Azul y Rosa,Jaime Peñafiel.Viernes,16 de Abril de 2021.

Pues sí, hacer esperar 10 segundos a Letizia antes de rendirle pleitesía a la entrada de un acto, me parece irrelevante.

Quizá porque soy republicana, no solo de boquilla, y considero que tampoco es relevante que la consorte acuda a estos actos a hacerse la foto y encima, cobrando.
Es que el error es igual de grave si se hubiera hecho esperar a la esposa del Presidente de la Republica, en su calidad de esposa del Jefe del Estado.

No se trata de ser republicano o monárquico, de boquilla o convencido, de que la presidenta del congreso sea socialista o del PP, de que Letizia te caiga bien o mal, o que llueva o salga el sol. Se trata de que es un error de protocolo y es grave.

Y pretender negar eso es absurdo.
 
Es que el error es igual de grave si se hubiera hecho esperar a la esposa del Presidente de la Republica, en su calidad de esposa del Jefe del Estado.

No se trata de ser republicano o monárquico, de boquilla o convencido, de que la presidenta del congreso sea socialista o del PP, de que Letizia te caiga bien o mal, o que llueva o salga el sol. Se trata de que es un error de protocolo y es grave.

Y pretender negar eso es absurdo.
Exacto, el protocolo no tiene nada que ver con monarquía o república, intentar justicar un error así con el "y tu más" solo demuestra una gran ignorancia
 
Protocolo y más protocolo.

Se ve que Peñafiel no es consciente de que si la Presidenta del Congreso es una "impresentable", "se le debería caer la cara de vergüenza" por un fallo de procolo, las múltiples actuaciones de Leticia con respecto a ese protocolo tendrían que ser objeto de libros enteros comentando no solo esos fallos sino tambien las enormes faltas de educación y respeto protagonizados por ella.

La tal Meritxell es por lo visto responsable de un leve retraso en la recepción de tan augusta dama, bien, sin disculpa, pero a ese tenor hay que calificar los variados y diversos comportamientos de una reina que en plenas funciones de Estado y como acompañante de su marido, ha incumplido y sigue en ello, verdaderas faltas de corrección y protocolarias, que no es lo mismo.

Masticar chicle ostensiblemente en plena audiencia en Zarzuela, sobar más y más libros incunables en visita de Estado a México, adelantarse en el paso a la anciana emperatriz del Japón, abarcar los espacios en que su exquisito marido debe ser el primero, ostentar vestimentas propias de la exposición cabaretera, con todo mi respeto hacia este gremio, hacer brindis copa en alto que no son tales, o sea, que no brinda como le corresponde, poner cara de perro guardian en multitud de ceremonias incluidas las eclesiásticas, etc., etc., no terminaría, debieran ser relacionadas por Peñafiel antes de pronunciar palabras tan despectivas con la Presidenta del Congreso, cuyo fallo, si se atribuye a ella, es un grano de arena al lado de los múltiples expuestos tranquilamente con uno de los símbolos, se dice, de la ejemplaridad española.

¡ Ay Peñafiel! No creo sea cosa de la edad, ni mucho menos, más bien el producto de sus desengaños monárquicos que no encuentran otra salida más que ésta y similares.
 
Releete que ya no sabes lo que lees, ni lo que tu misma escribes....

Ya te escribí que yo nunca las hago a nadie. Por eso nunca las mencioné. Eres tu quien reconoces hacérselas al Marques de Galapagar.....Por eso no paras de hablar de ellas.....😁😁😁😁😁😁

Ahora??? Ya????😁😁😁😁😁😁😁
Yo no he dicho lo que tú dices.
Releete
Ya?
 
Protocolo y más protocolo.

Se ve que Peñafiel no es consciente de que si la Presidenta del Congreso es una "impresentable", "se le debería caer la cara de vergüenza" por un fallo de procolo, las múltiples actuaciones de Leticia con respecto a ese protocolo tendrían que ser objeto de libros enteros comentando no solo esos fallos sino tambien las enormes faltas de educación y respeto protagonizados por ella.

La tal Meritxell es por lo visto responsable de un leve retraso en la recepción de tan augusta dama, bien, sin disculpa, pero a ese tenor hay que calificar los variados y diversos comportamientos de una reina que en plenas funciones de Estado y como acompañante de su marido, ha incumplido y sigue en ello, verdaderas faltas de corrección y protocolarias, que no es lo mismo.

Masticar chicle ostensiblemente en plena audiencia en Zarzuela, sobar más y más libros incunables en visita de Estado a México, adelantarse en el paso a la anciana emperatriz del Japón, abarcar los espacios en que su exquisito marido debe ser el primero, ostentar vestimentas propias de la exposición cabaretera, con todo mi respeto hacia este gremio, hacer brindis copa en alto que no son tales, o sea, que no brinda como le corresponde, poner cara de perro guardian en multitud de ceremonias incluidas las eclesiásticas, etc., etc., no terminaría, debieran ser relacionadas por Peñafiel antes de pronunciar palabras tan despectivas con la Presidenta del Congreso, cuyo fallo, si se atribuye a ella, es un grano de arena al lado de los múltiples expuestos tranquilamente con uno de los símbolos, se dice, de la ejemplaridad española.

¡ Ay Peñafiel! No creo sea cosa de la edad, ni mucho menos, más bien el producto de sus desengaños monárquicos que no encuentran otra salida más que ésta y similares.
Pues sí, en comparación gana por goleada pero una falta en el protocolo es lo que es lo cometa quien lo cometa. Y a otras personas les cuesta el puesto de trabajo.
 
Protocolo y más protocolo.

Se ve que Peñafiel no es consciente de que si la Presidenta del Congreso es una "impresentable", "se le debería caer la cara de vergüenza" por un fallo de procolo, las múltiples actuaciones de Leticia con respecto a ese protocolo tendrían que ser objeto de libros enteros comentando no solo esos fallos sino tambien las enormes faltas de educación y respeto protagonizados por ella.

La tal Meritxell es por lo visto responsable de un leve retraso en la recepción de tan augusta dama, bien, sin disculpa, pero a ese tenor hay que calificar los variados y diversos comportamientos de una reina que en plenas funciones de Estado y como acompañante de su marido, ha incumplido y sigue en ello, verdaderas faltas de corrección y protocolarias, que no es lo mismo.

Masticar chicle ostensiblemente en plena audiencia en Zarzuela, sobar más y más libros incunables en visita de Estado a México, adelantarse en el paso a la anciana emperatriz del Japón, abarcar los espacios en que su exquisito marido debe ser el primero, ostentar vestimentas propias de la exposición cabaretera, con todo mi respeto hacia este gremio, hacer brindis copa en alto que no son tales, o sea, que no brinda como le corresponde, poner cara de perro guardian en multitud de ceremonias incluidas las eclesiásticas, etc., etc., no terminaría, debieran ser relacionadas por Peñafiel antes de pronunciar palabras tan despectivas con la Presidenta del Congreso, cuyo fallo, si se atribuye a ella, es un grano de arena al lado de los múltiples expuestos tranquilamente con uno de los símbolos, se dice, de la ejemplaridad española.

¡ Ay Peñafiel! No creo sea cosa de la edad, ni mucho menos, más bien el producto de sus desengaños monárquicos que no encuentran otra salida más que ésta y similares.
Fíjate que estoy de acuerdo en todo. Salvo en una cosa: Peñafiel siempre ha resaltado esas faltas de protocolo de Letizia. Nunca se las ha dejado pasar.

Dicho lo cual, lo de la Presidenta del Congreso sigue siendo una falta de protocolo.
 

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