Biografìa-Obra: Bécquer, Benedetti, Borges, Camus, Cortázar, Faulkner, Galeano , G.Lorca, G.Márquez, Joyce, Kafka, Lessing , Mann, Orwell, Proust, etc

Gustavo Adolfo Bécquer

Biografía

(Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836 - Madrid, 1870) Poeta español. Junto conRosalía de Castro, es el máximo representante de la poesía posromántica, tendencia que tuvo como rasgos distintivos la temática intimista y una aparente sencillez expresiva, alejada de la retórica vehemencia del romanticismo.

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Gustavo Adolfo Bécquer (detalle de un retrato
realizado por su hermano Valeriano, c. 1862)

La obra de Bécquer ejerció un fuerte influjo en figuras posteriores como Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y los poetas de la generación del 27, y la crítica lo juzga el iniciador de la poesía española contemporánea. Pero más que un gran nombre de la historia literaria, Bécquer es sobre todo un poeta vivo, popular en todos los sentidos de la palabra, cuyos versos, de conmovida voz y alada belleza, han gozado y siguen gozando de la predilección de millones de lectores.

Biografía

Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su infancia y su adolescencia en Sevilla, donde estudió humanidades y pintura. En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde. Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el seudónimo de «Adolfo García».

Durante una estancia en Sevilla en 1858, estuvo nueve meses en cama a causa de una enfermedad; probablemente se trataba de tuberculosis, aunque algunos biográfos se decantan por la sífilis. Durante la convalecencia, en la que fue cuidado por su hermano Valeriano, publicó su primera leyenda, El caudillo de las manos rojas, y conoció a Julia Espín, según ciertos críticos la musa de algunas de sus Rimas, aunque durante mucho tiempo se creyó erróneamente que se trataba de Elisa Guillén, con quien el poeta habría mantenido relaciones hasta que ella lo abandonó en 1860, y que habría inspirado las composiciones más amargas del poeta.

En 1861 contrajo matrimonio con Casta Esteban, hija de un médico, con la que tuvo tres hijos. El matrimonio nunca fue feliz, y el poeta se refugió en su trabajo o en la compañía de su hermano Valeriano, en las escapadas de éste a Toledo para pintar. La etapa más fructífera de su carrera fue de 1861 a 1865, años en los que compuso la mayor parte de sus Leyendas, escribió crónicas periodísticas y redactó las Cartas literarias a una mujer, donde expone sus teorías sobre la poesía y el amor. Una temporada que pasó en el monasterio de Veruela en 1864 le inspiróCartas desde mi celda, un conjunto de hermosas descripciones paisajísticas.

Económicamente las cosas mejoraron para el poeta a partir de 1866, año en que obtuvo el empleo de censor oficial de novelas, lo cual le permitió dejar sus crónicas periodísticas y concentrarse en sus Leyendas y sus Rimas, publicadas en parte en el semanario El museo universal. Pero con la revolución de 1868, el poeta perdió su trabajo, y su esposa lo abandonó ese mismo año.

Se trasladó entonces a Toledo con su hermano Valeriano, y allí acabó de reconstruir el manuscrito de las Rimas, cuyo primer original había desaparecido cuando su casa fue saqueada durante la revolución septembrina. De nuevo en Madrid, fue nombrado director de la revista La Ilustración de Madrid, en la que también trabajó su hermano como dibujante. El fallecimiento de éste, en septiembre de 1870, deprimió extraordinariamente al poeta, quien, presintiendo su propia muerte, entregó a su amigo Narciso Campillo sus originales para que se hiciese cargo de ellos tras su óbito, que ocurriría tres meses después del de Valeriano.

La obra de Gustavo Adolfo Bécquer

La inmensa fama literaria de Bécquer se basa en sus Rimas, que iniciaron la corriente romántica de poesía intimista inspirada en Heine y opuesta a la retórica y ampulosidad de los poetas románticos anteriores. La crítica literaria del momento, sin embargo, no acogió bien sus poemas, aunque su fama no dejaría de crecer en los años siguientes.

Las Rimas, tal y como han llegado hasta nosotros, suman un total de ochenta y seis composiciones. De ellas, setenta y seis se publicaron por vez primera en 1871 a cargo de los amigos del poeta, que introdujeron algunas correcciones en el texto, suprimieron algunos poemas y alteraron el orden del manuscrito original (el llamado Libro de los gorriones, hoy custodiado en la Biblioteca Nacional de Madrid).

El contenido de las rimas ha sido dividido en cuatro grupos: el primero (rimas I a XI) es una reflexión sobre la poesía y la creación literaria; el segundo (XII a XXIX), trata del amor y de sus efectos en el alma del poeta; en los poemas del tercer grupo (XXX a LI) predominan el desamor y el desengaño; y los del cuarto (LII a LXXXVI) muestran al poeta enfrentado a la muerte, decepcionado del amor y del mundo. Las Rimas se presentan habitualmente precedidas de la "Introducción sinfónica" que, probablemente, Bécquer preparó como prólogo a toda su obra.

Su prosa destaca, al igual que su poesía, por la gran musicalidad y la sencillez de la expresión, cargada de sensibilidad; siguiendo los pasos de E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe, sus Leyendasrecrean ambientes fantásticos y envueltos en una atmósfera sobrenatural y misteriosa. Destacan por ese ambiente de irrealidad, de misterio, situado siempre sobre un plano real que deforma y desbarata. Así, en La Corza blanca, donde la protagonista se transforma de noche en el citado animal; o en El monte de las ánimas, en la que el mismo escenario de un paseo amoroso se transforma en el campo del horror fantasmal y en la que el terror llega hasta la alcoba mejor defendida y adornada; o, por fin, en Los ojos verdes y, sobre todo, El rayo de luna, donde lo irreal, enfrentado a la realidad, hace optar a los protagonistas por el sueño, por la locura en la que quieren vivir lo que la realidad les niega. Son logradas las descripciones de ambientes: el barullo de la entrada en la catedral en Maese Pérez, el organista, el silencio del claustro en El rayo de luna o las procesiones fantasmales de La ajorca de oro y El Miserere.

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Muchas gracias, mi favorito de toda la vida.-
 
Jorge Luis Borges

Biografía


(Buenos Aires, 1899 - Ginebra, Suiza, 1986) Escritor argentino considerado una de las grandes figuras de la literatura en lengua española del siglo XX. Cultivador de variados géneros, que a menudo fusionó deliberadamente, Jorge Luis Borges ocupa un puesto excepcional en la historia de la literatura por sus relatos breves.

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Jorge Luis Borges

Aunque las ficciones de Borges recorren el conocimiento humano, en ellas está casi ausente la condición humana de carne y hueso; su mundo narrativo proviene de su biblioteca personal, de su lectura de los libros, y a ese mundo libresco e intelectual lo equilibran los argumentos bellamente construidos, simétricos y especulares, así como una prosa de aparente desnudez, pero cargada de sentido y de enorme capacidad de sugerencia.

Recurriendo a inversiones y tergiversaciones, Borges llevó la ficción al rango de fantasía filosófica y degradó la metafísica y la teología a mera ficción. Los temas y motivos de sus textos son recurrentes y obsesivos: el tiempo (circular, ilusorio o inconcebible), los espejos, los libros imaginarios, los laberintos o la búsqueda del nombre de los nombres. Lo fantástico en sus ficciones siempre se vincula con una alegoría mental, mediante una imaginación razonada muy cercana a lo metafísico.

Ficciones (1944), El Aleph (1949) y El Hacedor (1960) constituyen sus tres colecciones de relatos de mayor proyección. A pesar de que su obra va dirigida a un público comprometido con la aventura literaria, su fama es universal y es definido como el maestro de la ficción contemporánea. Sólo su ideario político pudo impedir que le fuera concedido el Nobel de Literatura.

Biografía
Jorge Luis Borges procedía de una familia de próceres que contribuyeron a la independencia del país. Un antepasado suyo, el coronel Isidro Suárez, había guiado a sus tropas a la victoria en la mítica batalla de Junín; su abuelo Francisco Borges también había alcanzado el rango de coronel. Pero fue su padre, Jorge Borges Haslam, quien rompiendo con la tradición familiar se empleó como profesor de psicología e inglés. Estaba casado con la delicada Leonor Acevedo Suárez, y con ella y el resto de su familia abandonó la casa de los abuelos donde había nacido Jorge Luis y se trasladó al barrio de Palermo, a la calle Serrano 2135, donde creció el aprendiz de escritor teniendo como compañera de juegos a su hermana Norah.

En aquella casa ajardinada aprendió Borges a leer inglés con su abuela Fanny Haslam y, como se refleja en tantos versos, los recuerdos de aquella dorada infancia lo acompañarían durante toda su vida. Con apenas seis años confesó a sus padres su vocación de escritor, e inspirándose en un pasaje de Don Quijote de la Mancha redactó su primera fábula cuando corría el año 1907: la tituló La visera fatal. A los diez años comenzó ya a publicar, pero esta vez no una composición propia, sino una brillante traducción al castellano de El príncipe feliz de Oscar Wilde.

En el mismo año en que se inició la Primera Guerra Mundial, la familia Borges recorrió los inminentes escenarios bélicos europeos, guiados esta vez no por un admirable coronel, sino por un ex profesor de psicología e inglés, ciego y pobre, que se había visto obligado a renunciar a su trabajo y que arrastró a los suyos a París, a Milán y a Venecia hasta radicarse definitivamente en la neutral Ginebra cuando estalló el conflicto.

Borges era entonces un adolescente que devoraba incansablemente la obra de los escritores franceses, desde los clásicos como Voltaire o Víctor Hugo hasta los simbolistas (Baudelaire,Verlaine, Rimbaud, Mallarmé), y que descubría maravillado el expresionismo alemán, por lo que se decidió a aprender el idioma descifrando por su cuenta la inquietante novela de Gustav Meyrink El golem.

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Borges a los 21 años

Hacia 1918 lee asimismo a autores en lengua española como José Hernández, Leopoldo Lugones y Evaristo Carriego, y al año siguiente la familia pasa a residir en España, primero en Barcelona y luego en Mallorca, donde al parecer compuso unos versos, nunca publicados, en los que se exaltaba la revolución soviética y que tituló Salmos rojos.

En Madrid trabará amistad con un notable políglota y traductor español, Rafael Cansinos Assens, a quien extrañamente, a pesar de la enorme diferencia de estilos, proclamó como su maestro. Conoció también a Valle-Inclán, a Juan Ramón Jiménez, a Ortega y Gasset, a Ramón Gómez de la Serna, a Gerardo Diego... Por su influencia, y gracias a sus traducciones, fueron descubiertos en España los poetas expresionistas alemanes, aunque había llegado ya el momento de regresar a la patria convertido, irreversiblemente, en un escritor.

La juventud ultraísta
De regreso en Buenos Aires, en 1921 fundó con otros jóvenes la revista Prismas y, más tarde, la revista Proa; firmó el primer manifiesto ultraísta argentino, y, tras un segundo viaje a Europa, entregó a la imprenta su primer libro de versos: Fervor de Buenos Aires (1923). Seguirán entonces numerosas publicaciones, algunos felices libros de poemas, como Luna de enfrente(1925) y Cuaderno San Martín (1929), y otros de ensayos, como Inquisiciones, El tamaño de mi esperanza y El idioma de los argentinos, que desde entonces se negaría a reeditar.

Durante los años treinta su fama creció en Argentina y su actividad intelectual se vinculó aVictoria Ocampo y Silvina Ocampo; las hermanas Ocampo le presentaron a su vez a Adolfo Bioy Casares, pero su consagración internacional no llegaría hasta muchos años después. De momento ejerce asiduamente la crítica literaria, traduce con minuciosidad a Virginia Woolf, aHenri Michaux y a William Faulkner y publica antologías con sus amigos; frecuenta a su maestroMacedonio Fernández y colabora con Victoria Ocampo en la fundación de la emblemática revistaSur (1931), en torno a la cual se moverá lo mejor de las letras argentinas de entonces (Oliverio Girondo, Enrique Anderson Imbert y el mismo Bioy Casares, entre otros).

En 1938 fallece su padre y comienza a trabajar como bibliotecario en las afueras de Buenos Aires; durante las navidades de ese mismo año sufre un grave accidente, provocado por su progresiva falta de visión, que a punto está de costarle la vida. Al agudizarse su ceguera, Borges deberá resignarse a dictar sus cuentos fantásticos, y desde entonces requerirá permanentemente de la solicitud de su madre y de su amigos para poder escribir, colaboración que resultará muy fructífera. Así, en 1940, el mismo año en que asiste como testigo a la boda de Silvina Ocampo y Bioy Casares, publica con ellos una espléndida Antología de la literatura fantástica, y al año siguiente una Antología poética argentina.

En 1942, Borges y Bioy se esconden bajo el seudónimo de H. Bustos Domecq y entregan a la imprenta unos graciosos cuentos policiales que titulan Seis problemas para don Isidro Parodi. Sin embargo, su creación narrativa no obtiene por el momento el éxito deseado, e incluso fracasa al presentarse al Premio Nacional de Literatura con sus cuentos recogidos en el volumen El jardín de senderos que se bifurcan (1941), los cuales se incorporarán luego a uno de sus más célebres libros, Ficciones (1944), obra con que se inicia su madurez literaria y el pleno reconocimiento en su país.

Del peronismo a Videla
En 1945 se instaura el peronismo en Argentina, y su madre Leonor y su hermana Norah son detenidas por hacer declaraciones contra el nuevo régimen: habrán de acarrear, como escribió muchos años después Borges, una "prisión valerosa, cuando tantos hombres callábamos", pero lo cierto es que, a causa de haber firmado manifiestos antiperonistas, el gobierno de Juan Domingo Perón lo apartó al año siguiente de su puesto de bibliotecario y lo nombró inspector de aves y conejos en los mercados, cruel humorada e indeseable honor al que el poeta ciego hubo de renunciar, para pasar, desde entonces, a ganarse la vida como conferenciante.

La policía se mostró asimismo suspicaz cuando la Sociedad Argentina de Escritores lo nombró en 1950 su presidente, habida cuenta de que este organismo se había hecho notorio por su oposición al nuevo régimen. Ello no obsta para que sea precisamente en esta época de tribulaciones cuando publique su libro más difundido y original, El Aleph (1949), ni para que siga trabajando incansablemente en nuevas antologías de cuentos y nuevos volúmenes de ensayos antes de la caída del peronismo en 1955.

En esta diversa tesitura política, el recién constituido gobierno lo designará, a tenor del gran prestigio literario que ha venido alcanzando, director de la Biblioteca Nacional, e ingresará asimismo en la Academia Argentina de las Letras. Enseguida los reconocimientos públicos se suceden: Doctor honoris causa por la Universidad de Cuyo, Premio Nacional de Literatura, Premio Internacional de Literatura Formentor (que comparte con Samuel Beckett), Comendador de las Artes y de las Letras en Francia, Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes de Argentina, Premio Interamericano Ciudad de Sèo Paulo...

Inesperadamente, en 1967 contrae matrimonio con una antigua amiga de su juventud, Elsa Astete Millán, boda de todos modos menos tardía y sorprendente que la que formalizaría pocos años antes de su muerte, ya octogenario, con María Kodama, su secretaria, compañera y lazarillo: una mujer mucho más joven que él, de origen japonés, a la que nombraría su heredera universal. Pero la relación con Elsa fue no sólo breve, sino desdichada, y en 1970 se separaron para que Borges volviera de nuevo a quedar bajo la abnegada protección de su madre.

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Los últimos reveses políticos le sobrevinieron con el renovado triunfo electoral del peronismo en Argentina en 1974, dado que sus inveterados enemigos no tuvieron empacho en desposeerlo de su cargo en la Biblioteca Nacional ni en excluirlo de la vida cultural porteña.

Dos años después, ya fuera como consecuencia de su resentimiento o por culpa de una honesta alucinación, Borges, cuya autorizada voz resonaba internacionalmente, saludó con alegría el derrocamiento del partido de Perón por la Junta Militar Argentina, aunque muy probablemente se arrepintió enseguida cuando la implacable represión de Jorge Videla comenzó a cobrarse numerosas víctimas y empezaron a proliferar los "desaparecidos" entre los escritores. El propio Borges, en compañía de Ernesto Sábato y otros literatos, se entrevistó ese mismo año de 1976 con el dictador para interesarse por el paradero de sus colegas "desaparecidos".

De todos modos, el mal ya estaba hecho, porque su actitud inicial le había granjeado las más firmes enemistades en Europa, hasta el punto de que un académico sueco, Artur Ludkvist, manifestó públicamente que jamás recaería el Premio Nobel de Literatura sobre Borges por razones políticas. Ahora bien, pese a que los académicos se mantuvieron recalcitrantemente tercos durante la última década de vida del escritor, se alzaron voces, cada vez más numerosas, denunciando que esa actitud desvirtuaba el espíritu del más preciado premio literario.

Para todos estaba claro que nadie con más justicia que Borges lo merecía y que era la Academia Sueca quien se desacreditaba con su postura. La concesión del Premio Cervantes en 1979 compensó en parte este agravio. En cualquier caso, durante sus últimos días Borges recorrió el mundo siendo aclamado por fin como lo que siempre fue: algo tan sencillo e insólito como un "maestro".

La obra de Jorge Luis Borges
Borges es sin duda el escritor argentino con mayor proyección universal. Se hace prácticamente imposible pensar la literatura del siglo XX sin su presencia, y así lo han reconocido no sólo la crítica especializada, sino también las sucesivas generaciones de escritores, que vuelven con insistencia sobre sus páginas como si éstas fueran canteras inextinguibles del arte de escribir.

Borges fue el creador de una cosmovisión muy singular, sostenida sobre un original modo de entender conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad. Sus narraciones y ensayos se nutren de complejas simbologías y de una poderosa erudición, producto de su frecuentación de las diversas literaturas europeas, en especial la anglosajona (William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad son referencias permanentes en su obra), además de su conocimiento de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía. Su riguroso formalismo, que se constata en la ordenada y precisa construcción de sus ficciones, le permitió combinar esa gran variedad de elementos sin que ninguno de ellos desentonara.

Los inicios poéticos
Borges había conocido en Madrid a los jóvenes escritores del grupo ultraísta, que se nucleaban en torno al poeta andaluz Rafael Cansinos Assens. A su retorno a la Argentina, a comienzos de la década de 1920, difundió entre sus pares esa nueva concepción de la poesía y las imágenes poéticas, principalmente dentro del grupo de los escritores vanguardistas. El primer libro de poemas de Borges fue Fervor de Buenos Aires (1923), en el que ensayó una visión personal de su ciudad, de evidente cuño vanguardista.

En 1925 dio a conocer Luna de enfrente y, tres años más tarde, Cuaderno San Martín, poemarios en los que aparece con insistencia su mirada sobre las "orillas" urbanas, esos bordes geográficos de Buenos Aires en los que años más tarde ubicará la acción de muchos de sus relatos. Puede decirse que en estos primeros libros Borges funda con su escritura una Buenos Aires mítica, dándole espesor literario a calles y barrios, portales y patios. El poeta parece rondar la ciudad como un cazador en busca de imágenes prototípicas, que luego volcará con maestría en sus versos y prosas.

En 1930 publicó Evaristo Carriego, un título esencial en la producción borgeana. En este ensayo, al tiempo que traza una biografía del poeta popular que da título al libro, se detiene en la invención y narración de diferentes mitologías porteñas, como en la poética descripción del barrio de Palermo. Evaristo Carriego no responde a la estructura tradicional de las presentaciones biográficas, sino que se sirve de la figura del poeta elegido para presentar nuevas e inéditas visiones de lo urbano, como se manifiesta en capítulos tales como "Las inscripciones de los carros" o "Historia del tango".

Hacia 1932 da a conocer Discusión, libro que reúne una serie de ensayos en los que se pone de manifiesto no sólo la agudeza crítica de Borges, sino también su capacidad en el arte de conmover los conceptos tradicionales de la filosofía y la literatura. Además de las páginas dedicadas al análisis de la poesía gauchesca, este volumen integra capítulos que han servido como venero de asuntos de reflexión para los escritores argentinos, tales como "El escritor argentino y la tradición", "El arte narrativo y la magia" o "La supersticiosa ética del lector".

En 1935 aparece Historia universal de la infamia, con textos que el propio autor califica como ejercicios de prosa narrativa y en los que es evidente la influencia de Robert Louis Stevenson y G. K. Chesterton. Este volumen incluye uno de sus cuentos más famosos, "El hombre de la esquina rosada"; le siguieron los ensayos de Historia de la eternidad (1936).

La madurez de un narrador
El accidente casi mortal que sufrió a fines de 1938 marcó el antes y el después de su destino: de él saldría con la secuela del avance irreversible de su ceguera y con la decisión de enfrentarse a la creación de ficciones, cuyo primer fruto será el memorable relato El sur, y el libro que iniciará la ininterrumpida sucesión de sus obras maestras: El jardín de senderos que se bifurcan (1941). A partir de ese momento, la vida y la obra de Borges entran en una madurez y en una creciente divulgación en círculos concéntricos, que sólo se interrumpirán con su muerte, casi medio siglo más tarde.

Con ser todo ello significativo para la vida del autor, lo más destacable del proceso es el reconocimiento que Borges hace de sí mismo y de su obra a partir del comienzo de los años cuarenta, y que le impulsa a la creación de ese género a mitad de camino entre la narrativa, el ensayo, la glosa, la sinopsis de libros que nunca serán escritos y la investigación erudita, que definirá mejor que nada su título acaso más representativo, Ficciones, que en 1944 marca el ecuador de la obra de Borges, no sólo por el nivel insuperable que alcanza, sino por la condensación genérica que la caracterizará de allí en adelante.

Ciertamente, Ficciones (1944) acabó de consolidar a Borges como uno de los escritores más singulares del momento en lengua castellana. En la primera de sus partes, titulada El jardín de senderos que se bifurcan, reeditó la colección de ocho cuentos que había publicado en 1941; en la segunda parte, Artificios, incluyó seis nuevos relatos, número ampliado a nueve en la edición de 1956.

En las páginas de este libro se despliega toda su maestría imaginativa, plasmada en cuentos como "La biblioteca de Babel", "El jardín de los senderos que se bifurcan" o "La lotería de Babilonia". También pertenece a este volumen "Pierre Menard, autor del Quijote", relato o ensayo (en Borges esos géneros suelen confundirse deliberadamente) en el que reformula con genial audacia el concepto tradicional de influencia literaria, así como su célebre cuento "La muerte y la brújula", en el que la trama policial se conjuga con sutiles apreciaciones derivadas del saber cabalístico, al que Borges dedicó devota atención.

El Aleph (1949), volumen de diecisiete cuentos, vuelve a demostrar su maestría estilística y su ajustada imaginación, que combina elementos de la tradición filosófica y de la literatura fantástica. Además del cuento que da título al libro, se incluyen otros como "Emma Zunz", "Deutsches Requiem", "El Zahir" y "La escritura del Dios". El Hacedor (1960) incluía algunas piezas escritas treinta años antes y sin embargo guardaba una sólida unidad entre todas sus partes, no sólo formal sino también en cuanto a contenidos, siempre alineados en la idea borgeana de que tanto los grandes sistemas de la metafísica como las parábolas y las elucidaciones de la teología son elementos que forman parte del gran mundo de la literatura fantástica.

La consagración internacional
Con la obtención del Premio Internacional de Literatura Formentor, que comparte con Samuel Beckett en 1961, la crítica descubre a Borges a nivel planetario, y las invitaciones, los doctoradoshonoris causa, los ciclos de conferencias, los premios y las traducciones a las más diversas lenguas se sucedieron en un vértigo incesante, que lo convirtieron en uno de los escritores vivos de mayor prestigio y reconocimiento universal.

El impactante y masivo reconocimiento público de la figura y la obra de Borges debe ser situado como un efecto derivado del llamado Boom de la literatura hispanoamericana. La demanda por parte del público de obras de autores latinoamericanos no se agotó con aquellos que originalmente pertenecían a la generación del Boom (Julio Cortázar, Gabriel García Márquez,Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti), sino que se extendió a un grupo de escritores que, por edad y por preferencias estéticas, no formaban parte de esa órbita, como Juan Rulfo, Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, José María Arguedas o el mismo Borges.

A pesar de la nutridísima bibliografía de Borges, de pocos escritores como de él se puede afirmar que es, en lo esencial, autor de un solo libro, desdoblado en distintas versiones o aproximaciones, que sus Obras Completas ejemplifican como otros tantos frutos de un mismo árbol, ya que (como él mismo afirmó de Quevedo) más que un escritor, Borges es en verdad "una vasta literatura".

Así, sus obras en prosa posteriores a las mencionadas (Manual de zoología fantástica, 1957; El libro de los seres imaginarios, 1967; El informe de Brodie, 1970; El congreso, 1971; El libro de arena, 1975) incluyen con frecuencia poemas. Durante treinta años no había publicado un solo verso, como para marcar una distancia definitiva con la etapa que denominó "la gran equivocación ultraísta"; y sus entregas poéticas de la madurez, como El otro, el mismo (1964),Para las seis cuerdas (1965), Elogio de la sombra (1969), El oro de los tigres (1972), La rosa profunda (1975) o La moneda de hierro (1976), admiten poemas narrativos, algunos de los cuales, como "El Golem", son auténticas ficciones que simplemente han sido redactadas en verso.

La obra de Borges se reparte también en un buen número de volúmenes escritos en colaboración, tanto dedicados a la ficción como al ensayo. Engrosan el caudal de sus escritos una gran cantidad de notas de crítica bibliográfica y comentarios de literatura, aparecidos en diferentes publicaciones periódicas argentinas y extranjeras, además de conferencias y entrevistas en las que desplegó con inteligencia y mordacidad sus puntos de vista. Se trata de una parte de su obra que, casi a la misma altura que sus libros considerados mayores, ha sido objeto recurrente de comentario y estudio por parte de la crítica y de numerosas recopilaciones.

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AJEDREZ

I

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
 
Pablo Neruda

Biografía

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Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, conocido mundialmente como Pablo Neruda, nace el 12 de julio de 1904, en la ciudad de Parral, situada en la región central de Chile.

Fue hijo único del matrimonio formado por el conductor de ferrocarril, don José del Carmen Reyes Morales y por la maestra doña Rosa Basoalto, quien muere dos meses después del nacimiento del poeta. A los dos años, éste se va a vivir a la ciudad sureña de Temuco, donde el padre contrae matrimonio en segundas nupcias con doña Trinidad Candia Marverde, a quien Neruda le dedicará su poema “La Mamadre”.

Desde su primera infancia Neruda muestra interés por el rico mundo natural que lo rodea, que es el del bosque nativo austral chileno, el que, junto con el mar, se convertirán en temas de inspiración importante de su obra poética.

Cuando es alumno del Liceo de hombres Temuco, conoce a la poeta Gabriela Mistral – quien también recibirá el Premio Nobel de Literatura -, y que trabaja en esa ciudad como directora del Liceo de Niñas. Ella lo introduce en la gran narrativa rusa.

En 1921, Neruda se traslada a Santiago, la capital, para seguir la carrera de Pedagogía en francés, en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.

En Santiago conoce a otros jóvenes escritores, participa en la bohemia literaria de la época y en las actividades de la Federación de Estudiantes de Chile, lee con avidez, y escribe poesía. En 1923 publica su primer libro, Crepusculario, que es muy bien recibido por la crítica. Al año siguiente aparece la que será la más popular de sus obras, Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que se convertirá en uno de los poemarios amorosos más conocidos en la poesía contemporánea.

En 1927 el poeta es designado por el gobierno de Chile como Cónsul en Rangoon, Birmania. Posteriormente es trasladado a Colombo, Ceilán, y luego a Batavia, Java, donde contrae matrimonio con María Antonieta Hagenaar Vogelzanz. En 1931 es nombrado cónsul en Singapur. Regresa a Chile en 1932.

El 10 de abril de 1933 la Editorial Nascimento publica en una edición de lujo, en sólo cien ejemplares el libro Residencia en la tierra, una de las obras más importantes del poeta. Este mismo año es nombrado cónsul en Buenos Aires, a donde viaja en compañía de su mujer. Allí conoce a la intelectualidad vanguardista porteña, a Raúl Gozález Tuñón, Oliverio Girondo, Norah Lange y Jorge Luis Borges. También al poeta granadino Federico García Lorca, queha llegado a la capital argentina a presentar un repertorio de sus obras teatrales. García Lorca pasa a convertirse en uno de los amigos más entrañables de Neruda.

En 1934 recibe el nombramiento de cónsul en Barcelona. Al año siguiente es nombrado cónsul en Madrid. Es recibido por los integrantes de la Generación de 1927, quienes lo reconocen como uno de sus pares. Estrecha su amistad con García Lorca y la entabla con otros grandes poetas como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, José Bergamín, y otros. En 1935, la Editorial Cruz y Raya publica en Madrid su Residencia en la Tierra 1 y 2. En España Neruda conoce y se relaciona con la pintora argentina Delia del Carril, que será su segunda mujer.

El 18 de agosto nace en Madrid su hija Malva Marina Reyes Hagenaar. La niña viene al mundo con hidrocefalia, por lo que requiere grandes cuidados en sus primeros días.

El 18 de julio de 1936 estalla la sublevación militar con la que comienza la guerra civil española. El 16 de agosto de ese año es asesinado Federico García Lorca. El 24 de septiembre, Neruda publica en la revista El Mono Azul, su poema “ Canto a las madres de los milicianos muertos”. Con éste – que se publica en forma anónima, puesto que por su cargo consular el poeta debe mantener una actitud de neutralidad frente al conflicto -, se inicia una nueva fase de la poesía de Neruda, comprometida con las causas que defienden la libertad y los derechos del hombre. Ese poema es parte de “España en el corazón”, que se incorpora al libro Tercera residencia.

Neruda realiza una activa labor en apoyo de la República Española. Junto a César Vallejo funda el Grupo Hispanoamericano de Ayuda a España, y en París, con Nancy Cunard, edita y publica la revista Los poetas del mundo defienden al pueblo español. Su abierta posición pro republicana en la guerra española, tiene como consecuencia su destitución de su cargo de cónsul.

En 1937 regresa a Chile donde funda la Alianza de Intelectuales de Chile para la Defensa de la Cultura. Se convierte en un gran activista de las causas pacifista y antifascista.

En 1939, Pablo Neruda buscaba un refugio para escribir lejos de la ciudad, un sencillo aviso en el diario lo llevó a comprar un sitio y una pequeña casa en Isla Negra.

Ese mismo año ,es nombrado cónsul especial para la emigración española. Parte a París, donde consigue embarcar a cerca de dos mil refugiados en el barco Winnipeg. Antes de regresar a Chile viaja a Holanda para ver a su hija, Malva Marina, que se encuentra residiendo en ese país con su madre.

En 1940 es nombrado cónsul general en México. Se traslada a su capital, a la que llega el 21 de agosto. En octubre de 1941 recibe el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Michoacán.

A principios de marzo de 1943 recibe desde Holanda la noticia de la muerte de su hija Malva Marina. Ese mismo año, en el mes de julio, en el Estado de Morelos, contrae matrimonio con Delia del Carril. A fines de agosto regresa a Chile.

En marzo de 1945 es elegido Senador de la República por las provincias nortinas de Tarapacá y Antofagasta. Se afilia al Partido Comunista de Chile, al que pertenecerá hasta su muerte. Recibe el Premio Nacional de Literatura.

Luego participa como jefe de propaganda en la campaña presidencial de Gabriel González Videla, quien llega al poder apoyado por una coalición de la que forman parte los comunistas. Al poco tiempo, sin embargo, González Videla declara al Partido Comunista fuera de la ley. Neruda es desaforado y perseguido. Ocultándose en distintas casas concluye el que según él mismo es su libro más importante, Canto general. A principios de 1949 cruza la cordillera de los Andes, por la zona austral, y consigue llegar a la República Argentina. Desde allí viaja secretamente a Europa y aparece sorpresivamente en el I Congreso Mundial de Partidarios de la Paz, en París.

En 1950 se presenta en México la primera edición de Canto general, cuyas guardas son ilustradas por los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Al mismo tiempo en Chile se hace una edición clandestina de esta obra.

En el exilio Neruda inicia una relación clandestina con Matilde Urrutia, que inspiró algunos de sus más famosos poemarios de amor como Los versos del capitán y Cien sonetos de amor.

Regresa a Chile en 1952, al año siguiente recibe el Premio Lenin de la Paz.

En febrero de 1955 termina su relación de casi veinte años con Delia del Carril y se traslada a vivir con Matilde Urrutia a su casa ubicada al pie del cerro San Cristóbal, en Santiago, y a la que llama “La Chascona”.

En el año 1959, compra en Valparaíso una propiedad que comparte con un matrimonio amigo, y que bautiza “La Sebastiana”.

Entre las numerosas distinciones que recibe en los años siguientes, están el nombramiento de Miembro Correspondiente del Instituto de Lenguas Romances de la Universidad de Yale; la calidad de miembro académico de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, y el Doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras de la Universidad de Oxford.

En 1969, el Partido Comunista lo nombra precandidato a Presidente de la República. Él mismo retira su candidatura a favor de su amigo, el médico socialista Salvador Allende, que llega al poder en 1970. Neruda es nombrado entonces embajador en Francia. Se encuentra en París, ejerciendo ese cargo, cuando recibe la noticia del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura, en 1971.

El 11 de septiembre de 1973, es derrocado el gobierno del Presidente Allende. Neruda, gravemente enfermo, es trasladado desde su casa en la costa, en Isla Negra, hasta un clínica de Santiago, donde muere el 23 de septiembre. Recibe sepultura en el mausoleo que facilita una familia, desde donde luego se le traslada a un modesto nicho en el Cementerio General de Santiago. Sólo después de la recuperación de la democracia, en diciembre de 1992, se cumple su última voluntad cuando, con grandes honores, recibe sepultura en Isla Negra, donde descansa junto a Matilde Urrutia.

La obra de Neruda, que comprende 45 libros, más diversas recopilaciones y antologías, ha sido traducida a más de 35 idiomas, es conocida en todos los países del mundo, y estudiada en las principales universidades y centros de investigación literaria. Su popularidad y vigencia son permanentes y sus lectores se cuentan por millones a través del mundo.

https://fundacionneruda.org/biografia/
 
Muchas gracias, mi favorito de toda la vida.-
Compartimos el gusto.
Esta es mi rima favorita desde que era niña...
LIX
Yo sé cuál el objeto
de tus suspiros es,
yo conozco la causa de tu dulce
secreta languidez.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.
Yo sé cuándo tú sueñas,
y lo que en sueños ves,
como en un libro puedo lo que callas
en tu frente leer.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.
Yo sé por qué sonríes
y lloras a la vez:
yo penetro en los senos misteriosos
de tu alma de mujer.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Mientras tú sientes mucho y nada sabes,
yo, que no siento ya, todo lo sé.
 
Jane Austen, una biografía



“Los retratos de perfección me enferman y me vuelven maliciosa”
Jane Austen, carta a su sobrina Fanny Knight, 23 de marzo de 1817

Jane Austen nació la noche del 16 de diciembre de 1775 en la rectoría de Steventon, Hampshire (Hants.), en el sur de Inglaterra. Era la séptima de los ocho hijos -la segunda y menor de las mujeres- que engendraron el clérigo anglicano George Austen y su esposa Cassandra (Leigh).


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Su padre anunciaba a una de sus cuñadas el nacimiento:

“Tenemos a otra niña, un regalo con que jugar para Cassy y su futura compañera. Se llamará Jenny, y me parece que será para Henry lo que Cassy es para Neddy.”

Como era costumbre en la época, durante los primeros meses, la bebé fue criada por una familia aldeana y regresó al hogar paterno cuando podía ser una personita comportada. Por 3 años sería la benjamina de la familia y en efecto la gran compañera de su hermana Cassandra y dispuesta a apoyar a Henry como aquélla lo hacía con Edward.

La familia Austen pertenecía al privilegiado mundo de la baja aristocracia (‘gentry’), una especie de clase alta baja o media alta, de la campiña inglesa. El Rev. George Austen provenía de la rama menor de una de una familia de gentilhombres por largo tiempo asentada en Kent, mientras que su esposa pertenecía a la rama menor de los Leigh, otra familia de gentilhombres pero que a diferencia de los Austen tenían un origen más aristocrático dado su parentesco con algunos miembros de la nobleza inglesa.

Sin embargo, en un mundo donde el derecho de primogenitura prevalecía, al ser descendientes de líneas secundarias y a pesar de pertenecer innegablemente a ese privilegiado mundo de la gentry, la familia de Jane Austen nunca llevó una vida de grandes lujos; al contrario, sus ingresos alcanzaban simplemente para cubrir las necesidades inherentes a esa posición social. Los hijos de la familia sabían que tendrían que ganarse la vida de alguna forma y en aquel tiempo había muy pocas opciones disponibles para hombres de su posición (a menos que heredasen de algún pariente alguna riqueza y propiedades, sólo tenían abiertas algunas posibilidades profesionales: el clero, el ejército, la armada y la abogacía), mientras que las hijas se encontraban en una situación aún más dependiente, su único recurso era casarse y no tenían la ventaja de una porción -especie de dote- que las hiciera más elegibles.

Esta situación no parece haber amargado a los miembros de la familia, o al menos parece haber sido un núcleo familiar muy feliz donde además se estimulaba intelectualmente a los hijos, pues el Sr. y la Sra. Austen eran personas cultas y educadas.

Como medio para allegarse de más recursos para sostener a su familia, el Sr. Austen recurrió a otra actividad importante: la enseñanza. Así, desde antes del nacimiento de su hija menor, la rectoría de Steventon era una especie de pequeño internado para varones, donde niños y jóvenes también de la gentry recibían instrucción y a algunos de ellos se les preparaba para ingresar en la universidad.

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En aquel tiempo, las mujeres por lo general eran básicamente educadas en casa; se les enseñaba a leer, escribir, coser, bordar, atender la casa, es decir se les preparaba para algún día hacerse cargo su propio hogar y en algunos casos también adquirían otras habilidades como dibujar, cantar, tocar algún instrumento musical y aprender algún idioma extranjero (francés, italiano). Si los recursos de sus familias lo permitían, contrataban a una institutriz y tutores especiales o las enviaban a algún internado para señoritas a fin de que terminasen de pulir su educación.

Cuando le llegó el turno a su hermana Cassandra, aparentemente la pequeña Jane no quiso separarse de ella, y los Austen consideraron que tenían el dinero suficiente para enviarlas a ambas. Así en 1783, fue que la futura escritora salió por primera vez de casa. Las hermanas y su prima Jane Cooper fueron a un pequeño internado en Oxford (ciudad donde el hijo mayor, James, también estaba estudiando en la universidad) a cargo de la Sra. Cawley, hermana del Dr. Cooper], quien al poco tiempo decidió mudar la escuela a Southampton, donde las niñas cayeron enfermas de tifus. Fue una mala experiencia y que cobraría una cuota, con la muerte de la Sra. Cooper que fue contagiada.

Dos años después, la necesidad de continuar la educación de las niñas hizo que las enviasen a otro internado, la escuela de la Abadía en Reading, que llevaba varios años en existencia dedicada a la educación de las jóvenes de la gentry, aparentemente una mejora después de la experiencia en Oxford. Sin embargo, para 1786, los Sres. Austen tuvieron que reconocer que no podían seguir pagando la colegiatura, así que Cassandra y Jane regresarían definitivamente a Steventon.

Eso no significó que la educación de sus hijas fuera abandonada, probablemente el Sr. Austen les permitió asistir a las clases que daba a sus pupilos o les dedicó también un poco de su tiempo a ellas. Quizá es así como pudo descubrir la gran inteligencia de su hija menor y por ello le dio libre acceso a su biblioteca personal. Así la educación de la joven Jane Austen comenzó a ser en parte autodidacta y sui generis.

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Los hermanos Austen también habían dejado el hogar poco a poco. James, el mayor, iba a ser clérigo como su padre, y a Henry le tenían planeado un destino similar. George, el segundo, había nacido con alguna deficiencia física o mental y -como también era costumbre- lo enviaron a residir a otro lugar y no convivió con el resto de la familia. Edward, el tercero, tuvo la suerte de ser adoptado por unos parientes ricos que no tenían hijos, los Knight, para ser su heredero. Frank, el sexto hijo (el quinto varón) y Charles, el octavo, dejarían la casa para iniciar la carrera naval.

En las vacaciones que pasaban en casa, James y Henry, principalmente, organizaban representaciones teatrales caseras en las que sus hermanas y sus primos, entre ellos la sofisticada prima Eliza Hancock, condesa de Feuillide.

En esos felices años de adolescencia, la joven Jane comenzó a escribir, alentada seguramente por su padre, y algunas de las piezas fueron sus contribuciones para divertir a la familia. Esas obras juveniles, que datan de entre 1787 y 1793, se conservan en tres cuadernos y aparecieron publicadas hasta el siglo XX, como son “La historia de Inglaterra”, “Amor y amistad”, “El castillo Lesley” y “Catherine o el cenador”.

Paralelamente también comenzaba a ser una señorita, con interés por el atuendo y los bailes. Las visitas a las familias vecinas eran parte del ritual y Jane Austen llegó a establecer lazos de amistad para toda la vida con algunas de ellas, por ejemplo con las Lloyd en Deane y los Lefroy en Ashe (con ambas familias, los Austen emparentarían posteriormente) y con las Biggs de la mansión Manydown.

También los Sres. Austen comenzaron a hacerse acompañar por sus hijas en las visitas a sus parientes en otros condados, principalmente Kent, donde también vivía Edward con sus padres adoptivos. Cuando éste se casó, también comenzó a invitar a alguna de sus hermanas a pasar algunas temporadas en su casa. Ese fue el inicio de la correspondencia entre Jane Austen y Cassandra.

Aparentemente, Cassandra cumpliría con su parte de convertirse en esposa. En 1792 se comprometió con Tom Fowle, un antiguo pupilo de su padre, amigo de sus hermanos e iba a ser clérigo. Sin embargo, había un obstáculo para que pudiera celebrarse el matrimonio, el joven Fowle no tenía los recursos para sostener una esposa y un hogar, así que esperarían a que él forjase el patrimonio para ambos.


El turno de enamorarse llegaría a Jane 3 años más tarde, durante el invierno de 1795, pero no con mejor suerte. Si bien tenía algunos pretendientes nada serios, ella no parece haber considerado a ninguno hasta que conoció a Tom Lefroy, un joven irlandés estudiante de leyes y que pasó esa temporada con sus parientes los Lefroy de Ashe. Cassandra estaba ausente (visitando a sus en proyecto suegros) y a juzgar por las cartas que recibió de Jane, su hermana se entusiasmó con el muchacho. Aunque se refiere al asunto con ligereza, seguramente la preferencia de ambos jóvenes fue lo suficiente como para causar alarma entre sus parientes, pues ninguno de los dos contaba con el dinero que les permitiese formalizar una relación. Tom fue despachado lo más pronto posible a Londres y no se le volvió a ver en el vecindario. Con el tiempo cumplió las expectativas que su familia tenía, se casó con una mujer rica y llegó a ser el principal magistrado legislativo de Irlanda. Décadas más tarde, al preguntársele al respecto, el juez Lefroy admitiría que había sentido un amor de juventud por Jane Austen.

Jane Austen luego de ese fracaso amoroso con Tom Lefroy se concentraría en su trabajo literario. Ya anteriormente había completado su primera novela: Elinor y Marianne (posteriormente transformada en Sensatez y sentimientos, o Juicio y sentimiento o Sentido y sensibilidad, que son las formas más conocidas en que se ha traducido esta novela). A ella le siguieron Primeras impresiones (que pasaría a serOrgullo y prejuicio y Susan (luego titulada La abadía de Northanger). La familia sentía especial predilección por Primeras impresiones y el Sr. Austen hizo un intento para que la publicasen, pero fue rechazada sin siquiera revisarla –gran error editorial-, en tanto que Susan fue aceptada para publicación hacia 1803, sin que apareciese impresa.

Las cosas no fueron mejor para su hermana Cassandra. En 1796, el prometido de Cassandra se embarcó como capellán a las Antillas, acompañando a un pariente rico que prometía darle algun beneficio eclesiástico, y lo que significaba que podría obtener los recursos para casarse. Sin embargo, todo quedó en la nada. Tom Fowle murió en febrero de 1797, presa de una enfermedad tropical –fiebre amarilla- y Cassandra renunciaría a cualquier expectativa de matrimonio.

En ese último lustro del siglo XVIII es cuando Jane Austen quizá hizo su primera visita a Bath, que había sido la ciudad vacacional más importante de Inglaterra de la era -aunque comenzaba a quedar relegada por otros balnearios, principalmente Brighton-, acompañando a su hermano Edward y a su madre, y luego visitando a sus tíos maternos, pues el hermano de la Sra. Austen, James Leigh-Perrot también residía en Bath.

Entretanto, poco a poco los hijos varones se establecían de alguna forma, aunque Henry resultaba ser el más volátil de todos, pues en lugar de ordenarse como clérigo, decidió enlistarse en la milicia y después probaría suerte como banquero, y los Sres. Austen comenzaron a preocuparse por la situación de sus hijas, ambas en edad casadera, pero ninguna con prospectos a la vista y el tiempo no se detenía, no podían darse el lujo de continuar esperando.

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En 1799 tomaron una medida radical, el Sr. Austen decidió retirarse, dejar la rectoría de Steventon a cargo de su hijo mayor James (que después de enviudar y casado en segundas nupcias necesitaba el beneficio eclesiástico de su padre) e ir a vivir a Bath, donde con un círculo social más amplio, sus hijas quizá podrían encontrar marido.

Las hermanas estaban ausentes cuando sus padres tomaron la decisión y se cuenta que cuando Jane Austen recibió la noticia, se desmayó. Suena demasiado dramático, pero probablemente la escritora estaba demasiado arraigada a la vida en la campiña y, aunque podía haberle agradado estar de visita en Bath, no era lo mismo tener que vivir permanentemente en la ciudad. Esa decisión también significó separarse de muchos objetos preciados -pues no podían costear la mudanza de todas sus posesiones-, como la colección de libros de su padre -que terminó vendida en lotes- y su propio piano. En conclusión, ella no tenía ni voz ni voto en el asunto, sólo debía obedecer.

En 1800, Jane Austen se convertiría en residente de Bath y ahí pasaría ‘encerrada’ los siguientes 6 años. No parece haber sido una experiencia satisfactoria, pues ni Cassandra ni Jane consiguieron pretendientes ahí -es muy probable que ni siquiera hayan alentado a alguno- y artísticamente para Jane fue como si la tinta se hubiera secado, no parece haber escrito nada salvo los primeros capítulos de una novela inconclusa, Los Watson.

Quizá el único punto positivo del cambio de residencia fue que durante los veranos comenzaron a pasar las vacaciones en varios balnearios de la costa sur-occidental inglesa (Sidmouth, Teignmouth, Lyme Regis) que posteriormente servirían de inspiración a la escritora. También fue durante una de esas vacaciones que, de acuerdo con los recuerdos de Cassandra que se tornaron en leyenda familiar, Jane conoció a un hombre con el que muy posiblemente se habría casado, sin embargo antes de que la pareja pudiera volver a encontrarse, lo que llegó fue la noticia de que el pretendiente había fallecido, la identidad de ese misterioso enamorado permanece a la fecha desconocida.

Irónicamente, fue en esos años que con toda certeza la escritora estuvo lo más cerca del matrimonio. Las hermanas se encontraban visitando a sus amigas las Biggs de Manydown en Hampshire, cuando la noche del 2 de diciembre de 1802, Harris Biggs-Wither, el hermano de éstas y además heredero de Manydown, propuso matrimonio a Jane Austen. Desde el punto de vista económico, era una oferta muy ventajosa, con la perspectiva de convertirse en señora de una gran mansión y dinero a su disposición. En un primer momento, Jane aceptó para la felicidad de sus amigas que seguramente habían conspirado para que su hermano se declarase. Debió haber pasado una noche en vela, sopesando todo el asunto, pues el joven Harris era algunos años menor que ella y no muy brillante intelectualmente, seguramente no el compañero que ella deseaba para compartir su vida. A la mañana siguiente se desdijo. La situación fue mortificante, la visita se acortó y sólo podemos especular en cuanto a si Jane Austen recibió reproches por parte de su familia por haber dejado desperdiciado esa oportunidad “de oro” que habría asegurado definitivamente su situación financiera. Egoístamente, sus admiradores debemos dar gracias, porque muy probablemente como mujer casada no habría podido escribir las novelas que nos dio.

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En 1805, Jane Austen debió haber tenido ciertos tragos de arrepentimiento al respecto. Uno de los pretextos para ir a vivir a Bath, era la salud del Sr. Austen y si bien poco a poco, el anciano caballero comenzó a debilitarse, su muerte fue repentina y dejaba a su esposa y a sus dos hijas sin sostén económico. Todo lo que habían tenido provenía de lo que él recibía como rentas vitalicias. Así era la dependencia económica femenina. Como pudieron, los hermanos se organizaron e hicieron su contribución para dar alguna asignación anual para su madre y sus hermanas, quienes debían aprender a ajustarse a un ingreso aún más moderado.

Uno de los primeros efectos de esa nueva condición, era su alojamiento. Tenían que buscar una residencia acorde a su ingreso, se mudaron de alojamiento en Bath durante dos ocasiones, hasta que finalmente abandonaron la ciudad.

Mientras les encontraban alguna nueva residencia, la Sra. Austen decidió que ella y sus hijas irían a visitar a sus parientes en el centro-norte de Inglaterra. Los Leigh alojaron amablemente a sus huéspedes durante una temporada. De hecho, fue en esa época cuando uno de sus primos de Adlestrop heredó una de las más importantes propiedades ancestrales: Stoneleigh Abbey y las invitó a que lo acompañasen a tomar posesión de esa herencia. Esa temporada también parece haber servido posteriormente a la escritora como referencia para los detalles de sus novelas.

En 1807, después de haber pasado varios años en altamar, el capitán Frank Austen regresó a Inglaterra decidido a comenzar a formar una familia. Se estableció en Southampton, uno de los puertos marítimos más importantes de Inglaterra, y esperaba una nueva asignación. Se casó y pareció una buena idea que su madre y sus hermanas fueran a vivir con él y su esposa, y que incluso hicieran compañía a ésta mientras él salía en misiones de patrullaje. Así transcurrieron dos años de residencia en el puerto.

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Fue en 1809, cuando finalmente Edward Knight, que había enviudado recientemente, ofreció un alojamiento definitivo para su madre y sus hermanas en sus terrenos de Hampshire. Les ofreció una casita en el poblado de Chawton, denominada Chawton Cottage. Martha Lloyd, amiga y emparentada con la familia, se encontraba en una situación similar, y la invitaron a ir a vivir con ellas. Así pasaría Jane Austen la mayor parte del resto de su vida. Regresaba a su condado natal, a la campiña y a una locación donde podría volver a tener el contacto con sus amistades, y lo más importante, el tiempo y el sosiego para retomar la pluma.

Con la organización doméstica que establecieron las cuatro mujeres, le permitía a Jane Austen concentrarse en sus escritos. Después de levantarse a preparar el desayuno y practicar un poco el piano, le quedaba el resto del día libre a su disposición, le cedieron el uso del comedor y ahí sentada en una silla frente a una mesita al lado de una ventana, podía dedicarse a escribir. Según los recuerdos de la familia, a propósito dejaron que una de las puertas sin aceitar, de manera que el chirrido advertía a la escritora si alguien llegaba de visita y así ella podía esconder papel, tinta y pluma, y sacar su labor manual. No quería que nadie más fuera de su familia más cercana se enterase de lo que hacía.

Aquellos que lo sabían seguramente la animaron a intentar nuevamente publicar algo y la elección recayó en Sensatez y sentimientos, la tercera novela que tenía completa y que nunca antes había ofrecido a un editor. Su hermano favorito, Henry, residía en Londres y tenía varios contactos, entre ellos el antiguo editor de The Loiterer, la revista que él y James habían creado mientras estudiaban en Oxford. La tercera fue la vencida, Egerton aceptó publicar la novela a condición de que los gastos corrieran a cuenta de la autora (lo más probable es que Henry fue quien puso el dinero) y así en noviembre de 1811, Sensatez y sentimientos apareció publicada sin que se identificase a su autora que simplemente se denominó “Una dama”.

A ese primer éxito siguió el de Orgullo y prejuicio, que apareció a finales de enero de 1813 “por la autora de Sensatez y sentimientos”. El furor comenzó, la gente tenía curiosidad por saber quien era la misteriosa novelista, varios nombres se barajaban, pero fue finalmente Henry, quien no pudo resistir revelar que se trataba de su hermana y pronto la identidad de la escritora era más bien un secreto a voces.

Jane Austen siguió trabajando sin parar los siguientes años, su talento estaba en auge y así en Chawton completó tres nuevas novelas. Tras Orgullo y prejuicio se publicóMansfield Park en 1814, luego Emma –que forzadamente se vio obligada a dedicar al Príncipe Regente- a finales de diciembre de 1815 (aunque en la portada de la edición se indica 1816 como fecha de publicación), y Persuasión que aparecería publicada de manera póstuma en diciembre de 1817, junto con La abadía de Northanger, cuyo manuscrito había recuperado apenas el año anterior.

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Sin embargo, en 1816 la escritora comenzó a cansarse con facilidad, en ocasiones sentía la necesidad de recostarse por las tardes. No quería dar importancia al asunto, había comenzado una nueva novela (Sanditon), pero finalmente llegó un momento en que ni siquiera podía sostener un lápiz. Forzada a reconocer esa debilidad física, consultó al médico, pero no acertaban a determinar su problema de salud. Los síntomas comenzaron a agravarse: cansancio crónico, fiebre, rigidez, cambios en la coloración de la piel. Se cree que probablemente padecía la Enfermedad de Addison, una afección de los riñones ocasionada por el bacilo de la tuberculosis, pero no identificada en aquel tiempo, aunque también existe la posibilidad de que haya sido cáncer.

A fin de tener un médico cerca, ella y Cassandra se mudaron temporalmente a Winchester en mayo de 1817. Pero no se podía hacer nada por la escritora, sus días estaban contados. Ella misma había escrito su testamento, dejando todo lo que poseía a su hermana. Tras una larga pero estoica agonía finalmente falleció la madrugada del 18 de julio de 1817, cuando apenas contaba con 41 años.

Fue sepultada en una de las islas de la nave izquierda de la Catedral de Winchester. Su lápida ensalza sus virtudes, sin embargo no menciona nada respecto a lo que le ha dado la fama, su carrera literaria. Eso no ha evitado que en el transcurso de casi 200 años, y luego de que su identidad fuera del todo revelada, sus admiradores acudan ahí a rendirle homenaje.

Con ocasión del bicentenario luctuoso, hemos habilitado una página especial con citas de la carta de su hermana Cassandra, donde se narran las últimas horas de la escritora.

https://janeaustencastellano.wordpress.com/biografia/
 
Albert Camus

Biografía


(Mondovi, Argelia, 1913 - Villeblerin, Francia, 1960) Novelista, dramaturgo y ensayista francés.
Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes franceses, su infancia y gran parte de su juventud transcurrieron en Argelia. Inteligente y disciplinado, empezó estudios de filosofía en la Universidad de Argel, que no pudo concluir debido a que enfermó de tuberculosis.

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Formó entonces una compañía de teatro de aficionados que representaba obras clásicas ante un auditorio integrado por trabajadores. Luego ejerció como periodista durante un corto período de tiempo en un diario de la capital argelina, mientras viajaba intensamente por Europa. En 1939 publicó Bodas, conjunto de artículos que incluyen numerosas reflexiones inspiradas en sus lecturas y viajes. En 1940 marchó a París, donde pronto encontró trabajo como redactor en Paris-Soir.

Albert Camus empezó a ser conocido en 1942, cuando se publicaron su novela corta El extranjero, ambientada en Argelia, y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se complementan y que reflejan la influencia que sobre él tuvo el existencialismo. Tal influjo se materializa en una visión del destino humano como absurdo, y su mejor exponente quizá sea el «extranjero» de su novela, incapaz de participar en las pasiones de los hombres y que vive incluso su propia desgracia desde una indiferencia absoluta, la misma, según Camus, que marca la naturaleza y el mundo.

Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial se implicó en los acontecimientos del momento: militó en la Resistencia y fue uno de los fundadores del periódico clandestino Combat, y de 1945 a 1947, su director y editorialista. Sus primeras obras de teatro, El malentendido yCalígula, prolongan esta línea de pensamiento que tanto debe al existencialismo, mientras los problemas que había planteado la guerra le inspiraron Cartas a un amigo alemán.

Su novela La peste (1947) supone un cierto cambio en su pensamiento: la idea de la solidaridad y la capacidad de resistencia humana frente a la tragedia de vivir se impone a la noción del absurdo. La peste es a la vez una obra realista y alegórica, una reconstrucción mítica de los sentimientos del hombre europeo de la posguerra, de sus terrores más agobiantes. El autor precisó su nueva perspectiva en otros escritos, como el ensayo El hombre en rebeldía (1951) y en relatos breves como La caída y El exilio y el reino, obras en que orientó su moral de la rebeldía hacia un ideal que salvara los más altos valores morales y espirituales, cuya necesidad le parece tanto más evidente cuanto mayor es su convicción del absurdo del mundo.

Si la concepción del mundo lo emparenta con el existencialismo de Jean-Paul Sartre y su definición del hombre como «pasión inútil», las relaciones entre ambos estuvieron marcadas por una agria polémica. Mientras Sartre lo acusaba de independencia de criterio, de estirilidad y de ineficacia, Camus tachaba de inmoral la vinculación política de aquél con el comunismo.

De gran interés es también su serie de crónicas periodísticas Actuelles. Tradujo al francés La devoción de la cruz, de Calderón de la Barca, y El caballero de Olmedo, de Lope de Vega. En 1963 se publicaron, con el título de Cuadernos, sus notas de diario escritas entre 1935 y 1942. Galardonado en 1957 con el Premio Nobel de Literatura, falleció en un accidente de automóvil.

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/camus.htm
 
Ernest Hemingway

Biografía

(Ernest Miller Hemingway; Oak Park, 1899 - Ketchum, 1961) Narrador estadounidense cuya obra, considerada ya clásica en la literatura del siglo XX, ha ejercido una notable influencia tanto por la sobriedad de su estilo como por los elementos trágicos y el retrato de la época que representa. Recibió el premio Nobel en 1954.

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Ya se había iniciado en el periodismo cuando se alistó como voluntario en la Primera Guerra Mundial, como conductor de ambulancias, hasta que fue herido de gravedad. De vuelta a Estados Unidos retomó el periodismo hasta que se trasladó a París, donde alternó con las vanguardias y conoció a Ezra Pound, Pablo Picasso, James Joyce y Gertrude Stein, entre otros. Participó en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal, experiencias que luego incorporaría a sus relatos y novelas.

El propio Hemingway declaró que su labor como periodista lo había influido incluso estéticamente, pues lo obligó a escribir frases directas, cortas y duras, excluyendo todo lo que no fuera significativo. Su producción periodística, por otra parte, también influyó en el reportaje y las crónicas de los corresponsales futuros.

Entre sus primeros libros se encuentran Tres relatos y diez poemas (1923), En nuestro tiempo(1924) y Hombres sin mujeres (1927), que incluye el antológico cuento "Los asesinos". Ya en este cuento es visible el estilo de narrar que lo haría famoso y maestro de varias generaciones. El relato se sustenta en diálogos cortos que van creando un suspense invisible, como si lo que sucediera estuviera oculto o velado por la realidad. El autor explicaba su técnica con el modelo del témpano de hielo, que oculta la mayor parte de su materia bajo el agua, dejando visible sólo una pequeña parte a la luz del día.

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Otros cuentos de parecida factura también son antológicos, como "Un lugar limpio y bien iluminado", "La breve vida feliz de Francis Macomber", "Las nieves del Kilimanjaro", "Colinas como elefantes blancos", "Un gato bajo la lluvia" y muchos más. En algunas de sus mejores historias hay un vago elemento simbólico sobre el que gira el relato, como una metáfora que se desarrolla en el plano de la realidad.

La mayor parte de su obra plantea a un héroe enfrentado a la muerte y que cumple una suerte de código de honor; de ahí que sean matones, toreros, boxeadores, soldados, cazadores y otros seres sometidos a presión. Tal vez su obra debe ser comprendida como una especie de romanticismo moderno, que aúna el sentido del honor, la acción, el amor, el escepticismo y la nostalgia como sus vectores principales. Sus relatos inauguran un nuevo tipo de "realismo" que, aunque tiene sus raíces en el cuento norteamericano del siglo XIX, lo transforma hacia una cotidianidad dura y a la vez poética, que influiría en grandes narradores posteriores comoRaymond Carver.

Uno de los personajes de Hemingway expresa: "El hombre puede ser destruido, pero no derrotado". Y uno de sus críticos corrobora: "Es un código que relaciona al hombre con la muerte, que le enseña cómo morir, ya que la vida es una tragedia. Pero sus héroes no aman mórbidamente la muerte, sino que constituyen una exaltación solitaria de la vida, y a veces sus muertes constituyen la salvaguarda de otras vidas". A este tipo de héroe suele contraponer Hemingway una especie de antihéroe, como su conocido personaje Nick Adams, basado en su propia juventud, y que hilvana buena parte de los relatos como una línea casi novelesca.

Sus novelas tal vez sean más populares aunque menos perfectas estilísticamente que los cuentos. Sin embargo, Fiesta (1926) puede ser considerada una excepción; en ella se cuenta la historia de un grupo de norteamericanos y británicos, integrantes de la llamada "generación perdida", que vagan sin rumbo fijo por España y Francia. En 1929 publicó Adiós a las armas, historia sentimental y bélica que se desarrolla en Italia durante la guerra. En Tener y no tener(1937), condena las injusticias económicas y sociales. En 1940 publicó Por quién doblan las campanas, basada en la Guerra Civil española. Esta obra fue un éxito de ventas y se llevó a la pantalla.

En 1952 dio a conocer El viejo y el mar, que tiene como protagonista a un modesto pescador de La Habana, donde vivió y escribió durante muchos años enfrentado a la naturaleza. Algunos críticos han visto en este texto la culminación de su obra, porque en él confluyen el humanismo y la economía artística; otros, sin embargo, opinan que éste no es el mejor Hemingway, por una cierta pretensión didáctica. Hacia el final de una vida aventurera, cansado y enfermo, se suicidó como lo haría alguno de sus personajes, disparándose con una escopeta de caza. Para muchos, es uno de los escasos autores míticos de la literatura contemporánea.

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/hemingway.htm
 
Compartimos el gusto.
Esta es mi rima favorita desde que era niña...
LIX
Yo sé cuál el objeto
de tus suspiros es,
yo conozco la causa de tu dulce
secreta languidez.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.
Yo sé cuándo tú sueñas,
y lo que en sueños ves,
como en un libro puedo lo que callas
en tu frente leer.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Tú acaso lo sospechas,
y yo lo sé.
Yo sé por qué sonríes
y lloras a la vez:
yo penetro en los senos misteriosos
de tu alma de mujer.
¿Te ríes...? Algún día
sabrás, niña, por qué.
Mientras tú sientes mucho y nada sabes,
yo, que no siento ya, todo lo sé.
Gracias, Grande e incomprendido Becker.-
Una pena que mas gente no lo entienda.- Yo quiero entenderlo, siempre ha sido mi Ídolo.-
 
Franz Kafka

Biografía


(Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924) Escritor checo en lengua alemana cuya obra señala el inicio de la profunda renovación que experimentaría la novela europea en las primeras décadas del siglo XX. Franz Kafka dejó definitivamente atrás el realismo decimonónico al convertir sus narraciones en parábolas de turbadora e inagotable riqueza simbólica: protagonizadas por antihéroes extraviados en un mundo incomprensible, sus novelas reflejan una realidad en apariencia reconocible y cotidiana, pero sometida a inquietantes mutaciones que sumergen al lector en una opresiva y asfixiante pesadilla, plasmación de las angustias e incertidumbres que embargan al hombre contemporáneo.

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Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en un ambiente cultural alemán. Su padre, Hermann Kafka, había obtenido una cómoda posición con un matrimonio ventajoso y pudo costear una buena formación para el primogénito en uno de los colegios alemanes de Praga. Concluido el bachillerato (1901), el cabeza de familia lo obligó a cursar estudios de leyes, materia por la que nunca sintió el menor interés, y se doctoró en derecho en 1906.

Los años universitarios le dejaron tiempo para cultivar sus aficiones filosóficas y literarias; leyó a numerosos autores y conoció al futuro escritor y crítico literario Max Brod, con quien trabó una íntima amistad destinada a perdurar toda una vida. La personalidad enérgica y activa de Brod, totalmente opuesta a la del temeroso e introvertido Kafka, mitigó su soledad y su marcada tendencia al aislamiento.

Finalizados sus estudios, trabajó en diversos bufetes de abogados y, desde 1908, en una compañía de seguros de Praga. Allí desempeño sus tareas con eficiencia y puntualidad, llegando a merecer un ascenso; sin embargo, carecía por completo de ambición profesional. El aburrido empleo (que no abandonaría definitivamente hasta 1920, a causa de su deteriorada salud) le ocupaba solamente las mañanas y podía dedicar las tardes y las noches a la literatura, su verdadera pasión.

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Kafka en 1906

En 1911 conoció a Yitzchak Lowy, actor de teatro yiddish; pronto empezó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo. Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. El diagnóstico decidió a Kafka a romper definitivamente su compromiso matrimonial con Felice Bauer, a la que había conocido en 1912 a través de Max Brod. Durante los cinco años que duró, la relación con Felice había sido repetidamente abandonada y retomada debido a las interminables vacilaciones de Kafka.

La enfermedad obligó a Kafka a pasar largas temporadas en diversos sanatorios, primero en los Alpes italianos y finalmente en Kierling, cerca de Viena. En uno de ellos se enamoró de la joven checa Julie Wohryzek, pero la radical oposición del padre de Kafka imposibilitó el matrimonio. Este episodio originó el más revelador documento de aquella conflictiva relación paternofilial: la célebre Carta al padre que Kafka escribió en 1919. Publicada póstumamente, nunca llegó a ser enviada a su destinatario.

En 1920, el encuentro con la traductora y periodista checa Milena Jesenská se transformó en una relación profunda, testimoniada en las Cartas a Milena, que verían la luz en 1952. Pero ni Kafka ni la propia Milena, casada con otro hombre, tuvieron el aliento necesario para romper el matrimonio, y a partir de 1921 comenzaron a distanciarse. Se estableció entonces en una casa de campo adquirida por su hermana, en la que escribió El castillo. En 1923, con la enfermedad ya muy avanzada, conoció a la jovencísima y vital Dora Diamant, el gran amor que había anhelado siempre, y que le devolvió brevemente la esperanza. Pero en abril del año siguiente sus dolencias se agravaron; en compañía de Dora Diamant, de su amigo Max Brod y de su tío Siegfried, falleció el 3 de junio de 1924 en el sanatorio de Kierling.

La obra de Kafka

A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura. Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa (ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que quemara todos sus manuscritos tras su muerte), constituye una de las cumbres de la literatura alemana y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX.

En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, la escritura de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez. Ese mundo de sueños, que describe paradójicamente con un realismo minucioso, ya se halla presente en su primera novela corta, Descripción de una lucha, que empieza con una lección de danza en Praga, traslada muy pronto al héroe al Japón y le sitúa en el centro de salvajes aventuras espirituales; fragmentos de este relato fueron publicados en 1909 en la revista Hyperion, dirigida por Franz Blei.

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Con Felice Bauer

En 1913, el editor Rowohlt accedió a publicar su primer libro, Meditaciones, pequeños fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso. Los textos eran en realidad extractos de su diario personal: a instancias de su amigo Max Brod, Kafka seleccionó una serie de pasajes del Diarioque había iniciado en 1910 y que continuaría, casi sin interrupciones, hasta el mismo año de su muerte. El libro pasó desapercibido; los siguientes tampoco obtendrían ningún éxito, fuera de un círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales.

El estallido de la Primera Guerra Mundial y el final del noviazgo con Felice Bauer señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica en la que redactó las obras más características de su producción. Su legado, que plantea numerosas dificultades de interpretación, se caracteriza en cambio por una extrema y deliberada claridad estilística, como se observa en la más conocida de sus narraciones, La metamorfosis (1915). Su protagonista es un mediocre viajante de comercio, Gregorio Samsa; un mañana, al despertarse, Samsa descubre que se ha transformado en un enorme insecto, lo que es narrado con normalidad pese a la monstruosidad de la situación. Este doble juego será una constante en la creación del autor, y en él reside en buena medida su singularidad y eficacia.

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Primera edición de La metamorfosis

Casi contemporáneo al anterior y escrito en una sola noche es el relato de un conflicto paternofilial: La condena (1913), en el que un padre viejo y aparentemente enfermo recobra de repente su vitalidad y autoridad opresiva para maldecir a su hijo, que tan sólo deseaba vivir su propia vida. Años después aparecerían impresos el cuento En la colonia penitenciaria (1919) y el volumen de relatos Un médico rural (1919). Todas las restantes obras de Kafka no serían publicadas hasta después de su muerte. Títulos esenciales de su producción, como El proceso oEl castillo, se hubiesen perdido para siempre de no haber incumplido Max Brod su orden de quemar los manuscritos; de hecho, el propio Brod se encargó de preparar las ediciones.

Su primera novela propiamente dicha (las narraciones anteriores deben considerarse cuentos o novelas cortas por su extensión) es El proceso, que había comenzado a escribir hacia 1914 y fue publicada póstumamente en 1925. El protagonista de El proceso es Joseph K., empleado en un banco. Una mañana, dos individuos de uniforme le notifican su detención en virtud de un proceso que se ha incoado contra él. Es inútil que quiera conocer el delito de que se le acusa: son simples funcionarios que se limitan a cumplir su cometido, a saber, notificarle su detención. Pese a ello, es dejado provisionalmente en libertad; será citado en domingo para los interrogatorios a fin de no perturbarle en su trabajo.

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Fotogramas de El proceso (1962), de Orson Welles

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En sus intentos de probar su inocencia, Joseph K. penetra en los entresijos de un inquietante sistema judicial. Las sesiones del juzgado de instrucción se celebran en casa de un carpintero; los libros de la ley no son más que novelas sádicas e indecentes; los archivos judiciales están instalados en el granero de una casa miserable, en cuya irrespirable atmósfera escriben incesantemente los empleados sobre sus pupitres. Un tío de Joseph K. le presenta a su abogado, un viejo enfermo que recibe a sus clientes en la cama y cuya enfermera se siente atraída eróticamente por todos los procesados; tampoco él consigue adelantar el asunto. Se cuenta que la absolución es posible, que hace muchísimos años se dictó una sentencia absolutoria, pero es una leyenda de dudoso crédito, pues, en realidad, los fallos del tribunal no se publican nunca. Un pintor retratista de jueces le informa de que podría ser aparentemente absuelto, lo que equivale a decir que el día menos pensado podría volver a ser detenido.

Todo ello va minando la inicial determinación de Joseph K. Obsesionado por el caso, descuida su trabajo en la oficina para pasar largas horas perdido en el examen de las varias posibilidades de salvación que aparentemente se le ofrecen, o bien va corriendo de un lado a otro de la ciudad para confiar su defensa a un abogado o para buscar afanosamente la ayuda de cualquier persona que conozca a los jueces que se hacen cargo de su proceso. Al mismo tiempo, percibe miradas y sonrisas maliciosas en los escenarios donde se desarrollaba su metódica vida (el banco, la pensión, el café); de forma inexplicable, todos están enterados de su proceso.

Sus medios de defensa resultan insuficientes y equivocados; al cabo de casi un año, sin haber llegado nunca a conocer cuál era la acusación, y extenuado e impotente tras una lucha imposible y absurda, Joseph K. es llevado sin resistencia a la afueras de la ciudad y ejecutado. El centro de la obra es el crecimiento del sentimiento de culpa y los tormentos que éste desencadena. La novela fue dramatizada en 1947 por André Gide y Jean-Louis Barrault, mientras que Gottfried von Einem hizo con ella una ópera, con libreto de Boris Blacher y Heinz von Cramer, que se estrenó en 1953. En 1962, Orson Welles rodó una soberbia adaptación cinematográfica.

Franz Kafka en 1917
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El argumento de su segunda novela, El castillo (escrita entre 1921 y 1922 y publicada en 1926), es en ciertos aspectos similar. Un agrimensor llamado K. llega a una aldea gobernada por un conde que vive en un castillo sobre la colina; el agrimensor ha sido llamado por el conde para trabajar a su servicio, y su intención es establecerse allí y ejercer su profesión.

Sin embargo, topa de inmediato con inesperadas e insuperables dificultades. Por un lado, el castillo parece ser la sede de una monstruosa e incomprensible maquinaria burocrática a la que es casi imposible acceder; cuando parece lograrlo, no obtiene sino comunicaciones contradictorias. Por otro, no obtiene ninguna cooperación de las gentes del pueblo, que aceptan con naturalidad los absurdos dictados del castillo y parecen dejarlo de lado. A pesar de su empeño y sus esfuerzos, K. nunca logra más que aparentes avances en su propósito de iniciar su trabajo e integrarse en la comunidad, seguidos de retrocesos que lo devuelven una y otra vez al punto de partida. Max Brod hizo una versión dramática de esta obra en 1953.

América (1927), por último, es una novela inconclusa, además de fragmentaria, que presenta dos grandes saltos y carece de final. Aunque en la publicación póstuma ocupa el tercer lugar, fue la primera que escribió: su primer capítulo, "El chófer", se había impreso en 1913 como relato independiente. Su protagonista es Karl Rossmann, un muchacho de dieciséis años que, a consecuencia de una desdichada aventura con la criada de sus padres, se ve obligado a separarse de ellos y de Alemania, su patria, para emigrar a América, donde uno de sus tíos debe recibirle.

Pronto se encuentra abandonado a sus propias fuerzas en aquel inmenso y complicado país. Karl trata de trabajar en diversos oficios, pero dura poco en ellos; conoce así numerosos aspectos de aquella sociedad y pasa por múltiples experiencias que ponen claramente de relieve su imposibilidad de adaptarse. Como en las novelas antes reseñadas, el lector tiene la impresión de seguir al héroe a través de un oscuro laberinto indescifrable, donde los acontecimientos cobran un valor simbólico, pero sin que jamás se aclare la significación de los símbolos ni el efecto que puedan tener en la vida del personaje.

La muralla china (1931) es un volumen que recoge relatos y textos en prosa escritos a partir de 1917; además del cuento que le da título, abarca dieciocho narraciones diversas y dos colecciones de notas y pensamientos. Los Diarios 1910-1923 se publicaron en 1948-1949, aunque una selección de ellos y de las cartas del autor ya se habían impreso en 1937 en Praga. Estos textos son de gran importancia para la interpretación de la persona y la obra de Kafka, e incluyen un proyecto inconcluso de obra aforística que Max Brod compiló con el título Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el verdadero camino.

La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin. Sus personajes, significativamente designados con una inicial (Joseph K. o simplemente K.), son zarandeados y amenazados por instancias ocultas, materializadas en las autoritarias estructuras burocratizadas y anónimas creadas por la misma sociedad. Así, el protagonista de El proceso no llegará a conocer el motivo de su condena a muerte, y el agrimensor de El castillo buscará en vano el rostro del aparato burocrático en el que pretende integrarse; ambos padecen la angustiosa desorientación, la impotencia y finalmente el sentimiento de culpa y desamparo frente a un mundo ininteligible y deshumanizado que escapa a todo intento de control y que acaba degradando y sometiendo al hombre.

Tan singular es la opresiva atmósfera que emana de sus más características narraciones, que incluso la lengua común ha incorporado el adjetivo kafkiano para referirse a una situación particularmente absurda y angustiosa. Los elementos fantásticos o absurdos, como la transformación en escarabajo del viajante de comercio Gregorio Samsa en La metamorfosis, evidencian la alienación del individuo e introducen en la realidad más cotidiana aquella distorsión que permite desvelar su propia y más profunda inconsistencia, un método que se ha llegado a considerar como una especial y literaria reducción al absurdo.

Por su trascendental influencia, Franz Kafka se coloca a la cabeza de la renovación que emprendió el género novelístico en las primeras décadas del siglo XX, en la que también han de ubicarse grandes maestros como el francés Marcel Proust, el irlandés James Joyce y el estadounidense William Faulkner. Pero su originalidad irreductible y el inmenso valor literario de su obra le han valido a posteriori una posición privilegiada, casi mítica, en la literatura contemporánea. Cien años después de La metamorfosis, las múltiples interpretaciones trazadas desde los más variados puntos de vista (desde el enfoque existencialista al sociológico o psicoanalítico, pasando por las que parten del judaísmo o de la biografía del autor) siguen pareciendo reducciones o simplificaciones de una obra que, por su riqueza significativa, apenas tiene parangón en la literatura universal.

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/k/kafka.htm
 
George Orwell

Biografía


(Seudónimo de Eric Blair; Motihari, India, 1903 - Londres, 1950) Escritor británico. Estudió en el Colegio Eton y luego formó parte de la Policía Imperial Inglesa en Asia, experiencia que lo llevó a escribir Días en Birmania (1934). Vivió varios años en París y en Londres, donde conoció la pobreza; de este difícil período de su vida nació su novela Sin blanca en París y en Londres(1933).

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Sus experiencias como colaborador de los republicanos en la Guerra Civil española (Orwell era socialista) las recogió en su interesante libro Homenaje a Cataluña (1938). Durante la Segunda Guerra Mundial formó parte de la Home Guard y actuó en la radio inglesa. En 1943 entró en la redacción del diario Tribune, y después colaboró de un modo regular en el Observer. En este periodo escribió muchos de sus ensayos.

En general, toda su obra, incluida esta primera etapa y las posteriores sátiras distópicas, reflejaron sus posiciones políticas y morales, pues subrayaron la lucha del hombre contra las reglas sociales establecidas por el poder político. Sus títulos más populares son Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949), ficciones en las cuales describió un nuevo tipo de sociedad controlada totalitariamente por métodos burocráticos y políticos. Como Un mundo feliz (1932), de Aldous Huxley, o Fahrenheit 451 (1953), de Ray Bradbury, ambas son piezas maestras en el género de la literatura antiutópica del siglo XX.

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George Orwell en la BBC

En Rebelión en la granja (1945), George Orwell parodió el modelo del socialismo soviético: los personajes son animales de una granja que se rebelan contra sus dueños, los hombres, aunque luego crean una estructura social peor que la de sus antiguos dueños: Lenin, Stalin, Trotsky y otras figuras de la escena política son representados por dichos animales. Como literatura, esta obra reúne las cualidades de las fábulas tradicionales y la influencia satírica de Jonathan Swift.

La segunda novela lleva como título el año en que se ubica la acción: 1984. En ella imaginó una ficción tan pesadillesca como en la anterior: un mundo regido por grandes potencias, Eurasia, Oceanía y Asia del Este. El personaje protagónico, Winston Smith, es un funcionario del "Ministerio de la Verdad", entidad encargada de controlar la información; conoce a Julia y comienzan una relación amorosa; luego tratan de luchar contra el poder de "El Gran Hermano" (sucedáneo del Máximo Líder político), "jefe de la Hermandad" (representante del Partido en la política real), y se ven arrojados a las peripecias propias de un Estado totalitario moderno: la mirada policial que lo penetra todo, incluso la intimidad.

En tal sociedad el lenguaje es adulterado por el poder para distorsionar los hechos, o más exactamente, para crear una nueva realidad artificial; los sentimientos, al igual que los placeres (incluido el sexual), están prohibidos. Smith y Julia tratarán infructuosamente de cambiar las reglas de juego, en un mundo donde el lavado de cerebro, el soborno, el control y la manipulación de la verdad son las claves del totalitarismo perverso previsto por Orwell, características y modos que poco después serían habituales en numerosos países. Smith termina por convertirse en traidor, atrapado en la red de la estructura social.

La prosa de Orwell es realista y de gran cualidad narrativa. En 1968 se publicaron los volúmenes de Ensayos Completos: Periodismo y cartas (1968). Entre otros de sus trabajos críticos destacan los estudios que realizó sobre Charles Dickens. Sus ensayos sobre problemas de política social poseen una franqueza y clarividencia sin precedentes en la literatura inglesa.

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/orwell.htm
 
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