Por cada par de zapatos se envía un euro a una ONG, así que las clientas pagan un euro más para que Belén (la del "Lo que se pueda pillar se pilla") haga solidaridad, mientras ella y su marido se lo llevan todo calentito para su casa.
Así que yo, si me gustasen esos zapatos, no me los compraría porque si quiero dar dinero a una ONG se lo doy yo directamente, pero no a través de la Esteban para que ella se ponga las medallas.