Esther Doña. Viuda del marqués de Griñón.

Esta señora debe ser una bruja de cuidado. Qué putada ver a tu padre ya mayor casarse con una víbora que se apropia de lo suyo y lo aleja de los hijos. Yo lo llevaría francamente mal.
 
Que heavy ..alucino mucho, o sea que una pareja discute y se lo llevan a la comisaría a el y le dicen que presente ella la denuncia, y por qué no al revés?? Que barbaridad..

Conocemos la versión telefónica de él. Todos hemos escuchado discusiones fuertes. Yo solo he llamado a la policia en dos ocasiones y fue por violencia mútua, de hecho la ingresaron a ella en un centro...

Lo digo porque, aparentemente, hubo más de una llamada a la policía y eso quiere decir que la cosa era subida de tono. Nadie sabía de quien se trataba.

Ella no dará su versión porque perdería mucho. Hasta su madre vive en la casa... Él ha contado lo que le beneficiaba con una versión edulcorada que da hasta vergüenza.

No justifico ni a él ni a ella, la presunción de inocencia, siempre. Ella a mí me produce grimilla y él... pues creo que ha hecho una chochada de viejo verde. Y ha perdido a sus hijos. Eso es una pena.

Son una pareja en la que cada uno va a lo que va.
 
Que heavy ..alucino mucho, o sea que una pareja discute y se lo llevan a la comisaría a el y le dicen que presente ella la denuncia, y por qué no al revés?? Que barbaridad..
Porque la ley contra la violencia de género sólo contempla la violencia de hombres contra mujeres. Este tipo de medidas rápidas que facilita no se pueden aplicar en sentido contrario. Es decir, que si tu mujer te insulta o agrede físicamente, no se considera violencia de género (al revés sí) y no la trataría un juzgado específico, sino uno de lo penal imagino, y el proceso es diferente y mucho más difícil de probar y obtener medidas. Corregidme si me equivoco.
Aunque en este caso no conocemos detalles de lo que pasó, si lo pusieron en libertad inmediata sin ninguna acusación, podemos deducir que seguramente se trató de una pelea conyugal sin maltrato por parte de él.
 
11/05/2019

LA DISCUSIÓN CON SU MUJER POR LA QUE ACABÓ EN EL CALABOZO
“ES ALGO NUESTRO. ESTAMOS DECIDIDOS A QUE NO NOS VUELVA A OCURRIR”
LA SIMBIOSIS DE UN MATRIMONIO PERFECTO


“Es la única vez que discutimos tan fuerte... Por protocolo, terminé en comisaría y al día siguiente quedé libre sin cargos”, explica el marqués de Griñón a LOC. E insiste: “No soy violento, nunca lo he sido. Desprecio profundamente la violencia”.
La noche del 24 de febrero, la Policía se personó en el hotel donde dormían para saber qué pasaba. Falcó dijo que se trataba de una discusión. Los agentes se llevaron al marqués de Griñón a comisaría. A la mañana siguiente hubo un juicio rápido del que salió absuelto y sin cargos. “Es una historia desmesurada”, explica a LOC. POR MARINA PINA / LUIS F. DURÁN

CARLOS FALCÓ (82) Y ESTHER DOÑA (41) cumplirán dos años de casados el próximo 22 de julio. La pareja contrajo matrimonio en el verano de 2017 en los jardines del palacio El Rincón ante cinco personas. Una boda íntima a la que siguió una fiesta exclusiva que fue portada de ¡Hola! Durante este tiempo, Esther Doña ha concedido dos exclusivas más a la revista. La primera, en enero de 2018, cuando quiso aclarar que se había casado con un acuerdo prematrimonial. “Queda claro que nuestra relación está basada en el amor y no en temas materiales”, dijo. La segunda tuvo lugar el pasado julio, con motivo de su primer aniversario de boda. La pareja describía su relación como una “eterna luna de miel” que había comenzado en abril de 2016, cuando se inscribieron en el Registro Civil como pareja de hecho. Una vida soñada que parece no ser siempre tan idílica. Los marqueses de Griñón tienen discusiones, como todas las parejas. La última terminó en comisaría.

Madrugada del pasado 24 de febrero. Hotel Eurobuilding. Calle Padre Damián, 23 de Madrid. En torno a la 1.30 de la noche, quienes duermen en el exclusivo alojamiento de cinco estrellas comienzan a oír una fuerte discusión en una habitación. Los gritos van en aumento hasta que los vecinos deciden llamar a la Policía. Dos agentes se personan a las dos de la mañana en la habitación de la que provienen los gritos. Es una pareja que discute. Son Carlos Falcó y Esther Doña.

“Llegué a Madrid tarde procedente de Sevilla, donde había estado en una presentación de vinos. Esther estaba esperándome en el hotel y llegué a las diez de la noche”, explica por teléfono el marqués de Griñón. Según él, la pareja decidió cenar en el restaurante Sushi99, situado en el mismo hotel donde dormían. “Por parte de Esther en ese momento había una situación de ansiedad y dolor y la discusión empezó durante la cena”, confiesa. La pelea fue a más y decidieron regresar a la habitación para no continuar con la disputa en público. Fue entonces cuando se molestaron otros huéspedes y se personaron los agentes.

Al abrir la puerta, la Policía se encontró con una pareja que reconoció la discusión. Los agentes decidieron llevarse a Carlos Falcó a la comisaría de Chamartín y recomendaron a Esther Doña que denunciara. “Esa noche estuve en la comisaría”, recuerda Falcó. Según él, para aprovechar el tiempo –ya que de madrugada no podía contactar con sus abogados– pidió que le realizaran “una revisión médica”.

Aunque Esther Doña no presentó ninguna demanda, los profesionales decidieron actuar de oficio. Interpusieron una denuncia por presunto delito de violencia de género. “Por la mañana me trasladaron a otra dependencia distinta en coche”, continúa Carlos. Esperó a que le tocara el turno con la jueza de fin de semana. “Tras escuchar el testimonio, me dejó libre y sin cargos”, asegura.

“Se trata de una historia desmesurada. No me parece bien que la presunción de inocencia no pueda aplicarse igual siendo hombre o mujer”, opina. Sin embargo, su testimonio concuerda con el atestado policial al que ha accedido LOC. Además, Falcó reconoce: “Es la única vez que hemos tenido una discusión tan fuerte”.

La pareja atravesó un momento delicado que terminó de explotar ese tormentoso 24 de febrero. “Hemos superado una crisis y este episodio nos debe ayudar a que no nos vuelva a ocurrir algo así”. Tras la noche en comisaría, Falcó y Doña decidieron recluirse en el campo para mejorar su matrimonio. El último mes y medio el marqués ha ejercido de enfermero de su mujer, a quien han extirpado un tumor en la pierna en la clínica Quirón Pozuelo. “Hemos estado alejados de cualquier evento social y nos ha venido muy bien, es muy importante que la pareja tenga comunicación”, cuenta.

Carlos contaba esto a LOC por teléfono desde Madrid, donde estaba para asistir a un almuerzo familiar. Mientras tanto, su mujer, que ya está más recuperada, viajaba en un AVE a Málaga. “Ahora disfruto de un matrimonio que me merezco porque he luchado mucho y soy muy feliz”, confiesa.

DISTANCIADOS

Esa lucha apunta a que para estar con Doña, Falcó ha renunciado a un trato más continuado con el resto de sus hijos. Aunque los sigue viendo y les apoya en sus proyectos y pese a que todos intentaron tratar a Doña al principio del noviazgo, desde hace siete meses tan sólo tienen relación con el padre. La primera en poner un muro de contención fue Tamara, que ve al marqués de Griñón con frecuencia en Madrid y en solitario. Los siguientes en distanciarse de la marquesa consorte fueron Duarte y Aldara, los hijos pequeños de Carlos Falcó. Los jóvenes acudieron a la boda y Duarte llegó a vivir con ellos en el campo. Sin embargo, la relación se terminó hace aproximadamente un año, después de que la madre de Esther ocupara la habitación de Aldara en El Rincón sin avisar a la hija menor.

La última en desvincularse del matrimonio fue Xandra. Aunque tampoco tenía mucho trato con Esther, ha dejado de trabajar con su padre para emprender el camino en solitario. “Ha estado 15 años involucrada con la bodega, pero ahora ha decidido iniciar su propia aventura, relacionada con la excelencia”, dijo entonces el marqués de Griñón.

Tanto Carlos como Esther tienen un importante historial amoroso a sus espaldas. El marqués de Griñón ha estado casado en cuatro ocasiones. La primera con Geannine Girod, la segunda con Isabel Preysler, quien se divorció tras conocer al entonces ministro de Economía, Miguel Boyer. Años después, Falcó contrajo matrimonio con Fátima de la Cierva. Parecía que la relación sería la definitiva. Se casaron en el Consulado español de Bayona en 1993. Ella tenía 22 años menos, pero su origen era igual de aristocrático que el de él. Sin embargo, en 2011 la pareja se separó de hecho. Fátima pidió el divorcio en varias ocasiones, pero Carlos se lo negaba pensando que volverían. Se lo aceptó la tercera vez, el 28 de abril de 2016, y un día después Falcó se inscribió en el Registro como pareja de hecho de Esther Doña. Fuentes cercanas a Preysler y a De la Cierva aseguran que nunca ha sido de grandes discusiones. “No soy violento, nunca lo he sido. Desprecio profundamente la violencia”, asegura él.

Para Esther, el matrimonio con Falcó fue su tercera unión legal. Se casó por primera vez a los 26 años el 28 de febrero de 2004. Tras el divorcio, en 2011 se casó en Londres con el empresario Ángel Javier Martínez Higueras. Él la colocó de administradora en una empresa con un capital social de 5,6 millones de euros. Sin embargo, el matrimonio se rompió al poco tiempo de pasar por el altar. Con los dos divorcios en regla, Doña –que también tuvo una relación con Máximo Valverde y visitó el yate el ex presidente del Sevilla, José María González de Caldas– comenzó a cruzarse mensajes con el marqués de Griñón.

La historia la presentaron como idílica. Él contaba que había aprendido a hablar por Whatsapp para ligar con ella, que mantenían largas conversaciones y que Esther las había impreso todas como recuerdo. Un año hablando por el teléfono y un corto noviazgo que terminó en unión de hecho en 2016. Un año después se casaron. Por su primer aniversario de boda, contaron que vivían en una “eterna luna de miel”. Noches en el campo y viajes por medio mundo. La pareja compartía incluso la ilusión de hacer productos cosméticos con el aceite del marqués de Griñón. Tuvieron que renunciar a la idea de tener un hijo porque debido a la edad les parecía “una irresponsabilidad”. Una imagen de un matrimonio idílico que continúa unido pese al altercado del fatídico 24 de febrero.


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Esther Doña se adaptó a la perfección a la vida soñada por Carlos Falcó. El marqués de Griñón había visto como dos de sus matrimonios naufragaban en parte por su afán de querer vivir en el campo. A su cuarta esposa la idea de la vida campestre no le importó. Desde 2016 reside en las fincas de su marido, recibe en casa a periodistas para hacer exclusivas y a amigos como una marquesa consorte perfecta. Cuando tiene ganas de estar en Madrid, Carlos y ella se alojan en el Eurobuilding, donde tienen todas la comodidades en el centro de la capital. Esther, además, ha aprendido a catar vino, a distinguir distintos aceites y a disfrutar con las aficiones de su marido.

https://www.elmundo.es/loc/famosos/2019/05/11/5cd57ffefdddffe8248b46f8.html
 
Informalia desvela, citando funetes anónimas, que Esther Doña se puso tan furiosa en una ocasión que su marido acabó encerrado en el baño, y una de las hijas de Falcó estaba presente.

https://www.google.es/amp/s/www.per...-calabozo-tras-pelearse-on-su-mujer.shtml/amp



Por lo que veo no es la primera pelea

Carlos Falcó, en el calabozo tras una discusión con su mujer, Esther Doña
Informalia
11/05/2019 - 0:17
1 Comentario

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No llevan casados ni dos años, pero el marqués de Griñón y la ex modelo malagueña, a la que dobla la edad, ya han tenido tiempo de regañar, como todos los matrimonios. Ahora bien, una cosa es tener una discusión y otra lo que les ha ocurrido a Carlos Falcó y a Esther Doña.

El pasado sábado 23 de febrero, el padre de Tamara Falcó y su cuarta esposa se quedaron a dormir en ese hotel y en torno a la una y media de la madrugada, los otros huéspedes del conocido hotel empezaron a oír una discusión de tal calibre que acabaron llamando a la Policía, que llegó en aproximadamente media hora.

En concreto, dos agentes se personaron en la habitación de la que procedían los gritos de una pareja discutiendo, tal y como cuenta el suplemento La Otra Crónicade El Mundo este sábado.

Carlos Falcó había estado de viaje y decidió cenar con Esther en el restaurante Sushi99, que está en el propio hotel, por cierto que es el mismo en el que habían estado la ex mujer de Griñón, Isabel Preysler, y Mario Vargas Llosa cuando se descubrió la relación.

"La discusión empezó durante la cena", ha explicado el propio marqués al citado periódico. Al parecer, la discusión en el japonés llegó a tal punto que decidieron subir a la habitación para evitar el escándalo público. Pero arriba la pelea, en vez de acabarse, fue a más, y se hizo tan ruidosa que alguien llamó a la Policía.

Los agentes preguntaron qué pasaba y ambos reconocieron la discusión, recomendaron a Esther que denunciara a su marido, y se lo llevaron a comisaría, donde permaneció esa noche. La señora de Griñón no denunció pero los policías actuaron de oficio y el ex marido de Isabel Preysler fue acusado de un presunto delito de violencia género. Al día siguiente Carlos Falcó acudió a un juicio rápido y la jueza, tras escuchar su testimonio, le dejó en libertad y sin cargos.

"Es la única vez que hemos tenido una discusión tan fuerte"

La frase es de Carlos Falcó, una declaración que recoge El Mundo, y que el marqués esgrime en su defensa, argumentando que él no es violento. Sin embargo, Informalia ha podido saber de fuentes de absoluta solvencia que Esther Doña se puso tan furiosa en una ocasión que su marido acabó encerrado en el baño, y una de las hijas de Falcó estaba presente.

Carlos Falcó ha estado casado tres veces, y Esther es su cuarta esposa. La malagueña se ha casado hasta ahora tres veces, y tuvo relaciones conocidas con el actor Máximo Valverde y con el presidente del Sevilla José María González de Caldas.
 
Un hotel de 5 estrellas no es Pensión Pepe. Tienen su propia seguridad, que iría a la habitación alertados por otros huéspedes, pero viendo/oyendo el percal, ellos mismos llamarían a la policia.
Por más que se empeñen en decir que "los pobres hombres están en desigualdad" hay un protocolo muy estricto para casos de VdeG y si la mujer no denuncia no hay detención, como se ve en este caso. Es por eso que la policía recomienda denunciar si ha visto indicios con sus propios ojos, pero si no se hace, el otro sale a la calle sin cargos después de cumplir unas formalidades (papeleos sin más).
Es tan posible que ella sea una bicha como que lo sea él, como que ambos sean tan ángeles como demonios. La presunción de inocencia existe gracias a dior, así que lo mejor es no especular, pero desde luego, vaya tela.
 
dice LA NOTICIA QUE él llegó tarde a Madrid desde Sevilla donde había hecho una representación de vinos y la Doña se puso con ansiedad por haberle estado esperando tiempo en el hotel.

Madre mía, chica, qué poco aguante tienes, o es que te piensas que tu marido de 82 años se ha ido de discoteca?...mujer, date un masajito en el spa del hotel y le esperas así la hora hora y media que haga falta.

Son ganas de querer dar disgustos al pobre viejito eh..?
 
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