La sorprendente juventud de Isabel Preysler
03/04/2014 - T.I.
La reina de corazones ha vuelto ha sorprender a sus 63 añazos llevados con mucha elegancia con una portada en el ¡HOLA!, en la que bien pasaría por una chica de 30. No sería la primera vez que se la confunde con una de sus hijas.
La bella Isabel Preysler aparece en todas las imágenes sin arrugas, con una piel tersa, estirada y sin manchas ni venas. Todos sabemos que la mujer de Miguel Boyer parece haber hecho un pacto con el diablo en cuanto a su eterna juventud se refiere, pero ni un niño de cinco años presenta un rostro sin ninguna línea de expresión como el de ella en la portada de la revista.
Muy mimada siempre por el ¡HOLA!, el bisturí del photoshop en esta ocasión se distingue a leguas en las fotografías de la exmujer de Julio Iglesias. Ni el maquillaje, ni las cremas, ni siquiera los 'retoques' estéticos, nunca confirmados pero sí intuidos, pueden esconder las arruguillas que la edad deja cerca de los ojos, la comisura de los labios, el cuello o las manos.
El rostro de la filipina es más bien artificial, tiene un color demasiado igual y luminoso, sin matices, lo que hace resaltar el puntero del programa fotográfico que suaviza cualquier 'fallo' que se pueda observar cara a cara. Si estas fotos se comparan con otras publicadas en otros medios, vemos que las venas se la suelen marcar en la frente, unas veces más que otras, por mucho maquillaje que se eche para ocultarlas. Pero en esta ocasión, parece haberse obrado un milagro porque ¡no hay rastro de ellas!
Las manos también la delatan porque por muy suaves que las pueda tener y por muy bien que se las cuide, la piel de una persona de más de 60 años debería marcar alguna línea de imperfección o venilla de color verde que tanto se ven otras veces.
Aún así, Isabel Preysler siempre será un icono de la belleza y elegancia en España que siempre cuida delante de las cámaras, siempre perfecta y preparada para cualquier fotógrafo que se ponga por delante.
03/04/2014 - T.I.
- Muy mimada siempre por el ¡HOLA!, el bisturí del photoshop en esta ocasión se distingue a leguas en las fotografías de la exmujer de Julio Iglesias.
- La bella Isabel Preysler aparece en todas las imágenes sin arrugas, con una piel tersa, estirada y sin manchas ni venas
La reina de corazones ha vuelto ha sorprender a sus 63 añazos llevados con mucha elegancia con una portada en el ¡HOLA!, en la que bien pasaría por una chica de 30. No sería la primera vez que se la confunde con una de sus hijas.
La bella Isabel Preysler aparece en todas las imágenes sin arrugas, con una piel tersa, estirada y sin manchas ni venas. Todos sabemos que la mujer de Miguel Boyer parece haber hecho un pacto con el diablo en cuanto a su eterna juventud se refiere, pero ni un niño de cinco años presenta un rostro sin ninguna línea de expresión como el de ella en la portada de la revista.
Muy mimada siempre por el ¡HOLA!, el bisturí del photoshop en esta ocasión se distingue a leguas en las fotografías de la exmujer de Julio Iglesias. Ni el maquillaje, ni las cremas, ni siquiera los 'retoques' estéticos, nunca confirmados pero sí intuidos, pueden esconder las arruguillas que la edad deja cerca de los ojos, la comisura de los labios, el cuello o las manos.
El rostro de la filipina es más bien artificial, tiene un color demasiado igual y luminoso, sin matices, lo que hace resaltar el puntero del programa fotográfico que suaviza cualquier 'fallo' que se pueda observar cara a cara. Si estas fotos se comparan con otras publicadas en otros medios, vemos que las venas se la suelen marcar en la frente, unas veces más que otras, por mucho maquillaje que se eche para ocultarlas. Pero en esta ocasión, parece haberse obrado un milagro porque ¡no hay rastro de ellas!
Las manos también la delatan porque por muy suaves que las pueda tener y por muy bien que se las cuide, la piel de una persona de más de 60 años debería marcar alguna línea de imperfección o venilla de color verde que tanto se ven otras veces.
Aún así, Isabel Preysler siempre será un icono de la belleza y elegancia en España que siempre cuida delante de las cámaras, siempre perfecta y preparada para cualquier fotógrafo que se ponga por delante.