Yo conozcí a una Santa. En serio. E hizo tres milagros. Se quedó viuda con 28 tacos y tres hijas. Sin un puto duro en un entorno cerrado y machista. Sin oficio, casi sin saber leer. Sólo con tres hijas y una vaca. Sacó adelante a las hijas ella sóla, y fueron tres mujeres de provecho que no debían nada a nadie y se sabían comportar. Que aprendieron a defenderse en la vida, a cocinar de put* madre, a coser aún mejor. A luchar por lo de ellas. Y criaron a sus hijos a su vez. Con mucho esfuerzo salieron de ese entorno de mierda y florecieron. Porque su madre les enseñó cada puto día de su vida. No vivía más que para currar y cuidar a sus niñas. Jamás se volvió a casar, que era lo fáciil. Jamás nadie le dió una orden. Y lo logró. Murió apaciblemente. De vejez. En casa de una de sus hijas, donde todas la cuidaban. Tranquila. Con la conciencia como una patena. Sabiendo que había hecho todo lo que tenía que hacer y más. Nadie la va a canonizar. Ni tampoco ninguna feminista la va a poner de ejemplo.
Hay miles de santas hoy en día. Haciendo milagros. Mujeres que trabajan como perras y hacen que quienes están a su lado estén mejor. Madres solteras o divorciadas que no se sabe como coxx se las apañan para cuidar a su prole, llevar un sueldo a casa y, atención, sonreir y estar de buen humor.
Mujeres que no saben lo que es la palabra cansancio, ni la palabra descanso. Esas, son las santas. Las reinas y las monjitas albanas.... pues eso. Así soy Santa hasta yo!
Hay miles de santas hoy en día. Haciendo milagros. Mujeres que trabajan como perras y hacen que quienes están a su lado estén mejor. Madres solteras o divorciadas que no se sabe como coxx se las apañan para cuidar a su prole, llevar un sueldo a casa y, atención, sonreir y estar de buen humor.
Mujeres que no saben lo que es la palabra cansancio, ni la palabra descanso. Esas, son las santas. Las reinas y las monjitas albanas.... pues eso. Así soy Santa hasta yo!