"ARQUEOLOGÍA, PALEONTOLOGÍA"

El misterio de la momia encerrada en un buda
Dos pueblos chinos no consiguen que la justicia holandesa les devuelva una escultura que contiene el cuerpo momificado de un monje de hace mil años

ISABEL FERRER
Ámsterdam 13 DIC 2018


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A la izquierda, tomografía de la escultura con la momia dentro. A la derecha, el exterior de la figura.DRENTS MUSEUM



Zhang Qisan fue un monje budista chino que murió entre 1022 y 1155 (su biografía es un tanto confusa), y era venerado en Yangchun y en Dong Pu, poblaciones situadas en la provincia de Fujian, al sureste del país. Su momia permaneció oculta durante un milenio en el interior de una escultura sedente: un buda que sonríe bañado en oro. Desaparecido durante décadas, los lugareños creyeron haber perdido para siempre al patriarca local. Hasta que, en 2013, hicieron una tomografía computerizada a una figura similar que incluía un cuerpo momificado cuyo dueño legal era el coleccionista holandés Oscar van Overeem. Eufóricos, los fieles pidieron su devolución. Sendos comités de vecinos chinos interpusieron una demanda ante los tribunales de Ámsterdam. Este miércoles la han perdido porque, como grupo, no tienen personalidad jurídica y el caso es inadmisible.

Cuando lo separaron de su base, se encontraron rollos de tela con caracteres chinos. En el interior, había un varón perfectamente momificado


Las fotos del buda momificado, de 1,2 metros de alto, acostado en la camilla de un escáner del Centro Médico Meander, en la provincia de Utrecht, dieron la vuelta al mundo. Los habitantes de Yangchun las vieron en 2014 y dijeron reconocer de inmediato al monje perdido. “Cuando lo separaron de su base, se encontraron rollos de tela con caracteres chinos. En el interior, había un varón perfectamente momificado y se presume que se preparó para su automomificación. Un ascetismo extremo que incluye una dieta estricta para deshacerse de la grasa corporal y un té venenoso que provoca vómitos y evita que los gusanos corrompan luego el cuerpo. Si salía bien, tras la muerte era llevado a un templo como un buda”, explicó entonces Vincent van Vilsteren, conservador de Arqueología del museo holandés de Drenthe, donde había estado expuesta la imagen.

Según la página de web del Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales, el monje en cuestión “se llamaba Zhang Qisan y era un médico reverenciado por sus pacientes y convecinos, a los que ayudó a superar epidemias”. Sobre la imagen misma se esculpieron dos capas de ropa: “primero un lienzo, y encima un traje con flores y dragones, símbolos los segundos de longevidad y poder”. Un cinturón negro cuelga de su hombro izquierdo, y detrás hay una inscripción donde puede leerse la palabra Buda. En posición de loto, sentado con las piernas cruzadas, su rostro esboza una sonrisa.

Van Overeem, que en 1996 pagó 40.000 euros por la figura en Hong Kong, sostiene que no es la misma que reclaman los demandantes chinos, pero pensó en colaborar en su devolución. Con el tiempo empezó a tener dudas. “Me dijeron que la estatua desparecida tenía un agujero en la mano izquierda, entre los dedos índice y pulgar. Tan grande que cabía otro dedo dentro. El cuello, por otra parte, debía estar roto, y no era así en la que yo compré”, aseguró a los jueces el pasado octubre, durante las audiencias previas. Jan Holtius, letrado de los demandantes chinos, replicó que el dueño se negaba a que una investigación independiente corroborara sus afirmaciones.

El choque no benefició a sus clientes, porque para entonces Van Overeem ya no tenía el buda. La publicidad generada por el caso le molestaba, y en 2015 lo cedió “sin papeleo, a un hombre de negocios chino que solo me dio su nombre en inglés, el que se ponen para facilitar la pronunciación”. “Él quería devolverla a China, pero no diré su nombre”, aseguró al tribunal. A pesar del revés, no todo está perdido para los comités chinos, que aún pueden apelar la decisión del tribunal. Tampoco se descarta, según se especulaba en los juzgados de Ámsterdam, que el nuevo propietario “negocie con una familia de Taiwán la devolución de la figura al pueblo que la reclama”.

https://elpais.com/cultura/2018/12/13/actualidad/1544689208_919126.html


 
Las seis joyas de la egiptología española
ARQUEOLOGÍA



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Sarcófago encontrado por el equipo arqueológico de la misión Djehuty. PROYECTO DJEHUTY



España abandona a sus egiptólogos

El gran circo de Tutankamón

Son maravillas rescatadas durante sucesivas y arduas campañas de excavación. La cuidada selección de un inventario que suma decenas de miles de piezas, desde sarcófagos, momias o estelas hasta vasijas, papiros, figurillas funerarias y materiales de embalsamamiento. Un gigantesco puzzle que avala la labor reciente de la egiptología española, una recién llegada si se compara con la tradición centenaria de franceses, alemanes o británicos. La selección aquí presentada -firmada por equipos multidisciplinares donde conviven arqueólogos, arquitectos, restauradores, topógrafos o antropólogos- abarca milenios de historia, a menudo agazapados entre los estratos de cada uno de los yacimientos.

Como en Heracleópolis Magna -a unos 150 kilómetros al sur de El Cairo-, la más veterana de las expediciones españolas en Egipto. "Nuestro hallazgo más espectacular es, sin duda, la tumba de Hotep-Uadjet. Sus paredes están pintadas con escenas funerarias, mostrando al difunto sentado delante de una mesa de ofrendas", explica Carmen Pérez Die, su máxima representante desde hace décadas. Un recorrido por el tiempo que también evoca Myriam Seco, quien codirige desde 2008 la tarea de rescatar el templo funerario de Tutmosis III. "Nuestras expectativas iniciales se han ampliado. En un mismo lugar vamos a poder contar más de 1.000 años de la historia de Egipto porque hemos encontrado hasta una necrópolis de época tardía".

En la sureña Luxor, a un tiro de piedra de los muros que el empeño de esta sevillana han vuelto a erigir, se cita cada febrero el proyecto "Djehuty", a las órdenes de José Manuel Galán. Desde 2002, la misión escudriña una necrópolis excavada en la falda de una colina rocosa. Su último hallazgo, un jardín funerario, acaeció el pasado año. "Se conservan en muy buen estado las semillas que se plantaron hace 4.000 años. El jardín promete ofrecer una información interesante y prácticamente única sobre el uso de las plantas con fines religiosos y funerarios e, indirectamente, sobre el medio ambiente en la antigua Tebas", pronostica su "mudir" (director, en árabe).

En la orilla occidental de Luxor ha hallado refugio, además, el equipo de Antonio Morales, con un prometedor futuro. "Nuestra excavación se ubica entre la meseta de Asasif y la colina septentrional de Deir el Bahari, donde se levantan los complejos funerarios de los principales oficiales de finales de la XI y principios de la XII dinastía. En los últimos dos años hemos conseguido extender la concesión, incluyendo una docena de tumbas en varios sectores de trabajo", comenta esperanzado. Una misión detectivesca que comparte con el proyecto de Miguel Ángel Molinero, también en los pliegues áridos de Luxor. "Cuando empezamos a trabajar, uno de los objetivos era identificar el nombre del propietario, pues sabíamos que el que se le daba entonces era incorrecto. En la tercera campaña, en 2014, apareció un relieve que lo representa. En años posteriores, otros textos de la tumba añadieron más información sobre él. Se llamaba Nisemro y no era egipcio sino nubio", desliza.

Precisamente, enfrascado en la aventura de descifrar la historia de Nubia, cava más al sur, en Asuán, el ejército de Alejandro Jiménez. Su necrópolis de gobernadores de Elefantina guarda aún secretos por doquier. "Para llegar, por ejemplo, al pozo norte de la tumba QH33 tuvimos que excavar doce metros cúbicos de cenizas, cerámicas, huesos, maderas y restos diversos de ajuar", rememora este jiennense. Las seis misiones y sus joyas aquí expuestas son una proeza más de la comunidad científica española, ignorada por las autoridades -a diferencia de otros países europeos, la diplomacia de nuestro país no ofrece ayuda alguna en Egipto-; víctima de los apuros financieros -entre los miembros de estos proyectos, figuran investigadores precarios, doctorandos afincados en el extranjero, científicos en paro o autónomos que aprovechan su período vacacional-; y ejemplo, en fin, de una tenacidad a prueba de burocracia egipcia, aduanas y contratiempos. Un esfuerzo titánico que tiene como recompensa desempolvar joyas como éstas, auténticos retazos de la historia de la Humanidad.


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EL ATAÚD DE NEB QUE REGRESÓ DE ENTRE LOS MUERTOS

José Manuel Galán Investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director de la misión

El ataúd de Neb data aproximadamente del año 1600 a.C. Es tipo "rishi", antropomorfo y con la tapa reproduciendo las alas que le servirían al difunto para volar y poder salir y entrar de su tumba. El finado saldría al amanecer para disfrutar de las ofrendas que le pudieran invocar y regresaría a la cámara sepulcral al anochecer. Estaba acompañado por figurillas funerarias de madera y de barro halladas en una capilla de adobe muy próximas al pozo donde se encontró el ataúd, que se exponen desde 2015 en el Museo de Luxor. El ataúd de Neb está tallado en un solo tronco de sicomoro. El exterior se recubrió con una fina capa de mortero blanquecino que luego fue enteramente pintada de negro (el color asociado con la resurrección, al evocar la tierra fértil y, por tanto, al dios Osiris). La tapa reproduce la momia del difunto, con las piernas, pies, brazos y manos envueltos junto con el cuerpo, dejando sólo visible la cara. El cuerpo de Neb mide 1,65 metros de altura y tendría alrededor de 45 años. La tapa incluye una fórmula de invocación de ofrendas: "Una prerrogativa que el rey concede y (también) Osiris, señor de Abidos, que otorgue una invocación de ofrendas de ungüentos e incienso, carne de vacuno y ave, alabastro y lino, ungüentos e incienso, todo tipo de alimentos y todo lo apropiado y puro de lo que vive un dios, (para) el ka del osiris Neb".




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HERYSHEF Y SU ESPOSA LA DIOSA HATHOR, EN RELIEVE

Carmen Pérez Die, conservadora jefe del departamento de antigüedades egipcias y Oriente Próximo del Museo Arqueológico Nacional de Madrid y directora de la excavación

Heryshef fue el dios principal de Heracleópolis Magna y en su honor se levantó un templo encontrado por Henri Édouard Naville a finales del siglo XIX y excavado por William Matthew Flinders Petrie y por la misión española que lleva en el yacimiento desde hace más de medio siglo. Heryshef [vinculado en el periodo helenístico de Egipto con el Heracles griego] se representa como una deidad con cabeza de carnero y cuerpo humano. Las menciones a este dios en la mitología egipcia datan de muy antiguo y pronto se convirtió en un dios universal con especiales atributos de fertilidad y poder. En el relieve, procedente del templo de Heryshef, el dios está acompañado por la diosa Hathor, que fue su esposa fiel. Delante de ambos aparece una mano extendida, posiblemente del faraón Ramsés II, ya que los cartuchos con su nombre están inscritos. Por su situación en el templo este relieve pudo estar colocado en la puerta de acceso al patio peristilo, formando parte de la cara interior del pilono. El monumento se halla a unos 15 kilómetros del Nilo y la influencia del río en la orientación del templo puede considerarse nula. En cambio, el aspecto astronomico parece haber jugado un papel fundamental en la orientacion del templo. El sol, en su cenit diario coincide exactamente con el eje longitudinal del santuario.




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LA "TITULITIS" DEL VISIR DAGI
Antonio J. Morales es profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y director de la expedición
El sarcófago pertenece al visir Dagi. En su interior, en la parte superior, hay una inscripción monumental que detalla sus nombramientos y, más abajo, textos religiosos escritos en jeroglíficos cursivos que plasman los rituales necesarios para su resurrección. Durante el reinado del faraón Mentuhotep II, el visir Dagi acumuló una gran cantidad de títulos y se convirtió en uno de los oficiales más importantes de la época. Fue nombrado visir, alcalde, juez, director de trabajos, supervisor del tesoro, entre otros cargos. Sin embargo, la preparación y decoración de su sarcófago en caliza debió realizarse pronto en su carrera, pues el único título oficial que aparece inscrito en el mismo es el de "supervisor del portal", un cargo de carácter religioso o administrativo. Con la decoración de su sarcófago, Dagi deseaba asegurarse la vida eterna. Para ello se inscribieron en un registro superior su nombre, sus cargos y la licencia del rey y Osiris, que permitía enterrarse en la necrópolis tebana. En su pared frontal, la famosa lista de ofrendas reflejaba los múltiples donativos que se establecían para su culto funerario y para la preservación de su persona como espíritu (ka). El resto de inscripciones incluían numerosos ensalmos de protección y regeneración que debían garantizar la resurrección del difunto y su vida eterna como un ser todopoderoso.



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LAS ALHAJAS DE UNA DAMA SIN NOMBRE

Myriam Seco es directora del Proyecto de excavación del templo funerario Tutmosis III
En 2014 comenzamos a excavar el sector sur de la sala hipóstila del templo. Localizamos dos tumbas y en una de ellas nos llevamos la sorpresa de hallar una colección de joyas de oro que pertenecían a una dama de la clase alta tebana. Una de las piezas más destacadas, en perfecto estado, es una pulsera con dos cables conectados por un nudo que lucía en ambas muñecas y que tenía una misión protectora. También llevaba un colgante dorado con forma de concha, muy típico del reino Medio y un amuleto cilíndrico formado por la combinación de pequeñas cuentas de amatista y oro. Además, portaba una tobillera plateada en cada tobillo, con características similares a los brazaletes. Su preservación fue un hecho muy especial porque todas las tumbas cercanas fueron saqueadas ya en la antigüedad. La salvó que el techo del enterramiento cediera por la humedad. Cuando los ladrones entraron a robar, no lograron acceder al sarcófago, que con el tiempo y la acción de las termitas se fue desintegrando. Tras retirar los bloques del derrumbe, lo que encontramos fue un esqueleto con algunos restos de momificación colocado en un ataúd de madera deshecho. Al limpiarlo, nos percatamos de que llevaba joyas. No sabemos la identidad de la que llamamos "la dama de la tumba número 14" porque desapareció el sarcófago y la estela funeraria familiar que sí hemos encontrado en otras tumbas fue robada. Las únicas certezas es que era joven y bajita.


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LOS MISTERIOS DE HEQAIB III
Alejandro Jiménez es profesor de la Universidad de Jaén y director del proyecto

Durante nuestra tercera campaña, seguimos excavando el gran complejo funerario QH33. Soñábamos con hallar una cámara y así fue. Lo que no esperábamos es que estuviera sellada y que ese cierre fuera original. Nadie había abierto el enterramiento desde 1825 a.C. Tras una apertura parcial y un reconocimiento preliminar documentado fotográficamente, volvimos a sellar la sepultura hasta que la capilla funeraria estuviera completamente excavada. Un objetivo que nos llevó tres campañas más. En 2013, abrimos definitivamente la cámara y accedimos al magnífico ataúd de madera de cedro así como al ajuar. Allí apareció Heqaib III. Es muy posible que fuera el último gobernador de Elefantina enterrado durante la Dinastía XII en la necrópolis, ya que los siguientes gobernadores parece que fueron enterrados en la necrópolis real. Una de las cuestiones más interesantes que encontramos en el enterramiento de Heqaib III fue una ofrenda de la madre del gobernador Sattjeni V, que le dejó una fuente cerámica con ofrendas a su hijo. Esta dama, ante una crisis en la que desaparecieron los herederos masculinos, se convirtió en la portadora de los derechos dinámicos. Ellas, como descendientes directas de la línea de los gobernadores, solucionaron la crisis a través de matrimonios, cuyo resultado fue el aumento de la descendencia, asegurando su continuidad.



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LAS INCÓGNITAS DE LA MESA DE OFRENDAS

Miguel Ángel Molinero Profesor de Historia Antigua de la Universidad de la Laguna y director del proyecto

Es uno de los ejemplos más bellos aparecidos de mesas de ofrendas. Más allá de la calidad en su ejecución y de la originalidad de alguna de las imágenes que lo componen, como el oryx, su interés está en los interrogantes históricos que plantea: cuál es su cronología y, desde una perspectiva más amplia, dónde fue elaborada y para quién. Nuestro problema es que el último estudio general sobre mesas de ofrendas tiene un siglo y ya no responde a las preguntas que nos hacemos hoy. La mesa apareció en un contexto arqueológico claro, pero no puede aclarar nuestras dudas. La tumba TT 209 fue construida para Nisemro hacia fines del siglo VIII a.C., pero fue abierta cuatro siglos después para albergar nuevos enterramientos. Como la mesa apareció sobre el suelo podríamos pensar que corresponde al propietario original, pero está rodeada por recipientes cerámicos de época persa y, por tanto de un momento de reutilización ¿se hizo para el primer ocupante o para los que fueron enterrados en la segunda fase? Para complicar la situación, la materia prima sobre la que está elaborada, una arenisca anaranjada de grano grueso, es muy semejante a la utilizada en las mesas nubias y su estilo también recuerda el de los ejemplares de esta procedencia ¿pudo haber sido tallada en la región de la que era originario Nisemro y haber sido traída como parte de un ritual de enterramiento en el que se combinaron las tradiciones egipcias y nubias?



https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2018/12/13/5c1144ae21efa0c66b8b46a7.html

 
ARQUEOLOGÍA
El mayor arsenal medieval de la Península
Los expertos de la Universidad Complutense hallan miles de piezas militares empleadas en la toma de la fortaleza de Calatrava en 1212

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Yacimiento arqueológico de Calatrava la Vieja. V. G. O.



VICENTE G. OLAYA
Carrión de Calatrava. 14 DIC 2018




Con las primeras luces del 30 de junio de 1212, los ejércitos de Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra (los conocidos como los Tres reyes), además de las huestes de Alfonso II de Portugal y centenares de caballeros francos, se encaminaron hacia el primer acto de la decisiva batalla de las Navas de Tolosa (Santa Eulalia, Jaén), que se produciría 17 días después, y que acabaría con el poder musulmán en el centro peninsular. La toma de la fortificada ciudad de Calatrava (44 torres, sólidas murallas y un foso alimentado con un ingenioso sistema hidráulico) se interponía en su camino antes de enfrentarse a las muy superiores tropas del almohade Muhammad an-Nasir. Las armas empleadas para tomar Calatrava (Carrión, Ciudad Real) han emergido a lo largo de 34 años (la última campaña arqueológica acabó en septiembre) en el que se considera ya “el mayor y más variado conjunto de piezas de armamento encontradas en un yacimiento medieval de la península Ibérica”.



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Desde 1984, el equipo arqueológico de Manuel Retuerce, de la Universidad Complutense de Madrid, y Miguel Ángel Hervás ha ido hallando gran parte del material bélico usado: espadas, ballestas, flechas, dardos, saetas, azagayas, virotes, puntas de lanza y hasta abrojos, las púas metálicas que se lanzaban a las pezuñas de los caballos. Se han desenterrado, como indica el trabajo de fin de máster (junio de 2018) del historiador Alejandro Floristán, defendido en la Universidad de Alicante, “más de 20.000 objetos metálicos”, de los que 1.605, por ejemplo, son “elementos arrojadizos”.


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Osamenta de guerrero musulmán muerto en la batalla de Calatrava. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID


A principios del siglo XIII las fronteras entre los reinos cristianos y musulmanes permanecían estables en torno al Guadiana. Entre Toledo (cristiana) y Córdoba (musulmana), solo Calatrava se erigía como ciudad importante. Su posesión era decisiva para ambos bandos, una especie de “cabeza de puente”, como explica Retuerce. La ciudad, que llegaría a albergar a unas albergar a unas 4.000 personas, fue edificada por el emirato omeya en torno al 785 con el nombre de Qal'at Rabah (La Fortificación o Encomienda de Rabah). La conformaban alcázar, medina de cuatro hectáreas, arrabales (con industria alfarera), torres pentagonales, albarranas, puertas en codo, foso y un sistema hidráulico que lo alimentaba: un auténtico fortín protegido por los ríos Guadiana y Valdecañas, y erigido sobre una colina que ya había sido ocupada por los íberos.


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Hebilla castellana de un guerrero cristiano.UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID


En 1147 cayó en poder de los cristianos, pero los musulmanes la recuperaron en 1195, como consecuencia de su victoria en la batalla de Alarcos, hasta que la perdieron en 1212. A partir de ese momento las fronteras bélicas comienzan a descender hacia el sur, por lo que Calatrava perdió su importancia estratégica. Además, la insalubridad del río (paludismo) llevó a su abandono definitivo a principios del XV. En 1774 cerró la ermita y su recuerdo se perdió entre las brumas de la historia.
En los años setenta comenzaron los trabajos de consolidación y reconstrucción (Santiago Camacho y Miguel Fisac) de las estructuras existentes.


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En 1984 se inició la excavación arqueológica. “El hecho de que la zona no estuviera muy densamente poblada evitó, en gran medida, el saqueo de sus restos”, explica Retuerce, y hoy en día, de hecho, es un parque arqueológico visitable, junto al municipio de Carrión de Calatrava. Los hallazgos durante estos años han sido abundantes en cerámica (ajuares islámicos y cristianos), vidrio, metales (broches de cinturón, adornos de los correajes, etc.), monedas (dos conjuntos de dineros de vellón del siglo XIII) y hasta la osamenta de un defensor musulmán de la fortificación.


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Punta de lanza hallada en Calatrava.UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

Por su parte, el estudio de Floristán destaca la importancia de los hallazgos armamentísticos porque esta rama de la arqueología no está tan desarrollada en España como en Reino Unido, Alemania o Estados Unidos. La toma de la ciudad (según la ubicación de las armas halladas tanto dentro como fuera de la ciudad) se llevó a cabo mediante un triple ataque con el empleo de tres cuerpos de arqueros cristianos de manera simultánea para impedir a los defensores concentrar sus fuerzas en un único lugar. Los arqueros “actuaban en superficie, lanzando andanadas de flechas” para eliminar o debilitar al enemigo. Posteriormente, los ballesteros, que necesitaban más tiempo para cargar sus armas, disparaban con mayor precisión a los asediados. Se empleaban también flechas emponzoñadas” e incendiarias, recubiertas de estopa para provocar que las llamas devorasen el objetivo.

Tras la toma de Calatrava, los caballeros francos reclamaron matar a los defensores musulmanes. Alfonso VIII se negó. La mayor parte de los francos se encorajinaron y se volvieron a su reino. Y ya no participarían, el 16 de julio, en la decisiva batalla de Navas de Tolosa, y que fue posible gracias a la toma, en la retaguardia, de Calatrava, lo que inclinó definitivamente el fiel de la balanza hacia el lado cristiano, en una guerra sin cuartel que duró ocho siglos.


OLIVARES, VIDES Y MURALLAS

El yacimiento de Calatrava la Vieja impresiona. Sobre una extensa planicie cubierta de cultivos, vides y olivares, junto a la ribera del Guadiana y en el término municipal de Carrión de Calatrava, se erige una mole pétrea que sorprende al visitante. Una ciudad musulmana en excavación que puede ser recorrida con o sin guía y que semeja una isla entre las aguas del río.

El asentamiento se divide en dos zonas separadas por una gran muralla: el alcázar y la medina, mientras los arrabales alfareros quedan en el exterior.

Las tarifas de acceso son 4 euros para adultos y 2 para menores y grupos. En las cercanías del yacimiento, numerosos templos y lagunas para una jornada festiva. Luego, comida manchega.

Calatrava la Nueva, en el actual municipio de Aldea del Rey (Ciudad Real).

La Vieja entró entonces en completa decadencia. A principios del siglo XIX, era ya un despoblado en estado de ruina avanzado. El último acontecimiento destacado que vivió fue la ejecución de Gregorio Monedero y Francisco Romo, unos milicianos isabelinos que fueron capturados durante la primera Guerra Carlista.


https://elpais.com/cultura/2018/12/04/actualidad/1543935930_944804.html












 
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Huesos de pollo - Fotolia
Los huesos de pollo, la mayor huella de la humanidad en la Tierra
Un estudio determina que esa será la marca que defina, en el registro fósil futuro, la era del Antropoceno


Miles de paleontólogos peinan continuamente los cinco continentes en busca de restos fósiles, huesos petrificados de antiguas especies que revelen cómo fue el pasado de la Tierra. El estudio de esos huesos, sus formas, proporciones, disposición y, cada vez más, su ADN, proporciona a los investigadores una auténtica ventana a la prehistoria, y les permite no solo conocer qué especies dominaban el mundo en un momento dado, sino establecer las relaciones que existieron entre esas criaturas, cómo evolucionaron, el ambiente en que vivieron y, a partir de la aparición del hombre, averiguar también cómo influyeron en nuestra propia evolución.

Hoy en día, una única especie, la nuestra, se ha erigido en dueña absoluta del planeta. Hasta tal punto que los geólogos han bautizado como Antropoceno la época presente, marcada a fuego por el impacto de los seres humanos, cuya influencia en muchos de los procesos geológicos de la Tierra se ha hecho abrumadoramente evidente.

Y ahora, un equipo de investigadores de la universidad británica de Leicester, en colaboración con las universidades de Nottingham y la del Noroeste en Sudafrica, se ha preguntado cuál podría ser la característica definitoria de esta nueva era. O, en otras palabras, con qué se encontrarían los paleontólogos del futuro cuando buscaran restos fósiles del Antropoceno que les permitieran comprender nuestra época.

Royal Society Open Science, una de las marcas más duraderas del paso de los humanos por la Tierra, el signo distintivo del Antropoceno. A ojos de los paleontólogos del futuro, los huesos de pollo aparecerían de forma repentina y por todas partes en el registro fósil e inundarían, literalmente, un gran número de yacimientos de fósiles. Incluso cuando los humanos hayan desaparecido del planeta, la marca más duradera de nuestro paso por el mundo seguirá siendo una enorme cantidad de huesos de pollo en el registro fósil de nuestra época.

22.700 millones de ejemplares
"Las tendencias de consumo humano -puede leerse en el artículo- han impulsado cambios sin precedentes en la biosfera de la Tierra. Las poblaciones de grupos de animales salvajes se han desplomado en las últimas décadas, mientras que las poblaciones humanas y de ganado han aumentado. La biomasa de los humanos y sus animales domesticados supera ahora la de todos los vertebrados terrestres silvestres. Los pollos domésticados (Gallus gallus domesticus) son un ejemplo sorprendente de una biosfera humana reconfigurada. Son las aves más numerosas del mundo, con una población estable de 22.700 millones de ejemplares". La cifra supera en un orden de magnitud a la suma de las poblaciones de las especies de aves silvestres más abundantes.

Según el estudio, solo en Europa, la población de pollos en 2009 era de 1.900 millones, "mayor que las poblaciones combinadas de las 144 especies de aves salvajes más extendidas. Es probable que se trate de la mayor población de una única especie de ave en toda la historia de la Tierra".

En palabras de Carys Bennet, autor principal de la investigación, "como la especie de vertebrados terrestres más numerosa del planeta, y con una biología construida por los humanos, los pollos modernos son un símbolo de los cambios que hacemos en la biosfera".

Debido a su biología alterada, los pollos modernos son completamente diferentes a sus antepasados "salvajes". Y esos son, precisamente, el tipo de datos que reconocen los paleontólogos cuando buscan evidencias de cambios biológicos en los entornos del pasado.

Una morfoespecie
Según Mark Williams, profesor de Paleobiología de la Universidad de Leicester y coautor de la investigación, "estos pollos constituyen una nueva ¨morfoespecie¨ desarrollada artificalmente, el tipo de cosas que reconocen los paleontólogos, y reflejan una biosfera irreconocible desde su estado prehumano y ahora dominada por el consumo de nuestra especie y el uso de recursos".

Durante su investigación, los científicos compararon los huesos de los modernos pollos de supermercado con los de sus antepasados de la época romana. Y hallaron que tanto el esqueleto como la química ósea y el ADN de los pollos de engorde (que apenas sobreviven seis semanas debido a las condiciones tecnológicamente controladas de las granjas modernas) son radicalmente diferentes a las de sus tatarabuelos.

Alison Foster, coautora de la investigación, asegura que "desde su domesticación, han existido muchas razas de pollos extrañas y hermosas, pero la actual es quizá la forma más extrema de todas. La forma del cuerpo, la química ósea y la genética de la carne de pollo moderna no tiene nada que ver con la de sus ancestros salvajes y todo lo que vemos en el registro arqueológico".

La forma del cuerpo de estos animales, en efecto, ha cambiado de un modo significativo como resultado de su reproducción selectiva durante los últimos 70 años, periodo durante el que ha habido un crecimiento dramático en la demanda de proteínas bajas en grasa. La razón por la cual la química ósea de estos pollos ha cambiado tanto es en gran parte resultado de la globalización de la distribución de alimentos y su dieta asociada.

Una dieta diferente
Ben Coles, otro de los autores del estudio, que se encargó de investigar los cambios sociales y económicos que hay tras el fenómeno, afirma que "los alimentos que consumen los pollos incluyen soja, maiz, trigo y pescado que probablemente viajaron desde el otro extremo del mundo y están integrados en un sistema alimentario globalizado y asociado con la agricultura".

Una dieta, por lo tanto, muy diferente a la que seguía la tradicional gallina de patio de granja, que solía alimentarse de los restos de la cocina local. En términos evolutivos, los cambios en la biología de estos pollos de engorde modernos han ocurrido extremadamente rápido. En palabras de Jan Zalasiewicz, otro de los firmantes de la investigación, "por lo general, se necesitan millones de años para que ocurra la evolución, pero aquí se ha tardado solo algunas décadas en producir una nueva forma de animal que tenga el potencial para convertirse en una marca del Antropoceno, y la enorme cantidad de estos huesos de pollo descartados en todo el mundo significa que estamos produciendo un nuevo tipo de fósil para el registro geológico".

No sería extraño, por lo tanto, que dentro de miles de años los científicos del futuro se refieran a nosotros como "los devoradores de pollo".


https://www.abc.es/ciencia/abci-huesos-pollo-mayor-huella-humanidad-tierra-201812132203_noticia.html
 
YACIMIENTOS
Hallada en Castellón una espada medieval íntegra bajo el suelo de mortero de una fortificación
La rehabilitación del castillo del pueblo de Aín saca a la luz el arma del siglo XIV. Mide 94 centímetros de longitud y tiene una cruz de 13 centímetros y pomo esférico


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Espada hallada en Castellón.



Una espada medieval en muy buen estado de conservación y bautizada como espadana por los vecinos es lo que han sacado a la luz las excavaciones arqueológicas con motivo de la rehabilitación del castillo de Aín. Esta localidad de poco más de un centenar de habitantes en el interior de Castellón ha sido testigo del hallazgo de esta espada del siglo XIV que los técnicos encargados de las obras de la fortificación califican de “excepcional”. Es, dicen, “extremadamente inusual” localizar una pieza de este tipo en una prospección arqueológica. Lo es porque en la época “todos estos objetos se recuperaban; eran preciados, muy caros, pertenecientes a soldados profesionales o caballeros. No solían quedarse en el sitio tras ser abandonadas. Y las que se quedaban aparecen muy deterioradas o en fragmentos irreconocibles”, explica a EL PAÍS Vicente Vivó, el arqueólogo que dirige los trabajos.

“Aquí ha salido la espada totalmente entera. Obviamente, está oxidada, son más de seis siglos… pero está en un buen estado de conservación”, añade. Tiene 94 centímetros de longitud, una cruz de 13 centímetros y pomo esférico. En su empuñadura emergen dos aretes de bronce remachado a modo de virola que rodean la espiga y en la hoja se aprecia una acanaladura central. Por su tipología y contexto arqueológico, la espada dataría del siglo XIV. Seguramente se conservó como consecuencia de la destrucción del castillo durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1367), la contienda que enfrentó a Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón. Fue una destrucción abrupta.


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Es “extremadamente inusual” localizar una pieza de este tipo porque en la época todos estos objetos se recuperaban; eran preciados, pertenecientes a soldados profesionales o caballeros. No solían quedarse en el sitio


Es parte de la información que arroja la pieza medieval, localizada en una estancia con suelo de mortero, una zona de hogar y un banco obrado, afirma Vivó. “Nos indica que el castillo fue destruido bruscamente, no dio tiempo a saquearlo, no se abandonó. Cayó sobre la espada tras un incendio o un ataque” durante el paso de los castellanos por la sierra donde se levanta Aín para alcanzar Valencia. Ello abriría la puerta a localizar más armas de este tipo. “Ojalá haya más, espero que sí. Aunque de momento no sabemos”, dice el arqueólogo.

Seis siglos después, la espadana sigue hablando. Arrojando datos. La calidad de su acero, plasmada en la hendidura central, eleva su valor e indica que fue elaborada posiblemente por un maestro armero, no por un herrero tradicional. Que fue una espada a medida. Por encargo. Para un guerrero destacado.



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La espada aguarda ahora su restauración por parte del Instituto Valenciano de Conservación y Recuperación de Bienes Culturales (Ivacor) “Los técnicos le darán el tratamiento necesario para estabilizarla y verán hasta qué punto pueden limpiar la hoja”, explica Vicente Vivó. El futuro de espadana se vislumbra museístico. “Es lo que nos han comentado, que se exhibirá en un museo importante, pero no nos han especificado más”, zanja Vivó.

La Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Aín cofinancian la segunda fase del proyecto para la consolidación del sector suroeste de la muralla del castillo de esta pequeña población castellonense, una actuación para frenar el deterioro de la fortificación y ponerla en valor como recurso cultural de primer orden.

La primera fase de los trabajos sirvió para consolidar una esquina de la muralla exterior que conservaba gran parte de su altura original. Las excavaciones arqueológicas desvelaron una estancia, con suelo de mortero y confirmaron las hipótesis de los técnicos sobre la posible existencia de un segundo muro paralelo al exterior que formaría estancias a lo largo de la muralla. La segunda fase del proyecto y la correspondiente excavación arqueológica han desvelado precisamente esto: la existencia de una habitación de mayores dimensiones que las anteriores, con suelo de mortero, una zona de hogar y un banco obrado. Es aquí donde se ha realizado el hallazgo de la espada. De espadana, que sigue hablando 650 años después.

https://elpais.com/politica/2018/12/27/diario_de_espana/1545910365_752837.html
 
En busca de la Lisboa fenicia
Los últimos descubrimientos apuntan a que la gran civilización oriental llegó a asentarse en el Atlántico y que la ciudad estaba dividida en dos núcleos a ambos lados del Tajo


J. A. AUNIÓN


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Las últimas investigaciones colocan en la colina del Castillo de San Jorge (en la imagen) un gran asentamiento fenicio en Lisboa. EYE UBIQUITOUS GETTY IMAGES


Había una piedra en aquella pared que no encajaba con las demás. Los arqueólogos de la empresa Neoépica que preparaban las obras para convertir en un hotel los antiguos almacenes Sommer, a la entrada del barrio lisboeta de Alfama, se dieron cuenta enseguida y decidieron desmontarlo todo para sacarla con mucho cuidado. Sabían que podía tratarse de algo importante —la edificación se levanta sobre un palacio de época tardoimperial romana, por eso estaban ellos allí—, pero era muy difícil prever que fuera algo tan antiguo: una estela funeraria con una inscripción en fenicio de en torno al siglo VII antes de Cristo. Una epigrafía que ha venido a respaldar con más fuerza que nunca que los fenicios —la primera gran civilización que colonizó todo el Mediterráneo— llegaron a instalarse de forma estable en esa zona, es decir, que probablemente hubo una Lisboa fenicia.

“Hasta hace unos años, deteníamos la expansión fenicia en la zona de Cádiz, en el estrecho de Gibraltar; había restos ya en la vertiente atlántica de la Península, aunque no se le daba mucha importancia”, explica la investigadora del Centro de Arqueología de la Universidad de Lisboa Ana M. Arruda, una de las máximas autoridades en la materia. Por eso resalta la importancia del descubrimiento, publicado en 2016, de esa estela funeraria que respalda “que los fenicios llegaron al Atlántico y se instalaron en Lisboa igual que en Málaga, en Cádiz…”.



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Cómo llegó la lápida a la pared del palacio tardoimperial de Alfama es relativamente fácil de interpretar: los romanos la reutilizaron, como hacían con tantos materiales, después de tomarla, probablemente, de un cementerio. Sin embargo, es más complicado decir si se trataba de la tumba de alguien nacido allí o de un emigrante colonizador llegado desde el oriente, ya que la inscripción está incompleta y no se lee bien el nombre, explica José Ángel Zamora, el epigrafista al que los arqueólogos portugueses (Nuno M. Neto, Paulo M. Rebelo, Ricardo Ávila Ribeiro y Miguel Rocha) enviaron su descubrimiento para analizarlo. Lo que está claro, añade Zamora, responsable del área de Historia Antigua de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma, es que en el siglo VII antes de Cristo “alguien fue enterrado en Lisboa, con un ritual fenicio y una inscripción en fenicio, lo que demuestra no solo que llegaron a Lisboa, sino que hubo asentamiento”, insiste el especialista.

La estela ha sido crucial en el avance de la investigación, pero se ha sumado a muchos otros indicios que apuntan en la misma dirección, como la gran cantidad de restos encontrados en la colina del Castillo de San Jorge y que dibujan una gran ocupación, de unas 15 hectáreas y entre 2.000 y 2.500 habitantes, durante la Edad del Hierro (en la primera mitad del primer milenio antes de nuestra era).

En ese contexto, las claves que respaldan claramente la ocupación fenicia son el cuándo y el cómo aparecen los materiales de tradición oriental: ánforas, cerámica de barniz rojo, cerámica pintada, cerámica de cocina, cerámica gris... “La incorporación de estos materiales en Lisboa no es gradual, al contrario: a partir del siglo VII son introducidos de forma masiva y casi exclusiva, sustituyendo las producciones autóctonas, que pasan a asumir un carácter prácticamente residual. Esto implica no una transferencia de conocimiento entre agentes fenicios e indígenas, sino una plena implantación de tradiciones productivas de cariz orientalizante durante los inicios de la Edad del Hierro”, explicó la investigadora de la Universidad de Lisboa Elisa De Sousa durante el IX Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos celebrado el pasado octubre en Mérida, donde coincidieron además los especialistas Ana M. Arruda y José Ángel Zamora.



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Estela funeraria fenicia hallada en Lisboa.NEOÉPICA



De Sousa presentó en Mérida un avance de la investigación en la que propone que “Lisboa podría haber correspondido a un núcleo colonial fenicio durante la fase inicial de la Edad del Hierro”. Y, más aún, que ese no era único núcleo urbano de la zona: “Inmediatamente enfrente, en la otra orilla del río, y a una distancia de apenas cinco kilómetros, se ubica otro sitio de al menos idéntica importancia: la Quinta do Almaraz”.


Como en Cádiz
Analizados los restos encontrados allí —incluidos dos líneas de muralla y un foso con una media de 6,5 metros de ancho y 3,5 de profundidad, y varias estructuras domésticas, vasos de alabastro, escarabeos egipcios, cerámicas griegas del Corintio Medio, placas de marfil y ponderales de plomo— y comparados con los del otro lado del río, en la orilla lisboeta, la especialista asegura: “Los dos núcleos podrían corresponder a una sola entidad política administrativa, de naturaleza colonial, fundada por fenicios occidentales a partir de finales del siglo VIII”. Al lado de la Quinta, dado que había menos población, restos de mayor riqueza y de estructuras defensivas, le “correspondería la organización política, social y económica”; mientras que la parte lisboeta habría “asumido funciones esencialmente domésticas y productivas, particularmente en el marco de la industria alfarera”, añadió De Sousa en su presentación.

Una división en núcleos distintos que ya propuso hace años el especialista Diego Ruiz Mata para la que fue probablemente la gran población de colonización fenicia de la península Ibérica: Cádiz. Según el especialista esta habría estado repartida entre la actual Cádiz y el castillo de Doña Blanca, en El Puerto de Santa María, recordó también De Sousa.

https://elpais.com/cultura/2018/12/24/actualidad/1545649263_657380.html
 
El hallazgo que revoluciona el origen del hombre



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Reproducción de un cráneo del yacimiento de Jebel Irhoud N. H. M.


Los últimos hallazgos sugieren que nuestra especie no surgió en una única región de África, sino que todo el continente fue su cuna


Los fósiles más antiguos de 'Homo sapiens' revolucionan el origen del ser humano moderno

Hace cientos de miles de años cruzar el Sáhara a pie no hubiese sido tan difícil. Lo que hoy es un mar de arena era en aquel entonces una sabana llena de vida. En diferentes momentos a lo largo de la Prehistoria el clima del norte de África permitió la aparición de redes de ríos y lagos que acogían abundante vegetación y vida salvaje, dando lugar a episodios que los científicos llaman Sáhara verde.

De esta forma se abría el camino para que diferentes especies de animales se dispersasen por todo el continente, incluidos los primeros homínidos. A medida que el clima modificaba los ecosistemas, diferentes grupos de Homo sapiens pudieron tomar nuevas rutas, algunas veces entrando en contacto entre sí, otras quedando aislados durante milenios.

De acuerdo con la teoría más aceptada, nuestra especie habría evolucionado hasta su forma actual partiendo de una única población en África. Así, diferentes regiones en Etiopía y Sudáfrica se han venido disputando el título de cuna de la humanidad. De acuerdo con esta versión -a la que se suele llamar Out of Africa- hace al menos 500.000 años un grupo de homínidos sufrió una serie de cambios genéticos y culturales que les lanzaron a una carrera evolutiva que culminó en el ser humano moderno. Desde esa primera cuna, se diseminaron por todo el continente y, de ahí, al resto del mundo. Sin embargo, algunos investigadores están reescribiendo esa narrativa tradicional, apoyados en nuevas pruebas materiales y genéticas. Son partidarios de una hipótesis alternativa: el multirregionalismo africano.

La cuna de la humanidad, según ellos, no estuvo en África sino que fue África. Las características distintivas que presentan hoy los sapiens emergieron como un mosaico en diferentes poblaciones diseminadas por todo el continente. Separados entre sí por esas barreras geográficas, nuestros antecesores evolucionaron durante mucho tiempo de manera aislada y cada grupo desarrolló algunos de los rasgos que han llegado a la actualidad, que fueron aportando al conjunto de la especie. Porque esa separación no era una constante: a medida que los cambios en el clima reverdecían desiertos o secaban bosques, esos primeros seres humanos entraban en contacto o quedaban aislados de otras comunidades.

Y cada vez que los caminos se abrían para esos grupos se producía el mestizaje, intercambiando material genético y conocimiento tecnológicos en un crisol continental que culminó en lo que hoy es el Homo sapiens. «En la formulación tradicional del Out of Africa se sostiene que el sapiens habría reemplazado, sin mezclarse, a cualquier otra población de homínidos que hubiera fuera de África, pero hoy sabemos que sí que existió una hibridación con neandertales y denisovanos», explica María Martinón Torres, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). «No creo que esos cruces hubieran sido la norma, ni que el hombre moderno sea una fusión de estas especies, pero esto sí contradice una de las premisas originales del Out of Africa y, en ese sentido, le da un poco la razón al multirregionalismo».


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A unos 100 km. al oeste de lo que hoy es Marrakech, un grupo de personas utilizó como refugio una cueva al pie del macizo del Atlas, en un lugar llamado Jebel Irhoud. Allí descansaron, encendieron fuegos, afilaron sus armas de caza y llevaron sus presas. Y allí murieron algunos de ellos, dejando sus huesos en la tierra, hace aproximadamente 300.000 años. Una fecha que para algunos investigadores -no todos- supone retrasar el punto de partida evolutivo de la especie al menos 100.000 años. Ese nuevo comienzo implica que nuestra especie es más antigua y compleja de lo que se pensaba y que ya se había extendido por toda África en ese punto.

El de Jebel Irhoud es uno de los hallazgos que los partidarios del multirregionalismo señalan para defender su hipótesis. «Mucho antes de la dispersión del Homo sapiens fuera de África, hubo dispersión dentro de África», dice Jean-Jacques Hublin, director del Departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck de Leipzig. «Asumíamos que hubo cuna de la humanidad hace 200.000 años en el este de África, pero los nuevos datos demuestran que el sapiens se extendió por todo el continente africano hace unos 300.000».

Los misteriosos antepasados hallados en la gruta marroquí tenían una extraña combinación de características, en los que se mezclaban las caras planas de los humanos modernos con los cráneos alargados de especies antiguas como el Homo erectus. A pesar de ser más robustos y musculosos que nosotros, sus rasgos los vinculan con nuestra especie más que con cualquier otro miembro del género Homo. La mandíbula inferior también era similar a la del sapiens moderno, aunque mucho más grande, pero existe una diferencia llamativa en la forma del cráneo, mucho más alargada.

Nuestros cráneos tienen una forma redondeada, pero los suyos eran más bajos en la parte superior y más largos en la posterior. «La cara del espécimen que encontramos es la de alguien que se podría encontrar en el metro», asegura Hublin. Pero de perfil, no tanto; aunque sus cerebros ya eran tan grandes como los nuestros, debían tener una forma diferente. Eso implica que su estructura cerebral -y tal vez sus capacidades- estarían en proceso de desarrollarse durante los siguientes milenios de evolución.

El problema es que no todos los expertos coinciden en catalogar como sapiens a los antiguos habitantes de Jebel Irhoud. «Personalmente creo que no pueden clasificarse dentro de nuestro mismo taxón porque le faltan rasgos de Homo sapiens como la barbilla, la frente vertical o el cráneo alto y abombado», declara Martinón Torres. Unas dudas que la directora del CENIEH comparte con colegas como Juan Luis Arsuaga o José María Bermúdez de Castro, aunque matiza que «podrían representar a los antecesores directos de nuestra especie, lo que es también muy interesante».

La combinación de rasgos modernos y vasos cerebrales primitivos hallados en Marruecos son uno de los elementos que han llevado a algunos autores a sugerir queel físico y el comportamiento asociados con los humanos modernos no evolucionaron en un único árbol genealógico. En cambio, las características que asociamos con el ser humano probablemente aparecieron más bien como como un mosaico. Este verano, 22 antropólogos, arqueólogos, genetistas y climatólogos se reunieron en Londres para revisar las pruebas a favor del multirregionalismo africano, y plasmaron sus conclusiones en un texto publicado en Trends in Ecology & Evolution.



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EL YACIMIENTO DE JEBEL IRHOUD ES UNO DE LOS HALLAZGOS QUE LOS PARTIDARIOS DEL MULTIRREGIONALISMO USAN PARA APOYAR SU TESIS



En los últimos años esas características -la forma del cráneo, el mentón, la frente más delicada y la cara pequeña- han ido apareciendo en diferentes lugares, en periodos distintos. Los partidarios de la idea de un sólo linaje sapiens tienden a desechar esos fósiles como ramas laterales en el árbol de los homínidos. «A día de hoy no podemos afirmar si algunos de ellos se mezclaron con otros homínidos de gran cerebro que pueden haber vivido en África al mismo tiempo que el Homo sapiens, pero sigue siendo una posibilidad», declara Eleanor Scerri, investigadora del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana y de la Universidad de Oxford, y autora principal del artículo. «Es posible que en aquel momento compartiéramos África con al menos otras dos especies: el Homo naledi y Homo heidelbergensis».

Además, la cronología de Jebel Irhoud coincidiría con las fechas recientemente atribuidas al naledi, una especie de homínidos extinta descubierta en 2013 en Sudáfrica. Eso prueba que, al menos, dos especies de homínidos dramáticamente diferentes habitaban distintos puntos de África al mismo tiempo. El problema es que a día de hoy los científicos disponen de muy pocos fósiles para poder demostrar si había o no otros miembros del taxón sapiens alrededor de ese periodo. En otras partes del continente se han hallado fósiles que combinan rasgos modernos y antiguos en diferentes grados: el cráneo de Florisbad, hallado en Sudáfrica de hace 260.000 años;los restos de Omo Kibish, de 195.000 años o el llamado cráneo de Herto, 160.000, ambos encontrados en Etiopía.

Esta nueva visión hace que fósiles hallados en otras partes de África sean observados de manera distinta, ya que ahora pueden ser considerados como una pieza más de ese mosaico que acabó por dar forma a los sapiens. «La idea de que nuestros orígenes se encuentran en una sola población ha hecho que el registro fósil se haya interpretado de una manera bastante selectiva; hay fósiles que han sido excluidos de ciertos estudios porque no se reconoció la variabilidad de los primeros miembros de nuestra especie», señala Scerri. «Pero al incorporar todo el continente africano en esa Prehistoria temprana, muchos fósiles vuelven a estar sobre mesa y algunos encajan mejor con otras líneas de investigación».

Los arqueólogos recuperaron en Marruecos herramientas de piedra especializadas y sofisticadas, como punzones y puntas de lanza. La existencia de estos objetos en la llamada Edad Media de Piedra reflejaría una evolución paralela -y más temprana de lo que se creía- del cuerpo y la mente humanos. Y sugerirían que esta transición ocurrió a escala continental, ya que tales herramientas se han encontrado además de en Marruecos, en la citada Florisbad y Olorgesaillie (Kenia), si bien con algunas diferencias regionales. «La evolución de la forma del cerebro humano moderno parece ser paralela a la aparición gradual de la modernidad conductual vista desde el registro arqueológico», asegura Hublin.

Durante cientos de miles de años los homínidos hicieron el mismo tipo de grandes hachas de piedra. Pero ese estancamiento tecnológico terminó hace unos 300.000 años, en el mismo punto en el que aparecen esos primeros fósiles de Homo sapiens. «Las herramientas de piedra y otros artefactos que se han encontrado están muy agrupados tanto el espacio y a través del tiempo", explica Scerri, "pero también hay una tendencia continental hacia una cultura material más sofisticada, una 'modernización' de la cultura material que claramente no se origina en una región ni ocurre en un periodo de tiempo».

Bajo el prisma del multirregionalismo la Historia de la humanidad viene marcada por una combinación entre evolución y grandes migraciones. «Las barreras naturales crearon oportunidades de migración y contacto para grupos que antes podían haber estado separados, y la fluctuación posterior significaría que las poblaciones que se mezclaban durante breves periodos antes de volver a quedar aisladas", explica Scerri. Durante los momentos de aislamiento los grupos vivieron un proceso de adaptación local y de desarrollo de una cultura material y una composición biológica propias, que pondrían en común con otros cuando el clima templaba. Los milenios de separación dieron lugar a una asombrosa diversidad de formas, cuya riqueza jugó en beneficio de toda la especie.

«Posiblemente el debate se ha polarizado demasiado entre el Out of Africa extremo y el multirregionalismo extremo, y no todo es ni tan blanco ni tan negro», opina Martinón Torres. Esta última década dos teorías que estaban en polos opuestos están acercando posiciones. «Sigue preponderando la idea del origen africano de nuestra especie, pero se comienza a aceptar un patrón más reticulado y menos lineal, más parecido al que proponía el multirregionalismo. El Homo sapiens es en realidad una mezcla, un crisol de poblaciones diversas».

https://www.elmundo.es/papel/historias/2018/12/31/5c28f16bfc6c8399188b45b6.html
 
Desvelan el misterio de los Folkton Drums, la extraña unidad de medida de Stonehenge

Un reciente estudio afirma que estos milenarios círculos de tiza, cuya función nos era completamente desconocida, fueron utilizados para la construcción de monumentos prehistóricos

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@abc_cultura
Actualizado:02/01/2019 13:41h
0 Stonehenge, 6.000 años de antigüedad bajo amenaza
Su misterio ha durado más de un siglo, y podría haber sido resuelto. Hablamos de un conjunto único de cilindros de tiza de hace 5.000 años conocido como Folkton Drums que, según una reciente investigación, sirvieron como unidad de medida prehistórica para la construcción de monumentos como Stonehenge.

El profesor Mike Parker Pearson, del Instituto de Arqueología del University College de Londres (UCL), autor de esta investigación, lo explica así: «Durante casi 150 años, los tambores de Folkton han sido vistos como artefactos hermosos pero insondables. Pero su tamaño y elementos de diseño pueden, de hecho, tener aplicaciones para la construcción de monumentos. Esto tiene implicaciones interesantes para nuestro conocimiento de la sociedad neolítica».

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Los Folkton Drums - British Museum




El estudio, publicado por expertos de la UCL y la Universidad de Manchester en el «British Journal for History of Mathematics», ha demostrado que al enrollar una cuerda un número fijo de veces alrededor de cada tambor, se puede obtener una unidad estándar de longitud. Esta unidad de longitud parece haber sido utilizada en la construcción de grandes círculos de piedra y madera, incluidos los muros de Stonehenge y Durrington en Wiltshire.

Los tambores de medición son objetos raros y enigmáticos que fueron tallados en bloques de tiza sólida por personas que vivían en comunidades agrícolas tempranas en Gran Bretaña durante el período neolítico hasta hace 5.000 años.

La medida exacta: 3,22 metros
Tres de los tambores de tiza se descubrieron en 1889 cerca del pueblo de Folkton en Yorkshire, mientras que un cuarto se descubrió más de un siglo después, cerca de Lavant en West Sussex. Los tambores parecen haber sido creados en una serie de tamaños cuidadosamente graduados, de modo que la circunferencia de cada tambor se puede usar para medir una proporción fija de una longitud estándar de 3,22 metros. Un cordón de esta longitud envuelve exactamente diez veces alrededor de la circunferencia del tambor más pequeño y exactamente nueve, ocho o siete veces alrededor de cada secuencia de tambores más grandes.

Estudios anteriores han demostrado que se utilizaron múltiplos de la medida estándar de 3,22 metros para establecer los diámetros de grandes terraplenes circulares y sus círculos de piedra y madera en los muros de Stonehenge y Durrington. Junto con la nueva evidencia de Yorkshire y Sussex, esto indica que un estándar de medición prehistórico era de uso generalizado en la antigua Gran Bretaña.

El diseño regular de monumentos rituales grandes y complejos, como Stonehenge, implica que el sitio de construcción se examinó cuidadosamente y las dimensiones requeridas de las piedras grandes se podrían transferir a las canteras de piedra, ubicadas a una distancia de hasta 260 kilómetros.

Una réplica
Los cilindros de medición habrían brindado un método preciso y altamente portátil para garantizar que las piedras de cantera tuvieran el tamaño correcto y para garantizar que los monumentos de diseño similar pudieran construirse en lugares muy separados.

El profesor Andrew Chamberlain, de la Universidad de Manchester y coautor del trabajo, afirma que «la tiza no es el material más adecuado para la fabricación de equipos de medición y se piensa que los tambores pueden ser réplicas de los estándares originales "de trabajo" tallados en madera». Sin embargo, esta madera no se conserva en la mayoría de los sitios arqueológicos neolíticos y no se han encontrado dispositivos de medición de madera en la Gran Bretaña prehistórica.

«La existencia de estos dispositivos de medición implica, por lo tanto, un conocimiento avanzado en geometría prehistórica y en las propiedades matemáticas de los círculos», remata Chamberlain.
https://www.abc.es/cultura/abci-des...d-medida-stonehenge-201901021332_noticia.html
 
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Los dos bustos funerarios pertenecen al romano tardío. Efe


PATRIMONIO ARQUEOLOGÍA
Dos bustos funerarios romanos de 1.700 años, descubiertos por las lluvias en Israel
  • Las esculturas, según los investigadores, "muestran características faciales únicas, detalles en la ropa y de peinado".

Dos bustos funerarios romanos de unos 1.700 años de antigüedad fueron encontrados por casualidad en la ciudad israelí de Beit Shean, en el norte del país, tras las intensas lluvias de las últimas semanas.

A principios de diciembre una vecina que paseaba por el cementerio de Beit Shean vio una pequeña cabeza de piedra asomando del barro, según informó un comunicado oficial de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI). La mujer, su marido y un equipo del AAI desenterraron juntos un busto y, mientras trabajaban, encontraron otro al lado.

El jefe adjunto de la unidad de Prevención de Robos de la AAI, Eitan Klein, indicó que los dos bustos son de estilo oriental, cada uno pesa 30 kilos, están hechos de piedra caliza y los data en el período romano tardío (siglos III-IV después de Cristo).

En aquella época, en Beit Shean había una población diversa, según el arqueólogo, que incluía a romanos, cristianos, judíos y samaritanos.

Por la prohibición judía de reproducir imágenes humanas, Klein especula que los bustos no eran ni de judíos ni de samaritanos. "Estos bustos, hechos de caliza local, muestran características faciales únicas, detalles en la ropa y de peinado", declaró Klein.

Por lo menos uno de ellos representa a un hombre con barba. "Este tipo de bustos se colocaban cerca o dentro de una cueva de enterramiento y probablemente fueran una representación del fallecido en líneas generales", explicó.

El inspector de la misma unidad de la AAI Nir Distelfeld valoró el descubrimiento como de "gran importancia" y aprovechó para agradecer a la vecina que los encontró, quien recibirá un certificado de apreciación. Además pidió a la ciudadanía que esté atenta, ya que con las lluvias es frecuente que tesoros arqueológicos queden al descubierto.

https://www.elespanol.com/cultura/p...os-anos-descubiertos-lluvias/365463728_0.html
 
SE SABRÁ QUÉ SON Y QUÉ FUNCIÓN TIENEN
¿Dos cámaras ocultas en la Gran Pirámide de Giza? Un año para resolver el misterio
Hace poco más de un año, un equipo científico revelaba dos espacios ocultos en el interior de la Gran Pirámide. Será a lo largo de 2019 cuando se sepa qué misterios esconde


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Imagen de las pirámides de Giza, en Egipto. (Corbis)



RUBÉN RODRÍGUEZ

03/01/2019 11:52



¿Qué es lo que oculta la Gran Pirámide de Giza? Ese es, posiblemente, uno de los grandes enigmas de la arqueología mundial que, a día de hoy, continúan esperando solución. Eso sí, muchos expertos consideran que será resuelto a lo largo de 2019, asegurando que los estudios que se están llevando a cabo en la gran construcción egipcia en estos precisos momentos servirán para echar luz a uno de los grandes misterios de los últimos 4.500 años.

A finales de 2017, saltaba la gran noticia: los científicos encargados de llevar a cabo un proyecto denominado Scan Pyramids acababan de descubrir que en la Gran Pirámide de Giza había dos destacados huecos dentro de la estructura, tal y como publicaron en 'Nature'. A través de una serie de escáneres de calor, los expertos hallaron unos extraños huecos en el interior de las paredes. ¿Podría haber una cámara secreta nunca antes descubierta?

Durante más de un año, los expertos han estado analizando las cavidades, su forma y su tamaño. De momento, poco o nada se sabe, más que se trata de dos huecos: el más grande de ellos tendría al menos unos 30 metros de largo, mientras que del más pequeño no está claro cuál sería su longitud. Se sabe que ambos huecos no son espacios naturales, sino que estan formados por la mano del hombre, y queda por resolverse si tenían alguna función.

La importancia del más grande en tamaño tiene que ver con su ubicación, pues se encuentra justo encima de la galería que conduce a la cámara de entierro de Keops, faraón que construyó la pirámide, mientras que el más pequeño está en la cara norte de la Pirámide. Si fueran vacíos horizontales, podríamos estar hablando de dos cámaras; si fueran verticales, de dos pasillos que darían a unas estancias ya conocidas o, por el contrario, que aún están sin revelar.

En un primer momento, las investigaciones se han llevado a cabo de la mano de cámaras térmicas y del análisis de muones, una novedosa técnica que permite apoyarse en estos pequeños elementos para sondear zonas inalcanzables para el ser humano. Ahora, en una segunda fase, se quiere llegar más lejos: gracias a la construcción de dos pequeños robots que podrán acceder a ambos espacios, después de que los científicos realicen unas pequeñas perforaciones de 3,8 centímetros.



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Para ello, debe ser el Ministerio de Antigüedades de Egipto el que dé el visto bueno, pues se trata de una técnica mucho más agresiva. Ya no se trata de utilizar una serie de tecnologías no invasivas que permitían conocer lo que había más allá de un muro, sino que ahora se trata de hacer dos pequeños agujeros en unos muros con casi cinco milenios de antigüedad. Eso sí, las cámaras de vídeo de última generación podrían grabar los secretos que aún están ocultos.

Este es uno de los estudios científicos más esperados de 2019, del que se espera que, como mínimo, los resutlados preliminares salgan a la luz durante el primer semestre del nuevo año. Saber qué esconden las dos cámaras secretas de la pirámide del faraón Keops es uno de los grandes retos de la egiptología de cara a 2019: dos habitaciones o pasillos hasta ahora desconocidos que pueden arrojar luz a laverdadera razón de la construcción de la Gran Pirámide de Giza.


https://www.elconfidencial.com/cult...amaras-ocultas-keops-egipto-secretos_1735490/
 
NUEVO DESCUBRIMIENTO
Sacrificados y despellejados: encuentran en México el templo más terrible
Su influencia en la fertilidad, la regeneración de los ciclos agrícolas y la guerra convirtieron a Xipe Tótec en uno de los dioses más importantes de la época prehispánica

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Foto: Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.


ADRIÁN LÓPEZ

04/01/2019

La Casa del Comandante en Italia, el sacrificio masivo de niños y llamas y los ídolos de Chan Chan en Perú, algunos versos de la 'Odisea' en Grecia, la máscara de Pakal el Grande en México, un carro ibérico en España o nuevos restos en Pompeya son algunos de los descubrimientos de 2018. Parece mentira que todavía en 2019 sigan apareciendo nuevos hallazgos arqueológicos y que aún quede mucho por encontrar bajo tierra, hundido en el océano o en culaquier región inexplorada.

Europa sigue realizando numerosos trabajos de búsqueda de vestigios de todas las épocas, de la misma forma que Turquía e Israel cada vez más importantes. Y en el continente americano también otros países siguen deslumbrando al mundo con sus todavía misteriosas culturas precolombinas. Seguro que este año nos depara nuevas sorpresas.


Apenas empezado el mes de enero, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han descubierto el primer templodedicado a Xipe Tótec, deidad mesoamericana, en la Zona Arqueológica de Ndachjian–Tehuacán. Su influencia en la fertilidad, la regeneración de los ciclos agrícolas y la guerra lo convirtieron en uno de los dioses más importantes de la época prehispánica. Fue además reconocido por culturas de Occidente, Centro y Golfo de México.

Este hallazgo se realizó durante las recientes excavaciones de las ruinas indígenas de Popoloca en el estado de Puebla. Además, el INAH afirma que los expertos encontraron dos tallas de piedra con forma de calavera y un tronco de piedra que representa al Dios Despellejado(cada uno de ellos mide aproximadamente 70 centímetros de alto y pesa unos 200 kilogramos, dicen los arqueólogos). Tenía una mano extra colgando de un brazo sugiriendo que la deidad estaba usando la piel de una víctima sacrificada.

Los sacerdotes hacían una incisión desde la parte inferior de la cabeza hasta los talones y retiraban la piel de una sola pieza

Durante un antiguo festival conocido como Tlacaxipehualiztli (para vestir la piel), los sacerdotes usaron dos altares circulares. En el primero, los cautivos fueron sacrificados en luchas de gladiadores. La víctima recibía armas falsas hechas con plumas, atada a una gran piedra circular y era obligada a luchar contra un guerrero azteca completamente uniformado y armado.

En el segundo altar, eran desollados. Los encargados del ritual hacían una incisión desde la parte inferior de la cabeza hasta los talones y retiraban la piel de una sola pieza. Los sacerdotes despellejaban a las personas para luego ponerse sus pieles, una ofrenda típica hacia este dios. Se vestían con la piel de la víctima, a la cual después colocaban en pequeños agujeros frente a los retablos. Los científicos creen que estas cabezas se utilizaban para "taponar" los agujeros donde se colocaban los restos delos cuerpos.

La otra piel
"Escultóricamente son piezas muy bonitas. Tienen un agujero en el vientre que se usaba, de acuerdo con las fuentes, para poner una piedra verde y ‘dotarlas de vida’ para las ceremonias", aseguran en el INAH. Pese a que munca se había encontrado un templo a sociado al culto de Xipe Tótec, también se han localizado los dos altares de sacrificio que coinciden con las fuentes documentales vinculadas a estos edificios.



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Según la arqueóloga Noemí Castillo Tejero, directora del Proyecto Sur del Estado de Puebla Área Central Popoloca, las esculturas que representan dos cráneos desollados y un torso cubierto con piel de sacrificio personifican a la deidad. Además, en el comunicado se ha confirmado que esta construcción fue utilizada entre el 1000 y el 1260 d.C. y que sus habitantes fueron conquistados por los aztecas.

Los investigadores teorizan que, si bien las dos obras representan un despellejamiento, habrían sido producidas por diferentes artesanosdados los contrastes en sus características y las mínimas diferencias de tamaño. Fueron tallados en piedra volcánica (seguramente riolita), ajena a la región. Se cree que aunque fueron material importado, se tallaron en el momento ya que no muestran daños sufridos por algún algún tipo de traslado teniendo en cuenta los escasos medios de transporte de la época.

Son piezas muy bonitas. Tienen un agujero en el vientre que se usaba para poner una piedra verde y ‘dotarlas de vida’ para las ceremonias

Se espera que las esculturas, junto con otros materiales de cerámica y obsidiana recabados en la temporada de campo, puedan ser estudiadas en profundidad para saber su antigüedad, materiales y manufactura, y con ello incorporarlas al recorrido del Museo de Sitio de la zona arqueológica. Si bien los altares están bien conservados, aún es temprano para asegurar si se mantendrán a la vista del público o se cubrirán una vez que se explore la totalidad de la estructura.


https://www.elconfidencial.com/alma...azgo-templo-mexico-dios-despellejado_1737390/
 
La otra batalla de Brunete: una matanza inexplicable
Arqueólogos del CSIC reconstruyen un episodio de 1939, una de las refriegas menos conocidas de la Guerra Civil


PEIO H. RIAÑO
Madrid 6 ENE 2019


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Arqueólogos del CSIC trabajan en la llanura de Brunete (Madrid), donde sucedió la refriega. INCIPIT-CSIC


Hace 80 años, este páramo yermo no era un paisaje para el bienestar. No había ni un chalé, ni una chuletada. Hubo disparos, explosiones y muerte. Fue un matadero inexplicable cuando la guerra ya estaba sentenciada a favor de Franco. En esta llanura, el 13 de enero de 1939 murieron más de 500 soldados republicanos, diana ante los morteros franquistas, protegidos en fortines de hormigón que hoy se mantienen al pie de la carretera M-600, que conecta Brunete con El Escorial, en la Comunidad de Madrid.

A las 7.30 se inicia una de las ofensivas menos conocidas de la contienda, y de las últimas, con un bombardeo desde las baterías republicanas. El coronel Segismundo Casado dirige la operación contra la 20ª división franquista y, tras la primera embestida, manda a sus soldados salir de las trincheras y avanzar con el apoyo de los autos blindados. Pero la niebla desorienta a los carros, que dejan desprotegida a la infantería. Además, un cañón antitanque acaba con siete de los ocho carros. El cabo artillero Elicio Correa Correa “logró destruir cinco tanques rojos entre el gran número de los que empleaba el enemigo, gracias a su rápido y certero fuego”, como recoge el Boletín Oficial del Estado en el que se le condecora con la medalla militar individual. El avance es frenado en seco por las ametralladoras franquistas. “En una hora debieron de caer cerca de 300 republicanos. Fue una batalla estilo Primera Guerra Mundial”, cuenta el arqueólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Alfredo González-Ruibal, que ha excavado y recuperado el entorno del fortín y los búnkeres. Formarán parte del Plan de Fortificaciones, una iniciativa subvencionada por la Comunidad de Madrid y con participación del Ayuntamiento de Brunete (PP), que en los próximos meses inaugurará el Centro de Interpretación de la Guerra Civil.

“Es una llanura en la que siempre estuvieron expuestos. Al abandonar el cauce de un río seco se convirtieron en una diana fácil. No tenían ninguna posibilidad, ni en un día soleado. Ha salido una enorme cantidad de munición franquista y muy poca republicana”, cuenta el arqueólogo, que define la batalla como “inútil donde las haya”. El Ejército de Franco estaba al día de los planes de sus enemigos, “seguramente porque se había filtrado información del propio Casado”, afirma González-Ruibal. De ahí se entiende que la 20ª división se reforzara con tres batallones y uno de ametralladoras y dos secciones de morteros. Todo su potencial de fuego y apenas 18 bajas.


En tres dimensiones
El equipo de González-Ruibal empleó drones y tecnología LIDAR (mapas topográficos en tres dimensiones) para seguir los pasos de los Ejércitos: “Podemos ver lo que vieron”. Partieron del fortín de hormigón en forma de T situado en el Olivar de Veliso y ampliaron el campo de acción. Lo define como una “obra de ingeniería indestructible”.

Ni siquiera los saqueadores en la posguerra pudieron desmontarlo. Tampoco la especulación urbanística que ha sembrado de segundas residencias la zona. “Algunos vecinos vinieron a traernos los restos de proyectiles que encontraron al hacerse el chalé”, recuerda. De los cuerpos de los más de 500 republicanos no hay noticias. El arqueólogo asume que desaparecieron en una fosa común que no se sabe dónde está.

Los republicanos, a la intemperie, solo podían tumbarse y reptar para que las balas pasaran lejos. Si trataban de incorporarse para disparar, la ametralladora acababa con ellos. De ahí que los arqueólogos no hayan encontrado sus proyectiles cerca de las fortificaciones franquistas. “Unos fallaron mucho y otros acertaron todo”, dice González-Ruibal.


SOLDADOS DE JESUCRISTO



“El potencial de la arqueología es la recreación de la microhistoria. No debería reducirse a la mera documentación o a la catalogación de restos. También puede interpretar campos de batalla y fortificaciones”, dice el arqueólogo Alfredo González-Ruibal, que habla del hallazgo de una medalla religiosa de plata en Brunete. En una cara lleva a Jesucristo bendiciendo a un grupo de soldados y en la otra a dos militares frente a una estatua de la Virgen, con el Niño y dos ángeles. Acompañados por las palabras de san Pablo: “Esfuérzate como un buen soldado de Jesucristo”. En el anverso: “Sed imitadores de mí, como yo de Cristo”.

https://elpais.com/cultura/2019/01/05/actualidad/1546713273_772839.html
 
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