ZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
06/04/2019
CHSSS...
LOS RICOS Y SUS CAPRICHOS
DOCE AÑOS DE VUELOS PRIVADOS
ESPAÑOLES CON AVIÓN PRIVADO
Recientemente, la revista de mis amores y mis dolores publicaba una interesante entrevista de mi estimado compañero Martín Bianchi con Astrid Gil-Casares. El lector se preguntará quién es esta dama a la que la publicación dedicaba nada menos que cinco páginas en color. Personalmente, sólo me sonaba por haber sido la esposa de Rafael del Pino, uno de los hombres “más ricos y poderosos de España”, como subtitulaba el periodista. Pero su nombre se hizo todavía más famoso por los problemas de su divorcio, difícil y mediático. No en balde reconoce: “Mi cuerpo es de una mujer pero mi alma es de una guerrera”. Un cuerpo en el que se ha tatuado, nada menos, que 26 frases “como cicatrices de las heridas invisibles que me proporcionó el divorcio”, un divorcio con el que intentó sacar todo lo que pudo y mucho más. “Cuando estás con alguien con tanto poder, te conviertes en un documento adjunto”, reconoce. Yo diría, mejor en un cheque al portador. ¡Qué peligro tiene esta mujer que se ha tatuado en su cuerpo la historia de su vida! Aunque se haga la víctima, no lo es ni lo fue. ¡Buen dinero le sacó al divorcio! Al parecer, el tema continúa.
Pero donde Astrid, reconvertida hoy en guionista de la película ¿Qué te juegas?, protagonizada por Amaia Salamanca y Leticia Dolera, demuestra su frivolidad es cuando confiesa, sin pudor, lo que más echa de menos de su vida anterior junto a su marido: “Cada vez que me subo a un avión de línea regular y veo un avión privado pasando al lado, pienso ‘¿Qué he hecho?’”.
Cierto es que la ex también confiesa que de su fracasado matrimonio “echa de menos a la familia y estar todos juntos” pero, además, que “me costó adaptarme” a vivir sin avión privado, digo yo. Reconozco que tiene que ser muy duro ir al aeropuerto, ponerse en la cola aunque sea la de business para sacar la tarjeta y esperar, como todo ciudadano de a pie, a que llamen para embarcar o para anunciar el retraso o la cancelación del vuelo.
Afortunadamente para Rafael del Pino, lo de su ex esposa la señora Gil-Casares y lo del avión privado sólo ha quedado en un recuerdo que duele. Mucho peor lo de Angélica Rivera, la ex del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto. ¡Otra que tal anda! Exigiendo, para firmar el divorcio, un total de 35 coches de último modelo además de 12 años de vuelos privados.
Cierto es que el avión privado se ha convertido en el capricho de los ricos y famosos y en una seña de identidad del éxito y el triunfo personal. Porque si careces de avión privado, si no tienes un Gulfstream G 200, no eres nadie. O un Falcon 900, como ese ridículo nuevo rico, sin serlo, Pedro Sánchez, a propósito del uso y disfrute de ese avión oficial del Grupo 45, la unidad militar dedicada al traslado de autoridades. Aunque el capítulo más espinoso es el de la cónyuge. Según las normas, su presencia hay que justificarla alegando que en el viaje se incluyen actos como cenas oficiales con pareja. Sánchez tiene 10 días para publicar la lista de personas que pueden usar el Falcon. La pasada semana y en esta página yo recogía unas declaraciones del señor De Quintoa propósito del avión utilizado por el presidente en funciones del Gobierno español. “En Coca–Cola hay siempre cinco aviones privados a disposición de los ejecutivos de la empresa pero, si sube algún familiar, incluidas las esposas, hay que dar cuenta de ello porque se considera pago en especie y la compañía tiene la obligación de hacer una retención fiscal por esa utilización.
Según un informe de Wealth Report, en el mundo vuelan actualmente 17.000 aviones privados. En España lo desconozco, pero sí se sabe que 500 españoles utilizan los Falcon oficiales y muchos menos los que tienen avión en propiedad o multipropiedad, para ahorrar tiempo en las interminables esperas de los aeropuertos o para disfrutar de la comodidad a bordo exclusivamente para ellos.
Independiente del avión de Rafael del Pino que tanto añora su ex esposa y que motiva esta crónica, uno de los primeros compatriotas famosos que utilizaron avión privado fue mi compadre Julio Iglesias, un Gulfstream IV. Su hijo Enrique siguió los pasos de papá comprándose otro. Últimamente, Antonio Banderas adquirió una aeronave que había pertenecido a Telefónica y por la que pagó tan sólo 4,5 millones de euros, aunque valía 20. El mismo avión que tiene Ronaldo. Y Messi. Y Neymar. Y 36 millones pagó Tom Cruise por el suyo con capacidad para diez pasajeros. Amancio Ortega regaló a su hija Marta, con motivo de su boda, un Gulfstream, el mismo tipo de avión que tiene Juan Roig, el dueño de Mercadona, que posee tres. Desconozco los que tienen Florentino Pérez o Villar Mir. Y, por supuesto, Ana Botín, como presidenta del Santander.
Según informes confidenciales, muchos de los ricos españoles que poseen avión privado suelen residenciarlos en la Isla de Man o Malta por aquello de la fiscalidad offshore. Cuanto más conozco a estos empresarios, más admiro a Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa ( 5000 empleados ), por su modesta forma de vivir y comportarse. ¡Chapeau!
Mientras papá declara que su hija no tiene novio, ésta acude a una cena de despedida en el chalet del torero antes de que éste viajara a México para cumplir sus contratos. (...) El famoso actor ha pedido la anulación de su matrimonio cuatro días después de casarse. ¿Descubrió que su esposa no era virgen? No, no... ¡Descubrió que quería quedarse con todo su dinero! (...) Qué lejos quedan aquellos años en los que hablaba de s*x* en televisión la hoy reconvertida en la ‘lady’ más snob de Europa. (...) Me gustaría que nos informara si su nuevo novio, con quien aparece besándose en una revista del corazón, ha ido ya a misa, como declaró hablando del muchacho del que se ha enamorado. (...) No fue el Emérito el comisionista más importante del Ave a la Meca, si no madame Zanganet, la tercera esposa del multimillonario que residió, durante los años dorados, en la Marbella de Hohenlohe y Jaime de Mora. (...) En internet todavía pueden verse fotografías suyas bebiendo a morro y fumando en “Juanchito”, un bar muy famoso de la ciudad colombiana de Cali. (...) La mujer que agrede a la madre de su marido y, además públicamente, de esto hace un año, es carne de divorcio.
JAIME PEÑAFIEL
06/04/2019
CHSSS...
LOS RICOS Y SUS CAPRICHOS
DOCE AÑOS DE VUELOS PRIVADOS
ESPAÑOLES CON AVIÓN PRIVADO
Recientemente, la revista de mis amores y mis dolores publicaba una interesante entrevista de mi estimado compañero Martín Bianchi con Astrid Gil-Casares. El lector se preguntará quién es esta dama a la que la publicación dedicaba nada menos que cinco páginas en color. Personalmente, sólo me sonaba por haber sido la esposa de Rafael del Pino, uno de los hombres “más ricos y poderosos de España”, como subtitulaba el periodista. Pero su nombre se hizo todavía más famoso por los problemas de su divorcio, difícil y mediático. No en balde reconoce: “Mi cuerpo es de una mujer pero mi alma es de una guerrera”. Un cuerpo en el que se ha tatuado, nada menos, que 26 frases “como cicatrices de las heridas invisibles que me proporcionó el divorcio”, un divorcio con el que intentó sacar todo lo que pudo y mucho más. “Cuando estás con alguien con tanto poder, te conviertes en un documento adjunto”, reconoce. Yo diría, mejor en un cheque al portador. ¡Qué peligro tiene esta mujer que se ha tatuado en su cuerpo la historia de su vida! Aunque se haga la víctima, no lo es ni lo fue. ¡Buen dinero le sacó al divorcio! Al parecer, el tema continúa.
Pero donde Astrid, reconvertida hoy en guionista de la película ¿Qué te juegas?, protagonizada por Amaia Salamanca y Leticia Dolera, demuestra su frivolidad es cuando confiesa, sin pudor, lo que más echa de menos de su vida anterior junto a su marido: “Cada vez que me subo a un avión de línea regular y veo un avión privado pasando al lado, pienso ‘¿Qué he hecho?’”.
Cierto es que la ex también confiesa que de su fracasado matrimonio “echa de menos a la familia y estar todos juntos” pero, además, que “me costó adaptarme” a vivir sin avión privado, digo yo. Reconozco que tiene que ser muy duro ir al aeropuerto, ponerse en la cola aunque sea la de business para sacar la tarjeta y esperar, como todo ciudadano de a pie, a que llamen para embarcar o para anunciar el retraso o la cancelación del vuelo.
Afortunadamente para Rafael del Pino, lo de su ex esposa la señora Gil-Casares y lo del avión privado sólo ha quedado en un recuerdo que duele. Mucho peor lo de Angélica Rivera, la ex del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto. ¡Otra que tal anda! Exigiendo, para firmar el divorcio, un total de 35 coches de último modelo además de 12 años de vuelos privados.
Cierto es que el avión privado se ha convertido en el capricho de los ricos y famosos y en una seña de identidad del éxito y el triunfo personal. Porque si careces de avión privado, si no tienes un Gulfstream G 200, no eres nadie. O un Falcon 900, como ese ridículo nuevo rico, sin serlo, Pedro Sánchez, a propósito del uso y disfrute de ese avión oficial del Grupo 45, la unidad militar dedicada al traslado de autoridades. Aunque el capítulo más espinoso es el de la cónyuge. Según las normas, su presencia hay que justificarla alegando que en el viaje se incluyen actos como cenas oficiales con pareja. Sánchez tiene 10 días para publicar la lista de personas que pueden usar el Falcon. La pasada semana y en esta página yo recogía unas declaraciones del señor De Quintoa propósito del avión utilizado por el presidente en funciones del Gobierno español. “En Coca–Cola hay siempre cinco aviones privados a disposición de los ejecutivos de la empresa pero, si sube algún familiar, incluidas las esposas, hay que dar cuenta de ello porque se considera pago en especie y la compañía tiene la obligación de hacer una retención fiscal por esa utilización.
Según un informe de Wealth Report, en el mundo vuelan actualmente 17.000 aviones privados. En España lo desconozco, pero sí se sabe que 500 españoles utilizan los Falcon oficiales y muchos menos los que tienen avión en propiedad o multipropiedad, para ahorrar tiempo en las interminables esperas de los aeropuertos o para disfrutar de la comodidad a bordo exclusivamente para ellos.
Independiente del avión de Rafael del Pino que tanto añora su ex esposa y que motiva esta crónica, uno de los primeros compatriotas famosos que utilizaron avión privado fue mi compadre Julio Iglesias, un Gulfstream IV. Su hijo Enrique siguió los pasos de papá comprándose otro. Últimamente, Antonio Banderas adquirió una aeronave que había pertenecido a Telefónica y por la que pagó tan sólo 4,5 millones de euros, aunque valía 20. El mismo avión que tiene Ronaldo. Y Messi. Y Neymar. Y 36 millones pagó Tom Cruise por el suyo con capacidad para diez pasajeros. Amancio Ortega regaló a su hija Marta, con motivo de su boda, un Gulfstream, el mismo tipo de avión que tiene Juan Roig, el dueño de Mercadona, que posee tres. Desconozco los que tienen Florentino Pérez o Villar Mir. Y, por supuesto, Ana Botín, como presidenta del Santander.
Según informes confidenciales, muchos de los ricos españoles que poseen avión privado suelen residenciarlos en la Isla de Man o Malta por aquello de la fiscalidad offshore. Cuanto más conozco a estos empresarios, más admiro a Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa ( 5000 empleados ), por su modesta forma de vivir y comportarse. ¡Chapeau!
Mientras papá declara que su hija no tiene novio, ésta acude a una cena de despedida en el chalet del torero antes de que éste viajara a México para cumplir sus contratos. (...) El famoso actor ha pedido la anulación de su matrimonio cuatro días después de casarse. ¿Descubrió que su esposa no era virgen? No, no... ¡Descubrió que quería quedarse con todo su dinero! (...) Qué lejos quedan aquellos años en los que hablaba de s*x* en televisión la hoy reconvertida en la ‘lady’ más snob de Europa. (...) Me gustaría que nos informara si su nuevo novio, con quien aparece besándose en una revista del corazón, ha ido ya a misa, como declaró hablando del muchacho del que se ha enamorado. (...) No fue el Emérito el comisionista más importante del Ave a la Meca, si no madame Zanganet, la tercera esposa del multimillonario que residió, durante los años dorados, en la Marbella de Hohenlohe y Jaime de Mora. (...) En internet todavía pueden verse fotografías suyas bebiendo a morro y fumando en “Juanchito”, un bar muy famoso de la ciudad colombiana de Cali. (...) La mujer que agrede a la madre de su marido y, además públicamente, de esto hace un año, es carne de divorcio.
será cierto? Si así fuese será entonces que se vistió igual que en Palma 