El Mundo Orbyt.
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
13/01/2018
CHSSS...
INTERVIÚ, MARTA CHÁVARRI Y LA REINA
LA CURIOSIDAD... REAL
TAMBIÉN LADY DI
Descubra Orbyt
La mañana del 14 de febrero de 1989 se presentó caliente, informativamente hablando. No había programa de radio que no se ocupara de la portada y páginas interiores de Interviú y La Revistadesaparecía de los kioscos en minutos. No por orden gubernativa, que podía haber sucedido, sino por la curiosidad del personal que quería ver “lo nunca visto de Marta Chávarri”. Así se titulaba el scoop.
Ese día, precisamente ese y no otro, Doña Sofía demostró que la curiosidad es una actitud natural de todo ser humano, distribuida por igual entre los vivientes de ambos sexos. Hombre y mujer. Sea esta ama de casa o reina reinante. Por ello, aquella mañana y como tiene por costumbre, Doña Sofía desayunaba, leía la prensa y también escuchaba la radio, le llamaron la atención los comentarios sobre lo que publicaba Interviú. No pudo dejar de experimentar asombro, sorpresa y... curiosidad por conocer el secreto de Marta Chávarri, a quien conocía por haber sido mujer de uno de los grandes amigos de Don Juan Carlos, desde la época escolar de Las Jarillas, Fernando Falcó, marqués de Cubas, con quien se había casado en 1982. El matrimonio del que nació en l983 Álvaro, se divorció en 1989 cuando se descubrió lo de Alberto Cortina. Aquella pasión (estuvieron casados de 1991 a 1995) tuvo un precio: el título y la custodia de su hijo. Pero fue coherente. “Cuando me fui con el señor Cortina renuncié a luchar por mi hijo. La que se iba era yo y no iba a quitarle a Fernando también a su hijo”, como declaró a Vanity Fair, el 14 de diciembre de 2011.
Por Marta he sentido siempre una gran simpatía desde que, en 1984, comenzó a trabajar conmigo en una sección gastronómica con Rafael Ansón , en La Revista, que yo dirigía. Era un precioso florero a quien la duquesa Cayetana coronaba, en 1988, como Lady España.
Sin dudarlo un momento y posiblemente para saciar su curiosidad sobre lo que “nunca se había visto” de Marta, la Reina Sofía llamó al jefe de la Casa del Rey, para que le subieran... Interviú. El inolvidable Sabino Fernández Campo, que ya había visto el reportaje de la revista e incluso comentado con el Rey, no consideró adecuado que la reina viera a “la marquesa sin bragas”, como titularía un tabloide británico, y lo dejó pasar. “No habían transcurrido ni cinco minutos cuando la Reina me volvió a llamar extrañadamente indignada de no haber recibido, todavía, la revista”, me contaba Sabino, que siempre me distinguió con su gran amistad. “Yo no sabía qué disculpas darle. Creo que le dije que aún no había llegado aunque la tenía ante mí, en la mesa del despacho. Y como insistió, con ese tono cuando no se le atiende inmediatamente y que yo conocía muy bien, ordené se la subieran ¡ya! ¡Por razones obvias, nunca me comentó el contenido!”.
El incidente o accidente sufrido por Marta Chávarri cuando se encontraba en una discoteca en la noche madrileña fue fruto de una serie de circunstancias, de una casualidad que no es, ni puede ser, más que el resultado de un efecto desconocido, de un azar, de una fatalidad. Ella decidió prescindir de las bragas, al igual que, años después, le sucedería a Lady Di y a muchas mujeres en trajes de noche de pura seda que lo hacen para evitar se marquen en el cuerpo desnudo como una bandeja de plata. Y seguro estoy que el fotógrafo Constantino Blanco Rodríguez no pudo ver, en la oscuridad de la disco, “esa puerta oscura de delante del mundo”, que diría William Faulkner, el secreto de cada mujer que tanto atrae al hombre. Sólo lo vio, en otra oscuridad, la del laboratorio cuando el revelado mostró “lo nunca visto de Marta” y que tanta curiosidad despertó en hombres y mujeres, del Rey y la Reina... todos: esa parcela entre “muslos blancos”, que diría don Pablo Neruda.
Ignoro cuál es tu fuente pero, en este caso, querida, es una fuente envenenada. Ni ella ni él se lo merecen. (...) Como todos los años, Isabel Maestre me despertó el día de Reyes con uno de sus magníficos roscones y un termo de riquísimo chocolate. (...) Querido Iñaki: también el rey Hussein de Jordania y el presidente libio El Gadafi regalaron caballos: un pura sangre a Don Juan Carlos, el primero y un árabe al presidente Aznar, el segundo, durante la visita oficial de éste a Trípoli. Se llamaba “El rayo del líder”. (...) Ha causado sorpresa conocer que el Presidente y su esposa no duermen juntos. Averigüen ustedes a qué presidente me refiero. (...) Es de esperar que el viaje de mamá a Florida para conocer a sus nietos no tenga como fin una exclusiva más para su revista. (...) El admirado dublinés nacionalizado sigue erre que erre con que los restos de mi paisano fusilado están en el pueblo granadino de Alfacar. (...) El año ha comenzado y las hojas del calendario van cayendo. Mucho me preocupa perder la apuesta que hice con el magistrado emérito de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en la presentación del libro de mi querida amiga Pilar Urbano. (...) ¿Sabían ustedes que el nombre de la empresa del español más rico del mundo lo tomó del barco donde él y su primera esposa (nada que ver con la actual) pasaron su luna de miel?
MI SEMANA AZUL & ROSA
JAIME PEÑAFIEL
13/01/2018
CHSSS...
INTERVIÚ, MARTA CHÁVARRI Y LA REINA
LA CURIOSIDAD... REAL
TAMBIÉN LADY DI
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La mañana del 14 de febrero de 1989 se presentó caliente, informativamente hablando. No había programa de radio que no se ocupara de la portada y páginas interiores de Interviú y La Revistadesaparecía de los kioscos en minutos. No por orden gubernativa, que podía haber sucedido, sino por la curiosidad del personal que quería ver “lo nunca visto de Marta Chávarri”. Así se titulaba el scoop.
Ese día, precisamente ese y no otro, Doña Sofía demostró que la curiosidad es una actitud natural de todo ser humano, distribuida por igual entre los vivientes de ambos sexos. Hombre y mujer. Sea esta ama de casa o reina reinante. Por ello, aquella mañana y como tiene por costumbre, Doña Sofía desayunaba, leía la prensa y también escuchaba la radio, le llamaron la atención los comentarios sobre lo que publicaba Interviú. No pudo dejar de experimentar asombro, sorpresa y... curiosidad por conocer el secreto de Marta Chávarri, a quien conocía por haber sido mujer de uno de los grandes amigos de Don Juan Carlos, desde la época escolar de Las Jarillas, Fernando Falcó, marqués de Cubas, con quien se había casado en 1982. El matrimonio del que nació en l983 Álvaro, se divorció en 1989 cuando se descubrió lo de Alberto Cortina. Aquella pasión (estuvieron casados de 1991 a 1995) tuvo un precio: el título y la custodia de su hijo. Pero fue coherente. “Cuando me fui con el señor Cortina renuncié a luchar por mi hijo. La que se iba era yo y no iba a quitarle a Fernando también a su hijo”, como declaró a Vanity Fair, el 14 de diciembre de 2011.
Por Marta he sentido siempre una gran simpatía desde que, en 1984, comenzó a trabajar conmigo en una sección gastronómica con Rafael Ansón , en La Revista, que yo dirigía. Era un precioso florero a quien la duquesa Cayetana coronaba, en 1988, como Lady España.
Sin dudarlo un momento y posiblemente para saciar su curiosidad sobre lo que “nunca se había visto” de Marta, la Reina Sofía llamó al jefe de la Casa del Rey, para que le subieran... Interviú. El inolvidable Sabino Fernández Campo, que ya había visto el reportaje de la revista e incluso comentado con el Rey, no consideró adecuado que la reina viera a “la marquesa sin bragas”, como titularía un tabloide británico, y lo dejó pasar. “No habían transcurrido ni cinco minutos cuando la Reina me volvió a llamar extrañadamente indignada de no haber recibido, todavía, la revista”, me contaba Sabino, que siempre me distinguió con su gran amistad. “Yo no sabía qué disculpas darle. Creo que le dije que aún no había llegado aunque la tenía ante mí, en la mesa del despacho. Y como insistió, con ese tono cuando no se le atiende inmediatamente y que yo conocía muy bien, ordené se la subieran ¡ya! ¡Por razones obvias, nunca me comentó el contenido!”.
El incidente o accidente sufrido por Marta Chávarri cuando se encontraba en una discoteca en la noche madrileña fue fruto de una serie de circunstancias, de una casualidad que no es, ni puede ser, más que el resultado de un efecto desconocido, de un azar, de una fatalidad. Ella decidió prescindir de las bragas, al igual que, años después, le sucedería a Lady Di y a muchas mujeres en trajes de noche de pura seda que lo hacen para evitar se marquen en el cuerpo desnudo como una bandeja de plata. Y seguro estoy que el fotógrafo Constantino Blanco Rodríguez no pudo ver, en la oscuridad de la disco, “esa puerta oscura de delante del mundo”, que diría William Faulkner, el secreto de cada mujer que tanto atrae al hombre. Sólo lo vio, en otra oscuridad, la del laboratorio cuando el revelado mostró “lo nunca visto de Marta” y que tanta curiosidad despertó en hombres y mujeres, del Rey y la Reina... todos: esa parcela entre “muslos blancos”, que diría don Pablo Neruda.
Ignoro cuál es tu fuente pero, en este caso, querida, es una fuente envenenada. Ni ella ni él se lo merecen. (...) Como todos los años, Isabel Maestre me despertó el día de Reyes con uno de sus magníficos roscones y un termo de riquísimo chocolate. (...) Querido Iñaki: también el rey Hussein de Jordania y el presidente libio El Gadafi regalaron caballos: un pura sangre a Don Juan Carlos, el primero y un árabe al presidente Aznar, el segundo, durante la visita oficial de éste a Trípoli. Se llamaba “El rayo del líder”. (...) Ha causado sorpresa conocer que el Presidente y su esposa no duermen juntos. Averigüen ustedes a qué presidente me refiero. (...) Es de esperar que el viaje de mamá a Florida para conocer a sus nietos no tenga como fin una exclusiva más para su revista. (...) El admirado dublinés nacionalizado sigue erre que erre con que los restos de mi paisano fusilado están en el pueblo granadino de Alfacar. (...) El año ha comenzado y las hojas del calendario van cayendo. Mucho me preocupa perder la apuesta que hice con el magistrado emérito de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en la presentación del libro de mi querida amiga Pilar Urbano. (...) ¿Sabían ustedes que el nombre de la empresa del español más rico del mundo lo tomó del barco donde él y su primera esposa (nada que ver con la actual) pasaron su luna de miel?