Antonio Mercero muere a los 82 años
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Buenos días @Toisona , con tu permiso, vaya mi pequeño homenaje a un pionero tanto del cine como de la televisión, tal y como entendemos --ambos medios-- en la actualidad,
Un grande.
D.E.P.
Saludos cordiales,
Serendi
P
pilou12
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MUERE ANTONIO MERCERO A LOS 82 AÑOS
'La cabina', 'Verano azul' y 'Farmacia de guardia': los tres hitos de Antonio Mercero
El realizador guipuzcoano, que ha muerto este sábado a los 82 años en Madrid, forma parte de la memoria emocional de la televisión y el cine español
Antonio Mercero (derecha) junto al reparto de 'Farmacia de guardia'
MARTA MEDINA
12.05.2018
Antonio Mercero (Lasarte, 1936) iba para abogado o notario —estudió Derecho en la Universidad de Valladolid— pero para disgusto de su madre y para el deleite de varias generaciones de españoles, las películas se cruzaron en su camino y acabó eligiendo el camino de la farándula, que para él empezó en 1959 el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid. Y así España perdió una toga, pero ganó un realizador que construiría parte de la memoria colectiva de tres décadas de españoles marcados por varios grandes hitos televisivos rubricados por Mercero y que este sábado se han quedado huérfanos de padre: el guipuzcoano ha muerto a los 82 añostras casi una década conviviendo con el Alzheimer.
El día que a Mercero le concedieron el Goya de Honor de 2009, a las 12 de la noche todos sus vecinos salieron a aplaudirle al patio común. Porque el realizador proyectaba una imagen cercana que le hizo, además de un realizador popular, una cara familiar, alguien a quien se reconoce como propio. Mercero se coló en los hogares españoles a través de un lenguaje costumbrista y próximo, de los pequeños dramas y del humor cotidiano, que congregaban frente a la caja catódica a abuelos, padres y nietos.
Y aunque fue un trabajador incansable —su último título como director fue la película '¿Y tú quién eres?' (2007), en la que reflexionaba sobre la enfermedad que dos años más tarde haría público que padecía— y firmó proyectos como 'Crónicas de pueblo', 'Turno de oficio' o 'Planta 4', Mercero pasará a la historia del audiovisual español sobre todo por tres momentos icónicos grabados a fuego en el imaginario cinéfilo y televisivo de las últimas tres décadas del pasado siglo: ese cementerio subterráneo de cabinas donde acaba el viaje de un José Luis López Vázquez encerrado y desquiciado —'La cabina' (1972) es, probablemente, el corto más conocido y reverenciado del cine español—, el grito desgarrado de Pancho anunciando la muerte de Chanquete—'Verano azul' fue el buque insignia de las reposiciones de Televisión Española— o el cambio de cartel de "cerrado por boda" a "cerrado por amistad" de la verja de 'Farmacia de guardia' —la serie más vista de nuestra televisión, con una media de 48% de share por capítulo—.
'La cabina' (1972), surrealismo contra la censura
Antonio Mercero tardó casi un año en estrenar "la obra más original e importante hecha para Televisión Española" —según la crítica de la época— por problemas con la censura. "Los políticos no la veían clara, pensaban que era una crítica del franquismo. Nosotros hicimos una película de terror y ciencia-ficción a sabiendas de las interpretaciones. Al cabo de unos meses Adolfo Suárez dio el visto bueno para que se rodara", contó Mercero en una entrevista en 'ABC' en 2007. "En un momento el camión que llevaba a López Vázquez encerrado en la cabina pasaba junto a un Ministerio en el Paseo de la Castellana. Y la censura dijo: 'Esa pasada de la cabina por el Ministerio, ¡fuera!'. También me cortaron algunos planos de los muertos, que eran calaveras en cabinas. Realmente 'La cabina' estuvo meses censurada en silencio".
'La cabina' sigue estando vigente y sigue siendo joven
Con 'La cabina' (1972), Mercero se convirtió en el único director español ganador de un Emmy y un referente ineludible para la historia del cortometraje. Una pesadilla fílmica de poco más de 30 minutos de duración con la que la ficción nacional puso un pie en la modernidad, en el surrealismo, en la vanguardia. Mercero, José Luis Garci y el guionista Horacio Valcárcel estaban trabajando en una idea de serie de televisión cuando se les ocurrió como 'sketch' cómico la situación de un hombre encerrado en una cabina de teléfono.
Al final no lo utilizaron, pero a Mercero le quedó rondando esa imagen en la cabeza y hasta que, en un momento de epifanía, vio el final: "este tío tenía que terminar en un mundo subterráneo lleno de cabinas con hombres dentro". Con la ayuda de Garci en el guión y López Vázquez encarnando al hombre encerrado en la cabina y tras apenas tres semanas de rodaje, Mercero se sumó a la ola de nuevos realizadores españoles que buscaban romper con el academicismo anquilosado. "Me siento vanidosamente orgulloso de ella", reconocía en una entrevista de 2002. "Pasa el tiempo y la ves y sigue estando vigente y sigue siendo joven".
'Verano azul' (1981), conmoción ochentera
"Mi nombre es Julia y este que veis aquí es el pueblo donde yo pasé uno de los veranos, no, perdón, uno de los veranos no, el verano más hermoso de mi vida". Con la voz de María Garralón comienza el primero de los 19 capítulos de 'Verano azul', una serie intergeneracional que nació como un relato sutil de la nueva España que, al igual que los niños protagonistas, estaba explorando sus primeros momentos de libertad y un proceso de maduración colectiva. "Los creadores de 'Verano azul' quisieron huir de un didactismo férreo y trataron de responder a las necesidades de los niños más que a la de los adultos. Es decir, como si no hubiese intermediarios adultos entre el niño espectador de aquel momento y la pandilla catódica", cuenta la escritora Mercedes Cebrián en 'Verano Azul: unas vacaciones en el verano de la transición' (Alpha Decay, 2016).
Portada de la revista 'Pronto'
La serie, a través del grupo de protagonistas —diseñados para que cualquiera pudiese identificarse con al menos uno de ellos— vivían las experiencias propias de una amistad de verano, una percha que sirvió a Mercero para ensalzar las virtudes de la amistad, el compañerismo y el respeto al medio ambiente, sí, pero también para abordar temas que, hasta entonces, se consideraban poco adecuados, como la sexualidad o el divorcio.
'Verano azul' comenzó a rodarse en Nerja (Málaga) el 21 de agosto de 1979 y acabó alrededor de 16 meses después, en principios de diciembre de 1980. "La serie fue un golpetazo en el país", afirmaba Mercero. "Y se ha vendido prácticamente en todo el mundo, en todas las televisiones, y se sigue reponiendo en distintos países. Yo creo que fue una serie que a aquella generación les golpeó mucho, les dejó tocados". La muerte de uno de sus personajes, Chanquete, supuso una conmoción tal que la noticia llegó a las portadas de algunos de los periódicos del día, que lamentaron el fallecimiento del personaje de Antonio Ferrandis como si fuese real.
Farmacia de guardia
Cuando Mercero iba a los toros, solía pasar por una farmacia de la calle Alcalá para comprar pastillas para la tos. Un día, al licenciado que regentaba el establecimiento le llegó una llamada de teléfono de en la que le pedían permiso para utilizar su local como inspiración para una serie de televisión que, efectivamente, iba a dirigir el propio Mercero y que, aunque entonces no lo sabían, se erigió como símbolo del músculo de las cadenas privadas, que hacía poco que habían aterrizado en nuestro país, para elaborar ficción propia al margen de la televisión estatal. Las cifras hablan por sí solas: aparte del ya comentado 48% de 'share' de media, el capítulo final —emitido el 28 de diciembre de 1995— congregó frente a la pequeña pantalla a 11 millones y medio de espectadores. Más de uno de cada cuatro españoles.
"La serie tiene un espíritu progresista y tolerante, y me parece que eso es positivo", se enorgullecía Mercero. Porque a pesar de ser una serie familiar y al igual que hiciera con 'Verano azul', decidió abordar temas delicados como el uso de preservativos o los mitos y verdades en torno al sida. Una calle de cartón-piedra construida en los platós de Antena 3, un puñado de personajes cercanos y costumbristas y una mezcla entre el drama familiar y la comedia, sin olvidar el trasfondo social, volvió a ser la receta del éxito para un realizador de referencia, copiada hasta la saciedad por herederas del género como 'Médico de familia' o 'Aída'. Un cineasta que no fue muso de cineastas, pero que sí determinó la cultura televisiva popular y el imaginario audiovisual castizo y que supo hablar de tú a tú a muchas generaciones muy, muy distintas.
https://www.elconfidencial.com/cult...-hitos-television-verano-azul-cabina_1562764/
'La cabina', 'Verano azul' y 'Farmacia de guardia': los tres hitos de Antonio Mercero
El realizador guipuzcoano, que ha muerto este sábado a los 82 años en Madrid, forma parte de la memoria emocional de la televisión y el cine español
Antonio Mercero (derecha) junto al reparto de 'Farmacia de guardia'
MARTA MEDINA
12.05.2018
Antonio Mercero (Lasarte, 1936) iba para abogado o notario —estudió Derecho en la Universidad de Valladolid— pero para disgusto de su madre y para el deleite de varias generaciones de españoles, las películas se cruzaron en su camino y acabó eligiendo el camino de la farándula, que para él empezó en 1959 el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas de Madrid. Y así España perdió una toga, pero ganó un realizador que construiría parte de la memoria colectiva de tres décadas de españoles marcados por varios grandes hitos televisivos rubricados por Mercero y que este sábado se han quedado huérfanos de padre: el guipuzcoano ha muerto a los 82 añostras casi una década conviviendo con el Alzheimer.
El día que a Mercero le concedieron el Goya de Honor de 2009, a las 12 de la noche todos sus vecinos salieron a aplaudirle al patio común. Porque el realizador proyectaba una imagen cercana que le hizo, además de un realizador popular, una cara familiar, alguien a quien se reconoce como propio. Mercero se coló en los hogares españoles a través de un lenguaje costumbrista y próximo, de los pequeños dramas y del humor cotidiano, que congregaban frente a la caja catódica a abuelos, padres y nietos.
Y aunque fue un trabajador incansable —su último título como director fue la película '¿Y tú quién eres?' (2007), en la que reflexionaba sobre la enfermedad que dos años más tarde haría público que padecía— y firmó proyectos como 'Crónicas de pueblo', 'Turno de oficio' o 'Planta 4', Mercero pasará a la historia del audiovisual español sobre todo por tres momentos icónicos grabados a fuego en el imaginario cinéfilo y televisivo de las últimas tres décadas del pasado siglo: ese cementerio subterráneo de cabinas donde acaba el viaje de un José Luis López Vázquez encerrado y desquiciado —'La cabina' (1972) es, probablemente, el corto más conocido y reverenciado del cine español—, el grito desgarrado de Pancho anunciando la muerte de Chanquete—'Verano azul' fue el buque insignia de las reposiciones de Televisión Española— o el cambio de cartel de "cerrado por boda" a "cerrado por amistad" de la verja de 'Farmacia de guardia' —la serie más vista de nuestra televisión, con una media de 48% de share por capítulo—.
'La cabina' (1972), surrealismo contra la censura
Antonio Mercero tardó casi un año en estrenar "la obra más original e importante hecha para Televisión Española" —según la crítica de la época— por problemas con la censura. "Los políticos no la veían clara, pensaban que era una crítica del franquismo. Nosotros hicimos una película de terror y ciencia-ficción a sabiendas de las interpretaciones. Al cabo de unos meses Adolfo Suárez dio el visto bueno para que se rodara", contó Mercero en una entrevista en 'ABC' en 2007. "En un momento el camión que llevaba a López Vázquez encerrado en la cabina pasaba junto a un Ministerio en el Paseo de la Castellana. Y la censura dijo: 'Esa pasada de la cabina por el Ministerio, ¡fuera!'. También me cortaron algunos planos de los muertos, que eran calaveras en cabinas. Realmente 'La cabina' estuvo meses censurada en silencio".
'La cabina' sigue estando vigente y sigue siendo joven
Con 'La cabina' (1972), Mercero se convirtió en el único director español ganador de un Emmy y un referente ineludible para la historia del cortometraje. Una pesadilla fílmica de poco más de 30 minutos de duración con la que la ficción nacional puso un pie en la modernidad, en el surrealismo, en la vanguardia. Mercero, José Luis Garci y el guionista Horacio Valcárcel estaban trabajando en una idea de serie de televisión cuando se les ocurrió como 'sketch' cómico la situación de un hombre encerrado en una cabina de teléfono.
Al final no lo utilizaron, pero a Mercero le quedó rondando esa imagen en la cabeza y hasta que, en un momento de epifanía, vio el final: "este tío tenía que terminar en un mundo subterráneo lleno de cabinas con hombres dentro". Con la ayuda de Garci en el guión y López Vázquez encarnando al hombre encerrado en la cabina y tras apenas tres semanas de rodaje, Mercero se sumó a la ola de nuevos realizadores españoles que buscaban romper con el academicismo anquilosado. "Me siento vanidosamente orgulloso de ella", reconocía en una entrevista de 2002. "Pasa el tiempo y la ves y sigue estando vigente y sigue siendo joven".
'Verano azul' (1981), conmoción ochentera
"Mi nombre es Julia y este que veis aquí es el pueblo donde yo pasé uno de los veranos, no, perdón, uno de los veranos no, el verano más hermoso de mi vida". Con la voz de María Garralón comienza el primero de los 19 capítulos de 'Verano azul', una serie intergeneracional que nació como un relato sutil de la nueva España que, al igual que los niños protagonistas, estaba explorando sus primeros momentos de libertad y un proceso de maduración colectiva. "Los creadores de 'Verano azul' quisieron huir de un didactismo férreo y trataron de responder a las necesidades de los niños más que a la de los adultos. Es decir, como si no hubiese intermediarios adultos entre el niño espectador de aquel momento y la pandilla catódica", cuenta la escritora Mercedes Cebrián en 'Verano Azul: unas vacaciones en el verano de la transición' (Alpha Decay, 2016).
Portada de la revista 'Pronto'
La serie, a través del grupo de protagonistas —diseñados para que cualquiera pudiese identificarse con al menos uno de ellos— vivían las experiencias propias de una amistad de verano, una percha que sirvió a Mercero para ensalzar las virtudes de la amistad, el compañerismo y el respeto al medio ambiente, sí, pero también para abordar temas que, hasta entonces, se consideraban poco adecuados, como la sexualidad o el divorcio.
'Verano azul' comenzó a rodarse en Nerja (Málaga) el 21 de agosto de 1979 y acabó alrededor de 16 meses después, en principios de diciembre de 1980. "La serie fue un golpetazo en el país", afirmaba Mercero. "Y se ha vendido prácticamente en todo el mundo, en todas las televisiones, y se sigue reponiendo en distintos países. Yo creo que fue una serie que a aquella generación les golpeó mucho, les dejó tocados". La muerte de uno de sus personajes, Chanquete, supuso una conmoción tal que la noticia llegó a las portadas de algunos de los periódicos del día, que lamentaron el fallecimiento del personaje de Antonio Ferrandis como si fuese real.
Farmacia de guardia
Cuando Mercero iba a los toros, solía pasar por una farmacia de la calle Alcalá para comprar pastillas para la tos. Un día, al licenciado que regentaba el establecimiento le llegó una llamada de teléfono de en la que le pedían permiso para utilizar su local como inspiración para una serie de televisión que, efectivamente, iba a dirigir el propio Mercero y que, aunque entonces no lo sabían, se erigió como símbolo del músculo de las cadenas privadas, que hacía poco que habían aterrizado en nuestro país, para elaborar ficción propia al margen de la televisión estatal. Las cifras hablan por sí solas: aparte del ya comentado 48% de 'share' de media, el capítulo final —emitido el 28 de diciembre de 1995— congregó frente a la pequeña pantalla a 11 millones y medio de espectadores. Más de uno de cada cuatro españoles.
"La serie tiene un espíritu progresista y tolerante, y me parece que eso es positivo", se enorgullecía Mercero. Porque a pesar de ser una serie familiar y al igual que hiciera con 'Verano azul', decidió abordar temas delicados como el uso de preservativos o los mitos y verdades en torno al sida. Una calle de cartón-piedra construida en los platós de Antena 3, un puñado de personajes cercanos y costumbristas y una mezcla entre el drama familiar y la comedia, sin olvidar el trasfondo social, volvió a ser la receta del éxito para un realizador de referencia, copiada hasta la saciedad por herederas del género como 'Médico de familia' o 'Aída'. Un cineasta que no fue muso de cineastas, pero que sí determinó la cultura televisiva popular y el imaginario audiovisual castizo y que supo hablar de tú a tú a muchas generaciones muy, muy distintas.
https://www.elconfidencial.com/cult...-hitos-television-verano-azul-cabina_1562764/
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Descanse en paz
Vaya racha, el creador de Heidi, Jose Maria Iñigo... te entra cierta nostalgia
Vaya racha, el creador de Heidi, Jose Maria Iñigo... te entra cierta nostalgia
Descanse en paz. Desgraciadamente, es lo que mejor que le podía pasar, padecía una enfermedad terrible, ya cuando le entregaron el Goya de Honor, en su casa, se le veía mal, extraño, algo ausente... Hemos disfrutado mucho con sus míticas series y debemos agradecerlo, forman parte de nuestra vida.