MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
24/10/2020
CHSSS...
LA MUERTE DE UN AMIGO
HOY, NADIE LE HA OFRECIDO SU CASA
FERNANDO Y LA REVISTA
Descubra Orbyt
En 1966, este palacio fue reducido a escombros convirtiéndose en un solar donde se levanta hoy el edificio de Mutua Madrileña. “Cuando mis padres se enteraron de que se estaba buscando una casa apropiada para el Príncipe después de salir de Las Jarillas, inmediatamente cedieron su palacio (ahora que Don Juan Carlos se ha marchado a Abu Dabi sin que ni un solo aristócrata le ofreciera su mansión). Era la segunda vez que mis padres abandonaban el palacio, la anterior con motivo de la Guerra Civil. Y lo hicieron para trasladarnos a un piso de la calle Ventura Rodríguez, por supuesto nada que ver con el palacio. Le dejaron al Príncipe y a su preceptor, el general Martínez Campos, duque de La Torre, toda nuestra casa y todo el servicio. Yo iba a verle muchos días. Los de Las Jarillas nos quedamos muy tristes cuando se marchó. Fue deseo de Don Juan y del duque de la Torre que la habitación del Príncipe fuera la más sobria de todas”. El único toque personal, que también recuerda Paul Preston en su libro Juan Carlos: Rey de un pueblo, era un diminuto tríptico de Cristo y una imagen fluorescente de la Virgen de Fátima. “Antes de ir a clase en el Colegio de Huérfanos de la Armada donde se preparaba para ingresar en la Academia Militar de Zaragoza, asistía a misa en la capilla de la casa”. Fernando recordaba que allí, en el palacio de sus padres, Don Juan Carlos fue presentado en sociedad como Príncipe de España a muchos aristócratas y diplomáticos.
Cuando más contacto tuve con Fernando fue a partir de 1984, en la época en la que yo dirigía La Revista del Grupo Zeta y en la que Marta Chávarri, con la que se había casado en 1982 y de la que se divorciaría en 1989, colaboraba junto a Rafael Anson como “el florero” que adornaba aquellas comidas con famosos, una colaboración muy bien pagada. De aquel breve matrimonio nació Álvaro. Tras separarse de Marta, Fernando encontró la estabilidad y la auténtica felicidad junto a esa magnifica mujer y empresaria Esther Koplowitz, con quien se casó en 2003. Aunque separados, siempre mantuvieron esa amistad más fuerte y perecedera que el amor hasta el extremo de seguir viviendo en el mismo edificio y siempre pendiente de él. Cada vez que yo he acudido a comer a casa de mi amiga Esther, se sentaba a la mesa Fernando, uno de los hombres de mejor carácter que yo he conocido. Y elegante. Y señor. En su juventud y durante muchos años, siempre en Vespa, era el único playboy que había en España. Incontables las famosas que quisieron casarse con él. No quiero finalizar esta columna sin recordar hoy, precisamente hoy, y como homenaje a Fernando a aquellos ocho niños de diez años que fueron la primera relación afectiva que Juan Carlos tuvo cuando se fue de la familia en Estoril. Alfonso Álvarez de Toledo; Carlos de Borbón Dos Sicilias; Agustín Carvajal Fernández de Córdoba; Jaime Carvajal y Urquijo; Alfredo Gómez Torres; José Luis Leal; Juan José Macaya y Aguinaga y nuestro protagonista, el querido e inolvidable Fernando Falcó y Fernández de Córdoba. “Un hombre excepcional” a juicio de Esther Koplowitz, la mujer con quien compartió los mejores años de su vida.
Solo por sentirse más supremo que el Supremo, el señor Iglesias (con perdón) tendría que ser cesado fulminantemente (Javier Gomez de Liaño dixit). (...) ¿Qué espera el país para derrocar a ese rey totalitario, caprichoso y arbitrario amén de corrupto e inmoral pasando la mayor parte del tiempo fuera del país y acompañado por un nutrido plantel de concubinas? (...) En principio, no estaba previsto que ella estuviera. Hubo que negociarlo. (...) De todas formas la relación con la nena fue fría y distante. Pero las hay masoquistas. (...) Con su madre condenada a doce años de cárcel y su padre a veintinueve, ha declarado que le han arrancado lo que mas quiere en la vida “La joda seguirá...” (sic) (...) Ahora el siniestro papá dice que de los cuatro hijos que tuvo con su pareja, dos no son suyos. ¿Y durante ocho años sí lo fueron? (...) Los medios taconcitos son más propios de señoras mayores que de una jovencita de quince años. (...) A la nueva novia de Mario se le relacionó hace tres décadas con el rey Felipe. No piensen mal. Con el de Bélgica. (...) Letizia puede ser todo menos frágil. La ex primera dama se equivoca.
JAIME PEÑAFIEL
24/10/2020
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LA MUERTE DE UN AMIGO
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En 1966, este palacio fue reducido a escombros convirtiéndose en un solar donde se levanta hoy el edificio de Mutua Madrileña. “Cuando mis padres se enteraron de que se estaba buscando una casa apropiada para el Príncipe después de salir de Las Jarillas, inmediatamente cedieron su palacio (ahora que Don Juan Carlos se ha marchado a Abu Dabi sin que ni un solo aristócrata le ofreciera su mansión). Era la segunda vez que mis padres abandonaban el palacio, la anterior con motivo de la Guerra Civil. Y lo hicieron para trasladarnos a un piso de la calle Ventura Rodríguez, por supuesto nada que ver con el palacio. Le dejaron al Príncipe y a su preceptor, el general Martínez Campos, duque de La Torre, toda nuestra casa y todo el servicio. Yo iba a verle muchos días. Los de Las Jarillas nos quedamos muy tristes cuando se marchó. Fue deseo de Don Juan y del duque de la Torre que la habitación del Príncipe fuera la más sobria de todas”. El único toque personal, que también recuerda Paul Preston en su libro Juan Carlos: Rey de un pueblo, era un diminuto tríptico de Cristo y una imagen fluorescente de la Virgen de Fátima. “Antes de ir a clase en el Colegio de Huérfanos de la Armada donde se preparaba para ingresar en la Academia Militar de Zaragoza, asistía a misa en la capilla de la casa”. Fernando recordaba que allí, en el palacio de sus padres, Don Juan Carlos fue presentado en sociedad como Príncipe de España a muchos aristócratas y diplomáticos.
Cuando más contacto tuve con Fernando fue a partir de 1984, en la época en la que yo dirigía La Revista del Grupo Zeta y en la que Marta Chávarri, con la que se había casado en 1982 y de la que se divorciaría en 1989, colaboraba junto a Rafael Anson como “el florero” que adornaba aquellas comidas con famosos, una colaboración muy bien pagada. De aquel breve matrimonio nació Álvaro. Tras separarse de Marta, Fernando encontró la estabilidad y la auténtica felicidad junto a esa magnifica mujer y empresaria Esther Koplowitz, con quien se casó en 2003. Aunque separados, siempre mantuvieron esa amistad más fuerte y perecedera que el amor hasta el extremo de seguir viviendo en el mismo edificio y siempre pendiente de él. Cada vez que yo he acudido a comer a casa de mi amiga Esther, se sentaba a la mesa Fernando, uno de los hombres de mejor carácter que yo he conocido. Y elegante. Y señor. En su juventud y durante muchos años, siempre en Vespa, era el único playboy que había en España. Incontables las famosas que quisieron casarse con él. No quiero finalizar esta columna sin recordar hoy, precisamente hoy, y como homenaje a Fernando a aquellos ocho niños de diez años que fueron la primera relación afectiva que Juan Carlos tuvo cuando se fue de la familia en Estoril. Alfonso Álvarez de Toledo; Carlos de Borbón Dos Sicilias; Agustín Carvajal Fernández de Córdoba; Jaime Carvajal y Urquijo; Alfredo Gómez Torres; José Luis Leal; Juan José Macaya y Aguinaga y nuestro protagonista, el querido e inolvidable Fernando Falcó y Fernández de Córdoba. “Un hombre excepcional” a juicio de Esther Koplowitz, la mujer con quien compartió los mejores años de su vida.
Solo por sentirse más supremo que el Supremo, el señor Iglesias (con perdón) tendría que ser cesado fulminantemente (Javier Gomez de Liaño dixit). (...) ¿Qué espera el país para derrocar a ese rey totalitario, caprichoso y arbitrario amén de corrupto e inmoral pasando la mayor parte del tiempo fuera del país y acompañado por un nutrido plantel de concubinas? (...) En principio, no estaba previsto que ella estuviera. Hubo que negociarlo. (...) De todas formas la relación con la nena fue fría y distante. Pero las hay masoquistas. (...) Con su madre condenada a doce años de cárcel y su padre a veintinueve, ha declarado que le han arrancado lo que mas quiere en la vida “La joda seguirá...” (sic) (...) Ahora el siniestro papá dice que de los cuatro hijos que tuvo con su pareja, dos no son suyos. ¿Y durante ocho años sí lo fueron? (...) Los medios taconcitos son más propios de señoras mayores que de una jovencita de quince años. (...) A la nueva novia de Mario se le relacionó hace tres décadas con el rey Felipe. No piensen mal. Con el de Bélgica. (...) Letizia puede ser todo menos frágil. La ex primera dama se equivoca.