A mi me huele a caza de brujas de manual. Siempre he pensado que el que se erige en modelo de decencia tiene mucho por esconder, lo vemos todos los días en España, por ejemplo. Esto me recuerda a cuando fueron a por Mel Gibson alegando el antisemitismo, algo habrá dicho o hecho Bill, se habrá salido del tiesto, que van a por él, y no se pone la mano en el fuego por nadie. No sé qué habrá pasado en realidad.