Asesinos en serie

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Tipos de asesinos en serie
admin 30 octubre, 2017 7
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Diversas son las propuestas que los expertos han emitido para clasificar a los asesinos seriales. Y es que resulta claro que todo depende de los criterios a elegir, pudiendo clasificarse a los asesinos seriales según su zona de influencia, el orden con que llevan a cabo sus crímenes, las motivaciones que los impulsan a matar, etc. Sin embargo no todas las clasificaciones son igualmente útiles para el investigador criminalista, de modo que a la larga solo unas cuantas tipologías siguen vigentes.

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CLASIFICACIONES EXISTENTES MÁS DIFUNDIDAS

1-Por zona de influencia
1.1-Viajeros

1.2-Locales

1.3-De lugar específico



1-Por zona de influencia.
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La clasificación por zona de influencia se basa en la o las zonas en que el asesino serial ejecuta sus crímenes. Designa, por decirlo de algún modo, las determinantes de sus posibles áreas de acción.

1.1-Viajeros: Estos asesinos no tienen un lugar fijo o un área determinada en la cual operar, suelen viajar miles de millas para cometer sus crímenes, teniendo así un teatro de operaciones potencialmente indeterminado. Ejemplos de ellos son: 1) el Monstruo de los Andes (Pedro Alonso López), quien asesinó en Perú, Colombia o Ecuador, 2) Daniel Camargo Barbosa, quien mató en Colombia y, dentro de Ecuador, cobró víctimas en distintas ciudades.

1.2-Locales: Estos asesinos tienen un área de operaciones fija, pero amplia sin embargo; pudiendo ser, para que se entienda la amplitud de su radio de acción, una ciudad entera o incluso o una provincia o estado (como California en USA).

1.3-De lugar específico: Estos también tienen un área fija, pero es mucho más pequeña que en el caso de los asesinos “locales”: una casa, el lugar de trabajo, etc.

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2-Según sus procedimientos:
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La clasificación según los procedimientos es una de las más importantes pues, detrás de sus distintas subcategorías, hay múltiples e importantes patrones propios del perfil del asesino. Está basada en el grado de orden con que lleva a cabo sus asesinatos, incluyendo no solo el crimen en sí sino los lapsos de tiempo que, en el antes y el después del asesinato, están estrechamente ligados al mismo; por ende, remite a cuestiones como si existe o no planificación previa, que tan ordenada es (si existe) esa planificación previa, si hubo o no hubo ocultamiento de evidencias, si el asesinato como tal siguió o no siguió un método elegido para buscar ciertos fines, etc…

2.1-Organizados: Estos asesinos son los que elaboran planes, ocultan pistas, buscan momentos propicios para sus crímenes, no suelen improvisar en la manera de matar a sus víctimas y están atentos al entorno social para prevenir cualquier posible amenaza a sus proyectos criminales. En general, en ellos son comunes las siguientes características: nunca son tontos, teniendo así un coeficiente intelectual de 105 (100 es la media) en adelante, con un 113 en promedio y siendo de 105 a 120 el rango en que sus inteligencias suelen estar (pueden tener más de 120, como ya quedó claro); en su mayoría son socialmente bien vistos; suelen estar casados o tener pareja; se desplazan para cometer sus delitos; elaboran planes; siguen las noticias; tienen una o más armas previamente designadas para sus asesinatos; usualmente conocen o siguen a sus víctimas; eliminan pruebas; suelen ser fetichistas (guardando objetos o partes de sus víctimas, teniendo fotos de las mismas, etc); habitualmente vienen de la clase media o media-alta; en general no tienen problemas para socializar o vincularse al s*x* opuesto

2.2-Desorganizados: El asesino desorganizado no es cerebral ni calculador, suele ser un individuo impulsivo, violento, no elabora planes y es descuidado a la hora de ocultar evidencias (no las oculta) o elegir el momento de los crímenes. A diferencia de los organizados y algunos mixtos, estos asesinos nunca tienen una inteligencia superior a la media pues, de ser así, su psicología les obligaría a tener, por autoconservación, un mínimo de orden y prudencia. Las características que se observan en estos asesinos son: escasa inteligencia, con coeficientes intelectuales ubicados entre 80 a 95; son socialmente ignorados o mal vistos; suelen vivir solos y no tener pareja; vive y trabaja cerca de los lugares en que asesina; no hace planes; no sigue las noticias; usualmente no tiene un arma preestablecida para sus crímenes; no suele conocer a sus víctimas y no las sigue; no elimina pruebas; no es fetichista; suele venir de las clases sociales baja y media-baja; tiene problemas para socializar y vincularse al s*x* opuesto.

2.3-Mixtos: Los asesinos mixtos presentan combinaciones coherentes de rasgos del asesino serial organizado y del desorganizado, en general son asesinos que, en cierta fase de su carrera criminal, actúan organizadamente, mientras que en otra actúan desorganizadamente; o bien, a lo largo de su carrera de asesinos o en cierto periodo de la misma, manifiestan un orden parcial, no total, incluyente de ciertos rasgos del asesino desorganizado. Estos son minoría, pues en general o son organizados o son desorganizados.

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3-Según la motivación de sus asesinatos
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3.1-Visionario: En este tipo de asesino serial es donde más abundan los esquizofrénicos. Estos asesinos reciben el nombre de “visionarios” porque su visión de la realidad está teñida por el delirio y la fantasía, dentro de los cuales suelen colarse seres irreales surgidos en la dinámica de las alucinaciones visuales y auditivas. Usualmente creen cosas absurdas como que son otra persona (la encarnación de Hitler, por ejemplo), como que entidades sobrenaturales (Dios, el Diablo, ángeles, demonios, espíritus, etc) les hablan y les impelen a cometer asesinatos, etc. Las fantasías en torno al yo son frecuentes en estos asesinos, así como también las teorías (“visiones”, si se quiere) delirantes y extravagantes. El ejemplo perfecto del asesino serial visionario es Herbert Mullin: oía voces, alucinaba y tenía una teoría extraña según la cual, a través de los sacrificios humanos, se podía disminuir la probabilidad de grandes desastres naturales (terremotos sobre todo); así, él se veía a sí mismo como un visionario que estaba en el deber de proporcionar sacrificios humanos (a través de sus asesinatos…) para evitar un terremoto en California.

3.2-Misionero: Estos asesinos creen que tienen una misión y que esa misión comporta librar al mundo de personas “indeseables”: judíos, negros, prost*tutas, lesbianas, homosexuales, etc. Así, muchos de ellos se ven como sanadores de la sociedad o purificadores. Según los estudios, la mayoría de estos asesinos son psicóticos. Un gran ejemplo de esta clase de asesino es el neo-nazi Joseph Franklin, el cual mató a muchísimos negros y judíos ya que deseaba “limpiar el mundo” de gente que consideraba inferior.

3.3-Hedonista: El asesino hedonista busca el placer y la gratificación como fines de sus asesinatos. Pero aquellas pueden ser de distintas naturalezas, originando los siguientes subtipos:

3.3.1-Lujuria: Estos asesinos matan en vistas a obtener gratificación sexual. En ellos pueden darse patologías como la necrofilia o el sadismo. Dependiendo del caso, el asesino encontrará el placer sexual en el asesinato mismo, en cosas que hace con el cadáver luego del asesinato o en el abuso (aquí entra el sadismo, yendo de la simple violación a cosas mucho peores como la tortura) de su víctima viva, siendo estos solo los casos generales. Un buen ejemplo de esta categoría es Daniel Camargo Barbosa, quien violó y mató a 71 chicas vírgenes: en su caso, el asesinato no era lo que proporcionaba el placer sexual sino lo que garantizaba la posibilidad de su repetición pues, según declaraciones del propio delincuente, principalmente asesinaba para evitar que su víctima lo delatase. Otro ejemplo, ya en el caso de lo monstruoso, es el del homosexual Jeffrey Dahmer, quien invitaba (ofreciendo bastante dinero) a chicos a ver por**grafía o sacarse fotos pornográficas, luego los drogaba, los estrangulaba hasta matarlos y, ya muertos, tenía s*x* con las víctimas y se masturbaba encima de sus cadáveres…

3.3.2-Búsqueda de emociones intensas y adrenalina: Estos asesinos seriales buscan la excitación emocional, las emociones intensas, la adrenalina. Para ellos, matar resulta divertido y estimulante. Suelen ser grandes sádicos que disfrutan no solo del dolor sino del terror de sus víctimas, sin embargo sus asesinatos generalmente carecen de un aspecto sexual. El asesinar adquiere en ellos, hasta cierto punto, el carácter de una adicción emocional, es por eso que, a diferencia de otros tipos de asesinos, no pueden permanecer mucho tiempo tranquilos sin acabar con vidas humanas, dejando por ello periodos no largos de tiempo entre uno y otro crimen. La psicología de estos trastornados se ve con claridad en cartas como la del Asesino del Zodíaco (se desconoce aún la identidad real); dice así un fragmento de un mensaje suyo: ‹‹Me gusta matar gente porque es mucho más divertido que matar animales salvajes en el bosque, porque el hombre es el animal más peligroso de todos. Matar algo es la experiencia más excitante. Es aún mejor que acostarse con una chica.››

3.3.3-Beneficio material (lucro y confort): Los integrantes de esta categoría asesinan como un medio para conseguir dinero o bienes materiales (la herencia de un apartamento, por ejemplo). Aquí, las víctimas suelen ser miembros de la familia del asesino o conocidos cercanos. Generalmente tras cometer un asesinato, esperan periodos de tiempo relativamente largos para evitar levantar sospechas entre los integrantes de su familia y círculo social y entre los agentes de la ley. Difiriendo de otros tipos de asesinos, éstos prefieren utilizar el envenenamiento (el arsénico es una elección frecuente) en vez de la violencia propia de los disparos y las puñaladas. Algo muy importante es que ésta es la categoría en que se ubican la mayoría de las asesinas en serie. Es entonces muy significativo que, siendo en USA el porcentaje de asesinas en serie de un 2% y en el resto del mundo máximo hasta 24%, la inmensa mayoría de asesinas seriales tenga por finalidad de sus asesinatos el beneficio material, tal y como mostró un estudio hecho por Eric Hickey en 1997, según el cual el 75% tenía por motivación al lucro…Un ejemplo escalofriante de este tipo de asesinos es la española Enriqueta Martí, asesina serial española del siglo XIX e inicios del XX. Ella, aprovechando que en su época la tuberculosis y otras enfermedades no tenían cura con medicina tradicional, fabricaba eficaces remedios para esos males, pero esos remedios estaban hechos nada más y nada menos que con los cadáveres frescos de los niños (que no pasaban de 9 años) que asesinaba. Aprovechaba todo: la sangre, los cabellos, los huesos (que pulverizaba); y los mezclaba ingeniosamente, en pomadas y otras fórmulas que vendía a grandes precios, precios que casi siempre eran gustosamente pagados por gente de clase social alta que sabía de la eficacia de los remedios de Enriqueta, aunque ignoraba su macabra composición…

3.4-Poder/Control: Estos asesinos usualmente fueron abusados, maltratados, subyugados y dominados durante su infancia. Es así frecuente hallar en ellos una sensación de impotencia que busca ser saneada a través de la obtención de un sentimiento de poder y control. De ese modo, se satisfacen en saber que tienen el poder para decidir sobre la vida y la muerte de su víctima; y, evidentemente, gran parte de su gratificación está también en saber que sus víctimas saben que ellos tienen ese poder. Por eso, estos asesinos adoran torturar a sus víctimas y demorar la muerte de las mismas, ya que si las matan inmediatamente, no consiguen experimentar a plenitud el poder y el control. En este marco, las violaciones y torturas sexuales son abundantes; pero, y esto es de suma importancia, el fin primero de aquello no es el placer sexual (aunque lo obtengan) sino el sentimiento de dominación que eso les da, gozando así más con la contemplación de la debilidad e impotencia de sus víctimas, que con el sufrimiento en sí mismo de ellas. El Doctor Muerte (Harold Shipman) ilustra a la perfección este tipo de asesinos. Él, aprovechando su posición de médico, elegía como víctimas a indefensas ancianas a las cuales les inyectaba mortales dosis de morfina, falsificando luego los informes médicos y diciendo que la paciente había muerto por causas naturales, un paro cardíaco, por lo general. Según se cree, llegó a matar a unas 215 personas. No lo hacía por sadismo, ni por interés económico (su posición económica era buena y no le interesaba mucho el dinero), ni por venganza: era todo por una morbosa atracción por la muerte pero, principalmente, por el gozo que le daba el tener el poder de decidir sobre la vida y la muerte de sus víctimas. Dijo por ello el forense John Pollar: “simplemente disfrutaba contemplando el proceso de morir y gozaba con el sentimiento de control sobre la vida y la muerte”

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4-Según su género:

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La clasificación de los asesinos por su género, aunque evidente, muestra significativos fenómenos sociológicos, psicológicos y culturales. Así, por ejemplo, sorprende que más del 70% de los asesinos seriales en el mundo sean de s*x* masculino…

4.1-Hombres: Según una publicación autorizada en una fuente seria como es la web del Dr. Mike Aamodt (profesor emérito del Departamento de Psicología de la Universidad de Radford), los datos indicaban, a la fecha del 07/10/2010 (última actualización de las investigaciones), que a nivel mundial el porcentaje de asesinos seriales masculinos era de 88.1%. Queda entonces patente que la tendencia al asesinato violento es algo propiamente masculino, aunque hay mujeres que caen en este patrón y son excepciones en su género. La razón estadística es evidente: el porcentaje de asesinos seriales masculinos es mucho mayor que el de asesinas seriales y, dentro de las pocas asesinas seriales, la mayoría emplean el método no violento del envenenamiento. Así, lo anterior sugiere que en el fondo de la cuestión está el hecho de que el hombre es mucho más proclive a la violencia física. Enumerando algunas causas posibles para ese hecho y por ende para el hecho de que haya más asesinos seriales que asesinas seriales, se tiene lo siguiente: 1) Biológicamente, el hombre tiene mucha más testosterona, hormona que lo predispone a un mayor índice de agresividad, 2) El hombre tiende a exteriorizar la tensión, lo cual puede expresarse en hostilidad; en cambio, la mujer tiende a interiorizar la tensión, pudiendo caer en la depresión, 3) El miedo es un mecanismo de control y la mujer, por su debilidad física y hasta cierto punto por condicionamiento cultural, tiende a autopercibirse en una situación desfavorable en cuanto a su potencial para ejercer la violencia física, experimentando así un miedo que se suma a una inseguridad inherente a la necesidad de protección-seguridad que históricamente la sociedad ha programado en ella; evidencia de esto, es el hecho de que el lucro sea lo que más motiva a asesinar a las mujeres, siendo que aquel lucro representa un potencial de protección material (la seguridad que tiende a buscar por su programación cultural). Por su parte, el hombre tiene mayor fuerza física y su programación histórico-cultural lo orienta hacia una percepción en la que masculinidad va de la mano con “fuerza” “emprendimiento”, “autosuficiencia” y otras características en esa misma línea.

4.2-Mujeres: Según la misma fuente —la web del Dr. Mike Aamodt— empleada para señalar el porcentaje de asesinos seriales, se tiene que el porcentaje mundial de asesinas seriales sería de 11.9%. Evidentemente las cifras son solo aproximaciones, pero es claro que todas las estadísticas disponibles muestran una divergencia cuantitativamente enorme entre el porcentaje de asesinas seriales y el de asesinos seriales, por lo cual ese 11.9% es bastante confiable. Ahora, explicar aquí por qué hay menos asesinas seriales resultaría fútil debido a que, en la explicación anterior de por qué hay más asesinos seriales, están implícitas las razones principales de la escasez de asesinas seriales. La clasificación que se verá a continuación es la más difundida para las asesinas seriales; sin embargo, se la ha criticado porque las subcategorías que contiene pueden, en algunos casos, presentar elementos (asesinas seriales) compartidos y, además, son todas ellas también aplicables a los hombres, de modo que se puede hablar de “viudos negros” o “depredadores sexuales”, por ejemplo.

4.2.1-Viudas negras: En promedio comienzan sus asesinatos después de los 25 años. Sus víctimas suelen ser sus esposos o compañeros (por esto el nombre), sus familiares y, en general, personas con las que han entablado una relación personal. Su método es el envenenamiento, lo cual representa, en comparación con otros métodos de asesinato, un obstáculo a la hora de incriminarlas. Su móvil suele ser siempre el beneficio material, el lucro principalmente. Un ejemplo significativo es Marie Besnard, asesina serial francesa de la primera mitad del siglo XX. Ella usó arsénico para matar a su marido, a su tía, a su abuela, a sus padres, entre otras personas. Sumando a eso su habilidoso talento para hacer trucos sucios, consiguió heredar considerables sumas de dinero de sus víctimas.

4.2.2-Ángeles de la muerte: Suelen empezar su carrera criminal después de los 21 años, siempre en una localización completa: un hospital, una clínica, etc. Su gran motivo impulsor es la sensación de poder y control que experimentan al decidir sobre la vida y la muerte de sus víctimas. Dos características esenciales que tienen son: primero, el tener una necesidad compulsiva de matar; segundo, tienden a usar sus crímenes para ser percibidas de manera positiva, ya sea como la típica enfermera que se conduele con los familiares del muerto, ya sea, por ejemplo, envenenándolos con un veneno que mata en varios días, para así cuidar de la víctima y aparentar gran bondad. Una sustancia bastante usada por estas asesinas es el cloruro potásico, con el cual pueden aparentar un paro cardíaco en la víctima. Un ejemplo es la inglesa Beverly Allitt, quien trabajaba en el Hospital de Grantham y mató a cuatro niños inyectándoles insulina, todo para luego congraciarse con los familiares de la víctima, fingiendo dolor y adoptando un rol de confidente, cosas que no se le hacían difícil puesto que era risueña y tenía un rostro de rasgos suaves e inocentes.

4.2.3-Depredadoras sexuales: Este tipo de asesinas seriales son extremadamente escasas. Sus asesinatos están siempre ligados a una búsqueda de satisfacción sexual vinculada a la muerte. Suelen ser mayores de 30 años y son mucho más frecuentes en Europa que en USA. Un ejemplo es la asesina británica Rosemary; quien, en compañía de su esposo Fred West, fue responsable por la muerte de 12 chicas jóvenes, incluyendo niñas. Ella, que tenía una libido desmedida y era bisexual, gozaba sodomizando (con consoladores u otros implementos) a las chicas y sometiéndolas a múltiples torturas sexuales.

4.2.4-Por venganza: Estas asesinas en general se inician luego de los 22 años, sus víctimas son gente cercana, presentan trastornos de obsesión y sus crímenes suelen motivarse en celos patológicos. Ellen Etheridge es un ejemplo perfecto de esta categoría: ella se casó con un millonario texano y tuvo 8 hijos; pero, no soportando que sus hijos le “robaran” el amor de su esposo, se decidió por asesinar con arsénico a cuatro de ellos.

4.2.5-Obtención de beneficio o provecho: Este es el tipo de asesina serial más frecuente. Ellas matan para obtener dinero o bienes materiales y sus víctimas son muchas veces gente cercana. Un caso destacable es el de Madame Popova, noble rusa que, entre 1879 y 1909, dirigió una agencia (creada por ella) para, por sumas razonables de dinero, liberar a las esposas de “maridos crueles”. Para eso, se valía de envenenadoras o de sicarios; y a veces, ella misma hacía el trabajo…En total, mató aproximadamente unos 300 hombres.

4.2.6-En grupo: En las asesinas seriales la tendencia a trabajar con uno o más cómplices es mayor que en los asesinos seriales. Por lo general se asocian con su pareja, aunque otras veces con una mujer. Un buen ejemplo lo conforma Catherine May Wood, quien mataba ancianos (asfixiándolos) con ayuda de Gwendolyn Graham, y posteriormente hacía el amor con él…

4.2.7-Asesinas que padecen algún trastorno en el momento de cometer el asesinato: Estas asesinas no simplemente tienen psicopatologías, sino que es la psicopatología lo que, en el plano de la motivación del impulso asesino, prima al momento del crimen. En todos los casos, el trastorno mental es de gravedad tal que afecta a la capacidad volitiva (la voluntad) e invectiva de éstas asesinas. Ejemplo en esta categoría es Janne Topan, quien confesó haber matado (con envenenamiento) 31 personas aunque se cree que mató entre 70 y 100. En su juicio de 1902, el análisis de los médicos determinó su insania mental, por lo que el jurado declaró que por su “locura” debía ser internada en un manicomio en lugar de recibir la condena que correspondería a un delincuente dueño de sus actos. Sus propias palabras evidenciaban lo trastornada que estaba. En la corte dijo: “esa es mi ambición: matar más gente que cualquier otro hombre o mujer que haya existido jamás”; complementariamente, algunas de las cuidadoras de enfermos que trabajaban con ella afirmaron haberle oído decir: “traiga algo de morfina, querida, y vayamos al pabellón. Usted y yo nos divertiremos muchísimo viéndolos morir”

4.2.8-Sin explicación: Como el nombre indica, en estos casos se desconoce la motivación de la asesina serial o su motivación no es agrupable en ninguna de las categorías anteriores. Un caso es el de la estadounidense Stella Williamson de 75 años, quien antes de morir dejó una nota para las autoridades: allí, hablaba de un tronco en el ático, el cual contenía los cadáveres de 5 recién nacidos…

4.2.9-No resueltos: En estos casos, simplemente acontece que no se sabe la identidad de la asesina serial, o no se sabe si se trata de una asesina serial pero se sospecha de la existencia de una detrás de los crímenes.
http://www.asesinos-en-serie.com/tipos-de-asesinos-en-serie/
 
estoy mirando Mindhunter en netflix, muy buena, habla de los asesinos en serie y su psicologia, la recomiendo.
 
Muy interesante la información que aportas. Gracias @Serendi por crear este hilo
Hola @Akukeny , buenos días.
Conocer la tipología de estos desalmados, nos sirve para prevenirnos, en lo posible, de ellos.
A través de las épocas suelen actuar, en mi opinión:
a) Por envidia.
b) Por celopatías.
c) Por avaricia.
d) Por arrebatos de todo tipo.
e) Por cosificación perversa del ser humano, con claro intento de suprimir y aislar el componente empático que nos permite relacionarnos en armonía, respeto, piedad y caridad.
f) Para tapar, crímenes de mayor entidad.
Enmascarándolos y queriendo que aparezcan como crímenes aislados, sin conexión con otros casos.
g) Por sorpresa...por que pasabas por allí, sin conexión de ningún tipo entre asesino y víctima.
h) Por frustración no asimilada.
i) Otros......

Buen finde a tod@s,
Serendi,
 
he encontrado esto también que parece muy interesante:

Características del Asesino
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Antes de mencionar las características de “serial killer” me gustaría hacer una diferencia entre este y los demás tipos de asesinos, por ejemplo:
El asesino en masa ataca personas en lugares públicos para luego suicidarse todo en un lapso de tiempo. El asesino a sueldo mata por dinero (su nombre lo indica) y por encargo.

En la tesis de doctorado Personalidad Psicopática Perversa Post-traumática, escrita por el Dr. Antonio Bruno, en el año 1958, el autor siguiendo el criterio de Regis, resume en cinco términos la sintomatología de este cuadro. Ellas son: Desafecto, amoralidad, impulsividad, inadaptabilidad e incorregibilidad. Analizaremos cada una de ellas:

1) Desafecto: ya desde niño se observa el desapego y el carácter disimulado. No manifiesta inclinación por nadie, permanece indiferente al afecto que se le brinda. Se observa en el perverso una completa pérdida de la afectividad que une a los hijos con los padres y a los hombres con sus semejantes. No como el afecto y no sólo es indiferente, sino que se burla cínicamente de ello. No hay en estos enfermos atisbos de reacciones emocionales. La frialdad emocional es su signo.

2) Amoralidad: padecen los perversos una insensibilidad moral más o menos completa, una falta de juicio moral y de noción de ética. Carecen, siguiendo a Schneider, de conciencia moral, ausencia de sentimientos morales, según Mira y López. Cabe mencionar aquí el llamado “síntoma de Lombroso”, por De Sanctis, consistente en la relación que habitualmente se encuentra entre la hipoalgesia de los tejidos o escasa sensibilidad al dolor físico y grave insensibilidad moral que llega hasta la inmoralidad.

3) Impulsividad: la pérdida del sentido moral permite comprender fácilmente que los instintos no poseen freno alguno. Además de la ausencia de sentimientos éticos altruistas, se aprecia como disturbio final afectivo una gran irritabilidad, que unido a la falta de sentimientos morales, lo impulsan a cometer las más grandes brutalidades y crueldades, llegando fácilmente a actos agresivos (homicidios, lesiones).

4) Inadaptabilidad: el perverso muestra ya sus primeros contactos sociales en disciplina, crueldad y manifiesta tendencia a la actividad delictiva. La inadaptabilidad aparece tempranamente en el medio familiar, se sienten, estos enfermos, molestos a la autoridad de sus progenitores. Durante el período escolar es un alumno detestable, incapaz de observar los reglamentos escolares. Por su mentalidad, no tiene estabilidad en un oficio o empleo. Por ello su vida comienza a desenvolverse al margen de la ley y de la sociedad. Detenidos van a la cárcel, puestos en libertad vuelven a lo mismo, es imposible corregirlos.

5) Incorregibilidad: puede desmembrarse de lo indicado como inadaptabilidad. En efecto, el perverso no puede recibir los beneficios de la reeducación, pues son incapaces de alcanzar las posibilidades de una readaptación social siendo insensibles al castigo o al premio. Gisbert Calabuyg y Sánchez Blanque refieren que Birbaun fue el primero que estableció características generales de las personalidades antisociales que serían las siguientes:

a) Desproporción entre los estímulos recibidos y las respuestas emitidas, es decir, el sujeto responde en forma exagerada ante un estímulo mínimo, mientras que otras muestran una falta evidente de reacción ante estímulos importantes.

b) Desarmonía entre los elementos que integran el carácter; con esto se quiere decir que el sujeto no mantiene un equilibrio entre su inteligencia, su afectividad, su vida pasional y su voluntad. Así dicen estos autores, las fantasías no resaltan controladas por la crítica racional, la voluntad cede ante la presión impulsiva, la afectividad está unas veces embotada y otras veces exaltada y a menudo es lábil, bruscamente cambiante o inconsistente.

c) Intolerancia psicofísica, es decir, son sujetos que se quejan de todo, por incapacidad para soportar desde las pequeñas incomodidades, hasta el dolor, o fenómenos naturales como los cambios climáticos.

d) Inadaptabilidad a la vida, ésta es la resultante de las características expuestas y que resulta de extrema importancia. En efecto, el sujeto no se encuentra a gusto en ninguna parte, empezando como lo destacan los autores citados, porque no se sienten bien consigo mismos. O bien se infravaloran o se sobrevaloran, o bien se idealizan a los demás o desean intensamente estar con ellos para que los apoyen o admiren, o bien rechazan bruscamente, los desestiman, los desprecian o los agreden. De allí el permanente malestar, la disforia, las discusiones con los demás, los muy frecuentes cambios de empleo, lugar de residencia, amistades y pareja.

e) Conducta antisocial. Aquí Birbaun se refiere a la conducta antisocial de cualquier personalidad psicopática y no a la que se denomina trastorno antisocial de personalidad, es decir al hecho de que el sujeto por su falta de control, su desarmonía personal, su intolerancia psicofísica, su impulsividad, etcétera, entra en frecuentes conflictos con los demás.

Asesino serial net nos señala lo siguiente:
De acuerdo a Steven Egger un asesinato serial se define por las siguientes características:

  • Un mínimo de 3 a 5 víctimas, con un periodo de tiempo entre un crimen y el siguiente
  • El asesino no tiene relación con las víctimas. Aparentemente el crimen ocurre al azar o sin conexión con los otros
  • Los asesinatos reflejan el sadismo del criminal, y su necesidad de tomar el control de la víctima
  • Raramente el asesino obtiene una ganancia material, el motivo siempre es de orden psicológico
  • Las víctimas tienen un valor “simbólico” para el asesino, esto se entiende tras ver que hay un método específico para matar
El asesino casi siempre escoge víctimas vulnerables, tales como prost*tutas, niños, etc

Segun los criminologos Sus matanzas normalmente son parte de una fantasía detallada que los lleva a un clímax en el momento de su arranque asesino. Los asesinos seriales generalmente matan a extraños con períodos de tranquilidad entre cada crimen. Muchos disfrutan de la sodomía (penetración anal, el canibalismo comer carne humana, la necrofilia tener s*x* con cadáveres o la ped*filia s*x* con niños y conservan como trofeos las partes del cuerpo, como muestra de la evolución de su trabajo.

Encontramos entonces varias ideas en común entre estos diversos autores pero, como si se tratara de una “nueva especie” el asesino en serie tiende a evolucionar (pero esos lo señalamos mas adelante), sus características son siempre cambiantes regularmente son personas de muy comunes en nuestra sociedad y es demasiado difícil identificarlos.

https://losasesinosenserie.wordpress.com/caracteristicas-del-asesino/


6 RASGOS QUE IDENTIFICANA UN ASESINO EN SERIE
26 DE OCTUBRE DE 2016

Ser capaces de reconocer a un serial killer es una de las principales preocupaciones de todo equipo de criminología. Si pueden establecerse unas características comunes a todos ellos, los investigadores lo tendrán más fácil a la hora de elaborar un perfil psicológico que les permita dar con ellos y evitar que sigan asesinando. Hasta el momento, esta tarea es una de las asignaturas pendientes de la criminología, pues no existe consenso entre los expertos respecto a qué rasgos identifican a un asesino en serie.
En este artículo analizamos los estudios más relevantes del presente y pasado siglo, para encontrar al menos las 6 características en las que parece existir mayor acuerdo.
En el libro Psicópatas criminales. Los más importantes asesinos en serie, el periodista especializado Carlos Berbell y el investigador de la policía científica Salvador Ortega afirman que, aunque son un misterio, todos poseen un rasgo común:

1. PADECEN UNA PSICOPATÍA O TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
“Un psicópata no es un enfermo mental –explican–, sino una persona que sufre una alteración de su conducta, que puede distinguir entre el bien y el mal y que elige, voluntariamente, el mal”.

2. LOS ASESINOS DE VARIAS VÍCTIMAS, QUIZÁS EN UN TIEMPO LIMITADO
En el libro Serial Killers and the Phenomenon of Serial Murder: A Student Textbook (2015), la directora del Centro de Terminología Aplicada de la Universidad de Birmingham, Elizabeth Yardley, define al asesino en serie como aquel criminal que mata a tres o más personas en un periodo de al menos 30 días, “motivado principalmente por la gratificación psicológica que estos crímenes le proporcionan”.

3. ESTÁN OBSESIONADOS CON EL PODER
Son individuos que necesitan mantener el control de la situación y por eso recopilan información sobre sus víctimas. Por su parte, Berbell y Ortega lo describen así: “todos persiguen un chute muy especial: la sensación de placer y de poder que les da el matar a un semejante con toda impunidad”.

4. POSEEN UNA PERSONALIDAD NARCISISTA
Suelen tener una inteligencia superior a la media, sobrevaloran sus habilidades y muestran una necesidad excesiva de llamar la atención y ser admirados. Son egoístas y sólo consideran sus propios deseos. Además, poseen un gran ego que les lleva a presumir de sus crímenes y a guardar trofeos.

5. SON MANIPULADORES Y PERSUASIVOS
Se muestran ante las personas que les rodean como débiles y complacientes pero en realidad están dotados de una gran capacidad para mentir y persuadir a los demás. Son capaces de identificar las vulnerabilidades de sus víctimas y las utilizan para que hagan cosas que de otra forma no harían.

6. PARTICIPAN EN SU COMUNIDAD
Pero no solo participan en ella, sino que pasan desapercibidos en la sociedad. Son hábiles actores, mostrando ante el resto de individuos, aquel personaje más acorde a su objetivo. Es eso que tantas veces hemos oído de que “era un tipo muy amable que siempre saludaba”. Los asesinos en serie son lobos con piel de cordero.
Finalmente, los expertos señalan una última característica común a los asesinos en serie:
Sienten que sus actos tienen una motivación o justificación. Esta justificación es lo que domina su conducta, por lo que rara vez muestran remordimientos.

http://citv.es/blog/6-rasgos-identifican-asesino-serie/
 
Esto lo he mirado por encima, me parece muy interesante:

https://www.uv.es/gicf/3R1_Jimenez_GICF_10.pdf

Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 4 ASESINOS EN SERIE: DEFINICIÓN, TIPOLOGÍAS Y ESTUDIOS SOBRE ESTA TEMÁTICA SERIAL MURDERERS: DEFINITION, TYPES AND STUDIES ON THIS TOPIC Jiménez Serrano J Analista Criminal. Psicólogo Criminalista. Correspondencia: yordijs@hotmail.com Resumen: El tema de los asesinos múltiples es tan atrayente como complicado para su estudio. Desde hace décadas, la ciencia ha tratado de abordar esta temática desde diversas perspectivas como la biología, la psicología o la sociología, tratando de identificar los factores que explique su existencia. Desde un enfoque policial y criminológico se ha tratado de identificar aquellas conductas y modus operandi que los describen, dando lugar a distintas clasificaciones y tipologías. Aunque el término asesino en serie es el más conocido en la sociedad, las tipologías de asesinos múltiples son mucho más complejas y amplias. En este trabajo se presentan los enfoques científicos de estudio, las clasificaciones más usadas en el ámbito policial-criminológico, así como algunos estudios relevantes que han tratado de arrojar luz sobre este fenómeno. La conclusión más clara es que, de momento, sabemos mucho sobre cómo actúan y cómo son, teniendo poco conocimiento sobre el por qué lo hacen. Palabras Claves: Asesino en masa, asesinos múltiples, asesino frenético, asesino serial, periodo de enfriamiento. Abstract: The issue about multiple killers is as appealing as complicated for study. For decades science has tried to address this issue from various perspectives such as biology, psychology or sociology, trying to identify the factors that explain its existence. From a police and criminological approach has attempted to identify those behaviors and modus operandi that describe , leading to different classifications and typologies . Although the term serial killer is best known in society, the typologies of multiple killers are much more complex and wide. In this paper are presented, different scientific approaches about the issue, the typologies most used in the police-criminological field and some relevant studies that have attempted to shed light on this phenomenon. The clearest conclusion is that, for now, we know a lot about how they act and how they are and little knowledge about why they do it . Key words: Mass murderer, multiple killers, frenzied murderer, serial killer, cooling period. El tema de los asesinos en serie es tan atrayente como complicado para su estudio. Enfrentarse a este objeto de estudio tiene un fuerte impacto para el investigador. Es un fenómeno que socialmente presenta ciertas reticencias para ser tratado de forma seria, primero porque, por suerte, no es tan frecuente como para requerir esfuerzos de investigación acuciante y en segundo lugar porque la sociedad no quiere enfrentarse a la existencia de este tipo de individuos, ya que hacerlo supone encontrarse cara a cara con el mal. Como en casi todos los problemas del ser humano, las teorías y trabajos presentados en el ámbito científico se han movido en tres niveles fundamentales: biológico, psicológico y sociológico. Desde la biología, el fenómeno se ha tratado con la intención de encontrar un fallo en el cerebro de estos individuos. Solo con un error en el funcionamiento de sus cerebros que los haga "anormales" podríamos concebir su maldad. La psicología por su parte ha seguido con la vía patológica, intentando en este caso identificar algún trastorno psicológico que diera explicación. Desde esta perspectiva, el asesinato serial sería resuelto con un trastorno psicopatológico en el que el aprendizaje, la educación, distorsiones cognitivas, conductas disruptivas o el desarrollo de personalidades anómalas explicarían como una persona puede llegar a convertirse en un asesino en serie. Por último, el enfoque sociológico ha tratado de contextualizar el fenómeno desde dos vertientes: la legal y la resocializadora. La primera se ocupa de la imputabilidad legal del asesino en serie intentando responder a la pregunta de si está enfermo o simplemente es la personificación del mal. Si está loco es un enfermo y como tal debe tratarse con Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 5 una intención curativa o paliativa en su defecto, si no es así, la sociedad debe defenderse de ellos apartándolos. En relación con esto, la segunda vertiente plantea la posibilidad de reeducación, la resocialización del asesino en serie. ¿Podemos hacer qué deje de querer matar? ¿Puede la sociedad crear sistemas de reinserción para este tipo de sujetos? Como el lector podrá imaginar las respuestas negativas a estas cuestiones pueden generar una gran intranquilidad, de ahí el "miedo" investigador que suele acompañar a este fenómeno. El agente del FBI, Robert Ressler cuenta el su libro "Asesinos en Serie" como fue en unas clases en el extranjero donde acuñó el término "asesino en serie" (a continuación AS) al recordar los seriales de aventura que solía ver en la tele cuando era niño. En ellos, el final del capítulo creaba un gran suspense que dejaba al espectador en vilo y con la necesidad de volver a ver la serie a la semana siguiente. Este autor asemeja dicha situación a la insatisfacción que queda en los AS cuando descubren que el crimen no ha sido tan perfecto como habían vivido en sus fantasías. Como dice Ressler: "Tras cada crimen, el AS piensa en cosas que podía haber hecho para que el asesinato hubiera sido más satisfactorio". Esto, entre otras cosas, le llevará a actuar de nuevo. La literatura científica respecto a este tema se ha dedicado principalmente a la tara de clasificar a estos individuos. A continuación vamos a exponer las distintas tipologías de AS que están aceptada por la comunidad científica. Como el AS es finalmente un subtipo, lo más correcto es utilizar un término superior que englobe a todos los asesinos que matan a varias personas. Este término sería el de asesino múltiple. Los maticen que los distinguen son los que exponemos a continuación. Hay dos criterios básicos para distinguir los distintos subtipos, el lugar donde se cometen los asesinatos y el tiempo transcurrido entre los distintos asesinatos. Asesino en serie (AS): Asesino que mata tres o más víctimas, de forma sucesiva y con periodos de "enfriamiento" entre ellas. La característica principal de esta tipología es la existencia de un periodo de enfriamiento y una individualización de los crímenes en cuanto a que cada víctima puede verse por separado en momento y lugar. El periodo de enfriamiento puede considerarse como un espacio temporal en el que el asesino no mata, aunque eso no quiere decir que no esté planeando seguir haciéndolo. Tras el crimen, el asesino consigue cubrir las necesidades psicológicas que buscada y obtiene una sensaciones de poder, dominio, venganza ...que lo sacian. En esta situación el asesino no requiere matar otra vez, aunque a veces siente la necesidad de recrear y revivir el asesinato, por lo que puede hacer uso de souvenirs o trofeos robados de la escena del crimen. Pero esa saciedad es momentánea, las recreaciones llegan un momento en que no son capaces de sustituir el paso al acto de su fantasía y el asesino vuelve a matar. Respecto al tiempo que debe durar el periodo de enfriamiento para distinguirlo del frenético hay varias posturas. Holmes y Holmes (en Petherick 2006) hablan de un periodo de 30 días entre un asesinato y otro, mientras que otros autores hablan de 24 hrs. atendiendo a un criterio más cualitativo y analizando si se ha producido o no ese "enfriamiento" en sus ganas de matar. El asesino en masa (AM): Un asesino que mata a cuatro o más víctimas en un mismo momento temporal y lugar. No existe periodo de enfriamiento porque los asesinatos se producen de forma sucesiva o con muy poco espacio de tiempo entre ellos. El lugar no tiene que ser el mismo espacio donde se concentren todas las víctimas, sino que puede haber desplazamiento por la zona sin que implique viaje o alejarse excesivamente del lugar donde comienza los asesinatos. El asesino frenético (AF): Un asesino que mata a dos o más víctimas en un periodo de tiempo consecutivo y en dos o más lugares. El tiempo que transcurre entre un asesinato y otro no se debe a un periodo de enfriamiento, sino que es el tiempo que Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 6 transcurre en encontrar una nueva víctima. En este caso habría que hablar más de viaje que de desplazamiento, se requiere movilidad geográfica del asesino. Se podría decir que el asesino no deja de matar, no habría individualización de cada víctima, es parte de una serie consecutivas de asesinatos. Uno de los problemas a los que se enfrentan los estudiosos de este tema es la escasez de muestra a la que se puede acceder (afortunadamente por otra parte). Los investigadores tienen que utilizar sujetos pertenecientes a distintos tiempos, distintos lugares y características si se quiere obtener una muestra estadísticamente significativa de los resultados. En algunas ocasiones no se trabaja con la información de primera mano, sino es que se recurre a bases de datos especializadas (VICLAS, VICAP1 , HITS2 ) y a la información proporcionada por personal policial e informes policiales. En otros casos se recurre a la entrevista personal con asesinos en serie encarcelados, lo que hace que no podamos acceder a datos de asesinos en serie no detenidos. A continuación presentamos algunos estudios representativos sobre el fenómeno del asesinato serial, así como algunas teorías elaboradas al respecto. Uno de los trabajos más conocidos sobre asesinos en serie es el de Dietz, hazelwood y Warren en 1990 (en Petherick 2006). Estos autores estudiaron casos de asesinato serial ocurridos entre 1984 y 1989. En los resultados identificaron una clara temática sádica y un fuerte componente sexual en todos los casos analizados. Algunos de sus resultados fueron: * Gran parte de los asesino declararon haber sido víctima de abusos sexuales en la infancia. * Un 57% de ellos no tenía historia de arrestos previos. Más o menos en la misma proporción presentaban abusos de drogas y medicamentos, elemento que indica para los autores una pérdida de inhibición para cometer estos actos. * El 93% de los asesinos mostró una planificación cuidadosa de sus crímenes, utilizando la sorpresa o el engaño para aproximarse a sus víctimas. * Respecto a la actividad sexual, la penetración oral y anal fueron más realizadas que la vaginal, lo que en opinión de estos autores provee al agresor de un mayor poder sobre la víctima. * La estrangulación por ligaduras o manual fue la forma de muerte más usada, seguida de uso de armas de fuego o el apuñalamiento. Hickey, en 2002, presenta un estudio de asesinos en serie que dio lugar a su modelo de Control-Trauma. Para Hickey, convertirse en un asesino en serie implica una serie de predisposiciones biológicas, psicológicas y sociológicas. Sin embargo esto solo no basta, es necesario algunos acontecimientos traumáticos durante el desarrollo de la persona para desencadenar su carrera homicida (en Petherick 2006). Distintos traumas como abuso infantil, desestructuración familiar, experiencias violentas y rechazo escolar pueden incidir sobre los factores predisponentes. Estos traumas generan sentimientos de desconfianza, rechazo y diversas reacciones emocionales negativas en el sujeto que lo conducen a estados de ansiedad y frustración. El asesino mataría como forma de reestablecer cierto equilibrio y autoestima, tomando de los otros lo que siente que le han arrebatado y suprimiendo, aunque de forma momentánea, la ansiedad y el estrés. Elementos como las drogas, la por**grafía y las fantasías actuarán en este caso como elementos facilitadores de la conducta asesina. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 1 Violent Criminal Apprehension Program. 2 Homicide Investigation Tracking System Units. Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 7 Para Hickey no existirían clasificaciones rígidas de asesinos en serie, ya que cada uno presentaría una serie de predisposiciones, traumas y elementos facilitadores distintos. Según este conjunto de elementos y la combinación que formen describirán al asesino en cuanto a su modus operandi MO, selección de víctimas y firma. El F.B.I utiliza un modelo de explicación conocido como “modelo de motivación”. Este modelo está basado en el estudio de 36 asesinos sexuales del proyecto PIPC3 , que dio lugar a la clasificación organizado-desorganizado. Ressler et al. (1998) describen una serie de fases en la formación de la personalidad del asesino en serie sexual. En su infancia temprana, el niño convive con un ambiente social ineficaz, con padres ausentes o desestructuración familiar que conduce al niño a la elaboración de distorsiones cognitivas, a una falta de soporte emocional, escasez de habilidades sociales y falta de disciplina. En esta situación, el niño no posee estrategias de afrontamiento para resolver los conflictos que se le presentan y empieza a esconderse tras una serie de fantasías en la que suelen ir apareciendo componentes de tipo violento. Estas fantasías conducen a un estado de ensimismamiento y aislamiento en el niño que se relacionan con conductas autoeróticas, rebeldía, tendencia a mentir y a desconfiar de los demás. En ese momento suelen aparecer conductas que muestran crueldad con animales, pequeños robos caseros e incendios que van alimentando fantasías cada vez más violenta y una sed de venganza que puede evolucionar, a partir de la adolescencia, en secuestros, violaciones y asesinatos. Ya, dentro de los estudios de orientación biologicista, surgieron teorías de tipo genetista que trataron de abordar el tema de la agresividad humana como una enfermedad genética provocada por una alteración cromosómica. Esta corriente parte de los hallazgos de Jacobs y colaboradores en 1965, quienes evaluando 197 pacientes con conductas violentas encontraron a 7 de ellos que padecían una alteración cromosómica, tenían 47 cromosomas en lugar de 46, concretamente presentaban un cromosoma sexual XYY. A partir de aquí numerosos autores comienzan a visitar cárceles y centros psiquiátricos tratando de identificar la relación entre este cromosoma y la tendencia a la violencia. Aunque con déficit en la significación estadística y escasa validez metodológica algunos resultados llevaron a hablar del descubrimiento del cromosoma del crimen. La existencia del cromosoma XXY estaba relacionada además con elevada estatura, acné, retraso mental, impulsividad, dificultad de aprendizaje y desviaciones sexuales entre otras conductas. Esta corriente se fue abandonando posteriormente ya que entre otras cosas, los criminales con esta alteración contaban además con factores psicosociales que podrían influir en la causalidad última de su actividad criminal. Esto, junto con el hecho de la existencia de asesinos en serie sin esta alteración cromosómica hizo que la intención de encontrar el cromosoma del mal se fuera descartando con el tiempo y se hablara más de predisposición biológica. El psicólogo Adrian Raine encabeza actualmente los estudios que abordan el fenómeno de la violencia desde una perspectiva neuropsicológica. Sus estudios han mostrado relaciones en entre determinadas alteraciones en la región frontal y temporal del cerebro y agresividad. En sus estudio de 41 asesinos encontró una baja actividad prefrontal, lo que está relacionado con pérdida de inhibición, comportamientos arriesgados, irresponsabilidad, trasgresión de las normas, impulsividad y pérdida del autocontrol (Raine y Sanmartín 2002). Otros hallazgos de sus estudios son los que diferencian a los asesinos depredadores de los asesinos afectivos. Los primeros sería asesinos controlados, organizados según la tipología del FBI, mientras que los afectivos sería los que actúan movidos por una emoción muy intensa, serían los desorganizados en la tipología anteriormente mencionada. !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 3 Proyecto de Investigación Personalidad Criminal. Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 8 Ambos tipos de asesinos muestran alteraciones prefrontales, pero mientras la actividad en esta zona es bastante baja en los afectivos, lo que les lleva a arranques impulsivos y descontrolados de violencia, en los depredadores esta actividad es casi normal, lo que le permite tener un mayor control sobre sus impulsos, son capaces de regular, planificar y manipular a los demás para conseguir sus objetivos. Otro estudio, que resulta interesante por el número de asesinos en serie estudiado es el de Maurice Godwin (2000). Analiza 107 asesinos en serie de USA responsables de 728 asesinatos. De la evaluación de los casos identifica una serie de variables sobre las que realizar un análisis estadístico con metodología multivariante siguiendo los trabajos y la teoría de facetas del Dr. David Canter. Debido a la extensión de sus resultados solo vamos a describir los datos más interesantes obtenidos a partir de un simple análisis de frecuencias: * El 53% de los asesinos tenían entre 26-42 años. * El 95% de ellos eran hombres. * Suelen matar mayoritariamente a víctimas desconocidas y sin ninguna relación con ellos. * Un 67% de los asesinos tenía empleo bien por cuenta ajena o bien por cuenta propia en el momento de los asesinatos, lo que contradice la idea asumida de que estos depredadores están continuamente buscando víctimas día y noche. * El 59% no tenía pareja en el momento del arresto. * El 80% de los asesinos se identificaban con una orientación heterosexual y el 64% consumía material por**gráfico, corroborando otros estudios en el que estos materiales suelen aparecer como elementos facilitadores. * El 56% no había completado el instituto, lo que desmonta la idea asumida de que los asesinos en serie suelen ser muy inteligentes. * El 61% de los asesinos tenían antecedentes por robo y asalto y el 24% había sido encarcelado por crímenes violentos con anterioridad. * El 54% de ellos suele atacar de forma súbita, usando las ligaduras y mordaza como forma de control más habitual. * La forma de muerte más usada es el apuñalamiento con cuchillo y la estrangulación tanto mecánica como manual. * La agresión sexual más frecuente suele ser la penetración vaginal y anal. * El 48% de las víctimas fueron torturadas antes de ser asesinadas y un 24% de los asesinos suele llevarse algún objeto como trofeo de la escena del crimen. * La mayoría de los asesinos enterraron y/o transportaron a sus víctimas para evitar que fueran descubiertas. * El 86% de los asesinos planifica sus asesinatos como se desprende del análisis de varios elementos de su MO. Como hemos visto anteriormente, el AS es un subtipo dentro de los asesinos múltiples. No obstante, existen además, distintas clasificaciones de asesinos en serie en función de los distintos criterios usados para establecer las tipologías, atendiendo en este caso al MO, a la interacción que establece con la víctima, a la motivación, al comportamiento geográfico... Presentamos las más representativas: Holmes y DeBerger (1988) clasifica a los AS en: * Visionario: Es un psicótico que tiene alucinaciones auditivas que le incitan a matar. Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 9 * Misionario: Se diferencia del visionario en que no tiene alucinaciones, elabora un idea delirante en la que tiene la misión de acabar con determinado tipo de personas (prost*tutas, drogadictos, vagabundos...), se cree un salvador, un redentor. * Hedonista: Mata por el puro placer que le produce acabar con la vida de otra persona. * Dominante: mata por la sensación de poder que le produce tener en sus manos la vida y la muerte de una persona. Busca la sensación de control y poder. Fox y Levin (en Petherick 2006) se basan en la anterior clasificación para elaborar una basada principalmente en la motivación del asesino, así establecen distintos tipos de asesinos en serie: * Emocionales: Estos asesinos son mueven por la sensación de experimentar sensaciones fuertes. Tiene dos subtipos, el sádico, que se excita con el dolor de la víctima y el dominante, que necesita experimental la sensación de dominación y control sobre la víctima. * Misionarios: Estos asesinos creen que tienen una misión que cumplir con sus asesinatos. Tiene dos subtipos, el reformista, que no tiene alucinaciones y el visionario, que sí las tiene. * Por conveniencia: Asesinos que consiguen un beneficio con sus víctimas. Tiene dos subtipos, el que saca provecho, suelen ser sicarios, asesinos a sueldo, y el protector, asesina para no eliminar testigos y protegerse. Por su parte, Kim Rossmo (1995) establece una clasificación en función del tipo de víctimas que se elige en relación con sus movimientos geográficos: * Cazador: busca a sus víctimas en los alrededores de donde vive. *Cazador furtivo: actúa en un área específica que es distinta a donde vive. * Pescador: actúa en su zona de actividad rutinaria, donde trabaja, donde se divierte...buscando la víctima y situación oportuna. * Trampero: usa artimañas y situaciones para llevar a la víctima a su punto de anclaje, y es allí donde comete el delito. Ya en Europa, Canter y Salfati (1999) elaboran una clasificación basada en la interacción entre agresor y víctima, estableciendo las siguientes tipologías: * Instrumental-cognitivo: Este tipo de asesino es racional, premeditado, planificados, su asesinato tiene una intencionalidad, persigue la obtención de un objetivo. Suele ser asesinatos planeados y en lo que no suele haber muchas evidencias forenses debido a la experiencia delictiva del agresor. * Instrumental-oportunista: En este caso la intencionalidad del asesino también está presente, obedece a la obtención de algún beneficio con su víctima, salvo que en este caso la elección de la víctima se produce de forma oportunista, la víctima es seleccionada por estar en un momento y lugar propicio para el agresor. El arma suelen ser de oportunidad o las propias manos, suelen estar relacionados con robos o agresiones sexuales. * Expresivo-impulsivo: Este tipo de asesino actúa como respuesta a un estado emocional intenso, su crimen es el resultado de la ira o la venganza contra la víctima. El ataque se suele producir de forma repentina, con un ataque fulgurante y explosivo que provoca mucho daño y heridas en la víctima. Sus crímenes no son fríos ni planificados, son arrebatos de furia contra un tipo concreto de víctima que tiene un significado para el asesino. Para finalizar vamos a tratar brevemente un aspecto de esta temática de estudio que por su complejidad ha sido menos estudiada y por tanto es la que requiere un mayor esfuerzo y dedicación de los estudiosos de esta temática en el futuro, nos referimos a la motivación, al porqué de sus crímenes. Aunque ya hemos hablado algo de motivación con el Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 10 modelo del F.B.I, vamos a hacer referencia a un estudio que consideramos muy ilustrativo y explicativo de esa pregunta que nos hacemos los que nos dedicamos a estudiar a estos sujetos. Como señala Skrapec (en Sanmartin y Raine 2002), el propósito del comportamiento humano es hacer realidad nuestros deseos y necesidades. De acuerdo con esto, los asesino en serie (y posiblemente el resto de criminales4 ) hace aquello que satisface sus necesidades, y en este sentido, la violencia tiene su utilidad. Este mismo autor utiliza una metodología fenomenológica, la cual se centra en las experiencias individuales, en cómo las narraciones de un criminal nos revelan los significados que organizan su vida y nos ayudan a entender qué siente y qué significa para él matar. Sus estudios han revelado una serie de motivaciones en asesinos en serie que analizadas en profundidad no se alejan de las motivaciones que alberga cualquier persona. • Venganza-Justificación: En la mayoría de los relatos analizados por Skrapec existía la justificación de sus actos como tema predominante, acompañado de una relación distorsionada con el resto del mundo. Todos los asesinos en serie estudiados se consideraban sorprendentemente como víctimas, su violencia era consecuencia de un maltrato injustificado que había sufrido en sus vidas y que como consecuencia había generado una fuente de ira y odio que era descargada en sus crímenes contra sus víctimas. Con este pensamiento, todas sus acciones, por aberrantes que fueran eran racionalizadas y auto-exculpada de forma automática, aunque según este autor era plenamente consciente del daño que ocasionaban. Otro resultado sorprendente era la capacidad que tenían para empatizar cognitivamente con sus víctimas pero no emocionalmente. Podían comprender el daño que hacían a sus víctimas pero no podían sentir nada por ellas, eran sentimental y emocionalmente impermeables al sufrimiento, lo que les impedía llevar a cabo conductas de inhibición. Toda la emoción se circunscribía a ellos, el resto solo son objetos. Este motivo podría estar relacionado con necesidad de seguridad de la teoría de Maslow (1943). El asesino en serie necesita recuperar la seguridad de su supervivencia, si hay alguien que lo intenta dañar o lo ha dañado, él se defiende, ataca como instinto básico para sobrevivir. En este caso, la necesidad está distorsionada y llevada al extremo. Para este tipo de agresores todas las víctimas son potenciales enemigos. Su seguridad es quebradiza y usa la violencia para restituirla y para vengarla, sus actos tienen el objetivo de reparar el mal que se le ha hecho dentro de unos criterios propios de justicia y moral. Asesinar para ellos es protegerse. • Control y Poder: Otro motivo que apareció en los relatos de los asesinos en serie que les motivaba para hacer lo que hacían era la sensación de control y poder que experimentaban cuando acababa con la vida de una persona. Esta necesidad de control y poder era fruto de sus fantasías, unas fantasía en las que se veían a ellos mismo como más importante de los que realmente eran, unas fantasías en las que ellos tenían todo el control y poder. El paso de la fantasía a la realidad por medio de un asesinato les otorgaba, aunque fuera momentáneamente, esa sensación de poder y control de las que ellos carecían en su vida no criminal. Esta motivación está claramente recogida en la teoría de Mc Clelland (1989), cuando habla de motivación de poder. Este tipo de agresores tienen realmente una baja autoestima y complejos de inferioridad que le hacen sentirse insignificantes. Para escapar de esta sensación elaboran unas fantasías en las que alcanzan una superioridad infinita, el poder divino de controlar la vida y la muerte. ¿Hay quizá mayor poder que ese? Pero la fantasía no sola no vale porque la realidad diaria le devuelve una y otra vez a su inferioridad, así que en un momento determinado lleva la fantasía al acto, a la realidad y comete su primer crimen. En ese momento el asesino !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 4 Añadido del autor. Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 11 cuestiona su propia imagen real, comprueba que puede llegar a ser la persona que siempre deseó y eso le genera una sensación adictiva. Poco a poco esa sensación disminuye y tarde o temprano tendrá que volver a recuperarla con otro crimen. • Sentirse vivos: Relacionada con la motivación anterior estaría esta última motivación identificada en el estudio. Los asesinos declararon que matar les hacía sentirse vivos. Sentían un éxtasis eufórico, una ira violenta que, cuando era descargada por medio del asesinato, les provocaba una sensación de placer seguida de una sensación de calma y finalmente una sensación de alivio. Más tarde, relataban los asesinos, les sobrevenía un estado de intranquilidad y miedo que iba creciendo a lo largo del tiempo. Para tratar de eliminarlos, los asesinos solían recurrir a las drogas o a sus fantasías. Es posible que el robo de objetos relacionados con la víctima que suele producirse en algunos casos, los llamados souvenires o trofeos, sean usados para tratar de rememorar el asesinato y con él recuperar en parte las sensaciones placenteras que se sintieron en esos momentos. En cualquier caso, relataron los asesinos, vencer al miedo y la intranquilidad y volver a sentir el placer solo era posible finalmente con un nuevo asesinato. Esta motivación se encuentra muy relacionada con las últimas necesidades de la pirámide descritas por Maslow, las necesidades de estima y autorrealización. La necesidad de estima está relacionada con el amor propio, la autoestima y la autovaloración personal, cuestiones deterioradas en estos agresores y que solo es posible restituir por medio de la violencia. En este caso, estos criminales utilizan unas herramientas equivocadas para reconstruir su imagen de si mismo, necesitando la destrucción del otro como forma de construirse a si mismo. Pero esta necesidad no solo afecta a plano personal, no solo necesita autoestima sino también el reconocimiento y la estima de los demás. En este sentido los asesinos en serie suelen buscar la fama y el éxito (la mayoría de las veces lo consiguen) presentando a la sociedad sus actos, no buscan el anonimato sino todo lo contrario, quieren que se les conozca y se les vea como seres superiores. De ahí las frecuentes comunicaciones de estos asesinos con los medios de comunicación y la policía e incluso a veces, como veremos más adelante en el análisis de casos, la propia autoinculpación y entrega a la policía cuando es detenido algún sospechoso de sus crímenes o los medios de comunicación dejan de prestarle atención. Por otro lado, la necesidad de autorrealización son claras en este tipo de criminales. Una autorrealización basada en una transcendencia de su realidad, una realidad que nos les gusta y que tratan de sustituir por sus fantasías. Como hemos visto anteriormente estos sujetos no puede realizarse normalmente dentro de la realidad social en la que viven, deben esconderse y crear una realidad paralela en la que se convierten en la persona que querrían ser. Intentan autorealizar sus fantasías por medio del asesinato pero esto tiene efectos temporales, convirtiéndose en una necesidad frustrada que nunca podrá cubrirse. A día de hoy, el tema de los asesinos en serie es más atrayente para el mundo literario y cinematográfico que para el mundo científico. Su estudio presenta varios problemas: • Los datos y contenidos para analizar implican siempre violencia extrema, aberrante y sin sentido que resulta poco cómodo para el investigador. • Las muestras suelen ser escasas y muy diversas, lo que influye en cuestiones de fiabilidad, validez y representatividad. • Los datos procedentes de fuentes no primarias generalmente no cuentan con las suficientes garantías y condiciones como para ser tratadas desde un enfoque científico-estadístico. Gac. int. cienc. forense ISSN 2174-9019 Nº 10. Enero-Marzo, 2014 12 • Usar fuentes primarias, como la entrevista de asesinos en serie encarcelados tampoco cuentan con las suficientes garantías. • No podemos acceder a muestra de asesinos en serie en libertad y actuando, con lo cual los datos y resultados están sesgados. Como el ámbito policial, aunque no quiera, ha tenido que enfrentarse a ellos, es en donde se ha dedicado más esfuerzo a estudio de este fenómeno. En este sentido, la prioridad no ha sido el enfoque científico sino el práctico, lo que hace que las teorías surgidas desde aquí no dejen de ser meras especulaciones más o menos basadas en las experiencias y análisis personales de sus autores. Sus objetivos son puramente pragmáticos, conocerlos y entenderlos para poder capturarlos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Gross, H. (1891) (1924). Criminal Investigation. Translation from System Ker Kriminalistik. NY: Sweet & Maxwell. Burgess, A.N., Burgess, A. W., Douglas, J., and Ressler, R. (2006) Crime Classification Manual 2ª Edition. SanFrancisco, Jossey-Bass Published. Turvey, B. (2008). Criminal profiling. An introduction to behavioral evidence analysis. California: Elservier. Dorchs, Friedrich (2002) Diccionario de Psicología .Editorial Herder, Barcelona, 8ª. ed. España. Mc Clelland, D.C.: "Estudio de la motivación Humana", Madrid Narcea 1989. Maslow, A.H. (1943), A theory of human motivation, New York, Harper & Row. Raine, A y Sanmartín J. (2006). Violencia y Psicopatía. Barcelona: Ariel. Canter, D. V. (1994) Criminal shadows. London: HarperCollins Hazelwood, R. R., & Burgess, A. W. (1995). Practical aspects of rape investigation: A multidisciplinary approach, 2d ed. Boca Raton. Groth, A. N., Burgess, A. W., and Holmstrom, L. L. (1977). Rape: Power, anger and sexuality. American Journal of Psychiatry, 134(11): 1239–1243. Ressler, R. K., Burgess, A. W., y Douglas, J.E. (1998) Sexual Homicide: Patterns and motives. NewYork: losington. Rossmo, D. K. (1995): Geographic Profiling: Target patterns of serial murderes. Simon Fraser University: Vancouver. Holmes, R. M., & DeBerger, J. (1988) Serial Murder. Newbury Park. CA: Sage. Salfati, G., y Canter, D. (1999) Differentiating Stranger Murders: Profiling OffenderCharacteristics from Behavioral Styles. Behaviour Sciences and Law; 17:391-406. Petherick, W. A. (2006) Serial crime: Theoretical and practical Issues in behavioral profiling. California: Elsevier.
 
¿Quién fue 'El apóstol maldito', el mayor asesino serial del Perú?
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Pedro Pablo Nakda Ludeña mató a 25 personas pero fue juzgado por 16 crímenes. (Foto: Elcomercio.pe)

Pedro Pablo Nakada Ludeña, un hombre de 34 años que confesó sin mayor remordimiento haber matado a más de 16 personas “para limpiar al Perú de la escoria”. Su rostro frío al contar sus crímenes y su afán de ser visto como “un salvador”, hicieron que lo apodaran ‘El apóstol maldito’.

Pedro Pablo Nakada se convirtió de esta manera en el asesino serial más sanguinario de la historia de nuestro país, sin embargo, pese a su delito, fue declarado inimputable y cumple un encierro de 35 años en el pabellón psiquiátrico del penal de Lurigancho.

“Tuve una infancia dura, mis hermanos me violaron”
Pedro Pablo Nakada Ludeña nació en José y María, El Agustino, el 28 de febrero de 1973. Su infancia estuvo marcada por el abuso y la violencia. En la escuela, sufría bullying y en su casa era sometido a diversas vejaciones sexuales por sus propios hermanos.

“No tenía amistad con los demás niños. Sí, era solitario. ¿Por qué? Porque los niños eran malos. Me jalaban el pelo. Me molestaban todo el tiempo. A los 5 años mis hermanas mayores me vestían de mujer y me obligaban a salir así a la calle. Mis hermanos me violaron y hacían que les practique s*x* oral”, dijo a la policía cuando fue detenido.

Pedro Pablo Nakada Ludeña apenas logró concluir el tercer grado de la primaria, aunque después llegaría a ser un hábil mecánico. Estuvo 2 meses en la Fuerza Aérea pero lo echaron al considerar que padecía esquizofrenia paranoide y tenía tendencias psicópatas.

nace el ‘Ángel de la muerte’
En 2001, Pedro Pablo Nakada Ludeña deja Lima y se asienta en Huaral. Ahí empieza su historia de crimen y “purificación”.

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Esta es el arma que usaba ‘El ángel de la muerte’ para matar a sus víctimas. (Foto: elcomercio.pe)
En el interrogatorio hecho por la Policía, este asesino serial precisó que lo único que lo motivaba era “limpiar el mundo de la escoria de la sociedad”. “Yo no soy un criminal, soy un limpiador, he librado a la sociedad de homosexuales y vagabundos”, enfatizó.

Durante 5 años, ‘El ángel de la muerte’ mató a 25 personas. Entre sus víctimas figura una mujer de 50 años, un taxista y sus dos pasajeros, un cosmetólogo y más. A todos les disparaba en la nuca “para que no sufran” y luego rezaba un rosario y los enterraba.

“¿Qué siento cuando mato? Siento que ayudo. ¿A qué? A que la gente cambie. Quiero que haya paz. Maté a 25 personas para limpiar el mundo de la escoria”, indicó, pero no solo asesinó a gente “corrompida”, sino seres inocentes como una niña a la cual le disparó para quitarle su bicicleta. “Tuve que hacerlo para poder conseguir dinero, balas y seguir la misión de Dios”, contó sobre este caso.

captura, condena y polémica
“Yo quería meter una granada de guerra a una discoteca para que mueran todos los corruptos y perdidos, pero me atraparon”, dijo.

El 28 de diciembre del 2006, agentes especiales de la Dirincri lo capturaron e interrogaron, ahí pudieron escuchar su escalofriante relato.

Un año después fue condenado a 35 años de prisión y enviado al penal de Lurigancho. Sin embargo, meses después un nuevo informe psiquiátrico ordenó su reclusión en el pabellón de enfermos mentales, pues padecía de esquizofrenia paranoide, situación que lo volvió inimputable.

Para ‘El apóstol de la muerte’ ir a la cárcel representaba un tormento insoportable. Intentó suicidarse y pidió que lo fusilen pero nada de eso pasó.

A pesar de que las leyes peruanas precisaron que al cumplir su condena sea liberado, especialistas recomiendan que no suceda porque seguirá cometiendo los mismos ilícitos.

“Cuando salga libre seguiré cumpliendo mi misión purificadora. Eso es lo que quiere Dios y lo que me dicta”, argumentó.

el dato
  • En septiembre del 2015, Vayron Nakada Ludeña asesinó con un cuchillo a seis personas en la prefectura de Saitama, Japón. Él era hermano del ‘Angel de la muerte’.
  • Vayron Jonathan Nakada Ludeña intentó suicidarse después del hecho, pero fue detenido y llevado a un hospital.
  • Él podría ser condenado a la horca por el crimen.
mira la historia del ángel de la muerte’
La historia del ‘Angel de la muerte’, el mayor asesino serial del Perú. (Video: América Noticias)
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Edward Cavendish, duque de Devonshire, hermano de Lady Dorothy MacMillan, esposa del Primer Ministro, Harold McMillan, murió en extrañas circunstancias en 1950. Su muerte señaló sospechas sobre su médico, John Bodkin Adams.

El 26 de noviembre de 1950, sufrió un ataque al corazón y murió en Eastbourne, en presencia de su médico de cabecera, el doctor John Bodkin Adams, quien después fue descubierto como un asesino en serie. A pesar de que el duque no había visto un médico en los 14 días antes de su muerte, el médico forense no fue avisado como debería haberlo sido. Adams firmó el certificado de defunción indicando que el duque murió de causas naturales. Trece días antes, Edith Alice Morrell -pariente de Adams- también había muerto. La historiadora Pamella Cullen especula que como el duque era jefe de los masones, Adams -un miembro de la sociedad de los Hermanos de Plymouth- habría retenido el tratamiento vital que era necesario para su salud, ya que el "Gran Maestre de Inglaterra habría sido visto por algunos de los Hermanos de Plymouth como Satanás encarnado". No se llevó a cabo una investigación policial adecuada después de su muerte.

En 1956 Adams fue arrestado por el presunto asesinato de una paciente. Cuando el caso se juzgó en 1957 no salieron suficientes pruebas y fue liberado. Sin embargo, las investigaciones terminaron con un posible saldo de 163 víctimas . Adams mataba a sus víctimas con sobredosis de drogas, luego de que las mismas cambiaran sus testamentos a su favor. Este método incruento le sirvió a Adams para pasar desapercibido durante mucho tiempo, ya que sus víctimas eran en su mayoría ancianos, y sus muertes eran consideradas como consecuencia de sus avanzadas edades.

El doctor Adams fue juzgado en 1957 por el asesinato de Morrell pero polémicamente fue absuelto. El fiscal fue el Fiscal General Sir Reginald Manningham-Buller, primo lejano del duque. Cullen ha cuestionado el que Manningham-Buller no interrogó a Adams en relación con la muerte del duque, y sugiere de que no quería llamar la atención del primer ministro Harold Macmillan (cuñado del duque), especialmente por su esposa, que tenía un affair con Robert Boothby en ese tiempo.

El temor de que, por investigar el entorno familiar en busca del asesino, saliese a la luz la casi bigamia de Lady Dorothy con su amante, quien seguramente era el padre de la hija menor de los McMillan, benefició al médico asesino.

El patólogo del Ministerio de interior Británico Francis Camps ha vinculado a Adams con 163 sospechas de muerte, lo que lo convertiría en precursor del asesino en serie Harold Shipman.
 
EEUU
Joseph DeAngelo, el policía que asesinaba y violaba mientras trabajaba
Joseph James DeAngelo, conocido como Golden State killer, fue el responsable de 12 asesinatos y 45 violaciones entre 1976 y 1986, según la policía de California. Fue arrestado después de 40 años de búsqueda

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Joseph James DeAngelo, Golden State killer, fue el responsable de 12 asesinatos y 45 violaciones entre 1976 y 1986, según la policía de California. (AFP).

Redacción EC26.04.2018 / 12:21 pm
Sacramento. La carrera de Joseph James DeAngelo, Golden State killer, como policía tuvo un abrupto final cuando fue detenido por robarse un repelente de perros y un martillo en una tienda de un suburbio de Sacramento en 1979.

Y las autoridades se preguntan ahora si esos elementos los pensaba usar en una siniestra serie de crímenes que se sospecha cometió en esa época.

DeAngelo, de 72 años, fue acusado el miércoles de ser el individuo que aterrorizó barrios suburbanos de California con una serie de brutales violaciones y asesinatos en las décadas de 1970 y 1980, que nunca fueron resueltos y que dejaron perplejas a las autoridades por décadas.

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Se le imputaron ocho asesinatos en tres condados tras ser vinculado con esas matanzas a través de su ADN. Las autoridades dicen que fue responsable de una docena de asesinatos en total y de unas 50 violaciones, y no descartan que se le puedan imputar más cosas.

La mayoría de sus delitos, sobre todo las violaciones y dos asesinatos, ocurrieron en los tres años que sirvió como policía de Auburn, en las afueras de Sacramento.

Sus ataques a mujeres que dormían --a veces también a sus parejas-- en barrios de clase media y alta al este del capitolio estatal acabaron con la inocencia de gente que no cerraba con llave las puertas de sus casas y de niños que iban en bicicleta a la escuela y jugaban afuera hasta el anochecer.

Aumentaron las ventas de cerraduras. Se mantenían encendidas las luces toda la noche. Se habló de crear patrullas civiles para vigilar los barrios y tratar de pillar a este atacante enmascarado y armado que pasó a ser conocido como el Violador del Área Oriental.

“Cambió todo”, expresó la procuradora del distrito de Sacramento Anne Marie Schubert, quien tenía 12 años cuando sucedieron los delitos. “Hay recuerdos muy vívidos. Puedes preguntarle a cualquiera que pasó su infancia por aquí. Todos tienen algo que contar”.

La policía volvió a interesarse en el caso hace dos años, al cumplirse el 40 aniversario del primer ataque de que se tenga noticias.

Pero hasta hace una semana, DeAngelo, que vivía en una casa bien mantenida en el barrio suburbano de Citrus Heights, donde tuvieron lugar muchos de los ataques y donde fue pillado robando, nunca estuvo en su mira.

Todo se resolvió “a la velocidad de la luz” en los últimos seis días, según Schubert, pero las autoridades se negaron a revelar qué fue lo que les hizo llegar a DeAngelo.

El sheriff de Sacramento Scott Jones dijo que detectives “con mucha determinación” consiguieron muestras de ADN de algo que DeAngelo había descartado, sin revelar de qué se trataba. El material genético no coincidió plenamente con el que tenían, pero se acercaba tanto que los investigadores consiguieron una segunda muestra, la cual no dejó dudas.

“Sabíamos que buscábamos una aguja en un pajar, pero también sabíamos que la aguja estaba allí”, manifestó.

En mayo de 1977, cuando los frecuentes ataques empezaban a concitar la atención de toda la nación, el violador le dijo a una víctima que mataría a dos personas si veía publicadas historias del ataque, según un artículo de la Associated Press de la época.

Unos ocho meses después, tras otros nueve ataques, cumplió su promesa, de acuerdo con las autoridades.

Brian y Katie Maggiore fueron asesinados a tiros en Rancho Córdova el 2 de febrero de 1987 mientras caminaban con su perro.

La cantidad de ataques bajó precipitadamente cuando fue despedido por la policía. Pero las acciones se hicieron más violentas y se desplazaron hacia el sur de California.

Entre octubre de 1979 y agosto de 1981 hubo nueve asesinatos. Luego de una violación y asesinato en el condado de Orange cinco años después, el asesino habría dejado de matar y violar.

Si bien es inusual que un asesino en serie deje de matar, Jones dijo que no hay indicio alguno de que DeAngelo haya cometido más delitos a partir de 1986.

“No hay ningún delito con el mismo patrón ni nada que nos permita vincularlo con él a partir del 86”, manifestó Jones.

DeAngelo tuvo otro incidente policial además del robo en una tienda, pero Jones no dio detalles.

El sospechoso, quien sirvió en la Armada y estuvo en la guerra de Vietnam, aparentemente hizo una vida normal de suburbio en una modesta vivienda de tres dormitorios en Canyon Oak Drive.

Durante 27 años trabajó en un depósito de los supermercados Save Mart en Roseville, suburbio de Sacramento, hasta que se retiró el año pasado, indicó una portavoz de la firma, Victoria Castro.

“Nada de lo que hizo en su trabajo nos hubiera hecho sospechar que tenía relación alguna con los crímenes que se le atribuyen”, manifestó en un comunicado.

DeAngelo construía avioncitos con control remoto y cuidaba meticulosamente su casa y su jardín, indicaron vecinos.

Natalia Bedes-Correnti dijo que DeAngelo parecía un “abuelo bonachón” que vivía con una hija y una nieta. Pero también maldecía en voz alta cuando se sentía frustrado.

La policía vigiló su casa y siguió sus pasos varios días hasta que finalmente lo detuvo el martes por la tarde cuando caminaba cerca de su vivienda.

Cuando lo arrestaban le dijo a la policía que tenía algo en el horno. Le contestaron que ellos se ocuparían.
 
NOTICIAS |CIENCIA
¿Los asesinos en serie dejan de matar? Sí, a veces


Por JAN HOFFMAN 4 de mayo de 2018

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El asesino en serie Ted Bundy escoltado al salir de la corte en 1977 en Aspen, ColoradoCreditRoss Dolan/Glenwood Springs Post Independent vía Associated Press

El torrente de violaciones y homicidios del asesino de Golden State comenzó en una zona de minas de oro al este de Sacramento en 1976. Para 1986, parecía haberse detenido.

¿A qué se debe esa interrupción?

Con el arresto de Joseph James DeAngelo (de 72 años y quien, hasta este momento, enfrenta cargos por ocho asesinatos) el pasado 25 de abril, se cumplieron más de treinta años desde el último episodio de esa serie de crímenes. Ese largo periodo de tranquilidad parece ir en contra de la creencia popular de que los violadores y asesinos en serie son incapaces de detenerse.
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Joseph James DeAngelo, después de su arresto esta semana CreditAgence France-Press – Getty Images

“No se trata de actos que se le impongan a una persona”, dijo J. Reid Meloy, psicólogo forense y profesor de Psiquiatría de la Universidad de California, campus San Diego. “Son deliberados y depredadores. Ejercen la elección, la capacidad y la oportunidad”.

Muchos factores pueden contribuir a que haya un periodo de inactividad. Un extenso estudio sobre los asesinatos en serie realizado en 2008 por el Centro Nacional para el Análisis de los Crímenes Violentos del FBI encontró que los asesinos pueden calmarse cuando encuentran otras vías de desahogo para sus emociones. El estudio mencionó a Dennis Rader, conocido como el asesino BTK, quien mató a diez personas entre 1974 y 1991, pero no tuvo más víctimas antes de ser aprehendido en 2005. “Durante las entrevistas realizadas por la procuraduría, Rader admitió haberse dedicado a actividades autoeróticas como sustituto de sus asesinatos”, establece el informe.

Otros asesinos pueden haber cambiado su comportamiento después de mudarse lejos del epicentro original de sus actividades. Ted Bundy mutiló y asesinó quizá a más de treinta mujeres jóvenes en la década de 1970. Sin embargo, hubo periodos durante sus mudanzas de un lado para otro en los que no se le asoció con asesinatos en tales zonas.

En algunos casos, el trabajo y la familia pueden estabilizar al sujeto, o las fuentes que exacerban su estrés quizá desaparecen, según algunos expertos.

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Un judicial carga paquetes con evidencias de la casa de DeAngelo en Citrus Heights, California.CreditFred Greaves/Reuters

Michael H. Stone, profesor de Psiquiatría Forense de la Universidad de Columbia, quien ha estudiado a profundidad a los asesinos seriales, señaló que Gary Ridgway, el asesino de Green River, mató a prost*tutas durante sus dos primeros matrimonios, en los que enfrentó dificultades. Se casó una tercera vez, un matrimonio que fue más feliz, y los asesinatos menguaron.

“Algunos de estos hombres experimentan pequeños oasis de compasión dentro del vasto desierto de su desprecio y odio hacia las mujeres”, dijo Stone.

Hasta ahora, las autoridades no han ofrecido ninguna explicación pública sobre por qué la oleada de homicidios del asesino de Golden State, por la que fue arrestado DeAngelo, comenzó y continuó, y mucho menos sobre por qué se detuvo. No obstante, algunos expertos señalan la explicación más banal: es posible que para 1986, cuando cumplió 40 años, DeAngelo ya hubiera envejecido.

“Los niveles de testosterona son bajos”, dijo Stone. “Su capacidad de desempeño se ha debilitado”, añadió, aunque señaló que solo estaba especulando. El impulso depredador pudo haber disminuido.

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Una foto no fechada de la licencia de conducir de Dennis Rader, también conocido como el asesino BTK CreditWitchita Eagle vía Associated Press

Mark Safarik, un elaborador de perfiles criminales para el FBI retirado y asesor de programas de televisión sobre crímenes, comoBones y The Blacklist, trabajó recientemente en un estudio con investigadores académicos sobre delincuentes homicidas sexuales de edad avanzada. “Es muy raro que tengan más de 50 años”, afirmó. “Simplemente no tenemos registros. Sí hay pedófilos de más de 50, pero no violadores asesinos”.

Hay pocas investigaciones sobre por qué los asesinos en serie desisten por razones distintas a la de ser atrapados.

“Nunca se ha encuestado a los asesinos en serie para preguntarles por qué dejaron de matar”, dijo Eric Witzig, un detective de homicidios retirado y presidente del Murder Accountability Project, una base de datos sobre asesinatos no resueltos. “Solo contamos con corazonadas anecdóticas”, dijo.

Quizá una víctima se defendió y asustó al atacante, dijo. El asesino “podría entonces pensar: ‘Tal vez ya no quiero hacer esto porque podrían atraparme’. O: ‘Quiero parar y reflexionar sobre los estragos que causé en el pasado’”.

O, dijo el doctor Bruce E. Harry, psiquiatra forense retirado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Misuri: “Quizá se cansan o se aburren y simplemente ya no quieren hacerlo”.

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Una foto sin fecha divulgada por el FBI que muestra una casa saqueada por un atacante que llegó a conocerse como el “Violador de East Area” y el “Asesino de Golden State” CreditFBI vía Asso

Safarik, el creador de perfiles criminales del FBI retirado, era policía de zona a finales de la década de 1970 en Davis, California, y recuerda haber montado guardias en busca del asesino de Golden State, usando aparatos de vigilancia nocturna para tratar de identificar a un hombre que merodeaba sobre los techos o escapaba a los campos cercanos.

Entonces, igual que ahora, la policía creía que el sospechoso contaba con capacitación militar o judicial, que le servía para evadir su detención. Una razón por la que este violador y asesino pudo haberse detenido a finales de la década de 1980, según especula Safarik, es que estaba cobrando conciencia de la capacidad de recolectar evidencias de ADN que deja hasta el material más exiguo. El experto dijo que la gente estaba familiarizándose con eso, en especial debido a los programas de televisión.

Aunque varios expertos enfatizan que aún se sabe muy poco sobre DeAngelo —incluyendo, de manera muy importante, si en efecto él cometió los crímenes— y se preguntan si su conducta criminal de hecho se detuvo por completo en 1986.

“Me gustaría analizar otras violaciones y asesinatos en las zonas donde vivió a lo largo de los años”, dijo Meloy. “No estoy convencido de que haya hecho alto total a los 40 años”.
https://www.nytimes.com/es/2018/05/...=latest&contentPlacement=10&pgtype=collection
 
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