El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
26/03/2016
CARTA A MARIO VARGAS LLOSA EN SU 80 CUMPLEAÑOS
EL REGALO DE CUMPLEAÑOS
80, COMO TÚ, Y MÁS
Descubra Orbyt
Presumir de tenerlos es una coquetería a la inversa. Nos gusta oír decir “no los parece”. Esta frase tan manida se aplica, frecuentemente, a las personas que, como tú y como yo, entramos en esta década prodigiosa, no sólo enamorados sino enamorando. Porque, como decía el poeta, “hoy, sombra mía, aún no soy”.
También la podemos aplicar a ellas. Si el exceso de coquetería no les cegara la inteligencia, no se quitarían sino que se añadirían años, para que la gente dijera: “no me lo creo. No creo que tenga tantos años como dice. No lo parece.”
Mi madre, coqueta ella, se quitaba tantos que llegó a ser más joven que sus hijas, mis hermanas. Estaba tan obsesionada por la edad, que hasta falsificó el carné de identidad. Al final de su vida, ya no sabía nadie, ni ella, los años que tenía.
Benjamin Franklin decía: “El hombre no nace del todo hasta cuando muere”. Ni aún así. Porque a la hora de su muerte, tuvimos que recurrir a la partida de nacimiento pero ¡oh casualidad! también estaba falsificada. ¡Divina coquetería!
Estoy seguro de que el gran amor que existe entre tú e Isabel se pondrá de manifiesto, y de una manera pública, el próximo lunes, con la fiesta de cumpleaños que te ha preparado. Este regalo sólo es capaz de hacerlo quien está profundamente enamorada. No se trata de acudir a comprarte un objeto valioso. Es lo más cómodo y barato si partimos de la base de que, todo aquello que se puede comprar con dinero, lo es. Lo difícil, lo que da medida de un amor, es la imaginación puesta al servicio de la otra persona: reunir a todos aquellos que puedan suponer algo en tu vida. Posiblemente, Isabel hubiera deseado que fuera una gran sorpresa para ti, una de esas sorpresas que nunca se olvidan y que daría la medida del amor que te tiene. Pero son tan conocidos, tan famosos los invitados, que es imposible. Aunque alguna sorpresa, a lo mejor, habrá. También dolorosas ausencias. No sé si ella podrá dar más ni tú desearlo. Pero no existe la menor duda de que sólo una mujer muy enamorada puede llegar tan lejos.
Empecemos por la reina Isabel de Inglaterra, a punto de cumplir, en plenitud física y mental como tú, dentro de 21 días, 90 años.
Los dioses del cine, Sophia Loren, Brigitte Bardot, Judi Dench, Robert Redford y Jack Nicholson, todos de la misma edad que tú, 80 y Clint Eastwood, con sus magníficos 86, dirigiendo e interpretando; los toreros Curro Romero (82) y Jaime Ostos (85); Giorgio Armani (82) y Valentino (84); Norman Foster (81); Antonio López (80); Bernie Ecclestone (86) y Rupert Murdoch(85), recién casado con la bellísima Jerry Hall, a punto de cumplir 60; Raúl Castro, protagonista estos días, 85. George Soros 86, los mismos que Warren Buffet. Un ejemplo de cómo se pueden llevar los años lo tenemos en Barbara Walters, una de las mujeres más influyentes de Estados Unidos, con 87. Y qué decir del ex primer ministro italiano, Giorgio Napolitano, con 89, los mismos que el Papa Benedicto XVI. Lo de Charles Aznavour es un milagro, tiene 92 y sigue cantando; como también lo es Hugh Hefner (90), editor de la mítica Playboy. Seguramente el contacto con tanta mujer hermosa le mantiene en forma. No podemos olvidar a Mijail Gorbachov (85). También otro premio Nobel de Literatura, como tú, Dario Fo. Éste acaba de publicar, a sus 90 años, Dario y Dios, sobre la religión desde su irónico punto de vista. Me gustaría incluir aquí al Rey emérito de España, Don Juan Carlos, que ya ha cumplido 78 años. No en tan buena forma física como tú y como yo, pero ahí le tienes, como un roble, comiendo, bebiendo y follxxxx como un joven. Es que si uno no deja de practicar, se puede llegar no sólo a la edad de Su Majestad sino a la nuestra en perfecta forma física y sexual.
Espero y deseo que lo tuyo con Isabel no sólo sea un amor platónico sino pleno. Como me reconoció Cayetana, la duquesa de Alba, cuando se enamoró de Alfonso Díez.
Por el bien de mi querida y admirada amiga y por el tuyo, lo deseo. Ya lo demuestras en tu último y magnífico libro Las cinco esquinas(Random House), el más sensual y sexual que he leído últimamente. Sólo un hombre con tu experiencia, se supone, es capaz de escribir una obra de tan intenso y excitante contenido que “enciende la piel y los sentidos”.

MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
26/03/2016
CARTA A MARIO VARGAS LLOSA EN SU 80 CUMPLEAÑOS
EL REGALO DE CUMPLEAÑOS
80, COMO TÚ, Y MÁS
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Presumir de tenerlos es una coquetería a la inversa. Nos gusta oír decir “no los parece”. Esta frase tan manida se aplica, frecuentemente, a las personas que, como tú y como yo, entramos en esta década prodigiosa, no sólo enamorados sino enamorando. Porque, como decía el poeta, “hoy, sombra mía, aún no soy”.
También la podemos aplicar a ellas. Si el exceso de coquetería no les cegara la inteligencia, no se quitarían sino que se añadirían años, para que la gente dijera: “no me lo creo. No creo que tenga tantos años como dice. No lo parece.”
Mi madre, coqueta ella, se quitaba tantos que llegó a ser más joven que sus hijas, mis hermanas. Estaba tan obsesionada por la edad, que hasta falsificó el carné de identidad. Al final de su vida, ya no sabía nadie, ni ella, los años que tenía.
Benjamin Franklin decía: “El hombre no nace del todo hasta cuando muere”. Ni aún así. Porque a la hora de su muerte, tuvimos que recurrir a la partida de nacimiento pero ¡oh casualidad! también estaba falsificada. ¡Divina coquetería!
Estoy seguro de que el gran amor que existe entre tú e Isabel se pondrá de manifiesto, y de una manera pública, el próximo lunes, con la fiesta de cumpleaños que te ha preparado. Este regalo sólo es capaz de hacerlo quien está profundamente enamorada. No se trata de acudir a comprarte un objeto valioso. Es lo más cómodo y barato si partimos de la base de que, todo aquello que se puede comprar con dinero, lo es. Lo difícil, lo que da medida de un amor, es la imaginación puesta al servicio de la otra persona: reunir a todos aquellos que puedan suponer algo en tu vida. Posiblemente, Isabel hubiera deseado que fuera una gran sorpresa para ti, una de esas sorpresas que nunca se olvidan y que daría la medida del amor que te tiene. Pero son tan conocidos, tan famosos los invitados, que es imposible. Aunque alguna sorpresa, a lo mejor, habrá. También dolorosas ausencias. No sé si ella podrá dar más ni tú desearlo. Pero no existe la menor duda de que sólo una mujer muy enamorada puede llegar tan lejos.
Empecemos por la reina Isabel de Inglaterra, a punto de cumplir, en plenitud física y mental como tú, dentro de 21 días, 90 años.
Los dioses del cine, Sophia Loren, Brigitte Bardot, Judi Dench, Robert Redford y Jack Nicholson, todos de la misma edad que tú, 80 y Clint Eastwood, con sus magníficos 86, dirigiendo e interpretando; los toreros Curro Romero (82) y Jaime Ostos (85); Giorgio Armani (82) y Valentino (84); Norman Foster (81); Antonio López (80); Bernie Ecclestone (86) y Rupert Murdoch(85), recién casado con la bellísima Jerry Hall, a punto de cumplir 60; Raúl Castro, protagonista estos días, 85. George Soros 86, los mismos que Warren Buffet. Un ejemplo de cómo se pueden llevar los años lo tenemos en Barbara Walters, una de las mujeres más influyentes de Estados Unidos, con 87. Y qué decir del ex primer ministro italiano, Giorgio Napolitano, con 89, los mismos que el Papa Benedicto XVI. Lo de Charles Aznavour es un milagro, tiene 92 y sigue cantando; como también lo es Hugh Hefner (90), editor de la mítica Playboy. Seguramente el contacto con tanta mujer hermosa le mantiene en forma. No podemos olvidar a Mijail Gorbachov (85). También otro premio Nobel de Literatura, como tú, Dario Fo. Éste acaba de publicar, a sus 90 años, Dario y Dios, sobre la religión desde su irónico punto de vista. Me gustaría incluir aquí al Rey emérito de España, Don Juan Carlos, que ya ha cumplido 78 años. No en tan buena forma física como tú y como yo, pero ahí le tienes, como un roble, comiendo, bebiendo y follxxxx como un joven. Es que si uno no deja de practicar, se puede llegar no sólo a la edad de Su Majestad sino a la nuestra en perfecta forma física y sexual.
Espero y deseo que lo tuyo con Isabel no sólo sea un amor platónico sino pleno. Como me reconoció Cayetana, la duquesa de Alba, cuando se enamoró de Alfonso Díez.
Por el bien de mi querida y admirada amiga y por el tuyo, lo deseo. Ya lo demuestras en tu último y magnífico libro Las cinco esquinas(Random House), el más sensual y sexual que he leído últimamente. Sólo un hombre con tu experiencia, se supone, es capaz de escribir una obra de tan intenso y excitante contenido que “enciende la piel y los sentidos”.