Boyer y Preysler. Batalla judicial de los hijos contra Preysler por la herencia.

"Una charla pendiente

Su padre tenía algunas preocupaciones antes de su crisis cerebral. Laura nunca supo de qué se trataba. «Me dijo: ‘‘Hay gente muy mala’’. Quiso tener una conversación privada conmigo sobre eso, pero no tuvo tiempo y luego ya no se acordaba. Me quedé con la duda, algo que lamento mucho. Si mi padre tenía problemas, me habría gustado conocerlos"


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Laura Boyer, desaparecida tras la polémica por la herencia familiar
La hija de Miguel Boyer se aísla del escándalo. Su tío, Christian, albacea del fallecido exministro, tampoco
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Laura y Miguel Boyer en el funeral de su padre en 2014 - GTRES
ANGIE CALERO- AngieCaleroMadrid - 09/04/2016 a las 01:16:02h. - Act. a las 13:07:59h.Guardado en: Gente&Estilo , Gente
Quién iba a decir que Isabel Pantoja e Isabel Preysler llegarían a tener en común algo más que el nombre. Esta semana varios medios de comunicación se hacían eco de una noticia que pudo salir del entorno de Laura Boyer, la hija que Miguel Boyer tuvo con su primera esposa, la ginecóloga Elena Arnedo. Según las versiones publicadas, la primogénita del «superministro» se estaría planteando demandar a Preysler para exigir su parte de la herencia paterna. Todo apunta a un litigio como el que mantienen Francisco y Cayetano Rivera contra Pantoja desde que murió Paquirri.

El revuelo mediático ha pillado a la «reina de corazones» y Mario Vargas Llosa en el extranjero, por eso Isabel ha enviado un comunicado a través de su abogado afirmando que en su casa «no se ha negado la entrada a nadie» y que tampoco se ha negado a repartir la herencia, algo que esta semana dejaba entrever el hermano de Laura, Miguel Boyer Jr.

Laura lleva tiempo desaparecida. El pasado 2 de enero ABC publicó una entrevista con la hija de Boyer y Arnedo y su entorno más cercano asegura que no sabe nada de ella casi desde entonces. «Lo último que supe de ella fue la entrevista que publicasteis en ABC», cuenta un amigo íntimo. Este periódico la ha llamado insistentemente durante toda la semana, le ha enviado emails y mensajes de texto, y tampoco ha tenido noticias de ella.


Otra pieza clave de este rompecabezas también se encuentra en paradero desconocido. Se trata de Christian Boyer, el hermano pequeño de Miguel Boyer al que nombró albacea antes de morir. A este pintor, ilustrador y escenógrafo se le ha acusado de favoritismos hacia Preysler y se le ha visto en alguna cena con ella y el premio Nobel. Tiene hasta 60 meses para solucionar el reparto de la herencia de su hermano y, según sus sobrinos, no ha empezado todavía con los trámites.

Esta semana se han comentado muchas cosas sobre Laura y la relación que mantenía con su padre. Se dijo que se habían distanciado. Pero Laura nunca ha creído que eso fuera así. «No es cierto lo que se ha dicho de que estábamos distanciados. Entre nosotros había una gran complicidad, nos entendíamos incluso telepáticamente. Si a veces hablábamos menos era porque alguno de los dos estaba pasando una mala racha y no quería preocupar al otro, pero siempre estaba a mi lado para lo importante, y yo al suyo. Era una unión indestructible que solo pudo romperse con su fallecimiento», apuntó a este periódico durante su entrevista en exclusiva.

Una charla pendiente
Su padre tenía algunas preocupaciones antes de su crisis cerebral. Laura nunca supo de qué se trataba. «Me dijo: ‘‘Hay gente muy mala’’. Quiso tener una conversación privada conmigo sobre eso, pero no tuvo tiempo y luego ya no se acordaba. Me quedé con la duda, algo que lamento mucho. Si mi padre tenía problemas, me habría gustado conocerlos», recordó la niña de sus ojos en conversación con este periódico.

Los únicos requisitos que puso para aquella conversación fue que no hablaría de la segunda esposa de su padre, y tampoco del tema de la herencia del ex ministro socialista. Ya lo dijo en su momento: «Me siento con la obligación de no hablar de mis padres ni pregonar su vida privada». Quizá por eso, ahora, cuando todos la buscan, ella no aparece.
......

Ojalá los hijos le den caña a esta víbora falsa y se acaba 40 años de " reinado"de hipocresía y vacío.


 
Bueno, es cuestión de gustos y opiniones, como he dicho.
Renunciar no renuncio, simplemente no me apetece, empiezo alguna vez, por curiosidad, uno de sus libros y no los termino nunca. No hago una obligación. No tengo que renunciar. Simplemente no me interesa.
Saludos.
A mí me pasó lo mismo. Me pareció un petardo. Recientemente lo volví a intentar y lo dejé. Con la de libros que tengo en lista de espera, como para perder el tiempo en uno que me aburre. Que yo leo por placer, no por darme el pisto. Y entiendo y respeto que haya gente a quienes les guste MVLL pero no es mi caso. Tiene cosas buenas pero para mí es demasiado cargante. Así que no eres la única.
 
No pretendo "captarte". Sólo te digo que ese libro es impresionante. E instructivo. Yo no sabía prácticamente de uno de los peores dictadores de los últimos tiempos, y en ese libro me enteré.
Hay otros libros suyos que no me interesan nada, porque no me interesa el tema.
Y te entiendo: cuando yo le cojo manía a una persona, no lo puedo leer, así fuera el mismísimo Cervantes.
Pues si me lo pones así lo intentaré.
Eso sí, lo sacaré de la biblioteca. No me apetece darle un duro al cacaseno.
 
"La ciudad y los perros" y "Conversación en la Catedral". Por supuesto, "La fiesta del Chivo". En cambio "La guerra del fin del mundo" con la cieguita de Sape-Sape me dejó bastante igual

Otros mas recientes me han parecido muy poco interesantes. Las rijosidades de los septuagenarios son lo suficientemente vulgares como para no comunicarlas al orbe, aburren y proporcionan un vago desagrado
 
Yo lei alguno en mis tiempos de estudiante, y no me gustaron demasiado, después de lo de IP hice lo mismo que tú, descargué gratuitamente alguno que no había leído, y me volvió a ocurrir lo mismo, no me llamaron la atención.
García Márquez me encanta.

A mí también, aunque no son comparables, ya que uno es completamente realista y el otro no. Es como hacerlo con Cortázar y Borges: son cabezas que no tienen nada que ver. Lo mejor de los del boom sudamericano es que eran todos muy diferentes entre sí. Y la verdad, a mí me gustan todos según la etapa en que me encuentre.
 
"La ciudad y los perros" y "Conversación en la Catedral". Por supuesto, "La fiesta del Chivo". En cambio "La guerra del fin del mundo" con la cieguita de Sape-Sape me dejó bastante igual

Otros mas recientes me han parecido muy poco interesantes. Las rijosidades de los septuagenarios son lo suficientemente vulgares como para no comunicarlas al orbe, aburren y proporcionan un vago desagrado

De acuerdo. Los últimos me dan tal perezón que no los he comprado. A mí también me gustó"Los cachorros". Claro que lo leí con 18, no sé que me parecería ahora.

Ah, y lo de "La guerra del fin del mundo", atinadísimo: ese libro era un trasunto de otro libro, el de "Os sertoes", de Euclides da Cuhna, que era un tipo genial y lo escribió de primera mano acompañando al ejército. Marito cogió la idea y la versionó, no sé por qué, ya que "Los sertones"es una joya.
 
Cierto, estaba casada con Ramfis. Como no usaba su apellido, y Ramfis no estaba operativo, ya que ella andaba por ahí con un torero, siempre había creído que era su hija. Gracias.

Se quedó viuda relativamente pronto. Ramfis murió joven en un accidente de automóvil, como su gran amigo y cuñado Porfirio Rubirosa, y ella siempre conservó su apellido. Y lo cierto es que aunque viviera del Hola en su vida anterior al matrimonio Lita llegó a rodar con Paul Newman.
 
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