JAIME PEÑAFIEL
10/10/2020
CHSSS...
¡NO FUE ASÍ, QUERIDA!
LAS PALABRAS EXACTAS DE LA REINA A FRANCO
CORINNA SE EQUIVOCA
Descubra Orbyt
Y lo quiso demostrar públicamente al pedirle a don Juan que la recibiera en el aeropuerto de Madrid. Volvía a España, de donde había salido, de forma tan amarga, en la erguida madurez de sus 43 años, regresando con emoción y sencillez en la serena y noble ancianidad de los 80, para señalar, al descender del avión en el que venía desde Niza (se encontraba en Montecarlo pasando el invierno por invitación de los príncipes de Mónaco), quién era el futuro rey de España. Por todo ello, me diría con lógica aplastante: “¿Cómo se puede decir tal cosa cuando una hora antes de mi encuentro con el general, yo había reverenciado públicamente a quien le correspondía ser Rey de España? ¿Quién ha podido inventarse tal tontería? A lo peor, ha sido el propio Franco”, me diría. Y recordó cómo fue su encuentro con Franco, que no acudió a recibirla al aeropuerto. Todo porque allí se encontraba su hijo, el conde de Barcelona, a quien odiaba tanto. O tanto se odiaban. El general prefirió saludarla en el palacio de La Zarzuela donde le dio la bienvenida con estas palabras, según la reina: “Majestad, os encuentro muy bien”. A lo que ella le respondió: “Desengáñese, general, ni usted ni yo estamos ya para nada”. El propio Franco, en sus conversaciones con su primo F. Salgado Araujo, recuerda ese encuentro solo con estas palabras: “He quedado muy contento. No solo por haber tenido ocasión de volver a saludarla después de tantos años sino también por la gran discreción política que ha tenido, demostrando, en todo momento, su buen sentido y ateniéndose en todo al protocolo”. Pienso que quien pudo inventarse lo de los “tres Borbones” pudo ser el duque de Alba, jefe de la Casa de la reina, quien se lo contó, al parecer, a Jesús Pabón y éste al historiador Carlos Seco Serrano que, el l0 de enero de 1997, publicaba un durísimo artículo contra mi persona en El País: “Peñafiel tiene buena pluma y no muy buena intención tratando de desmentir en su Trilogía republicana lo yo supe acerca del tema en nota muy precisa de mi amigo y maestro Jesús Pabón”. Artículo al que yo contestaba con otro en EL MUNDO, ya que el diario de Prisa se negó al derecho de réplica que legalmente me amparaba. Cierto es que Seco, en su artículo contra mí, puntualizaba que “Pilar Urbano, sin tener para nada en cuenta el epílogo de Pabón, ha preferido atenerse al relato de Peñafiel en su reciente libro La reina.
En la interesantísima entrevista con la polémica Corinna, la ex amante o amiga entrañable del Rey Juan Carlos, que mis estimados compañeros Eduardo Inda y Manuel Cerdán han conseguido para OkDiario, todo un scoop, la señora Larsen, con perdón por lo de señora, afirma algo que es rotundamente falso: el matrimonio de Sofía lo organizó el general Franco. No creo que sea fruto de una de las muchas confidencia de Don Juan Carlos, porque tanto el noviazgo como la boda de la pareja real fue obra de la reina Federica, la mayor celestina de las monarquías. No olvidemos la historia del Agamenón, aquel barco del amor endogámico que la madre de doña Sofía llenó de príncipes y princesas casaderas, en 1954, para que se conociesen y enrolasen en la aventura del matrimonio entre ellos. Fue un rotundo fracaso. De aquel centenar de parejas reales, solo una pareja logró enamorarse y casarse aunque acabaron divorciándose. Sofía y Juan Carlos también participaron en aquel barco pero solo tenían 16 años y apenas se fijaron el uno en el otro. Tendrían que pasar 8 años para que la reina Federica, advertida por su hijo Constantinode que Juanito parecía interesarse por Sofía al coincidir ambos en la boda de los duques de Kent en Londres, decidiera invitar al príncipe español a Corfú, “un lugar ideal para enamorarse”, en propias palabras. Y allí, Juanito y Sofi formalizaron sus relaciones que acabaron en boda en Atenas, con la preocupación de Franco. El general, católico, apostólico y romano no veía bien este matrimonio por la razón de que la novia era ortodoxa. Esta y no otra es la auténtica historia y no la que Corinna cuenta.
Con todo lo que está sucediendo y va a suceder, ¿se habrá preguntado en algún momento si ha hecho una buena boda casándose con quien lo hizo en olor de multitud? (...) Una antigua amiga argentina de su época en Washington, dice que ella buscaba para casarse un hombre importante y con buena reputación. Pero se quedó embarazada de un profesional del periodismo. (...) El famoso escritor va a ser denunciado por su ex esposa por detallar su vida íntima matrimonial después de haber firmado un contrato. “Una de las extraordinarias estupideces de este tiempo”, según Arcadi Espada. (...) “Tengo pruebas de todo. Si yo caigo, no lo haré sola”. ¡Miedo da! (...) Aunque ha sido un gran mujeriego, las mujeres de su vida han sido su madre, su hermana y su esposa. (...) Después de 591 días sin gobierno, demostrando que se vive mejor, eligen a una transexual como primer ministro. ¡Chapeau para los belgas! (...) Al igual que Rato, Iñaki está capacitado para seguir cumpliendo su condena en régimen de semi libertad sin que se produzca “alarma social”.
10/10/2020
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¡NO FUE ASÍ, QUERIDA!
LAS PALABRAS EXACTAS DE LA REINA A FRANCO
CORINNA SE EQUIVOCA
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Y lo quiso demostrar públicamente al pedirle a don Juan que la recibiera en el aeropuerto de Madrid. Volvía a España, de donde había salido, de forma tan amarga, en la erguida madurez de sus 43 años, regresando con emoción y sencillez en la serena y noble ancianidad de los 80, para señalar, al descender del avión en el que venía desde Niza (se encontraba en Montecarlo pasando el invierno por invitación de los príncipes de Mónaco), quién era el futuro rey de España. Por todo ello, me diría con lógica aplastante: “¿Cómo se puede decir tal cosa cuando una hora antes de mi encuentro con el general, yo había reverenciado públicamente a quien le correspondía ser Rey de España? ¿Quién ha podido inventarse tal tontería? A lo peor, ha sido el propio Franco”, me diría. Y recordó cómo fue su encuentro con Franco, que no acudió a recibirla al aeropuerto. Todo porque allí se encontraba su hijo, el conde de Barcelona, a quien odiaba tanto. O tanto se odiaban. El general prefirió saludarla en el palacio de La Zarzuela donde le dio la bienvenida con estas palabras, según la reina: “Majestad, os encuentro muy bien”. A lo que ella le respondió: “Desengáñese, general, ni usted ni yo estamos ya para nada”. El propio Franco, en sus conversaciones con su primo F. Salgado Araujo, recuerda ese encuentro solo con estas palabras: “He quedado muy contento. No solo por haber tenido ocasión de volver a saludarla después de tantos años sino también por la gran discreción política que ha tenido, demostrando, en todo momento, su buen sentido y ateniéndose en todo al protocolo”. Pienso que quien pudo inventarse lo de los “tres Borbones” pudo ser el duque de Alba, jefe de la Casa de la reina, quien se lo contó, al parecer, a Jesús Pabón y éste al historiador Carlos Seco Serrano que, el l0 de enero de 1997, publicaba un durísimo artículo contra mi persona en El País: “Peñafiel tiene buena pluma y no muy buena intención tratando de desmentir en su Trilogía republicana lo yo supe acerca del tema en nota muy precisa de mi amigo y maestro Jesús Pabón”. Artículo al que yo contestaba con otro en EL MUNDO, ya que el diario de Prisa se negó al derecho de réplica que legalmente me amparaba. Cierto es que Seco, en su artículo contra mí, puntualizaba que “Pilar Urbano, sin tener para nada en cuenta el epílogo de Pabón, ha preferido atenerse al relato de Peñafiel en su reciente libro La reina.
En la interesantísima entrevista con la polémica Corinna, la ex amante o amiga entrañable del Rey Juan Carlos, que mis estimados compañeros Eduardo Inda y Manuel Cerdán han conseguido para OkDiario, todo un scoop, la señora Larsen, con perdón por lo de señora, afirma algo que es rotundamente falso: el matrimonio de Sofía lo organizó el general Franco. No creo que sea fruto de una de las muchas confidencia de Don Juan Carlos, porque tanto el noviazgo como la boda de la pareja real fue obra de la reina Federica, la mayor celestina de las monarquías. No olvidemos la historia del Agamenón, aquel barco del amor endogámico que la madre de doña Sofía llenó de príncipes y princesas casaderas, en 1954, para que se conociesen y enrolasen en la aventura del matrimonio entre ellos. Fue un rotundo fracaso. De aquel centenar de parejas reales, solo una pareja logró enamorarse y casarse aunque acabaron divorciándose. Sofía y Juan Carlos también participaron en aquel barco pero solo tenían 16 años y apenas se fijaron el uno en el otro. Tendrían que pasar 8 años para que la reina Federica, advertida por su hijo Constantinode que Juanito parecía interesarse por Sofía al coincidir ambos en la boda de los duques de Kent en Londres, decidiera invitar al príncipe español a Corfú, “un lugar ideal para enamorarse”, en propias palabras. Y allí, Juanito y Sofi formalizaron sus relaciones que acabaron en boda en Atenas, con la preocupación de Franco. El general, católico, apostólico y romano no veía bien este matrimonio por la razón de que la novia era ortodoxa. Esta y no otra es la auténtica historia y no la que Corinna cuenta.
Con todo lo que está sucediendo y va a suceder, ¿se habrá preguntado en algún momento si ha hecho una buena boda casándose con quien lo hizo en olor de multitud? (...) Una antigua amiga argentina de su época en Washington, dice que ella buscaba para casarse un hombre importante y con buena reputación. Pero se quedó embarazada de un profesional del periodismo. (...) El famoso escritor va a ser denunciado por su ex esposa por detallar su vida íntima matrimonial después de haber firmado un contrato. “Una de las extraordinarias estupideces de este tiempo”, según Arcadi Espada. (...) “Tengo pruebas de todo. Si yo caigo, no lo haré sola”. ¡Miedo da! (...) Aunque ha sido un gran mujeriego, las mujeres de su vida han sido su madre, su hermana y su esposa. (...) Después de 591 días sin gobierno, demostrando que se vive mejor, eligen a una transexual como primer ministro. ¡Chapeau para los belgas! (...) Al igual que Rato, Iñaki está capacitado para seguir cumpliendo su condena en régimen de semi libertad sin que se produzca “alarma social”.