Estos terroristas tienen otra concepción de la vida que nada tiene que ver con los que hubo en otras naciones como Italia,Irlanda, Colombia y España. El terror que provocaron fue el mismo, me atrevo a decir, pero las mentalidades de estos nuevos terroristas son de una cultura basada en la violencia extrema, en el desprecio de la vida humana, del bien, de la verdad, de la belleza, la creación. Destruir monumentos históricos de siglos de antigüedad, considerar a la mujer como objeto,explotar a niños (literalmente), adoctrinar para odiar, despreciar sus propios orígenes.
Es el mal encarnado en personas que pueden matar de todas las formas aberrantes y espeluznantes. Son psicópatas y encima fanáticos que desprecian a Occidente pero recurren y codician elementos típicos de nuestras culturas. Su ideología política es nula, es más fácil para ellos reaccionar como animal rabioso que reflexionar, son jóvenes y adultos vacíos adecuados para manipular y ser manipulados.
Como ciudadanos que nos enfrentamos a este horror tendremos que idear medidas para ponernos a salvo dentro de lo posible, para estar alertas en los espacios públicos, para observar cualquier comportamiento extraño de terceros...parece poco frente al horror porque estos criminales no se detienen por nada, lo importante para nosotros es conservar la vida.
