El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
23/06/2018
CHSSS...
EL MOTÍN DE LOS TAXISTAS Y EL ABUELO DE LETIZIA
MELANIA VERSUS LETIZIA
EN AQUELLA OCASIÓN LE ENVIÓ UN MYSTÈRE
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Ello me ha recordado la década de los 60 y 70, cuando Francisco, el abuelo taxista de Letizia, participó en la huelga para acabar con la vestimenta que hoy se pretende rescatar: no sólo llevaban uniforme sino hasta gorra.
Creo haber recordado, el día que murió, lo que me sucedió un día al subir al taxi matrícula 2509 CNW. Su conductor, don Anselmo Marco, al reconocerme por el retrovisor, me dijo: “Señor Peñafiel, no se lo va a creer pero acaba de subir al taxi del abuelo de Letizia”. No era exactamente el Renault 12 negro de Francisco, sino la licencia que el señor Marco le había comprado por 3.500.000 pesetas, coche incluido. Anselmo era un compañero del abuelo de la inefable Letizia que frecuentaba su casa de la calle Picos de los Artilleros, en Moratalaz, donde vivía con Enriqueta, su esposa, y Otilia, la hija que ella aportó cuando se casó con Francisco (¿qué habrá sido de ella?). Luego nacerían Paloma, la enfermera de Comisiones Obreras y actual suegra de Felipe VI, y Francisco, que también fue taxista como su padre. Paco Rocasolano, hijo de un albañil, combatió durante la Guerra Civil en el bando llamado de ‘los rojos’. Terminada la contienda civil, se hizo taxista. Como tal, fue uno de los promotores de la primera huelga que los taxistas hicieron al Ayuntamiento de Madrid, el 26 de julio de 1966, conocido como “el motín de las gorras”, contra el uso de éstas, incómodas de llevar en pleno verano por el intenso calor. Más de 2000 fueron arrojadas a la fuente de la Plaza de Cibeles. La protesta no sirvió para nada, ya que el uso de esta prenda del uniforme azul Vergara fue obligatoria hasta 1979. Pero el recuerdo de Paco, el comunista, perduró muchos años en el sector. Se trataba de un hombre bueno, simpático y solidario. No sé qué pensaría de los uniformes que se intentan imponer a sus compañeros taxistas de hoy. ¿Para esto hicimos una guerra?
Ocurre siempre, incluso contra su voluntad. Pero allá adonde va, la acompaña la polémica. A veces gratuita. Hay que tener mucha imaginación para escribir que Letizia quiso rendir homenaje (?) a Melania, eligiendo para su encuentro un modelo del diseñador norteamericano Michael Kors. Dicen que era idéntico, pero en otro color, al que la primera dama llevó, hacía un año, en la visita de la esposa del presidente de Panamá, Lorena Castillo. Pienso que se trataba de una deferencia a la alta costura del país. Lo que sí transmitían las imágenes del encuentro entre Melania y Letizia era la poca o nula empatía entre las dos damas. Sobre todo, por parte de la señora Trump, que posó, con expresión fría y distante, sin dignarse a mirar a una Letizia que intentaba, en todo momento, sonreír. Transmitía incomodidad.
La esperada fotografía de las dos damas mostrando sus traseros a la entrada en la Casa Blanca, como aquella de Letizia y Carla Bruni en la escalinata de La Zarzuela, sólo fue posible, en esta ocasión, a medias. Mientras la consorte española se mostraba espléndida con su ceñido modelo de Kors, la falda evasé del Valentino de Melania impidió compararlas. Hubiese ganado por goleada.
Dicen que Don Felipe celebró el cuarto aniversario como jefe del Estado... firmando reales decretos (ceses y nombramientos de altos cargos) en un despacho de la Embajada de España en Washington, donde se encontraba en visita oficial. Se trataba de un trámite obligado para su publicación en el BOE y su entrada en vigor. Esta noticia me ha recordado al 23 de junio de 1992, cuando se produjo el nombramiento de Javier Solana en sustitución de Fernández Ordóñez, cese y nombramiento que el Rey debía refrendar con su firma. Pero Don Juan Carlos se encontraba “ausente del país, en una clínica suiza sometido a un chequeo médico”, se dijo. Pero el general Sabino, sabiendo la verdad, habló con el Rey y le anunció que le estaba enviando un Mystère para que regresara inmediatamente y firmara los decretos. Lo hizo. Y Sabino le sugirió que debería quedarse para el santo de su padre, el conde de Barcelona, que, además, hacía tres días había cumplido 79 años (fallecería 10 meses después). No le hizo el menor caso y regresó de nuevo a Suiza. Con tal motivo, recuerdo haber escrito: “El rey pasa por un momento emocional muy delicado derivado de un viejo problema matrimonial que ha terminado por hacer su crisis”. Y Juan Balansó: “No pocas veces los caprichos de los reyes han erosionado la historia de los pueblos”. Sabino, que conocía toda la verdad de la estancia real en Suiza (¡ay! Si Marta Gayá hablara), “no pudo evitar que Don Juan Carlos fuera objeto de polémica y, además, en un tono sin precedente”, según Manuel Soriano en su libro La Sombra del Rey (Temas de Hoy, 2008)
Mi abrazo más sentido al compañero Carlos Fresneda por la trágica muerte de Alberto. Desgraciadamente sé lo que es sobrevivir a un hijo. (...) ¡Qué necesidad tenías, querido, de contar la ruptura con tu novio, hablando del salón “donde nos besábamos” y del tatuaje de su nombre en tu cuerpo. (...) Confieso que él me caía pero que muy bien. Pero el ‘Falcon Crest’ de la familia –“la venganza en diferido de dos hijas adoptivas” (Lucía Méndez ‘dixit’)– se lo ha llevado, injustamente, por delante. (...) Desde mis 86 años cumplidos el pasado 11, gracias admirada Belén por tu opinión, “me parece un lujo envejecer bien” . ¡Hablamos! (...) No quisiera creer que, cuando dices que él “recicla muy bien”, te estás refiriendo a ti. Cierto es que no eres la misma. (...) ¿Tan enamorado estás de tu culo para enseñarlo sin ningún pudor? Cierto es que entre gays andaba el juego. No querrás que te respeten. (...) No escarmentaron con lo del ‘Vogue’. Ahora, otra ministra recién nombrada, lo primero que hizo fue posar para ‘Harper’s Bazaar’. ¡No tenéis arreglo! (...) “Soy seleccionador por circunstancias no por currículo”. Tal parecía que hablaba Sánchez.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
23/06/2018
CHSSS...
EL MOTÍN DE LOS TAXISTAS Y EL ABUELO DE LETIZIA
MELANIA VERSUS LETIZIA
EN AQUELLA OCASIÓN LE ENVIÓ UN MYSTÈRE
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Ello me ha recordado la década de los 60 y 70, cuando Francisco, el abuelo taxista de Letizia, participó en la huelga para acabar con la vestimenta que hoy se pretende rescatar: no sólo llevaban uniforme sino hasta gorra.
Creo haber recordado, el día que murió, lo que me sucedió un día al subir al taxi matrícula 2509 CNW. Su conductor, don Anselmo Marco, al reconocerme por el retrovisor, me dijo: “Señor Peñafiel, no se lo va a creer pero acaba de subir al taxi del abuelo de Letizia”. No era exactamente el Renault 12 negro de Francisco, sino la licencia que el señor Marco le había comprado por 3.500.000 pesetas, coche incluido. Anselmo era un compañero del abuelo de la inefable Letizia que frecuentaba su casa de la calle Picos de los Artilleros, en Moratalaz, donde vivía con Enriqueta, su esposa, y Otilia, la hija que ella aportó cuando se casó con Francisco (¿qué habrá sido de ella?). Luego nacerían Paloma, la enfermera de Comisiones Obreras y actual suegra de Felipe VI, y Francisco, que también fue taxista como su padre. Paco Rocasolano, hijo de un albañil, combatió durante la Guerra Civil en el bando llamado de ‘los rojos’. Terminada la contienda civil, se hizo taxista. Como tal, fue uno de los promotores de la primera huelga que los taxistas hicieron al Ayuntamiento de Madrid, el 26 de julio de 1966, conocido como “el motín de las gorras”, contra el uso de éstas, incómodas de llevar en pleno verano por el intenso calor. Más de 2000 fueron arrojadas a la fuente de la Plaza de Cibeles. La protesta no sirvió para nada, ya que el uso de esta prenda del uniforme azul Vergara fue obligatoria hasta 1979. Pero el recuerdo de Paco, el comunista, perduró muchos años en el sector. Se trataba de un hombre bueno, simpático y solidario. No sé qué pensaría de los uniformes que se intentan imponer a sus compañeros taxistas de hoy. ¿Para esto hicimos una guerra?
Ocurre siempre, incluso contra su voluntad. Pero allá adonde va, la acompaña la polémica. A veces gratuita. Hay que tener mucha imaginación para escribir que Letizia quiso rendir homenaje (?) a Melania, eligiendo para su encuentro un modelo del diseñador norteamericano Michael Kors. Dicen que era idéntico, pero en otro color, al que la primera dama llevó, hacía un año, en la visita de la esposa del presidente de Panamá, Lorena Castillo. Pienso que se trataba de una deferencia a la alta costura del país. Lo que sí transmitían las imágenes del encuentro entre Melania y Letizia era la poca o nula empatía entre las dos damas. Sobre todo, por parte de la señora Trump, que posó, con expresión fría y distante, sin dignarse a mirar a una Letizia que intentaba, en todo momento, sonreír. Transmitía incomodidad.
La esperada fotografía de las dos damas mostrando sus traseros a la entrada en la Casa Blanca, como aquella de Letizia y Carla Bruni en la escalinata de La Zarzuela, sólo fue posible, en esta ocasión, a medias. Mientras la consorte española se mostraba espléndida con su ceñido modelo de Kors, la falda evasé del Valentino de Melania impidió compararlas. Hubiese ganado por goleada.
Dicen que Don Felipe celebró el cuarto aniversario como jefe del Estado... firmando reales decretos (ceses y nombramientos de altos cargos) en un despacho de la Embajada de España en Washington, donde se encontraba en visita oficial. Se trataba de un trámite obligado para su publicación en el BOE y su entrada en vigor. Esta noticia me ha recordado al 23 de junio de 1992, cuando se produjo el nombramiento de Javier Solana en sustitución de Fernández Ordóñez, cese y nombramiento que el Rey debía refrendar con su firma. Pero Don Juan Carlos se encontraba “ausente del país, en una clínica suiza sometido a un chequeo médico”, se dijo. Pero el general Sabino, sabiendo la verdad, habló con el Rey y le anunció que le estaba enviando un Mystère para que regresara inmediatamente y firmara los decretos. Lo hizo. Y Sabino le sugirió que debería quedarse para el santo de su padre, el conde de Barcelona, que, además, hacía tres días había cumplido 79 años (fallecería 10 meses después). No le hizo el menor caso y regresó de nuevo a Suiza. Con tal motivo, recuerdo haber escrito: “El rey pasa por un momento emocional muy delicado derivado de un viejo problema matrimonial que ha terminado por hacer su crisis”. Y Juan Balansó: “No pocas veces los caprichos de los reyes han erosionado la historia de los pueblos”. Sabino, que conocía toda la verdad de la estancia real en Suiza (¡ay! Si Marta Gayá hablara), “no pudo evitar que Don Juan Carlos fuera objeto de polémica y, además, en un tono sin precedente”, según Manuel Soriano en su libro La Sombra del Rey (Temas de Hoy, 2008)
Mi abrazo más sentido al compañero Carlos Fresneda por la trágica muerte de Alberto. Desgraciadamente sé lo que es sobrevivir a un hijo. (...) ¡Qué necesidad tenías, querido, de contar la ruptura con tu novio, hablando del salón “donde nos besábamos” y del tatuaje de su nombre en tu cuerpo. (...) Confieso que él me caía pero que muy bien. Pero el ‘Falcon Crest’ de la familia –“la venganza en diferido de dos hijas adoptivas” (Lucía Méndez ‘dixit’)– se lo ha llevado, injustamente, por delante. (...) Desde mis 86 años cumplidos el pasado 11, gracias admirada Belén por tu opinión, “me parece un lujo envejecer bien” . ¡Hablamos! (...) No quisiera creer que, cuando dices que él “recicla muy bien”, te estás refiriendo a ti. Cierto es que no eres la misma. (...) ¿Tan enamorado estás de tu culo para enseñarlo sin ningún pudor? Cierto es que entre gays andaba el juego. No querrás que te respeten. (...) No escarmentaron con lo del ‘Vogue’. Ahora, otra ministra recién nombrada, lo primero que hizo fue posar para ‘Harper’s Bazaar’. ¡No tenéis arreglo! (...) “Soy seleccionador por circunstancias no por currículo”. Tal parecía que hablaba Sánchez.