Argentina: la cámara de diputados aprueba la legalización del aborto

Registrado
16 Mar 2018
Mensajes
498
Calificaciones
1.468
El proyecto de ley que permite interrumpir el embarazo hasta la semana 14 pasa al Senado, que tendrá la última palabra
Otros200ConéctateEnviar por correoImprimir
Manifestantes celebran la legalización del aborto en Buenos Aires frente al Congreso este jueves.Ver fotogalería
Manifestantes celebran la legalización del aborto en Buenos Aires frente al Congreso este jueves. EITAN ABRAMOVICH AFP
Mar Centenera
MAR CENTENERA
Twitter
Buenos Aires 14 JUN 2018 - 19:25 CEST
El aborto legal ganó ayer en la Cámara de Diputados y en las calles. En una votación muy reñida, que se prolongó durante 23 horas, los legisladores aprobaron el proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo por 129 votos a favor y 125 en contra. Fuera, a un lado de la plaza, miles de mujeres estallaron en aplausos y lágrimas. En el otro, se retiraron cabizbajos. El Senado tiene ahora en sus manos convertirlo en ley. Parecía que iba a estrellarse ahí, pero es imprevisible la fuerza de la gran ola feminista que está abriendo Argentina a la modernidad. Fue una jornada histórica.


El machismo está en retroceso, el matrimonio homosexual se ha normalizado y el aborto libre parece hoy posible en el país del papa Francisco. Los jefes de los dos bloques mayoritarios en la Cámara Baja anticiparon que se aprobará. "Habrá un efecto imparable y la ley va a salir del Senado", declaró el peronista Miguel Pichetto al diario Clarín. "El Senado tiene que hacerse cargo de la demanda ciudadana y legislar realidades", coincidió el radical Luis Naidenoff. En Argentina todo cambia con rapidez y la presión de la Iglesia católica y de los gobernadores de las conservadoras provincias del norte puede frustrar ese horizonte.


En Diputados fue una sesión de infarto. Los números bailaron durante toda la jornada. Dos horas antes de la votación, los partidarios del Sí lo consideraban perdido. Al final, la balanza se inclinó por el cambio de voto de última hora de unos pocos legisladores. La fractura de la sociedad argentina sobre el aborto se repitió en el interior del hemiciclo y de los partidos políticos. Todos los bloques votaron divididos, con excepción de la izquierda, con una postura unánime a favor de la interrupción voluntaria del embarazo. En la actualidad, el aborto es ilegal, excepto en casos de violación y de riesgo para la salud de la madre. Las mujeres que interrumpen su embarazo se enfrentan a penas de cárcel de entre uno y cuatro años. El proyecto prevé que el aborto sea libre hasta la semana 14 y sin plazo para los demás supuestos, entre los que se incluye también la malformación fetal.

En un gesto inédito, Fernando Iglesias, un diputado de Cambiemos conocido por su defensa de políticas económicas ultraliberales, fue aplaudido por gran parte del kirchnerismo. "Somos Cambiemos", dijo Iglesias, "vinimos a cambiar, no a consagrar el status quo". Con un mapamundi en la mano, el legislador invitó a sus colegas a pensar en el país al que les gustaría que se parezca Argentina: "En Norteamérica, Asia, Europa, Australia, el aborto es legal o si queremos que se parezca a las partes rojas del planisferio, Latinoamérica y Africa. Son los únicos continentes que prohíben el aborto, donde la desigualdad y la violencia son mayores", apuntó.

En Argentina casi 50.000 mujeres son internadas cada año por complicaciones derivadas de abortos y medio centenar muere. "No es una cuestión de fe, es un tema de salud pública", repitieron numerosos oradores que abogan por la legalización.


Diputados a favor de la ley de despenalización del aborto exhiben en sus bancas los pañuelos verdes de la campaña. AFP / EPV
La coalición gubernamental fue la que vivió las mayores tensiones internas. El emotivo discurso de cierre de la legisladora Silvia Lospennato arrancó lágrimas a las jóvenes con pañuelos verdes que lo seguían desde una pantalla gigante. Fue criticada en cambio Estela Regidor. "¿Qué pasa cuando nuestra perrita se nos queda embarazada? No le llevamos al veterinario a que aborte. Salimos a ver a quién le regalamos los perritos. Las peores fieras quieren a sus crías. ¿Qué nos pasa a los seres humanos que tenemos esa maldita razón que nos tapa el corazón?", se cuestionó la legisladora radical.

Elisa Carrió, socia de Gobierno de Macri, fue una de las pocas que rechazaron hablar antes de emitir su voto. Se refugió en una capilla a rezar y desde allí tuiteó: "No es necesario hablar, solo la oración que es la debilidad de Dios y el poder de los hombres". Carrió, una de las artífices de la coalición conservadora, amenazó con la ruptura tras aprobarse el proyecto de ley. "Que le quede claro a todo Cambiemos, la próxima rompo", gritó la legisladora antes de irse sin dar declaraciones.

A las seis de la mañana, con el marcador igualado, el kirchnerista Axel Kicillof recordó que los anteriores presidentes que abrieron debates trascendentales, como el de la legalización del divorcio y el matrimonio homosexual, se involucraron en ellos. Mauricio Macri habilitó el debate en medio de una gran presión social, pero es contrario a la despenalización y se ha mantenido al margen. Ha anticipado sí que respetará el resultado y no habrá veto presidencial.

La votación hizo saltar por los aires toda la emoción vivida durante 20 horas. En la calle se gritó como un gol de Messi. Hubo saltos, abrazos y lágrimas. "Aborto legal en el hospital", gritaba al unísono la marea verde, formada por miles de mujeres. "Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer", cantaban las jóvenes que no lloraban.

La Conferencia episcopal argentina reaccionó con rapidez para expresar su disconformidad. "#ValeTodaVida" tituló el comunicado en el que reclama diálogo y "soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que recurrir a un aborto". "Nos duele como argentinos esta decisión", escribieron los obispos. "Que María de Luján, que conoció la incertidumbre de un embarazo inesperado, interceda por el Pueblo argentino, especialmente por todas las mujeres que esperan un hijo y por todos los niños y niñas que están en el vientre de su madre", se despidieron.

"Tenemos media sanción. La lucha continúa para que sea ley en el Senado", advirtió a los medios a la salida del Congreso la diputada del Frente de Izquierda Romina del Pla. Legisladores de las provincias del norte habían anticipado que votarían en contra, pero algunos se han echado atrás. Hay una enorme expectativa por saber qué votará la senadora Cristina Fernández de Kirchner. Durante sus ocho años como presidenta se opuso, pero no se sabe si su hija feminista y la marea verde la harán cambiar de opinión. "Será ley, será ley", coreaban ayer las adolescentes con la mirada puesta ya en la decisiva Cámara Baja.
 
34963255_2760481210634489_4255818351269380096_n.jpg
 
Todo mi apoyo a las foreras y mujeres argentinas, especialmente @Mechita y @sincoronita, que vi que cambiaron sus avatares.

Espero que los senadores sepan representar fielmente a sus votantes y que esta ley salga adelante.

Pero con las cifras que he estado leyendo estos días veo que aún hay mucho trabajo por hacer en Argentina. La educación sexual es imprescindible.
 
Última edición:
exactamente, es un asesinato de un niño inocente, no es ningún derecho, es una muy mala noticia y además inmoral
Para que se considerase asesinato, tendríamos que estas hablando de una persona física y no jurídica, así que no, no es un asesinato.

Abortar no es plato de buen gusto para nadie, pero es mejor eso que traer al mundo a un niño al que no quieren.

Es mejor que este regulado y que las mujeres que tomen la decision lo hagan reguladamente, en condiciones sanitarias reguladas y no a manos de cualquier carnicero sin conocimientos médicos para realizarlo, que en muchos casos es el que termina asesinando a la madre.

O es que tú y todas las antiabortistas vais a meter en vuestra casa a todos los bebés que consigais que no se aborten? Es muy fácil juzgar a otros desde una perspectiva cómoda, pero la realidad es que ni todo el mundo tiene que ocuparse de un niño que no quiere o no puede mantener y traer más sufrimiento al mundo.
 
A me me hace gracia cuando desde la IC o desde organizaciones o instituciones de índole religioso se oponen al aborto porque dicen que es asesinato, y luego veo que se preocupan bien poco de los niños nacidos que llegan a éste mundo para vivir en pobreza y que son violados.

¡Ojalá se pondría el mismo empeño en preocuparse de los niños pobres y maltratados!
 
El triunfo de las madres del pañuelo verde


En Argentina, una multitud de mujeres pasó la noche en la plaza frente al Congreso de los Diputados mientras se aprobaba, por una diferencia de apenas cuatro votos, la despenalización del aborto

"El grito de Ni Una Menos que estremeció a medio mundo para pedir que dejaran de matarnos ha demostrado que es, más que un grito de auxilio, un lema repetido cada vez más alto: tenemos derechos, y los queremos aquí y ahora"

Natalia Chientaroli
15/06/2018 - 00:21h
Miles-mujeres-Congreso-despenalizacion-Argentina_EDIIMA20180614_1081_20.jpg

Miles de mujeres pasaron la noche frente al Congreso para seguir el debate sobre la ley de despenalización del aborto en Argentina. JULIETA FERRARIO / EFE

El Congreso argentino aprueba la legalización del aborto en una sesión histórica
Era una adolescente cuando una de mis mejores amigas me contó que estaba embarazada y que iba a abortar. Nos recuerdo ese día hundidas bajo el peso de la culpa, asfixiadas por esa omertà que se ceñía sobre nosotras. Delincuente y cómplice, aterrorizadas por nuestra propia ignorancia. Sin ser conscientes siquiera de los riesgos que ella podía correr en esa ‘clínica’ ilegal a la que acabó yendo de la mano de su novio.



No podíamos imaginar un día como hoy. 129 votos a favor, 125 en contra.

A nuestro alrededor no había un país dividido por la legalización del aborto. Vivíamos en una Argentina unívoca en la que las voces de las mujeres –en este y en otros muchos temas– no aparecían en el discurso público. Un país en el que todas sabíamos de alguna chica que había pasado por ‘eso’, pero en el que era inimaginable que una mujer se atreviera a plantarse delante de un micrófono para relatar su propio aborto.

Años después, ya en España, me contaban historias de españolas que viajaban a Londres en plena dictadura para abortar. Ante esas anécdotas del pasado yo me sentía obligada a reconocer, avergonzada, que en mi país las mujeres seguíamos a la cola del mundo en derechos reproductivos. Interrumpiendo embarazos a escondidas. Ilegalmente y de forma insegura.

La foto de hoy es muy diferente. Lo cambió todo esa marea de pañuelos verdes abarrotando la Plaza de Mayo, colándose en todas partes, acaparando el ágora de los medios de comunicación, colgando del cuello de actrices, escritoras, académicas, periodistas. Esa gran ola feminista acabó de destruir aquel país de mi adolescencia: el de la soledad y la invisibilidad de las mujeres.

Por eso, las argentinas ya habían –habíamos– ganado antes de contar los votos en el Congreso de los Diputados. Y pase lo que pase con esta ley, que ahora se enfrentará al trámite en el Senado. Porque lo que se ganó a pulso es una voz que ya no hay forma de silenciar. Porque se tomaron las calles hasta que nadie fue capaz de mirar hacia otro lado. El grito de Ni Una Menos que estremeció a medio mundo para pedir que dejaran de matarnos se ha amplificado, ha crecido, se ha asentado. Ha demostrado que no era ya un grito de auxilio, sino un lema repetido cada vez más alto: tenemos derechos, y los queremos aquí y ahora.

Un debate en el país del papa
El debate sobre la despenalización del aborto pudo producirse porque esa voz tomó la calle. Y porque el movimiento feminista tuvo la inteligencia de plantear este dilema desde la realidad y no desde la teoría. El aborto existe y es un asunto de salud pública. Y como tal, necesita de un acercamiento que vaya más allá de los sentimientos y convencimientos personales. " Aborto legal, seguro y gratuito". "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir". Ese enfoque pudo, en el país del jefe de la Iglesia católica, abrir la puerta a una discusión en la que por primera vez se llamaba a las cosas por su nombre.

Se escuchó a sociólogos, científicos, abogados, médicos, juristas. Se multiplicaron las conversaciones en las casas, en las escuelas, en la tele. El tema invisible, siempre postergado, se había materializado: se hablaba de la salud y autonomía de las mujeres.

Seguramente en España estas palabras puedan resultar un poco desfasadas. Después de todo es un país que legisló el aborto en el 37, con la República, y que después de la dictadura lo despenalizó en 1985. Pero en 2013 una idéntica marea de mujeres españolas salió a manifestarse en contra del proyecto de ley de Alberto Ruiz Gallardón, que por entonces –hace solo cinco años– soltaba encendidas arengas en defensa del ‘nasciturus’. No, el terreno conquistado hay que seguir defendiéndolo. No se puede bajar la guardia.

Por eso reconforta, en España y en Argentina, ver las calles plagadas de jóvenes y adolescentes. Chicas que defenderán estas conquistas, que pelearán por otras. Fue tal el empuje de las jóvenes en Argentina que los periódicos llamaron a lo ocurrido estos meses ‘La revolución de las hijas’. A la adolescente que fui le hubiera gustado pasar la noche en vela en la plaza, muerta de frío, esperando a contar los votos del Congreso tras una sesión que duró casi 24 horas. A la séptima va la vencida.

Hay una sabiduría histórica en ese aguante, en esa resistencia. La que nos dejaron otras mujeres argentinas que estuvieron antes y que consiguieron que el mundo las oyera mientras intentaban silenciarlas con balas. Estos días, en las manifestaciones de Buenos Aires se oía de vez en cuando una frase: "Somos hijas del pañuelo blanco y madres del verde".

https://www.eldiario.es/zonacritica/triunfo-madres-panuelo-verde_6_782231807.html
 
Para que se considerase asesinato, tendríamos que estas hablando de una persona física y no jurídica, así que no, no es un asesinato.

Abortar no es plato de buen gusto para nadie, pero es mejor eso que traer al mundo a un niño al que no quieren.

Es mejor que este regulado y que las mujeres que tomen la decision lo hagan reguladamente, en condiciones sanitarias reguladas y no a manos de cualquier carnicero sin conocimientos médicos para realizarlo, que en muchos casos es el que termina asesinando a la madre.

O es que tú y todas las antiabortistas vais a meter en vuestra casa a todos los bebés que consigais que no se aborten? Es muy fácil juzgar a otros desde una perspectiva cómoda, pero la realidad es que ni todo el mundo tiene que ocuparse de un niño que no quiere o no puede mantener y traer más sufrimiento al mundo.
claro que es asesinato y se mata a una persona que aun esta en el vientre de su madre, los niños se pueden dar en adopción, por desgracia no puedo meter en mi casa al millón de niños que mueren asesinados por ese crimen en España al año, pero hay muchas parejas que desean adoptar, a nadie se le debe matar ni privar del derecho a vivir
 
Back