P
paulino
Guest
El gobierno en Madrid dejaba trincar a Jordi y le hacía toda clase de concesiones políticas porque le necesitaba para asegurar la gobernabilidad de la nación y porque ya tenía suficiente follón en el Norte con ETA como para que se le abriera otro frente en Cataluña.
¿O es que alguien piensa que Madrid no sabía lo que estaba pasando? Ahora conviene airear el caso por razones políticas, pero que no cunda el pánico, que aquí nadie se va a pudrir en la cárcel, no vaya a caerse el árbol por tirar de la rama. En este país se ha trincado desde la más altas instancias hasta el último ayuntamiento, aprovechando el problema territorial y la fragilidad institucional. Desde hace siglos. Tampoco esto es ninguna novedad.
Bien, eso explicaría por qué no se ha investigado hasta ahora, pero no que se niegue la existencia del latrocininio, se camufle o ampare. ¿o si?