Autoestima y otros temas de psicología

¿Sabes qué es realmente un delirio?




Durante el siglo XVII el concepto de locura se basaba sobre todo en el de delirio, de tal modo que “estar loco” era igual a “tener delirios” y viceversa. En la actualidad, si pidiéramos a una persona cualquiera que describiera su imagen prototípica de un “loco” es muy probable que nos dijera que es aquel que se cree Napoleón o que afirma que le persiguen los marcianos.


Dicho de otra manera, aunque hemos adquirido una visión más amplia de la persona que padece problemas mentales, el delirio sigue formando parte de las características del esteriotipo, además de ser uno de los criterios diagnósticos que más llaman la atención. Etimológicamente la palabra delirio deriva del término latino delirare, que significa salirse del surco labrado. Aplicado al pensamiento sería algo así como “pensar saliéndose del surco normal”.




En sentido lego, delirar significa “desvariar, tener perturbada la razón”. En el lenguaje habitual delirar es prácticamente sinónimo de locura, sinrazón, desvarío o pérdida de realidad.


“Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás”

-Albert Einstein-

La definición más conocida y citada es la que ofrece Jaspers en su Psicopatología General (1975). Para Jaspers, los delirios son juicios falsos, que se caracterizan porque el individuo los mantiene con gran convicción, de manera que no son influenciables ni por la experiencia ni por conclusiones irrefutables. Además, su contenido es imposible.


Para identificar a un delirio como tal deberíamos tener en cuenta el grado en el que la experiencia se ajusta a los siguientes puntos:


  • Se mantienen con absoluta convicción.
  • Se experimentan como una verdad evidente por sí misma, con una gran trascendencia personal.
  • No se dejan modificar por la razón ni por la experiencia.
  • Su contenido es a menudo fantástico o cuanto menos intrínsecamente improbable.
  • Las creencias no son compartidas por los otros miembros del grupo social o cultural.
  • La persona está preocupada con la creencia y le resulta difícil evitar pensar o hablar sobre ella.
  • La creencia es fuente de malestar subjetivo o interfiere con el funcionamiento social de la persona y con sus ocupaciones.

En suma, los delirios se caracterizan por ser conceptualmente muy complejos, y quizá por ello resulta tan difícil “encerrarlos” en una definición.





¿Qué tipos de delirios existen?

Uno de los aspectos que más se ha trabajado en el tema de los delirios es el de su clasificación. Así, los delirios se han distinguido en función de la forma que adquieren y del contenido de la experiencia que contienen.


Tipos de delirios según la forma

Desde el punto de vista formal, la distinción que se realiza clasifica a los delirios en delirios primarios o “verdaderos” y delirios secundarios.


Delirios primarios

Los delirios primarios o verdaderos no tienen su origen en una experiencia anómala previa, es decir, no se puede delimitar claramente su origen. Se caracterizan porque una vez que irrumpen en la conciencia del individuo, este va a explicar buena parte de todo lo que le sucede desde el delirio.


La persona es inquietantemente consciente de que se ha producido un cambio en el significado del mundo y de las cosas. Todo parece cambiado, diferente, y esto a su vez lleva a sentimientos terribles, difíciles de describir y más aún de explicar. La explicación no suele ser comprensible para quienes le escuchan.


“Ningún gran genio se dio sin una mezcla de locura”

-Séneca-

Se han postulado cuatro tipos de delirios primarios (Jaspers, 1975):




  • Intuición delirante. Por ejemplo, un paciente cae en la cuenta de que las siglas de su nombre, Emilio Albéniz de Darco, significan “Eres El Asesino de Dios”.
  • Percepción delirante. Por ejemplo, un paciente, al mirar su nombre escrito en el buzón de su casa se “da cuenta” de que la policía secreta lo ha identificado como el enemigo público número uno.
  • Atmósfera delirante. Consiste en la experiencia subjetiva de que el mundo ha cambiado de un modo sutil pero siniestro, inquietante y difícil o imposible de definir.
  • Recuerdo delirante. Consiste en la reconstrucción delirante de un recuerdo real, o bien en que, de pronto, el paciente “recuerda” algo que es claramente delirante. Por ejemplo, “recuerda” que es el hijo de Dios.

Delirios secundarios

Los delirios secundarios son comprensibles psicológicamente. Se producen como consecuencia del intento por parte del paciente de explicar una experiencia anormal.


Por ejemplo, un paciente acaba de experimentar una alucinación (dice que ha escuchado una voz muy profunda que le hablaba como si fuera su padre). Esta experiencia suele ser bastante extraña y anómala. Así, es muy probable que nadie se asombre si la explicación que ese paciente nos da de ella resulta asimismo extraña y anómala. Puede decir que ha sido elegido por Dios para salvar al mundo, por ejemplo.





Tipos de delirios según el contenido

El contenido de los delirios puede ser bastante variado y existe una amplia variedad de este tipo de clasificaciones. Aquí vamos a recoger la clasificación más utilizada, la propuesta por el DSM.


Delirio de ser controlado

El sujeto experimenta que sus sentimientos, impulsos, pensamientos o acciones no son propios. Los vive como impuestos por alguna fuerza extraña e irresistible. Por ejemplo, la persona siente que le mandan mensajes desde el televisor que le dicen que tiene que salvar a la humanidad.


Idea delirante corporal

Su contenido principal se refiere al funcionamiento del propio cuerpo. Por ejemplo, el cerebro está podrido, una mujer está embarazada a pesar de estar en la menopausia, etc.


Idea delirante de celos

Supone la convicción delirante de que la pareja sexual es infiel, a pesar de no haber pruebas evidentes a favor.




“Cualquier preponderancia de la fantasía sobre la razón es un grado de locura”

-Samuel Johnson-

Idea delirante de grandeza

Su contenido implica una exagerada valoración de la importancia, el poder, el conocimiento o la identidad personales. Puede ser de naturaleza religiosa, corporal o de otra clase. Por ejemplo, el individuo que cree que es Napoleón Bonaparte.


Idea delirante de pobreza

El sujeto cree que ha perdido o perderá todas o casi todas sus posesiones materiales.


Idea delirante de referencia

Consiste en que los acontecimientos, los objetos o las personas próximas del ambiente del sujeto tienen un sentido particular y no usual, por lo general de tipo negativo y peyorativo. Por ejemplo, una mujer está convencida de que los programas de radio van especialmente dirigidos a ella.


Idea delirante extravagante

Es una falsa creencia cuyo contenido es claramente absurdo y sin base real posible. Por ejemplo, un hombre cree que cuando le extirparon las amígdalas en la infancia le colocaron un dispositivo en la cabeza con cables a través de los cuales podía escuchar la voz del presidente del gobierno.





Idea delirante nihilista

Gira en torno a la existencia del yo, de los demás y del mundo. Por ejemplo, “el mundo se ha terminado”, “nunca más tendré cerebro” o “no necesito comer porque estoy hueco”.


Idea delirante persecutoria

Su tema central es la convicción de que una persona o grupo es atacado, acosado, engañado, perseguido o víctima de una conspiración. Por ejemplo, un paciente que cree que es perseguido por el FBI.


Delirio de culpa

El paciente se siente culpable y responsable de todo tipo de miserias. Por ejemplo, cree firmemente que el responsable del hambre en el mundo es él.


Delirio de Sosías o Síndrome de Capgras

El individuo cree que personas importantes en su vida están siendo usurpadas por un impostor, aun a sabiendas de que tienen la misma apariencia.


Delirio de amor o Síndrome de Clerembault

El paciente cree que alguna otra persona está locamente enamorada de él. Por ejemplo, una persona que cree firmemente que la princesa de España está enamorada de él.


Algunas curiosidades acerca de los delirios

El tema de los delirios es bastante espectacular y notorio. Debido a lo llamativo de los mismos, no suelen pasar desapercibidos. Así, hay algunos casos que han llegado a trascender, como son los siguientes:


El caso de “El pequeño Nicolás”

El joven Francisco Nicolás Gómez Iglesias está en libertad provisional por hacerse pasar por asesor del Gobierno y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con uso de documentación falsa. El informe médico forense, que recoge el auto de la jueza de instrucción número 24 de Madrid, ha observado en él “una florida ideación delirante de tipo de grandeza”.


El intento de asesinato de Ronald Reagan

El intento de asesinato de Ronald Reagan por parte de John Hinckley Jr. se consideró provocado por una ilusión erotomaníaca o delirio de amor, según la cual la muerte del presidente causaría que la actriz Jodie Foster declarase públicamente su amor hacia Hinckley.


El mundo del cine también ha sabido reflejar las ideas delirantes, apareciendo estas en multitud de películas. A continuación de dejo con dos de ellas:


Película “Take Shelter” (2011)

Un padre de familia normal y corriente empieza a ceder al miedo de un posible apocalipsis sin estar sujeto a ninguna explicación racional.





Película “The Witch” (2015)

Narra la vida de una familia de colonos norteamericanos que se trasladan a un asentamiento aislado en el bosque para empezar una nueva vida. El choque entre la presencia de una bruja en los alrededores de su casa y la fuerte fe religiosa de la familia hará que poco a poco vayan surgiendo ideas delirantes.


Como hemos visto a lo largo de este artículo, un delirio es una construcción mental compleja que se puede englobar debajo de un paraguas de características compartidas. Por otro lado, los delirios no dejan de ser una demostración del poder creativo de nuestra mente y de su necesidad de darle coherencia a la realidad que percibe, de manera que muchos delirios no dejan de ser la explicación más plausible que la persona encuentra para sus alucinaciones.

Por Francisco Pérez
 
4 signos de que eres una persona de carácter fuerte pero muy sensible



Cuando piensas en las características que componen a un individuo de carácter fuerte, ¿qué es lo que encabeza la lista? Probablemente cosas como la confianza, la determinación y la resiliencia, ¿no es así? Pero ¿qué hay de la sensibilidad? Una cosa no debe estar “peleada” con la otra puesto que somos humanos, y todas las emociones son válidas y también, la sensibilidad puede existir en individuos de carácter fuerte y viceversa.





Signos de que eres una persona de carácter fuerte pero muy sensible

Puede parecer un poco contra-intuitivo, pero las personas emocionalmente fuertes pueden de hecho, ser personas muy sensibles también. No es que un rasgo tenga que competir con el otro tampoco; ambos pueden coexistir para crear un individuo equilibrado y profundo.


¿Crees que podrías ser una persona fuerte pero sensible? Vamos a explorar algunos indicadores.


1. No tienes ningún problema en admitir que estás abrumado

La persona más fuerte no es necesariamente la que puede aguantar más estrés. De hecho, la persona más fuerte es a menudo el que conoce sus límites en cualquier momento dado y baja su ritmo cuando estos límites son alcanzados.


Esto, de hecho, hace a ese individuo más fuerte a largo plazo. No sufren tantos colapsos como aquellos que carecen de sensibilidad y la autocomprensión que viene con ella.






¿Resuena esto contigo? Seguramente eres emocionalmente fuerte pero altamente sensible.


2. Buscas conexiones reales

Las personas altamente sensibles desean conectarse profundamente con otras personas. Cuando combinas eso con una personalidad emocionalmente fuerte, se obtiene a alguien que no tolerará conversaciones sin importancia durante mucho tiempo.


No tienen ningún problema en abrirse sobre opiniones políticas y sobre valores. Si un pretendiente o un amigo potencial es vacilante para hacer lo mismo, esa persona probablemente no irá más allá de la etapa del “conocimiento” en los ojos de un individuo altamente sensible y emocionalmente fuerte.





3. Tienes estándares muy altos y no tienes miedo de hacerlos cumplir

Mientras que una persona altamente sensible puede de hecho tener estándares altos, y no tienen miedo de hacerlos cumplir. Sus tendencias empáticas significan que hacen todo lo posible para comprender de dónde vienen las personas. Desafortunadamente eso significa que tiene que lidiar con muchas bajas actitudes.


Pero cuando se combina la alta sensibilidad con la fuerza emocional, ninguna basura va a volar sobre el mundo de esa persona. El individuo altamente sensible pero fuerte sabe lo que merece y ellos saben qué hacer cuando no lo están recibiendo.


4. Dices las cosas como son

Las personas altamente sensibles encuentran muy fácil sentir las emociones de otros. En una fiesta, saben quién se siente excluido y saben quién fue herido por lo que ‘este o aquel’ dijo.



Cuando surgen conflictos, la fuerza emocional otorga a esa persona altamente sensible, la confianza necesaria para expresarse con imparcialidad y exactitud. Así es que ¿te identificas como un individuo altamente sensible, pero de carácter fuerte? Ciertamente llevas mucho equilibrio a tu alrededor.

Por Tay Cuéllar
 
Abuelos que cuidan a sus nietos dejan marcas en el alma


Puede que los abuelos sean un pilar fundamental en la vida de todo niño, pues ¿qué sería de la vida sin la complicidad de estos seres con vasta experiencia sobre la vida? Es común encontrar en ellos amor y compresión, uno diferente al que se halla en los padres.



Desde el momento del nacimiento, los nietos y los abuelos tienen un vínculo especial, es un amor diferente el paternal, pues para estos “ancianitos” de cabellos plateados, los hijos fueron la práctica perfecta para detectar los errores y los nietos son la forma de corregirlos.


Actitudes de los abuelos hacia sus nietos

Consentir es uno de los verbos que caracterizan a los abuelitos, ellos están repletos de amor y mimos para sus nietos, incluso hasta después que dejan de ser bebés. Es típico encontrar el apoyo entre los brazos de los abuelos, cuando los padres intentan ser duros con los chicos, los abuelos siempre hallan la manera de ponerse del lado del nieto para que las cartas salgan a su favor.


Más empatía con el niño

Los abuelos no suelen ser realmente estrictos con los nietos, como lo fueron con sus hijos, al parecer es una tarea más paternal, lo que les permite generar mayor empatía con ellos. La experiencia de abuelos, lleva siempre a que los más jóvenes acudan a ellos en busca de consejos sabios, siempre tienen una solución a todo y lo mejor es que siempre tendrán una buena historia o anécdota que contar acerca de cualquier tema.



Tienen la palabra justa






Son muy buenos narrando cuentos y tienen la paciencia de un ejército de mamás, por lo cual, en general, los nietos sienten mayor tranquilidad y confianza al compartir con sus abuelitos. Es por ello que se dice que los abuelos dejan huellas en el corazón, ya que tienen la enorme capacidad de posicionarse en ellos desde el momento en que el niño llega al mundo, con muestras de afecto y apoyo incondicional.


Todos alguna vez, pasaron tardes, días y noches enteros con sus abuelos, quizá comiendo la receta secreta de la abuela o escuchando las historias del abuelo, el hecho es que tienen una forma especial de cuidar a las próximas generaciones.


El cariño es expresado de manera tal que puede sentirse a kilómetros, es por ello que el deseo más inmenso es hacerlos eternos, algunos tienen la posibilidad de convertirse en bisabuelos y es genial ver como los hijos de esos nietos los aman aún más.


El amor entre nietos y abuelos

De todas las formas de amor que existen puede que el amor de abuelos y nietos sea uno de los más hermosos, genuinos e incondicionales. La infancia está llena de recuerdos, de esos momentos que siempre llevan como estandarte la felicidad y que precisamente están auspiciados por los abuelitos.



Los esperados regalos del abuelo, la cena de navidad de la abuela. Sencillamente brindan una atención excepcional, difícil de igualar, los padres claro son una pieza indispensable, pero una vida sin abuelos tendría un vacío, solo quien sabe y conoce el amor de un abuelo, entiende lo imborrable que éste será en sus vidas.


Incondicionales y sabios




Siempre listos para brindar apoyo, subir el ánimo, curar heridas, secar lágrimas, desbordar sonrisas y regalar consejos; prestos para cualquier situación, ellos siempre querrán tener cerca a sus nietos, consentirlos y mimarlos es básicamente una de las tareas principales escritas en el reglamento de los abuelos.


La complicidad, es una características intrínseca, siempre están dispuestos a complacer los mayores caprichos de sus pequeños, dulces, juguetes y un ratito más antes de dormir, son secretos que se guardan el uno al otro, que quedan grabados en la memoria y se recuerdan cada vez con una sonrisa, pues recordar es volver a vivir esos momentos.

Por Martin Garello
 
10 señales de que la ley de la atracción está funcionando para ti





La ahora muy popular idea llamada “La ley de la atracción” indica que puedes atraer experiencias o personas negativas o positivas a tu vida, basada en tus pensamientos e intenciones, pero sin descuidar los esfuerzos que hagas trabajando para conseguirlo.





Lo que tú piensas eventualmente y aquello en los que estás enfocado se manifestará en tu vida. Por lo tanto, si estás centrado en los problemas, tendrás más de lo mismo. Si te centras en las soluciones y las cosas buenas para tu vida, encontrarás más oportunidades.


Nuestros pensamientos siempre han creado nuestra realidad, y el concepto no es realmente nuevo. Sin embargo, hay que hacer un alto aquí, y comprender algo fundamental, el enfoque y la intención sin trabajo no sirve de nada, las cosas no aparecen por arte de magia, sino que debemos realizar esfuerzos para conseguirlo.


Signos de que la ley de atracción trabaja para ti

Hay algunas señales que pueden indicarte que estás manifestando lo que anhelas en tu vida, y eso puede ser visible incluso por los demás.


Estás dispuesto a los cambios

Te encuentras en una situación en la que aceptas los cambios, y no te resistes a los mismos. Probablemente ya has notado que la vida siempre cambia, y también sabes que puedes luchar contra ello o simplemente aceptarlo, sabiendo que aceptar es un trabajo costoso pero el que trae menos cargas a tu existencia.




Cuando te resistes al cambio, sólo recreas más de las mismas experiencias negativas en tu vida porque no puedes dejar ir el pasado. El cambio sucede por una razón, por lo general, para eliminar la negatividad de nuestras vidas y reemplazarlo con personas positivas y experiencias que necesitamos en este momento para tener otros resultados.


Sabrás que la ley de atracción funciona porque te sientes abierto y listo para el cambio, porque sabes que te ayudará a aprender y crecer en tu camino.


2. Tienes mejor calidad de sueño

Puede parecer una extraña confirmación de que la ley de la atracción funciona en tu vida, pero quedarse dormido con facilidad significa que tienes menos cargas de estrés.


No tienes tantos pensamientos que te mantienen despierto por la noche, y finalmente has encontrado la paz en tu vida. Cuando las personas logran metas y sienten verdadera felicidad en su corazón, tienden a tener mucho menos problemas para quedarse dormidos por la noche.



3. Estás más enfocado en el presente




Sabes que tus pensamientos crean tu realidad cada día, por lo que mantienes tu atención hacia el ahora para no estar muy enfocado ni en el pasado ni muy acelerado pensando en el futuro.


No podemos atraer lo que queremos hacia el pasado ni hacia el futuro; en el pasado solo podemos obtener recuerdos que es posible que consigamos verlos de otra manera para perdonar y perdonarnos, pero no podemos manifestar nuevas situaciones allí, y en el futuro solo podemos anhelar, pero debemos trabajar en el presente para conseguir ese futuro que soñamos; Sólo tenemos el ahora en este momento, por lo que tenemos que trabajar estando presentes.


Si estás en esta situación, quizás hayas dominado el arte de vivir en el presente, y debido a esto, tienes una conexión más fuerte con el universo y todos sus misterios.


4. Tienes claro lo que quieres para tu vida

Tienes los objetivos claros y sabes lo que quieres en la vida y vas por ello a pesar de saber que el camino se va forjando a medida que avanzas. Debido a esta certeza en lo que quieres y anhelas, el “universo” puede ayudarte más fácilmente en el camino, sin embargo, y en otras palabras, estás atrayendo a tu vida lo que necesitas porque sabes perfectamente lo que quieres y trabajas en ello.


5. Te sientes feliz

La ley de la atracción funciona basándose en los pensamientos, las intenciones y los esfuerzos que establezcas para ello. Por lo tanto, si emites energía positiva y realizas tareas con buen ánimo, es probable que te sientas mejor en tu vida cotidiana. Si te has estado sintiendo más alegre y libre últimamente, entonces la ley de atracción probablemente está funcionando a tu favor.


6. Tienes paz en tu corazón

Aunque la felicidad es ciertamente importante en la vida, tener paz es igualmente vital. Una vez que comiences a trabajar con la ley de la atracción y hagas tu parte en mejorar tu vida (trabajar en lo que quieres, no quedarte de brazos cruzados esperando que sucedan milagros) comenzarás a encontrar paz.



Todo comienza con mejorar tu vida, cambiar para bien a la persona que vez el espejo, y tomar medidas para lograr tus deseos. Sigue siempre tu corazón, y encontrarás paz en el despliegue de tu destino.


7. Encuentras muchas puertas abiertas

Mientras que todo el mundo se ocupa de los obstáculos en sus vidas, tú has comenzado a notar cada vez más puertas abiertas. Te sientes más ligero, más sano, más feliz, y sigues atrayendo a las personas y lugares adecuados en tu vida. Comienzas a notar que lo bueno en tu vida finalmente eclipsa lo malo.


8. Has mejorado tu intuición




Si has dominado la ley de la atracción en tu vida, notarás una sensación creciente de sabiduría.


Esto significa básicamente que estarás más en sintonía contigo mismo y con la vida, y empezarás a entender lo que realmente necesitas para convertirte en el amo de tu vida. Te moverás a través de la vida con facilidad, usando tu intuición para guiarte por el camino.


9. Tienes más éxito financiero

Si la ley de atracción está trabajando en tu vida, notarás más oportunidades para conseguir oportunidades de generar dinero. Quizás finalmente consigas ese contrato de grabación con el que has estado trabajando tan duro, o tu propio negocio comienza a funcionar realmente. Cualquier cosa es posible, siempre y cuando tengas las intenciones correctas y nunca te rindas en tus esfuerzos, pero debes trabajar en ello, no quedarte esperando.


10. Comienzas a vivir la vida que siempre has deseado

Podrás notar que comienzas a manifestar tus sueños y deseos a un ritmo mucho más rápido. Enfocas tus intenciones en lo que quieres, y no dejas de retener esa frecuencia hasta que lo logras. A medida que construyes el impulso y empiezas a crear una vida que amas, la ley de atracción continuará bendiciéndote con más abundancia, felicidad y alegría.


Probablemente has visto algunos cambios importantes en tu vida recientemente, y todo parece finalmente estar cayendo en su lugar para ti.


Por Martin Garello
 
10 consejos para dejar ir el pasado y abrazar el futuro.


“Dos monjes estaban en una peregrinación. Un día, llegaron a un río profundo. A la orilla del río, una mujer joven se sentó llorando porque tenía miedo de cruzar el río sin ayuda. Ella rogó a los dos monjes que la ayudaran. El monje más joven le dio la espalda. Los miembros de su orden tenían prohibido tocar a una mujer.


Pero el monje más viejo cogió a la mujer sin decir una palabra y la llevó a través del río. Él la dejó en el otro lado y siguió su camino. El monje más joven fue tras él, a regañarlo y reprenderlo por romper sus votos. Continuó haciéndolo por todo el día.


Por último, al final del día el monje mayor se volvió al más joven. “Yo sólo la cargué para cruzar el río. Tú has estado cargando con esto durante todo el día.”




Dejar ir puede ser difícil. Dejar ir a la gente, ideas, expectativas, deseos, ir dejando malos hábitos, creencias falsas y relaciones no saludables … y la lista sigue. Cada día, cada momento es una oportunidad para crearnos de nuevo a nosotros mismos, hacer caso omiso del equipaje del pasado, abrirnos a la posibilidad del momento y tomar medidas para crear un futuro increíble.




Aunque podemos entender esto intelectualmente, saberlo y vivirlo son dos cosas muy diferentes.


Esta es una lista de 10 cosas para poner en marcha para dejar ir:


1. Medita. Encuentra quietud, respira. La meditación es acción. Nuestra mente es mucho más difícil se aquietar que nuestro cuerpo. Nuestras vidas son ocupadas y de un ritmo rápido, lleno de ruido y distracciones externas. La claridad viene del silencio. La meditación, incluso en pequeñas cantidades, permitirá la inserción de los siguientes 9 pasos.

2. Comprender. Tómate el tiempo para reflexionar sobre tu propia historia como un tercero interesado sin juicio: simplemente observa. Entiende que no eres tu pasado. Comprende que las situaciones y los patrones y las personas en tu vida crearon tus experiencias, no te crearon a ti. Conocer y entender tu pasado y algunos de sus patrones te ayudará a reconocer por qué te aferras y repites las conductas autodestructivas. El entendimiento crea conciencia, la conciencia te ayuda a romper el ciclo.




3. Aceptar. Acepta tu historia y la gente que ha sido parte de tu historia, acepta tu situación y recuerda que ninguno de estos te definen. La aceptación es el primer paso para dejar ir y dejarte ir libre. Aprende del monje en la historia: llevar amargura, ira o rencor, a nadie carga más que ti mismo.


4. Vacía tu taza. Consciente y activamente trabaja en dejar ir de tu historia, tus juicios e ideales, las cosas materiales, todas tus cosas. No tienen ningún valor real. Ellos no te hacen más fuerte, más sano o más poderoso, y la creencia en ellos es una ilusión. Derrama tus expectativas de cómo, quién, dónde y qué debes ser, ya que, eso, también, es parte de una historia que te detiene de simplemente ser. Una vez que sueltas esta historia y vacias tu taza, tu propósito de vida se abrirá y podrás fluir mejor.


5. Alinearse. Toma un momento (o varios) para anotar lo siguiente:


a. El centro de tus creencias / valores


b. Tus metas de la vida


c. Las acciones que se están tomando para alcanzar dichos objetivos.


Desde aquí, tomar una mirada honesta a tus creencias / valores y determinar si se alinean o no con tus objetivos y acciones. Si no es así, pregúntate: ¿es el momento de crear nuevas creencias básicas, establecer nuevas metas o emprender una acción nueva? Qué medidas debes tomar para alinear tus acciones con tus creencias con el fin de alcanzar tus metas. Escribe 3 acciones que tomarás esta semana para conseguir ponerte en movimiento.



6. Flexibilidad. Puede parecer paradójico desprenderse de los resultados, las metas establecidas y aún trabajar para ellas. Pero si eres flexible – es decir, estás dispuesto a dejar de lado el resultado final – la alineación de los objetivos y el propósito verdadero con el bien común, es la acción justa. Se flexible, permite que el camino se desarrolle, abriendote a las oportunidades. Se flexible y fluye con la corriente de la vida.


7. Contribuye. Cuando te encuentras lamentándote sobre tu pasado o enojado acerca de tu presente o cavilaciones acerca de tu futuro, encuentra una manera de hacerle el día mejor a alguien. Con una sonrisa a alguien al pasar, abriendo una puerta, llevando un poco de comida para el necesitado: estas acciones simples pueden tener un impacto duradero y ayudarte a poner tu situación en perspectiva. Contribuir al bienestar de los demás es la mejor manera de alinearse con tu verdadero yo.


8. Cree en ti mismo. Cree en tu propósito. Cree que aferrarse, de hecho no hace nada, pero evitar ese propósito.


9. Ama el proceso. Diviértete. Juega, se alegre y positivo. Dale poder a la positividad. Ámate a ti mismo, ama a los demás y ama esta vida. Hay un regalo para desenvolver cada día, para contemplar con nuevos ojos y emocionarse.


10. Sé agradecido. Sé verdadero. Una vez que hayas tomado todas estas acciones, sólo sé.

Por Martin Garello
 
La envidia un veneno crónico que mata nuestra motivación cada día




Seguramente alguna vez habrás sentido esa envidia, celos o molestia al ver la foto de alguien (en instagram, facebook u otra red social), y sentiste que algo de golpeaba ligeramente. Antes de que lo sepas, has estado acechando a esta persona durante horas, tratando de entender mejor su vida. “Tiene un gran cuerpo, está de viaje siempre, visita lugares que yo ni en sueños veré”, y demás pensamientos llenos de envidia vienen a ti cada vez, y te hacen sentir fatal.





De un momento a otro, tu vida da un giro y no sabes como terminaste en este círculo vicioso de compararte, de tratar de entender y de catalogar a los demás en ciertos estereotipos para que no te afecte tanto. Este ego que sale a nuestro encuentro, y nos pone en evidencia como humanos que somos, nos puede afectar más de lo que nos damos cuenta, tal como un veneno nos desmotiva y nos aplasta sin que nos demos cuenta de cuáles fueron esos detonantes.


Entendiendo la envidia

La envidia es considerada como uno de los 7 pecados capitales, pero ¿qué es realmente? Los celos en sí mismo, son una emoción mordaz que nos hace sentir amargados e incluso odiosos hacia una persona, la conozcamos o no. La envidia tiene que ver con sentirse infeliz con la felicidad de otra persona. Sea éxito profesional o personal, cuando ves sus logros, comienzas inmediatamente a compararlos a los tuyos.


Curiosamente, la envidia nos ayudó a evolucionar como una especie. Se trata de la competencia y la comparación social que nos obliga a auto-evaluarnos. En un escenario saludable, veríamos el éxito de alguien y encontraríamos motivación para emparejar sus logros. Pero cuando se trata de la envidia, en cambio queremos lo que esa persona tiene y lo deseamos tanto que nos sentimos infelices e incluso enojado por ello.


Los escenarios de la envidia no solo se reducen a lo que ves en las redes sociales, puede sucede en cualquier ámbito de tu vida. A veces sentimos que tenemos derecho a estar celosos o tener “envidia de la buena”, pero otras veces, no podemos justificar nuestros sentimientos.




Los daños que produce la envidia

Así que todos somos culpables de envidiar a los demás, esto no nos hace mejores ni peores que nadie. Pero aquí está el problema: cuando permites que ese sentimiento impregne todos tus pensamientos o emociones hacia ese individuo o hacia ti mismo, pierdes de vista tu propia realidad.


Cuando sólo puedes concentrarte en lo que esas otras personas están haciendo de sus vidas, incluso muchas veces sustentado por tus propias creencias de que así es la vida de los demás, fallas en darte cuenta de que la tuya sólo se ve más oscura porque estás de pie bajo una nube de lluvia.


Sólo tienes una vida, la tuya, y si la pierdes comparándote con otras personas y sintiéndote envidioso de todas las cosas que tienen, no tendrás espacio para la motivación porque estarás tan consumido con toda esa negatividad.


Cómo detener la envidia y usarlo como un impulso motivador




No tienes que experimentar la envidia en un nivel tan negativo. Hay maneras de ver las cosas que la gente está haciendo y verlo como un impulso motivador en lugar de un sentimiento que nos aplaste.


En primer lugar, evalúa tus reacciones

Cuando ves a un amigo cercano lograr algo grande, ¿sientes envidia, o celebras sus logros? Alternativamente, si algo malo sucede, como una pérdida de trabajo o una prueba fallida, ¿Te compadeces de ellos, o celebras que tu vida es mejor que la suya?


Elige tus prioridades

Si pasas la mayor parte de tu tiempo con personas que valoran objetos materialistas y el estatus social, no pasará mucho tiempo antes de que estés compartiendo sus mismos valores. Esto se convierte en una necesidad constante de tener lo mejor entre esas personas y cualquier otra persona que encuentres. Pero esto es algo agotador, poco realista y muy superficial. Hay tantas cosas importantes para ocuparse en esta vida. que preocuparte por mantener falsos ídolos es una verdadera pérdida de tiempo.


En lugar de compararte con otros, compárate con tu yo pasado

Es tan fácil quedar atrapado en la ilusión de que todo el mundo parece tener lo mejor. Son más delgados, más bonitos, más exitosos, más felices … pero no sabes nada de eso con seguridad. En lugar de quedar tan envuelto en la idea de que eres menos que ellos, compárate con algo tangible: tu yo pasado.



Si miras a tu pasado, descubrirás que has logrado mejorar tu versión y que quizás estés más cerca de lo que piensas de aquello que anhelabas hace años. Seguramente habrás aprendido lecciones y también habrás sabido elegir mejor tus amistades y con quien estar, alejándote así de la gente tóxica.


Mantén la comparación saludable y personal, no fantástica y amargada. Cuando comparas el presente con tu propio yo, ves el progreso que has hecho y ganas la satisfacción. Esto no puede generarte envidia, al contrario, te hará sentir feliz y podrás concentrar mejor tus energías en lograr otras metas.





Ponte en los zapatos de los demás

Una frase que seguramente habrás leído es aquella que dice: “Cuando alguien juzgue tu camino, préstale tus zapatos.”


La idea del dicho es simple: alguien puede parecer que lo tiene todo, pero a puertas cerradas, podrían esconder luchas y sacrificios que ni te imaginas. Aunque nunca se puede saber realmente lo que alguien puede estar pasando en secreto, todavía puedes tratar de imaginar lo que sería estar en lugar de ellos. Si te conviertes en la persona que envidias, imagina lo que sería (lo bueno y lo malo).


Si reduces a los demás solamente a sus logros, solo estás viendo una cara de la moneda, y la realidad de esa persona a la que envidias es totalmente ignorada, por lo tanto, estarás envidiando una ficción y no a alguien real.


Si te liberas de la carga de la envidia, y eres capaz de transformarlo en un impulso para enfocarte más en tu vida presente, no solo tendrás la oportunidad de lograr todo aquello que deseas, sino que eliminarás de tu vida una carga innecesaria de dolor, preocupaciones y estrés que son realmente en vano.

Por Martin Garello
 
7 signos de que no te dejas manipular fácilmente por nadie




A veces, deseamos pensar siempre que, en el fondo, todo el mundo tiene buenas intenciones. Por desgracia, probablemente no es cierto. Muchas personas están dispuestas a usarte y pasar sobre ti si ven que te pueden manipular fácilmente y conseguir lo que quieren. Cuando se trata de un manipulador profesional, a menudo no te das cuenta de lo que ha sucedido hasta que es demasiado tarde.





7 signos de que no te dejas manipular fácilmente

¿Con qué frecuencia eres manipulado por otros? ¿Eres demasiado confiado? ¿Puedes ver las malas intenciones de una persona a kilómetros de distancia? Sigue leyendo porque más abajo podrás saber si eres de las personas que no te dejas manipular fácilmente.


1. Demandas respeto hacia tu persona

Las personas que disfrutan de manipular a otros a menudo buscan objetivos con baja estima. Saben que es más fácil conseguir lo que quieren de alguien que no le importa actuar como el felpudo a otros. Si eres alguien que se mantiene firme y exige respeto de quienes te rodean, es probable que no te dejes manipular fácilmente por personas con malas intenciones.


2. No tienes miedo de expresar tus opiniones

Si estás dispuesto a expresar tus opiniones y explicar tus necesidades a los demás, sabes que no vas a llegar muy lejos en la vida si no te expresas. Cuando se trata de un manipulador, se alejan de cualquier persona que no tiene miedo de subir por sí mismo. Esto demuestra que eres capaz de dar prioridad a tus necesidades y comunicarte para poder satisfacer tus necesidades.




3. No tienes miedo de decir que no

Los manipuladores buscan a los que tienen miedo de decir que no. Se dirigen intencionadamente a personas que están dispuestas a estar de acuerdo sin hacer demasiadas preguntas. Si no tienes miedo de decirle a alguien cuando te sientes incómodo o simplemente no estás dispuesto a estar de acuerdo, lo más probable es que estés a salvo de aquellos que quieren usarte para salir adelante.




4. Estableces las consecuencias

Un manipulador a menudo pondrá a prueba tus límites para ver hasta dónde pueden empujarte. Al establecer límites y explicar las consecuencias de cruzar la línea, usted está exigiendo respeto y hacer saber a la gente que no se puede manipular.


5. Usas el tiempo a tu favor

Cuando alguien está tratando de manipularte, podría exigir una respuesta inmediata o acción inmediata con el fin de ejercer presión sobre ti. Si eres capaz de usar estos momentos para distanciarte del manipulador y te niegas a ser intimidado, el manipulador probablemente retrocederá.


6. Tú tomas la acción

Los manipuladores apuntan a personas pasivas porque son más fáciles de controlar. Si estableces metas y toma medidas, no es probable que seas un objetivo. Saber lo que quieres e ir tras de eso asusta a las personas que quieren manipular.


7. Enfrentas a los que intentan manipularte

Los manipuladores juegan su juego porque son buenos en ello. Han tenido éxito usando a la gente para salir adelante. Ser capaz de reconocer a alguien que está tratando de usarte y ser lo suficientemente fuerte como para enfrentarlos, va a “pararlo en seco”. Si estás dispuesto a enfrentarlo, no volverán a molestarte.

Por Tay Cuéllar
 
¿Qué es la pornosexualidad?



Se estima que un 66% de los hombres y un 41% de las mujeres ven una película pornográfica, al menos una vez al mes. Algunos de ellos entran en la pornosexualidad y esto les impide, cada vez más, construir relaciones íntimas genuinas.

Las relaciones entre los seres humanos están cada vez más mediatizadas. Esto es, que ya no se accede al otro mediante una experiencia directa de encuentro, sino a través de algún medio que sirve como vínculo. En otras palabras, entre un ser humano y otro cada vez es más frecuente que medie algún dispositivo. La era de Internet masificó un fenómeno que ha alcanzado proporciones dramáticas y que ha dado forma a otro tipo de fenómenos, como el de la pornosexualidad.


El consumo de por**grafía existe desde hace muchísimo tiempo, pero las nuevas tecnologías han terminado facilitando en grado extremo el acceso a esos contenidos. Esto es lo que ha dado lugar a lo que se denomina pornosexualidad, o una apuesta por la por**grafía como eje de la sexualidad individual.




Al respecto no hay estadísticas plenamente confiables, ya que se trata de un tema que no todos reconocen. Sin embargo, según un estudio denominado Brain Structure and Functional Connectivity Associated With Pornography Consumption, que fue publicado en una revista de la Journal of the American Medical Association, el 66% de los hombres y el 41% de las mujeres ven por**grafía al menos una vez al mes. Ahora bien, no está claro cuántos de ellos caben en la categoría de pornosexualidad.


La por**grafía es al s*x* lo que el Mcdonal’s es a la comida. Una versión plástica y genérica de la realidad”.


-Gail Dines-




La pornosexualidad y la postmodernidad

Uno de los rasgos más relevantes de la postmodernidad es una explosión de diversidades en el terreno de la sexualidad. Las manifestaciones en este ámbito se han convertido en un amplio abanico. Para todo el mundo cada vez resulta más claro que hay múltiples maneras de vivir la sexualidad y que todas ellas son perfectamente respetables.


Lo que no está muy claro es si la pornosexualidad es una opción, una tendencia o un problema. En estricto sentido, los pornosexuales son aquellas personas que única y exclusivamente alcanzan satisfacción sexual cuando ven por**grafía. No hay otra manera en la que logren experimentar verdadero placer. No son usuarios ocasionales de películas triple X, sino que el por** es el referente esencial para vivir su sexualidad.


En términos postmodernos y aperturistas, esto no sería sino una expresión más de esa amplia diversidad que hay en la actualidad. Desde el punto de vista psicológico surge la pregunta de si esta conducta no es una forma de rehuir a las relaciones reales. De ser así, no es una expresión libre como tal, sino un mecanismo que enmascara un problema.






Los problemas asociados a la por**grafía

Todo parece indicar que hay una espiral ascendente en el uso de la por**grafía. Se comienza como espectador ocasional y luego, poco a poco, el comportamiento se torna repetitivo. Para muchos llega un momento en el que solo pueden disfrutar de la sexualidad a través de la por**grafía. Aparentemente el por** va entumeciendo el deseo y el disfrute de una pareja real.


La por**grafía crea situaciones sexuales de manera artificial. Esta artificialidad no es inocua, ya que condiciona elementos tan importantes y mediatizadores como son las expectativas. Además, despojan a la sexualidad de las contradicciones que involucra una relación de pareja auténtica. Por lo tanto, para quienes tienen dificultades en sobrellevar los altibajos de la intimidad, el por** puede terminar convirtiéndose en un sustituto de las relaciones sexuales.


La pornosexualidad estanca el desarrollo psicosexual. Para tener pareja y conseguir una intimidad satisfactoria es necesario cultivar y desarrollar habilidades sociales y dimensiones psicoafectivas. En muchos casos, la relación obsesiva con la por**grafía impide que se produzca esa evolución.




Un tema que se debe tomar en serio

Hay estudios en los que se plantea que la por**grafía tiene el potencial suficiente como para modificar la estructura y el funcionamiento del cerebro. Esto, debido a que al ver una película para adultos hay fuertes descargas de dopamina. Cuando hay un estímulo que provoca este tipo de respuestas, el riesgo de desarrollar una adicción se incrementa de manera notable.


De la misma manera, la exposición frecuente a la por**grafía hace que se modifique el centro de recompensa del cerebro. Esto lleva a que cuanto más se observa por**grafía, menor sea el placer que produce. El efecto es exactamente el mismo de una adicción, es decir, que cada vez se necesita consumir más para obtener un nivel de placer similar al que se obtenía antes.


Lo más preocupante es que la pornosexualidad priva a las personas del contacto íntimo directo con otros seres humanos. El otro es sustituido por una pantalla. Esto puede ocultar un miedo a construir relaciones de pareja genuinas, a la vez que alimenta dicho miedo. Y como toda conducta de tipo adictivo, a largo plazo termina dando forma a un pozo del que no será sencillo salir.


Por Edith Sánchez
 
Neuronas espejo, por**grafía y riesgos


Nunca como en este tiempo los seres humanos habíamos tenido acceso a una especie de por**grafía a la carta. Es una de las líneas de mayor consulta en Internet. Todos, jóvenes, viejos e incluso niños, podemos acceder a una página para adultos sin prácticamente ninguna restricción. Incluso quienes nunca se habían sentido atraídos por la por**grafía, han aumentado la curiosidad por este tipo de contenidos.


Dejando de lado las consideraciones morales que muchos puedan tener al respecto, lo cierto es que las experiencias por** están haciendo surgir nuevos interrogantes sobre el comportamiento humano. Es un hecho que ha aumentado el número de adictos a la por**grafía. Y, al parecer, también está cambiando el comportamiento de los no adictos.





Las neuronas espejo y la por**grafía


Las neuronas espejo fueron descubiertas accidentalmente en 1992, por el científico Giaocomo Rizzolatti y su equipo. Como el nombre lo indica, este tipo de células hacen que una parte del cerebro funcione como un espejo. Los investigadores trataban con monos y pudieron establecer que las reacciones cerebrales eran similares al realizar un acto, o ver que otro lo realizaba.


Este mecanismo de espejo se verifica en el caso de la por**grafía. Quien ve imágenes de un acto sexual en video, no experimenta las escenas como si fueran ajenas. En realidad, las reacciones de su cuerpo y de su mente indican que el observador percibe todo como si fuera el protagonista de la situación. En ese caso, el cerebro no discrimina lo real de lo imaginario. Quien está viendo por** no mira s*x*, sino que tiene s*x*. Al menos así lo registra su cerebro.




En un estudio realizado en la Universidad de Cambridge, por el Dr. Valerie Voon, se compararon las reacciones cerebrales de un grupo de hombres adictos a la por**grafía, con otro grupo que no padecía esa dependencia. El resultado fue que el grupo sano se excitó viendo las imágenes, pero el grupo adicto tuvo una excitación dos veces superior. Esto pone la adicción a la por**grafía en el mismo nivel de la adicción al alcohol o a otras drogas psicoactivas.


Los riesgos

La adicción es solo una de las consecuencias del consumo frecuente de la por**grafía. En el caso de las personas que no están en ese nivel de dependencia, también se presentan efectos indeseables.




Los videos por** presentan imágenes básicamente ficticias. Se representan técnicas, posturas y situaciones sexuales que rara vez corresponden a las prácticas comunes. Por eso otro de los riesgos del uso intensivo de la por**grafía es que muchos de los espectadores dejan de sentir excitación sexual en situaciones reales.


Frente a una película con muchas equis, la realidad puede resultar decepcionante. Y la pareja real puede estar muy por debajo de las capacidades que parecen exhibir las estrellas por**. El cerebro demanda estímulos más intensos para dejar brotar el deseo sexual.


Lo más preocupante es que la sexualidad comienza a orientarse hacia lo que algunas corrientes de psicología llaman “el acto puro”. Este se refiere a ese tipo de acciones básicas, que están precariamente dotadas de significado y, por lo mismo, se tornan compulsivas y angustiantes. No dan cabida al erotismo, en el sentido amplio del término, sino al acto físico y escueto.


El usuario frecuente de los sitios por** es también alguien que, sin que sea muy evidente, se va tornando bastante solitario. Suele suceder que en principio se acuda al por** en pareja, pero con el tiempo se convierta en una práctica privada.


Quizás por todo ello, alguien describió el mundo actual como un terreno en el que seres solitarios y deprimidos se esconden de la realidad detrás de una pantalla.

Por Edith Sánchez
 
Amores en la edad madura: almas de otoño que conectan



Los amores en la edad madura están filtrados por la experiencia vivida y la serenidad del corazón. Hablamos de almas otoñales que se encuentran en el crepúsculo de una etapa donde entender el amor, ya no como una conquista o una invasión, sino como una conexión basada en la alegría, la ternura y la complicidad. Son relaciones (habitualmente) honestas que dan paso a una etapa maravillosa.


A menudo suele decirse aquello de que el verdadero amor nos espera en la madurez. Sin embargo, cabe decir que no es del todo cierto. En ocasiones tendemos caer en el error de querer establecer comparaciones continuas sobre todas nuestras experiencias vitales, cuando la realidad es un poco más simple. Existir es al fin y al cabo saber apreciar todo aquello que acontece en cada etapa, agradecer cada vivencia de juventud, con sus aciertos y sus errores y disfrutar a su vez de cada regalo que nos ofrece la madurez.




“El amor maduro significa unión a condición de preservar, preservar la propia integridad y también la individualidad del otro”


-Erich Fromm-


Cada ciclo nos permite recibir todo aquello que nos llega de un modo particular. Cuando somos jóvenes apenas ponemos filtro alguno y nos abrazamos con inmensas ganas e infinita energía a todo lo que nos encontramos en nuestro camino. Somos como intensas tormentas de verano. Más tarde, uno se va volviendo más selectivo, más cauto, en nosotros queda aún el perfume de esos estíos intensos pero preferimos ya brisas más tibias, de esas que huelen a calma, a tardes luminosas y playas tranquilas.


Los amores en la edad madura no renuncian ni mucho menos a la jovialidad o a la inocencia, pero lo que no desean ya es caer en antiguos errores. Saben de sobra que las parejas no son medias naranjas, sino más bien “naranjas y manzanas”, personas que llevan a cuestas experiencias diversas y a veces muy distintas. Almas con su propia individualidad que desean por qué no, darle una nueva oportunidad al amor… Profundicemos en los amores en la edad madura.






Los amores en la edad madura, cuando envejecer es sinónimo de felicidad

Alberto y Maite cuentan con más de 60 primaveras sobre sus hombros y hoy han decidido dar el paso: vivir juntos. No faltan las voces críticas de alguno de sus hijos: seguro que es simple interés económico, dice uno. Solo buscan apagar la soledad, dicen otros. Es un capricho, se atreve a decir uno por lo bajo, seguro que en unos meses vuelven a sus cosas, a sus libros, a sus viajes, a sus nietos…


Sin embargo, ni a Alberto ni a Maite le importan demasiado todas esas críticas y esa opiniones. No están para esas cosas, las arrugas y las cicatrices, aunque empañen un poco la piel, revisten de fortaleza el corazón y la voluntad. Lo que van a hacer lo llevan a cabo con conocimiento de causa. No son niños, la madurez no confiere ingenuidad, sino sabiduría de la buena. Además, sus mochilas emocionales y experienciales guardan infinitas vivencias como para hacer de esa decisión un simple arrebato, un mero capricho.


Ese amor otoñal, más allá de lo que piensen los hijos y de todas esas miradas que observan pero que no ven, no sabe de egoísmos ni necesita demostrar nada a los demás. Porque nada es artificial en ellos, sus pensamientos, sus propósitos y sus caricias son tan sinceras que es la luz de la verdad la que les ilumina, es un sentimiento tan completo, que les llena la cabeza, las manos y el corazón.






Por otro lado, hay un dato que seguramente nuestra pareja protagonista ya sabe. Gran parte de la población más joven tiene asociada la clásica idea de que la madurez o esa etapa más otoñal de nuestro ciclo vital es sinónimo de pasividad y resignación. Es como si el amor o la pasión tuviera fecha de caducidad, como si fuera territorio vetado para quien pinta canas, para quien deja atrás más vida de la que tiene por delante.


“El amor joven vive del entusiasmo, el maduro de la armonía”


Es un error, de hecho, si hay algo que nos está enseñando la psicología positiva es que la curva de la felicidad alcanza su pico más elevado en esta etapa. Un momento donde el amor se vive de una forma mucho más clara, más limpia.


La nueva línea del tiempo y la importancia del amor

El amor en la edad madura confiere un reposo más que satisfactorio a la persona. No es un fuego que quema la piel, sino un río que nos lleva en un paseo de descubrimientos en pareja, ahí donde seguir creciendo, experimentando y alimentando un nuevo tipo de felicidad. Porque más allá de lo que algunos escépticos puedan creer, es en esta etapa donde por término medio, se experimenta un mayor bienestar psicológico.


Los economistas Blanchflower y Oswald realizaron un interesante estudio donde concluyeron que en realidad, la percepción del bienestar y la satisfacción personal se vive con mayor intensidad en la infancia y en la edad madura. La felicidad representada a lo largo de nuestro ciclo vital tendría por tanto forma “U”, alcanzando un primer pico en la niñez y un segundo llegando la cincuentena.




Queda claro, no obstante, que cumplir años no es sinónimo de ganar en madurez psicológica. El equilibrio emocional tampoco es algo normativo, sin embargo, una buena parte de la población que entra en el otoño de sus vidas lo hace con una integridad excepcional y con una actitud maravillosa.


Son personas que no se limitan a acumular años, sino a alimentar las ganas y las ilusiones. Son hombres y mujeres que se han conquistado a sí mismos, que tienen carisma y esa alquimia donde combinar la sabiduría con la esperanza, la serenidad con la pasión y el deseo con la humildad.


Los amores en la edad madura quizás no sean tan efusivos como el primer amor de adolescencia, pero serán sin duda mucho más fructíferos, más satisfactorios.

Por Valeria Sabater
 
Resiliencia, ser fuerte a pesar de las tormentas




Hay personas que se caracterizan por su gran capacidad de resiliencia. Precisamente son aquellas que tienen como arma su capacidad de seguir a flote ante las dificultades y como principal sostén la visión de la dificultad como aprendizaje.


Ellas saben que la inmunidad al sufrimiento es imposible y comprenden que las tormentas que hacen a nuestros días oscuros también son oportunidades para sobreponerse. Por lo que se arman de valor y continúan, teniendo como mantra proseguir para crecer, a pesar de las adversidades.




“Cuando hay una tormenta, los pajaritos se esconden pero las águilas vuelan más alto”.


-Mahatma Gandhi-


Ser resiliente en el día a día

La resiliencia es un concepto que ha adquirido gran relevancia en los últimos años. Sobre todo desde aquellas perspectivas, como la psicología positiva, que están más interesadas en investigar cuáles son las características que les permiten a las personas superar una adversidad, dejando en un segundo plano la comprensión de aquellos factores que aumentan la probabilidad de un trastorno mental.


Ser resiliente desde la psicología es ser capaz de afrontar la adversidad y salir fortalecido.




Cuando hablamos de resiliencia solemos pensar en hechos traumáticos, como la pérdida de un ser querido, sobrevivir a un accidente o a situaciones de maltrato… Pero en nuestro día a día también se dan situaciones complejas que tenemos que enfrentar. No hace falta que suceda una catástrofe, superar cualquier dificultad cotidiana como hacer frente a las críticas, conseguir superarse o comenzar el día con una sonrisa tras una época de tristeza también es ser resiliente.


Todos tenemos nuestras propias batallas con las que lidiar y nuestros propios recursos para hacerles frente de una manera u otra, tan solo hay que descubrirlos.




Características de las personas resilientes

Hay personas que son resilientes porque han tenido un ejemplo de resiliencia a seguir, como sus padres o un hermano, pero otras han aprendido a lidiar y sortear las piedras del camino por sí solas: han aprendido a partir del ensayo y error, se ha hecho fuertes a partir de sus propias cicatrices.


Esto nos indica que la resiliencia es una habilidad que todos podemos desarrollar y por lo tanto, practicar. Para ello, es necesario gestionar adecuadamente nuestros pensamientos y emociones. Encauzarlos por el canal que nos dé más control sobre ellos es fundamental.


A continuación te contamos algunas de las principales características de las personas resilientes para que puedas comenzar a entrenarlas.


1. Saben adaptarse a los cambios

Las personas resilientes tienen como los juncos la capacidad de ser flexibles cuando el viento azota con fuerza. Saben que ir en contra de las circunstancias las hará perder energía y optan por tener una mente abierta ante las diferentes opiniones y circunstancias.


Se desprenden de sus viejas creencias, prejuicios e inseguridades para vestirse con nuevos trajes que les acompañen en los momentos de cambio. Pero no se adaptan por resignación sino porque saben que existen otros mundos diferentes que no por ser distintos son erróneos.


“El agua lo vence a todo, porque se adapta a todo”.




-Lao Tse-





2. Se apoyan en sus fortalezas

Las personas resilientes se conocen. Saben qué es aquello que les hace daño y les molesta y comprenden que el soporte fundamental de su bienestar depende de cuidarse a sí mismas. Las personas resilientes saben identificar sus debilidades pero también sus fortalezas para ponerlas en marcha cuando sea necesario.


Utilizaran sus ganas de luchar, su motivación, su esfuerzo y sus habilidades como los cimientos para seguir adelante. Pero, sobre todo, se respetan a sí mismas y se tienen en cuenta porque saben que conocerse es el paso fundamental para crecer y establecer relaciones sanas con los demás.


“Cada persona es una isla en sí misma, en un sentido muy real, y solo puede construir puentes hacia otras islas si efectivamente desea ser él mismo y está dispuesto a permitírselo”.


-Carl Rogers-


3. Saben que aceptar es necesario para avanzar

Las personas resilientes saben que la aceptación es la compañera aliada del avance y el cambio. Porque solo cuando aceptamos lo que nos ocurre podremos comenzar a trabajar para mejorarlo. De otra manera, si lo negamos lo único que hacemos es darle más fuerza.


Las personas resilientes saben que aceptar es comprender y afrontar, no darse por vencidos.





4. Consideran que nadie es inmune al sufrimiento

Ser resiliente no quiere decir que una persona no tenga heridas, sino que a pesar de ellas la situación adversa le ha sido instructiva de algún modo. Ha sido capaz de aceptar el dolor y en lugar de sumergirse en él, ha optado por aprender.


Las personas resilientes saben que escudarse y protegerse del dolor no siempre va a funcionarles, ya que huir las alejaría de la posibilidad de comprender qué les sucede y seguir creciendo.


Como ves, ser resiliente puede aprenderse y entrenarse. De hecho, tendría que ser una enseñanza fundamental en las escuelas. Siempre vale la pena aprender estrategias para mejorar y seguir creciendo y la resiliencia es esa capacidad que nos permite ser fuertes a pesar de que el viento azote con fuerza, adaptándonos lo mejor posibles a los baches que conforman las pérdidas, las decepciones, los traumas y los fracasos.


Tu también eres resiliente, no lo olvides ¿o es que no has superado ninguna dificultad o situación en tu vida? Piensa y recuerda en aquella vez que fuiste valiente y a pesar del miedo, te lanzaste a la piscina…

Por Gema Sánchez Cuevas
 
El poder del cariño


No me des pastillas para la ansiedad o para la depresión… No me recetes el último antidepresivo del mercado. Trátame con cariño, tú serás mi doctor, el doctor de mi alma. Dame un abrazo, un beso o una palabra pero solo si es desde el corazón… no me valen los sucedáneos…

Tú dices que eres mi amigo pero yo nunca te encuentro ni en tus palabras, ni en tu ausente mirada. Y él que nunca se ha jactado de serlo, sin embargo lo he encontrado en sus dulces palabras y en su limpia mirada”.




“Con demasiada frecuencia subestimamos el poder del tacto, una sonrisa, una palabra amable, un oído atento, un cumplido honesto, o el más pequeño acto de cariño, todos ellos tienen el potencial de convertir la vida de nuestro alrededor”


-Martin Luther King-


El cariño sin duda es una de las mejores medicinas

¿No has sentido alguna vez que entrabas a una consulta médica y que salías peor de los que entrabas? o por el contrario, ¿no saliste de una consulta médica pensando que ya estabas curado? y todo dependió en gran medida en la actitud del médico que te atendía.


Todo fue gracias al tacto, a la humanidad y al cariño que te demostró ese doctor en una de las situaciones que más vulnerable uno se siente, la enfermedad. Sin duda, la cura de la enfermedad no se consigue sólo con tratamientos o con pastillas, el cariño sin duda, es buen acompañante.


Pero no solo los médicos, todos podemos ejercer de doctores del alma y también del cuerpo para con los demás, con nuestra actitud. De hecho, está demostrado que las emociones positivas relajan, producen bienestar, ralentizan la presión arterial, mantienen nuestro estómago y nuestras defensas a punto, y todo eso se refleja en nuestra salud.






Por el contrario, las emociones negativas se traducen en dolores intestinales,migrañas, ansiedad, insomnio y en definitiva, un sistema inmune debilitado… Por eso sin duda, una de las mejores medicinas es el cariño junto a las emociones positivas.


Un largo abrazo, un bonito halago, un “cuenta conmigo” dicho desde la sinceridad, ayudan a tu alma y tu cuerpo. Ya lo decían los romanos "Mens sana in corpore sano". Si nos ayudan un poquito y nosotros también ayudamos, podemos conseguir que esta frase se haga realidad cuando más lo necesitamos.


Pero, ¿dónde puedo encontrar el cariño?

El cariño ni se compra ni se vende. No podemos exigir a los demás que nos den dosis de cariño que no sienten, ni tampoco podemos dar nosotros si realmente no nos sale de lo más profundo de muestro interior. Pero todos tenemos la capacidad de dar cariño cultivando la empatía y el altruismo.




Todos podemos recibir cariño, muchas veces de la manera más inesperada y de quien menos pensábamos, confía en ellos


Tu intuición, una poderosa arma que nos ayuda a encontrar mil soluciones, te ayudará también a percibir donde puedes encontrar el cariño. De todas formas, te ofrecemos unos pequeños consejos para descubrir el cariño allí donde vayas.


1. Rodéate de personas que te aprecien

Rodéate de personas que sabes que te aprecian de verdad. Que te saben escuchar y que te entienden. Reíros juntos. La risa es una poderosa medicina que además nos une en los malos momentos.


2. Hazte amigo de los niños

Si empatizas, los niños te ofrecen un cariño y un amor de una forma pura, sincera y altruista. Muchas veces, se establecen lazos invisibles con los niños cargados de grandes dosis de amor y empatía.


3. Acércate a los ancianos




Los ancianos son pozos de sabiduría. Te hablan desde la experiencia y si te fijas, dentro de ellos existen una especie de abuelos para todos nosotros. Si charlas con ellos, sentirás como te acogen como otro de sus nietos.




Habla con esos ancianos especiales que andan cercanos de nosotros y que están dispuestos a ayudarnos. Además se sentirán útiles y tú también los ayudarás haciéndoles entender que te sientes muy bien a su lado.


4. Acércate a la gente positiva

Los buenos vecinos y amigos. Hablar con gente buena, cruzar unas palabras, un “hola ¿cómo estás?” con quien tú sabes que puedes, te ayudará. No es bueno estar aislado tanto tiempo.


Y lo más importante, desprende en tu día a día, dosis de cariño, regala amor a los demás… Porque muchas veces, tan solo hace falta dar

Por Sofía Hidalgo
 

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