Beatrice Borromeo en nuevo comercial para Buccellati Jewelry. Junio 2020

Beatrice siempre fue muy linda pero desde que tuvo hijos esta mucho mas bonita
 

Beatrice Borromeo, una periodista de la tiara a los pies

Dejó su profesión tras su boda con Pierre Casiraghi. Un repaso a su trabajo demuestra que le gustaban los temas duros, que era valiente y que aunque ya no ejerza no ha perdido el ojo crítico con el que mira el mundo... incluida a la aristocracia.

Por Silvia Cruz Lapeña

18 de agosto de 2020 · 01:04


Hace 25 años, Beatrice Borromeo era una cría que celebraba su décimo aniversario y su abuela, Marta Marzzoto, le hacía un regalo carísimo y muy especial: un cuadro de Giovanni Boldini titulado "Señora americana con abanico". "Lo hice para que el cuadro estuviera seguro y también para que Beatrice empezara a apreciar, amar y coleccionar arte, cultura y belleza". La herencia de la nonna materna, sin embargo, fue más allá, pues de aquella aguerrida mujer aprendió Borromeo también a no tener miedo a expresar lo que pensaba.
Su abuela, una joven humilde que llegó a Roma en los años 40 procedente de la región de Reggio Emilia para trabajar en un arrozal, acabaría casándose con el conde Umberto Marzzoto. Tras unos años de matrimonio, inició una relación de amantes –ambos estaban casados– con el pintor siciliano Renato Gutusso. Con él, que era miembro del Partido Comunista y llegó a ser senador, Marta amplió su círculo –hasta entonces dominado por los artistas, modelos y empresarios– al de la política y se codeó con figuras como Bettino Craxi, Giorgio Napolitano o Giulio Andreotti. Por esa vía entró también el periodismo en la familia, pues al acabar su relación con Gutusso, Marta inició otra con Lucio Magri, fundador del diario Il Manifesto. Todo eso contó en sus memorias, publicadas poco antes de morir en 2016, un libro en el que habla sin tapujos, llamando a casa cosa –amantes, excesos, abusos– por su nombre.

Esa manera de expresarse, clara y directa, la heredó su nieta Beatrice, que estudió Derecho pero pronto supo que quería ser periodista. "Odio la hipocresía", ha dicho alguna vez cuando le han preguntado por su vocación e insinuando por qué una joven bella, aristócrata y con la vida resuelta –su padre es el conde Carlo Ferdinando Borromeo– eligió meterse en problemas escribiendo sobre Silvio Berlusconi –"Puede que esté obsesionado con el s*x*, pero amar a las mujeres es otra cosa"– o rodando un documental, Lady 'Ndrangheta (2015), sobre la mafia calabresa.
Y es que el trabajo de Borromeo como informadora no se ha limitado, como muchas personas de su posición, a hacer de editora de moda puntualmente. Desde el inicio, se embarcó en proyectos que la pusieron en el punto de mira a pesar de que su familia es propietaria de un imperio textil y ella empezó a desfilar, ocasionalmente, a los 16 años gracias a la ayuda de su abuela y en parte, por la mala relación que tenía entonces con su madre, Paola Marzotto. "Quise ser independiente y era una buena manera de cubrir mis gastos".

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© Gtres
Entrevistadora valiente
"¿Cree que Barack Obama es, como John Kennedy, un personaje a desmitificar, un nuevo gran farol?", le preguntaba en 2010 a James Ellroy "¿Le aburre o le divierte cuando le llaman racista?", inquiría al autoproclamado rey de la novela negra, autor de L.A. Confidential conocido por su pose arrogante, sus respuestas fuera de tono y sus pocas ganas de dar entrevistas. Borromeo le inquiró sin dudas y sin temblar, a pesa de que siempre ha declarado que el americano es su escritor favorito. Y escribía el resultado de ese encuentro en Il Fatto Quotidiano, donde recaló por ser un medio "independiente que no recibe dinero ni del Gobierno ni de grandes corporaciones".

Como periodista, tiene pulso y también olfato. Le gusta contar que su gran momento como plumilla fue el día que se encontró en un tren a Marcello dell'Utri, senado del partido de Berlusconi, y se puso a hacerle una entrevista allí mismo. "Soy senador para no acabar en la prisión", le dijo el político y con esa declaración tituló el artículo la joven redactora sobre un hombre que acabó condenado por fraude fiscal, falsa contabilidad y complicidad y conspiración con la mafia siciliana. Fue periodista hasta el día de su boda, literalmente. Invitado a la fiesta estaba su jefe en el diario, le pidió que por qué no hacía un último trabajo antes de dejarlo para mudarse a Mónaco y de ese modo, nada más dar el "sí quiero", se metió en una sala para hacerle una entrevista a un magistrado antimafia.

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Beatrice Borromeo luciendo vestido Dior en el Grand Prix de Mónaco Gtres
Royal come royal
Según una entrevista que concedió aABC, de su manera de ser y ver el mundo también tienen también la "culpa" sus padres, dos personas con formas opuestas de ver la vida y la política. En casa aprendió la importancia de argumentar y defender los propios puntos de vista. Borromeo los expresa, además, con rotundidad y ha tenido siempre claro el objetivo de su oficio: contar lo que alguien no quiere que sea contado. Por eso no cree en la máxima de que perro no come perro, frase con la que se suele hacer referencia al corporativismo entre personas del mismo oficio. Por eso tampoco cree que royal no coma royal. Lo demostró cuando en 2011, siendo redactora de Il Fatto Quotidiano sacó a la luz un vídeo de Víctor Manuel de Saboya en el que se jactaba de haber engañado al tribunal francés que lo había absuelto en 2006 por falta de pruebas en el caso del asesinato de Dirk Hamer, un turista alemán fallecido en 1978 en la isla de Cavallo, Córcega.

Eso fue antes de casarse con Pierre Casiraghi y formar parte de una casa real como la de Mónaco, motivo por el que dejó su profesión. Pero que no ejerza el oficio no quiere decir que Beatrice haya perdido la voz. En noviembre de 2019 lanzó un mensaje por redes sociales al hijo de Víctor Manuel, Filiberto de Saboya, al recordarle el caso con estas duras palabras: “Hasta que su familia pague por el asesinato de Hamer, hablar de un sentido del deber y la elegancia es simplemente inadmisible”. De él también criticó que fuera uno de esos aristócratas que "exprime su título porque no sabe hacer otra cosa".
Borromeo también pasó por la radio –presentó el programa Jungle Fever sobre actualidad política y económica– y por la televisión, donde participó en AnnoZero, en el que se emitió el documental sobre la mafia calabresa en el que trabajó con Roberto Saviano, el autor de Gomorra de quien se dice amiga. Sus últimos artículos en Il Fatto son de 2013. "Fue duro mudarme a Mónaco y dejar mi trabajo", dijo en una entrevista publicada en 2017 en Vanity Fair.
Los motivos que ha dado siempre para ese abandono son dos: uno es que quiere atender a su familia porque ella lo pasó mal en su infancia debido a que sus padres "no se comportaron como adultos" y otro, que le parecía inviable cubrir informaciones para diarios italianos como las que ella hacía viviendo fuera de Italia. Viendo su ojo y su idea del oficio es posible que haya un tercer motivo: para una periodista no hay temas prohibidos y ella ahora tiene al menos uno que ni roza: hablar de la familia Grimaldi, una de las más mediáticas del mundo, y de la que es parte ella y los dos hijos que tiene con Pierre Casiraghi.
 
Los vestidos de gala más bonitos (incluido el de novia) que ha llevado Beatrice Borromeo
Su gusto por los diseños de inspiración retro no quita para que nos sorprenda de vez en cuando con vestidos originales de estilo opuesto. Hoy cumple 35 años.

Por Marta Martínez Tato

18 de agosto de 2020 · 01:01

Beatrice Borromeo es por mérito propio una de las mujeres más elegantes del planeta. Tiene un estilo propio que suele estar caracterizado por referentes de décadas pasadas. Los años cuarenta y cincuenta se encuentran entre su inspiración más recurrente cuando toca vestirse de gala pero, eso no quita para que de repente nos sorprenda con diseños originales que se salen de su circuito habitual de favoritos. También siente especial predilección por los tonos nude, por eso, cuando apuesta por un potente rojo o un rosa fucsia su elección parece más acertada si cabe.
La esposa de Pierre Casiraghi juega con sus peinados y su maquillaje para terminar de darle sentido a su look o para darle un plus cuando la sobriedad manda en el resto del conjunto.
Es una de las fuentes de inspiración más admiradas para acertar con esa fiesta, boda o bautizo y por eso, repasar algunos de sus looks de gala más bonitos es siempre una buena idea.
A lo Old Hollywood
Beatrice Borromeo


© Getty Images

En el Baile de la Rosa de 2019, Beatrice Borromeo parecía rendir homenaje a la abuela de su marido, Grace Kelly, con un look muy al estilo del Hollywood dorado. Eligió un vestido de pedrería en color nude que acompañó de unos guantes largos de satén blanco, un collar de diamantes y un gran moño.

Inspiración Charleston
Beatrice Borromeo


© Getty Images

Se inspira a menudo en décadas pasadas para sus looks de fiesta. Aquí tomó como referencia los locos años veinte con un original vestido de flecos. Fue durante la Gala para la fundación Global Ocean presidida por Alberto de Mónaco de 2018 y remató el vestido con un chaleco de plumas y un bolso pochette de pedrería. Los zapatos sling back con puntera blanca también parecían sacados de la década de los 20.
A todo color
Beatrice Borromeo


© Getty Images

Para el Festival de Venecia de 2017, eligió un vistoso vestido en rosa chicle y negro que la hizo destacar en la alfombra roja de este festival. Llevó el pelo suelto y confirmó que es capaz de cambiar de registro sin perder su estilo personal por el camino.
De bautizo
Beatrice Borromeo


© Getty Images

Para el bautizo de los mellizos del príncipe Alberto y Charlene de Mónaco, optó por un delicado vestido en color beige adornado por pequeñas aplicaciones de pedrería muy discretas. La gran pamela de rafia que eligió para acompañar su vestido fue definitiva para situarla como una de las mujeres más elegantes del bautizo real.
Rojo a todo volumen: insuperable
Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi


© Gtresonline

Uno de sus looks de noche más memorables fue este vestido que eligió para el Baile de la Rosa de 2016. Un diseño de escote palabra de honor con kilómetros de tul en la falda firmado por Giambattista Valli. No contenta con el potente rojo del vestido, Beatrice Borromeo remató el vestido con un collar de brillantes y una esmeralda de tamaño XL.

Un abrigo de alfombra roja
Razones para amar a Beatrice Borromeo


© Gtresonline

Para el festival de cine de Roma de 2010, demostró que un (buen) abrigo puede ser el mejor look de alfombra roja. Ella eligió uno estilo batín de seda en color dorado con grandes solapas y mangas acampanadas. Un diseño corto que combinó con un vestido nude de encaje y unos zapatos mule a juego. Tan sencillo como sofisticado.
En blanco y negro
Beatrice Borromeo


© Getty Images

El binomio blanco y negro es quizá uno de los más elegantes del mundo de la moda. Algo que ya sabía en 2007 pues fue la combinación que eligió para la gala amfAR celebrada en Roma ese año. Un diseño de escote barco que dejaba sus hombros al descubierto y confeccionado en terciopelo y satén.
‘Naked dress’
Beatrice Borromeo


© Getty Images

Cuando era una asidua a alfombras rojas del mundo de la moda y su romance con Pierre Casiraghi todavía no se había consolidado, se atrevía con diseños más arriesgados. Como este vestido estilo ‘naked dress’ de encajes y tul que resaltaba su espectacular figura. Fue el diseño que escogió para el ballet que se celebró en Milán en recuerdo al décimo aniversario de la muerte de Gianni Versace.
Pantalones de boda
Beatrice Borromeo


© Getty Images

Ha sido una de las socialites que más ha influido en la tendencia de vestir de traje de pantalón y chaqueta para una boda. Llevó uno de color nude y americana entallada para la boda del príncipe Félix de Luxemburgo y Claire Lademacher en 2013. El original tocado con el que remató su look y la sobriedad sofisticada de su conjunto fueron la clave para convertirla en una de las invitadas más elegantes.


El famoso abrigo de Dior
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Marie Chevallier, Louis Ducruet, Beatrice Borromeo, Pierre Casiraghi y Alexandra of Hanover en el día nacional de Mónaco. Getty
 
El pasado mes de noviembre, durante la celebración del Día Nacional de Mónaco, Beatrice Borromeo volvía a aliarse con el estilo retro para sorprendernos con un look original y perfecto. La aristócrata eligió un abrigo-capa de cuadros negros y verdes firmado por Maria Grazia Chiuri para Dior. Lo remató con unos guantes de piel negros, zapatos de tacón bajo y una boina con redecilla a juego. Es el look que todas querríamos llevar alguna vez.
Cuando menos es más
Razones para amar a Beatrice Borromeo


© Gtresonline

Para el Baile de la Rosa de 2014 puso en práctica eso de menos es más y acertó. Llevó un vestido de escote palabra de honor en un color rosa salmón casi nude acompañado por una estilo de piel a juego. El moño alto y los labios en un color coral intenso remataron un look sencillo pero con altas dosis de sofisticación.
Un look brillante
Beatrice Borromeo


© Getty Images

En pocas ocasiones vemos a Beatrice Borromeo con vestidos de fiesta cortos. Cuando lo hace apuesta por la originalidad total. Este vestido brillante en color púrpura y verde con cartera a juego que llevó en 2014 lo demuestra.
 
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