"ARQUEOLOGÍA, PALEONTOLOGÍA"

3.000 AÑOS DE ANTIGUEDAD
Descubren restos de una ciudad fundada por Alejandro Magno en Pakistán
Con el nombre de Bazeera, Alejandro Magno la construyó tras vencer en la sangrienta batalla de Hidaspes




Foto: Mural latino que representa a Alejandro Magno en la Batalla de Issos


Mural latino que representa a Alejandro Magno en la Batalla de Issos




AUTOR
EL CONFIDENCIAL
15/11/2019




Arqueólogos de Pakistán e Italia han descubierto una ciudad de 3.000 años de antigüedad, que se cree que fundó Alejandro Magno, en una excavaciónconjunta en el noroeste de Pakistán.

Según nos cuenta Financial Express, el descubrimiento de la ciudad, llamada Bazeera, se hizo en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, al norte de Pakistán, una zona famosa por albergar restos arqueológicos de civilizaciones de cerca de 5.000 años.

Los historiadores creen que Alejandro Magno y su ejército llegaron a la actual provincia paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa en el 326 a.C., derrotando al Rey Poro en la famosa y sangrienta batalla de Hidaspes (unos 18.000 muertos entre ambos bandos), en el área de Odigram, a unos 38 kilómetros de Khyber Pakhtunkhwa.

Posteriormente, Alejandro Magno construyó la ciudad amurallada de Bazeera y un fuerte, aunque los arqueólogos han encontrado indicios de vida en la ciudad antes del período de Alejandro Magno. En el descubrimiento se han localizado también restos de templos hindúes, monedas, fuentes ornamentales, ollas y armas del período del conquistador macedonio.


 
GRACIAS A LA INTELIGENCIA ARTIFICAL
Un hito arqueológico que alimenta el enigma: descubren 142 nuevos dibujos en Nazca
De entre los que han salido a la luz, destaca una figura antropomorfa con los brazos en alto que parece tener dos rostros superpuestos, pero también hay animales de todo tipo



Foto: Así es una de las figuras antropomórficas de Nazca. (Universidad de Yagamata)


Así es una de las figuras antropomórficas de Nazca. (Universidad de Yagamata)



AUTOR
CULTURA
19/11/2019



Un grupo de científicos de la Universidad de Yamagata (Japón) ha descubierto 142 geoglifos en las líneas de Nazca y sus alrededores. Identificados gracias al trabajo de campo de los arqueólogos, combinado con imágenes de alta resolución e inteligencia artificial, los nuevos dibujos representan animales, plantas, personas e incluso seres humanoides que resucitan uno de los mayores misterios de la humanidad.
De entre el centenar que ha salido a la luz, destaca una figura antropomorfa con los brazos en alto que parece tener dos rostros superpuestos. El resto de fotografías aéreas no son menos enigmáticas: una serpiente de dos cabezas con humanos en cada uno de sus extremos, extraños pájaros y peces de ambigua morfología. Todas ellas se ubican en el oste de Nazca y corresponden al período temprano de la cultura que hoy da nombre a esta zona desértica de Perú.



Figura de un pájaro. (Universidad de Yagamata)


Figura de un pájaro. (Universidad de Yagamata)


Serpiente de dos cabezas. (Universidad de Yagamata)


Serpiente de dos cabezas. (Universidad de Yagamata)


Figura de un pez. (Universidad de Yagamata)


Figura de un pez. (Universidad de Yagamata)


Figura humanoide. (Universidad de Yagamata)
Figura humanoide. (Universidad de Yagamata)


Tal y como explica el centro de investigación en su web, las enormes imágenes, fechadas entre el año 100 antes de Cristo y el 300 después de Cristo, salieron a la luz gracias a un modelo de inteligencia artificial de aprendizaje profundo (sistema algorítmico que contempla múltiples posibilidades de forma no lineal) desarrollado por IBM. "Este estudio reveló el potencial de la inteligencia artificial para descubrir nuevas líneas e introdujo la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos, incluidas fotos aéreas de alta resolución, a altas velocidades".
Gracias a este avance, no sólo han podido descubrir geoglifos, sino además estudiar su distribución geográfica y analizar la forma de preservarlos. Esta última tarea es la que más preocupa al equipo capitaneado por el profesor de antropología cultural Masato Sakai, para quien urge la necesidad de proteger las líneas de Nazca de la expansión de las áreas urbanas, que está deteriorando progresivamente estas figuras, declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1994.
A más respuestas, más preguntas
Otro conjunto de científicos nipones consiguió explicar el pasado mes de junio el significado de 16 geoglifos, algunos desconocidos y otros identificados de manera incorrecta. Todos fueron catalogados como aves, pero lo inquietante es que ninguna de las especies representadas era autóctona de Perú. "Para identificarlas, observamos de cerca las formas y tamaños relativos de los picos, cabezas, cuellos, cuerpos, alas, colas y patas de las aves y las comparamos con las de las aves modernas en Perú", explicaba a 'Journal of Archaeological Science' Masaki Eda, una de las coautoras del estudio.



El famoso colibrí de Nazca. (CC/Diego Delso)


El famoso colibrí de Nazca. (CC/Diego Delso)



La gran pregunta ahora es por qué la cultura nazca creó imágenes de una serie de pájaros que ni siquiera vivía en sus tierras. Los expertos se decantan por la necesidad de emigrar en busca de alimentos a otras latitudes, donde descubrieron estas especies ignotas hasta la fecha en la zona. Allí pudieron verlas y decidieron inmortalizarlas para que se pudieran divisar desde el cielo.


 
DEDICADO AL AGUA Y LA FERTILIDAD
Hallan en Perú un templo megalítico de una extraña civilización de hace 3.000 años
Un desconocido pueblo levantó un templo en una zona simbólica del valle del Zaña. Ahora, los investigadores tratan de descubrir quiénes fueron los encargados de ello



Foto: Imagen aérea del asentamiento descubierto. (Museo Tumbas Reales de Sipán)


Imagen aérea del asentamiento descubierto. (Museo Tumbas Reales de Sipán)




AUTOR
RUBÉN RODRÍGUEZ
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PERÚ
DESCUBRIMIENTOS

21/11/2019



Un equipo de arqueólogos ha descubierto un extraño asentamiento en Perú. Se trata de un impresionante templo megalítico, con unos 3.000 años de antigüedad, que fue construido por una extraña civilización que rendía culto al agua. Situado en Huaca El Toro, donde actualmente se encuentra el distrito de Oyotún, los responsables del hallazgo consideran que su principal función era utilizar este emplazamiento para los rituales de fertilidad.

Se trata del primer templo de estas características que se encuentra en esta zona, precisamente en un valle en el que se terminan por unir dos ríos para dar origen al río Zaña. Todo apunta a que una civilización hasta ahora desconocida encontró hace tres milenios una zona perfecta en la que hacer vida, en un periodo en el que el acceso al agua solo se podía conseguir gracias a la cercanía con los ríos, ante la falta de técnicas para poder extraerla de otra manera.

Los expertos consideran que el lugar no fue elegido al azar, pero no solo por el propio acceso al agua, sino por el simbolismo que representa la zona, al tratarse del preciso lugar en el que nace un río. Sin duda, un emplazamiento lleno de simbolismo: "El agua es el elemento más importante para vivir, y en este momento, el agua era muy difícil de conseguir sin tecnología", confirma Edgar Bracamonte, arqueólogo del Museo de las Tumbas Reales de Sipán a 'Livescience'.

Según han confirmado los arqueólogos, el templo fue construido en tres etapas: la primera de ellas, entre el año 1.500 y el 800 a.C., donde los habitantes de la zona levantaron una estructura de pequeño tamaño con unos cimientos de arcilla en forma de cono; la segunda, entre el 800 y el 400 a.C., cuando se completó la estructura del templo con influencias de una civilización preincaica Chavin; por último, entre 400 y 250 a.C, donde se agregaron columnas para sostener el tejado.

Se desconoce qué civilización es la que se encargó de levantar esta estructura o si fueron varios pueblos los que lo hicieron a lo largo de los años. Lo que sí han podido saber los expertos es que este templo fue utilizado desde el año 1.500 a.C hasta el año 250 a.C., fecha en la que fue abandonado este edificio ceremonial de culto al agua y con clara vinculación hacia la fertilidad... hasta que en el año 1.300 volvió a ser ocupado por el pueblo Chumy, que lo convirtió en un cementerio.



FOTO: Museo Tumbas Reales de Sipán

FOTO: Museo Tumbas Reales de Sipán



De hecho, además de los restos de esta estructura que en su tiempo fue importante, los expertos han encontrado un total de 21 tumbas dispuestas dentro del edificio. Tal y como han podido confirmar los expertos, veinte de esas tumbas pertenecen efectivamente al pueblo Chumy, pero hay una de ellas que no les encaja. Se trata del enterramiento de un hombre adulto, orientado de este a oeste, con una botella de cerámica en sus manos.
Durante varios meses, desde septiembre hasta noviembre, los expertos han estado excavando en la zona en busca de evidencias que les permita entender quién se encargó de levantar esta impresionante estructura. Ahora, los científicos continúan analizando en laboratorio el resto de hallazgos con el objetivo de poder saber más de ese misterioso pueblo encargado de levantar un templo que rendía culto al agua hace más de tres milenios.

 
PATRIMONIO ARQUEOLOGÍA
Pompeya descubre su tesoro más "sugerente": la casa de los frescos eróticos
El sitio arqueológico abre al público la 'Casa de Leda y el cisne', uno de sus hallazgos más recientes y con distintos mitos representados en las paredes.




Vista del fresco 'Leda y el cisne', descubierto recientemente en el área 'Regio V', del Parque Arqueológico de Pompeya, Nápoles, Italia,


Vista del fresco 'Leda y el cisne', descubierto recientemente en el área 'Regio V', del Parque Arqueológico de Pompeya, Nápoles, Italia,Efe




26 noviembre, 2019

Tras meses de restauración y nuevas excavaciones, se ha abierto al público este lunes por primera vez en Pompeya la 'Casa de Leda y el cisne', uno de los hallazgos "más recientes y sugerentes" de las ruinas romanas, según informan desde el sitio arqueológico.
También han reabierto este lunes las Termas Centrales, que habían estado sujetas a trabajos de consolidación y restauración, durante los cuales se encontró el cuerpo de un niño entre 7 y 8 años, un descubrimiento "extraordinario" por la colocación inusual del cuerpo.


Los arqueólogos han determinado que se trata de los restos de un niño que buscó refugio en las termas tras la erupción del Vesubio, en el año 79, y la "peculiaridad" del hallazgo radica en que se encontró dentro del flujo piroclástico (mezcla de gas y material volcánico), y no cubierto en cenizas como el resto del conjunto.

Los restos ya se localizaron en las excavaciones del siglo XIX, pero "inexplicablemente" no se llegó a sacar el cuerpo, según explica el sitio arqueológico en un comunicado.

Los trabajos se han centrado en la 'Via del Vesuvio', importante calle de la antigua ciudad de Pompeya, donde se encuentra la 'Domus de Leda y el cisne', llamada así por el refinado y erótico fresco presente en un dormitorio, en el que se representa a Zeus transformándose en cisne y a Leda, la mujer de Tindáreo, rey de Esparta. En esa misma casa, bautizada como la "alcoba sensual", se descubrió poco tiempo después otro fresco sobre la belleza de Narciso.

Toda esta estancia está decorada con valiosos frescos de motivos vegetales y animales que, junto con el fresco de Leda, serán visibles a partir de ahora desde el exterior.
Reabre también la 'Casa de los amorcillos dorados', "una de las estancias más elegantes de edad imperial" y que ha sido sometida a mejoras en la seguridad y los accesos. Esta "domus" alberga unas "preciosas" pinturas mitológicas y un pavimento completamente cubierto de mosaico.
La intervención arqueológica ha tenido como objetivo principal asegurar los muros de la amplia zona sin excavar de Pompeya, unos tres kilómetros de perímetro, entre los que se cuenta la 'Via del Vesuvio', a partir de ahora abierta al público en su totalidad.

 
ARQUEOLOGÍA
Restos excepcionales bajo Bailén
Las obras de remodelación de la plaza de España en Madrid han puesto al descubierto hallazgos arqueológicos del palacio Godoy en excelente estado de conservación




palacio godoy madrid
Ver fotogalería
Restos arqueológicos hallados en las obras de remodelación de la plaza de España.




PEIO H. RIAÑO
Madrid
28 NOV 2019


“El estado de conservación de los sótanos es excepcional”, concluyen las arqueólogas Esther Andreu Mediero y Carmen Sánchez en su último informe sobre los yacimientos que han hallado en el eje de la calle de Bailén y la plaza de España, al que ha tenido acceso EL PAÍS. En este estudio, que acaba de recibir la Consejería de Cultura y Turismo de las especialistas que trabajan en la zona desde septiembre, se aclara que han quedado al descubierto “suelos de granito, los enlucidos en las paredes, los techos abovedados, las escaleras de acceso…”. Las primeras fotografías de los restos demuestran la importancia de los sótanos de la parte eliminada hace algo más de un siglo del palacio de Godoy. [Fotogalería: las imágenes del estado de los restos].


Desde la consejería prefieren no adelantar si conservarán in situ los restos que han emergido durante la reforma de la plaza de España que ejecuta el Ayuntamiento de Madrid. “Debemos esperar al tercer requerimiento que hemos hecho a las arqueólogas para que nos entreguen el informe final con las conclusiones”, aseguran desde la consejería, que prefieren no posicionarse ante su posible conservación en el lugar. El próximo martes, 3 de diciembre, la consejera Rivera de la Cruz tendrá que responder en la Comisión de Cultura y Turismo de la Asamblea de Madrid a una pregunta tramitada por Más Madrid al respecto. La diputada Jazmín Beirak quiere saber si los restos arqueológicos “vinculados a las edificaciones del cuartel de San Gil y del palacio de Grimaldi serán conservados in situ para el disfrute de la ciudadanía”. La Dirección General del Espacio Público, Obras e Infraestructuras, que dirige José Luis Infanzón, explica que las excavaciones acaban la próxima semana.




Interior de la primera planta del palacio.


ampliar foto eI interior de la primera planta del palacio.





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A mediados de octubre, tras la limpieza de la primera zona se cerró el paso oriental de la calle de Bailén, reservado al aparcamiento de los empleados del Senado. Una vez se cortó el paso de los camiones con arenas y escombros, las arqueólogas se dispusieron a trabajar en la zona con el conocimiento de que aparecerían los sótanos del palacio de Godoy, que se confirma tal y como muestran las primeras fotografías de los yacimientos a las que ha tenido acceso este diario.

El palacio del marqués de Grimaldi, conocido por ser ocupado por Godoy, fue realizado entre 1776 y 1782 por el arquitecto Francesco Sabatini (1721-1797) y recortado en la primavera de 1931. Entonces se procedió al derribo de un tercio del edificio para ampliar la calle de Bailén. La parte que desaparece incluía las estancias privadas de Manuel Godoy, el llamado Príncipe de la Paz y favorito de Carlos IV. Finalmente, en 1943, se erigió la actual fachada y desde 1975 el palacio reformado alberga el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, contiguo al edificio del Senado.




Así era el palacio, en rosa la parte eliminada hace algo más de un siglo.


Así era el palacio, en rosa la parte eliminada hace algo más de un siglo.




Los restos que han emergido en un estado de conservación “excepcional” son los sótanos de la parte del palacio eliminada. Como dice el informe de las arqueólogas, “se ha excavado parte de los restos del antiguo palacio de Godoy o de Grimaldi”. “Hasta el momento se ha conservado parte de la primera planta, hasta una altura de más de un metro y la totalidad de la planta sótano”, añaden. Las imágenes demuestran el perfecto estado al que se refieren, así como los muros de ladrillo y las bóvedas.

“Madrid no puede permitirse perder una página de su historia como esta. Los restos arqueológicos hay que tratarlos como rastros de una historia, no como restos. Es compatible su mantenimiento en su sitio y la viabilidad de la obra”, explica Alicia Torija, arqueóloga y secretaria de Asociación Madrileña de Trabajadores y Trabajadoras en Arqueología (AMTTA), que ha visitado la obra. “Los restos son de una enorme monumentalidad. Son fácilmente interpretables, cualquiera comprenderá que son los restos de un edificio realizado por Sabatini, un arquitecto muy ligado a esta ciudad. Conservarlos es la mejor manera de vincular el pasado de la ciudad con su futuro”. Alberto Tellería, de la Asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio, indica que estos sótanos del palacio no pueden ser trasladados, porque “no es lo mismo conservar las piedras del Partenón, que el Partenón”. El lugar forma parte del monumento.




Restos arqueológicos hallados en las obras.


ampliar fotoRestos arqueológicos hallados en las obras.



La incógnita que tendrá que resolver la consejería es si considerará que estos yacimientos también son considerados bien de interés cultural (BIC) como el palacio de Godoy, que cuenta con la máxima protección patrimonial desde el año 2000. En ese caso, deberían ser conservadas en el lugar en el que Sabatini levantó el edificio y el diseño original de la calle de Bailén, que en origen se llamó calle de la Nueva Regalada. De hecho, en 1997 el Ayuntamiento de Madrid reformó el Plan General de Ordenación Urbana e incluyó la novedad de la conservación in situ de los restos arqueológicos de manera prioritaria sobre la intervención urbanística.

Debate político
Queda por saber qué efecto tendrá el hallazgo arqueológico sobre la importante remodelación de la plaza de España. Se abren, pues, dos debates: uno, el meramente patrimonial, y, otro, de cariz más político. La reforma era la gran obra de la legislatura de Manuela Carmena junto con la Gran Vía. Tenía prevista una duración de 21 meses, hasta el final de 2020. El Consistorio adjudicó las obras por 62 millones.

El proyecto incluía alargar el túnel de Bailén hasta Ferraz, ampliar las aceras de la cuesta de San Vicente y peatonalizar el tramo de Bailén que une la plaza de España y los jardines de Sabatini, así como plantar 1.500 árboles. Otra particularidad es que se inició con un proyecto participativo —que los madrileños votaron en febrero de 2017—. Fernando Porras-Isla, uno de los coautores del proyecto, consideraba que era una obra “que va a transformar profundamente la ciudad”. El proyecto se alargó en su inicio por las dudas técnicas que planteó la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, que cuestionó varios aspectos. Los hallazgos encontrados suponen una complicación inesperada.


 
A CAUSA DE ROER HUESOS
Así era el Majungasaurus, el dinosaurio que cambiaba los dientes cada dos meses
No tenía unos dientes tan resistentes como otras especies por eso los desgastaba tan pronto y tenía que cambiarlos cada poco tiempo




Foto: Michael D'Emic y restos fósiles de un Majungasaurus. Foto: REUTERS/John Griffin


Michael D'Emic y restos fósiles de un Majungasaurus. Foto: REUTERS/John Griffin



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PREHISTORIA

28/11/2019



Un equipo de científicos estadounidenses ha descubierto que el Majungasaurus, un dinosauro depredador que vivió en Madagascar hace unos 70 millones de años, reemplazaba todos sus dientes cada dos meses más o menos, algo nunca visto entre los dinosaurios carnívoros.
En un estudio publicado en la revista científica 'PLOS ONE', los investigadores señalan que al Majungasaurus le crecían dientes nuevos aproximadamente de dos a trece veces más rápido que los de otros dinosaurios carnívoros, formando un nuevo diente cada cavidad aproximadamente cada dos meses.

os científicos tienen una teoría al respecto: "Esto sugiere que estabandesgastando sus dientes rápidamente, posiblemente porque estaba continuamente royendo huesos", señala a CNN News Michael D'Emic, autor del estudio y profesor asistente de Biología en la Universidad de Adelphi, en Nueva York (Estados Unidos).


6.5 metros de largo
"Hay evidencias independientes de este hecho en forma de arañazos y roídosque coinciden con el espacio y el tamaño de sus dientes en una variedad de huesos de animales que habrían sido su presa", explica D'Emic, El caso es que este dinosaurio no tenía unos dientes tan resistentes como otras especies que roían huesos, por eso los desgastaban tan pronto. "Esa es nuestra hipótesis de trabajo de por qué tenían tasas de reemplazo tan elevadas", añade D'Emic.

"Estaban desgastando sus dientes rápidamente, posiblemente porque estaba continuamente royendo huesos"

El Majungasaurus tenía alrededor de 6,5 metros de largo, un hocico corto y un cuerno sobresaliendo desde la parte superior de su cabeza. Sus dientes afilados podían cortar la carne de sus víctimas como cuchillos y luego saboreaban sus huesos, que le proporcionaban una gran cantidad de nutrientes.




Muestras de los huesos del Majungasaurus. Foto: PLOS ONE




D’Emic, en colaboración con Patrick O'Connor, profesor de Anatomía de la Universidad de Ohio, utilizó una colección de dientes fósiles aislados para examinar las líneas de crecimiento microscópicas en los dientes. Estas líneas de crecimiento son similares a los anillos de los árboles, pero en lugar de depositarse una vez al año, se depositan diariamente.

Al mismo tiempo, el equipo usó una tomografía computarizada (TC) en las mandíbulas intactas para visualizar los dientes no erupcionados que crecen profundamente dentro de los huesos. Esto les permitió estimar las tasas de reemplazo de dientes en una gran cantidad de mandíbulas individuales para dar validez a sus resultados.

 
HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS
Aratis, historia de un expolio con retroexcavadoras
Los saqueadores de la ciudad celtibérica de Aranda, que han recurrido al Supremo su condena, crearon una falsa urbanización de chalés para operar con impunidad



aranda de moncayo


Arriba, sello medieval y trozos de un casco celtíbero; abajo un casco destrozado y armas prerromanas y romanas incautadas durante la Operación Helmet, en 2013 GUARDIA CIVIL



VICENTE G. OLAYA
Twitter

6 DIC 2019


“Su acción ha impedido que los especialistas conozcan datos que podían haber modificado el conocimiento de los pueblos prerromanos de la península Ibérica”, según la sentencia redactada por los magistrados de la Audiencia de Zaragoza en julio de 2018. Se llaman Félix, Luis Francisco e Isidro según la sentencia, que ha utilizado nombres ficticios, si bien este periódico ya desveló en 2013 la verdadera identidad del principal implicado, Ricardo Granada Pérez, así como del anticuario de origen español afincado en Suiza Fernando Cunillera, que dio salida en el mercado a las piezas expoliadas. El tercer implicado es Mariano Ostalé, según publicó el Heraldo de Aragón.



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Debido al fallecimiento del anticuario, solo los otros dos acusados fueron condenados a entre tres y seis años de cárcel por destruir, saquear y sacar de España piezas del yacimiento celtíbero de Aranda de Moncayo (Zaragoza), el más importante tras Numancia (Soria). La Audiencia Provincial de Zaragoza, además, les condenó a indemnizar al Estado y a la comunidad autónoma con 108.000 (Félix, es decir, Mariano Ostalé) y 226.000 euros (Luis Francisco, nombre ficticio de Ricardo Granada Pérez).


Con el fin de llevar a cabo su expolio, idearon una tapadera: compraron el terreno y pidieron permiso al pequeño municipio para construir una falsa urbanización de chalés, lo que les permitió justificar la entrada de excavadoras y camiones en la finca y trasladar “toneladas” de tierra y objetos de valor incalculable, incluidos 20 cascos celtibéricos de entre los siglos V y II a.C. Siete de estos yelmos se depositaron este jueves en el Museo de Zaragoza, tras ser devueltos por el Museo Mouguis, en Francia, al comprobar que habían sido robados.

Según los hechos probados recogidos en la sentencia, Luis Fernando encontraba las piezas con un detector de metales, Félix las acumulaba en una nave industrial, donde las clasificaba y restauraba con un soplete, e Isidro, un anticuario suizo, las vendía al mejor postor en cualquier parte del mundo. El caso fue destapado en 2012 por EL PAÍS.

El 13 de febrero de 2013, la Guardia Civil irrumpió en todas las dependencias que los expoliadores habían usado en 30 años, incluido un yate. En la Operación Helmet, como fue bautizada, se requisaron más de 6.000 piezas y se detuvo a Luis Francisco y Félix.



Tres de los cascos entregados a España.


Tres de los cascos entregados a España.


Desde finales de los ochenta hasta 2013, el yacimiento celtibérico de Arátikos o Aratis, que ocupaba 10 hectáreas y era el más grande de los 57 inventariados en Aragón, fue saqueado metódicamente. De allí se extrajeron más de 6.000 piezas arqueológicas, de las que unas 2.000 están ahora custodiadas en una caja de seguridad del Gobierno de Aragón, a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el recurso que han interpuesto los condenados.

El asentamiento celtíbero se construyó sobre el cerro de Castejón, en el siglo VI a. C., y fue destruido por el ejército de Roma entre los años 74 a 72 a. C. Cuando Luis Francisco conoció de su existencia, se compró una casa en la localidad próxima de Illueca y comenzó el expolio. Empezó haciendo “agujeros y zanjas” en los lugares donde el detector le señalaba que había enterrados objetos metálicos, pero iba demasiado lento. Así que adquirió una excavadora para retirar “varias toneladas de tierra, lo que supuso la destrucción de la muralla celtíbera”, según los jueces. Profundizó entre 0,5 y 2 metros, llevándose por delante todos los estratos históricos, fundamentales para que los arqueólogos realicen una datación precisa.

Una vez rebajado el terreno, volvió a emplear detectores metálicos “con notable éxito” y comenzó a trasladar el material a su casa de Illueca, donde descubrió que se trataba de una “extraordinaria colección de piezas metálicas celtíberas”. Estos elementos, que fueron limpiados con productos químicos, están considerados como “piezas de excepcional valor científico, histórico y cultural”. Y así, durante 30 años consecutivos, en los que expolió cientos de metros cuadrados de la necrópolis, donde se enterraba a los guerreros con su armamento. Además de los yelmos, halló espadas, lanzas, discos de coraza, hondas, pulseras, pendientes, más de mil monedas romanas y celtíberas.

En 1992, un concejal de Aranda ordenó parar el acarreo de tierras, pues Luis Francisco no tenía ningún permiso para ello. En teoría, su nueva urbanización iba a ser de casas prefabricadas. El saqueador frenó la operación con maquinaria, pero siguió excavando a mano. Cuando reunió en su vivienda un elevadísimo número de piezas, contactó con Félix, “cuyo oficio, solvencia e instrucción no constan”, dice la sentencia.

Félix trasladó el material a un almacén de Utebo (Zaragoza) en 1990 y procedió a realizar algunas restauraciones con un soplete. Finalmente contactaron con Isidro, un anticuario de Zúrich (Suiza), de origen español. Él se encargó de sacar los objetos arqueológicos del país para ofrecerlos a coleccionistas de Alemania, Suiza, Francia y Reino Unido. En 1990, el anticuario se presentó en el Römisch-Germanisches-Zentralmuseum de Maguncia (Alemania) y le ofertó dos cascos por 60.000 euros. El museo los rechazó y llamó a la Interpol. Pero el suizo no se dio por enterado y vendió dos en Londres, en la casa de subastas Philips West Two, y un tercero en Hong Kong.

Los 15 restantes se los vendió al magnate alemán Victor Guttmann, que los incorporó a su colección privada. Y allí se mantuvieron hasta 2001, cuando el coleccionista murió y los herederos decidieron desprenderse de los cascos. Seis fueron adquiridos por el Museo Mougins (Francia), que ahora los ha devuelto a España al conocer su origen ilícito. El yacimiento destruido, según los magistrados, “de haberse estudiado, habría aportado información muy relevante sobre la religión, sociedad, economía, tecnología y guerra de este mundo celtíbero”.

Y añaden: La extracción ilegal supuso la destrucción de su contexto arqueológico, privando de datos fundamentales que podían haber modificado la información y conocimiento de los pueblos prerromanos, tratándose de piezas de valor científico, histórico, cultural excepcional”. Los cascos devueltos —gracias al filántropo y propietario del Museo Mougins, Christian Levett — tenían un significado funerario y ritual para los celtíberos, que los guardaron en la grieta de una roca o los apilaron en contenedores dentro del oppidum destruido. El yacimiento Castejón I-El Romeral fue declarado bien de interés cultural el 16 de abril de 2016.

Félix y Luis Fernando, condenados a 3 y 6 años de cárcel, respectivamente. han recurrido y ahora el Tribunal Supremo tendrá que decidir si merecen castigo.

 
ENTERRADO EN UNA GRANJA
Encuentran por casualidad un barco vikingo de hace 1.000 años en una granja noruega
El descubrimiento ha sorprendido a los expertos, puesto que hacía años que no se encontraban barcos vikingos en Noruega



Foto: Detalle de la granja y el barco vikingo encontrado. Foto: NIKU


Detalle de la granja y el barco vikingo encontrado. Foto: NIKU



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EL CONFIDENCIAL
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NORUEGA
HISTORIA

05/12/2019



Un grupo de arqueólogos del Instituto Noruego de Investigación del Patrimonio Cultural (NIKU, por sus siglas en noruego) ha encontrado un barco fúnebre vikingo, de más de 1.000 años de antigüedad, enterrado en Edoy (Noruega).
Los expertos del NIKU utilizaron mediciones hechas con un georadar de alta resolución, que mapeaba la zona y detectaron, por casualidad, el contorno del barco vikingo, que mide, aproximadamente, 19 metros de largo y 14 metros de ancho. Los restos de la embarcación se encontraban justo debajo del suelo en un área donde anteriormente había un sepulcro y actualmente una granja.

"Esto es increíblemente emocionante", ha declarado a Popular Mechanics Kut Paasche, jefe del Departamento de Arqueología Digital de NIKU, que se ha señalado el cada vez más importante papel de la tecnología para encontrar restos del pasado: "A medida que la tecnología avanza, aprendemos más y más sobre nuestro pasado".

Inesperado
El descubrimiento ha sorprendido a los expertos, puesto que hacía años que no se encontraban barcos vikingos en Noruega, donde solo se habían localizado con anterioridad tres barcos vikingos bien conservados. "Este nuevo barco será sin duda de gran importancia histórica y se sumará a nuestro conocimiento, ya que puede ser investigado con los medios modernos de la arqueología", declara Pasche.


The Edøy Ship




Lamentablemente, con el paso del tiempo, el barco se ha deteriorado y los arados de las granjas han causado daños en ambos extremos de la embarcación, que dataría del periodo vikingo.

El hallazgo se produjo gracias a la casualidad. La investigación se inició en 2018 en una zona adyacente, con resultados "prometedores", según el propio NIKU. En septiembre de 2019, "habíamos terminado el área acordada, pero teníamos tiempo libre y decidimos hacer un análisis rápido sobre otro campo. Resultó ser una buena decisión", confiesa Manuel Gabler, uno de los arqueólogos que hizo el descubrimiento.

 
Bienvenidos a la Patagonia, la fábrica mundial de dinosaurios
La provincia argentina de Neuquén cuenta con la colección paleontológica más importante de Sudamérica y experimenta un auge de museos sobre la temática


MARIA VICTORIA ENNIS
Neuquén 13 DIC 2019




El hervíboro 'Futalognkosaurus Dukei' medía unos 34 metros de largo.


El hervíboro 'Futalognkosaurus Dukei' medía unos 34 metros de largo. PROYECTO DINO




Un paisaje marciano. Un desierto rojizo de sierras y mesetas junto a un lago que se esfuma en el horizonte. Dinosaurios. Restos de ellos por todas partes. Fósiles de todos los tipos de vida que existieron en la Tierra hace millones de años. Un ecosistema completo petrificado.

En el camino hacia ese pasado se cruzan, veloces, zorros y ñandúes. Velan por los viajeros los santos paganos en improvisados altares de palos y piedras repletos de ofrendas y escupen fuego en el medio de la nada las imponentes instalaciones de extracción de gas y petróleo. Por momentos parece el paisaje de la película Mad Max. Este es el aspecto de la zona del lago Los Barreales, en Neuquén, en la Patagonia argentina, una provincia en el límite con Chile, a más de 980 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. El símil cinematográfico tiene sentido al considerar que hace 100 millones de años Argentina y Namibia (escenario del film) eran parte de un mismo continente.

Las huellas del pasado aparecen a cada paso en la región que guarda la mayor colección paleontológica de Sudamérica. Allí existe una ventana al pasado cretácico que puede visitarse todo el año, aunque se recomienda hacerlo durante el verano argentino, en enero y febrero, cuando el clima cálido del sur propicia el turismo al aire libre. Esa ventana se llama Proyecto Dino, a 90 kilómetros de la capital homónima de Neuquén. Un campamento científico abierto al público con el apoyo de fondos públicos y privados (Universidad Nacional del Comahue y petroleras) que acaba de levantar sus persianas luego de cinco años de cierre por conflictos con la comunidad indígena y de financiación. Aquí se han hallado más de treinta tipos nuevos de dinosaurios, con 1.500 piezas de fósiles de vertebrados y más de 400 restos de vegetales de entre 90 y 100 millones de años de antigüedad. Y siguen encontrándose. “Esta es una fábrica de dinosaurios”, ironiza su histriónico director, el geólogo y paleontólogo Jorge Calvo.

Las condiciones geológicas y geográficas de la Patagonia facilitan los innumerables hallazgos, entre los que destacan dos de las especies más grandes en la historia del planeta: el carnívoro cazador Giganotosaurus carolinii (de entre doce y trece metros de largo y casi siete toneladas) y el herbívoro Futalognkosaurus dukei (de unos treinta y cuatro metros y de hasta cincuenta toneladas). El primero vivió hace 97 millones de años y supera en tamaño al popular Tyrannosaurus rex. Fue hallado en 1993 en un pueblo a pocos kilómetros, llamado El Chocón, por Rubén Carolini, un mecánico aficionado a la paleontología que como todos los lugareños trabajaba en la hidroeléctrica estatal. Una vez privatizada (en 1992) empujó al paro a cientos de trabajadores obligando a la comunidad a reinventarse. Pasó de tener 5.000 habitantes en los años setenta a menos de cincuenta el año que cerró la empresa, según el censo oficial.

El año siguiente se estrenó Parque jurásico y, aunque todavía hoy no alcanza los 1.000 residentes, la sensación de los locales es que los dinosaurios salvaron al pueblo. “Ahí creció de nuevo la población. Los huesos estaban en un salón de un club hasta que se empezó a reformar el museo de El Chocón, el antiguo taller mecánico de Hidronor donde trabajaba Carolini. Esa es la historia del comienzo de la paleontología en esta zona. Ahí resurgió el pueblo”, resume Calvo, radicado en la provincia desde 1987 y testigo de la metamorfosis. Desde entonces, todos los pueblos de la región anhelan su museo paleontológico. Ya hay cinco con muestras importantes y tres en surgimiento. Dentro depoco tiempo habrá 1 por cada 28.000 habitantes. Todos sobre dinosaurios. “Está lleno”, resume el científico.



El paleontólogo Jorge Calvo junto a la cadera más grande descubierta.


ampliar foto El paleontólogo Jorge Calvo junto a la cadera más grande descubierta. PROYECTO DINO




Quien en realidad encontró el Giganoto fue una campesina, pero quien se quedó con el nombre y la estatua a lo Indiana Jones fue el mecánico. “Ella encontró el fósil custodiando a una chiva que se le escapó, fue a buscarla caminando y lo encontró”. A partir de ahí se inició la cadena de alertas que acabó en el protagonismo de Carolini por haber sido quien informó a la Universidad Nacional del Comahue. Gracias a ellos se supo que el carnívoro más grande encontrado hasta el momento mundo era un superpredador capaz de comerse a inmensos herbívoros que lo triplicaban en tamaño. Eso se debía no tanto a su ferocidad como a su oportunismo: los saurópodos (herbívoros de cuello largo) eran muy lentos. El Giganoto, con un cráneo de casi dos metros de largo y con el fémur más largo que la tibia, tampoco conseguía mucha velocidad. De modo que por más amenazante que pareciera, un pequeño y audaz reptil podía evadirlo sin problemas.

Más temible era el Megaraptor, un pariente más feroz aunque menos conocido que el protagonista de Parque Jurásico. La diferencia fundamental radica en el modo de conseguir sus presas. Según Calvo, el primero era cazador y el segundo carroñero, aunque esto último es aún motivo de controversia. Lo seguro es que ambos eran tiranos. Deberían compartir prefijo, pero la hipótesis inicial acerca de la ubicación de la primera garra encontrada asignó al Giganoto a una familia que no le correspondía. “El paleontólogo que lo encontró vio que era parecida a la del Velociraptor de Parque Jurásico y la ubicó en el pie. Dijo 'este es Mega-raptor' porque era más grande, pero acá en la excavación del Futalognkosaurus encontramos la misma garra asociada a la mano. Completa, articulada. Entonces descubrimos que el Megaraptor no tenía la garra en el pie sino en la mano, así que ya no podía ser un raptor. Después se descubrió un cráneo y supimos que fue un pariente del Tyrannosaurus rex, que usaba los brazos porque era el arma más mortal que tenía. El nombre no se puede cambiar, ya quedó, pero la realidad es que no es un raptor sino una especie nueva de tiranosaurio”, aclara Calvo. El hallazgo del esqueleto casi completo con el cráneo incluido, en 2003, fue un hecho inédito en el estudio de esa especie. “Megaraptorera porque tenía una garra grande y filosa, que llegaba hasta los 50 centímetros sumando los huesos y el estuche”, explica el paleontólogo, convencido de que este animal, de hasta ocho metros de largo, mataba a sus presas desgarrándolas.

La segunda joya del campamento es el Futalognkosaurus dukei, hallado en 2007. Es uno de los herbívoros más grandes del planeta y vivió hace unos 90 millones de años. Medía entre 34 y 36 metros de largo, pesaba cerca de 80 toneladas (el equivalente a la suma de 40 elefantes) y tenía la cadera más grande hasta ahora conocida, de 2,55 metros de ancho. Su colosal esqueleto es, además, uno de los más completos encontrados, con el 70% de las piezas rescatadas. Calvo relata su hallazgo como si fuese Sherlock Holmes. “Es como el trabajo de un perito forense, la pregunta es quién lo mató y por qué”. Esas son las intrigas con las que el paleontólogo sostiene la atención en el recorrido. Con ese anzuelo invita a los turistas a poner manos a la obra en una cuadrícula fértil en la que, asegura, algunos visitantes han encontrado fósiles. Si esa es la experiencia que se busca, los turistas pueden alojarse en una de las casillas rodantes del campamento de Proyecto Dino por entre 100 y 300 dólares por persona (unos 90 a 270 euros) y sentirse paleontólogos por unos días. Guiados por profesionales, recorren las zonas de los hallazgos, participan de excavaciones, se les permite preparar fósiles y visitar el laboratorio. Duermen, trabajan y comen como los jóvenes científicos que allí residen, lejos de cualquier comodidad hotelera.

Huellas, huevos y 'dragones'
Las excavaciones de Futalognko abrieron el portal al Cretácico. El geólogo y paleontólogo que trabaja allí desde hace 20 años todavía se asombra. “Cuando empezamos a sacar el dinosaurio vimos las plantas, los peces, los cocodrilos, las tortugas, las cáscaras de huevo. Se trataba de un ecosistema. Es único en el mundo. Encontrar un ecosistema fósil es rarísimo”. Todo parece extraordinario en la geología neuquina. “El año pasado le dimos nombre a un reptil volador. Argentinadraco se llama, que significa dragón argentino. Todo el tiempo descubrís cosas. Especies nuevas permanentemente porque está todo ahí. Están las plantas, las hojas preservadas, geodas. Tenemos una familia de 5 cocodrilitos juntos. Probablemente hayan muerto sepultados en una crecida de agua, tipo Pompeya o en un alud. Son casos excepcionales de muertes en grupo”.

Más frecuentes, según los expertos, son las huellas. Verlas desde cerca, sin embargo, provoca una fascinación atípica. Parecen frescas, como si el animal hubiera huido minutos antes. Se ven tan nítidas que los turistas tienden a creer que son falsas. Calvo despeja por qué no lo son. “Esto era una zona de lagunas donde el animal iba a tomar agua y dejaba la marca en el barro arcilloso. La huella se seca con el sol y se endurece. Cuando hay inundación, el agua no la rompe, la tapa con sedimento y se preserva. Si es una inundación lenta, no la erosiona. Arriba de las huellas había 1.000 metros de roca tapándolas. Esos 1.000 metros desaparecieron, se erosionaron y quedaron a la vista”. Las que están en la zona del lago Los Barreales fueron descubiertas en 1991 y datan de hace unos 100 millones de años. Por los característicos 3 dedos y su gran tamaño, se cree que son de megaraptor. “La huella habla de la vida que tenía el animal. Cómo caminaba, cómo se movía, si era una persecución, si fue al agua. El hueso te dice qué especie de dinosaurio era. Nada más. Cómo vivía, qué hacía ahí, lo dicen las huellas”, explica el científico. También hay pisadas de herbívoros que pueden verse 'en negativo', sobresaliendo por debajo del corte rocoso. El paleontólogo se para debajo de ellas para entender lo que se está viendo. “Ves la silueta de la huella en la roca. Son de herbívoros. Ellos no dejan pisadas en detalle como los carnívoros. Dejan pozos, como un elefante”.


DINOSAURIOS HASTA EN EL VINO
Por donde se excava aparecen fósiles en Neuquén. Es lo que le ocurrió en 2001 a la Bodega Familia Schroedercuando comenzaron a preparar los cimientos para sus cavas en San Patricio del Chañar, a 44 kilómetros de la ciudad de Neuquén. El Panamericansaurus schroederi vivió hace 75 millones de años. Era herbívoro, pesaba unas 16 toneladas, tenía cerca de 6 metros de alto y entre 10 y 12 de largo. Sus restos están expuestos en el sótano de la empresa que se puede conocer en la visita guiada, antes de culminar con la degustación de los vinos. La zona de los viñedos se ubica entre el lago Los Barreales y la ciudad de Neuquén, por lo que se puede incluir sin problemas en el itinerario. Infinidad de álamos adornan los límites laterales de la ruta que conecta ambos puntos y sobre la que florecen cientos de plantaciones de peras y manzanas típicas de esa parte del Alto Valle. Es el paisaje prepetrolero, que dominaba casi toda la región antes del furor del frackingdel que se quejan los campesinos. Por ahora, también abundan los viñedos tanto orgánicos y experimentales como de prestigio. como las bodegas Del Fin del Mundo, Secreto Patagónico o Malma.




En el Museo de Villa El Chocón se exhibe una escultura del mecánico Rubén Carolini, que halló el giganotosaurus que lleva su apellido, junto a las piezas originales del esqueleto.


ampliar fotoEn el Museo de Villa El Chocón se exhibe una escultura del mecánico Rubén Carolini, que halló el giganotosaurus que lleva su apellido, junto a las piezas originales del esqueleto. M.V.E.




A pocos pasos, se muestran restos originales de cáscaras de huevos (de 5 milímetros de espesor) que pertenecieron a un pterosaurio, un antepasado de las aves. En la zona se practicaba una suerte de crianza solidaria. “La primera madre ponía el nido y después iban todas al mismo lugar. Se creaban centros de nidificación y entre todas cuidaban los huevos porque si estaban aislados, no los podían ver y ellas mismas los podían pisar. Eran animales que tenían la cabeza a 10 metros de altura. Además supuestamente no tenían razonamiento, no sabemos”, duda Calvo dispuesto a dejarse sorprender por el avance científico.



El paisaje rojizo y árido de Proyecto Dino parece marciano.


El paisaje rojizo y árido de Proyecto Dino parece marciano. PROYECTO DINO




El gas de Vaca Muerta
A 22 kilómetros de Proyecto Dino está Añelo, la capital latinoamericana del fracking (fracturación hidráulica). El circuito de Proyecto Dino también incluye a la gallina argentina de los huevos de oro. Un furor de origen prehistórico. “Todos hablan de Vaca Muerta, pero nadie sabe qué es”, sentencia Calvo parado junto a una escala geológica. A 7.000 metros bajo sus pies está Vaca Muerta; el segundo yacimiento de gas más importante del mundo y el cuarto en petróleo. Como geólogo, también instruye sobre el origen de ese combustible fósil. “El mar entraba a la cuenca neuquina, depositaba el sedimento, las algas y los microorganismos y se transformaba todo en protopetróleo. Se llama roca madre y es el origen del petróleo”. Debido a la presión sale por los poros y las grietas y sube a formaciones superiores, a 2000 metros, de donde lo extraen las petroleras. Calvo recoge una pequeña botella de vidrio con un líquido ocre. Lo destapa y lo acerca a los turistas para que puedan sentir el inconfundible olor a combustible. “Este petróleo es de acá”, presenta. El 'oro negro' no siempre es negro. “Puede ser de distinto color, hasta transparente. Cuanto más oscuro, más rico es porque más subproductos derivados tenés. Cuanto más claro, más destilado, menos cosas se pueden hacer”, distingue.

El petróleo de las capas superiores se acabó. Con el fracking intentan exprimir la roca madre. “Ponen líneas donde destruyen la roca y la bombardean con agua y arena a mucha presión. Así, el petróleo empieza inyectarse en los otros pozos para sacarlo a superficie”, detalla Calvo, quien desestima el daño medioambiental. “Está a 2.600 metros. No hay agua potable ahí. La que se usa para extraer el petróleo es mínima, las ciudades usan más. Este agua se vuelve a usar en otros pozos y cuando ya no funciona más, queda adentro y se sella”. Pero el esplendor energético todavía no se palpa en las ciudades ni los pueblos de Neuquén. Con la angustiosa experiencia de la hidroeléctrica, la comunidad desconfía de las industrias extractivas. Temen que los dinosaurios no puedan salvarlos siempre. Calvo lo reconoce a pesar de haber contado desde el inicio con el aporte de las petroleras para sus proyectos paleontológicos. “Neuquén debería ser como Abu Dabi, Arabia Saudita o Emiratos Árabes, pero acá el petróleo no deja nada. Pareciera que todo se va a Buenos Aires. A la ciencia no llega nada. Cuando se acabe todo el petróleo y el gas se van a acordar de los dinosaurios y va a ser tarde”.



QUÉ VER EN LOS 8 MUSEOS DE DINOSAURIOS DE NEUQUÉN
  • Museo Municipal Ernesto Bachmann de El Chocón. El carnívoro más grande conocido y la historia de su descubridor, el mecánico Rubén Carolini.
  • Museo Municipal Carmen Funes en Plaza Huincul. Piezas originales del gigante herbívoro Argentinosaurus huinculensis y la historia local de la explotación del petróleo.
  • Museo Provincial de Ciencias Naturales Profesor Juan A. Olsacher, en Zapala. El dinosaurio más antiguo de Neuquén. Un ave en la que se conservaron semillas que comió poco antes de morir. El museo también cuenta con la colección mineralógica más importante del país.
  • Museo Paleontológico Municipal Argentino Urquiza, en Rincón de los Sauces. Tienen el fósil de titanosaurio más completo encontrado hasta el momento y más de 400 piezas de otros dinosaurios.
  • Museo Municipal de Ciencias Naturales de Senillosa. Fósiles de pequeños lagartos, tortugas, cocodrilos y hallazgos arqueológicos. Dirección: Olascoaga y Avenida San Martín 320 Senillosa
  • Museo Municipal Picún Leufú. Huellas pertenecientes a ornitisquios, saurisquios, saurópodos y terópodos. Algunas, únicas en el mundo.
  • Museo Municipal de Las Lajas. Fue inaugurado en marzo de 2019. Se especializa en espelología, el estudio de las cavernas, dado que en esa zona hay muchas que se pueden visitar. Además repatriarán fósiles de dinosaurios que hasta ahora se encuentran en el Museo de Plaza Huincul. Dirección: Saavedra 474, Las Lajas.
  • Museo de Geología y Paleontología de la Universidad Nacional del Comahue - Proyecto Dino en Lago Los Barreales. Es el yacimiento más grande de Sudamérica. Tienen al carnívoro más grande que se conoce y a uno de los herbívoros de mayor tamaño. Una de las pocas ventanas al pasado que permiten conocer el ecosistema completo del Cretácico. El recorrido dura cerca de tres horas. Recomendaciones: Contactar antes de ir para comprobar los horarios de apertura, alquilar un vehículo, llevar algunas provisiones y GPS. Algunos están muy lejos, con pocos locales para conseguir provisiones.

 
'ASFALTOVENATOR VIALIDADI'

Descubiertos en Argentina los restos de uno de los dinosaurios más temibles del Jurásico
La longitud de su cuerpo alcanza los 8 metros. Era carnívorono y los investigadores ya lo consideran uno de los principales depredadores de la zona durante el Jurásico



Foto: Cráneo del 'Asfaltovenator Vialidadi'. (Museo Paleontológico Egidio Feruglio)


Cráneo del 'Asfaltovenator Vialidadi'. (Museo Paleontológico Egidio Feruglio)



EL CONFIDENCIAL
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ARGENTINA
DINOSAURIOS

17/12/2019



Un equipo de paleontólogos alemanes y argentinos han descubierto, en la provincia del Chubut (situada en la Patagonia), los restos del 'Asfaltovenator Vialidadi', una especie de dinosaurio desconocida hasta la fecha y de enormes dimensiones.

El animal prehistórico, bautizado ya como 'el depredador más grande del Jurásico en la zona', pertenece al grupo de los terópodos, un suborden que engloba a los saurios que tenían huesos huecos y tres dedos y que aparecieron hace 231 millones de años. Y el hallazgo, según explican sus autores en un artículo publicado en la revista 'Scientific Reports', del grupo 'Nature', supone el esqueleto más completo de un ejemplar de uno de los linajes que derivan de este último grupo.

La longitud de su cuerpo, del cual se ha recuperado algo más de la mitad, alcanza los 8 metros; y junto a sus restos se encontró la tibia de un saurópodo —hervíboro de largo cuello—, que probablemente fue la última presa del 'asfaltovenator'.

Y lo también relevante de este descubrimiento es que el cráneo —80 centímetros— de la criatura está casi completo, lo que ha permitido a los científicos datarlo de forma precisa y ampliar sus conocimientos sobre la clasificación de los saurios. Precisamente hace 170 millones de años, cuando los 'asfaltovenator' poblaban la actual Argentina, las familias de dinosaurios comenzaron a diferenciarse de forma más acelerada que anteriormente.




Esqueleto del dinosaurio. (Museo Paleontológico Egidio Feruglio/Scientific Reports)





Como explica la web del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), "los primeros restos (de este descubrimiento), que comenzaron a aparecer en el año 2002, se convertirían en un hallazgo no solo importante desde el punto de vista científico, sino también suponen uno de los rescates más importantes" de la historia de la institución cultural. Los restos óseos fueron extraídos de la tierra en un solo bloque mediante una retroexcavadora y una grúa, como indican los técnicos del MEF.

Los paleontólogos han decidido bautizar a esta criatura con el nombre de 'Asfaltovenator Vialidadi' en honor al Cañadón Asfalto, una formación rocosa cercana a la zona del hallazgo. 'Venator' proviene del griego y significa cazador y 'vialidadi' rinde homenaje a Vialidad, la provincia argentina cuya administración colaboró en el rescate de los restos del dinosaurio.

 
PREHISTORIA

Los últimos neandertales ‘veranearon’ en el sur de la península Ibérica
Una huella hallada en Gibraltar refuerza la teoría de la supervivencia de estos homínidos más allá de los 40.000 años establecidos como fecha de extinción


RAÚL LIMÓN
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13 DIC 2019





Fernando Muñiz, uno de los investigadores de las huellas de los neandertales, sostiene la reproducción de un cráneo de estos homínidos mientras muestra la huella hallada en Gibraltar.rn


Fernando Muñiz, uno de los investigadores de las huellas de los neandertales, sostiene la reproducción de un cráneo de estos homínidos mientras muestra la huella hallada en Gibraltar. PACO PUENTES




Hace 30.000 años, cuando Europa sufría episodios climáticos muy fríos y la nieve cercaba todo por encima del Ebro, los homínidos buscaron un refugio que les garantizara abrigo, recursos y más posibilidades de supervivencia. Los neandertales lo encontraron en el sur de lo que hoy es España y Portugal. La huella más reciente de esta especie, de 28.300 años, perteneciente a un adolescente de 1,30 metros de altura y hallada en una cantera de Gibraltar, demuestra el santuario que supuso el sur de la península Ibérica para esta especie y obliga a replantear la línea del tiempo de su extinción, situada hasta la fecha en 40.000 años.

“Eran pocos en la familia y vinieron a veranear a la costa del sur de la Península, como ahora”, bromea Joaquín Rodríguez Vidal, catedrático de Geodinámica y Paleontología de la Universidad de Huelva. Él, Fernando Muñiz, profesor de Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Sevilla, y Luis Miguel Cáceres, geólogo de la Universidad de Huelva, lideran con el también geólogo de la Universidad de Lisboa Carlos Neto De Carvalho el grupo que sigue las huellas de los últimos neandertales en el sur de la península Ibérica.

El vestigio que avala los nuevos datos sobre la supervivencia neandertal más allá de los 40.000 años establecidos en el norte de Europa es una pisada sobre la arena de 17 centímetros de largo por siete de ancho máximo y dos centímetros de profundidad. “La fotogrametría ha evidenciado la forma de los dígitos, el talón, el puente y las almohadillas”, explica Muñiz. “No hay duda de que se trataba de un homínido. La comparación con otras huellas mostraba que era de neandertal. La termoluminiscencia (OSL, siglas en inglés de optically stimulated luminescence) nos dio la fecha precisa: 28.300 años”, afirma.

Este hallazgo en la cantera de Catalan Bay (denominada así por una antigua migración catalana al Peñón), en la zona oriental de Gibraltar, refuerza la tesis ya publicada en 2006 en la revista Nature que cuestiona la fecha aceptada de la extinción de los neandertales hace 40.000 años. Ese trabajo mostró restos de piedras de 24.000 años talladas como lo hacían los neandertales (musteriense) y que fueron halladas en la cercana cueva gibraltareña de Gorham.




A la izquierda, localización de la huella en la duna de Catalan Bay. A la derecha, detalle de la misma.


A la izquierda, localización de la huella en la duna de Catalan Bay. A la derecha, detalle de la misma.





La huella hallada por el equipo hispanoluso, al igual que otros restos encontrados en el Algarve portugués, añade una evidencia más de la presencia de neandertales en la zona y en un momento en el que los Homo sapiens ya se encontraban asentados en Europa, aunque no hay restos de ellos en el área de Gibraltar hasta 5.000 años después.

Asentamientos estacionales
“Los neandertales coexistieron con los sapiens, aunque en esta zona no convivieron. En Gibraltar debió haber un grupo pequeño que llegó a la zona siguiendo los pasos de sus presas. Fueron asentamientos estacionales. Aquí hallaron variedad dietética y un clima, según los registros de polen, mucho más favorable para garantizar su supervivencia”, explica Rodríguez Vidal, uno de los autores de la investigación publicada por Quaternary Science Reviews.




Modelo en 3D de la huella hallada en Gibraltar.


Modelo en 3D de la huella hallada en Gibraltar.




Esas características hicieron del sur de la Península un refugio para neandertales y otras especies. Junto a la huella del homínido han encontrado otras de elefantes, cabras, bóvidos y felinos que también llegaron al sur huyendo del frío. Pero no hay rastros de sapiens en esa época y en esa área concreta, por lo que la tesis de que la competencia entre los homínidos causó la extinción de los neandertales también se cuestiona con estos hallazgos.
“No hay evidencias de violencia. Eran grupos muy pequeños que se vieron forzados a la consanguinidad, por lo que es más probable que esta fuera la causa de su extinción”, afirma Rodríguez Vidal.

Su teoría la respalda una reciente investigación de un equipo de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Países Bajos) que ha publicado Plos One. Este estudio también establece la consanguinidad como principal causa de la desaparición de esta especie. “Nuestros resultados apoyan la hipótesis de que la desaparición de los neandertales podría haber sido el resultado solo de factores demográficos, es decir, el resultado simplemente de la dinámica interna que opera en poblaciones pequeñas”, concluye la investigación de Krist Vaesen, Fulco Scherjon, Lia Hemerik y Alexander Verpoorte.

"Nuestro estudio muestra que incluso sin la competencia, la extinción de los neandertales podría haber tenido lugar", aseguran los científicos holandeses.
El trabajo del equipo hispano luso se centrará ahora en el análisis de otras evidencias y rastros de la presencia neandertal en el sur de la península Ibérica para determinar hábitos y comportamientos. El objetivo principal son las cuevas, donde la conservación de restos es más posible. El hecho de haber hallado huellas de homínidos y de especies animales en una duna de Gibraltar ha sido una excepcionalidad por la composición de la misma y la erosión permanente a la que la somete el fuerte viento de levante. Pero queda trabajo por hacer en zonas más protegidas.


 
Hallan en Rusia la sepultura de cuatro amazonas escitas de más de dos mil años de antigüedad
La mujer de más edad llevaba todavía sujeto a la cabeza el tocado ceremonial dorado propio de las clases altas



Imagen de la sepultura, hallada al suroeste de Rusia


Imagen de la sepultura, hallada al suroeste de Rusia - RIA-Voronezh



02/01/2020.

Rafael M. Mañueco


Una expedición arqueológica de la Academia de Ciencias de Rusia, dirigida por Valeri Guliáyev, descubrió el mes pasado en la región de Vorónezh, al suroeste del país, un enterramiento de cuatro mujeres guerreras pertenecientes al pueblo escita. Recibieron sepultura hace unos 2.500 años y representan tres generaciones distintas.

Vestigios de amazonas escitas se habían encontrado ya, pero no enterradas juntas, con edades diferentes y con sus adornos prácticamente intactos. Se trata de un mujer de unos 45-50 años de edad, dos más jóvenes de entre unos 20 y 35 años y una adolescente de unos 12-13 años. Los arqueólogos rusos desconocen por ahora la razón por la que fueron inhumadas en la misma tumba, pero el hallazgo ha vuelto a poner de actualidad las viejas leyendas sobre la existencia de mujeres guerreras.

Según el comunicado difundido por Guliáyev, el descubrimiento se ha hecho en el túmulo denominado Devitsa V. Es un paraje situado en el cauce medio del río Don, en el distrito Ostrogozhski de la región de Voronezh. La mujer de más edad llevaba todavía sujeto a la cabeza el tocado ceremonial dorado propio de las clases altas.

El tocado ceremonial que llevaba la mujer de más edad


El tocado ceremonial que llevaba la mujer de más edad - ABC




En expediciones anteriores en la misma región se habían encontrado fragmentos de este tipo de diademas, pero no en su totalidad y tan bien conservada. Son piezas de enorme valor arqueológicohechas de una aleación de oro, de hasta un 70%, cobre, plata y un pequeño porcentaje de hierro. Según Guliáyev, «estamos ante un hallazgo único, ya que este es el primer tocado completo en los monumentos de la época escita encontrados en el Don medio».

Cerca del cuerpo de la mujer había un cuchillo de hierro y una punta de flecha. Los restos de una de las dos jóvenes estaban en pose de jinete. Los antropólogos han determinado que para ello, una vez muerta, tuvieron que cortarle los tendones de las piernas. Junto a ella había un espejo de bronce, lanzas y, en su mano, un brazalete de piezas de vidrio.


Jinetes femeninos
Se estima que jinetes femeninos existieron en la era escita entre las tribus nómadas y seminómadas de lengua persa en el este de Europa. Estas amazonas probablemente custodiaban ganado, propiedades y las viviendas cuando los hombres se ausentaban durante largas campañas militares. En declaraciones a medios rusos, el jefe de los arqueólogos de la Academia de Ciencias sostiene que «solo en el Don medio, durante la última década, nuestra expedición descubrió unos 11 sepulcros de mujeres jóvenes armadas. Pero por primera vez nos enfrentamos al enterramiento de cuatro amazonas a la vez, y de edades tan diferentes», señaló Guliáyev.

En este mismo yacimiento de Devitsa se hallaron más de 30 puntas de flecha de hierro, un garfio en forma de pájaro, elementos de los aperos para las caballerías, ganchos de hierro para colgar las riendas, cuchillos de hierro, fragmentos de recipientes, numerosos huesos de animales y un antiguo jarrón griego.

El montículo funerario de Devitsa V es conocido por los arqueólogos ya desde el año 2000, pero los trabajos de excavación se intensificaron a partir de 2010. Está formado por 19 terraplenes y en el túmulo número 9, una pequeña elevación de 40 metros de diámetro, fueron encontrados los restos de las cuatro amazonas. Notaron que el conjunto había sido saqueado ya en la época antigua.

Guliáyev cuenta que «en el momento en el que los escitas vivían en estos lugares, había hermosos bosques de robles. El roble es un excelente material de construcción y, gracias a él, podemos calcular cuándo ocurrió el pillaje». Según sus palabras, «los salteadorespenetraron en la tumba cuando el techo ya se había derrumbado, algo que no pudo suceder 100 años o incluso 200 años después de levantado el monumento funerario. Afortunadamente encontraron solo una parte de enterramiento (...) pero no a las cuatro mujeres».

 
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