CASO ALCASSER

Pero... ¿por qué odiaba Antonio Anglés a las mujeres?

El miércoles quince de mayo de 1991, el ministerio fiscal de la audiencia valenciana solicitaba una condena de once años de prisión para Antonio, por pegar una paliza a Nuria Pera Mateu y mantenerla encadenada a una columna durante 25 horas. ¿El motivo? Nuria, adicta a los estupefacientes, le debía dinero a Antonio. La fiscalía pedía también penas menores para la madre (Neusa), la hermana (Kelly) y un amigo del acusado (Miguel Ricart) por no haber informado de los hechos a la policía. Para Antonio, que reconoció los hechos, solo se trataba de "una tontería".

Nuria declaró que había acudido al domicilio de Anglés en Valencia para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.




Nuria Pera Mateu, en la época del juicio.


Antonio no se lo tomó nada bien. La golpeó en varias ocasiones, la amenazó con un cuchillo y se la llevó a casa de sus padres, donde volvió a golpearla y después la introdujo en una habitación situada en el fondo de la vivienda, detrás de un corral, donde la encadenó a una columna.
Dolores Anglés, "Kelly", para la que se solicitaban cuatro meses de arresto, manifestó que Nuria no quiso que llamaran a la policía ni que le quitaran las cadenas "porque era consciente de que se había portado mal y tenía que pagar por ello".
Aquí se inicia el mito Anglés. Un individuo misógino y despiadado, capaz de cualquier cosa.
"Nuria es la joven toxicómana con la que el prófugo mantenía relaciones y a la que hizo pagar un alto precio por inyectarse la heroína que le había entregado para que la vendiera. La secuestró y la apaleó sin piedad, mientras la mantenía encadenada a una cama. Un buen día, Ricardo, que se gana la vida cuidando a una anciana alemana, decidió denunciar lo que estaba pasando. <Es que quería tirarla a un pozo>, puntualizó Neusa.

A Antonio le costó una condena a ocho años de cárcel, que no cumplió, ya que decidió no volver a la Modelo tras obtener un permiso."
Levante, 1997.05.20.
Oleaque adornó todo el asunto en su libro "Desde las tinieblas":

En los días sucesivos, las cosas empeoraron. Antonio, según Miguel Canales, "la tenía a pan y agua". Nuria estaba aterrada de frío. Neusa, cuando Antonio no la veía, le suministraba ensaimada con leche.

-Neusa -decía Nuria-, suélteme.

Pero Neusa sabía que, si hacía esto, "el mío hijo me mataba". Además de todo, la joven, sin su dosis de heroína, estaba sufriendo un descomunal síndrome de abstinencia, y Antonio la tentaba dejándole droga a la vista, pero a distancia para que no pudiera cogerla. Años más tarde, ella contaría a la Guardia Civil que, durante su encarcelamiento, sufrió violaciones. También se lo confesaría a Mari, la toxicómana que había ofrecido su piso a Antonio para citas sexuales: "Mientras la tuvo allí, el Asuquiqui se lo hizo por detrás y por delante todo lo que quiso." A Mari, y a otras personas cercanas, Nuria narraría que, para violarla, Antonio no sólo se valía del miembro sexual, sino también de palos y otros objetos. Algunos chavales han afirmado que la prostituiría entre toxicómanos, a pesar de que también la ofrecía de balde. Y que, ocasionalmente, los incitaba a orinar o mas***barse sobre ella. Según Mari, Nuria le relató que, cuando le pedía agua, <Antonio le echaba meados, y cuando quería comer, le echaba caca; si le pedía caballo, le daba una hostia y le decía “cállate, que te apuñalo”>». Su amigo Vicent refiere que "la tenía en bragas y la cubría con una sábana para que no estuviera tan a la vista"; le gritaba que los dòberman se vuelven locos cuando huelen la sangre, "y le rozaba su perro como si se la follara". Nadie sabe el tiempo real que duró aquello, aunque la cifra más frecuente se acerca a una semana. David, un amigo de la casa, dice que "Antonio ya estaba hasta los huevos de ella y quería arrancarle los pezones en unas tenazas". El Mula lo paró.

-¡Pero tío, alguna cosa l’he d’hasé pa quedarme a gusto! -exclamaba-. ¡Igual le rompo los dientes con un martillo!

Sus colaboradores íntimos le hicieron aparcar la idea de las tenazas y el martillo. Pero cuando le decían que ya la había castigado bastante, él contestaba:

-La tengo que matá.

En su posterior testimonio ante el juez, Nuria declararía que Antonio la había amenazado con tirarla a un pozo que había en la casa. Y una noche sonó el despertador de Neusa. La mujer se quitó, y se encontró con que el Rubio y Antonio estaban a punto de lanzarla. Para la ocasión, recuerda Neusa, la habían vestido. Neusa tiene claro por qué fue Ricart y no otro quién ayudó a Antonio.

-Antonio sabía que Rubio no se negaba a na que él le dijera.

Uno de los colaboradores de la droga que se encontraba allí —y que ya ha muerto—, hizo como las avestruces: "No podía evitar que la tiraran al pozo, y me eché en la cama en un cuarto; así tendría que verlo", contaría. Otros chavales se enterarían después del episodio. Neusa se fue a trabajar después de que Rubio y Antonio encadenaron de nuevo a Nuria. A la mañana siguiente, Mauricio le gastaba bromas a Ricardo:

-¿Sabe que hay un fantasma aquí, en la casa?

-¡No m’asustes! ¿Onde está?

Y le mostraba a Nuria cubierta con la sábana. Ricardo, que siempre se ha considerado "un hombre humanitario", provocó el final. Avisó a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo. La policía y los efectivos de la benemérita tomaron la planta baja y liberaron a la joven. Neusa, Ricart, Dolores, que estaban en la casa, fueron detenidos. A Antonio lo cogerían en el piso de Benetússer. Allí detectarían una balanza de precisión para pesar droga, comprimidos de tranquimazín, y documentación suya y de Rubén. Este último también acabaría detenido.

A Antonio, al enterarse que lo detenían por Nuria, le sorprendió tanto alboroto "por una imbecilidad".

Mari, la amiga de Antonio, se encontró con Nuria en un centro donde las dos practicaban programas de desintoxicación. Le comentaría que Antonio era fuera del talego. Nuria se quedó blanca. Mari lo entendió cuando aquella le detalló de pe a pa su cautiverio.

Nuria hacía bien de sentir terror, porque Antonio intentó cumplir en ella su venganza. Primero, buscó Nuria por su pueblo. Después, se enteró de donde intentaba desengancharse, y fue a buscarla en el centro de desintoxicación. Preguntó por ella. Pero la chica había contado a los responsables del centro todo el que le había sucedido y lo habían camuflado para protegerla. El Asuquiqui no la encontró, y tuvo que asumir que su ansia no podría saciarse con Nuria. Una persona cercana a ella comentaría, tiempo después: "Antonio le había hecho antes a Nuria lo mismo que haría a las niñas de Alcásser, pero a ella no pudo matarla."

Aún así, la joven no esquivó la fatalidad: abandonó la droga, pero años después moriría de sida.



 
De verdad crees que aquel día Lobatón no estuvo a la altura del barro?
Considero q la forma de informar sobre algo así en aquel momento estaba un poco en duda, entiendo q se metiese la pata hasta cierto limite. Luego los demas programas se extralimitaron xq qisieron, eso ya no mola
 
Pero... ¿por qué odiaba Antonio Anglés a las mujeres?

El miércoles quince de mayo de 1991, el ministerio fiscal de la audiencia valenciana solicitaba una condena de once años de prisión para Antonio, por pegar una paliza a Nuria Pera Mateu y mantenerla encadenada a una columna durante 25 horas. ¿El motivo? Nuria, adicta a los estupefacientes, le debía dinero a Antonio. La fiscalía pedía también penas menores para la madre (Neusa), la hermana (Kelly) y un amigo del acusado (Miguel Ricart) por no haber informado de los hechos a la policía. Para Antonio, que reconoció los hechos, solo se trataba de "una tontería".

Nuria declaró que había acudido al domicilio de Anglés en Valencia para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.




Nuria Pera Mateu, en la época del juicio.


Antonio no se lo tomó nada bien. La golpeó en varias ocasiones, la amenazó con un cuchillo y se la llevó a casa de sus padres, donde volvió a golpearla y después la introdujo en una habitación situada en el fondo de la vivienda, detrás de un corral, donde la encadenó a una columna.
Dolores Anglés, "Kelly", para la que se solicitaban cuatro meses de arresto, manifestó que Nuria no quiso que llamaran a la policía ni que le quitaran las cadenas "porque era consciente de que se había portado mal y tenía que pagar por ello".
Aquí se inicia el mito Anglés. Un individuo misógino y despiadado, capaz de cualquier cosa.
"Nuria es la joven toxicómana con la que el prófugo mantenía relaciones y a la que hizo pagar un alto precio por inyectarse la heroína que le había entregado para que la vendiera. La secuestró y la apaleó sin piedad, mientras la mantenía encadenada a una cama. Un buen día, Ricardo, que se gana la vida cuidando a una anciana alemana, decidió denunciar lo que estaba pasando. <Es que quería tirarla a un pozo>, puntualizó Neusa.

A Antonio le costó una condena a ocho años de cárcel, que no cumplió, ya que decidió no volver a la Modelo tras obtener un permiso."
Levante, 1997.05.20.
Oleaque adornó todo el asunto en su libro "Desde las tinieblas":

En los días sucesivos, las cosas empeoraron. Antonio, según Miguel Canales, "la tenía a pan y agua". Nuria estaba aterrada de frío. Neusa, cuando Antonio no la veía, le suministraba ensaimada con leche.

-Neusa -decía Nuria-, suélteme.

Pero Neusa sabía que, si hacía esto, "el mío hijo me mataba". Además de todo, la joven, sin su dosis de heroína, estaba sufriendo un descomunal síndrome de abstinencia, y Antonio la tentaba dejándole droga a la vista, pero a distancia para que no pudiera cogerla. Años más tarde, ella contaría a la Guardia Civil que, durante su encarcelamiento, sufrió violaciones. También se lo confesaría a Mari, la toxicómana que había ofrecido su piso a Antonio para citas sexuales: "Mientras la tuvo allí, el Asuquiqui se lo hizo por detrás y por delante todo lo que quiso." A Mari, y a otras personas cercanas, Nuria narraría que, para violarla, Antonio no sólo se valía del miembro sexual, sino también de palos y otros objetos. Algunos chavales han afirmado que la prostituiría entre toxicómanos, a pesar de que también la ofrecía de balde. Y que, ocasionalmente, los incitaba a orinar o mas***barse sobre ella. Según Mari, Nuria le relató que, cuando le pedía agua, <Antonio le echaba meados, y cuando quería comer, le echaba caca; si le pedía caballo, le daba una hostia y le decía “cállate, que te apuñalo”>». Su amigo Vicent refiere que "la tenía en bragas y la cubría con una sábana para que no estuviera tan a la vista"; le gritaba que los dòberman se vuelven locos cuando huelen la sangre, "y le rozaba su perro como si se la follara". Nadie sabe el tiempo real que duró aquello, aunque la cifra más frecuente se acerca a una semana. David, un amigo de la casa, dice que "Antonio ya estaba hasta los huevos de ella y quería arrancarle los pezones en unas tenazas". El Mula lo paró.

-¡Pero tío, alguna cosa l’he d’hasé pa quedarme a gusto! -exclamaba-. ¡Igual le rompo los dientes con un martillo!

Sus colaboradores íntimos le hicieron aparcar la idea de las tenazas y el martillo. Pero cuando le decían que ya la había castigado bastante, él contestaba:

-La tengo que matá.

En su posterior testimonio ante el juez, Nuria declararía que Antonio la había amenazado con tirarla a un pozo que había en la casa. Y una noche sonó el despertador de Neusa. La mujer se quitó, y se encontró con que el Rubio y Antonio estaban a punto de lanzarla. Para la ocasión, recuerda Neusa, la habían vestido. Neusa tiene claro por qué fue Ricart y no otro quién ayudó a Antonio.

-Antonio sabía que Rubio no se negaba a na que él le dijera.

Uno de los colaboradores de la droga que se encontraba allí —y que ya ha muerto—, hizo como las avestruces: "No podía evitar que la tiraran al pozo, y me eché en la cama en un cuarto; así tendría que verlo", contaría. Otros chavales se enterarían después del episodio. Neusa se fue a trabajar después de que Rubio y Antonio encadenaron de nuevo a Nuria. A la mañana siguiente, Mauricio le gastaba bromas a Ricardo:

-¿Sabe que hay un fantasma aquí, en la casa?

-¡No m’asustes! ¿Onde está?

Y le mostraba a Nuria cubierta con la sábana. Ricardo, que siempre se ha considerado "un hombre humanitario", provocó el final. Avisó a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo. La policía y los efectivos de la benemérita tomaron la planta baja y liberaron a la joven. Neusa, Ricart, Dolores, que estaban en la casa, fueron detenidos. A Antonio lo cogerían en el piso de Benetússer. Allí detectarían una balanza de precisión para pesar droga, comprimidos de tranquimazín, y documentación suya y de Rubén. Este último también acabaría detenido.

A Antonio, al enterarse que lo detenían por Nuria, le sorprendió tanto alboroto "por una imbecilidad".

Mari, la amiga de Antonio, se encontró con Nuria en un centro donde las dos practicaban programas de desintoxicación. Le comentaría que Antonio era fuera del talego. Nuria se quedó blanca. Mari lo entendió cuando aquella le detalló de pe a pa su cautiverio.

Nuria hacía bien de sentir terror, porque Antonio intentó cumplir en ella su venganza. Primero, buscó Nuria por su pueblo. Después, se enteró de donde intentaba desengancharse, y fue a buscarla en el centro de desintoxicación. Preguntó por ella. Pero la chica había contado a los responsables del centro todo el que le había sucedido y lo habían camuflado para protegerla. El Asuquiqui no la encontró, y tuvo que asumir que su ansia no podría saciarse con Nuria. Una persona cercana a ella comentaría, tiempo después: "Antonio le había hecho antes a Nuria lo mismo que haría a las niñas de Alcásser, pero a ella no pudo matarla."

Aún así, la joven no esquivó la fatalidad: abandonó la droga, pero años después moriría de sida.




Jo*er tía, QUÉ SUSTO!!!
Yo que estoy a estas horas medio grogui, y de repente me aparece la foto esta como mandándome el rayo de la muerte!!!!
Hoy no duermo :nailbiting::nailbiting::nailbiting::nailbiting:
 
Lo del forense ese que te gusta, supongo que es Etxeberría. Sin entrar en detalles, la explicación sobre las trayectorias de los tiros de gracia que da, vamos a decir que no me gusta....la escena de encontrar el diente "posiblemente de una adolescente de 14 años", sonrojante. Nunca me ha gustado, le pone a tope oirse hablar, pero después de eso...Bye bye, Etxe.

Los cadáveres se podrían haber hecho desaparecer, pero creo que en aquel momento era necesario que apareciesen. Fernando hacía demasiado ruido, y eso no estaba en la agenda. Lo normal hubiese sido que apareciese publicado durante la primera semana, y quizá un pequeño recordatorio en un medio local al cumplirse el primer mes, pero lo que hizo Fernando se salió de cualquier cosa esperada. De ahí el doble enterramiento, enterrar un cadáver con la mano fuera, el volante....tenían que aparecer e "investigar" los asesinatos, pero que no siguiesen revolviendo aquí y allá, en el extranjero, Nakachian....mucho ruido, mal asunto.

Pero si te das cuenta es a raíz de que descubren los cadáveres que se empieza a hablar de élites (y según el documental porque a Fernando le chirría que ve escrito en el periódico que había una alfombra persa, que luego resulta que no existe, es la moqueta). Es decir, que si nunca las hubieran encontrado jamás se habrían dado esos nombres en el programa de Pepe Navarro. La estrategia no tiene sentido. Además, cuántos desaparecidos en España tenemos de los que no sabemos nada, hubieran pasado a engrosar la lista y con el tiempo se habría apagado el interés mediático como por desgracia ha pasado en tantos casos.

Yo creo que lo que hubieran hecho esas élites es mucho más fácil, tiro en la cabeza a los dos pelagatos intermediarios, bidones de hormigón y alta mar. Tanto para las niñas como para ellos. Para mí esa gente es más lista que todo esto.
 
Esto es como si en el caso de Marta del Castillo de repente hubiese salido gente diciendo que era un trama de poderosos y Miguel sólo era un mandao, qué va a decir él? Pues retractarse de su confesión de asesinato y decir que él es inocente y que hay una trama poderosa detrás... Miguel Ricart ha ido con la corriente conspiranoica que le venía de maravilla para lo suyo...
Resulta que las altas esferas le pagaban por su silencio pero estando en prisión pedía dinero desesperadamente a todo el que enviaba una carta....

Ya, pero no es comparable el crimen de Marta con el de las niñas, es decir a Marta la mataron de un golpe en la cabeza y eso lo puede hacer un mindundi como el Carcaño y Cía, pero las tres niñas ufff... demasiado escabroso todo como para que fueran los retrasados esos.

Yo veo claro que los usaron y que toda la familia Ricar / Angles estaba en el ajo, pero que los que cometieron todas las atrocidades eran otro círculo de gente. En Valencia en esa época había una red de pederastía muy potente, me faltó un poco más de investigación en el documental.
 
Totalmente de acuerdo.Fernando era un blanco fácil.
Pero lo veís tan mal? me refiero a JIB.Yo lo veo muy delgado y tal,eso es cierto,pero es q lleva con la cantinela del cáncer no sé cuantos años,y según él en órganos importantes.No sé q pensar...no quiero ser burra pq es un tema muy peliagudo pero a veces dudo de q sea tal como ha dicho...
Se le ve mas para aquí que para allá no creo q dure más de 5 años y tirando por alto
 
Toñi si la menciona en la radio, eh? Yo es que creo que es la actitud así chulesca lo que choca de esta chica y sus expresiones faciales, aparte que parece como más mayor de 14 años, da esa impresión...no se ve físicamente así dulce por los rasgos, no sé si me explico, resulta como un poco borde.
Supongo que habrá tenido que soportar muchos comentarios de este tipo durante mucho tiempo y ahora que ya estará con su vida tranquila y tal no querrá remover todo ese pasado
La chica esta, es la que se sintió mal y no salio esa noche???
 
Pero... ¿por qué odiaba Antonio Anglés a las mujeres?

El miércoles quince de mayo de 1991, el ministerio fiscal de la audiencia valenciana solicitaba una condena de once años de prisión para Antonio, por pegar una paliza a Nuria Pera Mateu y mantenerla encadenada a una columna durante 25 horas. ¿El motivo? Nuria, adicta a los estupefacientes, le debía dinero a Antonio. La fiscalía pedía también penas menores para la madre (Neusa), la hermana (Kelly) y un amigo del acusado (Miguel Ricart) por no haber informado de los hechos a la policía. Para Antonio, que reconoció los hechos, solo se trataba de "una tontería".

Nuria declaró que había acudido al domicilio de Anglés en Valencia para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.




Nuria Pera Mateu, en la época del juicio.


Antonio no se lo tomó nada bien. La golpeó en varias ocasiones, la amenazó con un cuchillo y se la llevó a casa de sus padres, donde volvió a golpearla y después la introdujo en una habitación situada en el fondo de la vivienda, detrás de un corral, donde la encadenó a una columna.
Dolores Anglés, "Kelly", para la que se solicitaban cuatro meses de arresto, manifestó que Nuria no quiso que llamaran a la policía ni que le quitaran las cadenas "porque era consciente de que se había portado mal y tenía que pagar por ello".
Aquí se inicia el mito Anglés. Un individuo misógino y despiadado, capaz de cualquier cosa.
"Nuria es la joven toxicómana con la que el prófugo mantenía relaciones y a la que hizo pagar un alto precio por inyectarse la heroína que le había entregado para que la vendiera. La secuestró y la apaleó sin piedad, mientras la mantenía encadenada a una cama. Un buen día, Ricardo, que se gana la vida cuidando a una anciana alemana, decidió denunciar lo que estaba pasando. <Es que quería tirarla a un pozo>, puntualizó Neusa.

A Antonio le costó una condena a ocho años de cárcel, que no cumplió, ya que decidió no volver a la Modelo tras obtener un permiso."
Levante, 1997.05.20.
Oleaque adornó todo el asunto en su libro "Desde las tinieblas":

En los días sucesivos, las cosas empeoraron. Antonio, según Miguel Canales, "la tenía a pan y agua". Nuria estaba aterrada de frío. Neusa, cuando Antonio no la veía, le suministraba ensaimada con leche.

-Neusa -decía Nuria-, suélteme.

Pero Neusa sabía que, si hacía esto, "el mío hijo me mataba". Además de todo, la joven, sin su dosis de heroína, estaba sufriendo un descomunal síndrome de abstinencia, y Antonio la tentaba dejándole droga a la vista, pero a distancia para que no pudiera cogerla. Años más tarde, ella contaría a la Guardia Civil que, durante su encarcelamiento, sufrió violaciones. También se lo confesaría a Mari, la toxicómana que había ofrecido su piso a Antonio para citas sexuales: "Mientras la tuvo allí, el Asuquiqui se lo hizo por detrás y por delante todo lo que quiso." A Mari, y a otras personas cercanas, Nuria narraría que, para violarla, Antonio no sólo se valía del miembro sexual, sino también de palos y otros objetos. Algunos chavales han afirmado que la prostituiría entre toxicómanos, a pesar de que también la ofrecía de balde. Y que, ocasionalmente, los incitaba a orinar o mas***barse sobre ella. Según Mari, Nuria le relató que, cuando le pedía agua, <Antonio le echaba meados, y cuando quería comer, le echaba caca; si le pedía caballo, le daba una hostia y le decía “cállate, que te apuñalo”>». Su amigo Vicent refiere que "la tenía en bragas y la cubría con una sábana para que no estuviera tan a la vista"; le gritaba que los dòberman se vuelven locos cuando huelen la sangre, "y le rozaba su perro como si se la follara". Nadie sabe el tiempo real que duró aquello, aunque la cifra más frecuente se acerca a una semana. David, un amigo de la casa, dice que "Antonio ya estaba hasta los huevos de ella y quería arrancarle los pezones en unas tenazas". El Mula lo paró.

-¡Pero tío, alguna cosa l’he d’hasé pa quedarme a gusto! -exclamaba-. ¡Igual le rompo los dientes con un martillo!

Sus colaboradores íntimos le hicieron aparcar la idea de las tenazas y el martillo. Pero cuando le decían que ya la había castigado bastante, él contestaba:

-La tengo que matá.

En su posterior testimonio ante el juez, Nuria declararía que Antonio la había amenazado con tirarla a un pozo que había en la casa. Y una noche sonó el despertador de Neusa. La mujer se quitó, y se encontró con que el Rubio y Antonio estaban a punto de lanzarla. Para la ocasión, recuerda Neusa, la habían vestido. Neusa tiene claro por qué fue Ricart y no otro quién ayudó a Antonio.

-Antonio sabía que Rubio no se negaba a na que él le dijera.

Uno de los colaboradores de la droga que se encontraba allí —y que ya ha muerto—, hizo como las avestruces: "No podía evitar que la tiraran al pozo, y me eché en la cama en un cuarto; así tendría que verlo", contaría. Otros chavales se enterarían después del episodio. Neusa se fue a trabajar después de que Rubio y Antonio encadenaron de nuevo a Nuria. A la mañana siguiente, Mauricio le gastaba bromas a Ricardo:

-¿Sabe que hay un fantasma aquí, en la casa?

-¡No m’asustes! ¿Onde está?

Y le mostraba a Nuria cubierta con la sábana. Ricardo, que siempre se ha considerado "un hombre humanitario", provocó el final. Avisó a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo. La policía y los efectivos de la benemérita tomaron la planta baja y liberaron a la joven. Neusa, Ricart, Dolores, que estaban en la casa, fueron detenidos. A Antonio lo cogerían en el piso de Benetússer. Allí detectarían una balanza de precisión para pesar droga, comprimidos de tranquimazín, y documentación suya y de Rubén. Este último también acabaría detenido.

A Antonio, al enterarse que lo detenían por Nuria, le sorprendió tanto alboroto "por una imbecilidad".

Mari, la amiga de Antonio, se encontró con Nuria en un centro donde las dos practicaban programas de desintoxicación. Le comentaría que Antonio era fuera del talego. Nuria se quedó blanca. Mari lo entendió cuando aquella le detalló de pe a pa su cautiverio.

Nuria hacía bien de sentir terror, porque Antonio intentó cumplir en ella su venganza. Primero, buscó Nuria por su pueblo. Después, se enteró de donde intentaba desengancharse, y fue a buscarla en el centro de desintoxicación. Preguntó por ella. Pero la chica había contado a los responsables del centro todo el que le había sucedido y lo habían camuflado para protegerla. El Asuquiqui no la encontró, y tuvo que asumir que su ansia no podría saciarse con Nuria. Una persona cercana a ella comentaría, tiempo después: "Antonio le había hecho antes a Nuria lo mismo que haría a las niñas de Alcásser, pero a ella no pudo matarla."

Aún así, la joven no esquivó la fatalidad: abandonó la droga, pero años después moriría de sida.



Así que nos tenemos que creer las palabras de una drogadicta, a la que le ofrece medio millón de pesetas y es capaz de decir que ella misma fue cómplice de asesinato.

Es más que probable que Anglés la secuestrara y la golpeara, pero lo de las relaciones sexuales no se las cree ni ella.

Por cierto, Anglés ofrecía dinero a sus hermanos por practicarle felaciones. Recalco a sus hermanos, no a su hermana.
 
Pero si te das cuenta es a raíz de que descubren los cadáveres que se empieza a hablar de élites (y según el documental porque a Fernando le chirría que ve escrito en el periódico que había una alfombra persa, que luego resulta que no existe, es la moqueta). Es decir, que si nunca las hubieran encontrado jamás se habrían dado esos nombres en el programa de Pepe Navarro. La estrategia no tiene sentido. Además, cuántos desaparecidos en España tenemos de los que no sabemos nada, hubieran pasado a engrosar la lista y con el tiempo se habría apagado el interés mediático como por desgracia ha pasado en tantos casos.

Yo creo que lo que hubieran hecho esas élites es mucho más fácil, tiro en la cabeza a los dos pelagatos intermediarios, bidones de hormigón y alta mar. Tanto para las niñas como para ellos. Para mí esa gente es más lista que todo esto.
No estaban acostumbrados a la alarma social a lo bestia ni la repercusión ni los periodistas sabían q pasaría.
El ejemplo de macastre del q se empezó hablar de verdad despues de las niñas.
 
Pero si te das cuenta es a raíz de que descubren los cadáveres que se empieza a hablar de élites (y según el documental porque a Fernando le chirría que ve escrito en el periódico que había una alfombra persa, que luego resulta que no existe, es la moqueta). Es decir, que si nunca las hubieran encontrado jamás se habrían dado esos nombres en el programa de Pepe Navarro. La estrategia no tiene sentido. Además, cuántos desaparecidos en España tenemos de los que no sabemos nada, hubieran pasado a engrosar la lista y con el tiempo se habría apagado el interés mediático como por desgracia ha pasado en tantos casos.

Yo creo que lo que hubieran hecho esas élites es mucho más fácil, tiro en la cabeza a los dos pelagatos intermediarios, bidones de hormigón y alta mar. Tanto para las niñas como para ellos. Para mí esa gente es más lista que todo esto.

Pensaron que encontrando los cadáveres y con la "investigación" (casi lo pongo a propósito con h) se daría carpetazo al tema. Tres niñas asesinadas por dos gualtrapas. Pero tampoco contaban con el creciente poder de los medios y de la prensa amarilla de entonces.
Alcasser ha sido un caso importante por muchas razones.

En cuanto a lo de que se hable...con usar la palabra "conspiranoicos" queda todo meridianamente claro.
"Que el doble enterramiento.." - Conspiranoico
"Que la cruz de Caravaca..." - Conspiranoico
"Que ha aparcado Ud. en zona azul y no ha puesto el ticket" - Conspiranoico.

Ya está. Todo claro.
 

Temas Similares

2
Respuestas
14
Visitas
2K
Back