Anécdotas en aeropuertos, viajes en avión, hoteles...

En otro hotel pido por teléfono por la noche que me llamen a cierta hora para despertarme.

Entre sueños empiezo a escuchar unos golpes. Cada vez más fuertes. Son fuertes llamadas en la puerta, como si se quemase el hotel. Me levanto tambaleando de sueño y entreabro la puerta. El recepcionista me dice: ¡Son las 8 y cinco, señora!. Yo le respondo: "Pero creía que llamaban por teléfono". El: "Sí, pero algo pasa con su teléfono, pasaré a mirarlo cuando deje la habitación". Le doy las gracias, miro el teléfono y ¡lo habia dejado semicolgado la noche anterior al dar el aviso!, :shy:...Lo que no me pase a mí...
 
Llegamos en tren a París.
Con las prisas dejamos las maletas en una consigna antes de pasar el hotel.
Con toda nuestra ilusión de mis hijos y mía.
Decidimos coger un taxi y que nos lleve directamente a Notre Dame y desde allí empezar a visitar la ciudad.

Tengo algo olvidado el francés pero me defiendo.
Total el taxista ni idea de donde esta Notre Dame.
Le muestro una guia y le enseño la foto, con el nombre en frances.
Tuvo que irse a consultar con otros taxista que era eso y como se llegaba.
:confused::confused:
 
No sé si a alguna más le pasa, pero yo soy un poquito supersticiosa con los asientos del avión. Nunca me cambio del que tengo asignado aunque haya algunos libres.
En un vuelo Londres-Barcelona una azafata me dijo que me cambiara del mío porque parece ser que tenía algo roto o no estaba en perfectas condiciones a otro un par de filas más atrás. Me tuve que cambiar porque no había más remedio, pero no me hizo ni pizca de gracia.
Sé que es una tontería, pero tengo esa manía.
 
El año pasado, en un hotel de una localidad de la Costa Brava, la habitación no tenía balcón, sólo ventana, y ésta daba a una pared blanca. Entre la ventana y la pared habría de margen no más de medio metro. Teníamos unas vistas estupendas :D:D
 
A mi me da una pereza infinita el control de seguridad.
Pues en una de esas viajaba con unas manoletinas (zapato), pasé por el arco, pitaron y con la de gente que había me las quité rápido y las lancé en la cinta sin ponerlas en ninguna bandeja. Total, que después de eso, me hacen un control aleatorio de explosivos y claro, iba mirando de reojo que todas mis cosas se fueran amontonando al final de la cinta de rayos....pero una de las manoletinas no apareció. Yo y el guardia buscando la manoletina por la cinta de los rayos x, no la encontramos, paran la máquina, resoplidos y miraditas matadoras de la cola de atrás. Nada, que no la encuentran.
Yo en ese momento estaba con casi un ataque de ansiedad, iba justa de tiempo y ya rezaba para que al menos hubiera un Zara dentro y que no estuviera muy lejos para ir corriendo descalza a comprarme unas zapatillas. Pero miro al infinito resoplando y, donde las mesas que hay para apoyar bandejas justo después del control, veo mi manoletina tirada ahí, sola y abandonada. Menosmal!
Se ve que uno de los guardias pensó que se caería de una bandeja y la puso en la bandeja que pilló más cerca. El dueño de las pertenencias de esa bandeja, encontraría mi zapato y en lugar de avisar a algún guardia lo dejó en la mesa, que mala gente!
 
¡PRIMA QUÉ FUERTEEEEEEE, yo también coincidí en un vuelo con esta tiparraca!! ¡Y doy fe de lo que dices, es una maleducada y una personaja de mucho cuidado!!! La azafata que nos atendió ese día acabó hasta el moño de ella.


Le escuché a alguien que trabajó en una compañía aérea que era de las peores famosas con las que había tratado. El Lecquio era otro que tal.


En un viaje a Canarias se me concentraron varias anécdotas. A la ida, en Barajas, yo no llevaba nada más que mi bolso como equipaje de mano, y lo llevé tal cual, con lo mínimo y el primero que pillé por comodidad. Días antes habían sido las fiestas de mi pueblo, donde crece un montón de romero, y siempre que iba pues me cogía mogollón de ramos de romero para cocinar, para ambientadores, etc (la gente de allí lo usamos mucho) pues en esto de que caigo en la cuenta en la misma cola que pasa por los aparatos de aduana, de que no había vaciado bien el bolso, y vi un montón de restos de romero en el fondo del bolso y los bolsillos. Me toca el turno de pasar por la aduana y está la guardia civil a tope mirando movidas, ya había pasado el tema del 11S y fui al poco de haber tenido lugar los atentados de Atocha, osea, un poco de miedo en este tipo de sitios, mucha seguridad, controles a tope, yo que veía a la GC vaciar de todo, y me dije "ay verás cuando vean esto como les digo yo que es romero", pues yo en mi pensamiento ya me imaginaba a mi misma viéndome esposada a en un cuartito por si se pensaban que era marihuana o algo. En fin, que paso el bolso por el scaner y el tricorio de rigor, frunce el ceño mientras mira el bolso, y yo ya imaginándome dando la escena y con esposas, y el tío me dice "ya está", ala.
Cuando llegué al avión los tiré a una papelera y a tomar viento fresco, eran restos de ramas de romero ya rotas, descuartizadas.


A la vuelta, lo he contado en el foro. Cola para pasar por aduanas, el de seguridad está a tope también y veo cómo ordena a una señora de 50/60 años quitarse las sandalias hawaianas "por seguridad", ahí, dando a entender que la maripuri podría tener una bomba activada en la suela o algo. Se quitó las sandalias, flipando claro, y yo detrás, con deportivos, me imaginé despelotada perdida y yo haciendo memoria de si me había cortado las uñas de los pies. No me dijeron nada, pasé y ya está.
 
Hace mil años. Llegamos al restaurante, de los "lujositos" porque era para celebrar un aniversario, y dice mi pareja: "tenemos reservada una HABITACIÓN" :oops:
Yo le contesté: coxx, siempre pensando en lo mismo :LOL:

En un viaje con la PIA, una compañía aérea que no sé si seguirá existiendo. Destino Pakistán, avión con algunos asientos vacíos y casi todo hombres, mi marido y yo los únicos españoles. En un momento dado se levantan todos a la vez y se van a la cola del avión(n) :wideyed: Nos asomamos a ver qué pasa y nos encontramos que están tirados en el suelo rezando en dirección a la Meca:woot: Yo también rezaba, en mi caso para que se fueran a sus asientos porque pensaba que todos ahí, apelotonados, iban a desestabilizar el avión :nailbiting:

En otro viaje. Al salir del avión diluviaba y las escalerillas metálicas estaban empapadas. Me resbalé y, no sé cómo, me agarré a la cinta de la cámara de fotos que llevaba colgando un japonés...yo no me caí :shy:
En el aeropuerto de Madrid, me dolía la cabeza y pensé, voy al baño y me ahorro comprar una botella de agua :D Me meto la pastilla en la boca, trago, pulso el grifo y sale agua ¡pulverizada! :arghh:Al final tuve que comprar la botella y casi me ahogo:spitoutdummy:
Por si le sirve a alguien, en Madrid pulverizada y en Liverpool caliente:hungover:
 
Hace mil años. Llegamos al restaurante, de los "lujositos" porque era para celebrar un aniversario, y dice mi pareja: "tenemos reservada una HABITACIÓN" :oops:
Yo le contesté: coxx, siempre pensando en lo mismo :LOL:

En un viaje con la PIA, una compañía aérea que no sé si seguirá existiendo. Destino Pakistán, avión con algunos asientos vacíos y casi todo hombres, mi marido y yo los únicos españoles. En un momento dado se levantan todos a la vez y se van a la cola del avión(n) :wideyed: Nos asomamos a ver qué pasa y nos encontramos que están tirados en el suelo rezando en dirección a la Meca:woot: Yo también rezaba, en mi caso para que se fueran a sus asientos porque pensaba que todos ahí, apelotonados, iban a desestabilizar el avión :nailbiting:

En otro viaje. Al salir del avión diluviaba y las escalerillas metálicas estaban empapadas. Me resbalé y, no sé cómo, me agarré a la cinta de la cámara de fotos que llevaba colgando un japonés...yo no me caí :shy:
En el aeropuerto de Madrid, me dolía la cabeza y pensé, voy al baño y me ahorro comprar una botella de agua :D Me meto la pastilla en la boca, trago, pulso el grifo y sale agua ¡pulverizada! :arghh:Al final tuve que comprar la botella y casi me ahogo:spitoutdummy:
Por si le sirve a alguien, en Madrid pulverizada y en Liverpool caliente:hungover:

Te cito porque no puedo valorar ningún comentario, pero he soltado una gran carcajada al leer lo del japonés. Espero que no le pasara nada importante al hombre.
 

Mi primer viaje en avión

Teniamos que hacer transbordo en Madrid para tomar el avión que salía, según horario establecido, una hora despues de la llegada del primer avión. Pero en el primer aeropuerto habia tormenta y se retrasó la salida. Los 45 minutos pensando "vamos a perder el otro avión, se va a ir". Lo comentamos con otro señor que iba al mismo destino. El nos sirvió de cicerone en Barajas. Por si las moscas, ponemos alas a los pies para llegar a la otra puerta por si de milagro aun estaba el segundo avión, pero nada, se habia marchado. En la carrera, una servidora se resbaló y cayó en plancha al suelo. El señor, un profesor, nos ayudó a recuperar las maletas y él tuvo que coger un vuelo a Málaga a las 23:25 para, en taxi, poder estar en Granada, nuestro destino, a las 9:00 de la mañana. A nosotras no nos corría prisa, así que él nos gestionó el vuelo a las 7:15 y el hotel que nos tuvo que poner Iberia.

Nochecita, tras cena, en hotel al lado del aeropuerto, con los aviones volando tan cerca que parecía que se iban a meter en la habitación. Al dia siguiente no hay desayuno porque la cafeteria está cerrada. Con las tripas rugiendo, subete al nuevo avión, donde tampoco ofrecian desayuno. Tuvimos que tomarlo nada más llegar, derrengadas.

El viaje de vuelta empezó bien, porque teniamos cuatro o cinco horas que matar en Barajas para coger el otro avión, asi que aprovechamos para que el metro nos acercara a la Puerta del Sol y ver el Palacio Real -flipando viendo la Guardia Real a caballo -, la Plaza Mayor, La Almudena antes del almudenazo... El segundo avión llega al aeropuerto de nuestra ciudad bajo tormenta, para variar. Por la ventanilla solo se veían las gotas de lluvia contra el cristal en la oscuridad de la noche y las luces urbanas. El avión empieza a girar una y otra vez sobre el aeropuerto mientras da tumbos y la gente empieza a gimotear, aunque a mí el tema me pareció realmente emocionante y jamás me he mareado en ningún tipo de transporte. Finalmente aterrizamos con un brinco del avión al tomar tierra y al llegar a la terminal nuestro padre nos dice que las vueltas se debian a otro avión que traía un transplante y, claro, tenia prioridad.

Pues aún asi, para viajes de poca duración, para mí no hay nada como volar en avión.​
 
No sé si a alguna más le pasa, pero yo soy un poquito supersticiosa con los asientos del avión. Nunca me cambio del que tengo asignado aunque haya algunos libres.
En un vuelo Londres-Barcelona una azafata me dijo que me cambiara del mío porque parece ser que tenía algo roto o no estaba en perfectas condiciones a otro un par de filas más atrás. Me tuve que cambiar porque no había más remedio, pero no me hizo ni pizca de gracia.
Sé que es una tontería, pero tengo esa manía.

Mi unica manía con los asientos es que no estén delante de niños que se pongan a golpearte el respaldo ante la pasividad de sus padres. Y, claro, a ver a quien le pides que te cambie el asiento en esas circunstancias, mientras recibes las patadas del niño sin parar. Pregunté a una azafata si quedaba algun asiento libre y lo conseguí en última fila entre dos varones de espaldas a los baños. Por cierto, usar el baño en un avión es toda una aventura, jajajaja...
 
Spa-hotel en Anglet (Francia)

Llegamos al spa en coche y en la recepción nos recibe la supervisora de recepcionistas, que nos da la llave de la habitación doble reservada. Vamos a dicha habitación, estaban haciendo la limpieza y mi hermana y yo nos encontramos con cama de matrimonio. Bajo a la recepción y le digo a la señora, en francés, que hay un error, que habiamos pedido dos camas. La señora me dice muy sutilmente que le habia parecido algo raro pero que habia pensado que podiamos ser una parejita... Solventado el equivoco, me da otra llave de otra habitación, vamos con los bártulos a la puerta ¡y la tarjeta no abria la puerta ni con el conjuro de "abrete, sésamo"!

Vuelvo a bajar para comentar lo ocurrido y la señora al verme me suelta "oh là là, qu´est-ce qu´il passe maintenant?" Y le explico lo de la puerta. Nos la tiene que abrir el hombre de mantenimiento, y nos arreglan el tema de la tarjeta de apertura y luz.

¡Ya no nos volvió a pasar, menos mal, porque recorriamos el hotel en albornoz para ir a las piscinas y no era cuestión de aparecer así por recepción, el ascensor te permitia subir y bajar sin pasar por allí,jajaja!
 

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