MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
08/02/2020
CHSSS...
CUANDO EL REY ORDENÓ ARROJAR EL COMBUSTIBLE DEL AVIÓN
UNA ‘TIRANA’ EN PALACIO
SOFÍA NO ES UNA PATRONA DIFÍCIL
Descubra Orbyt
Con voz, más que contrariada, cabreada, le oímos comunicar por la megafonía: “Señores pasajeros, vamos a tomar tierra en el aeropuerto de Jeda. Para ello, tenemos que desprendernos de la mitad del combustible. Observen por las ventanillas el espectáculo que supone tirar al aire tal cantidad de queroseno (por razones obvias, no advirtió del riesgo). ¡Mucha suerte! Hoy y a propósito del caso del avión de Air Canada, recuerdo, como si hubiera sido ayer, lo que le sucedió al avión de Iberia, bautizado con el nombre Julio Romero de Torres, con el que tomamos tierra ¡con dos coj*nes!
Al parecer, problemas los hay en todas las casas reales y no solo en la de su majestad británica. Estos días, y gracias a un informe ordenado por el primer ministro de Luxemburgo, todo el mundo en el pequeño y riquísimo país se ha enterado de que, al frente de la casa real, está una tirana, la gran duquesa Teresa, una cubana nacida en La Habana que, como puede leerse en el informe Waringo, nombre del alto funcionario que lo ha realizado “la gran duquesa hace y deshace a su antojo como una tirana produciendo una terrible ansiedad en los empleados con el miedo a ser castigados incluso físicamente o a perder su trabajo”. El texto recoge que, entre 2014 a 2019, 51 trabajadores dejaron su puesto de trabajo, 16 dimitieron, 11 fueron despedidos y a 8 se les rescindió el contrato por orden de la gran duquesa que “hace y deshace a su antojo sin que nadie se atreva a llevarle la contraria, ni siquiera su marido o el mariscal de la corte”.
Desconozco cuál es el ambiente laboral actual en La Zarzuela de Letizia aunque, por su carácter, pienso no debe ser fácil. Ya que no lo es ni tan siquiera para Don Felipe. Por el contrario, sí que puedo decir, con conocimiento, que durante los años en los que Doña Sofía fue la jefa absoluta de la Casa, los problemas de su vida privada, que los hubo y graves, no afectaron a la convivencia con sus más directos colaboradores y el servicio. Otra cosa fue con su esposo el Rey y sus hijos.
Sé por testimonios de personas que han pertenecido al servicio, que no era una patrona difícil y se mostraba bastante humana en sus relaciones con quienes trabajaban con ella y con quienes la servían. Posiblemente, porque practicaba la regla de oro de la reina Isabel: “Nunca delante del servicio”. Pero hoy, Loli, la hija de Mariano, el que fuera conserje de La Zarzuela y de la señora Berenenda, el ama de llaves, que se convirtió en doncella de Doña Sofía cuando solo tenía 18 años, concretamente desde su boda con Don Juan Carlos, ya no está a su servicio.
Tampoco Paulina Bermejo, la segunda doncella. Prefirieron, ellas sabrán por qué, despedirse voluntariamente y pasar a trabajar en Patrimonio Nacional, del que han sido funcionarias hasta la jubilación. Otro tanto le ha sucedido al buenazo de Blas Leyva, ejemplo de impagable sacrificio y discreción, así como a su segundo, Jesús Gracia.
Y es que los primeros años y los segundos y hasta los terceros no debieron ser fáciles en La Zarzuela. A lo peor, ahora, tampoco. Sobre todo porque Letizia no es Doña Sofía. Por aquello de “no pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió”.
Sería bueno conocer los nombres de los veinte mejores amigos de Felipe VI. (...) “SerÍa fantástico ver a Letizia vestida de flamenca”. Espéralo sentada, estimada Lourdes Montes. Desgraciadamente no lo verán jamás tus ojos. Como sí hizo doña Sofía en 1968 en la Feria de Abril. (...) Nadie como ella hizo tanto daño reputacional a la entidad en la que ha trabajado por ser hija de quien es. (...) ¿Qué político del PP se declaró, arrodillándose a la hora de la cena en el bufé de un modesto hotel de Venecia, para pedirle a su novia matrimonio? (...) Lo malo de ella no es que no sepa donde está ,sino a dónde va. (...) No puedes volverte atrás y cambiar el comienzo pero puedes comenzar otra vez y cambiar el final. Profunda reflexión de la muchacha. (...) ¿Quién es esa joven cuyo único deseo es que su madre se case con un duque inglés? ¡Vaya cursilada, guapa! (...) Que confíe plenamente en la persona con la que está, me parece muy bien pero ¡qué cansancio ya de repetirlo tanto! ¿Tú crees que nos interesa? (...) El más poderoso, en su día, presidente de un importantísimo banco, puede acabar en el banquillo.
JAIME PEÑAFIEL
08/02/2020
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CUANDO EL REY ORDENÓ ARROJAR EL COMBUSTIBLE DEL AVIÓN
UNA ‘TIRANA’ EN PALACIO
SOFÍA NO ES UNA PATRONA DIFÍCIL
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Con voz, más que contrariada, cabreada, le oímos comunicar por la megafonía: “Señores pasajeros, vamos a tomar tierra en el aeropuerto de Jeda. Para ello, tenemos que desprendernos de la mitad del combustible. Observen por las ventanillas el espectáculo que supone tirar al aire tal cantidad de queroseno (por razones obvias, no advirtió del riesgo). ¡Mucha suerte! Hoy y a propósito del caso del avión de Air Canada, recuerdo, como si hubiera sido ayer, lo que le sucedió al avión de Iberia, bautizado con el nombre Julio Romero de Torres, con el que tomamos tierra ¡con dos coj*nes!
Al parecer, problemas los hay en todas las casas reales y no solo en la de su majestad británica. Estos días, y gracias a un informe ordenado por el primer ministro de Luxemburgo, todo el mundo en el pequeño y riquísimo país se ha enterado de que, al frente de la casa real, está una tirana, la gran duquesa Teresa, una cubana nacida en La Habana que, como puede leerse en el informe Waringo, nombre del alto funcionario que lo ha realizado “la gran duquesa hace y deshace a su antojo como una tirana produciendo una terrible ansiedad en los empleados con el miedo a ser castigados incluso físicamente o a perder su trabajo”. El texto recoge que, entre 2014 a 2019, 51 trabajadores dejaron su puesto de trabajo, 16 dimitieron, 11 fueron despedidos y a 8 se les rescindió el contrato por orden de la gran duquesa que “hace y deshace a su antojo sin que nadie se atreva a llevarle la contraria, ni siquiera su marido o el mariscal de la corte”.
Desconozco cuál es el ambiente laboral actual en La Zarzuela de Letizia aunque, por su carácter, pienso no debe ser fácil. Ya que no lo es ni tan siquiera para Don Felipe. Por el contrario, sí que puedo decir, con conocimiento, que durante los años en los que Doña Sofía fue la jefa absoluta de la Casa, los problemas de su vida privada, que los hubo y graves, no afectaron a la convivencia con sus más directos colaboradores y el servicio. Otra cosa fue con su esposo el Rey y sus hijos.
Sé por testimonios de personas que han pertenecido al servicio, que no era una patrona difícil y se mostraba bastante humana en sus relaciones con quienes trabajaban con ella y con quienes la servían. Posiblemente, porque practicaba la regla de oro de la reina Isabel: “Nunca delante del servicio”. Pero hoy, Loli, la hija de Mariano, el que fuera conserje de La Zarzuela y de la señora Berenenda, el ama de llaves, que se convirtió en doncella de Doña Sofía cuando solo tenía 18 años, concretamente desde su boda con Don Juan Carlos, ya no está a su servicio.
Tampoco Paulina Bermejo, la segunda doncella. Prefirieron, ellas sabrán por qué, despedirse voluntariamente y pasar a trabajar en Patrimonio Nacional, del que han sido funcionarias hasta la jubilación. Otro tanto le ha sucedido al buenazo de Blas Leyva, ejemplo de impagable sacrificio y discreción, así como a su segundo, Jesús Gracia.
Y es que los primeros años y los segundos y hasta los terceros no debieron ser fáciles en La Zarzuela. A lo peor, ahora, tampoco. Sobre todo porque Letizia no es Doña Sofía. Por aquello de “no pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió”.
Sería bueno conocer los nombres de los veinte mejores amigos de Felipe VI. (...) “SerÍa fantástico ver a Letizia vestida de flamenca”. Espéralo sentada, estimada Lourdes Montes. Desgraciadamente no lo verán jamás tus ojos. Como sí hizo doña Sofía en 1968 en la Feria de Abril. (...) Nadie como ella hizo tanto daño reputacional a la entidad en la que ha trabajado por ser hija de quien es. (...) ¿Qué político del PP se declaró, arrodillándose a la hora de la cena en el bufé de un modesto hotel de Venecia, para pedirle a su novia matrimonio? (...) Lo malo de ella no es que no sepa donde está ,sino a dónde va. (...) No puedes volverte atrás y cambiar el comienzo pero puedes comenzar otra vez y cambiar el final. Profunda reflexión de la muchacha. (...) ¿Quién es esa joven cuyo único deseo es que su madre se case con un duque inglés? ¡Vaya cursilada, guapa! (...) Que confíe plenamente en la persona con la que está, me parece muy bien pero ¡qué cansancio ya de repetirlo tanto! ¿Tú crees que nos interesa? (...) El más poderoso, en su día, presidente de un importantísimo banco, puede acabar en el banquillo.
