MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
31/10/2020
CHSSS...
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Desconozco la personalidad de quien se habla como sustituto de Alfonsín. Pero será imposible encontrar a un hombre con las cualidades de Jaime. Menos la simpatía, las tiene todas. Personales y profesionales. Posee la lealtad del inolvidable Sabino, siempre en un modesto segundo plano, atento a que todo funcione como se ha planeado. Se le conoce como la sombra del Rey, pero rayada en la invisibilidad. También como el mudito, ya que nadie le ha oído hablar jamás. Incluso, de forma exagerada, se cuenta que una novia que tuvo nunca le oyó decir una sola palabra. De rostro excesivamente serio, es exquisitamente educado y prudente. A nosotros, los periodistas, nos ha tratado siempre de forma correcta pero distante. No conozco a ninguno que puede presumir de su amistad. Como todos presumíamos de la de Sabino. Dicen que controla los entresijos de la Casa a la que llegó por consejo de Aurelio Menéndez, uno de los juristas más importantes de España y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 1994, profesor y coordinador de los estudios universitarios de Felipe entre 1988 a 1993 y responsable de su formación intelectual. A él recurrió Felipe buscando un buen colaborador. Le recomendó a Jaime Alfonsín, que trabajaba en el despacho Uría&Menéndez desde 1992 hasta 1995, cuando entró en Zarzuela. Dicen que con la vicepresidenta Carmen Calvo, quien le dio la orden de “echar” a Don Juan Carlos de su casa y de su país, se llevaba muy bien. Pero cara le ha salido esa amistad, sobre todo por lo que dijo sin deberlo decir. Y eso tarde o temprano, más temprano que tarde, se paga. Al final siempre se mata al mensajero. Le sucedió a mi paisano y amigo Fernando Almansa, a quien le cupo la desagradable misión, por orden real, de pedir a Felipe que rompiera con la modelo noruega Eva Sannum. El hoy Rey pidió su cabeza y Don Juan Carlos se la concedió como a Salomé la cabeza de Juan el Bautista.
Hasta ahora, nadie, absolutamente nadie, incluso ni la familia, había defendido al Rey Don Juan Carlos, actualmente en el exilio de Abu Dabi por voluntad del Gobierno con el consentimiento de su hijo. Ha tenido que ser su primer amor, la princesa María Gabriela de Saboya –“con quien de verdad debía haberme casado”, como reconoció el Rey Padre a la periodista francesa Françoise Laot–, quien le ha defendido en una entrevista concedida al periódico italiano Corriere della Sera. “Me acuerdo mucho de él y me duele su actual situación. Éramos muy jóvenes, como dos novietes, siempre juntos, de la mano. Y hemos continuado muy ligados. Él es muy especial para mí. Recientemente nos hemos vuelto a ver”. ¿Hubiera sido más feliz Don Juan Carlos casándose con María Gabriela en vez de Sofía? Posiblemente sí. Porque el cariño entre los dos se ha mantenido a lo largo de sus vidas hasta el extremo de que Juanito, como le ha llamado siempre, quiso que María Gabriela estuviera en su proclamación como Rey. Significativa la fotografía de la Misa de la Coronación celebrada en el templo de los Jerónimos. ¡Qué pena que la felicidad de un hombre o de una mujer, dependa de la mujer o del hombre con quien no se pudieron casar!
El Rey se ha reunido públicamente con la hija habida fuera de su matrimonio con Paola, afirmando que ha llegado el momento del perdón. ¿Por parte de quien? (...) ¡Atención! El ‘vice’ estrena terno y corbata a juego. Espero lo lleves cuando acudas a entrevistarte con Felipe VI. (...) No se ha visto una mujer más sosa y desangelada que la ‘primera dama’ que lo es, ya que la consorte real no concursa. ¡Qué poca gracia tienes, guapa! (...) La ministra de Igualdad es tonta y todo el mundo lo sabe. Tanto o más como la responsable del Instituto de la Mujer. Ambas han llegado a la conclusión de que el color rosa reprime a las niñas. ¡Qué chorrada, tías! (...) Va a tener razón Miguel Ángel Rodríguez cuando dice: “Es físicamente atractiva como hembra joven. Pero políticamente es inconsistente, como se esta viendo estos días con lo de los presupuestos”. (...) A la muchacha lo único que le asusta y preocupa es caer en la irrelevancia política. Por ello, no le ha importado vender su alma al mismísimo diablo de Pedro Sánchez. (...) La mujer de Villarejo a la cárcel (ya está en libertad), a la viuda de Ruiz Mateos también quieren enviarla a prisión como a la mujer de Bárcenas. Yo creía que las esposas no podían declarar contra sus maridos y por lo tanto no ser responsables de los delitos de éstos.
JAIME PEÑAFIEL
31/10/2020
CHSSS...
¿FIN DE LA ETAPA DE JAIME ALFONSÍN?
¿MATANDO AL MENSAJERO?
SU PRIMER GRAN AMOR LE DEFIENDE
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Desconozco la personalidad de quien se habla como sustituto de Alfonsín. Pero será imposible encontrar a un hombre con las cualidades de Jaime. Menos la simpatía, las tiene todas. Personales y profesionales. Posee la lealtad del inolvidable Sabino, siempre en un modesto segundo plano, atento a que todo funcione como se ha planeado. Se le conoce como la sombra del Rey, pero rayada en la invisibilidad. También como el mudito, ya que nadie le ha oído hablar jamás. Incluso, de forma exagerada, se cuenta que una novia que tuvo nunca le oyó decir una sola palabra. De rostro excesivamente serio, es exquisitamente educado y prudente. A nosotros, los periodistas, nos ha tratado siempre de forma correcta pero distante. No conozco a ninguno que puede presumir de su amistad. Como todos presumíamos de la de Sabino. Dicen que controla los entresijos de la Casa a la que llegó por consejo de Aurelio Menéndez, uno de los juristas más importantes de España y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 1994, profesor y coordinador de los estudios universitarios de Felipe entre 1988 a 1993 y responsable de su formación intelectual. A él recurrió Felipe buscando un buen colaborador. Le recomendó a Jaime Alfonsín, que trabajaba en el despacho Uría&Menéndez desde 1992 hasta 1995, cuando entró en Zarzuela. Dicen que con la vicepresidenta Carmen Calvo, quien le dio la orden de “echar” a Don Juan Carlos de su casa y de su país, se llevaba muy bien. Pero cara le ha salido esa amistad, sobre todo por lo que dijo sin deberlo decir. Y eso tarde o temprano, más temprano que tarde, se paga. Al final siempre se mata al mensajero. Le sucedió a mi paisano y amigo Fernando Almansa, a quien le cupo la desagradable misión, por orden real, de pedir a Felipe que rompiera con la modelo noruega Eva Sannum. El hoy Rey pidió su cabeza y Don Juan Carlos se la concedió como a Salomé la cabeza de Juan el Bautista.
Hasta ahora, nadie, absolutamente nadie, incluso ni la familia, había defendido al Rey Don Juan Carlos, actualmente en el exilio de Abu Dabi por voluntad del Gobierno con el consentimiento de su hijo. Ha tenido que ser su primer amor, la princesa María Gabriela de Saboya –“con quien de verdad debía haberme casado”, como reconoció el Rey Padre a la periodista francesa Françoise Laot–, quien le ha defendido en una entrevista concedida al periódico italiano Corriere della Sera. “Me acuerdo mucho de él y me duele su actual situación. Éramos muy jóvenes, como dos novietes, siempre juntos, de la mano. Y hemos continuado muy ligados. Él es muy especial para mí. Recientemente nos hemos vuelto a ver”. ¿Hubiera sido más feliz Don Juan Carlos casándose con María Gabriela en vez de Sofía? Posiblemente sí. Porque el cariño entre los dos se ha mantenido a lo largo de sus vidas hasta el extremo de que Juanito, como le ha llamado siempre, quiso que María Gabriela estuviera en su proclamación como Rey. Significativa la fotografía de la Misa de la Coronación celebrada en el templo de los Jerónimos. ¡Qué pena que la felicidad de un hombre o de una mujer, dependa de la mujer o del hombre con quien no se pudieron casar!
El Rey se ha reunido públicamente con la hija habida fuera de su matrimonio con Paola, afirmando que ha llegado el momento del perdón. ¿Por parte de quien? (...) ¡Atención! El ‘vice’ estrena terno y corbata a juego. Espero lo lleves cuando acudas a entrevistarte con Felipe VI. (...) No se ha visto una mujer más sosa y desangelada que la ‘primera dama’ que lo es, ya que la consorte real no concursa. ¡Qué poca gracia tienes, guapa! (...) La ministra de Igualdad es tonta y todo el mundo lo sabe. Tanto o más como la responsable del Instituto de la Mujer. Ambas han llegado a la conclusión de que el color rosa reprime a las niñas. ¡Qué chorrada, tías! (...) Va a tener razón Miguel Ángel Rodríguez cuando dice: “Es físicamente atractiva como hembra joven. Pero políticamente es inconsistente, como se esta viendo estos días con lo de los presupuestos”. (...) A la muchacha lo único que le asusta y preocupa es caer en la irrelevancia política. Por ello, no le ha importado vender su alma al mismísimo diablo de Pedro Sánchez. (...) La mujer de Villarejo a la cárcel (ya está en libertad), a la viuda de Ruiz Mateos también quieren enviarla a prisión como a la mujer de Bárcenas. Yo creía que las esposas no podían declarar contra sus maridos y por lo tanto no ser responsables de los delitos de éstos.