Baladas...

Cuando terminan de sonar las campanadas, y ya han ido transcurriendo las primeras horas del nuevo año, llega ese momento concreto en que las botellas estan medio vacias, y los vasos se van quedando abandonados sobre las mesas. El suelo cubierto de serpentinas y gorritos de fiesta aplastados por las pisadas de los que todavia se animan a seguir bailando, mientras los mas borrachos se van quedando apalancados. Entonces llega la sensacion de derrota tras la efimera euforia. Pero ahi precisamente, durante esa calma chicha tras el paso de la tormenta, es cuando mas y mejor se saborea la melancolia de la vida.


 
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