CASO NOOS. Iñaki Urdangarin en la cárcel de Brieva. Voluntariado en Hogar Don Orione. Traslado al centro de inserción social Melchor Rodríguez García

Que verguenza . Sin separación de poderes no hay democracia, y luego que nos cuenten que la justicia es igual para todos.
Yo no quiero una monarquía corrupta
 
Lo de Urdangarin aún no lo tengo claro.Si la sentencia será para entrar o no en la cárcel.Lo de la fanta si lo tengo más claro.1 año 10 meses y 5 días,al no tener antecedentes se le conmuta la cárcel con una multa y caso cerrado.Lo de Iñaki es más retorcido y tienen mucho que rascar para poder librarlo,pero mi instinto me dice que si,que se librara por los pelos y por ser familia de quien es.Total la justicia lleva años desprestigiada...y ya les da todo un poco igual,HAY TANTO FANGO ACUMULADO QUE UN POCO MÁS YA NO IMPORTA.
 
Ella fuera, él fuera.
Como ni tiene antecedentes la condena que le impongan presuntamente será para que no entre en prisión y si entrase estaría muy poco tiempo.
Veremos a ver que ocurre, pero el caso pinta raro, raro, raro. Presuntamente, jejejeje.
 
El Mundo Orbyt.

INFANTA CRISTINA

17/12/2016

SUS DOS AÑOS COMO IMPUTADA
“Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país”, le dijo la hermana del Rey a sus compañeros de banquillo al terminar el juicio. Sigue pensando que no son culpables: “Iñaki hizo su trabajo”. POR ESTEBAN URREIZTIETA


LA INFANTA CRISTINA no pudo contenerse y ejerció su derecho a la última palabra del juicio en un pasillo antes de abandonar la sala de la Audiencia de Palma en la que se celebró el juicio del caso Nóos.

Después de 61 sesiones repartidas en 164 días de seis meses, entre el 11 de enero y el 22 de junio de este año, en las que midió cada una de sus palabras en privado, extremó la cortesía con el resto de imputados y no puso una mala cara a ninguno de los presentes, se sinceró delante de sus compañeros de banquillo.

Como si descorchara una botella de champán agitada durante todo ese tiempo compartió, sus verdaderos sentimientos al término de la última jornada lanzando una premonición que pretende cumplir a rajatabla.

“Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar este país”, confesó de viva voz Cristina de Borbón al quedar el juicio visto para sentencia, dando la sensación de que había esperado hasta el último suspiro para desahogarse.

Acompañó sus palabras, escuchadas por varios testigos presenciales a los que ha tenido acceso EL MUNDO, de una protocolaria despedida y se marchó con la decidida intención de no volver.

El próximo 22 de diciembre se cumplirán dos años de la decisión del juez José Castro de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo de los acusados. Mientras aguarda el fallo, Cristina de Borbón sólo habla de su madre y de sus hijos. Sobre todo del mayor, Juan Valentín, por el que reconoce estar muy preocupada por cómo ha digerido el proceso judicial. Pero también de la Infanta Elena, de la que asegura que siempre agradecerá el apoyo que le está prestando en estos momentos. Eso sí, ni una sola mención a su padre y a su hermano entre sus amistades.

Recuerda con amargura el tiempo que pasaron en Barcelona tras su periplo americano en Washington, después del verano de 2012, por culpa del calvario que tuvo que pasar su hijo con sus compañeros de clase, que le recordaban una y otra vez la situación de sus padres en el caso Nóos, y no está dispuesta a que se repita una situación semejante. Por cruel y por injusta. Porque ellos, aseguran fuentes de su entorno más próximo a este periódico, siguen repitiendo hasta la saciedad que no han hecho nada malo ni tienen por qué arrepentirse. Y que cuanto más lo piensan, más reafirmados están en su posición.

Iñaki Urdangarin, razona la Infanta a quien le quiere escuchar, se dedicó a prestar asesorías a empresas y a administraciones públicas a través del Instituto Nóos. “Iñaki hizo su trabajo”, insiste. La Casa Real supervisó todos sus movimientos y los bendijo. Y ella no hizo “nada que no haga cualquier otro español”, por irregular que fuera.

Las personas con las que ha hablado La Otra Crónica explican que Cristina de Borbón ha llegado a poner como ejemplo el falso contrato de autoalquiler de su palacete de Pedralbes, destapado en estas páginas, y que precipitó su imputación al pulverizar su línea de defensa, basada en que está enamorada y no sabía lo que hacía cuando estampaba su firma. Y es que ella y no su marido, de su puño y letra, rubricó un falso contrato por el que simulaba el arrendamiento de su domicilio ante Hacienda para pagar menos impuestos por la vía de generar un gasto ficticio. Bien, pues Cristina de Borbón reconoce que si bien es una práctica irregular, está totalmente extendida entre la población española. “¿Quién no hace cosas de ésas?”, se justifica.

En ningún caso realiza el más mínimo acto de contrición y no está dispuesta a que la mayoría de ciudadanos actúe de esa manera y ella no pueda hacer lo mismo por ser Infanta de España. Por eso le gusta Suiza, se sienten cómodos en Ginebra, donde nadie les habla de Nóos ni del juicio ni les persiguen los periodistas y donde Doña Sofía les acompaña cada vez durante más tiempo. Ha vivido con dolor la traición de quien consideraban su amigo de toda la vida, el regatista olímpico José Luis Pepote Ballester, que pactó con la Fiscalía y delató al ex duque de Palma durante el juicio. “El objetivo era contratar a Urdangarin sin discutir el precio”, declaró, ante lo que Cristina de Borbón no pudo contenerse y exclamó “¡qué vergüenza!” desde su posición en el banquillo.

Instalada ahora en una actitud “pasota”, como la define alguien que la ha tratado hace unas semanas, no elude la dureza del repudio familiar. “¿Sabéis lo duro que es tener que pedir permiso para coger un vaso de agua en la que ha sido mi casa toda la vida?”, ha llegado a comentar.

Reitera que se siente “abandonada” por los suyos, que tanto ella como su marido están siendo víctimas de una “tremenda injusticia” y que son las “cabezas de turco” de una suerte de complot contra la monarquía que ha contado, siempre según su versión, con las más altas complicidades.

Este reciente retrato de la Infanta por boca de sus más cercanos coincide con el que realizó la periodista Ana Romero en El Españolhace algo menos de un año. “Es muy duro que tu familia te abandone”, ponía en boca de Cristina de Borbón, de la que aseguró que “jamás” pudo imaginar que fuera a ser despachada con “ignorancia” y “menosprecio”.

Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su “desmedida ambición” y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.

En vísperas de las Navidades de 2014 el juez Castro quiso adelantar su decisión de sentar a la hija del Rey emérito en el banquillo para distanciarla del discurso navideño del monarca.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma rechazó aplicar el atajo de la doctrina Botín para ahorrarle el trance y le avaló la Audiencia de Palma, subrayando la existencia de “numerosos indicios” para imputarla.

Había “cooperado” con su marido para defraudar a Hacienda en los ejercicios 2007 y 2008 a través de la sociedad familiar Aizoon, con la que cobraron cuantiosas minutas de grandes empresas a cambio de asesorías inexistentes una vez que el Instituto Nóos cayó en desgracia. Y, como “Hacienda somos todos”, recalcó Castro parafraseando el célebre eslogan, Cristina de Borbón debía ser juzgada como un ciudadano más.

“Señora, no se preocupe, tiene que estar tranquila”, le intentaron animar en un receso del juicio un grupo de letrados. Cristina de Borbón replicó: “Al principio de este proceso me dijeron que no me preocupara y que estuviera tranquila porque no me imputarían, y me imputaron; luego me dijeron que no me preocupara porque el asunto no iría a juicio, y me sentaron en el banquillo; luego, que el tribunal admitiría la cuestión previa –la célebre doctrina Botín que fue esgrimida por sus abogados– y que me podría ir, y aquí estoy… Pero, vamos, que tranquila estoy”, les respondió con irónica resignación.

Con todo, Cristina de Borbón es moderadamente optimista y cree que finalmente saldrá absuelta. Sin embargo, tiene asumido que Iñaki Urdangarin ingresará en prisión. Porque si no, todo lo que ha ocurrido, razona, no tendría sentido. La operación urdida contra ellos necesita un “sacrificio” y la víctima será su esposo, del que ni se plantea divorciarse y al que está más unida que nunca. Iñaki está extremadamente delgado, ha envejecido diez años de golpe, pero todavía no ha perdido el sentido del humor y se atreve a bromear con la situación que están viviendo.

Eso sí, de renunciar a los derechos dinásticos, ni hablar. Eso supondría admitir por parte de la Infanta su culpabilidad y dar la razón a quienes han urdido el maquiavélico plan para derribarles. Por eso aguantarán lo que venga sin dar un solo paso atrás, pero también sin atacar públicamente a la institución por el “respeto” que sienten por ella.

“Ahora nos tendrán en vilo seis meses más”, dijo el pasado mes de junio al abandonar la sala de juicio, pronosticando, sin saberlo, que el tribunal apuraría al máximo sus plazos al no ponerse de acuerdo con qué hacer finalmente con los ex duques de Palma. “De lo que se trata es de alimentar a la bicha”, sentenció.

m
 
Última edición por un moderador:
Demasiados miramientos han tenido con ellos por ser vos quien sois ¿ de que se queja? .

No le gustara España pero bien que siguen aprovechandose de las ventajas que aun no les han quitado como guardaespaldas y otras prevendas que siguen corriendo con los gastos los sufridos españoles.
 
Siempre se ha dicho que pecaba de soberbia. Sigo pensando que Campe tendria que haberles mantenido para evitar estos hechos...pero la corrupción parecia lo normal y si unos cogian las uvas de dos en dos, los otros decidieron cogerlas de tres en tres:confused:
 
Del mensaje de AMBERS.

(@AMBERS
No has pegado el link. (Es obligado).



Y en este punto Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin señalan, más unidos que nunca, como ya lo hicieron al principio del caso, a la Reina Letizia como supuesta causante de todos sus males.

Le atribuyen la ruptura familiar, le recriminan su “desmedida ambición” y llegan a atisbar, sin pruebas que lo sustenten, su alargada sombra sobre el avance inexorable del procedimiento judicial.

El matrimonio ha interiorizado que, para que perviva la institución monárquica, en España tiene que pagar por lo que ha hecho una pena desproporcionada. Y que la gran promotora de esa lucha entre lo nuevo y lo viejo es la Reina.
 
Meter a KK en ese charco como la persona que presuntamente tiene la culpa de su procesamiento me parece absurdo.
Están en espera de sentencia porque cometieron un delito, si hubiesen sido inocentes como dicen, jamás se hubiesen sentado en el banquillo.
Ningún delincuente o casi ninguna jamás confiesa que es culpable del delito del que se le acusa.
Mucho morro le echa la chory al asunto.
Gracias a un juez valiente y honesto está a la espera de la resolución judicial, nunca pensó, presuntamente, que la sentarían en el banquillo se creían intocables y ha sido que NO.
 
no hay mas ciego que el que no quiere ver... toda su soberbia y testarudez la van a pagar los hijos con problemas mentales/sociales graves ...veo dos opciones y ambas chungas:
o se creen a pies juntillas los que mami dice y ...se sentiran "unidos" "fuertes" y "coherentes" pero unicamente dentro del nucleo familiar, pues la pseudo realidad que defiende las teorias de Cris no llega ni a la vuelta de la esquina... aisladitos y sin comprender el mundo
o se dan cuenta del "desajuste" paterno y materno y se dividen en "dos" por dentro, el adulto que "ve" las cosas como son y "el hijo" que no quiere herir a sus padres, lo cual no es bueno tampoco para el desarollo de sus personalidades

Claramente la Cris es una coneja camionera primitiva, simple como un botijo y bruta como unas bragas de esparto (tal cual su tia la de los mercadillos) las criaturas que ha parido lo pagaran carisimo

menuda estocada se lleva la dinastia Borbon con este tema... y la "credibilidad" de la Monarquia no veas!!!
 
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