Bueno, yo pienso que la responsabilidad recae mayormente en el esposo, ese sí que traicionó su confianza, ese sí que es una buena zorra (es que si lo digo en masculino no suena tan poderoso), un putón y un rastrero. Puestos a repartir responsabilidad, él se lleva pa máxima.La guatemalteca es, fisicamente, un adefesio.
No dudo que tenga cualidades interiores, pero lo que aquí veo es una mujer que traicionó la confianza de la persona que le daba empleo metiéndose en la cama con el esposo, y que no respetó el lugar de trabajo donde se ganaba la vida.
"Donde tengas la olla no metas la po_ _ a".
Hizo "Las Américas": El amante le compró una casa, y con el hijo que tuvo se hizo un seguro de vida de los llamados "a todo riesgo!".
Eso es lo que yo veo.
Sinceramente, que cada cual piense...."y si me lo hubiera hecho a mí"....????....
La señora de la limpieza también tubo su parte, sin duda, pero aquí quién juró fidelidad ante un altar fue el marido, nadie más.