Se avecina boda raruna, y el chaval este del Porras da la vara en su blog con su suegra, las ranas, etc. para ir calentando os subo el post reciente de septiembre en el Trola del Porras, "ayer soñé con la India"
Ayer soñé con La India
Suena el despertador, abro los ojos, 5.45AM, salto de la cama, despierto a Olivia rápido ¡¡¡y empezamos a cerrar unas maletas llenas de ilusión!!! Nos disponemos hacer el viaje que ella siempre había querido hacer y que por muchas cosas, quedará siempre en nuestro recuerdo con momentos únicos.
Ya volando en el grandioso avión que nos llevaría a Dubai, las risas y el nerviosismo no nos podían dejar dormir pensando en la gran aventura que íbamos a vivir y quizás también por ser este nuestro primer gran viaje juntos. En Dubai sólo hicimos escala un par de horas hasta coger el avión que nos llevaría a la capital de la India, Nueva Delhi.
Después de un viaje eterno, ya en el aeropuerto de Delhi nos esperaba una furgoneta que habíamos contratado para esos días que si al principio cuando la vi me pareció algo “cutre”, cuando terminamos el viaje me parecía una maravilla…
El viaje duró aproximadamente unos 10 días. Nuestro primer destino fueJaipur (Rajasthanara), donde visitamos el Fuerte de Amber, complejo que está construido a base de piedra arenisca roja y mármol blanco. Con vistas al lago Maotha, tiene reputación de haber sido el tesoro de los dirigentes Kacchwaha. Toda una historia interesantísima, y de muchos secretos jamás contados.
Subidos en un elefante, entre floripondios y atrezos del animal, contemplando las preciosas vistas de Jaipur, el lago Maotha y la muralla original de la ciudad.Las risas y ver que Olivia no paraba de sonreír me hacía muy feliz. Una vez alcanzado el palacio, me fascinaron los vestíbulos de los espejos. Cuando la realeza vivía en este lugar, por la noche, cuando necesitaban pasar a través de estas estancias, encendían una sola vela, y gracias al intrincado diseño de pequeños espejos, todas las habitaciones se iluminaban, todo un espectáculo.
También estuvimos alrededor del palacio flotante y aprovechamos en sus alrededores para comprar algún regalito para nuestros padres…
En Jaipur muchos de sus edificios todavía conservan, muy levemente, el color rosa que pintaron como agradecimiento de la visita en 1883 del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria. El color rosado, combinado con adornos en blanco le da a la ciudad una personalidad propia y característica.
Después de un día intenso y verdaderamente chocante, nos fuimos a descansar. Muchas veces (sin entrar en valoraciones de la actual situación en la India) no nos damos cuenta de la suerte que tenemos. Por la mañana muy pronto cogimos carretera con nuestro guía Ranjit, que nos iba contando un poco todo lo que íbamos viendo por el camino. Me sorprendieron muchísimo las vacas por mitad de la carretera y que la gente cruzara la autopista sin ningún tipo de pudor y con bastante parsimonia aunque sinceramente, fue de las cosas menos curiosas que vi.
La próxima ciudad que íbamos a visitar era Agra, situada a las orillas del río Yamuna. Ya en el hotel, cenamos en un sitio super bonito, donde las confidencias, las risas y más risas eran la tónica de toda la cena con el sonido de cánticos de fondo. En mi cabeza sólo rondaba una idea y ya no podía aguantar de los nervios por que llegara el día siguiente.
La mañana siguiente llegó, y con la ayuda incondicional de Ranjit y muchísimas propinas he de decir, culminé el mayor orgullo que puede tener un hombre ante la mujer que ama. Con grandes temblores de piernas y voz entrecortada, en un entorno espectacular y mágico, llevé a cabo lo que con tanto cariño había preparado para la mujer de mi vida y pronuncié las palabras que solo voy a decir una vez en mi vida…
Después de 5 minutos sin escribir recordando todo… ¡vuelvo! Para finalizar el viaje de nuestra vida pasamos tres días lejos de las grandes ciudades en un sitio que me encanto, GOA, el estado de la India más pequeño en términos de extensión, con clima tropical y antigua colonia portuguesa donde la alegría de su gente, los mercadillos interminables y sus famosas fiestas en la playa hicieron de estos días la culminación perfecta de fin de viaje.
Sin más, ¡¡¡me despido de vosotros hasta la próxima semana!!!
Un abrazo grande,
Julián Porras.
Ayer soñé con La India
Suena el despertador, abro los ojos, 5.45AM, salto de la cama, despierto a Olivia rápido ¡¡¡y empezamos a cerrar unas maletas llenas de ilusión!!! Nos disponemos hacer el viaje que ella siempre había querido hacer y que por muchas cosas, quedará siempre en nuestro recuerdo con momentos únicos.
Ya volando en el grandioso avión que nos llevaría a Dubai, las risas y el nerviosismo no nos podían dejar dormir pensando en la gran aventura que íbamos a vivir y quizás también por ser este nuestro primer gran viaje juntos. En Dubai sólo hicimos escala un par de horas hasta coger el avión que nos llevaría a la capital de la India, Nueva Delhi.
Después de un viaje eterno, ya en el aeropuerto de Delhi nos esperaba una furgoneta que habíamos contratado para esos días que si al principio cuando la vi me pareció algo “cutre”, cuando terminamos el viaje me parecía una maravilla…
El viaje duró aproximadamente unos 10 días. Nuestro primer destino fueJaipur (Rajasthanara), donde visitamos el Fuerte de Amber, complejo que está construido a base de piedra arenisca roja y mármol blanco. Con vistas al lago Maotha, tiene reputación de haber sido el tesoro de los dirigentes Kacchwaha. Toda una historia interesantísima, y de muchos secretos jamás contados.
Subidos en un elefante, entre floripondios y atrezos del animal, contemplando las preciosas vistas de Jaipur, el lago Maotha y la muralla original de la ciudad.Las risas y ver que Olivia no paraba de sonreír me hacía muy feliz. Una vez alcanzado el palacio, me fascinaron los vestíbulos de los espejos. Cuando la realeza vivía en este lugar, por la noche, cuando necesitaban pasar a través de estas estancias, encendían una sola vela, y gracias al intrincado diseño de pequeños espejos, todas las habitaciones se iluminaban, todo un espectáculo.
También estuvimos alrededor del palacio flotante y aprovechamos en sus alrededores para comprar algún regalito para nuestros padres…
En Jaipur muchos de sus edificios todavía conservan, muy levemente, el color rosa que pintaron como agradecimiento de la visita en 1883 del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria. El color rosado, combinado con adornos en blanco le da a la ciudad una personalidad propia y característica.
Después de un día intenso y verdaderamente chocante, nos fuimos a descansar. Muchas veces (sin entrar en valoraciones de la actual situación en la India) no nos damos cuenta de la suerte que tenemos. Por la mañana muy pronto cogimos carretera con nuestro guía Ranjit, que nos iba contando un poco todo lo que íbamos viendo por el camino. Me sorprendieron muchísimo las vacas por mitad de la carretera y que la gente cruzara la autopista sin ningún tipo de pudor y con bastante parsimonia aunque sinceramente, fue de las cosas menos curiosas que vi.
La próxima ciudad que íbamos a visitar era Agra, situada a las orillas del río Yamuna. Ya en el hotel, cenamos en un sitio super bonito, donde las confidencias, las risas y más risas eran la tónica de toda la cena con el sonido de cánticos de fondo. En mi cabeza sólo rondaba una idea y ya no podía aguantar de los nervios por que llegara el día siguiente.
La mañana siguiente llegó, y con la ayuda incondicional de Ranjit y muchísimas propinas he de decir, culminé el mayor orgullo que puede tener un hombre ante la mujer que ama. Con grandes temblores de piernas y voz entrecortada, en un entorno espectacular y mágico, llevé a cabo lo que con tanto cariño había preparado para la mujer de mi vida y pronuncié las palabras que solo voy a decir una vez en mi vida…
Después de 5 minutos sin escribir recordando todo… ¡vuelvo! Para finalizar el viaje de nuestra vida pasamos tres días lejos de las grandes ciudades en un sitio que me encanto, GOA, el estado de la India más pequeño en términos de extensión, con clima tropical y antigua colonia portuguesa donde la alegría de su gente, los mercadillos interminables y sus famosas fiestas en la playa hicieron de estos días la culminación perfecta de fin de viaje.
Sin más, ¡¡¡me despido de vosotros hasta la próxima semana!!!
Un abrazo grande,
Julián Porras.