No se si lo habéis visto, yo por suerte no más de 3 minutos en un vídeo de la web de telemierda. Me pareció tan tan patético que me asustó y todo, con la tía analfabeta esa con cara de monja mala, el "influencer-cejijunter"...pero veo que no soy la única. Aquí un blog del mundo (y enlace http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/teletridente/2015/06/29/estilitontos-de-capirote.html)
'Estilitontos' de capirote
comentarios 2
¿Cámbiame? No, por favor. Remátame. Pégame. Trepáname el cerebelo. Maltrátame verbal y físicamente. Escúpeme. Cualquier cosa antes que dejar que tres tristes estilistas pongan sus sucias manos sobre mí. Y menos en el 'telecirco' de la conjura de los 'estilitontos'. El triunfo de la sandez y de las formas más rancias sobre todo tipo de fondos. La banalidad llevada a extremos de dudosa condición. La 'estilistontez' final. Pasarela de los horrores 'vacui'. ¿Esto es normal u ocurre solamente en España? ¿La gente ve estas cosas en serio o forma todo parte de una gran broma de la que algún día acabaremos riéndonos por no llorar?
'Cámbiame'. En Telecirco, ¿dónde si no? Amenazan también, ahora que han visto el éxito del programa de marras, con un 'Cámbiame Premium', en el que mejorarán la imagen personal, la vivienda y hasta la forma de pensar del vulgo más necesitado. Todo muy profundo, sí. Existen ciertos tipos de programas televisivos que se ven con el corazón en un puño y la absurda sensación de que, quien los factura, se está en realidad descojonando de la aldea global. El problema llega cuando constatas, a los cinco minutos de vergonzante visionado, que no hay ni rastro de ironía, ni sentido del humor, en esta 'parada de los monstruos' peripatética y cañí. Ni una gota. Y empieza uno entonces a preocuparse de verdad.
Marta Torné, la presentadorcilla. ¡Madre mía! ¡Doña Teleprompter! ¡Miss Autocue! Es incapaz la pobriña de improvisar ni su pedido en el McAuto. Cristina Rodríguez, la Estilista Madre. El regreso de la estulticia con traje de chaqueta. El verdadero 'horreur'. Leo sobre ella por ahí: "Presentadora, actriz y estilista de cine y teatro. Ha creado el vestuario de más de 50 películas y ha trabajado para Francis Ford Coppola, Carlos Saura y Álex de la Iglesia. Aunque intenta ser la más implacable, su extrema sensibilidad la delata". Releerlo y empezar a darme mareos.
La soportamos hace siglos, sí, en 'Supermodelo', en Cuatro, y pensábamos que nunca volveríamos a padecerla. Pero ha vuelto. Para quedarse. Me temo que ningún euromediador puede solucionarlo. Y, lo peor, es que ahora está acompañada de otros dos estilistas, Natalia Ferviú y Pelayo Díaz, que acaban de poner de los nervios a cualquiera con dos dedos de frente. ¡Estilistas televisivos de exitazo, qué tropa!
Por cierto, ¿quién 'estilistiza' a los estilistas? ¿De qué fétido pozo sale tanto gestorcillo de la belleza de tan oscura condición? Porque guapos, lo que se dice guapos, no es que lo sean mucho estos tres pájaros de cuenta. Dos 'chonipijas' y un 'viejoven' encantadisssíssssimos de conocerse. Y sobre sus propios estilismos tendríamos demasiado que debatir. Se las dan de Supertacañones estas tres joyitas en lo que viene a ser una mezcla de La Voz y Mujeres, Hombres y Viceversa con un puntito de Pretty Woman.
"He sido vedette de Marujita Díaz", suelta, como carta de presentación curricular, una tal Roxana, actriz de los años del destape que quiere volver a ser el 'pibonazo' que fue. Y se ponen al lío con ella. Esto es una especie de La metamorfosis de Kafka en la que no faltan las cucharachas en forma de estilistas. Roxana hizo en su día portadas para Interviú y pelis con Landa y López Vázquez. Una eternidad después de darnos la paliza con el gran cambio y resulta que la nueva Roxana es la vieja Roxana pero sin gafas, con un pantalón negro y con un peinado totalmente distinto al que llevaba cuando la cosa empezó. ¡Y lo venden como un milagro!
Nos iría mucho mejor a todos, eso es seguro, si cambiásemos algunos cerebros, algunas neuronas, algunas mentalidades, en vez de dejarnos robar la cartera de forma tan rastrera y vil. Probemos. Igual funciona. Mientras tanto, consolémonos maldiciendo las vigoréxicas cuentas corrientes de los innombrables que tratan de hacer nuestra televisión un circo para 'freaks' del profundísimo Sur Profundo estadounidense.
'Estilitontos' de capirote
comentarios 2
¿Cámbiame? No, por favor. Remátame. Pégame. Trepáname el cerebelo. Maltrátame verbal y físicamente. Escúpeme. Cualquier cosa antes que dejar que tres tristes estilistas pongan sus sucias manos sobre mí. Y menos en el 'telecirco' de la conjura de los 'estilitontos'. El triunfo de la sandez y de las formas más rancias sobre todo tipo de fondos. La banalidad llevada a extremos de dudosa condición. La 'estilistontez' final. Pasarela de los horrores 'vacui'. ¿Esto es normal u ocurre solamente en España? ¿La gente ve estas cosas en serio o forma todo parte de una gran broma de la que algún día acabaremos riéndonos por no llorar?
'Cámbiame'. En Telecirco, ¿dónde si no? Amenazan también, ahora que han visto el éxito del programa de marras, con un 'Cámbiame Premium', en el que mejorarán la imagen personal, la vivienda y hasta la forma de pensar del vulgo más necesitado. Todo muy profundo, sí. Existen ciertos tipos de programas televisivos que se ven con el corazón en un puño y la absurda sensación de que, quien los factura, se está en realidad descojonando de la aldea global. El problema llega cuando constatas, a los cinco minutos de vergonzante visionado, que no hay ni rastro de ironía, ni sentido del humor, en esta 'parada de los monstruos' peripatética y cañí. Ni una gota. Y empieza uno entonces a preocuparse de verdad.
Marta Torné, la presentadorcilla. ¡Madre mía! ¡Doña Teleprompter! ¡Miss Autocue! Es incapaz la pobriña de improvisar ni su pedido en el McAuto. Cristina Rodríguez, la Estilista Madre. El regreso de la estulticia con traje de chaqueta. El verdadero 'horreur'. Leo sobre ella por ahí: "Presentadora, actriz y estilista de cine y teatro. Ha creado el vestuario de más de 50 películas y ha trabajado para Francis Ford Coppola, Carlos Saura y Álex de la Iglesia. Aunque intenta ser la más implacable, su extrema sensibilidad la delata". Releerlo y empezar a darme mareos.
La soportamos hace siglos, sí, en 'Supermodelo', en Cuatro, y pensábamos que nunca volveríamos a padecerla. Pero ha vuelto. Para quedarse. Me temo que ningún euromediador puede solucionarlo. Y, lo peor, es que ahora está acompañada de otros dos estilistas, Natalia Ferviú y Pelayo Díaz, que acaban de poner de los nervios a cualquiera con dos dedos de frente. ¡Estilistas televisivos de exitazo, qué tropa!
Por cierto, ¿quién 'estilistiza' a los estilistas? ¿De qué fétido pozo sale tanto gestorcillo de la belleza de tan oscura condición? Porque guapos, lo que se dice guapos, no es que lo sean mucho estos tres pájaros de cuenta. Dos 'chonipijas' y un 'viejoven' encantadisssíssssimos de conocerse. Y sobre sus propios estilismos tendríamos demasiado que debatir. Se las dan de Supertacañones estas tres joyitas en lo que viene a ser una mezcla de La Voz y Mujeres, Hombres y Viceversa con un puntito de Pretty Woman.
"He sido vedette de Marujita Díaz", suelta, como carta de presentación curricular, una tal Roxana, actriz de los años del destape que quiere volver a ser el 'pibonazo' que fue. Y se ponen al lío con ella. Esto es una especie de La metamorfosis de Kafka en la que no faltan las cucharachas en forma de estilistas. Roxana hizo en su día portadas para Interviú y pelis con Landa y López Vázquez. Una eternidad después de darnos la paliza con el gran cambio y resulta que la nueva Roxana es la vieja Roxana pero sin gafas, con un pantalón negro y con un peinado totalmente distinto al que llevaba cuando la cosa empezó. ¡Y lo venden como un milagro!
Nos iría mucho mejor a todos, eso es seguro, si cambiásemos algunos cerebros, algunas neuronas, algunas mentalidades, en vez de dejarnos robar la cartera de forma tan rastrera y vil. Probemos. Igual funciona. Mientras tanto, consolémonos maldiciendo las vigoréxicas cuentas corrientes de los innombrables que tratan de hacer nuestra televisión un circo para 'freaks' del profundísimo Sur Profundo estadounidense.
Última edición por un moderador: