"ARQUEOLOGÍA, PALEONTOLOGÍA"

PETRA PODRÍA CRECER EN UN FUTURO PRÓXIMO
Arqueología por satélite: así trabajan los Indiana Jones del siglo XXI
Una de las mayores expertas del mundo cree que solo se ha encontrado un 0,1 por ciento de los restos arqueológicos existentes en el mundo, por lo que la tecnología es imprescindible



Foto: El Monasterio es una de las partes más importantes de Petra, en Jordania (EFE EPA/Andre Pain)


El Monasterio es una de las partes más importantes de Petra, en Jordania (EFE EPA/Andre Pain)



AUTOR
EL CONFIDENCIAL
08/01/2020




Sarah Parcak es una arqueóloga estadounidense que se ha pasado media vida tratando de descubrir nuevos posibles restos arqueológicos tanto en Egipto como en otras partes de lo que fue el antiguo Imperio Romano. Parcak es egiptóloga y lo que le diferencia de otros arqueólogos contemporáneos es sus métodos: usa imágenes de satélite para identificar lugares interesantes desde una perspectiva histórica.
Hace ahora una década, Parcak se unió a la BBC en un proyecto conjunto para descubrir restos arqueológicos en Egipto a partir de imágenes por satélite. Tuvo un gran éxito, aunque también alguna polémica con las autoridades egipcias, y fue galardonada con el premio TED en 2016. Ahora, su investigación se ha trasladado a Jordania y, más concretamente, a Petra.

ste lugar es uno de los más visitados del mundo por sus restos arqueológicos, entre los que destacan el Tesoro y el Monasterio y a los que se accede a través del Siq, un estrecho cañón que hizo famoso Indiana Jones en ‘La última cruzada’. Pero Sarah Parcak no se fija en los tesoros ya descubiertos, sino en los que aún están por conocerse.


Tesoros que pasan desapercibidos
Estudiando los alrededores de la antigua Petra a través de los satélites, Parcak descubrió una colina que, aparentemente, solo estaba cubierta de rocas. Sin embargo, analizando esas imágenes encontró rectángulos de piedra tallada y restos de paredes que bordean el perímetro de la colina. Podría ser el último descubrimiento en Petra, las ruinas de un antiguo templo. Así que el pasado mes de septiembre decidió viajar hasta el lugar, hoy habitado por personas que malviven en el terreno ocupando huecos en las rocas excavados por sus antepasados.

Parcak cree que solo se ha encontrado un 0,1 por ciento de los restos arqueológicos existentes en el Delta egipcio… y un número similar a nivel mundial

Sobre el terreno, las ruinas apenas se podían distinguir pero la arqueóloga sabía lo que había visto a través del satélite: usó drones para generar mapas nuevos y más detallados y contó con la ayuda de un arqueólogo de Petra, Qais Tweissi. Parcak ha explicado a Popular Mechanics que "no sabemos exactamente qué es y todavía no podemos llamarlo un templo, por lo que decimos que es un ‘lugar ritual’. Hay varios niveles preservados desde la base, columnas… Ésta no es una casa, es mucho, mucho más grande y tiene el mismo tamaño y forma que otros lugares rituales o templos de esta zona. Tampoco se suelen encontrar múltiples recintos y paredes en las residencias. Además, tiene una vista realmente increíble de la ciudad central. Puedes ver todo a su alrededor. Por lo general, y especialmente Petra, solo ponen sus lugares más importantes en puntos altos".

El siguiente paso será convencer al estado jordano de financiar una excavación completa del lugar. De momento, Parcak está satisfecha de lo que ha conseguido gracias a la teledetección: "Me gusta decir que en arqueología no buscamos encontrar, buscamos descubrir. Creo que ese es el poder de estas aplicaciones de nueva tecnología". Solo para hacernos una idea de lo que esa tecnología puede hacer, nos deja un dato: cree que solo se ha encontrado un 0,1 por ciento de los restos arqueológicos existentes en el Delta egipcio… y un número similar a nivel mundial.

 
Esta noticia es un poco antigua (del 19 de Diciembre) pero me ha parecido muy interesante.

Hallan en Grecia dos tumbas principescas de la Edad del Bronce con numerosos objetos valiosos

Las paredes de estas tumbas griegas de la Edad del Bronce estaban forradas con oro (University of Cincinnati)

Tenían forma de colmena y en su interior olía a tierra y lujo. Hace 3.500 años, en plena Edad del Bronce, dos personas fueron enterradas en Pilos (Grecia). El tesoro que les acompañó al otro mundo era abundante en joyas y otros artefactos. Y las paredes de las tumbas estaban totalmente forradas de oro.

Vista aérea del sitio que muestra la tumba Tholos IV, a la izquierda, encontrada (junto al Palacio de Néstor) por el arqueólogo Carl Blegen en 1939 en relación con Tholos VI y Tholos VII (University of Cincinnati).

Los arqueólogos de la Universidad de Cincinnati hallaron las sepulturas, llamadas Tholos VI y VII, en 2018 mientras excavaban los alrededores del enterramiento del Griffin Warrior, un guerrero micénico descubierto en 2015 y que tenía a su lado una placa de marfil adornada con un grifo, una bestia mítica con el cuerpo de un león y la cabeza y las alas de un águila.


La entrada de piedra a la tumba llamada Tholos IV cerca del antiguo Palacio de Néstor, ambos descubiertos por el difunto arqueólogo de UC Classics, Carl Blegen, en 1939. Foto / UC Classics.

Los resultados de la investigación se hicieron públicos este martes y los expertos Jack L. Davis y Sharon R. Stocker (izquierda) explicaron que ambas tumbas principescas tenían vistas al Mar Mediterráneo y contenían gran cantidad de objetos que podrían ayudar a los historiadores a llenar los vacíos en el conocimiento de la civilización griega primitiva.

El equipo de arqueólogos pasó más de 18 meses excavando y documentando el hallazgo, sorprendidos porque estas sepulturas familiares estaban llenas de copos de pan de oro que una vez empapelaron las paredes. ”Al igual que con la tumba del Griffin Warrior, al final de la primera semana sabíamos que teníamos algo que era realmente importante”, afirma Stocker en un comunicado.


Un mapa del sitio muestra las tumbas familiares en relación con la sepultura del 'Griffin Warrior' y el Palacio de Néstor (University of Cincinnati).

”Pronto nos quedó claro que había vuelto a caer un rayo”, dijo Davis. Los artefactos encontrados cuentan historias sobre la vida a lo largo del Mediterráneo hace 3.500 años, añadió. Un anillo de oro, por ejemplo, representaba dos toros flanqueados por gavillas (conjunto de ramas atadas por su centro) de grano, identificados como cebada por un paleobotánico consultado durante los estudios.


Anillo de oro en el que se representa dos toros flanqueados por gavillas. Foto UC Classics / Ministerio de cultura de Grecia

”Es una escena interesante de cría de animales: ganado mezclado con producción de granos. Es la base de la agricultura“, recordó Jack Davis. “Hasta donde sabemos, es la única representación del grano en el arte de la civilización cretense o minoica”.

En la tumba del Griffin Warrior había un esqueleto muy bien conservado junto a más de 3.000 objetos, incluidos cuatro anillos de oro macizo, copas de plata, piedras preciosas, armaduras peines de marfil y una espada bronce con el mango de marfil y oro, entre otras armas. Entre estos objetos de valor incalculable también se encontraba una gema tallada.


Gema hallada en la tumba del 'Griffin Warrior' representa un combate mortal con exquisito detalle. Una obra maestra de la Edad de Bronce.

Esta obra muestra una feroz batalla cuerpo a cuerpo entre tres soldados que pone luz sobre las leyendas más habituales de los orígenes de la civilización griega, además de reescribir toda la historia del arte de la antigua Grecia. El nivel de detalle de este dibujo no se habían visto hasta artefactos del período clásico, hechos unos 1.000 años después.

La identidad del Griffin Warrior es motivo de especulación. Stocker dijo que la combinación de armadura, armas y joyas, encontradas en su tumba indican fuertemente que tenía autoridad militar y religiosa, probablemente como un rey, denominado en los últimos tiempos micénicos como anax.

Del mismo modo, las tumbas principescas pintan una imagen de la riqueza y el estado acumulados, dijo. Contenían ámbar del Báltico, amatista de Egipto, cornalina importada y mucho oro. Las tumbas se asientan en el lugar donde el Palacio de Néstor se levantaría y caería en ruinas


Los arqueólogos encontraron un colgante de oro con la imagen de Hathor, una diosa egipcia que protegía a los muertos (University of Cincinnati).

"Creo que estos eran individuos probablemente muy sofisticados para su tiempo", dijo Davis. “Han salido de un lugar en la historia donde había pocos artículos de lujo y bienes importados. Y de repente, en el momento del hallazgo de las primeras tumbas tholos, aparecen artículos de lujo en Grecia".

“Toda esta explosión de riqueza indica que la gente está compitiendo por el poder. Son años de formación, los cuales darán lugar a la era clásica de Grecia", añade.


En una de las dos tumbas había un sello hecho de coralina con dos criaturas mitológicas, llamadas genios, con vasijas e incienso sobre un altar. Sobre los genios hay una estrella de 16 puntas. La misma estrella de 16 puntas también aparece en un artefacto de bronce y oro en la tumba. University of Cincinnati.

"Es raro este sello. No hay muchas estrellas de 16 puntas en la iconografía micénica. El hecho de que tengamos dos objetos con 16 puntos en dos medios diferentes (ágata y oro) es notable"
, dijo Stocker.


El equipo continuará trabajando en Pylos durante al menos los próximos dos años, mientras ellos y otros investigadores de todo el mundo descifran los misterios objetos hallados.


“Han pasado cincuenta años desde que se encontraron tumbas sustanciales de este tipo en cualquier sitio palaciego de la Edad del Bronce. Eso hace que este hallazgo sea extraordinario”, concluye Davis.

Fuente: https://terraeantiqvae.com/profiles...-tumbas-principescas-de-la-edad-del-bronce-co
 
La piedra de Rök (Suecia), una inscripción rúnica de hace más de mil años, alude al temor a una catástrofe medioambiental


La piedra de Rök es una piedra rúnica situada en Suecia, en los terrenos de la iglesia de Rök, en la comuna de Ödeshög. Tiene una altura cercana a los 2,5 metros, y más de 1 metro bajo tierra. Es de granito de grano fino, de color gris claro, con cerca de 280 inscripciones rúnicas en el frente y 450 en la parte posterior.

Un nuevo estudio interdisciplinar sugiere que en esas inscripciones se señalan temores a una catástrofe medioambiental.

Interpretación interdisciplinar
El texto es el más largo de todas las piedras rúnicas clasificadas en Suecia. Investigaciones hechas, indican que fue tallado alrededor del año 800. La primera traducción la hizo el noruego Sophus Bugge en 1878, y su explicación sigue siendo tema de investigación en la actualidad.

Esta nueva interpretación se basa en una colaboración entre investigadores de varias disciplinas y universidades que sugiere que el texto alude al conflicto entre la luz y la oscuridad, el calor y el frío, la vida y la muerte, que se basa en una nueva investigación arqueológica que describe cómo Escandinavia sufrió una catástrofe climática previa con temperaturas promedio más bajas, malas cosechas, hambre y extinciones masivas.

Según la nueva interpretación de los investigadores que ahora se publica, la inscripción consta de nueve acertijos. La respuesta a cinco de estos acertijos es "el Sol". Uno es un acertijo que pregunta quién estaba muerto pero ahora vive de nuevo. Los cuatro acertijos restantes son sobre Odin y sus guerreros.

Olof Sundqvist, profesor de Historia de las Religiones en la Universidad de Estocolmo, explica la conexión:
“La poderosa élite de la era vikinga se consideraba garante de buenas cosechas. Eran los líderes del culto que mantenían unido el frágil equilibrio entre la luz y la oscuridad. Y finalmente en Ragnarök, lucharían junto a Odin en la batalla final por la luz”.

Según explica Per Holmberg (izquierda), profesor de sueco en Universidad de Gotemburgo, que dirigió el estudio: "La clave para desbloquear la inscripción fue el enfoque interdisciplinario. Sin estas colaboraciones entre el análisis textual, la arqueología, la historia de las religiones y la runología, habría sido imposible resolver los enigmas de la piedra rúnica de Rök".

Bo Gräslund (izquierda), profesor de arqueología en la Universidad de Uppsala, señala varias razones por las cuales las personas pueden haber temido una nueva catástrofe de este tipo:
"Antes de que se erigiera la piedra rúnica de Rök, ocurrieron una serie de eventos que debieron parecer extremadamente siniestros: una poderosa tormenta solar coloreó el cielo en dramáticos tonos rojos, los rendimientos de los cultivos sufrieron un verano extremadamente frío, y más tarde ocurrió un eclipse solar justo después amanecer. Incluso uno de estos eventos habría sido suficiente para aumentar el temor a otro Fimbulwinter (un signo del fin del mundo en la mitología nórdica)".

A diferencia de lingüistas y arqueólogos que aseguran que las inscripciones grabadas aluden al emperador Teodorico el Grande, rey de los ostrogodos, esta nueva interpretación sostiene que "la inscripción refleja la angustia provocada por la muerte de un hijo y el temor a una nueva crisis climática similar a la catástrofe ocurrida después del año 536 a.C".

Fuente: https://terraeantiqvae.com/profiles...-inscripcion-de-hace-mas-de-mil-anos-alude-al
 
Encuentran en Jerusalén indicios de un mercado de los tiempos de Jesucristo
Los arqueólogos israelíes creen que habría abastecido a los peregrinos que recorrían el camino hacia el Segundo Templo



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Actualizado:08/01/2020

En las excavaciones del Parque Arqueológico de la Ciudad de David, en Jerusalén Este, se ha descubierto una mesa de medición de 2.000 años de antigüedad, que atestiguaría, de acuerdo con los arqueólogos israelíes, la presencia de un antiguo mercado que abastecería a los peregrinos que recorrían el camino hacia el Segundo Templo, sitio sagrado del judaísmo, en Jerusalén

De acuerdo con la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), el hallazgo resulta muy poco común ya que únicamente se han encontrado dos más de su categoría en el área. «Hasta ahora, las excavaciones en Jerusalén han descubierto sólo dos piezas similares que se han utilizado para medir volúmenes: una durante la década de 1970 en el distrito judío de excavaciones y otra en las excavaciones en Shuafat, en el norte de Jerusalén», ha puntualizado Ari Levy, director de la excavación de la AAI.

En una parte del objeto desenterrado quedan «dos cavidades profundas, cada una con un drenaje en el fondo», ha explicado Ronny Reich. «Su parte inferior podía taparse con un dedo, llenarse con un líquido de algún tipo -ha continuado-, y una vez se retiraba el dedo, el líquido podía volcarse en un recipiente para determinar así su volumen». «De esta forma, los comerciantes podían calibrar sus instrumentos de medición utilizando un estándar uniforme», añade.


Oficinas del prefecto


Junto a la mesa, que se usaba para pesar vino o aceite, también se encontraron decenas depesos de medición de piedra. De acuerdo con los expertos, el descubrimiento en este punto refuerza la teoría de que era la plaza principal de lo que históricamente se conoció como la ciudad baja de Jerusalén.

Según Efe, se piensa que albergaba la milenaria ruta conocida como el Camino de los Peregrinos (judíos), que partía del estanque de Siloé (donde la Biblia dice que Jesucristo mandó a lavarse a un hombre para curarse la ceguera) hasta el Monte del Templo (denominación judía de la actual Explanada de las Mezquitas, Noble Santuario para el islam), donde hace muy poco también descubrieron una calle construida en tiempos de Poncio Pilato.

Creen que allí podrían haber estado el mercado «que sirvió de punto focal de comercio» y también las oficinas del inspector encargado de supervisar los pesos y medidas de la urbe, el prefecto, «la única persona que tenía este tipo de instrumentos», ha subrayado Levy.

«Los comerciantes necesitaban una unidad de medida estandarizada, y cuando querían asegurarse de que todos trabajaban con la misma, iban a ver a los agoranomos, los prefectos de los mercados (...). Gracias a esta tabla, los comerciantes sabían cuántos litros de aceite de oliva vendían, por ejemplo», ha detallado este especialista.

El Parque Nacional de la Ciudad de David se extiende al pie de las murallas de la Ciudad Vieja en Silwan, el barrio palestino de Jerusalén Este, anexado y ocupado por Israel. Constituye un sitio de excavaciones israelíes intensas y controvertidas, teniendo en cuenta la disputa entre israelíes y palestinos sobre la soberanía de Jerusalén Este y la importancia de la participación histórica en ese contexto, de acuerdo con AFP.

 
Descubren una nueva especie de cocodrilo que vivió hace 125 millones de años en Teruel
La Hulkepholis rori ha sido descrita a partir de un cráneo casi completo y «en excelente estado de conservación»


Reconstrucción de un cráneo de Hulkepholis expuesta en el satélite de Dinópolis de Ariño



Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha hallado una nueva especie de cocodrilo acuático, que vivió hace 125 millones de años en Galve (Teruel) y que es la más antigua de un género al que pertenece también otra especie descrita hace años en Teruel.

Después de un proceso de reconstrucción, estudio y análisis evolutivo, se ha descrito esta especie (Hulkepholis rori), a partir de un cráneo casi completo y «en excelente estado de conservación» encontrado en la localidad Cabezo Santa Bárbara, según indica la UAM en una nota de prensa.

Galve es un municipio de Teruel famoso por sus hallazgos paleontológicos, con hitos como tener el primer dinosaurio descrito en España, el Aragosaurus ischiaticus, un saurópodo descubierto en un yacimiento del jurásico-cretácico.

También destaca por su «notable» concentración de huesos de crocodiliformes, es decir, de un grupo taxonómico de reptiles cuyas especies vivieron entre los 228 millones de años y la actualidad, como es el caso del cocodrilo del Nilo, explica la UAM.

Ahora, la unidad de Paleontología de ese centro madrileño ha descrito una nueva especie de crocodiliforme goniofolídido, el Hulkepholis rori, siendo la especie la más antigua del género Hulkepholis documentada hasta el momento en la península ibérica.

El cráneo del Hulkepholis rori se recuperó fragmentado y disperso; y, una vez preparado, se observó que los fragmentos coincidían en proporciones y podían articularse, por lo que se estableció que pertenecían a un único individuo. La reconstrucción ha permitido estimar que su longitud sería de unos 24 centímetros.

Desde la UAM subrayan que este hallazgo genera nuevas preguntas sobre la evolución de este grupo de reptiles, cuya disparidad en las formas de los cráneos de los ejemplares encontrados en Europa «es tan variada como la de los cocodrilos actuales».

 
NO FUERON LOS VOLCANES DE LA INDIA
Una española ayuda a zanjar un debate de décadas: ¿de qué murieron los dinosaurios?
Una investigación internacional con participación de la paleontóloga española Laia Alegret demuestra que la extinción masiva de especies se debió a la colisión del meteorito



Foto: (Ilustración: Phillip M. Krzeminski)


(Ilustración: Phillip M. Krzeminski)


AUTOR
JOSÉ PICHEL
16/01/2020



La cultura popular ha asumido hace tiempo que la desaparición de los dinosaurios se produjo por el impacto de un gran meteorito hace 65 millones de años. En realidad, se trató de una extinción masiva que borró del planeta el 70% de las especies que existían en aquel momento, un acontecimiento tan importante que en geología sirve para marcar el final del periodo Cretácico, de manera que los expertos se refieren a esta cambio como límite Cretácico/Terciaro. Sin embargo, esta teoría no estaba completamente aceptada por la comunidad científica, que durante décadas ha seguido especulando con que otros acontecimientos hubieran sido igual o más decisivos
.
Para algunos, el impacto de un meteorito de 10 kilómetros de diámetro en la península de Yucatán (México) es suficiente para explicar la emisión de una gran cantidad de material fundido y gases a la atmósfera, que habrían provocado lluvia ácida, la acidificación de los océanos y un gran calentamiento global seguido de un invierno nuclear que habría durado décadas.

Para otros, un acontecimiento más o menos simultáneo también habría tenido una enorme influencia: el vulcanismo de la India, es decir, una descomunal actividad volcánica que además de traducirse en la expulsión de enormes cantidades de lava, también habría emitido gases con un tremendo efecto sobre la atmósfera y, posteriormente, sobre el clima. De hecho, estudios recientes (como éste y éste, publicados en la revista Science en 2015 y en 2019, respectivamente) parecían darle cada vez más importancia a estos eventos.

Sin embargo el debate puede acabar hoy mismo con la publicación en la revista Science de una gran investigación internacional que aporta pruebas contundentes de que la gran extinción se produjo justo cuando tuvo lugar el impacto del meteorito, mientras que la actividad volcánica no parece tener ninguna relación, porque no coincide en el tiempo.


La clave está en las temperaturas del pasado
La investigación está liderada por la Universidad de Yale, pero cuenta con la participación deLaia Alegret, paleontóloga del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) y de la Universidad de Zaragoza. En declaraciones a Teknautas, la coautora española explica que las evidencias decisivas para llegar a la conclusión de que fue el impacto del meteorito el que acabó con los dinosaurios proceden del estudio del clima del pasado. “Hemos completado la mayor recopilación de datos sobre la temperatura de aquella época con localizaciones de todo el planeta a través del análisis de muchas evidencias, como fósiles, sedimentos e isótopos”, destaca.

Obtener esa información era importante porque “en un episodio de vulcanismo se emite lava pero también gases volátiles, como el CO2, que tienen un efecto invernadero y provocan un calentamiento”. Por eso, saber cómo evolucionaron las temperaturas en esa época sirvió para comprobar qué posibles explicaciones concuerdan con las evidencias científicas.




Laia Alegret. (Foto: Unizar)




“Los escenarios que mejor se ajustan a la curva de la temperatura que hemos construido son dos. Uno refleja que la mitad del vulcanismo tuvo lugar antes de las extinciones y la otra mitad, después. El otro, que la mayor parte de los gases de la actividad volcánica fueron emitidos antes”, señala. Cualquiera de las dos posibilidades descarta que la actividad volcánica fuera la causa de la desaparición masiva de especies.

El origen del debate en torno al límite Cretácico/Terciario es que se producen eventos globales muy importantes en un intervalo de tiempo bastante corto. “A lo largo de unos 700.000 años ocurren diversas fases de vulcanismo y el impacto del asteroide en la península de Yucatán, así que la clave era de discernir cuándo se produjeron”, destaca.


200.000 años de diferencia
A través de este trabajo se sabe que “la primera fase del vulcanismo produjo un calentamiento global de dos grados centígrados, pero las temperaturas volvieron a ser las originales 200.000 años antes de las extinciones y antes del impacto del meteorito. Por eso concluimos que el vulcanismo no tuvo nada que ver con las extinciones, comienza y acaba mucho antes de que se produjeran”, afirma la investigadora.

Incluso el otro escenario –el que plantea que la mitad del vulcanismo se produjo antes y la otra mitad después de las extinciones– también encaja con las evidencias encontradas, porque la segunda fase se habría producido “después de la desaparición de las especies, pero no coincide con ella, ocurre mucho más tarde”. En definitiva, “el impacto del meteorito es el único hecho que coincide exactamente con la extinción”.




Posible cráter que dejó el asteroide. (CC)




La oscense Laia Alegret se dedica al estudio de unos fósiles microscópicos que viven en el fondo de los océanos, llamado foraminíferos. “Son una de las mejores herramientas que existen para conocer la temperatura del pasado, que se puede averiguar analizando los isótopos de sus caparazones, que son de carbonato cálcico. Así que mi contribución a este trabajo ha sido analizar esos microfósiles, estudiar su composición isotópica y deducir la temperatura del intervalo que hemos estudiado”, subraya.

Otros coautores han aportado registros de temperatura distintos. “También se puede inferir la temperatura del pasado analizando las hojas de las plantas o la composición isotópica de las rocas, de dientes de peces o de moluscos. Todo este conjunto de datos es lo que nos ha permitido generar la curva experimental de la temperatura, que es la más completa que existe del límite Cretácico/Terciario en estos momentos”.


Las pistas, en el fondo del mar
Para acceder a esos microfósiles que estudia Laia Alegret, testigos de un pasado remoto, los científicos recurren a sondeos del fondo marinoobtenidos gracias a buques de perforación o salen al campo para analizar afloramientos. Es decir, muestras de roca que hace millones de años formaban parte de fondos oceánicos y, por lo tanto, también contienen foraminíferos.

Los fósiles ofrecen información de cuándo se produjeron las extinciones, en qué comento y con qué intensidad
“Hemos estudiado materiales de sondeos y afloramientos de todos los continentes, de todos los océanos y de distintas latitudes para tener una visión global de la temperatura. Esto también nos permite ver los cambios que se produjeron en los ecosistemas, los fósiles ofrecen información de cuándo se produjeron las extinciones, en qué comento y con qué intensidad”, comenta.

Este viernes la investigadora de la Universidad de Zaragoza coge un avión a Nueva Zelanda. Su objetivo es seguir estudiando los fondos marinos, pero con un propósito distinto. Esta vez pretende continuar con las investigaciones sobre Zelandia, el continente sumergido que se hundió parcialmente hace millones de años.

 
Hallado en Elda el primer monasterio bizantino de la península ibérica


Ruinas del monasterio.


Ruinas del monasterio


La llegada del cristianismo en el siglo IV se constata con la presencia de restos con simbología cristiana

19.01.2020 | Baltasar Bueno, corresponsal en Valencia

Comentábamos aquí en estas mismas páginas de Religión Digital días pasados, con ocasión del viaje a Tierra Santa, que el cristianismo entró en la Península Ibérica a través del Mediterráneo y por la zona Elche-Elda, donde hace años se halló restos arqueológicos cristianos, según las investigaciones hechas por el profesor valenciano Leopoldo Peñarroja, que las publicó en un libro sobre el cristianismo primitivo. Y que las cercanas Elche y Elda eran sendas sedes episcopales de aquella época.
Ahora, la Cadena Ser ha difundido una noticia del diario El País que recoge un nuevo hallazgo de la Universidad de Alicante por el que sitúa en Elda el primer monasterio bizantino de la península ibérica. El periódico señala que unos pequeños objetos circulares de plomo encontrados en el yacimiento de El Monastil, en Elda, han resuelto un enigma que se arrastraba desde el siglo XIX.

Los expertos de la Universidad de Alicante y del museo arqueológico de la localidad ya pueden afirmar que “el primer monasterio bizantino de la península Ibérica” ha sido identificado.

El director del Museo Arqueológico de Elda, Antonio Poveda, afirma que la investigación ha durado casi 25 años “debido a las dificultades de identificación de los restos arquitectónicos y mobiliario litúrgico hallados”. Se había encontrado muchas pistas en este tiempo, pero nada era concluyente. Ahora los resultados de las últimas investigaciones sí lo son: lo que se había identificado como un yacimiento romano o visigodo en la parte más elevada de un cerro a las afuera de Elda, ha resultado ser una basílica bizantina, la primera desenterrada en España.

Poveda recuerda que el primero que señaló la presencia de posibles restos del monasterio fue el archivero municipal Lamberto Amat en 1873, si bien no pudo datar su construcción. Hace 50 años, el Centro Excursionista Eldense encontró también gran cantidad de materiales arqueológicos, pero tampoco fue capaz de identificarlos. En los años 80, el arqueólogo Enrique Llobregat sí confirmó la “existencia de un monasterio cristiano” en la cima. Relacionó algunos fragmentos con “un altar sigmático [de estilo griego] de mármol”.

Ahora además del conjunto de pesos con inscripciones en griego, en las últimas excavaciones dirigidas por Antonio Manuel Poveda se ha hallado una gran basa octogonal de columna, típica de la arquitectura bizantina y única hasta la fecha en toda la Península.


Cima del poblado


Cima del poblado


Elpoblado íbero-romano de El Monastil
El poblado íbero-romano de El Monastil se encontraba ubicado al norte de Elda, Alicante, en España, en la sierra conocida como El Monastil, ocupando la cresta y ladera sur de la misma.

Su origen se remonta al siglo V a. C., y se constituyó como una de las poblaciones contestanas del levante español. Con anterioridad, en la Edad del Bronce, ya habían existido asentamientos humanos en la misma zona.

Las características geográficas le situaban al abrigo de los climas rigurosos, próximo al río Vinalopó y en una zona, entonces, de bosque mediterráneo y recursos hídricos suficientes, abundante en caza menor. La sierra tiene un defensa fácil por su cara norte, al ser escarpada.

La disposición de las viviendas ocupaba la ladera sur y la cresta, protegidas por una muralla hacia el norte, con unas dimensiones entre 7 y 28 metros cuadrados cada una, alineadas y que debieron tener una población estable de entre 150 y 200 individuos, que se fueron incrementando conforme se extendió a la llanura que se aproxima a la ribera del río.

El comercio fue abundante con el resto de poblaciones iberas, pero también se han encontrado restos que explican un importante intercambio con poblaciones del mediterráneo como griegos, fenicios, cartagineses y romanos.


Sarcófago paleocristiano de El Monastil
En el periodo de romanización, el poblado quedó dentro de la zona de Cartago Nova, constando la ciudad ibero-romana con el nombre de Elo. Las fáciles comunicaciones a través de la Vía Augusta y desde el Vinalopó con Illici (la actual Elche) y el correspondiente acceso a Lucentum (actual Alicante) y a la rica zona del Tossal de Manises, facilitaron la permanencia del poblado en el interior de la actual provincia de Alicante. Se conoce su esplendor en el siglo I dC, con distintas villas romanas en su zona de influencia y otros asentamientos menores en el valle del vinalopo. La actividad económica se fortaleció en dos terrenos: la producción cerámica, con intercambios datados en la actual Italia, Francia y norte de África, y el esparto, que permitió un amplio desarrollo de la cestería.

A finales del siglo I d. C. las crisis del Imperio romano afectaron a la zona, con el repliegue de una parte de la población de nuevo a la zona montañosa. Paralelamente, las villae romanas del valle se expanden acogiendo a distintas familias. La actividad comercial decayó en beneficio de cierto nivel de autarquía.

La población sufrió, a partir de este momento, sucesivos periodos de expansión y contracción, según la situación política. Poco a poco el valle de Elda se fue ocupando, se extendió la roturación de la tierra y proliferaron las villae. El poblado de Elo permaneció, pero no siempre fue centro desde el que irradiase la actividad del conjunto de la zona.

La llegada del cristianismo en el siglo IV se constata con la presencia de restos con simbología cristiana, además del trozo de un sarcófago de mármol con escenas de Jonás y la ballena. Este último periodo de la época romana lo es también de un segundo renacer de la comunidad de Elo, donde de nuevo abunda el comercio. La llegada de los visigodos dará lugar a una nueva etapa de plena cristianización y un nuevo modelo social y político para la que entonces será una ciudad episcopal.

 
El gran señor de la guerra enseña su palacio
Cabra hará visitable un complejo aristocrático del siglo III a.C. que conserva muros de hasta cuatro metros


VICENTE G. OLAYA
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Madrid 23 ENE 2020



Almacén del palacio del Cerro de la Merced.


Almacén del palacio del Cerro de la Merced. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID




Siempre se pensó que se trataba de una atalaya vigía, y hasta algunos especularon con que podía tener un posible origen cartaginés. Pero lo que mostraba la realidad era solo un altozano (cerro de la Merced) de forma cónica casi perfecta y aislado a unos cuatro kilómetros de Cabra (Córdoba). Se suponía que formaba parte de un sistema de control visual del territorio de final de época ibérica o comienzos del dominio romano, quizá en el siglos II antes de Cristo. Pero algo no les cuadraba a los arqueólogos. Así que cogieron una escalera de cuatro metros y la colocaron en su cima, asemejando a la supuesta torre que lo coronó en su tiempo. El resultado fue sorprendente: desde el último peldaño no se divisa nada importante, ni siquiera Cabra. Había media docena de cerros próximos similares mucho más estratégicos y cuya visibilidad resultaba mucho mayor. Definitivamente, aquello no había sido nunca una torre vigía. Comenzaron las excavaciones. Corría 2012.

Ahora, en unos trabajos que se mantienen y que encabeza Fernando Quesada, catedrático de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, es ya visible lo que aquel otero ocultaba: un complejo aristocrático, un palacio, de un señor de la guerra íbero, cuyos imponentes vestigios han sido cubiertos hace escasas semanas con una carpa protectora para mantener su integridad y hacerlo visitable en breve. El Museo Íbero de Jaén, y hasta el 15 de abril, le dedica una notable exposición.



Vista aérea del palacio íbero de Cabra.


Vista aérea del palacio íbero de Cabra. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID




En algún momento entre los siglos o V y el IV a.C. los íberos edificaron sobre el altozano un edificio, posiblemente un santuario, que incluía un monumento decorado con cornisas pintadas en rojo y blanco y espectaculares relieves vegetales. Estaba estratégicamente orientado hacia el este, lo que le confería una cualidad especial: cuando el sol comienza a salir, es el primer monte que se ilumina por completo.

Aprovechando parte de la planta y reutilizando muchos bloques del viejo edificio, un gran señor ibero construyó aproximadamente en el siglo III a. de C. un complejo arquitectónico monumental, un edificio de planta cuadrada y dos alturas, con muros ciclópeos exteriores de hasta cuatro metros de espesor. La edificación, bien conservada, con muros todavía hoy alzados hasta cuatro metros, contaba con una planta baja para los almacenes, salas enlosadas con grandes lajas, áreas de molienda de cereal y, quizá, una capilla recóndita. Este gran recinto estaba además rodeado por una terraza perimetral y abrazado por otro muro sobre un aterrazamiento. Una escalinata de piedra enlazaba la puerta de acceso con la terraza y el gran recinto de la cima.

En época de Aníbal (247-183 a. C.), o poco después, el complejo aristocrático fue saqueado y demolido, sus imponentes esquinas arrasadas para impedir la reconstrucción. Tras un breve periodo de ocupación por unos iberos que habitaron las ruinas, los romanos pusieron punto final a lo que hubiera podido quedar.

Está constatado que, además, en el siglo XVII buena parte del recito fue horadado por grandes zanjas en busca de tesoros moriscos. Aun así, los resultados arqueológicos son espectaculares: además de parte de los muros de la edificación y las estancias, se han hallado puntas de lanza, fíbulas, ánforas ibero-púnicas, pesas de telar y hasta cinco hachas neolíticas juntas.

“La investigación forma parte de proyecto Ciudades y complejos aristocráticos ibéricos en la conquista romana de la Alta Andalucía, en la que trabajan no menos de 50 expertos. Cada campaña es una sorpresa”, señala Quesada. “El cerro de la Merced era un complejo monumental construido con voluntad de impresionar y hacer ostentación de poder. Se puede considerar perfectamente como un conjunto aristocrático palaciego. No todos los palacios son como el de Oriente”, bromea el catedrático.j


 
BAJO LA ESTRUCTURA DE LA ABADÍA DE BATH
Descubren el monasterio perdido donde fue coronado el primer rey de Inglaterra
Un equipo de investigadores ha hallado, durante unas obras de remodelación, dos ábsides pertenecientes a una antigua catedral de la que no se tenía conocimiento hasta la fecha




Foto: Descubren el monasterio perdido donde fue coronado el primer rey de Inglaterra. (CC/Wikimedia Commons)


Descubren el monasterio perdido donde fue coronado el primer rey de Inglaterra. (CC/Wikimedia Commons)


AUTOR
RUBÉN RODRÍGUEZ
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31/01/2020



Increíble hallazgo el llevado a cabo en la abadía de San Pedro en Bath(Somerset, Inglaterra). Se estaban llevando a cabo una serie de reformas en el monasterio cuando se dieron de bruces con algo que desconocían que se encontrara allí: una serie de restos de estructura de los que no se tenía conocimiento. Tras unos meses de investigaciones y de estudios, los expertos creen tener la respuesta de qué es: el lugar donde se coronó al primer rey de Inglaterra.

Las estructuras aparecieron bajo el actual suelo de la abadía, donde pronto localizaron dos ábsides en relativo buen estado de conservación. Cuando los expertos analizaron de qué se podría tratar, pronto se dieron cuenta que ambos elementos formaron una vez parte de un edificio, que podría corresponder con una catedral. Las dudas sobre qué era en realidad surgieron porque, hasta la fecha, no se conocían restos de estructuras anglosajonas en todo Bath.


Eso provocó que los expertos intentaran datar con radiocarbono dichas estructuras, con el objetivo de obtener un rango de fechas que permitiese entender ante qué tipo de edificio se encontraban, si bien sabían que al encontrarse bajo una abadía, todo apuntaba a que se trataba de otro antiguo lugar de culto. Cuál fue su sorpresa cuando los resultados sugirieron que la construcción se llevó a cabo entre el año 780 y 970, una fecha básica para la localidad.

Tal y como explica Wessex Archeology, los encargados de la obra, en esa fecha tuvo lugar la coronación del primer rey de Inglaterra, Edgar el Pacífico. Ocurrió el 11 de mayo de 973, fecha en la que se sabe que se unió en matrimonio con Elfrida, hija del conde Ordgar, en una ceremonia tan pomposa y soberbia que se convirtió en la base de las coronaciones de todos los reyes ingleses. Una tradición que, parcialmente, sigue siendo igual en la actualidad.

Sin embargo, aunque se conocían esos datos, no se habían hallado los restos del edificio en el que se había producido aquel hito histórico, al menos hasta ahora. "Cuando encuentras algo inusual, tienes que pensar: '¿Cuál es la explicación más fácil para lo que hemos encontrado?'. Así, las fechas y los hallazgos ofrecen pruebas cada vez más sólidas de que hemos encontrado el monasterio perdido de Bath'", afirmó Cai Mason, jefe de proyectos de Arqueología de Wessex, a través de un comunicado.



Bath Abbey: Discovery of the oldest Anglo-Saxon structure in Bath






A pesar de su apodo, Edgar fue un rey violento y cruel, que no dudó en utilizar todo tipo de artes para conseguir reinar. De hecho, los reinos de Mercia y de Northumbria estaban en manos de su hermano, Edwy el Bello, y no dudó en invadirlos para tomar su control. Eso sí, espero a que fuera asesinado en el año 959 para convertirse en rey de Wessex. Ya era rey de facto de Inglaterra, pero solo unos años después quiso ser coronado con la mayor ceremonia nunca hecha.

De hecho, los expertos aseveran que su padre, Edmundo I, y su abuelo, Eduardo el Viejo, podrían ser considerado también como reyes de Inglaterra, si bien es cierto que el Edgar fue el primero en ser coronado "por la voluntad de Dios". Los expertos de Wessex aseguran que podrían existir otras estructuras anteriores, pertenecientes al periodo del rey Offa, pero siguen sorprendidos por el increíble hallazgo: el primer vestigio real del edificio donde se coronó al primer rey de Inglaterra.

 
El castro de Cáceres que escondía un campamento militar romano: así se halló sin excavar el suelo
Los arqueólogos identifican en el yacimiento de Villasviejas, gracias a los métodos geofísicos, una estructura especializada incrustada en el poblado.



Reconstrucción digital del castro de Villasviejas, con el campamento militar romano en la parte superior derecha.




David Barreira
1 febrero, 2020

A comienzos del siglo I a.C., la Península Ibérica estaba sacudida por la primera guerra civil romana que enfrentaba al rebelde general Sertorio con las tropas republicanas lideradas por Metelo y Pompeyo. Una de las legiones de ambos bandos en liza encontró en el castro de Villasviejas de Tamuja(Botija, Cáceres), un promontorio fortificado que había sido poblado al principio de la Segunda Edad del Hierro por una comunidad vettona, el lugar idóneo para establecer su base militar. Se registró una especie de fusión entre el asentamiento y la guarnición ocupacional, pero el sitio fue abandonado de forma precipitada poco tiempo después.

Analizando la distribución del oppidum para recabar pistas sobre el modo de vida de estas sociedades del oeste peninsular anteriores a la romanización, los arqueólogos del Proyecto MINARQ, impulsado por el Instituto de Arqueología de Mérida, han hallado los vestigios de los barracones y la estructura del campamento militar romano. El descubrimiento se ha registrado combinando una serie de técnicas innovadoras y no destructivas, sin necesidad de excavar el suelo, y que han permitido obtener una imagen fidedigna de la distribución y evolución del yacimiento.

"Los resultados muestran una planta bastante regular, con habitaciones en batería de 5x5 metros flanqueadas por calles. Pensamos que hay que interpretarlo como una arquitectura especializada, no residencial", explica Victorino Mayoral, director de los trabajos. Al ser Villasviejas un asentamiento estable —la primera ocupación humana se remonta al siglo IV a.C.—, la presencia de un contingente romano sugiere, según los expertos, que tuvo que haber algún tipo de pacto entre los soldados y las élites locales para incrustar el campamento dentro de la comunidad.




Vista aérea del yacimiento de Villasviejas de Tamuja, en Botija, Cáceres.


Vista aérea del yacimiento de Villasviejas de Tamuja, en Botija, Cáceres. Proyecto MINARQ




Estos datos recogidos gracias al empleo de métodos geofísicos —prospección con georradar, ondas geomagnéticas, tomografía eléctrica e inducción electromagnética—, que permiten radiografiar el suelo y ver qué se esconde debajo, sumados a las excavaciones en las tres necrópolis cercanas al yacimiento que realizó el equipo de la investigadora Francisca Hernández en los año 90 y que arrojaron el hallazgo de enterramientos tardorrepublicanos con atalajes de caballo, accesorios para la higiene de tipo itálico, espadas, escudos o armas, hacen que la presencia militar romana sea "casi una certeza". "Las excavaciones de la próxima campaña tienen que confirmarlo", dice Mayoral.


Urbanismo complejo
El Proyecto MINARQ (Arqueología de Mínima Invasión) pretende documentar en Villasviejas cómo era la distribución intramuros y la estructura defensiva de estos asentamientos de la Segunda Edad del Hierro, sobre los que no se conoce demasiado. Los vestigios del castro, de siete hectáreas, que estaba rodeado por una muralla defensiva y dividido en dos recintos —uno A, al norte, datado del siglo IV; y otro B, al sur, más tardío—, ofrecen unas condiciones ideales para recurrir a una metodología no invasiva gracias a su superficie plana y escasa forestación que presenta el terreno, empleado para el cultivo agrícola durante siglos.




Parte sur del asentamiento, donde se encuentra la base militar romana, radiografiada con los métodos geofísicos.


Parte sur del asentamiento, donde se encuentra la base militar romana, radiografiada con los métodos geofísicos.Proyecto MINARQ




Radiografiando el suelo con los métodos geofísicos y de teledetección, que explican, por ejemplo, por qué hay zonas de tierra que amarillean antes —este fenómeno indica que ahí debajo hay un muro y las raíces de las plantas no pueden penetrar tanto—, los expertos han podido construir un mapa del sitio con sus espacios construidos, habitaciones, patios cerrados y viales y espacios abiertos. Estos sensores actúan como unos ojos que pueden ver distintas cosas y que combinados vierten un análisis en conjunto.

"El paisaje urbano que dibujan estos métodos es muy complejo, está muy bien edificado. Se trata de una historia muy larga, de varios siglos de ocupación", señala Victorino Mayoral. Durante los dos años y medio de investigación se ha prospectado con estas tecnologías la mitad de la superficie de Villasviejas. "El precedente de las ciudades romanas son estos poblados, que surgen durante la conquista mezclando las imposiciones de los invasores con los intereses de las comunidades indígenas", añade el arqueólogo. Calculan que allí habitarían en torno a unas 2.000 personas.




Uno de los arqueólogos radiografiando el suelo del castro.


Uno de los arqueólogos radiografiando el suelo del castro. Proyecto MINARQ




Las diferencias entre la anatomía del recinto A, vertebrado en torno a una gran calle que se despliega desde la entrada principal y con una evolución a lo largo del tiempo hacia un espacio mucho más complejo, y el B también son llamativas. En esta zona sur, además del campamento romano, sobresale un edificio compacto, de planta cuadrangular, que comulga con los modelos tardorrepublicanos de la Península Ibérica que se utilizaban como almacén.

¿Tamusia?
Además de identificar la finalidad de los espacios —cuáles estaban destinados al culto y cuáles eran de carácter señorial, por ejemplo—, averiguar cómo fueron construidos y compararlos con otros yacimientos del entorno, una de las incógnitas que los investigadores deben desentrañar es la hipotética identificación de Villasviejas con la ceca de Tamusia, un centro de acuñación de moneda. Las fuentes históricas no refieren nada sobre este establecimiento numismático, pero sí la arqueología.

En concreto, se han hallado dos series de monedas en Villasviejas o en los alrededores: una con inscripciones celtibéricas y otra bilingüe que añade letras en latín. "Unos expertos piensan que es la soldada con la que se pagaba a las tropas y otros la retribución por explotar las minas de la zona", revela Mayoral sobre las distintas hipótesis, aunque recalca que este territorio de Lusitania y el mundo vettón no tenía una economía basada en el dinero. "Hasta el momento no se ha encontrado in situ ninguna evidencia de acuñación de moneda". El castro cacereño aún tiene muchos secretos que desvelar.

 
FALLECIÓ POR LOS HUMOS DEL VESUBIO
¿Es Plinio el Viejo? Un cráneo hallado en Pompeya podría ser el del escritor romano
Ha hecho falta casi un siglo para saber que unos restos hallados en Estabia podrían ser los de Plinio el Viejo, tal y como su descubridor aseguraba tras encontrarlos



Foto: ¿Es Plinio el Viejo? Un cráneo hallado en el Vesubio podría ser el del escritor romano. (CC/Wikimedia Commons)




04/02/2020

Corría el año 79 cuando Plinio el Viejo estaba luchando desde su barco contra piratas en la Bahía de Nápoles. De repente, en mitad del fragor de la lucha, escuchó un extraño ruido: tras girarse, pronto descubrió que aquel sonido se correspondía con la explosión del Vesubio, que ya emitía una potente nube de humo sobre sí. En una decisión valiente, Plinio decidió dirigir a la flota imperial de Roma en dirección a Pompeya para ayudar a la población... pero sería su última decisión.

Tras dirigir los barcos hacia allí, poco pudo hacer por ayudar. Desde la lejanía, ya se podía observar que la erupción se había cobrado numerosas víctimas, además de haber provocado daños irreparables en la ciudad... pero Plinio no fue consciente del verdadero riesgo que corría. Consiguió llegar a Estabia -actual Catellammare di Stabia-, a unos 6 kilómetros de Pompeya, donde perdería la vida. ¿El motivo? Inhalar los dañinos humos emitidos por el Vesubio.

Aquel 25 de agosto del año 79, Plinio perecería a los 56 años, después de convertirse en un importante militar y, especialmente, en uno de los naturalistas más importantes de todos los tiempos. De hecho, una de sus grandes aportaciones al mundo fue su 'Historia Natural', un impresionante compendio de 37 libros en los que recopiló los principales conocimientos científicos de su época, de materias tan diferentes como la botánica, la medicina, la metalurgia o la geografía, entre otras.

Pero la sorpresa llegó a principios del siglo XX. Un ingeniero llamado Gennaro Matrone encontró por casualidad más de 70 esqueletos en Estabia, pero había uno de ellos que destacaba claramente por encima del resto: estaba engalanado con collares y pulseras, además de contar con una gran espada de marfil. Tras dar a conocer su descubrimiento, planteó una idea: ¿y si eran los restos de Plinio el Viejo? Pronto los académicos se rieron de esa 'estúpida' ocurrencia.

Tanto, que Matrone decidió vender aquellos valiosos tesoros y enterrar el esqueleto de aquel hombre, dolido por las críticas del resto de expertos, salvo el cráneo, la mandíbula y la espada, que fueron donados al Museo Storico Nazionale dell'Arte Sanitaria. Pero el giro de tuerca ha tenido casi un siglo después: ahora, unas recientes investigaciones sugieren que aquel cráneo sí que puede ser el de Plinio el Viejo, si bien la mandíbula no le pertenecería.




Live Science
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Pliny the Elder died in the Mount Vesuvius eruption of A.D. 79. Is this his skull? http://dlvr.it/RPHXsV

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Pruebas que encajan
Ahora, los restos han sido sometidos a una serie de pruebas, que confirman que esa calavera encajaría con la del famoso naturalista. En primer lugar, se estudiaron los isótopos de los dientes: esta prueba es muy fiable, pues resiste al paso del tiempo y permite descubrir determinados elementos del agua potable que se fijan al esmalte de la dentadura, sirviendo para fijar un radio de dónde vivió esa persona en sus primeros años: y el resultado fue el norte de Italia, en concreto Como, igual que Plinio.

Posteriormente, se analizaron las suturas craneales -lugares por los que se unen los huesos de la cabeza-, que también confirmaron que los restos pertenecían a una persona entre 48 y 65 años, lo que encajaría con la edad del naturista. Y, por último, se practicó una tercera prueba, aunque algo menos prometedora, pues la edad de los dientes sugiere que la personas tendríapoco más de 40 años, alguno menos de los 56 con los que falleció, aunque técnicamente es posible.

Lo que sí quedó completamente descartado es que la mandíbula le perteneciese. Los análisis confirman no solo que no encaja con ese cráneo, sino que pertenece a una persona de raza negra, algo muy probable dado que un tercio de los marineros que acompañaba a Plinio eran africanos. Sea como fuere, los más recientes análisis sugieren que se han encontrado los restos de Plinio el Viejo, uno de los hombres que más hizo por el conocimiento en la Antigua Roma.


 
OCHO METROS DE LONGITUD
Descubierto el 'segador de la muerte', un pariente lejano del Tiranosaurio Rex
Este carnivoro gigante es el más antiguo miembro de la familia de los T-Rex conocido en América del Norte



Foto: Thanatotheristes degrootorum. Ilustración: Julius Csotonyi.


Thanatotheristes degrootorum. Ilustración: Julius Csotonyi.



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EL CONFIDENCIAL
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PALEONTOLOGÍA
11/02/2020




Paleontólogos canadienses han descubierto restos fósiles de una nueva especie de tiranosaurio, pariente lejano del Tiranosaurio Rex, de 79 millones de años de antigüedad que ha sido bautizado como "segador de la muerte".
Se trata del Thanatotheristes degrootorum, un dinosaurio que se encontraba en lo más alto de la cadena alimentaria de la época y medía hasta ocho metros de longitud, según relatan los investigadores en su estudio, publicado en la revista científica 'Cretaceous Research'.


Este carnívoro gigante, del que únicamente se han hallado algunas partes del cráneo, de unos 80 cm, es el más antiguo miembro de la familia de los T-Rex conocidos en América del Norte y se trata de la primera especie nueva descubierta en 50 años. El espécimen de Thanatotheristes degrootorum será importante para entender el período Cretácico tardío, cuando los tiranosaurios vagaron por la Tierra, según señala en declaraciones recogidas por Perth Nowel estudiante de doctorado Jared Voris, cuyo análisis identificó la especie.




El equipo de investigadores con Darla Zelenitsky y Jared Voris a la izquierda. Foto: Tyrrel Museum,



El equipo de investigadores con Darla Zelenitsky y Jared Voris a la izquierda. Foto: Tyrrel Museum,



"Elegimos un nombre que encarna lo que este tiranosaurio era: el único superdepredador grande conocido de su tiempo en Canadá, el segador de la muerte", señala Darla Zelenitsky, coautora del estudio y perteneciente a la Universidad de Calgary. Thanatotheristes proviene de "Thanatos", el dios griego de la muerte y "theristes", que es "segador" en griego; mientras que el apellido degrootorum es en honor a John y Sandra De Groot, que encontraron los fósiles en la orilla de un río cerca de Calgary en 2010.


Con más dientes
Voris estima que esta recién descubierta especie medía aproximadamente ocho metros de largo, con un hocico más largo y profundo y más dientes en las mandíbulas superiores que otras especies de tiranosaurios encontradas en el sur de los Estados Unidos. "Encontramos rasgos del cráneo que no se habían visto antes en otros tiranosaurios. El fósil tiene varias características físicas, incluyendo crestas a lo largo de la mandíbula superior, que claramente lo distinguen como perteneciente a una nueva especie", reconoce Voris.
El Thanatotheristes degrootorum se cree que es un pariente cercano de otras dos especies de tiranosaurios, el Daspletosaurus torosus y el Daspletosaurus horneri.


 
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