Azul y Rosa,Jaime Peñafiel.Sábado,16 de Mayo de 2020.

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MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
16/05/2020
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DEJÉMOSLE MORIR EN PAZ
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Siento por Eduardo Álvarez, el compañero de EL MUNDO, una especial simpatía, por coincidir con él en el tratamiento sobre la Familia Real en particular y la monarquía en general. Cierto que unas veces más que otras. En esta ocasión, no puedo por la sencilla razón de que no se puede hacer leña del árbol caído, como lo hace él en una columna publicada el pasado 7 de mayo con el título Majestad, actúe. Exigir a Felipe VI que remodele una vez más a la Familia Real, desposeyendo a su padre del título y expulsándole de La Zarzuela no es de recibo, querido amigo. Bastante le humilló ya y además públicamente, retirándole, incluso, la asignación económica. ¡Dejémosle morir en paz!
“Muchos hijos comienzan su vida amando a sus padres pero, cuando ya son crecidos, se atreven incluso a juzgarlos y, en algunos casos, hasta los perdonan”. Esta cita de Oscar Wilde puede aplicarse tanto a Felipe VI como a Lorenzo de Bélgica. Ambos no sólo han juzgado públicamente a sus padres respectivos, los reyes Juan Carlos y Alberto, ambos eméritos. En el primer caso, por problemas económicos; en el del príncipe belga, por supuestos delitos de su padre relacionados, presuntamente, con redes de menores. Mi paisano FedericoGarcía Lorca decía que “tener un hijo no es tener, precisamente, un ramo de rosas”. Partiendo de la base de que un hijo es siempre un acreedor dado por la naturaleza, la sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos como todos los padres que no educan a los suyos, lo decía Concepción Arenal. Tal parecía conocer la historia de Lorenzo de Bélgica, quien justifica la actitud con su padre, desvelada en una biografía publicada esta mi semana, porque el rey Alberto nunca le valoró y apenas le prestaba atención, ocupado en otras lides. “Nunca estaban allí. Eran unos padres terribles”. “Mi familia nunca me ha apoyado. Ni mi padre ni mi tío el rey Balduino”. Aún así, no se justifica que quiera investigar a su padre por una presunta participación en delitos sexuales. Verdad o mentira, la actitud crítica y el desgarro personal de Felipe y Lorenzo a sus respectivos padres no son un ejemplo. Aunque nada que ver ni personal ni moralmente Felipe con Lorenzo. Cierto es que el ex rey Alberto, como el ex rey Juan Carlos, no están teniendo un retiro muy feliz. Los motivos del soberano español son de sobra conocidos. Los del soberano belga, que ha sido un buen rey como don Juan Carlos, su pueblo no le perdona que hayan tenido que ser los tribunales los que le han obligado a reconocer a la joven Delphine Boël como hija, tras varios años de pleitos que dañaron la imagen del soberano hasta el extremo de que ocho de cada diez belgas dicen que fue una vergüenza. “Ya no se le respeta”, según el periodista DebelsThierry, autor de la biografía sobre el padre de Lorenzo, Alberto II, de 86 años.
La Audiencia de Valencia ha revocado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 de la Comunidad del pasado mes de julio que declaraba a Julio Iglesias padre de Javier Santos, un joven valenciano, hoy de 44 años, que dice ser su hijo, reclamación rechazada en otros dos procedimientos por lo que no se acepta la pretensión del joven al apreciar la excepción de “cosa juzgada contemplada en el artículo 222 de la Ley de Enjuiciamiento civil”. Lo que impide se entre de nuevo a analizar a fondo el caso. Esta sentencia me ha recordado el día que me enfrenté a la madre del muchacho, la portuguesa María Edite, en el transcurso de aquel programa presentado por el desaparecido Julián Lago, en Telecinco, La máquina de la verdad, mitad magazine político, mitad reality, de gran éxito de audiencia y que marcó un antes y un después en la televisión en España. Se trataba, como el lector recordará, de un juicio con tribuna, testigos de cargo, acusados y... polígrafo para conocer la verdad del personaje de un modo bestial. En uno de los primeros programas, en 1993, participó María Edite Santos Raposo. Y yo me encontraba entre los invitados. Ella había presentado ya la primera demanda de paternidad contra Julio Iglesias, cuando su hijo Javier Sánchez Santos entonces tenía 16 años. Aquel día la acompañaba su marido, que le había dado el apellido Sánchez al muchacho. Como amigo que soy de Julio Iglesias, Julián Lago me preguntó si creía a María Edite. Y, en vez de contestar sí o no, simplemente argumenté que María Edite no era el tipo de mujer que a Julio le gustaba. Lo que no esperaba era que el marido de la madre de Javier de quien, actualmente, se encuentra divorciada, saltara preguntándome indignado y hasta ofendido: “¿Que a Julio no le puede gustar mi mujer con lo guapa que es?”. “Pues más bien va a ser que no. A él le gustan con mas glamour”, le contesté. El señor Sánchez se sintió tan humillado de que a Julio no le gustara su esposa que me amenazó con agredirme. Y ella también se sintió ofendida. Pero era verdad, a pesar de tratarse de una mujer risueña, activa, entonces de 38 años (hoy confiesa 65 y es madre de otro hijo).
Sólo una persona que ha perdido a un hijo, en mi caso una hija, Isabel, puede entender el tremendo sufrimiento de Ana y de Alessandro. Un emocionado abrazo para los dos (...) Sorprende la devoción interesada de los neocomunistas de Pablo Iglesias por el papa Francisco (...) Según la compañera María Eugenia Yagüe, a las cuatro mujeres que tuvo Griñón como esposas, le corresponderán 100 euros a cada una como pensión de viudedad. O lo que es lo mismo: Esther Doña repartirá la pensión de viudedad entre las otras tres mujeres de su marido (...) Hay que ser tonto y vanidoso para proclamar sin pudor: “¡Soy un referente de la izquierda!”. ¡Toma ya! (...) Y en el caso que nos ocupa a continuación, imbécil y sectario por achacar el aumento de la mortalidad a los accidentes de tráfico. Pero muchacho, si apenas hay tráfico (...) El compañero Raúl presume de hablar con Moncloa, donde le dicen que “el presidente está cada vez más fuerte”. ¿Qué te van a decir, querido?
Si hay sitios donde no se debe llamar nunca son a Zarzuela y a Moncloa. Y tampoco a los ministerios, por supuesto.
 
Denunciar a un padre por haber cometido actos delictivos es lo que deberían hacer todos, señor Peñafiel. Un ladrón es un ladrón y un criminal es un criminal sean reyes o ciudadanos normales. Denunciarlos y apartarlos no es traición, es honradez, sobre todo con la sociedad, y, en estos casos, con los únicos que mantienen a monarquias chupadelbote que no viven de su propio trabajo. Y el sexto, sr. Peña, ni siquiera ha denunciado a su padre, como debería haber hecho, y mucho más conociendo él los asuntos de su padre desde siempre. No haberlo hecho y haber seguido traicionando a los ciudadanos muestra el talante real del sexto, al que se nos ha impuesto. Quien calla otorga. Que el sexto haya seguido la norma de su familia (toda la :poop::poop::poop::poop: se calla hasta que no salga a flote y se enteren los cidadanos) muestra una falta de honor personal, falta de ejmplaridad (por la que se paga a ésta familia inútil, y nada mal). La justicia debe ser igual para todos. A Ud. por lo visto no le importan los delitos cometidos sinó que ud. defiende incluso al delincuente por tratarse de quien se trata. Sr. Peña, Ud. de republicano no tiene nada. Sus palabras de servilismo frente a éstos delincuentes lo que muestra es que a Ud. la justicia, la honradez y la sinceridad con los ciudadanos no le importannada en absoluto. 'Se da Ud. demasiada importancia a si mismo y a sus opiniones.
 
Que chula disciplencia la de Peña al menospreciar a la mujer que reclama ser madre de un hijo de Julio, soltando a la cara de esta y su marido, delante de toda España, que era demasiado zafia para que le gustase a su querido tostado de Miami, que presume de haberse acostado con 3000 mujeres, pero según Peña, todas de belleza sublime y clase innegable, ja ja ja, señor Peña, ja ja ja...

En realidad, para Peña, que María Edite fuese una doña Nadie, era su peor pecado y exteriorizó su desprecio clasista con todo el descaro con que, aún hoy, presume de su falta de educacion hacia ella. Me pregunto qué diría si la demandante hubiese sido una marquesa...
 
Antes nos vendían a JC I como el hombre intachable que no era, ahora nos lo quieren vender como una víctima.
Peñafiel a los que odia no les pasa ni una, a los que idolatra, les perdona todo.
Lo que viene siendo un periodista parcial y clasista de toda la vida.
 
Me ha hecho reír Peñafiel comparando a los reyes y sus respectivos hijos de Bélgica y España.

En primer lugar decirle que Felipe es hijo del rey Juan Carlos, un niño muy deseado por cierto. Todo lo contrario que Lorenzo, que según los mentideros belgas no es hijo de Alberto. Según esos mentideros su madre, la princesa Paola lo concibió con un noble y según tengo oído o leído era español.

A los hombres no se les nota el embarazo pero a la mujer a partir del segundo trimestre el abultamiento del vientre lo hace evidente. La concepción de Lorenzo coincidió con un alejamiento de la pareja principesca, que tras la llamada al orden de los entonces reyes Balduino y Fabiola volvieron al redil, peroooo con la princesa embarazada según los mentideros. La mejor forma de tapar el escándalo de una princesa con un hijo de otro es decir que fue fruto de la reconciliación.

Así que Lorenzo tuvo que asumir que aparte del carácter de los padres no era descendiente de la dinastía belga, de ahí que se queje tanto de su padre como de Balduino, del cual por supuesto no era sobrino. El afecto de Balduino fue para Felipe, su sobrino de verdad.

La motivación tanto de Lorenzo como de Felipe son también muy diferentes. Quizás Lorenzo por despecho de ser tratado de forma injusta, no lo sé, pero Felipe lo ha hecho por miedo a perder su chiringuito y su poltrona. Felipe sabía perfectamente lo que había en la familia desde que tenía uso de razón, y hasta que no ha visto peligrar su solio no le ha importado.

Ha hecho lo mismito que ha visto hacer a su padre, es decir, venderle por ambición. Su padre lo hizo con su abuelo D. Juan, y ahora él hace lo mismo con D. Juan Carlos.

Cuando Dios lo decida y fallezca ya le dedicará unas lágrimas que serán portada en todas las revistas para que se vea el dolor filial por la pérdida del padre, al que como ya he dicho no le ha importado echarle a los leones para seguir con su status.

Envidio a los tribunales belgas que han obligado al rey a reconocer al rey a su hija. Aquí ya vemos lo que ha ocurrido con los tribunales de España y las demandas de los presuntos hijos de D.Juan Carlos que siguen batallando en los tribunales españoles, tribunales que no admiten las demandas de esos presuntos hijos. Una cosa es que se admite, se juzgue y haya una resolución pero otra bien diferente es que ni el Tribunal Supremo ni el Tribunal Constitucional de una país democrático con separación de poderes como dicen los inadmita para salvar al emérito.

Ya se sabe....quien tiene sobre todo dinero y poder paraliza las causas en su contra. Ya ha puesto dos ejemplos: Julio Iglesias y Juan Carlos de Borbón.

Sobre los comunistas sigue en su línea. Peñafiel es afín de aquellos que políticamente descienden de una dictador responsable de miles de muertes en España. Le gusta mas esa estela.
 
Antes nos vendían a JC I como el hombre intachable que no era, ahora nos lo quieren vender como una víctima.
Peñafiel a los que odia no les pasa ni una, a los que idolatra, les perdona todo.
Lo que viene siendo un periodista parcial y clasista de toda la vida.


Diria comentarios parecidos a los que le decia a Cayetana de Alba, que segun Peñafiel estaba locamen te enamorada del Alfonso Diaz y el Alfonso Diaz estaba locamente enamorado de Cayetana...........

No critico esta relacion, entiendo perfectamente que ambos ella lo hizo por tener compañia y el lo hizo para asegurarse una mejora sustancial en su jubilacion y la de algun que otro familiar cercano que tenia tenia menos posibles .
La amistad de Diez con el difunto Jesus Aguirre facilito la relacion de amistad entre ambos.
Pero de no haber sido ella Duquesa Peñazofiel pondria a la difunta como minimo de descocada y al ahora viudo.......... a saber como lo calificaria.
Pero claro como ella tenia titulos nobiliarios y ahora el viudo de una duquesa....... el clasista Pañazofiel calla mientra pone como "chupa de domine" a una exbailarina portuguesa que fue madre soltera, mientras justifica a su amigo del alma y padrino de su segunda boda el bragueta floja de Julio Catedrales.
Si esto no es clasismo........
 
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JAIME PEÑAFIEL
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Siento por Eduardo Álvarez, el compañero de EL MUNDO, una especial simpatía, por coincidir con él en el tratamiento sobre la Familia Real en particular y la monarquía en general. Cierto que unas veces más que otras. En esta ocasión, no puedo por la sencilla razón de que no se puede hacer leña del árbol caído, como lo hace él en una columna publicada el pasado 7 de mayo con el título Majestad, actúe. Exigir a Felipe VI que remodele una vez más a la Familia Real, desposeyendo a su padre del título y expulsándole de La Zarzuela no es de recibo, querido amigo. Bastante le humilló ya y además públicamente, retirándole, incluso, la asignación económica. ¡Dejémosle morir en paz!
“Muchos hijos comienzan su vida amando a sus padres pero, cuando ya son crecidos, se atreven incluso a juzgarlos y, en algunos casos, hasta los perdonan”. Esta cita de Oscar Wilde puede aplicarse tanto a Felipe VI como a Lorenzo de Bélgica. Ambos no sólo han juzgado públicamente a sus padres respectivos, los reyes Juan Carlos y Alberto, ambos eméritos. En el primer caso, por problemas económicos; en el del príncipe belga, por supuestos delitos de su padre relacionados, presuntamente, con redes de menores. Mi paisano FedericoGarcía Lorca decía que “tener un hijo no es tener, precisamente, un ramo de rosas”. Partiendo de la base de que un hijo es siempre un acreedor dado por la naturaleza, la sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos como todos los padres que no educan a los suyos, lo decía Concepción Arenal. Tal parecía conocer la historia de Lorenzo de Bélgica, quien justifica la actitud con su padre, desvelada en una biografía publicada esta mi semana, porque el rey Alberto nunca le valoró y apenas le prestaba atención, ocupado en otras lides. “Nunca estaban allí. Eran unos padres terribles”. “Mi familia nunca me ha apoyado. Ni mi padre ni mi tío el rey Balduino”. Aún así, no se justifica que quiera investigar a su padre por una presunta participación en delitos sexuales. Verdad o mentira, la actitud crítica y el desgarro personal de Felipe y Lorenzo a sus respectivos padres no son un ejemplo. Aunque nada que ver ni personal ni moralmente Felipe con Lorenzo. Cierto es que el ex rey Alberto, como el ex rey Juan Carlos, no están teniendo un retiro muy feliz. Los motivos del soberano español son de sobra conocidos. Los del soberano belga, que ha sido un buen rey como don Juan Carlos, su pueblo no le perdona que hayan tenido que ser los tribunales los que le han obligado a reconocer a la joven Delphine Boël como hija, tras varios años de pleitos que dañaron la imagen del soberano hasta el extremo de que ocho de cada diez belgas dicen que fue una vergüenza. “Ya no se le respeta”, según el periodista DebelsThierry, autor de la biografía sobre el padre de Lorenzo, Alberto II, de 86 años.
La Audiencia de Valencia ha revocado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 de la Comunidad del pasado mes de julio que declaraba a Julio Iglesias padre de Javier Santos, un joven valenciano, hoy de 44 años, que dice ser su hijo, reclamación rechazada en otros dos procedimientos por lo que no se acepta la pretensión del joven al apreciar la excepción de “cosa juzgada contemplada en el artículo 222 de la Ley de Enjuiciamiento civil”. Lo que impide se entre de nuevo a analizar a fondo el caso. Esta sentencia me ha recordado el día que me enfrenté a la madre del muchacho, la portuguesa María Edite, en el transcurso de aquel programa presentado por el desaparecido Julián Lago, en Telecinco, La máquina de la verdad, mitad magazine político, mitad reality, de gran éxito de audiencia y que marcó un antes y un después en la televisión en España. Se trataba, como el lector recordará, de un juicio con tribuna, testigos de cargo, acusados y... polígrafo para conocer la verdad del personaje de un modo bestial. En uno de los primeros programas, en 1993, participó María Edite Santos Raposo. Y yo me encontraba entre los invitados. Ella había presentado ya la primera demanda de paternidad contra Julio Iglesias, cuando su hijo Javier Sánchez Santos entonces tenía 16 años. Aquel día la acompañaba su marido, que le había dado el apellido Sánchez al muchacho. Como amigo que soy de Julio Iglesias, Julián Lago me preguntó si creía a María Edite. Y, en vez de contestar sí o no, simplemente argumenté que María Edite no era el tipo de mujer que a Julio le gustaba. Lo que no esperaba era que el marido de la madre de Javier de quien, actualmente, se encuentra divorciada, saltara preguntándome indignado y hasta ofendido: “¿Que a Julio no le puede gustar mi mujer con lo guapa que es?”. “Pues más bien va a ser que no. A él le gustan con mas glamour”, le contesté. El señor Sánchez se sintió tan humillado de que a Julio no le gustara su esposa que me amenazó con agredirme. Y ella también se sintió ofendida. Pero era verdad, a pesar de tratarse de una mujer risueña, activa, entonces de 38 años (hoy confiesa 65 y es madre de otro hijo).
Sólo una persona que ha perdido a un hijo, en mi caso una hija, Isabel, puede entender el tremendo sufrimiento de Ana y de Alessandro. Un emocionado abrazo para los dos (...) Sorprende la devoción interesada de los neocomunistas de Pablo Iglesias por el papa Francisco (...) Según la compañera María Eugenia Yagüe, a las cuatro mujeres que tuvo Griñón como esposas, le corresponderán 100 euros a cada una como pensión de viudedad. O lo que es lo mismo: Esther Doña repartirá la pensión de viudedad entre las otras tres mujeres de su marido (...) Hay que ser tonto y vanidoso para proclamar sin pudor: “¡Soy un referente de la izquierda!”. ¡Toma ya! (...) Y en el caso que nos ocupa a continuación, imbécil y sectario por achacar el aumento de la mortalidad a los accidentes de tráfico. Pero muchacho, si apenas hay tráfico (...) El compañero Raúl presume de hablar con Moncloa, donde le dicen que “el presidente está cada vez más fuerte”. ¿Qué te van a decir, querido?
Si hay sitios donde no se debe llamar nunca son a Zarzuela y a Moncloa. Y tampoco a los ministerios, por supuesto.

AZUL & ROSA
OpiniónLa semana de Jaime Peñafiel: Dejémosle morir en paz

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Sábado, 16 mayo 2020 - 02:08
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El Rey Juan Carlos. ÓSCAR VIFER
Siento por Eduardo Álvarez, el compañero de EL MUNDO, una especial simpatía, por coincidir con él en el tratamiento sobre la Familia Real en particular y la monarquía en general. Cierto que unas veces más que otras. En esta ocasión, no puedo por la sencilla razón de que no se puede hacer leña del árbol caído, como lo hace él en una columna publicada el pasado 7 de mayo con el título Majestad, actúe. Exigir a Felipe VI que remodele una vez más a la Familia Real, desposeyendo a su padre del título y expulsándole de La Zarzuela no es de recibo, querido amigo. Bastante le humilló ya y además públicamente, retirándole, incluso, la asignación económica. ¡Dejémosle morir en paz!
HIJOS VERSUS PADRES
Muchos hijos comienzan su vida amando a su padre pero, cuando ya son crecidos, se atreven incluso a juzgarlos y en algunos casos hasta los perdonan". Esta cita de Oscar Wildepuede aplicarse tanto a Felipe VI como a Lorenzo de Bélgica.No solo han juzgado públicamente a sus padres respectivos, los reyes Juan Carlos y Alberto, ambos eméritos. En el primer caso, por problemas económicos; en el del príncipe belga por supuestos delitos de su padre relacionados, presuntamente, con redes de menores.
Mi paisano Federico García Lorca decía que "tener un hijo no es tener, precisamente, un ramo de rosas". Partiendo de la base de que un hijo es siempre un acreedor dado por la naturaleza, la sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos como todos los padres que no educan a los suyos, lo decía Concepción Arenal. Tal parecía conocer la historia de Lorenzo de Bélgica, quien justifica la actitud con su padre, desvelada en una biografía publicada esta mi semana, porque el rey Alberto nunca le valoró y apenas le prestaba atención, ocupado en otras lides "Nunca estaban allí. Eran unos padres terribles". "Mi familia nunca me ha apoyado. Ni mi padre ni mi tío el rey Balduino". Aun así, no se justifica que quiera investigar a su padre por una presunta participación en delitos sexuales. Verdad o mentira, la actitud crítica y el desgarro personal de Felipe y Lorenzo a sus respectivos padres no son un ejemplo.
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Cierto es que el ex rey Alberto, como el ex rey Juan Carlos, no están teniendo un retiro muy feliz. Los motivos del soberano español son de sobra conocidos. Los del belga, que ha sido un buen rey como don Juan Carlos, la sociedad belga no le perdona que hayan tenido que ser los tribunales los que le han obligado a reconocer a la joven Delphine Boël como hija, tras varios años de pleitos que dañaron la imagen del soberano hasta el extremo de que ocho de cada diez belgas dicen que fue una vergüenza. "Ya no se le respeta", según el periodistaDebels Thierry, autor de la biografía sobre el padre de Laurent, Alberto II, de 86 años.
ME ENFRENTÉ A MARÍA EDITE
La Audiencia de Valencia ha revocado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 de la comunidad del pasado mes de julio que declaraba a Julio Iglesias padre de Javier Santos, un valenciano, hoy de 44 años, que dice ser su hijo, reclamación rechazada en otros dos procedimientos, por lo que no se acepta la pretensión del joven al apreciar la excepción de "cosa juzgada contemplada en el artículo 222 de la Ley de Enjuiciamiento Civil". Lo que impide se entre de nuevo a analizar a fondo el caso.
Esta sentencia me ha recordado el día que me enfrenté a la madre del muchacho, la portuguesa María Edite, en el transcurso de aquel programa presentado por el desaparecido Julián Lago, en Telecinco, La máquina de la verdad, mitad magazine político, mitad reality, de gran éxito de audiencia y que marcó un antes y un después en la televisión en España. Se trataba, como el lector recordará, de un juicio con tribuna, testigos de cargo, acusados y... polígrafo para conocer la verdad del personaje de un modo bestial.
María Edite Santos y su hijo, Javier.
María Edite Santos y su hijo, Javier.GTRES
Uno de estos personajes fue María Edite. Creo recordar que salió en uno de los primeros programas en 1993. Yo me encontraba entre los invitados. En el plató, María Edite Santos Raposo, quien había presentado la primera demanda de paternidad contra Julio Iglesias cuando su hijo Javier Sánchez Santos tenía 16 años. Aquel día le acompañaba su entonces marido, que le había dado su apellido a Javier.
Como amigo que soy de Julio Iglesias, Julián Lago me preguntó si creía a María Edite. Y, en vez de contestar sí o no, simplemente argumenté que María Edite no era el tipo de mujer que a Julio le gustaba. Lo que no esperaba era que el marido de la madre de Javier, del que actualmente se encuentra divorciada, saltara preguntándome indignado y hasta ofendido: "¿Que a Julio no le puede gustar mi mujer con lo guapa que es?". "Pues más bien va a ser que no. A él le gustan con más glamour". El señor Sánchez se sintió tan humillado de que a Julio no le gustara su esposa que me amenazó con agredirme. Y ella también se sintió ofendida. Pero era verdad, a pesar de tratarse de una mujer risueña, activa, entonces de 38 años, (hoy confiesa 65 y es madre de otro hijo).
CHSSS...
Solo una persona que ha perdido a un hijo, en mi caso una hija, Isabel, puede entender el tremendo sufrimiento de Ana Obregón y de Alessandro Lequio. Un emocionado abrazo para los dos. (...) Sorprende la devoción interesada de los neocomunistas de Pablo Iglesias por el Papa Francisco. (...) Según la compañera María Eugenia Yagüe, a las cuatro mujeres que tuvo Griñón como esposas le corresponderán 100 euros a cada una como pensión de viudedad. O lo que es lo mismo: Esther Doña repartirá la pensión de viudedad entre las otras tres mujeres de su marido: Jeannine Girod, Isabel Preysler y Fátima de la Cierva. (...) Hay que ser tonto y vanidoso para proclamar sin pudor "¡Soy un referente de la izquierda!". ¡Toma ya! (...) Y en el caso que nos ocupa a continuación, imbécil y sectario por achacar el aumento de la mortalidad a los accidentes de tráfico. Pero muchacho, si apenas hay tráfico. (...) El compañero Raúl presume de hablar con Moncloa donde le dicen que "el presidente está cada vez más fuerte". ¿Qué te van a decir, querido? (...) Si hay sitios donde no se debe llamar nunca son a Zarzuela y a Moncloa. Y a los ministerios, por supuesto.
 
AZUL & ROSA
OpiniónLa semana de Jaime Peñafiel: Dejémosle morir en paz

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  • JAIME PEÑAFIEL
Sábado, 16 mayo 2020 - 02:08
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El Rey Juan Carlos. ÓSCAR VIFER
Siento por Eduardo Álvarez, el compañero de EL MUNDO, una especial simpatía, por coincidir con él en el tratamiento sobre la Familia Real en particular y la monarquía en general. Cierto que unas veces más que otras. En esta ocasión, no puedo por la sencilla razón de que no se puede hacer leña del árbol caído, como lo hace él en una columna publicada el pasado 7 de mayo con el título Majestad, actúe. Exigir a Felipe VI que remodele una vez más a la Familia Real, desposeyendo a su padre del título y expulsándole de La Zarzuela no es de recibo, querido amigo. Bastante le humilló ya y además públicamente, retirándole, incluso, la asignación económica. ¡Dejémosle morir en paz!
HIJOS VERSUS PADRES
Muchos hijos comienzan su vida amando a su padre pero, cuando ya son crecidos, se atreven incluso a juzgarlos y en algunos casos hasta los perdonan". Esta cita de Oscar Wildepuede aplicarse tanto a Felipe VI como a Lorenzo de Bélgica.No solo han juzgado públicamente a sus padres respectivos, los reyes Juan Carlos y Alberto, ambos eméritos. En el primer caso, por problemas económicos; en el del príncipe belga por supuestos delitos de su padre relacionados, presuntamente, con redes de menores.
Mi paisano Federico García Lorca decía que "tener un hijo no es tener, precisamente, un ramo de rosas". Partiendo de la base de que un hijo es siempre un acreedor dado por la naturaleza, la sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos como todos los padres que no educan a los suyos, lo decía Concepción Arenal. Tal parecía conocer la historia de Lorenzo de Bélgica, quien justifica la actitud con su padre, desvelada en una biografía publicada esta mi semana, porque el rey Alberto nunca le valoró y apenas le prestaba atención, ocupado en otras lides "Nunca estaban allí. Eran unos padres terribles". "Mi familia nunca me ha apoyado. Ni mi padre ni mi tío el rey Balduino". Aun así, no se justifica que quiera investigar a su padre por una presunta participación en delitos sexuales. Verdad o mentira, la actitud crítica y el desgarro personal de Felipe y Lorenzo a sus respectivos padres no son un ejemplo.
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Cierto es que el ex rey Alberto, como el ex rey Juan Carlos, no están teniendo un retiro muy feliz. Los motivos del soberano español son de sobra conocidos. Los del belga, que ha sido un buen rey como don Juan Carlos, la sociedad belga no le perdona que hayan tenido que ser los tribunales los que le han obligado a reconocer a la joven Delphine Boël como hija, tras varios años de pleitos que dañaron la imagen del soberano hasta el extremo de que ocho de cada diez belgas dicen que fue una vergüenza. "Ya no se le respeta", según el periodistaDebels Thierry, autor de la biografía sobre el padre de Laurent, Alberto II, de 86 años.
ME ENFRENTÉ A MARÍA EDITE
La Audiencia de Valencia ha revocado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 de la comunidad del pasado mes de julio que declaraba a Julio Iglesias padre de Javier Santos, un valenciano, hoy de 44 años, que dice ser su hijo, reclamación rechazada en otros dos procedimientos, por lo que no se acepta la pretensión del joven al apreciar la excepción de "cosa juzgada contemplada en el artículo 222 de la Ley de Enjuiciamiento Civil". Lo que impide se entre de nuevo a analizar a fondo el caso.
Esta sentencia me ha recordado el día que me enfrenté a la madre del muchacho, la portuguesa María Edite, en el transcurso de aquel programa presentado por el desaparecido Julián Lago, en Telecinco, La máquina de la verdad, mitad magazine político, mitad reality, de gran éxito de audiencia y que marcó un antes y un después en la televisión en España. Se trataba, como el lector recordará, de un juicio con tribuna, testigos de cargo, acusados y... polígrafo para conocer la verdad del personaje de un modo bestial.
María Edite Santos y su hijo, Javier.
María Edite Santos y su hijo, Javier.GTRES
Uno de estos personajes fue María Edite. Creo recordar que salió en uno de los primeros programas en 1993. Yo me encontraba entre los invitados. En el plató, María Edite Santos Raposo, quien había presentado la primera demanda de paternidad contra Julio Iglesias cuando su hijo Javier Sánchez Santos tenía 16 años. Aquel día le acompañaba su entonces marido, que le había dado su apellido a Javier.
Como amigo que soy de Julio Iglesias, Julián Lago me preguntó si creía a María Edite. Y, en vez de contestar sí o no, simplemente argumenté que María Edite no era el tipo de mujer que a Julio le gustaba. Lo que no esperaba era que el marido de la madre de Javier, del que actualmente se encuentra divorciada, saltara preguntándome indignado y hasta ofendido: "¿Que a Julio no le puede gustar mi mujer con lo guapa que es?". "Pues más bien va a ser que no. A él le gustan con más glamour". El señor Sánchez se sintió tan humillado de que a Julio no le gustara su esposa que me amenazó con agredirme. Y ella también se sintió ofendida. Pero era verdad, a pesar de tratarse de una mujer risueña, activa, entonces de 38 años, (hoy confiesa 65 y es madre de otro hijo).
CHSSS...
Solo una persona que ha perdido a un hijo, en mi caso una hija, Isabel, puede entender el tremendo sufrimiento de Ana Obregón y de Alessandro Lequio. Un emocionado abrazo para los dos. (...) Sorprende la devoción interesada de los neocomunistas de Pablo Iglesias por el Papa Francisco. (...) Según la compañera María Eugenia Yagüe, a las cuatro mujeres que tuvo Griñón como esposas le corresponderán 100 euros a cada una como pensión de viudedad. O lo que es lo mismo: Esther Doña repartirá la pensión de viudedad entre las otras tres mujeres de su marido: Jeannine Girod, Isabel Preysler y Fátima de la Cierva. (...) Hay que ser tonto y vanidoso para proclamar sin pudor "¡Soy un referente de la izquierda!". ¡Toma ya! (...) Y en el caso que nos ocupa a continuación, imbécil y sectario por achacar el aumento de la mortalidad a los accidentes de tráfico. Pero muchacho, si apenas hay tráfico. (...) El compañero Raúl presume de hablar con Moncloa donde le dicen que "el presidente está cada vez más fuerte". ¿Qué te van a decir, querido? (...) Si hay sitios donde no se debe llamar nunca son a Zarzuela y a Moncloa. Y a los ministerios, por supuesto.

Me da igual el tema, pero solo hay que ver el careto de Laurent para ver que es idéntico a Albert pero en versión gorda, a menos que Paola lo concebirse con otro varón de la familia politica, es hijo de Alberto de cajón: los ojos saltones y caidis, los rasgos y expresión simplona...

Que fuerte si Albert tiene relación con una red pederasta... Menudo rostro, en tal caso, cuando dijo haberse sentido muy afectado por el dolor de las familias de las niñas asesinadas por Dutroux y compañía... Espero que todo se reduzca a que tuvo amistades indeseables, que sino...

El tal Laurent, de todos modos,siempre me ha parecido que tiene una naturaleza resentida y envidiosa, además de ser un truhán a la hora de enriquecerse y le sienta mal que le paren los pies.
 
Me da igual el tema, pero solo hay que ver el careto de Laurent para ver que es idéntico a Albert pero en versión gorda, a menos que Paola lo concebirse con otro varón de la familia politica, es hijo de Alberto de cajón: los ojos saltones y caidis, los rasgos y expresión simplona...

Que fuerte si Albert tiene relación con una red pederasta... Menudo rostro, en tal caso, cuando dijo haberse sentido muy afectado por el dolor de las familias de las niñas asesinadas por Dutroux y compañía... Espero que todo se reduzca a que tuvo amistades indeseables, que sino...

El tal Laurent, de todos modos,siempre me ha parecido que tiene una naturaleza resentida y envidiosa, además de ser un truhán a la hora de enriquecerse y le sienta mal que le paren los pies.

No tengo ni idea de quien es hijo Lorenzo o Laurent, pero rumores los hay. No me lo invento yo. Otra cosa es que ese detalle justifique todos los actos de su vida.


 
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