En cambio, cuando yo era niña recuerdo que una canonización era una especie de milagro inalcanzable para cualquier "candidato". Por ejemplo, a Juana de Arco tardaron 500 años en hacerla santa, a la fundadora de uno de mis colegios de monjas, Maria Rivier, tardaron 200 años en hacerla beata - solo porque fundó una congregación de monjas en plena Revolución Francesa - y asi sucesivamente. Ahora, basta con caer bien en el Vaticano y al año de morirte ya estás en los altares, en increible.
Es cierto, a algunos tardaban años para santificarlos tratando de demostrar que los milagros que se les atribuían eran tales, aunque a otros directamente los inventaban, intentando sustituir a los dioses de pueblos paganos por santos que fueran su equivalente, aunque jamás hubieran existido.
Sobre ese tema, una canonización muy polémica fue la de Juan Diego, el indígena al que supuestamente se le apareció la virgen de Guadalupe en México. Guillermo Schulemburg, quien fuera abad de la Basílica de Guadalupe, negó su existencia:
"Schulenburg desató una controversia cuando en 1996 puso en duda la existencia misma de Juan Diego y por ende las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac. Además de que envió al Vaticano una carta en la que señalaba que pese a lo que se dice, la existencia del indio no ha quedado demostrada plenamente.
«La existencia del indio Juan Diego no ha sido demostrada, podríamos obtener muchas firmas de eclesiásticos preparados, así como de laicos intelectuales que avalan esta carta, pero no queremos provocar un inútil escándalo, simplemente queremos evitar que disminuya la credibilidad de nuestra Iglesia», expresaba en la misiva.
Declaró a la revista italiana 30 Giorno que la existencia de Juan Diego era «un símbolo y no una realidad», y encendió los ánimos de la cúpula religiosa al asegurar que la imagen de la Virgen de Guadalupe era «producto de una mano indígena y no de un milagro»."
Fuentes: http://www.sectas.org/seccionesespeciales/padreamaro/romero_1.asp
http://www.jornada.unam.mx/2009/07/20/politica/018n1pol
Hay mucha polémica en torno al caso de las apariciones guadalupanas. Yo soy de la opinión de que efectivamente fue un invento para hacer que los indígenas que se resistían a convertirse al cristianismo, lo hicieran. "Taparon" a la diosa Tonantzin con una virgen indígena. Y para seguir engordando las arcas (la Basílica de Guadalupe es una de las fuentes más importantes de dinero para el Vaticano) y porque los bonos de la Iglesia Católica han caído bastante en México, decidieron seguir con el cuento y canonizar a Juan Diego.