Por fin han conseguido arreglarle los dientes a la Zarina. Mira que ha costado
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El resultado es buenísimo y muy natural. Le han dejado las carillas un poco separadas, para no cambiarle la cara por completo, pero los dientes son un poco más largos que los que la madre naturaleza le otorgo y que eran como los de una sardinilla del Cantábrico. Lo que no entiendo es como tardo tanto en ponerse en manos de un buen profesional.
A veces para arreglar los dientes hace falta sacrificar alguno y no te creas que todo el mundo está dispuesto.