Azul y Rosa,Jaime Peñafiel.Sábado,26 de Septiembre de 2020.

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JAIME PEÑAFIEL
26/09/2020
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PLEBEYOS Y BANQUEROS
LOS ARISTÓCRATAS DE LA DEMOCRACIA
LA PRINCESA IRENE


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El magnífico artículo de mi querido Luis María Anson en las páginas de EL MUNDO del pasado lunes 21 de este mes de septiembre sobre Isidro Fainé, a quien admiro tanto, me ha recordado a otro gran banquero de parecida biografía: Alfonso Escámez. Ambos de origen modestísimo: Fainé, “hijo de campesino iletrado creció en una casa sin agua ni electricidad” (Anson dixit); Escámez, hijo de pescador y de costurera. Los dos entraron en el mundo de la banca de botones. A los 12 años, el de Águilas; el de Manresa, trabajaba a los 13 años en un taller de bicicletas por 52 pesetas. Después en una fábrica de bobinas y motores. Pero una cultura del esfuerzo ha marcado siempre su trayectoria bancaria iniciada, no como botones, sino con un modesto puesto en el Banco Atlántico. Fainé y Escámez son parte de la historia viva de dos grandes ejemplos de self-made man. Dos hombres forjados a sí mismos, hijos ambos de familias muy humildes, que han llegado a convertirse en grandes iconos empresariales de nuestro país. De aspecto recio ambos pero que, en realidad, escondían a dos seres humildes, cercanos y buenas personas. Después de haber sido todo en sus respectivos bancos, lograron la fusión de dos grandes entidades bancarias: el Central y el Hispano, Alfonso Escámez; Caixa y Bankia, Isidro Fainé. Pero sus mejores obras de las que se sintieron siempre orgullosos fueron la Fundación La Caixa, el catalán; la Fundación Central-Hispano, el murciano.
Estos días que tanto se está hablando de los títulos nobiliarios de Franco que Sánchez quiere abolir, esperemos que no lo haga con los que el Rey Juan Carlos otorgó. Nada que ver los méritos de unos y otros. Mientras que los del caudillo lo fueron fundamentalmente a los generales que le ayudaron a ganar la guerra, y a políticos que colaboraron en la consolidación del Régimen; los del Rey, a científicos y financieros del “milagro español”. Por ello, cuando el 27 de diciembre de 1992 el Rey Don Juan Carlos otorgó a Alfonso Escámez, presidente entonces del Banco Central Hispano, el marquesado de Águilas, el propio diario El País, en un articulo titulado Los aristócratas de la democracia (5 de enero 1992), resaltaba que tal decisión fue acogida con frialdad cuando no con suspicacia por un sector de la nobleza. “Plebeyo y por si fuera poco, banquero”, habían comentado algunos grandes de España, recordando que el joven Escámez había entrado de botones a los 12 años en una sucursal bancaria de la entidad que acabó siendo un imperio. Se dijo que la distinción se debía a que Escámez se había convertido en el “banquero del rey”, lo cual no tiene nada de extraño. Siempre ha sido así. Si repasamos con atención la lista de los consejeros de administración de los siete grandes bancos españoles en la época de Franco (Central, Vizcaya, Santander, Hispano, Español de Crédito, Bilbao y Popular) encontramos que de los 140 consejeros que componían la totalidad, solo 13 de cinco de esos bancos, ostentaban títulos nobiliarios, hombres que, como decia Rothschild, “jamás sabrán lo que es ser joven porque nacieron banqueros”. Alfonso Escámez no era ni ha sido el único banquero con un título nobiliario. También lo tenían ya representantes del Vizcaya como José Raimundo de Basabe, los marquesados de Miralrrio y Sandano; Manuel María de Gortázar y Landecho, el condado de Superunda; Fernando de Ybarra y López Dorián, el marquesado de Arriluce,y Juan Manuel de Zubiría y Uhagón, el condado de Zubiría. Del Banco Español de Crédito, Jacobo Argüelles Salaverría, el marquesado de San Severo; Ricardo Gómez Acebo, el ducado de Estrada y el marquesado de Deleitosa, y Juan Herrera y Fernández, el marquesado de Biseca. Del Banco Central, Luis Coronel de Palma, el marquesado de Tejada; Luis de Ussía, el condado de los Gaitanes. En 1993, el Rey le concedió la Grandeza de España en atención a los servicios prestados a su padre, el Conde de Barcelona; Javier Gil de Biedma y Vega de Seoane, el vizcondado de Nava de la Asunción. Del Banco Bilbao, Ignacio Alzola, el marquesado de Yurreta y Gabriel de Chávarri, el marquesado de Triano. Por último, el marquesado de Isasi, Jaime Carvajal y Urquijo, del Hispano Americano.
La tía Pecu, como Felipe, Elena y Cristina llaman a la princesa Irene, por la peculiar forma de comportarse, siempre ha sido centro de atención de hombres muy conocidos. Entre ellos, del que fuera embajador de Alemania, Guido Brunner, entre 1987 y 1992, que de ella estuvo presuntamente enamorado. La consideraba “una princesa de verdad preocupada por la humanidad en lugar de gastar su tiempo en desfiles de moda”. También se habló de Jesús Aguirre, cuando era director general de Música y antes de conocer a Cayetana, como se recoge en la biografía que el desaparecido Ismael Fuente escribió sobre la duquesa (Temas de Hoy, 1990). Y por último, Alfonso Escámez. Hubo incluso rumores de noviazgo después del fallecimiento de su esposa Auro cuando preparaban sus bodas de oro. La soledad de su mansión en la Moraleja le pesaba mucho. El banquero la llevó, incluso, de visita a Águilas, el pueblo donde él había nacido. Pero el noviazgo no cuajó. Como tampoco el matrimonio de su sobrina Carmen con el futbolistaJulio Alberto del que nació Carola, casada con el humorista Miki Nadal. Otro conflictivo divorcio después de que ella le denunciara por un delito leve de vejaciones.
Mientras el jefe del Estado graba un mensaje desde su despacho, el inefable y desvergonzado presidente acapara el protagonismo interviniendo presencialmente ante la Asamblea General de la ONU. ¡Que descaro, tío! (...) Viéndola, llego a la conclusión de que en ella se da como en otros muchos lo del “principio de Peter”. ¡Qué pena me da! (...) ¿De dónde venían, el ex juez y la fiscal, fotografiados juntos en el aeropuerto de Roma? ¡Oh, maldita casualidad! (...) De ella, no todo lo que cuenta es mentira. Tiene razón cuando dice que la abdicación fue una conspiración familiar y política en la que también intervino la esposa y el hijo, muy disgustado por la relación que él mantenía con ella. ¡Razonable! (...) Pienso que muchas de las cosas que cuenta son confidencias de cama entre amantes. (...) Me ha reconfortado con ella saber que llamó a las numerosas novias que tuvo su padre para que asistieran a su funeral. (...) Resulta difícil de aceptar que una mujer que, según ella, ha sido objeto de que él le manoseara el culo, los pechos y le metiera la lengua hasta la garganta, acudiera días después al apartamento de su agresor acompañada de su novio.
 
" 13 de cinco de esos bancos, ostentaban títulos nobiliarios, hombres que, como decia Rothschild, “jamás sabrán lo que es ser joven porque nacieron banqueros”. Alfonso Escámez no era ni ha sido el único banquero con un título nobiliario. También lo tenían ya representantes del Vizcaya como José Raimundo de Basabe, los marquesados de Miralrrio y Sandano; Manuel María de Gortázar y Landecho, el condado de Superunda; Fernando de Ybarra y López Dorián, el marquesado de Arriluce,y Juan Manuel de Zubiría y Uhagón, el condado de Zubiría. Del Banco Español de Crédito, Jacobo Argüelles Salaverría, el marquesado de San Severo; Ricardo Gómez Acebo, el ducado de Estrada y el marquesado de Deleitosa, y Juan Herrera y Fernández, el marquesado de Biseca. Del Banco Central, Luis Coronel de Palma, el marquesado de Tejada; Luis de Ussía, el condado de los Gaitanes. En 1993, el Rey le concedió la Grandeza de España en atención a los servicios prestados a su padre, el Conde de Barcelona; Javier Gil de Biedma y Vega de Seoane, el vizcondado de Nava de la Asunción. Del Banco Bilbao, Ignacio Alzola, el marquesado de Yurreta y Gabriel de Chávarri, el marquesado de Triano. Por último, el marquesado de Isasi, Jaime Carvajal y Urquijo, del Hispano Americano. "


este Don Peña es de los de NOS
 
Peñafiel, se le ha olvidado recordar de Alfonso Escámez el papel importantísimo que tuvo en el asunto FILESA que ha corrido muchos ríos de tinta. Fue una idea suya la de facturar trabajos fantasmas.

A lo mejor fue ese mérito entre otros por los que se le concedió el título nobiliario. :cautious:


En cuanto a Fainé parece que no recuerda los asuntos judiciales en los que estuvo enredado, aparte de como amparó a la infanta Cristina con el escándalo del caso Nóos, del que solo ha salido perjudicado su marido Urdangarin que dicen que está en una cárcel en Avila, de la cual nadie le ha visto salir ni entrar. Ya sabe o debe saber que los presos no pueden entrar ni salir de las cárceles en coches privados, sino que deben hacerlo a pie...Así que como no se le ve entrar ni salir de la cárcel de mujeres pensaremos que no está allí o es un preso fantasma que se convierte en invisible cuando interesa.

Lo dejo ahí que me salgo del tema.


Bueno, sería muy pesado explicar los favores de cada banquero o no banquero para la concesión de los títulos nobiliarios. :cautious:
Solo he puesto dos botones de muestra.
 
Última edición:
Cuando se plantearán dar títulos y "paguitas" adjuntas a las personas que crean algo más que dinero a espuertas? Pero claro, los amos de la pasta que dirigen el país desde sus emporios chupasangres del sudor del pueblo, que viven de endeudar y exprimir con intereses a quien necesita dinero para vivir o/y tener un techo, son glorificados con los medievales títulos sacados de la manga por el Borbon hereditario.

Por cierto, Peña, por qué no llamas "hijo de pescador" al Escamez tan peyorativamente como " nieta de taxista" a tu "adorada" Letizia?

Y, para colmo, se ve que Sánchez debería haber dado plantón a la ONU porque el reyecito borbónico iba a grabar un estúpido discursito...
 
Mientras el jefe del Estado graba un mensaje desde su despacho, el inefable y desvergonzado presidente acapara el protagonismo interviniendo presencialmente ante la Asamblea General de la ONU. ¡Que descaro, tío!
Pedro Sanchez y Felipe VI



(...) ¿De dónde venían, el ex juez y la fiscal, fotografiados juntos en el aeropuerto de Roma? ¡Oh, maldita casualidad!

Baltasar Garzon

(...) De ella, no todo lo que cuenta es mentira. Tiene razón cuando dice que la abdicación fue una conspiración familiar y política en la que también intervino la esposa y el hijo, muy disgustado por la relación que él mantenía con ella. ¡Razonable!
Corinna,Doña Sofía y Felipe

(...) Pienso que muchas de las cosas que cuenta son confidencias de cama entre amantes.

Corinna y JC
 
Peñafiel se retrata cada semana y deja bien clarito el tipo de persona que es .....
Nieta de taxista es el epíteto de Leticia .
Pero estos dos a los que nombra son lo más de lo más procediendo de familia humilde y sin estudios
Hechos a si mismos .
Lo de Corina , es cierto cuando el cree conveniente , cuando no , es una mujerzuela .
Posiblemente dice la verdad , lo que ocurre es que lo fácil es descalificarla llamándole despechada.
 
Peña es otro de los que no se enteran de que Felipe es solo una figura decorativa, muy cara, pero solo eso. Hasta ese discurso que grabó lo aprobó el gobierno. Bueno, lo sabe pero se niega a aceptarlo.
 
1. Sánchez y Felipe
2. Ayuso??
3. Garzón y Delgado
4 y 5. Corinna
6. No lo sé
7. No lo sé
 
" 13 de cinco de esos bancos, ostentaban títulos nobiliarios, hombres que, como decia Rothschild, “jamás sabrán lo que es ser joven porque nacieron banqueros”. Alfonso Escámez no era ni ha sido el único banquero con un título nobiliario. También lo tenían ya representantes del Vizcaya como José Raimundo de Basabe, los marquesados de Miralrrio y Sandano; Manuel María de Gortázar y Landecho, el condado de Superunda; Fernando de Ybarra y López Dorián, el marquesado de Arriluce,y Juan Manuel de Zubiría y Uhagón, el condado de Zubiría. Del Banco Español de Crédito, Jacobo Argüelles Salaverría, el marquesado de San Severo; Ricardo Gómez Acebo, el ducado de Estrada y el marquesado de Deleitosa, y Juan Herrera y Fernández, el marquesado de Biseca. Del Banco Central, Luis Coronel de Palma, el marquesado de Tejada; Luis de Ussía, el condado de los Gaitanes. En 1993, el Rey le concedió la Grandeza de España en atención a los servicios prestados a su padre, el Conde de Barcelona; Javier Gil de Biedma y Vega de Seoane, el vizcondado de Nava de la Asunción. Del Banco Bilbao, Ignacio Alzola, el marquesado de Yurreta y Gabriel de Chávarri, el marquesado de Triano. Por último, el marquesado de Isasi, Jaime Carvajal y Urquijo, del Hispano Americano. "


este Don Peña es de los de NOS
No entiendo bien tu mensaje, porque está expresado de una forma un tanto equívoca y no sé si lo que quieres decir que Juan Carlos concedió el marquesado de Yurreta y Gamboa o la grandeza de España.

Lo que sí sé es que el marquesado de Yurreta y Gamboa de la familia Alzola es muy anterior a Juan Carlos. Y contra lo que pudiera pensarse, Carmen Gurtubay, la hija de la primera marquesa de Alzola, no era precisamente monárquica ni de derechas, lo que la llevó, durante la Guerra Civil, a apoyar al bando republicano y a consecuencia de ello, al final de la contienda, tuvo que exiliarse y murió en París.
 
Peñafiel, se le ha olvidado recordar de Alfonso Escámez el papel importantísimo que tuvo en el asunto FILESA que ha corrido muchos ríos de tinta. Fue una idea suya la de facturar trabajos fantasmas.

A lo mejor fue ese mérito entre otros por los que se le concedió el título nobiliario. :cautious:


En cuanto a Fainé parece que no recuerda los asuntos judiciales en los que estuvo enredado, aparte de como amparó a la infanta Cristina con el escándalo del caso Nóos, del que solo ha salido perjudicado su marido Urdangarin que dicen que está en una cárcel en Avila, de la cual nadie le ha visto salir ni entrar. Ya sabe o debe saber que los presos no pueden entrar ni salir de las cárceles en coches privados, sino que deben hacerlo a pie...Así que como no se le ve entrar ni salir de la cárcel de mujeres pensaremos que no está allí o es un preso fantasma que se convierte en invisible cuando interesa.

Lo dejo ahí que me salgo del tema.


Bueno, sería muy pesado explicar los favores de cada banquero o no banquero para la concesión de los títulos nobiliarios. :cautious:
Solo he puesto dos botones de muestra.
Al contratista de obras que le hizo el palacete (no sé si ex-novo o remodeló alguno ya existente) donde ha vivido Corinna a todo tren durante cuatro años y a costa de los españoles (solo por esto ya tendría que estar procesado el fulano éste) Juan Carlos lo ennobleció con un título de marqués de su propio apellido. Por cierto, a su amigo y padre de los compiyoguis de su hijo y nuera, Juan Villar Mir, lo hizo marqués de sí mismo. Marqués de Villar-Mir.
 
Peñafiel, se le ha olvidado recordar de Alfonso Escámez el papel importantísimo que tuvo en el asunto FILESA que ha corrido muchos ríos de tinta. Fue una idea suya la de facturar trabajos fantasmas.

A lo mejor fue ese mérito entre otros por los que se le concedió el título nobiliario. :cautious:


En cuanto a Fainé parece que no recuerda los asuntos judiciales en los que estuvo enredado, aparte de como amparó a la infanta Cristina con el escándalo del caso Nóos, del que solo ha salido perjudicado su marido Urdangarin que dicen que está en una cárcel en Avila, de la cual nadie le ha visto salir ni entrar. Ya sabe o debe saber que los presos no pueden entrar ni salir de las cárceles en coches privados, sino que deben hacerlo a pie...Así que como no se le ve entrar ni salir de la cárcel de mujeres pensaremos que no está allí o es un preso fantasma que se convierte en invisible cuando interesa.

Lo dejo ahí que me salgo del tema.


Bueno, sería muy pesado explicar los favores de cada banquero o no banquero para la concesión de los títulos nobiliarios. :cautious:
Solo he puesto dos botones de muestra.
Respecto a lo de la entrada de Urdangarin en la cárcel que con magnífica ironía pones en duda, es, esté o no esté en la cárcel, un agravio comparativo con respecto a la entrada en la cárcel de la Pantoja, que fue en bochornoso espectáculo, donde no se respetó ni su integridad física. Desde luego, si el "urdanga" ni si quiera hubiera pisado la cárcel. sería una injusticia del misma tamaño como la que libró a su mujer de la misma pena de cárcel a que a él le condenaron. De ser tal, a la injusticia habría que añadirle el escarnio.
 

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