Balamoda

Mi reflexion del dia: Hay personas que conoces superficialmente (compañeros de trabajo o amigas/conocidas...) que te parecen buena gente, con su familia, su trabajo, sus hobbies... pero que cuando, por lo que sea, los vas conociendo mas en la intimidad y descubres sus manias, puntos debiles... te van gustando menos.
Eso es exactamente lo que pasa con las RRSS y toda esa fauna de influencers. Gracias a que estan todo el dia exponiendo sus vidas, casa, familia, vacaciones, comidas, armarios, rutinas... pues las conocemos mejor que la madre que las parió y claro ahi vemos sus miserias en el caso de la doña que nos ocupa: que es una cutre, sin clase ni educación ninguna, bastante cochina, emocionalmente muy inestable, bastante vaga, y que a la que puede endilga a esos 4 hijos salvajes que tiene para poder dedicarse a lo unico que le interesa en esta vida: ELLA.
 
Para las que preguntáis por donde vive, id a eInforma.com, poned Belén Canalejo en el buscador y en "autónomos" aparece la dirección de su casa que es donde tiene dada de alta la actividad que ejerce (por cierto, si es autónoma en vez de SL es que tampoco factura tanto).
 
Es verdad que si todos nos expusiéramos tanto en redes sociales como esta gente, los demás también encontrarían mil aspectos criticables en nuestras vidas.
Pero ya que lo hacen por pasta y su objetivo debería ser conseguir la máxima aceptación posible, pues a esta mujer en concreto le vendría muy bien un poco (mucho) de sinceridad, de humildad y honestidad para no hablar de lo que no sabe, de aceptación de la crítica, de no darse esas ínfulas que no se cree nadie... De no intentar vendernos la moto a todas horas, vaya.
 
Las memorias de Teo cuando sea un anciano podrían ser algo así:

“Mi madre nos estaba todo el día grabando y haciendo fotos aunque no quisiéramos salir en ellas. Incluso nos hacía meternos en fuentes públicas para tener contenidos para su canal. Una vez hizo que mi hermana nos atara con una cuerda y nos paseara como si fuéramos perros para poder grabarnos. En unas vacaciones en Los Ángeles nos disfrazamos con cosas horteras que ella creía que nos hacían parecer ricos para fingir que queríamos comprar una mansión y compartirlo en sus redes sociales.”
 
Back