Cristina lo dice habrá que creerla, nada que añadir)

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su "desmedida ambición" y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.(siempre las sombras monarquicas, ningun cambio despues de siglos, con duendes pululando por palacio, como dijo Raul del Pozo)

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.(cierto pero lo que necesito saber es si "lo nuevo" es mejor o peor que lo viejo")

En vísperas de las Navidades de 2014 el juez Castro quiso adelantar su decisión de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo para distanciarla del discurso navideño del monarca.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma rechazó aplicar el atajo de la doctrina Botín para ahorrarle el trance y le avaló la Audiencia de Palma, subrayando la existencia de "numerosos indicios" para imputarla.

Había "cooperado" con su marido para defraudar a Hacienda en los ejercicios 2007 y 2008 a través de la sociedad familiar Aizoon, con la que cobraron cuantiosas minutas de grandes empresas a cambio de asesorías inexistentes una vez que el Instituto Nóos cayó en desgracia. Y, como "Hacienda somos todos", recalcó Castro parafraseando el célebre eslogan, Cristina de Borbón debía ser juzgada como un ciudadano más.

"Señora, no se preocupe, tiene que estar tranquila", le intentaron animar en un receso del juicio un grupo de letrados. Cristina de Borbón replicó: "Al principio de este proceso me dijeron que no me preocupara y que estuviera tranquila porque no me imputarían, y me imputaron; luego me dijeron que no me preocupara porque el asunto no iría a juicio, y me sentaron en el banquillo; luego, que el tribunal admitiría la cuestión previa -la célebre doctrina Botínque fue esgrimida por sus abogados- y que me podría ir, y aquí estoy... Pero, vamos, que tranquila estoy", les respondió con irónica resignación.

Con todo, Cristina de Borbón es moderadamente optimista y cree que finalmente saldrá absuelta. Sin embargo, tiene asumido que Iñaki Urdangarin ingresará en prisión. Porque si no, todo lo que ha ocurrido, razona, no tendría sentido. La operación urdida contra ellos necesita un "sacrificio" y la víctima será su esposo, del que ni se plantea divorciarse y al que está más unida que nunca. Iñaki está extremadamente delgado, ha envejecido diez años de golpe, pero todavía no ha perdido el sentido del humor y se atreve a bromear con la situación que están viviendo.

Eso sí, de renunciar a los derechos dinásticos, ni hablar. Eso supondría admitir por parte de la Infanta su culpabilidad y dar la razón a quienes han urdido el maquiavélico plan para derribarles. Por eso aguantarán lo que venga sin dar un solo paso atrás, pero también sin atacar públicamente a la institución por el "respeto" que sienten por ella.

"Ahora nos tendrán en vilo seis meses más", dijo el pasado mes de junio al abandonar la sala de juicio, pronosticando, sin saberlo, que el tribunal apuraría al máximo sus plazos al no ponerse de acuerdo con qué hacer finalmente con los ex duques de Palma. "De lo que se trata es de alimentar a la bicha", sentenció.


http://www.elmundo.es/loc/2016/12/17/58542a7822601d7e238b4642.html



Me parto con tus deducciones de lo que dice en el artículo.

No soy monarquica, no me gusta el proceder en este caso de los Urdangarin pero voy a poner mi opinión.Interesante articulo.
Infanta Cristina: "Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país"
Después de 61 sesiones repartidas en seis meses, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo. GTRES
Cristina de Borbón sigue pensando que no son culpables: "Iñaki hizo su trabajo"
ESTEBAN URREIZTIETA
17/12/2016 03:07
La Infanta Cristina no pudo contenerse y ejerció su derecho a la última palabra del juicio en un pasillo antes de abandonar la sala de la Audiencia de Palma en la que se celebró el juicio del caso Nóos.
Después de 61 sesiones repartidas en 164 días de seis meses, entre el 11 de enero y el 22 de junio de este año, en las que midió cada una de sus palabras en privado, extremó la cortesía con el resto de imputados y no puso una mala cara a ninguno de los presentes, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo.
Como si descorchara una botella de champán agitada durante todo ese tiempo, compartió sus verdaderos sentimientos al término de la última jornada lanzando una premonición que pretende cumplir a rajatabla.
"Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país", (y este pueblo de que no vuelvas, ni tu ni ninguno de tu sangre azul, ni tus hijos cada verano a disfrutar de palacios y prebendas en Mallorca (siempre respetanto que son menores)confesó de viva voz Cristina de Borbón al quedar el juicio visto para sentencia, dando la sensación de que había esperado hasta el último suspiro para desahogarse.

Acompañó sus palabras, escuchadas por varios testigos presenciales a los que ha tenido acceso EL MUNDO, de una protocolaria despedida y se marchó con la decidida intención de no volver.

El próximo 22 de diciembre se cumplirán dos años de la decisión del juez José Castro de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo de los acusados. Mientras aguarda el fallo, Cristina de Borbón sólo habla de su madre y de sus hijos. Sobre todo del mayor, Juan Valentín, por el que reconoce estar muy preocupada por cómo ha digerido el proceso judicial(yo tambien creo que el chaval lo esta pasando mal y me temo que este odiando a todos los españoles por lo que estamos "haciendoles sufrir" a su familia) Pero también de la Infanta Elena, de la que asegura que siempre agradecerá el apoyo que le está prestando en estos momentos. Eso sí, ni una sola mención a su padre y a su hermano entre sus amistades.(normal, uno por dejarla pasar este trago sin su apoyo cuando pudo tapar todo como lo viene haciendo siempre y el otro por repudiarla sabiendo lo que tiene debajo de sus alfombras)

Recuerda con amargura el tiempo que pasaron en Barcelona tras su periplo americano en Washington, después del verano de 2012, por culpa del calvario que tuvo que pasar su hijo con sus compañeros de clase, (el chaval no es culpable y como madre me sentiria igual)que le recordaban una y otra vez la situación de sus padres en el caso Nóos, y no está dispuesta a que se repita una situación semejante. Por cruel y por injusta. Porque ellos, aseguran fuentes de su entorno más próximo a este periódico, siguen repitiendo hasta la saciedad que no han hecho nada malo ni tienen por qué arrepentirse. Y que cuanto más lo piensan, más reafirmados están en su posición.

Iñaki Urdangarin, razona la Infanta a quien le quiere escuchar, se dedicó a prestar asesorías a empresas y a administraciones públicas a través del Instituto Nóos. "Iñaki hizo su trabajo", insiste. La Casa Real supervisó todos sus movimientos y los bendijo. Y ella no hizo "nada que no haga cualquier otro español", por irregular que fuera.

Las personas con las que ha hablado La Otra Crónica explican que Cristina de Borbón ha llegado a poner como ejemplo el falso contrato de autoalquiler de su palacete de Pedralbes, destapado en estas páginas, y que precipitó su imputación al pulverizar su línea de defensa, basada en que está enamorada y no sabía lo que hacía cuando estampaba su firma. Y es que ella y no su marido, de su puño y letra, rubricó un falso contrato por el que simulaba el arrendamiento de su domicilio ante Hacienda para pagar menos impuestos por la vía de generar un gasto ficticio. Bien, pues Cristina de Borbón reconoce que si bien es una práctica irregular, está totalmente extendida entre la población española. "¿Quién no hace cosas de ésas?", se justifica.

En ningún caso realiza el más mínimo acto de contrición y no está dispuesta a que la mayoría de ciudadanos actúe de esa manera y ella no pueda hacer lo mismo por ser Infanta de España. Por eso le gusta Suiza, se sienten cómodos en Ginebra, donde nadie les habla de Nóos ni del juicio ni les persiguen los periodistas y donde Doña Sofía les acompaña cada vez durante más tiempo.(antes de reina madre, punto)

Ha vivido con dolor la traición de quien consideraban su amigo de toda la vida, el regatista olímpico José Luis Pepote Ballester, que pactó con la Fiscalía y delató al ex duque de Palma durante el juicio. "El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio", declaró, ante lo que Cristina de Borbón no pudo contenerse y exclamó "¡qué vergüenza!" desde su posición en el banquillo.(estoy de acuerdo con ella, un vendido)

Instalada ahora en una actitud "pasota", como la define alguien que la ha tratado hace unas semanas, no elude la dureza del repudio familiar. "¿Sabéis lo duro que es tener que pedir permiso para coger un vaso de agua en la que ha sido mi casa toda la vida?", ha llegado a comentar.

Reitera que se siente "abandonada" por los suyos, que tanto ella como su marido están siendo víctimas de una "tremenda injusticia" y que son las "cabezas de turco" de una suerte de complot contra la monarquía que ha contado, siempre según su versión, con las más altas complicidades.
(Pues Cristina te recomiendo que cuando acabe todo esto, lejos de este pais de merde y pensando en que posiblemente quieras explayarte escribas un libro que sería bestseller sobre quienes son esas "altas complicidades". Porque yo no creo que Leticia sola pueda tener el poder que tu le das)

Este reciente retrato de la Infanta por boca de sus más cercanos coincide con el que realizó la periodista Ana Romero en El Español hace algo menos de un año. "Es muy duro que tu familia te abandone", ponía en boca de Cristina de Borbón, de la que aseguró que "jamás" pudo imaginar que fuera a ser despachada con "ignorancia" y "menosprecio".( cierto, arropo a la adosada cuando "supuestamente" llegó. Su padre tenia que tapar lo suyo y estaba ocupado de medicos y hospitales , ademas que creo que no le dejaron, le dijerón o cae tu hija o cae la institución entera, su hermano ni pincha ni corta esta bajo el yugo del Cardenal Cisneros)

Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.(pues si Cristina lo dice habrá que creerla, nada que añadir)

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su "desmedida ambición" y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.(siempre las sombras monarquicas, ningun cambio despues de siglos, con duendes pululando por palacio, como dijo Raul del Pozo)

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.(cierto pero lo que necesito saber es si "lo nuevo" es mejor o peor que lo viejo")

En vísperas de las Navidades de 2014 el juez Castro quiso adelantar su decisión de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo para distanciarla del discurso navideño del monarca.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma rechazó aplicar el atajo de la doctrina Botín para ahorrarle el trance y le avaló la Audiencia de Palma, subrayando la existencia de "numerosos indicios" para imputarla.

Había "cooperado" con su marido para defraudar a Hacienda en los ejercicios 2007 y 2008 a través de la sociedad familiar Aizoon, con la que cobraron cuantiosas minutas de grandes empresas a cambio de asesorías inexistentes una vez que el Instituto Nóos cayó en desgracia. Y, como "Hacienda somos todos", recalcó Castro parafraseando el célebre eslogan, Cristina de Borbón debía ser juzgada como un ciudadano más.

"Señora, no se preocupe, tiene que estar tranquila", le intentaron animar en un receso del juicio un grupo de letrados. Cristina de Borbón replicó: "Al principio de este proceso me dijeron que no me preocupara y que estuviera tranquila porque no me imputarían, y me imputaron; luego me dijeron que no me preocupara porque el asunto no iría a juicio, y me sentaron en el banquillo; luego, que el tribunal admitiría la cuestión previa -la célebre doctrina Botínque fue esgrimida por sus abogados- y que me podría ir, y aquí estoy... Pero, vamos, que tranquila estoy", les respondió con irónica resignación.

Con todo, Cristina de Borbón es moderadamente optimista y cree que finalmente saldrá absuelta. Sin embargo, tiene asumido que Iñaki Urdangarin ingresará en prisión. Porque si no, todo lo que ha ocurrido, razona, no tendría sentido. La operación urdida contra ellos necesita un "sacrificio" y la víctima será su esposo, del que ni se plantea divorciarse y al que está más unida que nunca. Iñaki está extremadamente delgado, ha envejecido diez años de golpe, pero todavía no ha perdido el sentido del humor y se atreve a bromear con la situación que están viviendo.

Eso sí, de renunciar a los derechos dinásticos, ni hablar. Eso supondría admitir por parte de la Infanta su culpabilidad y dar la razón a quienes han urdido el maquiavélico plan para derribarles. Por eso aguantarán lo que venga sin dar un solo paso atrás, pero también sin atacar públicamente a la institución por el "respeto" que sienten por ella.

"Ahora nos tendrán en vilo seis meses más", dijo el pasado mes de junio al abandonar la sala de juicio, pronosticando, sin saberlo, que el tribunal apuraría al máximo sus plazos al no ponerse de acuerdo con qué hacer finalmente con los ex duques de Palma. "De lo que se trata es de alimentar a la bicha", sentenció.


http://www.elmundo.es/loc/2016/12/17/58542a7822601d7e238b4642.html

Me parto porque es mas o menos ( no identico punto por punto ) a lo que vengo diciendo yo en este foro desde hace años. Pasa que quien tiene poder sabe que casi todos les lemen las botas sucias.
 
Última edición por un moderador:
La elefanta no me extraña se quede sin amigos, reniega de este país. Será que no gustan los vagos y aprovechados? Tampoco reconoce que estar imputado y juzgado no es una buena tarjeta de visita. Veremos que le depara el futuro. Le salva que sigue en el trono su asquerosa familia. Muchos más amigos no le hacen falta con eso.



No digas asquerosa a su familia que tiene una cuñada muy maja y muy importante.
 
¿ El hermanito ? jajajaja, al hermanito lo único que le preocupa es continuar viviendo de la sopa boba de los españoles, limpiar su imagen a costa de su hermana y cuñado , por lo que lo único que le interesa al hermanito es dar la imagen de honesto y claro limpiador de su chiringo particular, aumentar el contenido de su caja de galletast, tener contenta a la parienta y evitar que la suegra y la cuñada no se desmadren. El hermanito sabe mas que nadie que su papi tiene suficiente para dar y regalar a todo quisqui que desee. El hermanito no le preocupa la hermana y sobrinos porque sabe que sus papis apoquinan con todo lo que necesitan, hasta podría tener celos de su hermana y compartirlos con su mujer que seguro siempre los ha tenido, me refiero a celos por la ayuda que la hermana recibe de sus papis.
Si tanto la quieren a su amada hija, podían haber evitado que cometiese un presunto delito, o no le daba lo suficiente dinero para llevar una vida de milloneti que no se podía permitir y pasó lo que pasó???
Culpar a KK y familia de todos los males de los choris, es absurdo.
 
Los amigos de verdad siempre lo serán pase lo que pase.
El resto serían conocidos, nunca amigos.
 
Si tanto la quieren a su amada hija, podían haber evitado que cometiese un presunto delito, o no le daba lo suficiente dinero para llevar una vida de milloneti que no se podía permitir y pasó lo que pasó???
Culpar a KK y familia de todos los males de los choris, es absurdo.


No he culpado a nadie. Te citado mil veces a lo largo del tiempo diciendo que todos estaban en el ajo y todos cobraban su parte en los bolos , pasa que cuando se destapó el pastel señalaron al culpable cual acusicas de manuel de colegio de parvulos , y luego se blindaron todos.
A la KK la culpo de lo que es responsable, hija si en esta familia no se salva nadie, y no es absurdo decir que la KK ha malmetido desde el minuto UNO que se sintió segura dentro del chiringo.
Tu mima escribes que la hija cometio un " presunto " delito, si es presunto aun no es delito, espera la sentencia. El yerno no tenia porque vivir sin trabajar para cobrar del suegro. Vaya chorrada mas gorda.
 
Los amigos de verdad siempre lo serán pase lo que pase.
El resto serían conocidos, nunca amigos.
Justo eso. El verdadero enemigo de Cristina lo tiene en casa. El Urtanga, que por bobo y ambicioso ha hecho que pierda no solo amigos, posición, prestigio etc. Se lo debe casi todo a él, a su propia soberbia y a las malas artes de papi cachuzo, presuntamente.
 
No la vamos a echar de menos......se pueden llevar a todos los chupopteros de su familia,me refiero a toda,hasta la Leti

MONARQUÍA

Imputada
Infanta Cristina: "Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país"
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Después de 61 sesiones repartidas en seis meses, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo. GTRES
292 Comentarios

Cristina de Borbón sigue pensando que no son culpables: "Iñaki hizo su trabajo"

¿Dónde estaban Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina en la Hispanidad?

17/12/2016 03:07
La Infanta Cristina no pudo contenerse y ejerció su derecho a la última palabra del juicio en un pasillo antes de abandonar la sala de la Audiencia de Palma en la que se celebró el juicio del caso Nóos.

Después de 61 sesiones repartidas en 164 días de seis meses, entre el 11 de enero y el 22 de junio de este año, en las que midió cada una de sus palabras en privado, extremó la cortesía con el resto de imputados y no puso una mala cara a ninguno de los presentes, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo.

Como si descorchara una botella de champán agitada durante todo ese tiempo, compartió sus verdaderos sentimientos al término de la última jornada lanzando una premonición que pretende cumplir a rajatabla.

"Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país", confesó de viva voz Cristina de Borbón al quedar el juicio visto para sentencia, dando la sensación de que había esperado hasta el último suspiro para desahogarse.

Acompañó sus palabras, escuchadas por varios testigos presenciales a los que ha tenido acceso EL MUNDO, de una protocolaria despedida y se marchó con la decidida intención de no volver.

El próximo 22 de diciembre se cumplirán dos años de la decisión del juez José Castro de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo de los acusados. Mientras aguarda el fallo, Cristina de Borbón sólo habla de su madre y de sus hijos. Sobre todo del mayor, Juan Valentín, por el que reconoce estar muy preocupada por cómo ha digerido el proceso judicial. Pero también de la Infanta Elena, de la que asegura que siempre agradecerá el apoyo que le está prestando en estos momentos. Eso sí, ni una sola mención a su padre y a su hermano entre sus amistades.

Recuerda con amargura el tiempo que pasaron en Barcelona tras su periplo americano en Washington, después del verano de 2012, por culpa del calvario que tuvo que pasar su hijo con sus compañeros de clase, que le recordaban una y otra vez la situación de sus padres en el caso Nóos, y no está dispuesta a que se repita una situación semejante. Por cruel y por injusta. Porque ellos, aseguran fuentes de su entorno más próximo a este periódico, siguen repitiendo hasta la saciedad que no han hecho nada malo ni tienen por qué arrepentirse. Y que cuanto más lo piensan, más reafirmados están en su posición.

Iñaki Urdangarin, razona la Infanta a quien le quiere escuchar, se dedicó a prestar asesorías a empresas y a administraciones públicas a través del Instituto Nóos. "Iñaki hizo su trabajo", insiste. La Casa Real supervisó todos sus movimientos y los bendijo. Y ella no hizo "nada que no haga cualquier otro español", por irregular que fuera.

Las personas con las que ha hablado La Otra Crónica explican que Cristina de Borbón ha llegado a poner como ejemplo el falso contrato de autoalquiler de su palacete de Pedralbes, destapado en estas páginas, y que precipitó su imputación al pulverizar su línea de defensa, basada en que está enamorada y no sabía lo que hacía cuando estampaba su firma. Y es que ella y no su marido, de su puño y letra, rubricó un falso contrato por el que simulaba el arrendamiento de su domicilio ante Hacienda para pagar menos impuestos por la vía de generar un gasto ficticio. Bien, pues Cristina de Borbón reconoce que si bien es una práctica irregular, está totalmente extendida entre la población española. "¿Quién no hace cosas de ésas?", se justifica.

En ningún caso realiza el más mínimo acto de contrición y no está dispuesta a que la mayoría de ciudadanos actúe de esa manera y ella no pueda hacer lo mismo por ser Infanta de España. Por eso le gusta Suiza, se sienten cómodos en Ginebra, donde nadie les habla de Nóos ni del juicio ni les persiguen los periodistas y donde Doña Sofía les acompaña cada vez durante más tiempo.

Ha vivido con dolor la traición de quien consideraban su amigo de toda la vida, el regatista olímpico José Luis Pepote Ballester, que pactó con la Fiscalía y delató al ex duque de Palma durante el juicio. "El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio", declaró, ante lo que Cristina de Borbón no pudo contenerse y exclamó "¡qué vergüenza!" desde su posición en el banquillo.

Instalada ahora en una actitud "pasota", como la define alguien que la ha tratado hace unas semanas, no elude la dureza del repudio familiar. "¿Sabéis lo duro que es tener que pedir permiso para coger un vaso de agua en la que ha sido mi casa toda la vida?", ha llegado a comentar.

Reitera que se siente "abandonada" por los suyos, que tanto ella como su marido están siendo víctimas de una "tremenda injusticia" y que son las "cabezas de turco" de una suerte de complot contra la monarquía que ha contado, siempre según su versión, con las más altas complicidades.

Este reciente retrato de la Infanta por boca de sus más cercanos coincide con el que realizó la periodista Ana Romero en El Español hace algo menos de un año. "Es muy duro que tu familia te abandone", ponía en boca de Cristina de Borbón, de la que aseguró que "jamás" pudo imaginar que fuera a ser despachada con "ignorancia" y "menosprecio".

Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su "desmedida ambición" y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.

En vísperas de las Navidades de 2014 el juez Castro quiso adelantar su decisión de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo para distanciarla del discurso navideño del monarca.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma rechazó aplicar el atajo de la doctrina Botín para ahorrarle el trance y le avaló la Audiencia de Palma, subrayando la existencia de "numerosos indicios" para imputarla.

Había "cooperado" con su marido para defraudar a Hacienda en los ejercicios 2007 y 2008 a través de la sociedad familiar Aizoon, con la que cobraron cuantiosas minutas de grandes empresas a cambio de asesorías inexistentes una vez que el Instituto Nóos cayó en desgracia. Y, como "Hacienda somos todos", recalcó Castro parafraseando el célebre eslogan, Cristina de Borbón debía ser juzgada como un ciudadano más.

"Señora, no se preocupe, tiene que estar tranquila", le intentaron animar en un receso del juicio un grupo de letrados. Cristina de Borbón replicó: "Al principio de este proceso me dijeron que no me preocupara y que estuviera tranquila porque no me imputarían, y me imputaron; luego me dijeron que no me preocupara porque el asunto no iría a juicio, y me sentaron en el banquillo; luego, que el tribunal admitiría la cuestión previa -la célebre doctrina Botín que fue esgrimida por sus abogados- y que me podría ir, y aquí estoy... Pero, vamos, que tranquila estoy", les respondió con irónica resignación.

Con todo, Cristina de Borbón es moderadamente optimista y cree que finalmente saldrá absuelta. Sin embargo, tiene asumido que Iñaki Urdangarin ingresará en prisión. Porque si no, todo lo que ha ocurrido, razona, no tendría sentido. La operación urdida contra ellos necesita un "sacrificio" y la víctima será su esposo, del que ni se plantea divorciarse y al que está más unida que nunca. Iñaki está extremadamente delgado, ha envejecido diez años de golpe, pero todavía no ha perdido el sentido del humor y se atreve a bromear con la situación que están viviendo.

Eso sí, de renunciar a los derechos dinásticos, ni hablar. Eso supondría admitir por parte de la Infanta su culpabilidad y dar la razón a quienes han urdido el maquiavélico plan para derribarles. Por eso aguantarán lo que venga sin dar un solo paso atrás, pero también sin atacar públicamente a la institución por el "respeto" que sienten por ella.

"Ahora nos tendrán en vilo seis meses más", dijo el pasado mes de junio al abandonar la sala de juicio, pronosticando, sin saberlo, que el tribunal apuraría al máximo sus plazos al no ponerse de acuerdo con qué hacer finalmente con los ex duques de Palma. "De lo que se trata es de alimentar a la bicha", sentenció.
 
No he culpado a nadie. Te citado mil veces a lo largo del tiempo diciendo que todos estaban en el ajo y todos cobraban su parte en los bolos , pasa que cuando se destapó el pastel señalaron al culpable cual acusicas de manuel de colegio de parvulos , y luego se blindaron todos.
A la KK la culpo de lo que es responsable, hija si en esta familia no se salva nadie, y no es absurdo decir que la KK ha malmetido desde el minuto UNO que se sintió segura dentro del chiringo.
Tu mima escribes que la hija cometio un " presunto " delito, si es presunto aun no es delito, espera la sentencia. El yerno no tenia porque vivir sin trabajar para cobrar del suegro. Vaya chorrada mas gorda.
Creo que el caso de presunta corrupción sí ha pasado factura a toda la familia, a yayo el primero, tuvo que dejar el cargo sin dar explicaciones y al hijo ya se verá, la vida de muchas vueltas y la libre salta donde menos se espera.
Es cierto que el chori quiso vivir por encima de sus posibilidades y al final metió la pata y ahora se ve como se ve en espera de una sentencia judicial que veremos que ocurre y totalmente desprestigiado y repudiado por su familia política.
Es una evidencia que, presuntamente, ayuda tienen, no pueden vivir con el único sueldo de su mujer. También entiendo que no quieran volver a vivir en España, llevan colgado el San Benito de por vida y debe resultar muy molesto.
 
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