Ser francesa no es ningún delito.
A Juana de Arco no se la puede juzgar por los criterios actuales, fué una hija de su época, en que tener visiones celestiales, aunque fuesen por sugestión psicológica, era bastante común. Ni siquiera fué la primera chica a la que se creyó que podia ser la esperada Doncella de Lorena de la profecía. Juana no era una farsante ni mentirosa, ella creia realmente en las voces que oia. Eso si, se sospecha que Yolanda de Anjou, la suegra del Delfín Carlos, la consideró apta para elevarla a la categoria de la elegida que pudiese levantar la moral de las tropas francesas y que en secreto la hizo entrenar en artes militares y, por supuesto, conocer al Delfin Carlos antes de su presentación oficial en la Corte para que milagrosamente ella pudiese reconocerle sin, en teoria, haberle visto nunca antes. Y que ella habria aceptado todo eso para conseguir su sueño de poder luchar contra los ingleses, coronar al Delfín y expulsar a los ingleses tal y como le habian ordenado las voces.
Tenia un aura especial que hizo que los veteranos soldados y militares que la rodearon no osasen intentar abusar sexualmente de ella. Uno de ellos, Jean de Mens, su compañero de batalla más cercano, se enamoró platónicamente de ella sin mostrarle jamás sus sentimientos, intentó sin éxito su rescate y tras su horrenda muerte jamás se quiso casar. Otro también se obsesionó con ella, se convirtió en el horrendo asesino de niños Gilles de Rais que terminó ahorcado por propia voluntad.
Fuera de eso, los testimonios la muestran como una muchacha muy inteligente, agudo sentido del humor, conversación cabal y que sabia firmar. Sus respuestas ante las preguntas del farsante juicio a la que la sometieron los ingleses están ahi, transcritas, y demuestran que era muy inteligente e intentaba no caer en las trampas que le tendian. Pero que no era una farsante lo demuestra que tras mostrarle los instrumentos de tortura y la hoguera se retractó por miedo a la muerte, pero que después, por miedo a la condenación eterna por haber renegado de Dios y sus santos, volvió a defender su realidad de que ella era una enviada de los santos y afrontó la horrenda muerte con miedo pero sintiendo que era su deber.
Su madre, una simple campesina de Lorena, no paró hasta conseguir postrarse a los pies del Papa en Roma y en vida consiguió que se declarase nulo ese juicio y se reivindicase la memoria de su hija. Aunque no fué declarada santa hasta 1929.
Mil gracias. ¡Qué interesante!